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MIÉRCOLES DE CENIZA: CELEBRACIÓN LITÚRGICA PARA SER

CONDUCIDA POR UN LAICO.

1. Signación:

+En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
El Señor esté con vosotros (en caso de que sea un sacerdote/diácono)
Y con tu Espíritu.

2. Monición:

Buenos (días, tardes, noches); bienvenidos todos a esta celebración. Hoy es


Miércoles de Ceniza. Con este día damos inicio al tiempo de Cuaresma: 40 días
que nos servirán para preparar nuestro corazón a la gran fiesta de la Pascua.
Este año se nos propone ser “caminantes”, ponernos en camino. En este tiempo
de Cuaresma que hoy comienza le queremos pedir que, después de dar el primer
paso, el de la confianza, siga caminando con nosotros, nos ayude a recorrer el
mapa de nuestra vida, con sus diferentes experiencias.
Caminar con Dios es un viaje inesperado: no sabemos muy bien qué nos
encontraremos, las dificultades que irán apareciendo en el camino, los buenos
momentos que viviremos. Pero estamos seguros de que en todos los momentos,
Dios estará presente: animándonos en la dificultad, alegrándose con nosotros en
los buenos instantes.

3. Oración colecta:

Padre bueno, Concédenos poder inaugurar con este ayuno santo la vigilancia
propia de nuestro combate cristiano, para que el vigor que comunica a nuestro ser
la austeridad de la Cuaresma afirme nuestra fortaleza en la lucha cotidiana contra
el mal y en el progreso de la virtud. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

4. Del libro del profeta Joel (2, 12-18):

Dice el Señor todopoderoso: Convertíos a mí de todo corazón: con ayuno, con


llanto, con luto. Rasgad los corazones no las vestiduras: Convertíos al Señor Dios
vuestro; porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad, y
se arrepiente de las amenazas. Quizá se convierta y se arrepienta y nos deje
todavía la bendición, la ofrenda, la libación del Señor nuestro Dios. Tocad la
trompeta en Sión, proclamad el ayuno, convocad la reunión; congregad al pueblo,
santificad la asamblea, reunid a los ancianos, congregad a muchachos y niños de
pecho. Salga el esposo de la alcoba; la esposa del tálamo. Entre el atrio y el altar
lloren los sacerdotes, ministros del Señor, diciendo: «Perdona, Señor, perdona a
tu pueblo, no entregues tu heredad al oprobio; no la dominen los gentiles, no se
diga entre las naciones: « ¿Dónde está su Dios?» Que el Señor sienta celo por su
tierra y perdone a su pueblo. Palabra de Dios.
5. Reflexión:

El llamamiento que hace el profeta Joel al pueblo de Dios para una celebración
comunitaria de penitencia y su alusión a la conversión íntima nos dispondrán a
escuchar la invitación de San Pablo, que nos pide "por Cristo, que nos dejemos
reconciliar con Dios», pues «ahora es el día de la salvación». Al ver seguidamente
en Jesús con qué espíritu se debe hacer la limosna, la oración y el ayuno,
descubriremos que no es la Iglesia quien ha elaborado las diversas modalidades
de penitencia, sino que las ha recibido de su Señor.

6. Monición Imposición de la Ceniza:

Queremos reconocer ante los demás que estamos dispuestos a levantarnos y


caminar, a confiar en Dios, a dejar que sea Él el que guíe nuestros pasos, el que
nos ayude a encontrar el calzado adecuado esta Cuaresma, y a dejar aquel
calzado que nos tienta: la comodidad, la pereza, las prisas.
Eso simboliza también la Ceniza: el deseo de dejar a un lado todo lo que nos
impide caminar con Dios, a quemar aquello que no nos permite cambiar.
Queremos, imponiéndonos la Ceniza, convertir nuestro corazón a la luz de la
Palabra de Dios.

7. Oración final:

Señor, en esta Cuaresma te pedimos: decisión para nuestros pasos; entrega en


nuestros gestos; fortaleza en las decisiones que tomemos; alegría en medio de las
dificultades; constancia en el cansancio; capacidad de levantarnos en las caídas;
dejarnos sorprender por ti; abrir nuestro corazón a tu Palabra; luz para el camino.
Que seas Tú, Señor, el que acompañe nuestros pasos. Señor, queremos, esta
Cuaresma, caminar CONTIGO. Amén.

8. Conclusión:

Terminamos esta celebración en el nombre del + Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén.

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