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ARQUITECTURA DEL ISLAM Y SU DIFUSIÓN POR LA PENÍNSULA

IBÉRICA

El Islam, aparte de describir una creencia religiosa, identifica un tipo único de


arquitectura que se remonta a miles de años, el cual ha sido formado por una
civilización que transformó las cualidades de esta creencia en un material visible y
tangible, construyendo estructuras con un enfoque sorprendente en los detalles y
experiencias dentro de espacios cerrados. Se deriva de raíces cristianas, persas e
indias, concretamente las formas y estilos arquitectónicos proceden en gran
medida de los imperios bizantino y sasánida. Sin embargo es una arquitectura que
no cambia de forma fácilmente. De hecho, sus principios han sido más o menos
los mismos desde hace miles de años, con cambios menores basados en
adaptaciones funcionales. Hasta el día de hoy, cientos de edificios aún se
mantienen como una representación de la historia de la arquitectura islámica y
todavía se usan como lo han sido en el pasado

Los musulmanes fueron avanzando desde Arabia hasta el Oriente, y en su


travesía conquistaron diferentes regiones y territorios extensos que antes estaban
controladas por otras culturas, donde se establecían y construían una mezquita;
las primeras construcciones fueron o bien renovaciones de edificios existentes o
bien nuevas construcciones que se construyeron a partir de las ruinas de edificios
más antiguos. Por razones evidentes, la mezquita ocupa el lugar central en la
arquitectura islámica, y desempeñó un papel importante en la creación de
adecuados signos visibles para el edificio: el alminar, la cúpula, el mihrab o
el minbar. Las primeras mezquitas construidas por los musulmanes a medida que
se expandía su imperio eran de gran sencillez. A partir de aquellos primeros
edificios se desarrolló la mezquita del viernes, cuyos elementos esenciales han
permanecido inalterados durante casi 1400 años. Su planta general consiste en un
gran patio rodeado de galerías con arcos, cuyo número de arcadas es más
elevado en el lado orientado hacia la Meca que en los otros lados.
Imagen 1. Gran Mezquita de Damasco, prototipo de muchas mezquitas construidas en diversas
partes del mundo islámico.

Otros dos tipos de mezquitas se desarrollaron, la mezquita basilical y la mezquita


con cúpula. La primera tipología consiste en una simple basílica o sala de
columnas inspirada en las tradiciones romana tardía y bizantina Siria. En la
segunda tipología, que se desarrolló durante el período otomano, el espacio
interior se organiza bajo una cúpula única fusionando la tradición de la mezquita
islámica con la edificación con cúpula en Anatolia. La cúpula principal descansa
sobre una estructura de planta hexagonal, mientras que las crujías laterales están
cubiertas por cúpulas más pequeñas.

Imagen 2. Mezquita Sülaymeniye de Estambul, monumento más importante de la tipología


otomana.
En las mezquitas, también se encuentran los mejores ejemplos de las principales
características de la arquitectura islámica, primeramente el uso de arcos
distintivos, diseños de azulejos, torres y jardines interiores. Otra característica de
la arquitectura de la mezquita es la decoración de tipo vegetal en la arquitectura
islámica. Por otra parte, el alminar, es la torre donde el almuédano llama a los
fieles a la oración. La utilización de colores brillantes es una de las mayores
características de la arquitectura islámica. Jerusalén es el primer monumento
islámico de la Cúpula de la Roca. Posee una hermosa forma con detalles
sobresalientes, como joyas, mosaicos que representan enredaderas y flores en
movimiento, coronas que vienen en verdes, azules y dorados lustrosos. Esta
magnífica creación fue la inspiración de la Mezquita Mayor de Damasco. Con
mosaicos de piedra en forma de coronas, plantas, árboles realistas e incluso
ciudades vacías, el interior de ambos monumentos estaba destinado a representar
el paraíso para los musulmanes..

Imagen 3.Cúpula de la Roca, Jerusalén.

Entre otros elementos distinguidos de la arquitectura islámica se encuentran la


caligrafía, está asociada con el arte geométrico islámico del arabesco en las
paredes y también en los techos de las mezquitas así como en los textos escritos.
Muchos artistas contemporáneos en el mundo islámico dibujan basándose en la
herencia de la caligrafía árabe para utilizar inscripciones y abstracciones
caligráficas en su trabajo; la luz, para los musulmanes representa a Dios y.
simboliza el esplendor de la fe, por lo tanto  tiene que repartirse uniformemente
por las sala de oración, sin embargo, al encontrarse en zonas cálidas, los
musulmanes buscaban evitar el acceso directo de los rayos solares por lo que la
solución que les permitiera combatir el calor e iluminar el espacio interior, sin
impedir la ventilación, pero al mismo tiempo garantizando la intimidad fue el uso
de pantallas; la geometría; los motivos florales y el agua. Todos estos factores se
utilizan a menudo en la producción de monumentos islámicos y son muy
agradables a la vista.

Imagen 4. Mosaico con


ornamentos vegetales y caligrafía en el santuario de Fátima Masuma en la ciudad santa de Qom

Así mismo, la mayoría de las construcciones contaban con elementos comunes


como los minaretes o torres de vigilancia denominados alminares; el sahn que es
un edificio con patios que están rodeados por todos lados por habitaciones y en
algunos casos por una arcada; el iwan que es una sala o espacio abovedado,
amurallado por tres lados, con un extremo totalmente abierto; los arabescos, una
elaborada combinación de formas geométricas repetidas que suelen hacer eco de
las formas y de las plantas; los jardines son también una característica notable de
la arquitectura islámica; y el mihrab o nicho de oración, se encuentra situado en
una pared interior que indica la dirección a La Meca; gran variedad de arcos, de
herradura, apuntados, mixtilíneos, los cuales eran policromados y se hacían con
fines decorativos y constructivos; pilares y columnas como elementos
sustentantes; y claramente bóvedas y cúpulas. Predominaron las plantas
rectangulares sin mucha altura, adaptándose a las medidas del hombre y
volúmenes cúbicos en los que destacan las semiesferas de sus cúpulas y las altas
torres o minaretes de sus mezquitas.. Los materiales más utilizados fueron el
ladrillo o el mampuesto, el yeso, la madera y, en menor medida, la piedra por sus
mayores exigencias técnicas y constructivas.

Imagen 5. Ubicación de los elementos en la construcción.

Si bien existe una gran diversidad en la arquitectura del islam, en prácticamente


todos los ejemplos de este tipo de arquitectura se encuentran presentes distintos
conceptos y estilos principales de diseño. Entre los siglos VIII y XI, la arquitectura
islámica estuvo influenciada por la tradición grecorromana, el cual fue el nuevo
imperio bizantino recién conquistado (Anatolia del Sudoeste, Siria, Egipto y el
Magreb) esto condujo a la aparición de la madrasa fundada por un dirigente cívico
o político en aras del desarrollo de la jurisprudencia islámica que respondía
tradicionalmente a una planta cruciforme con un patio central rodeado de cuatro
iwans. Esta edificación no tardó en convertirse en la forma arquitectónica
dominante, a partir de la cual las mezquitas adoptaron la planta de cuatro iwans.
Posteriormente el iwan fue desapareciendo gradualmente, sustituido por la sala
con cúpula dominante. Otro resultado de la conquista fue que el islam se
abasteció con arquitectos, albañiles, mosaicistas y otros artesanos a quienes se
les impartió una formación en arquitectura bizantina y artes decorativas, y se
continuó construyendo y decorando en estilo bizantino, el cual se había
desarrollado a partir de la arquitectura helénica y la antigua arquitectura romana.
Por otro lado, se influenció de la tradición oriental En Mesopotamia y Persia, no
obstante de haber adoptado elementos de estilo representativo helenístico y
romano, conservaron sus tradiciones arquitectónicas independientes, las cuales
derivaron de la arquitectura sasánida y de sus predecesores.

Imagen 6. Madrasa de Ulugbek (Samarcanda, Uzbekistán)


La conjunción de todas estas culturas juntas en una sola, la nueva gran cultura
islámica del siglo IX dentro del poder de la dinastía Abasí dio lugar a la
construcción del primer Mausoleo de Qubbat al-Sulaibiya, primer exponente de
estas construcciones funerarias levantadas no solo para el enterramiento o
conmemoración del difunto sino como lugar de adoración donde recordar la figura
de un santo islámico. La forma tradicional de los mausoleos, es de planta
cuadrada y está finaliza en una cúpula. Algunas edificaciones contienen adheridos
estos mausoleos. Su ornamentación contiene citas coránicas y dotadas de un
mihrab.

Imagen 7. Primer Mausoleo para Califa Al -Muntazir (año 862)

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