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Despierta el cerebro social de un niño y despertarás su talento

La educación suele ser centrada en cuestiones académicas, y se deja la que tiene


que ver con el ser humano, en la experiencia narrada en el video, se muestra la
deficiencia que existe en diversos contextos escolares, en este caso la educación
en niños con riesgo social, la condiciones en las que se encontraban marcaban
una clara distinción entre ellos, por la edad, y con otros niños que no se
encuentran en su situación, en el aula no contaban con los materiales didácticos
necesarios para trabajar, en este punto se ve el importante papel del docente,
dado que ella encontró el medio para conseguir materiales didácticos que
permitieran que los niños puedan trabajar diversas actividades, sin embargo,
había un inconveniente, no existía una clara metodología que le permitiera lograr
que los niños aprendan, entonces planteó una en la que los niños se agrupen sin
importar la edad y que trabajen en el logro de objetivos comunes pero cada quien
llegue de acuerdo su ritmo, las actividades se empezaron a desarrollar de manera
grupal, fomentando la participación de todos, a la vez introdujo guantes de colores,
rojo y blanco, para un sistema de ayuda mutua, el rojo era para quienes estaban
dispuestos a enseñar ayudar y el blanco para los que estaban dispuestos a
aprender, esto provoco que los niños cubrieran su necesidad de pertenencia dado
que, se sentían parte de su grupo de clase; al igual que esta, existen diversas
situaciones actuales en las que los docentes perciben que sus estudiantes no
logran aprender con las metodologías convencionales, por eso es importante que
logren innovar o adaptar una que se adapte a las características y necesidades de
su grupo de clase. Posteriormente, esta metodología, logró que se observaran los
talentos de los niños.

Los talentos salen cuando se permite que los niños trabajen en grupo, es
suficiente con que exista en los colegios una actividad social potente, como
generar redes de ayuda, altruismo, compasión, el cerebro social se activa y
enciende el aspecto social, cuando los niños ayudan en el aula o enseñan a otros,
se benefician más dado que, ejercitan sus habilidades permanentemente, esto
provoca que los talentos salen naturalmente, por tanto, la ayuda juega un papel
importante.

Cómo educar sin premios ni castigos


Se distingue, educar de adiestrar, educar es brindar las herramientas que necesita
la persona para que sea capaz de construirse la mejor de las vidas que le sea
posible. Se puede educar sin autoridad, cuando un niño realiza una conducta
inadecuada se suele usar el castigo, pero muchas veces no se toma en
consideración si el niño entiende el motivo del castigo, y usualmente es así, al no
entender la razón del castigo, se pierde el sentido del castigo, y con esto lo que la
autoridad logra es que la persona obedezca, pero obedecer no es aprender.
Cuando se educa y se logra el aprendizaje, la persona logra realizar aquello que
es aprendido por sí solo, si es solo obediencia siempre va a necesitar la
supervisión de un adulto, no hay autonomía ni aprendizaje.

Al querer pensar que sí se puede educar con autoridad, lo que realmente se


emplea es una pseudo educación mesclada con autoridad, pero que no es útil
para educar, esto se da a partir de diferentes maneras como: La violencia física,
en esto se aprecia a la violencia en todos los grados, desde los castigos con
correa hasta el jaloneo, también se encuentra el hecho jerárquico, en la que se
resalta la condición de padres, y se impone ciertas condiciones en base a esto, os
padres consideran saber más que los hijos cuando a veces no es así.

Otra manera de ejercer autoridad, es la manipulación de la conducta asignando


premios y castigos, de acuerdo a lo que hacen, esta se da a través de frase con la
estructura “Si haces A, yo te haré B”, tiene consecuencias negativas, su uso
puede ser perjudicial debido a que, genera rencor en los hijos, porque se dan
cuenta que las frases que los condicionan son en base a la idea o capricho de sus
padres, también es una estrategia con fecha de vencimiento, porque solo funciona
mientras el padre está ahí para restringir el premio o habilitar el castigo; con esto
no se da la educación, en su momento se logra que la persona haga o que se le
diga pero eso no es educar y la tercera consecuencia, es que al aplicar esto se
establece una pauta de valores que es exactamente contraria a la que se quería
establecer.

Por lo expuesto, se señala que la autoridad no es la manera y que contraria esta


se debe emplear la manera de la paternidad, dado que mientras la autoridad
impone, ordena y amenaza, la paternidad, guía, enseña y motiva, estas tres
significa las presencia y acompañamiento del padre y pueden producir el cambio.
De estas es importante resaltar la motivación, que se basa en darles libertad y que
al final elijan lo mismo que el padre sabe que es bueno para él, a través de una
comunicación constante en la que el padre explique sus razones para pensar
como lo hace, y que se conviertan en las razones de sus hijos y cuando se dé
podrá elegir el camino adecuado.

La motivación posee también una estructura, que es “Si haces A, lo más probable
es B”, en este caso B es visto como consecuencia natural de A, es importante
tener buenos argumentos y conocer las razones para que el hijo realice ciertas
conductas, sobre todo, encontrar la manera de explicarle a los hijos, saber cómo
llegar a ellos asegurando el entendimiento y con esto lograr que ellos tomen por sí
mismo las decisiones que lo guíen por un buen camino, y para lograr esto es
importante que el padre se interese por su hijo y lo que le pasa, solo así se logra
ser un buen padre. Parte importante de la motivación, es dejar que los hijos se
equivoquen, porque es una forma en la que los hijos vean y entiendan que es lo
más probable que les va a pasar si hace lo que hacen y que decidan en función de
eso.

Se debe reconocer, que hay situaciones en la que las consecuencias pueden ser
de alto riesgo, un perjuicio irreversible, entonces habrá que imponer un “no”,
entonces se estaría empleando la autoridad, lo que en este contexto está bien,
porque no es cuestión de educar sino de cuidar.

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