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Historia de la cultura.
2) Durante el periodo del s.III d.C y el s.V d.C, el Imperio Romano había perdido su esplendor
debido a las invasiones germánicas de parte de los bárbaros, sumado a los conflictos internos ,
por lo que a esta etapa se la denomina como el “bajo imperio”. Paralelamente, mientras el
imperio de desvanecía, una religión fue tomando poder y fieles, el cristianismo. En el año 284
d.C, el emperador Diocleciano, estando a la cabeza de Roma por más de dos décadas, generó
grandes cambios en la política del Imperio. Hasta el año 286 fue el único emperador, pero debido
a la extensión del imperio y problemas en las fronteras causados por los barbaros, se alió con
Maximiano, uno de los cesares quien defendió las fronteras de la zona africana del imperio.
También se unió a Constancio cloro, para enfrentar la guerra con Carusio. Por último,
Diocleciano eligió a Galerio para que sea Cesar en el oriente, y enfrente y apacigüe los ataques
persas en la zona del Egipto. Se formó una tetrarquía, cuatro emperadores, uno de ellos con más
poder que los demás, esto lograba una sucesión y una mejor organización por parte de la caridad
impartida entre los Cesares. El imperio solo se dividía territorialmente, ya que poseían una
legislación común. Aquí es cuando se monta la mística imperial, el Augusto era vinculado a
Júpiter, el dios central de los romanos, al que se le atribuyeron propiedades estoicas, como la
clemencia, la piedad, la justicia y la filantropía. Éste sería fiel y leal a sus súbditos. Aquí
comienzan a realizarse las persecuciones a quien no rendía culto al emperador, los dos grandes
grupos perseguidos fueron los maniqueos y cristianos. Estos últimos estaban en su plena
expansión a lo largo de occidente, pero al ser perseguidos debieron esconderse. Sus primeros
lugares de encuentro fueron las catacumbas, las cuales poseían pinturas en sus paredes. Esta era
la herramienta para la transmisión de la religión, ya que la mayor parte de sus primeros fieles
fueron personas humildes y en su mayoría analfabetos. Se buscaba la transmisión del mensaje,
no importaba la belleza esplendorosa del arte de la antigüedad. Se reduce todo a la figura plana
sin profundidad, de trazo ancho y pronunciado. Se exponían escenas bíblicas conocidas como es
el buen pastor, el orante, la historia de Jonás y la ballena, el arca de Noé, la prefiguración del
Mesías en Moisés y el sacrificio de Isaac. También crearon una simbología, como lo eran el
Crismón y el pez, lo cuales eran los más importantes y otros fueron el ave fénix, el delfín y el
ancla, la paloma, el cordero, el pavo real y el pelicano, que hoy en día no son utilizados con
regularidad. A cargo de las persecuciones a los cristianos, estaba la milicia romana, la cual
Diocleciano había innovado mediante el reclutamiento de barbaros especializados. Cuando
lograban una victoria en un nuevo territorio se federaba el mismo, por lo tanto, debían pagar los
impuestos, como también ofrecer reclutas. Estos impuestos fueron implementados en el año 301,
se utilizó el método per cápita, entonces todos los trabajadores debían pagarlo. Se dictó el Edicto
de precios máximos, que estableció un costo de cada producto, que generó las corrientes del
mercado negro. Para el año 305, los Augustos Maximiano y Diocleciano abdicaron y
Constantino asume como emperador, debido a la muerte de Constancio. Este vence a los hunos y
en el año 313 promulga el Edicto de Milán, el cual establece la libertad de cultos. Por lo tanto,
los cristianos ya pudieron ejercer su religión públicamente, levantando sus primeras basílicas.
Este emperador crea la figura de “cesar papismo”, es al mismo tiempo emperador y la cabeza de
la Iglesia, Se dice que Constantino se convirtió al cristianismo, aunque de todos modos se
bautizó poco antes de morir. A partir de ello, en un modo convierte al imperio, debido a que la
Iglesia tiene su propia legislación y tierras, sumado a que promulga el domingo como día festivo.
Construye una ciudad con su nombre “Constantinopolis”, la cual consideró la “nueva Jerusalén”.
La Iglesia se dividió en distintas sedes con su propio patriarca, ellas fueron, Jerusalén, Antioquia,
Alejandría y Roma. La cabeza máxima era el emperador de Constantinopla. Así es como el
cristianismo comenzó a propagarse por todo el Imperio, convirtiendo ahora no solo a los
humildes, si no también llegando a los sectores más altos de la sociedad. Las basílicas
construidas tenían la zona central elevada por tres columnas y en ella un altar en el fondo. Un
arco daba acceso a la nave central que tenían dos vertientes hacia las alas. Al hacerse más
popular la Fe cristiana, nacieron los errores de fe, las herejías. Unas de las más populares, fue el
arrianismo, la cual no creía en la divinidad de Cristo.
En el año 350, asume Magnesio como emperador, quien pierde gran parte del poder del
imperio en la sublevación bárbara. En el 361, asume Juliano conocido por ser el emperador
“apostata”, ya que vuelve a proclamar el culto únicamente al emperador y niega la fe cristiana.
Cuando muere contra los persas, una nueva dinastía toma el mando del Imperio. Los
valentinianos estuvieron en el poder desde 363 a 383. Durante esos años intentaron defender al
Imperio de los bárbaros y la corrupción interna, volvieron a los cultos y fijan las profesiones. Es
decir, cada trabajador quedó unido a su labor sin poder cambiarla, lo mismo para sus hijos, por lo
tanto, las profesiones quedaron establecida para cada quien. En el año 375, los Hunos de la zona
central de Asia, se mueven hacia occidente. Eran un pueblo nómade, de hábiles guerreros, que
primeramente atacan a los Ostrogodos, quienes al ser vencidos se unen a los Visigodos. Les
permiten el paso por el Danubio, se libra la batalla de Adianópolis, en donde muere el emperador
Valente. Por ende, se permite el paso de los godos hacia Europa occidental. Al morir Valente, se
nombra emperador a Teodosio, quien, junto al otro Augusto, Graciano, en el año 380
aproximadamente promulgan a la Fe cristiana como religión oficial del imperio. Es Teodosio
quien negocia con los godos, ofreciéndoles las tierras de Tracia, federándolos a cambio de
defensa. El Imperio les pagará tributos, deteniendo a los Hunos. El poder del Imperio Romano de
occidente se comienza a debilitar, en el año 476, Roma cae finalmente en manos bárbaras, siendo
el símbolo del paso a la Edad Media.
3) La Edad Media, es el período que abarca desde el año 476(caída del imperio romano de
occidente) al año 1453(caída de Constantinopla). En la misma, se formaron y crearon las bases
de la religión más poderosa de todo el mundo, el cristianismo. Esta fe había comenzado a tomar
importancia en los primeros siglos, durante su persecución y tomó mucha más fuerza con la
conversión del Imperio. Se lograron comunicar a través del uso del arte y de la palabra, quienes
llevaron a cabo esta labor fueron los monjes. Los primeros movimientos monásticos surgieron en
la zona de Egipto, Siria y Palestina, a finales del siglo III y durante el siglo IV, marcando el
camino para el seguimiento de Cristo. Encontraban dos maneras de vivir la fe, una de ellas de
tradición eremítica, que consistía en la reclusión individual para cultivar el espíritu. Las personas
se alejaban de las comunidades para conectarse de manera más cercana al Padre. Por lo general
era en lugares remotos y solitarios. La otra manera de vivir la fe es la cenobítica, es la ascética
predicada desde y en la comunidad. Bajo esta tradición se crearon los monasterios. El primero de
ellos fue llamado pencomio y se alzó en Egipto. Las dos primeras ordenes cristianas fueron el
cister y la orden de cartajuana. El primero de este par, se basó en “La Regla” de San Benito. La
cual exponía en detalle la práctica cotidiana de un grupo de monjes que viven en una comunidad,
guiados por un jefe, igual en todos los sentidos a todos los miembros del grupo. Esta comunidad
habitaba en un monasterio y su vida cotidiana estaba completamente ordenada y programada
equilibradamente. Debían realizar el canto divino, tenían periodos de lectura, los rezos en las
horas estipulada y celebración de la palabra solo los días domingo. Para ser parte de la orden del
Cister se debían cumplir ciertas exigencias como, la imposibilidad de realizar algún tipo de
interacción o intercambio con el exterior, es decir con quien no pertenecía al monasterio. La
renuncia a cualquier tipo de protección y la vida en humildad. Se debía tener un equilibrio de
vida en base a las actividades obligatorias. Los monasterios en donde habitaban esta orden de
monjes se llamaron “claustros”, formado por cuatro galerías que se unían en un patio central. En
la zona norte se hallaba la iglesia, en la zona este el pabellón de monjes en donde todos dormían
en conjunto. Esto no resultaba extraño en la Edad Media, ya que era habitual, principalmente en
zonas humildes que varias personas durmieran en un mismo lecho. Por último, en la parte sur del
monasterio se encontraba el comedor donde juntos comían en silencio, escuchando a un monje
leer. En cuanto a la Orden de Cartujana, tuvo algunas distinciones a la orden del Cister. Los
Cartujanos basaron su vida y pensamiento en San Bruno, desde su persona se escribió
“Costumbres”, en el cual se enmarca la vida del monje Cartujano. Vivian la fe de manera aislada
y solitaria, mediante la contemplación de la palabra y del continuo dialogo con Dios. En sus
monasterios esta austeridad se vio plasmada en la desnudez de sus paredes y la simpleza
arquitectónica, normalmente los monjes vivían en grandes celdas en donde podían realizar todas
las actividades necesarias. Los mismos se instalaban en lugares remotos. Dentro de esta orden
había dos tipos de miembros, los padres monjes y los hermanos. Estos últimos, sí tenían
permitido el trabajo manual y elaboración de lo necesario para la subsistencia. Había también
dos ámbitos de desarrollo de actividades: el de las obediencias, destinado a las actividades de los
hermanos, quienes producían en sus habitaciones. El ámbito conventual era puramente de los
padres, era el núcleo espiritual. Estas dos órdenes fueron las primeras y por ello marcaron el
camino de la Iglesia. El cister desde la tradición cenobítica y los cartujanos desde la eremítica,
pero ambas partieron al mismo objetivo, llevar una vida de fe, siguiendo el camino de Cristo.
En la Edad Media, todo se tribuía a causas milagrosas y sobrenaturales. Se la caracteriza
como una etapa en donde había paz y quietud, pero no hay que olvidar que en ella se forjaron las
que San Agustín, uno de los padres de la iglesia, llamó la “Guerra Justa”, debido al poder
ejercido por la Iglesia desde el Papado. Urbano II fue el Papa que llamó, no solo a los grandes
reinos europeos, sino también a todo el pueblo a la guerra, con la justificación de defender el
cristianismo y el acceso directo al cielo. Las cruzadas fueron los enfrentamientos librados entre
bizantinos, turcos y cruzados. El primer grupo estaba constituido por quienes estaban bajo el
mando de Alexius I, quien era entonces la cabeza de la Iglesia en oriente, la cual ejercía su poder
desde Constantinopla. Los bizantinos son quienes piden ayuda, ante las amenazas turcas de
tomar la ciudad, como ya lo habían hecho con Jerusalén, a los cruzados. Debido a una traición de
los bizantinos en Niquea se separan. El objetivo de ambos era recuperar Jerusalén quien estaba
siendo dominada en manos del islam, una nueva religión que surgió entre los siglos VI y VII,
con la aparición de su mesías, Mahoma. Estas luchas se libraron durante aproximadamente dos
siglos y contribuyó no solo a renovar el poder eclesiástico por sobre el pueblo, sino también en
las relaciones políticas y económicas de la época.