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El otro día estuve en un plantel de la UACM, casa Libertad, y un mono ahí en el segundo

piso dijo —“Está violando la autonomía”— Lo cual provocó que se me desatara el furor
apache que me domina a veces en mi vida y un pinche velo rojo pasara por mis ojos, y me
viera obligado en términos de razón a contestarle con alarido diciendo —“Óyeme
pendejo”— ¿O era pendeja? La verdad es que no traía lentes. Son de esos que, sexo:
desconocido; función: burócratas al servicio de quien puedan lamerle la cola. Entonces
aullé diciendo —“Es mi ciudad, es mi universidad, son mis impuestos y nadie ha nacido
para impedir que los ciudadanos de esta ciudad tengamos opinión”— No, para eso ya se
había ido corriendo por el tono de la soflama, pero además nadie, nadie en uso de razón, de
sentido común y de derecho ciudadano puede pedir menos que una universidad democrática
en esta ciudad. Nos ha costado un huevo medio democratizar esta pinche ciudad, estamos
en pañales en la construcción de un proyecto democrático, ha sido lastrado por trabas
burocráticas, funcionarios insensibles, pendejos, autoritarios, burócratas de mierda. Y ese
huevo que nos ha costado no se lo vamos a regalar a nadie.

Parece que era transparente esta toma de posesión; sin embargo, resulta absolutamente
desconcertante, en la gestación del movimiento, como se ha presentado [ininteligible] dos
tipos de ciudadanos de nuevo cuño, porque hay otros de viejo cuño, están los burócratas,
los arribistas, los chambistas, los que están en el negocio, la gente que considera el espacio
del poder como un espacio adquirido para multiplicarlo y reproducirlo. La Universidad ha
generado en todos lados unas lógicas muy perversas en las cuales se crean pequeños cotos
de poder, se acumulan. Marx lo definía de una manera sensata, aunque nunca lo había
pensado, en una universidad mexicana cuando lo intentó. Hay una reproducción ampliada,
o sea “yo soy profesor de Historia y doy clases de Historia a estudiantes de Historia para
que sean profesores de historia para otros estudiantes de Historia” y el circuito está cerrado
en este mundo endogámico que pierde el principio esencial de la Universidad que es la
Universidad como centro de reflexión, reflejo, estudio, divulgación y acceso hacia la
sociedad que la produce. Si algún sentido estudiar Historia —y saben que me atañe
personalmente— es para contarle la historia a la gente. Pueblo que tiene Historia… ¿cómo
la va tener si los que la investigan se dedican a la reproducción ampliada? Una universidad
ha creado además una serie de cadenas muy jodidas en la época de la crisis de los 60 que
empezaron a multiplicarse, como la de los tiempos completos. De los 40 compañeros de
tiempo completo que conocí 35 no practicaban el tiempo completo, cobraban por el tiempo
completo, pero tenían dos tiempos completos, lo cual es la paradoja de las paradojas, era
para Ripley o para El retorno de los brujos [ininteligible 3:50] ¿Cómo demonios le haces
para cubrir dos tiempos completos? O sea el lado derecho practica uno y el lado
izquierdo… y además muchas veces se producían estos fenómenos con kilómetros de
distancia. O sea eras tiempo completo en la universidad de Colima y en la universidad de
Toluca, lo cual está más cabrón todavía conociendo las dificultades del transporte por tierra
en este país. Pero se creaban cadenas de simulación, la famosa vaca, un investigador
encontraba un tema cuando tenía diez años de edad… luego elegía su tesis —Ilegible por
cierto— luego ordeñaba la vaca, durante los siguientes 40 años de su carrera profesional
hacía siete documentos para congresos que tiene una lógica muy bonita descrita muy bien
por Santiago Gamboa en un libro que se llama Los impostores en la que yo te invito a un
congreso a ti, tú me invitas a un congreso a mí. Entonces van construyendo esta especie de
regresión fraudulenta y el mismo paper se publicaba en todos lados, y todo ellos sustentado
por lógicas académicas muy pervertidas como la lógica maligna de “vale más un artículo de
revista especializada que uno de divulgación”, cuando cualquier gente con sentido común
sabe que es mucho más difícil hacer un artículo de divulgación que hacer un artículo
especializado porque las notas al pie de página nadie las ha leído nunca y que el marco
teórico con el que empiezan los trabajos son simplemente páginas pa’ brincar. Y la
simulación se iba construyendo y construyendo y construyendo, y eso implicaba tú dices
que yo doy clases y yo digo que estudio y creamos una relación ambivalente y ambamente
(sic) protegida de la simulación, y en su nivel más perverso creaba una burocracia
universitaria cuya única lógica era el poder, creaba trámites, hacía difícil todo y
abandonaba el sentido común. Cuando nace la Universidad de la Ciudad de México… —
bueno, estas son las notas al pie de página de las notas al pie de página, me quedé en que
hay dos tipos de seres humanos, volveré a ello no se preocupen. El [ininteligible] me ha
perdonado estas digresiones. — Entonces, cuando se crea la Universidad de la Ciudad de
México, se crea por un instinto gobernante bien primario que es “hay una masa de
estudiantes que no van a poder acceder a la educación superior, si no creamos
universidades en esta ciudad, hay cientos de miles de compas que se van a quedar mirando.
Y nadie sigue avanzando sobre este proyecto que algunos de los que la fundaron tenían
muy claro y lo decían muy bien “es una universidad en estado de excepción para resolver
un problema social y más vale y no…” por ejemplo algunas discusiones muy divertidas
cuando alguien decía “No, pero el problema de la deserción” y yo decía “¿Qué chingados
les preocupa, hombre? si hay deserción en todo, hay deserción laboral permanente y
continua, hay deserción…”, bueno en la oligarquía… todos los hijos de los de los burgueses
que ustedes conocen son una punta de huevones desertores que sus papás se hicieron
millonarios y a ellos les valió madres y se fueron a las Bahamas a dilapidar la lana de sus
pinches padres; la oligarquía es naturalmente desertora. ¿Entonces qué les preocupa? “No,
bueno… es que… que terminen su carrera profesionalmente” “No, espérate [ininteligible]
es un modelo muy raro, un ciudadano con tres años de estudios es mejor que un ciudadano
sin ningún año de estudio, pendejos.” Por favor. Y alguien que tarda nueve años en cursar
una carrera, pues es que los necesitó porque le gustan los pinches patios de la escuela ¿si?
Porque a diferencia del mundo que me tocó vivir, en el cual éramos estudiantes
profesionales —Jesús lo recuerda bien porque éramos estudiantes profesionales juntos—,
tomábamos clases, estudiábamos antes que el maestro el tema que iba a dar pa’
chingárnoslo, vivíamos bien… las bibliotecas, había cineclubs, debates políticos y se ligaba
un chingo; éramos estudiantes profesionales hijos de una clase media que se podía dar el
lujo de tener hijos. Y aquí, la última vez que di clases en una universidad mexicana se me
ocurrió preguntar ¿cuántos [de ustedes] trabajan? El 95% del grupo. Y cuando pregunté los
trabajos, entonces la depresión estuvo a punto de matarme porque nadie tenía trabajo
formal, eran todos hijos de la sociedad informal “yo le doy cuerda a los relojes que
compone mi papá” ¿¡Puta, qué eso es un trabajo!? “yo soy comerciante” No mames, eres
tianguista, güey, velo bien. Era un fenómeno notable, interesante, pero real ¡cóño! la
realidad es real por eso, no porque alguien la defina como algo extraño, ajeno y etéreo.

El otro día aquí en Mesones vi a una chava de unos 18 años explicándole a dos ingenieros
de una empresa cómo funcionaba un programa de computadora. —Yo voy a mesones a
comprar juegos piratas porque eso es lo único que me interesa de las computadoras, los
juegos piratas. Estoy en el ranking mundial de Civilización II, con lo cual resisto los
avatares del Fondo Monetario Internacional, pero esa es la nota del pie de página de la nota
del pie de página, volveré. — Entonces en esa lógica la chava era de una lucidez suprema,
era capaz de explicarle a dos idiotas que habían salido de una escuela de ingeniería hace
diez años y se la habían pasado en blanco. Me dejó asombrado la lucidez de la explicación.
Cuando los dos ingenieros se fueron comprándole todos los programas incluso seis más
patito y un juego para jugar canicas y tres de póker, porque se los embarcó; me acerco a la
chava y le pregunto “Oiga ¿y usted cómo chingados sabe tanto?” Era tianguista banquetera,
lo que le llaman toreros, tenía una manta chafa y un montón de discos piratas. Bueno, la
chava era, ni más ni menos, que una pregraduada de la Wilfrido Massieu del Poli… “Le
cerramos la puerta porque va a tardar once años en terminar su carrera porque tiene que
vender pirata pa’ poder mantener a su mamá que es borracha y su papá que fue hace 30
años y que todavía llega de vez en cuando pa’ pedir pal alcohol” ¡No mamen! ¡No mamen!
Esa chava merece un espacio universitario, merece lo mejor que este país puede darle.
Entonces, en la lógica fundacional [de la Universidad de la Ciudad de México] esto estaba
dentro, y sí era una universidad de tercer mundo ¿y qué pedo? porque aquí ha mucho
pinche güey que piensa que esta combinación dual del DF primer mundo – tercer mundo es
privilegiante hacia un lado, porque es cierto, somos la capital del primer mundo, aquí hay
más cineclubs que en París, compañeros, y hay más abortos que en Londres, pero también
somos la capital del tercer mundo, hay más transas y mexicanos gandallas que en Bangkok
—Bueno, la metáfora no es exacta porque no hay mucho mexicano tranza en Bangkok—
digo, que tailandeses transas que en Bangkok. O sea, hay más, el México gandalla tiene un
poder inusitado producto de la educación Televisa y la construcción de un pensamiento
individualista a lo pendejo y se parece —esta es la nota del pie de página a la nota del pie
de página de la nota del pie de página— al capitalismo neoliberal a lo pendejo que es el que
practican estos güeyes y luego dicen que es eficiente, pero bueno esa es otra conversación
muy interesante que algún día tendremos. En la práctica lo que estaba sucediendo es que
este privilegio de lo primer mundo era absolutamente arbitrario. Defina usted primer
mundo una escuela a la que van 35 pinches yupies por salón de los cuales son hijos de
familias poderosas y la otra mitad se ha endeudado durante los próximos diez años de su
vida para pagar su carrera, en una lógica muy gringa, y hay dinero para que los jardineros
corten el pastito y el agua riegue todos los días. Sale, no hay bronca, pero también esta es
una universidad de tercer mundo y hay que pensarla en toda su profundidad en esos
términos. Así la cosa, regresamos.

Cuando topamos había estos tipos de ciudadanos cuando se abre el conflicto. Estaban los
ciudadanos que se caracterizan porque tratan de plantear el pensamiento crítico, estaba los
lamehuevos —definidos por mi hija cuando tenía cinco años como lambehuevos, no sé por
qué pero la distorsión me parece muy bonita— que se dedican a tratar de ascender en la
pirámide del poder dando con el codo a quien se pueda con una lógica perversa, oportunista
desatada y una lógica individualista profunda. Y luego estaba un montón de gente
desconcertada a la cual le había resultado atractiva la idea de una universidad de
excelencia, una universidad de calidad, un nivel de egresos con alto promedio. Esto
significaba una mirada un poco marciana porque no comprendía qué era lo que había ahí.
En este sector, en el de los lambehuevos y de los marcianos se apoya la posición de la
rectora, y engañan a un chingo de cuates —tengo un montón de cuates que cuando empezó
el movimiento decían “bueno, pero es que [hay] pedirle a esta universidad calidad de
primer mundo” No, no, pídele a los maestros que si ganan un salario lo ejerzan en nivel de
honestidad y calidad profesional más alto. Pídeles a los estudiantes que si van a pasar dos
materias nada más, pues que le entren de a de veras a esas dos materias. Pide que se
abandone la simulación, pide que la educación se vuelva crítica y no repetitiva. Pide lo que
se estaba gestando en la propia universidad a través de los colegios y los debates. Pide que
haya un sindicato democrático y no un pinche sindicato chafa. Pídele esas cosas, y pide
sobre todo espíritu crítico y vinculación con la sociedad, no en términos como venía siendo
planteado por este sector neoliberal que es muy chingón y que tiene la receta para las
universidades que es “Las universidades deben estar al servicio del país”, pero ¡carajo!
estos culeros entienden el país como una mafia de 2000 pinches oligarcas a los que hay que
servirles en sus empresas y las universidades están para hacer capataces. ¡Chinga tu madre,
ese no es el país! Es el país de ellos, que se vayan a la goma. Si quieren capataces que
hagan trabajar a sus pinches hijos que son una bola de huevones. Basta. País es otra cosa, el
servicio de un país es preocuparse con en una universidad por el problema de la
contaminación de arsénico que está produciendo las plantas que están extrayendo oro, que
dicen “son canadienses”. Preocuparse es que los abogados se pongan a estudiar cómo
chingados llegaron plantas canadienses que no son canadienses, sino chinas, a adueñarse la
minería del oro de este país, gracias al fraude del tratado de libre comercio; y mediante qué
convenios internacionales. A los contadores: pónganse a estudiar cómo demonios se armó
la transa. O sea, al servicio del país, [de] los ciudadanos, las necesidades básicas de la
nación, lo que es de todos, lo colectivo. Entonces este fraude de la universidad de
vanguardia, de la universidad de excelencia, pues era muy chistoso porque el discurso caló
y pegó en algunos lugares. Sin duda pegó —hay algunos compañeros que tengo que darles
una manta de chingadazos para ver si se componen, como a Marco Rascón, que no he visto
hace tiempo, porque de veras delira el güey, ya perdió el sentido que lo llevó a ser el Súper
barrio… bueno, tengo que ir a verlo de todas maneras, porque en el fondo es buena persona
y no es deshonesto, pero cayó en la trampa. Como él muchos cayeron en la trampa. En unas
primeras discusiones con compañeros de genoma habían caído en la trampa, luego luego
compusieron, pues son gente sensible, etcétera. Al venirse los fraudes en las elecciones del
Consejo Universitario, pues dijeron “No, hasta aquí llegamos” — Pero era curioso, el
concepto de excelencia venía vinculado al fortalecimiento de una casta burocrática
parasitaria. O sea, la universidad debe tener un centenar de trabajadores que no trabaja, que
se dedican a la operación política. Lo mismo que el SNTE de Elba Esther, más o menos.
Habría que revisar las nóminas para decir —Oiga ¿usted qué hace? Yo cuido que el portero
baje de la portería y se siente todos los días de 8 a 9 ¿Y luego qué más hace?— ¿Y por qué
se repletó de esta carga burocrática? porque la rectora para construir su modelo autoritario
necesita de operadores políticos, lo cual es una desvergüenza simular y emular el proyecto
SNTE que es una de las cosas más deleznables que se han creado en este pinche país. Un
proyecto donde hay 135 000 comisionados y nadie sabe pa’ qué los comisionaron y están
cobrando salario en lugar de dar clases. Por un lado uno debería decir —nota de pie de
página 32— qué a toda madre, porque esos hijos de la chingada dándoles clases a nuestros
hijos, de veras pobrecitos ¿no?, pinche charro corrupto sindical dando clases de geografía,
seguro que puso el Papaloapan donde el Bravo pero tantito a la izquierda —fin de la nota
de pie de página—. Volviendo al tema, la construcción de esta casta burocrática, la idea de
la excelencia asociada a la casta burocrática ¿Por qué? Porque está vinculado a un proyecto
autoritario. El movimiento surge cuando la rectora se lanza a una pinche diatriba diciendo
“esta universidad es una mierda” Respuesta: renuncia ¿pues qué chingados está usted
haciendo aquí? Pregunta ¿esta universidad es una mierda? pues empieza un fenómeno de
abajo hacia arriba de autocrítica crítica, usando lo mejor que hay aquí para convertir la
autocrítica en una dinamo. No, van los medios a confrontar e inmediatamente después
empieza a desarrollar una estructura autoritaria, “yo despido, yo corro” a grados
verdaderamente gansteriles. Estuve viendo, cuando los compañeros del sindicato me
hicieron el favor de mostrarme la retención de cuotas al sindicato. Compañeros, ni Al
Capone se atreve a los pinches güeyes de los bares no darles su parte, hombre. Eso no es un
acto ilegal en términos laborales, es un acto penal ¿Qué está haciendo con ese dinero? ¿Los
réditos de ese dinero a dónde van? Los despidos injustificados, el intento de amedrentar, el
tratar de comprar; la emulación de Peña Nieto. Yo te compro. Yo te doy. Aquí hay una
beca, pero ten cuidado... el miedo. ¿No le da vergüenza trabajar con el miedo y la amenaza
como rectora de esta universidad? Qué bajo hemos caído.

Esta combinación de autoritarismo pleno con casta burocrática de funcionarios creados,


arribistas, etcétera; con el concepto de la universidad de excelencia, desencadenan una
confrontación con la comunidad universitaria que es creciente. ¿Tiene derecho la
comunidad universitaria a la rebeldía? ¡A huevo que tienen derecho ustedes, compañeros,
na’más faltaba! La rebeldía es un derecho natural de los humanos conscientes, chinga. Este
planeta seguiría lascando piedritas y comiéndote al güey de al lado si no fuera por la
rebeldía. La rebeldía es el centro de la vida de una sociedad, el derecho a protestar a
discrepar, a pensar críticamente. ¿Qué puede asustar la rebeldía? Chinga, no, la rebeldía
[hay que] reprimirla, controlarla, despedir, aplazar, amarrar, dominar, imponer. ¿Cómo se
puede construir una universidad con lógicas como estas? cuando debe de ser lo contrario.
En ese sentido el crecimiento del movimiento es plenamente justificado. Me siento
absolutamente solidario, marché con ustedes y fui acusado por la rectora de estar
interviniendo la autonomía universitaria. Ella está interviniendo en mi vida cuando decide
clausurar la democracia de la universidad de mi ciudad, me agrede personalmente. En ese
sentido vamos parejos y cuando yo echo pestes sobre ella y digo que además de autoritaria
es pendeja, sí tenemos un sistema de equilibrio verbal para lograr restablecer una relación
democrática entre ella y yo.

Fuimos a ver al abogado cuando lo nombraron comisión mediadora, era notable, no había
ninguna intención… —por cierto el abogado se vio chafa, chafa, chafa el gordito, yo no le
confiaría ni mi primer divorcio ni a putazos a ese compañero. (Comentario de Jesús Anaya:
La Comisión de Derechos Humanos en un capítulo del informe que presentan, recomienda
que el abogado general tome un seminario de derecho) Todo esto está íntimamente
vinculado a la necedad autoritaria del gobierno de Ebrard, “yo la puse y yo no la quito”, y
evidentemente, compañeros, a los intereses conservadores de la ofensiva antipopular
vinculada a los medios de comunicación. No se inquieten ni se preocupen “son minoría”,
cada vez que la tele diga que somos minoría es que somos mayoría, no hay pedo. Cada vez
que la tele dice “alborotadores”, a mucha pinche honra, mucho orgullo nos da, “están
alterando el orden público” no, estamos reordenando lo público; y eso es el orden,
compañeros. La injuria cuando viene del enemigo se vuelve halago, Eldridge Cleaver lo
hizo maravillosamente una vez en su vida —Ustedes son muy jóvenes para saber quién es
Eldridge Cleaver, era dirigente de los Panteras negras—, al salir de la cárcel dio una
conferencia de prensa, se sentó con una pinche sandía de este pelo frente a los periodistas,
sacó un cuchillo, la cortó, se la comió y dijo “bueno, soy el negrito sandía ¿qué pedo?”, y
luego y empezó la conferencia de prensa. A mucha honra, son ustedes parte de lo mejor que
está construyendo este país que es mexicanos en disidencia y en resistencia, y nos espera un
crudo, crudo, crudo invierno. Esta lucha se va a ganar, ya no pueden resistir la presión y
porque es un boleto demasiado grande para el nuevo gobierno de Mancera; entonces se va a
ganar en corto plazo y además porque la capacidad de resistencia de la rectora ya está
controlada con la llegada de la comisión —El Pino, por cierto, era cuate de la rectora
cuando llegó y después de haber hablado con ella tres veces ya no es su cuate, ya se acabó,
logró incluso echar fuera a sus posibles aliados, pues porque el Pino al fin y al cabo es
sesentaichero, pues conserva dentro de si mismo una beta del pensamiento antiautoritario
del 68, por muy funcionario que haya sido sigue siendo persona en el fondo de su corazón.
Así la cosa, pues se lo echó encima y al Güero González otro tanto, la va a querer matar,
atropellarla con su coche.— Total esta lucha se ganó, pero estamos inmersos en un proceso
en el cual esta lucha es solo una pequeña parte, viene un cruel invierno, van a andar los
pinches lobos por la calle. Lo que pasó en la normal rural es el prólogo. Calderón está pre-
gobernando a lo Peña Nieto para dejarle el país armado en una lógica. Es increíble que el
gobierno de este inútil que ha estado en Los pinos durante tantos meses sin que nadie lo
reconozca como presidente, ni siquiera su esposa. —Por cierto, nota de pie de página, si
ustedes ven en… no lo puedo resistir me cae, por eso uno es novelista. Si ustedes ven en
transparencia el consumo de papel higiénico en Los pinos del último año ¿Lo han visto? es
maravilloso, para poder consumir todo el papel higiénico que han comprado en Los pinos
en este último pinche año, tendría que haber 7 000 personas cagando noche y día. Es
increíble, de veras este pinche país no te lo acabas. ¡Noche y día! Todos, los 7 000, cuando
en Los pinos no hay más allá de 1500 o 1800 personas de personal. ¿Entonces, a dónde fue
el papel de baño? ¿Quién está vendiendo el papel de baño de Los pinos? Papel de baño de
Los pinos, no son mamadas “a cuatro pesos el paquete, te lo doy barato”— ¿Qué es esto?
También es cierto, tiene razón Jesús [Anaya], como siempre —No en balde era el hombre
que yo tenía a mi lado. Cada vez que me entraba el delirio cuando dirigíamos el suplemento
de Siempre, Jesús era el sentido común. Hasta que un día… esta es la nota de pie de página
de la nota de pie de página. Hasta que un día de repente montó en cólera a lo cabrón y
quería matar a todo el mundo y entonces ya el sentido común valió madres. — Pero bien
dice, con gran sentido común que, claro el uso de papel de baño se justifica
metafóricamente con que Calderón la ha estado cagando desde que llegó. Sí, me cae de
madre. Bueno, fin de la nota de pie de página.

Calderón, el invierno, los lobos, el cruel invierno se aproxima y tenemos que construir una
relación social de ciudadanos en lucha mucho más inter-vinculados, menos aislada. No
podemos dejar que las luchas se den solas y aisladas. Tenemos que entrar masivamente en
la protección de los conflictos, el hoy por ti mañana por mí. Termino diciendo, triunfarán
compañeros porque tienen la razón, porque tienen la fuerza, porque es esta ciudad y es
nuestra universidad. Luego seguirán otras luchas. Y sí, hace falta una reflexión autocrítica
sobre la universidad, pero hecha por los universitarios no por los burócratas autoritarios.
Chinguen a su madre, ellos que se vayan pa’ otro lado. Siempre sobran empleos. Son como
los coches y la mierda, los tiras y quedan flotando.

Una última reflexión: el sentido del humor, no permitamos que nos abandone el sentido del
humor, la derecha ni lo tiene, ni lo practica, ni lo usa, ni lo aprecia; nada más les gustan los
chistes pendejos, porno y machistas. Practiquemos el sentido del humor, se lucha mejor con
una sonrisa en la cara.

Muchas gracias, son muy amables.

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