Unidad 4

Primeros auxilios
Índice de la unidad
4.1 Concepto de primeros auxilios

4.2 Activación del sistema de emergencias:

proteger, avisar, socorrer

4.3 Valoración primaria

4.3.1 Consciencia

4.3.2 Respiración

4.3.3 Circulación sanguínea

4.4 Hemorragias

4.4.1 Introducción

4.4.2 Hemorragias exteriorizadas

4.4.3 Hemorragias externas

4.5 Fracturas
4.1
Concepto de primeros auxilios
Primeros auxilios
A pesar de hacer una buena prevención de todos los riesgos que hemos visto anteriormente, lo cierto
es que evitar cierto tipo de accidentes no siempre está en nuestra mano. Por ello, es muy importante
conocer técnicas de primeros auxilios que puedan ayudarnos a prestar una correcta asistencia en
momentos clave mientras esperamos la ayuda de profesionales.
En esta unidad, vamos a conocer las principales claves en la valoración primaria y la actuación más
adecuada ante hemorragias y fracturas.
Se entiende por primeros auxilios el conjunto de actuaciones y
técnicas que permiten la atención inmediata de un
accidentado, hasta que llegue la asistencia médica
profesional, a fin de que las lesiones que ha sufrido no empeoren.
Cuando presenciemos o estemos implicados en un accidente, tendremos

en cuentadiez consideraciones fundamentales que nos

ayudarán a la hora de prestar atención a los heridos:
1. Conservar la calma. Mantener el
autocontrol hará que podamos concentrarnos
en nuestra labor y prestar una ayuda más
eficiente. Además, si conservamos la calma,
podremos calmar también a la víctima y a las
personas implicadas.
2. Evitar aglomeraciones.
Intentaremos evitar que el accidente se
convierta en un espectáculo y la acumulación
de curiosos. Dejar espacio a los
profesionales facilitará su trabajo.
3. Tomar el control. Si queremos
hacernos cargo de la situación, debemos
asumir la responsabilidad de gestionar los
recursos de los que disponemos y,
posteriormente, de la evacuación del herido.
4. No mover a la víctima. Salvo
riesgo vital evidente (como una parada
cardio-pulmonar), la norma general es no
mover al herido hasta la llegada de la
asistencia sanitaria, y solo cuando esta lo
autorice.
5. Efectuar una valoración.
Haremos una valoración primaria, en la que
analizaremos posibles lesiones que conlleven
un riesgo vital de manera inminente.
Posteriormente se hará una valoración
secundaria en la que buscaremos lesiones
que podamos atender hasta la llegada de los
servicios médicos.
6. Tranquilizar al herido. Los heridos
desconocen la gravedad de las lesiones que
sufren y tienden a asustarse por las posibles
consecuencias. Es nuestra labor tranquilizarlos
haciendo que confíen en nosotros y en la
ayuda que les ofrecemos para su recuperación.
7. Mantener caliente al herido.
Generalmente, ante una herida traumática, el
organismo reacciona con un descenso de la
temperatura corporal, y mucho más aún si
existe pérdida de sangre. Debemos mantener la
temperatura corporal del herido abrigándolo con
aquello de lo que dispongamos mientras dure la
espera.
8. Avisar a la asistencia sanitaria.
Pediremos ayuda sanitaria lo antes posible
llamando al 112 o, si estamos ocupados
atendiendo al paciente, pediremos a alguien
que lo haga por nosotros.
9. Trasladar adecuadamente al accidentado.
Esperaremos la llegada de la ambulancia. No trasladaremos
nunca en el vehículo particular, por dos motivos: si las lesiones
son vitales, habrá que tratarlas en el lugar del accidente y si no
son vitales, no habrá problema en esperar a la ambulancia
10. No medicar al paciente.
No administraremos medicamentos
a la víctima, esa función es propia
única y exclusivamente del médico.
Activación de la alerta
Una actuación rápida ante un accidente puede salvar la vida del
accidentado o evitar su empeoramiento.
Para activar la alerta recurriremos a las actuaciones PAS, iniciales de:

Proteger: Antes que nada, hay que asegurarse de que la víctima y

los que le rodean se encuentran en un lugar seguro y fuera de peligro.

Alertar: En segundo lugar avisaremos a los servicios sanitarios

en cuanto nos sea posible y después socorreremos a la víctima.

Socorrer: Por último, reconoceremos los

signos vitales de la víctima siguiendo este orden: ◉ Consciencia
◉ Respiración
◉ Pulso
4.2
Activación del sistema de emergencias:
proteger, avisar, socorrer
Descubramos la conducta PAS, esencial para hacer frente a una
emergencia
Proteger Alertar Socorrer
¡Veamos el siguiente
paso!
4.3
Valoración primaria
4.3.1
Consciencia
El estado de consciencia del paciente es fundamental.
Veamos cómo reconocerlo.
 AVDN
TT
éé
cc
nn
ii
cc
aa
4.3.2
Respiración
Para abrir la vía aérea de un paciente sigue estos pasos:
Lactantes
0-1 año

Niños
1-8 años

MÉTODOS
Manual
Mecánico
4.3.3
Circulación sanguínea
Pasemos a ver cómo realizar una RCP a personas adultas:
 Ten en cuenta la
diferencia entre

Adultos y niños
Descubramos ahora cómo realizar una RCP a niños:
 ¡Ayuda!

No olvides llamar al
Un desfibrilador puede salvar la vida si sabemos cómo utilizarlo.
 Al utilizar un
desfibrilador, recuerda:
Aparta a cualquier persona que pueda estar
alrededor.
Enciende el DESA y sigue detalladamente sus
instrucciones.
Y NO OLVIDES
Si el paciente es un niño o tiene un marcapasos debes
actuar de forma diferente.
4.4
Hemorragias
4.4.1
Introducción
Es importante conocer el procedimiento a seguir cuando encontramos
un paciente con hemorragia. Vamos a verlo:
No olvides

Apuntar
la hora
De este modo los servicios de
emergencias contarán con la mayor
información posible.
4.4.2
Hemorragias exteriorizadas
Hemorragias

EXTERIORIZADAS
Las hemorragias exteriorizadas son aquellas que brotan a través de los orificios
naturales del cuerpo (nariz, boca, oídos, etc.) cuando se ha producido una
hemorragia interna.
La actuación ante este tipo de hemorragias, si se trata de hemorragias graves,
es la de taponar para evitar el sangrado mientras se solicita ayuda de personal
sanitario de forma urgente.
Si se da un sangrado leve, por ejemplo, a través de los orificios nasales, se
aplicará una compresión hasta el cese del sangrado.
Sin embargo, en el caso de tratarse de una hemorragia por el oído, es
fundamental facilitar la salida de la sangre colocando a la persona en una
posición lateral que posibilite esta opción. En esta evacuación, es importante
tener vigilada a la víctima para poder observar posibles complicaciones.
Hemorragias

INTERNAS
Las hemorragias internas son más complejas. Su detección puede no ser tan evidente
ya que la sangre no fluye hacia el exterior, sino que se acumula en el interior de la piel
o de las cavidades orgánicas.
Este tipo de hemorragias pueden ser de tres tipos y se tratan de la siguiente forma:
• Capilares. Aplicación de frío local sobre la piel para reducir el hematoma.
• Venosas.
Observar los síntomas y esperar ayuda profesional.
• Arteriales.
Para detectar un hemorragia interna venosa o arterial, es importante observar si la
persona, tras un fuerte traumatismo, comienza a palidecer, se encuentra cansada,
presenta pulso rápido y débil, comienza a respirar de forma acelerada o presenta
mucha sed, nauseas o vómitos con sangrado. Otro de los indicativos clave es la
rigidez del estómago. Ante cualquiera de estos síntomas, es urgente buscar ayuda de
un profesional.
4.4.3
Hemorragias externas
Hemorragias

EXTERNAS
Se produce una hemorragia externa cuando se produce una
rotura de los vasos sanguíneos a través de la piel. En este caso,
la sangre brota de la herida.
Para actuar sobre este tipo de hemorragias, tal y como has visto
en el vídeo anterior, es importante valorar la gravedad y actuar
en consecuencia ya sea taponando la herida o haciendo un
torniquete en función de su gravedad.
4.5
Fracturas
FRACTURAS
Las fracturas son roturas óseas ocasionadas por un fuerte
traumatismo.
Puedes identificar una fractura si la persona sufre de un dolor muy
intenso acompañado de una deformidad en la zona afectada que
imposibilita o dificulta en gran medida el movimiento de la misma.
Ante la posibilidad de una fractura, es importante que tratemos el
traumatismo como tal para no causar más daños mientras esperamos
ayuda de los servicios de emergencia.
Mientras tanto, para ayudar, podemos inmovilizar la zona con un
vendaje o férula manteniendo la posición del miembro sin intentar
reducir la fractura.
¡Lo conseguiste!
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