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BROTE

Algunos de los conceptos de brote epidemiológico son:

1. La aparición de dos o más casos de la misma enfermedad asociados por características


de tiempo, lugar o persona.

2. El incremento significativo de casos en relación a los valores esperados.

3. La agregación de casos de una enfermedad en un territorio y en un tiempo


comprendido entre el mínimo y el máximo de su período de incubación o latencia.

4. La aparición de una enfermedad, problema o riesgo para la salud en una zona hasta
entonces libre de ella.

Definiciones básicas sobre epidemias, brotes y pandemias


Durante una epidemia muchas personas de una región o país se infectan al mismo tiempo con
una enfermedad, por ejemplo la gripe durante la época invernal.

Un brote epidémico es la aparición de una epidemia en un área geográfica reducida y durante


un corto lapso de tiempo.

Una pandemia es una epidemia que se extiende en distintos países y continentes. Durante una
pandemia hay un alto grado de inestabilidad y un fácil traslado de la enfermedad de un sector
geográfico a otro.

Entre los fenómenos asociados a epidemias, brotes y pandemias, tienen mayor potencial de
riesgo en nuestro país el cólera, el dengue, la fiebre chikunguña y la gripe. Es importante tener
presente un conjunto de recomendaciones básicas para el cuidado de la salud ante los temas
mencionados, ya sea antes, durante o después de haberse presentado la enfermedad. 

 Clases de brotes

CÓLERA
El cólera es una enfermedad infecciosa producida por la bacteria – Vibrio Cholerae- que al
ingresar al organismo de una persona puede provocar diarrea. En los casos más graves de
diarrea severa, si la pérdida rápida de líquidos corporales no es tratada a tiempo puede llevar a
la deshidratación, a la postración y al riesgo de muerte.

Aunque en nuestro país no se han detectado casos de cólera desde el año 1999, existe el
riesgo de introducción por la presencia de viajeros procedentes de países endémicos. El brote
puede darse en cualquier región, dependiendo de la exposición de la población a aguas
cloacales o aguas no tratadas y a alimentos contaminados con la bacteria.
DENGUE
Es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti. Cuando el
mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue y luego pica a otras
personas les transmite esta enfermedad. El contagio sólo se produce por la picadura de los
mosquitos infectados, nunca de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche
materna. Sin embargo, aunque es poco común las mujeres embarazadas pueden contagiar a
sus bebés durante el embarazo.

El comportamiento del dengue en Argentina es epidémico, y la ocurrencia de casos se


restringe a los meses de mayor temperatura (noviembre a mayo), en estrecha relación con
brotes en los países limítrofes.

ENFERMEDAD POR VIRUS DEL ÉBOLA


La epidemia de ébola es un problema serio de salud pública a nivel internacional.

El ébola es una enfermedad viral grave que se transmite entre humanos a través del contacto
directo con sangre u otros fluidos corporales (vómito, heces, orina, leche materna, etc.).

Tiene una tasa de letalidad de entre el 50% y el 90%.

Según las evidencias actuales una persona contagia sólo cuando presenta síntomas por lo que
las personas que no tienen ningún signo de la enfermedad no pueden contagiar a otras.No se
transmite por el aire. No existe un tratamiento aprobado específico ni vacuna disponible.

La potencial vía de introducción del virus del Ébola en nuestro país es el ingreso de viajeros
afectados. Sin embargo, el movimiento de personas entre Argentina y los países donde se
registra esta enfermedad no es frecuente y tampoco existen vuelos directos con estos países.

FIEBRE CHIKUNGUNYA
La fiebre chikungunya es una enfermedad viral transmitida al ser humano por los mismos
mosquitos que trasmiten el dengue. Se caracteriza por presentar fiebre alta y dolor articular.

GRIPE
La influenza es una enfermedad de transmisión aérea causada por un virus RNA, perteneciente
a la familia Ortomixoviridae. Se conocen tres tipos: A, B y C; el virus A presenta dos subtipos
que en la actualidad circulan en humanos (H1N1 y H3N2). Para los virus influenza tipos B y C no
se han descrito subtipos y sólo circulan en humanos.

Su alta transmisibilidad en épocas epidémicas ocasiona altas tasas de incidencia, (que alcanza
del 10 al 20 % de la población) y la principal complicación son las neumonías que se presentan
con mayor frecuencia en adultos mayores, menores de 5 años y en pacientes con patologías
crónicas (cardíacas, pulmonares, renales, metabólicas) o inmunosuprimidos.
VIRUS ZIKA
Es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti. Cuando el
mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma infectada por el virus zika y luego
pica a otras personas les transmite esta enfermedad.

Pasos en la investigación de un brote

Confirmar la existencia del brote

Se determina analizando las tasas de incidencia basales y comparándolas con las actuales.
Suele ser fácil si es una infección poco común, pero si es una infección más frecuente en el
hospital puede ser difícil. No hay un método estándar para determinar si se está produciendo
un brote en un centro sanitario. Además, muchas veces no existe la tasa de incidencia basal
para poder hacer comparaciones.

Realizar una revisión bibliográfica

Ante un brote de infección nosocomial es muy recomendable realizar una revisión bibliográfica
para conocer mejor la epidemiología del agente etiológico, si se conoce, y ver otras
experiencias similares y qué información generaron sobre el tema.

ORGANIZAR UN GRUPO DE TRABAJO

Es necesario organizar un equipo de trabajo multidisciplinar liderado por un


profesional con experiencia en brotes, que a su vez será el portavoz ante la dirección
del centro. Los conceptos y técnicas que se utilizan en la investigación de brotes
derivan de la medicina clínica, la infectología, la epidemiología, la microbiología, las
ciencias del laboratorio, el análisis para tomar decisiones, la capacidad de
comunicación y el sentido común.

Determinar la necesidad de soporte externo

El equipo debe decidir si necesita soporte técnico externo, como la colaboración de un


estadístico o personal de apoyo de los departamentos locales de salud, o consultar con otros
expertos de fuera del centro.

Instaurar medidas de control iniciales

Una vez se disponga de los datos preliminares del brote, deben instaurarse medidas de control
iniciales para intentar frenar la progresión del brote mientras se profundiza en la investigación.
Encuesta epidemiológica

Debe crearse una hoja de recogida de datos de los casos. Su composición dependerá de la
epidemiología del agente etiológico que se sospeche o del tipo de brote. Debe evitarse que sea
muy larga, con datos que luego no se podrán aprovechar, o que contenga muchos datos
difíciles de conseguir

Descripción del brote

Una vez recogidos los datos, debe procederse a realizar una descripción del brote. Dicha
descripción debe tener 3 componentes importantes: persona, lugar y tiempo.

Persona: los casos forman parte de una comunidad determinada, y hemos de intentar calcular
la tasa de ataque, es decir, el porcentaje de población susceptible que está afectada.

Lugar: debe identificarse y delimitarse el lugar (centro, área, sala, etc.) en el que se produce el
brote. Puede ser útil dibujar un mapa en el que se localicen los casos. Esto puede facilitar la
formulación de una hipótesis de cómo se produce la transmisión, o de un foco potencial.

Tiempo: la fecha de detección de los casos se debe registrar para poder hacer la descripción
después

Dibujar una curva epidémica

Habitualmente en forma de histograma, colocando el número de casos en el eje de ordenadas


(y) y la fecha de detección en el de abscisas (x). Sirve para valorar la consecución de casos en el
tiempo. Según el perfil que va adoptando la curva puede deducirse la capacidad de
propagación, la eficacia de las medidas de control y el pronóstico del brote

Evaluar el problema

El análisis de los datos registrados nos debe permitir determinar la naturaleza del brote. Si es
un brote infeccioso, las características del microorganismo causal indicarán con frecuencia por
dónde seguir avanzando en la investigación.

Formular una hipótesis acerca del brote

Basándose en los datos recogidos, la curva epidémica y los posibles resultados microbiológicos
adicionales, se debe realizar una hipótesis tentativa sobre los factores causales del brote
(posible foco inicial, vías de transmisión, etc
Implementar las medidas de control de infecciones

Las medidas de control de infecciones deben implementarse lo antes posible. Bien es cierto
que según va avanzando la investigación del brote las nuevas conclusiones influirán
directamente en las medidas de control con la finalidad de cortar la cadena de transmisión y
controlar el brote. Pero para algunos tipos de brotes, como los producidos por bacterias en el
entorno hospitalario, existen una serie de medidas básicas que pueden aplicarse agrupadas, y
que aun sin encontrar una fuente común del brote, pueden ser efectivas en determinadas
circunstancias

Comprobar la hipótesis

En una investigación completa se aplican test estadísticos para comprobar la hipótesis de que
los factores de riesgo identificados son los que contribuyeron a la consecución del brote. Sin
embargo, muchas investigaciones no alcanzan esta fase

Mantener la vigilancia

Debe seguirse vigilando la posible aparición de casos nuevos, no solo para conocer la evolución
del brote sino para medir el impacto de las medidas de control y conocer los resultados de los
análisis microbiológicos que puedan ayudar reconducir la investigación o plantear nuevas
hipótesis en caso de que el brote no se controle.

Prevención y control precoz de los brotes


Dada la importancia y la potencial trascendencia de los brotes nosocomiales, es necesario
establecer mecanismos de prevención y de control precoz de los brotes. Muchos brotes de
centros sanitarios se podían haber evitado si los trabajadores sanitarios hubieran utilizado de
manera rutinaria y apropiada las medidas de prevención de infecciones. Al mismo tiempo, para
detectar y controlar de manera rápida y eficaz los brotes desde su inicio, cada centro debería
tener un programa de vigilancia, prevención y control de infecciones adecuado a las
características del centro. El programa debería protocolizar y promover prácticas de
prevención de infecciones basadas en la evidencia y disponer de un sistema de vigilancia capaz
de detectar los primeros indicios de los brotes (acumulaciones de casos, elevación de las tasas
de infección por microorganismos de importancia epidemiológica, etc.). De esta manera se
pueden implementar medidas de control para interrumpir un brote o impedir que se produzca.

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