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rEVISIÓN

Neurobiología del maltrato infantil: el ‘ciclo de la violencia’


Patricia Mesa-Gresa, Luis Moya-Albiol

Introducción. Un nivel alto de estrés a una edad temprana de la vida, como el que se produce en el caso del maltrato in- Departamento de Psicobiología.
Facultad de Psicología. Universitat
fantil, puede tener consecuencias cruciales para el desarrollo del cerebro humano. de València. Valencia, España.
Objetivo. Revisar y recapitular los resultados obtenidos por diversas investigaciones de tipo clínico sobre las consecuen-
Correspondencia:
cias estructurales y funcionales del maltrato infantil sobre el sistema nervioso central, e integrarlas y relacionarlas con Dr. Luis Moya Albiol.
aquellas descritas en adultos violentos. Departamento de Psicobiología.
Facultad de Psicología. Universitat
Desarrollo. En primer lugar, se establece la relación entre el desarrollo cerebral posnatal y el maltrato infantil. A continua- de València. Avda. Blasco Ibáñez, 21.
E-46010 Valencia.
ción, se revisan los cambios cerebrales más importantes, tanto estructurales como funcionales, y se resaltan las principa-
les variables moduladoras. Por último, se relacionan los cambios neurobiológicos con el denominado ‘ciclo de la violencia’. Fax:
+34 963 864 668.
Conclusiones. Además de las diferencias individuales y de diversos factores ambientales, sociales y genéticos implicados
en las consecuencias del maltrato, hay cambios neurobiológicos que influyen en su desarrollo tanto a corto como a largo E-mail:
luis.moya@uv.es
plazo. Entre los cambios estructurales destacan alteraciones en el hipocampo, la amígdala, las estructuras cerebelares, el
cuerpo calloso y el córtex cerebral. Funcionalmente, se observan secuelas cognitivas, altos niveles de estrés psicosocial, Financiación:
La realización de este trabajo ha
dificultades conductuales y problemas sociales, que se asocian con diversas psicopatologías. Estas alteraciones están mo- sido en parte posible gracias a
duladas por diversas variables, como el tipo de maltrato y el sexo del menor, y pueden relacionarse con los cambios ob- la financiación de la Dirección
servados en adultos agresivos, lo que podría contribuir a la perpetuación de la violencia humana. General de Política Científica
de la Conselleria d’Educació
Palabras clave. Cerebelo. Cerebro. Córtex cerebral. Lateralización cerebral. Maltrato infantil. Neuroimagen. Sistema lím- de la Generalitat Valenciana
(proyecto GVPRE/2008/260
bico. Violencia. y ACOMP/2010/250) y de la
Dirección General de Programas
y Transferencia de Conocimiento
del Ministerio de Ciencia e Innovación
Introducción – Maltrato físico. Se define como toda acción no (proyecto PSI2008-0448/PSIC).
accidental por parte de los padres o cuidadores Aceptado tras revisión externa:
El maltrato a una edad temprana puede tener con- que provoque daño físico o enfermedad en el 09.06.10.
secuencias psicológicas y neurológicas irreversibles niño o lo ponga en riesgo de padecerlos. Cómo citar este artículo:
[1], ya que el cerebro humano continúa desarrollán- – Abuso sexual. Es cualquier clase de contacto sexual Mesa-Gresa P, Moya-Albiol L.
dose durante la niñez, la adolescencia e incluso el con una persona menor de 18 años por parte de Neurobiología del maltrato
infantil: el ‘ciclo de la violencia’.
período adulto. En este sentido, las experiencias un adulto desde una posición de poder o autori- Rev Neurol 2011; 52: 489-503.
traumáticas o de estrés crónico durante el desarro- dad. Este tipo de abuso puede clasificarse en
© 2011 Revista de Neurología
llo pueden afectar al menor tanto física como cog- función del tipo de contacto sexual, ya que pue-
nitivamente [2]. de darse con o sin contacto físico, y en función de
La definición de maltrato incluye tanto la falta de la relación que existe entre la víctima y el ofen-
atención adecuada (negligencia o abandono), como sor, de manera que se diferencia entre incesto y
los hechos que lesionan la salud física del menor violación.
(maltrato físico o abuso sexual), así como las accio- – Maltrato emocional o psicológico. Se refiere a for-
nes que atentan contra su salud mental (maltrato mas de hostilidad verbal crónica como insultos,
psicológico). Es posible elaborar una clasificación desprecios, críticas o amenazas de abandono, así
categórica del maltrato infantil, aunque habitual- como al constante bloqueo de las iniciativas de
mente conviven diversos tipos de maltrato que pue- interacción infantiles (desde la evitación hasta el
den producir importantes consecuencias. El abuso encierro) por parte de cualquier adulto del gru-
físico y sexual, así como la negligencia en la infan- po familiar, e incluye formas de atemorizar, hu-
cia, están incluidos dentro del apartado ‘Otros pro- millar o rechazar a los menores [3].
blemas que pueden ser objeto de atención clínica’ – Negligencia. Se refiere al maltrato por omisión,
del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos cuyo caso extremo es el abandono. Consiste en
mentales, cuarta edición, texto revisado (DSM-IV-TR). el fracaso de los cuidadores en salvaguardar la
Las principales definiciones a tener en cuenta son: salud, seguridad y bienestar del niño, y la hay de

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diversos tipos, como son: la negligencia física, uno de los más relevantes factores de riesgo de pa-
que se define como actitud pasiva de los cuida- decer una psicopatología [8,9].
dores para proporcionar las necesidades míni- Desde el punto de vista neurobiológico, el mal-
mas adecuadas en relación con la vivienda, ropa, trato infantil se asocia con importantes alteraciones
nutrición, higiene y seguridad; la negligencia del sistema nervioso central (SNC), del sistema ner-
médica, que se da ante el descuido de proporcio- vioso autónomo (SNA), del sistema endocrino y del
nar al niño el tratamiento adecuado para su sa- sistema inmune. Por otra parte, los estudios genéti-
lud física y mental; la negligencia emocional, que cos han mostrado que las víctimas de malos tratos
se define como rechazo a los cuidados psicológi- durante la infancia presentan a largo plazo cambios
cos, atención inadecuada a las necesidades de en la expresión del gen NR3C1 –relacionado con la
afecto del niño y falta de soporte emocional, y, regulación de los receptores de glucocorticoides en el
por último, la negligencia educacional, que se hipocampo– y, por tanto, alteraciones en la respues-
entiende como la alta permisividad (de manera ta de estrés del eje hipotálamo-pituitario-adrenal,
crónica) ante las conductas desadaptativas, la con lo que puede aumentar el riesgo de suicidio [10].
falta de límites, el fracaso en la escolarización Los datos analizados en la presente revisión se
obligatoria y la inatención de las necesidades es- basan en los resultados obtenidos por estudios de
peciales del menor [4]. tipo clínico realizados en niños y adultos que han
sufrido malos tratos a una edad temprana. Cabe
A grandes rasgos, el maltrato infantil provoca, entre destacar que, a pesar de que este tipo de estudios
otros efectos, una alta mortalidad y morbilidad, ya aporta información imprescindible para el avance
que se calcula que más de un 10% de los casos de en esta área de conocimiento, cuenta con algunas
niños que padecen retraso mental o parálisis cere- limitaciones de tipo ético y metodológico. En este
bral se debe al maltrato [1]. Además, estos niños sentido, se ha señalado que los estudios retrospecti-
presentan déficits cognitivos o del lenguaje, trastor- vos realizados en adultos que fueron maltratados a
nos del aprendizaje, dificultades académicas (inclu- una edad temprana son de tipo correlacional, de
yendo déficits de atención y trastornos de conduc- modo que no se puede establecer una relación in-
ta), problemas emocionales y comportamientos au- equívoca de causa-efecto entre las alteraciones en
todestructivos. Por tanto, se ha observado que los la morfología y funciones del cerebro observadas y
malos tratos durante la infancia reducen la calidad la vivencia de abusos durante la infancia. Por ello,
de vida relacionada con la salud física y mental [5]. se ha planteado como alternativa el desarrollo y es-
El abandono puede ocasionar desnutrición grave tudio de investigaciones preclínicas realizadas con
que, al menos durante los primeros seis meses de animales de laboratorio, que nos permitan superar
vida, se asocia con secuelas neurológicas permanen- estas limitaciones complementando y validando los
tes y que a su vez pueden verse potenciadas por las resultados obtenidos en humanos [8,9]. La exposi-
lesiones producidas por el maltrato físico. Este tipo ción de los animales a diversos estresores posnata-
de maltrato es el que más secuelas neurológicas ori- les a una edad temprana puede aportar un amplio
gina, y son los niños menores de 5 años los más vul- conocimiento sobre el desarrollo posterior de con-
nerables a sus consecuencias [1]. ductas desadaptativas, como puede ser la agresión,
Aunque no todos los niños maltratados desarro- así como sobre los cambios neuroanatómicos y
llan conductas desadaptativas, las interrupciones en neuroendocrinos que se produzcan [8].
el desarrollo psicológico y neurobiológico sufridas Según todo lo expuesto, se podría afirmar que el
durante la infancia pueden contribuir a que estos ni- maltrato durante la infancia supone en la mayoría
ños presenten psicopatologías a corto y a largo pla- de los casos una grave interrupción del desarrollo
zo. Los trastornos de mayor prevalencia que apare- normal del niño, ya que, además de los daños y le-
cen en estos niños son la depresión, los problemas siones que puede sufrir debido al maltrato de tipo
de conducta y la delincuencia, los trastornos de con- físico, éste se encuentra sometido a altos niveles de
ducta antisocial y oposicionista [6], el trastorno por estrés crónico que provocarán importantes secue-
déficit de atención/hiperactividad y el trastorno de las anatómicas, estructurales y funcionales en su
estrés postraumático (TEPT). Además, el maltrato cerebro. El objetivo del presente trabajo es recapi-
infantil también se ha relacionado con trastornos de tular e integrar, a modo de revisión científica actua-
personalidad [7], esquizofrenia [8], consumo de dro- lizada, las consecuencias neurobiológicas del mal-
gas, conductas autolesivas y suicidas, somatización, trato infantil sobre el encéfalo y su desarrollo, así
ansiedad y disociación [3]. La alta comorbilidad y como su posible relación con las bases neuroanató-
variedad de trastornos sitúan el maltrato infantil como micas implicadas en la agresión y en la violencia hu-

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Neurobiología del maltrato infantil: el ‘ciclo de la violencia’

mana. El análisis de esta interacción puede resultar neuronas mielinizadas conducen más rápidamente
de gran utilidad para la prevención y el tratamiento y cuentan con un largo período de actividad antes
de las consecuencias derivadas del maltrato en la de que se produzca la fatiga. La mielinización más
edad adulta. Para ello se explicará, en primer lugar, intensa se produce poco tiempo después del naci-
la relación entre el desarrollo cerebral posnatal y el miento y continúa durante años. Comienza en la
maltrato infantil. A continuación, se describirán de médula espinal y después se extiende al encéfalo
manera exhaustiva los principales resultados obte- posterior, medio y anterior. Si se producen fracasos
nidos en los diversos estudios clínicos analizados en el proceso de mielinización, se observa inhibi-
sobre los cambios estructurales y funcionales que se ción en el desarrollo satisfactorio de las funciones
producen como consecuencia del maltrato a edades cognitivas, motoras y sensoriales, de modo que se
tempranas, así como las variables más relevantes impide la integración de la información [12].
que los modulan. Por último, y teniendo en cuenta Los malos tratos a edades tempranas pueden
los datos existentes acerca de las bases neurales de producir cambios intrínsecos, que afectan princi-
la violencia humana, se analizará la posible interac- palmente a neurotransmisores, hormonas neuroen-
ción existente entre las consecuencias observadas docrinas y factores neurotrópicos, muy implicados
en los niños maltratados con las de los adultos vio- en el desarrollo normal del cerebro [11]. La exposi-
lentos, para desgranar de este modo la influencia de ción a situaciones altamente estresantes durante la
los cambios neurobiológicos producidos por el mal- infancia lleva asociada un aumento en las respues-
trato en el llamado ‘ciclo de la violencia’. tas de estrés. De este modo, los mecanismos que
actúan ante los niveles de ansiedad a los que se ve
sometido el niño activan los sistemas biológicos de
Desarrollo cerebral posnatal y maltrato respuesta de estrés y se producen, como consecuen-
cia, cambios cerebrales adversos [4,13]. Los principa-
Desde el nacimiento hasta el período adulto se pro- les cambios observados son la pérdida acelerada de
duce un desarrollo físico, conductual y emocional neuronas, retrasos en el proceso de mielinización,
progresivo, paralelo a los cambios observados en la anormalidades en el desarrollo apropiado de la
maduración cerebral [11]. Las expansiones de las poda neural, inhibición en la neurogénesis o estrés
células neuronales y dendritas de las neuronas cor- inducido por factores de crecimiento cerebral [4].
ticales comienzan a desarrollarse unos meses antes A su vez, se observan importantes efectos neuro-
del nacimiento, aunque de un modo bastante rudi- biológicos funcionales y estructurales que parecen
mentario. Durante el primer año de vida, las pro- desempeñar un papel relevante, junto con otros
longaciones de cada neurona se desarrollan para factores ambientales y genéticos, en el desarrollo
establecer las conexiones neuronales definitivas. De posterior de diversas psicopatologías. Se observan
este modo, las neuronas nacen y llegan a diferen- también cambios respecto a las zonas cerebrales que
ciarse unas de otras hasta que migran a distintas re- regulan las funciones ejecutivas en niños que han
giones y establecen así sus propias conexiones [11]. sufrido malos tratos [2].
Aunque este proceso está genéticamente determi- Por tanto, el maltrato, los abusos y el abandono
nado, el papel del ambiente en el que se produce el durante la infancia pueden considerarse como
desarrollo va a ser definitivo para el mantenimiento agentes que interrumpen el desarrollo cerebral nor-
de determinadas conexiones, ya que podrá favore- mal y que, dependiendo además de la edad de inicio
cer que se produzcan los cambios neurales respon- y de la duración de los malos tratos, pueden incluso
sables de procesos como el aprendizaje, el consumo llegar a producir modificaciones considerables en
de drogas o los producidos como consecuencia de algunas estructuras cerebrales. Muy probablemente
daños, desnutrición y situaciones de estrés agudo a estos cambios estén relacionados con la mayor vul-
edades tempranas. Este fenómeno se conoce como nerabilidad de estos niños a sufrir ciertas psicopa-
plasticidad neuronal [11]. tologías –especialmente TEPT, depresión y consu-
Otro proceso posnatal importante es la mielini- mo de drogas–, así como a tener problemas de apren-
zación, o formación de mielina alrededor de los dizaje, atención y memoria [4,11]. A pesar de la alta
axones con el objetivo de favorecer la conducción probabilidad de que estos problemas y modificacio-
de impulsos nerviosos. La mielinización está ínti- nes cerebrales estén presentes en los niños con his-
mamente asociada al desarrollo de la capacidad toria de abusos, no todos los menores maltratados
funcional de las neuronas, por lo que las neuronas desarrollan este tipo de dificultades [3], por lo que
amielínicas tienen una velocidad de conducción len- destaca el papel de las diferencias individuales. Como
ta y muestran una fatiga precoz, mientras que las analizaremos a continuación, la bibliografía esencial

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existente sobre este tema se ha basado principal- tegrada la información aportada por numerosas in-
mente en el estudio de los problemas derivados del vestigaciones, se presentarán las principales con-
maltrato, pero pocos han mostrado evidencias de la clusiones obtenidas sobre las consecuencias estruc-
existencia de discrepancias en cuanto a la vulnerabi- turales y funcionales del maltrato infantil.
lidad individual a padecer estos problemas [14]. En Diversos estudios preclínicos muestran que exis-
el origen de esta vulnerabilidad individual podrían ten algunas regiones cerebrales que son especial-
encontrarse, entre otras causas, factores genéticos, mente vulnerables a las situaciones de estrés tem-
como puede ser el gen de la monoaminooxidasa A prano. Estas regiones comparten algunas caracte-
(MAO-A), implicado en la regulación de los meca- rísticas, ya que se desarrollan durante los primeros
nismos neuronales de la serotonina, la norepinefri- años de la vida, poseen un alto nivel de receptores
na y la dopamina. De este modo, diversas investiga- de glucocorticoides y presentan cierto grado de
ciones han mostrado que el gen que codifica la neurogénesis posnatal [11]. El maltrato infantil pro-
MAO-A ejerce un efecto moderador sobre los efec- duce además consecuencias sobre el funcionamien-
tos ambientales del maltrato, ya que los niños mal- to intelectual, académico, social y comportamental
tratados con altos niveles de MAO-A expresada por de los afectados. Los niños víctimas de abusos sue-
el gen eran menos propensos a desarrollar una con- len mostrar estrés psicosocial, dificultades conduc-
ducta antisocial que aquellos niños portadores del tuales y problemas sociales [12]. A continuación se
genotipo que proporciona niveles más bajos de la muestran los principales datos publicados al res-
enzima MAO-A [15]. En esta misma línea, otro es- pecto, en función de las distintas áreas cerebrales
tudio puso de manifiesto los efectos moderados del dañadas y de las funciones afectadas. Con la finali-
gen de la MAO-A en el desarrollo de psicopatolo- dad de organizar y ofrecer de forma resumida los
gías tras la exposición a abuso físico en una muestra datos procedentes de multitud de publicaciones
de niños de 7 años [16]. Estos resultados revelan la científicas, se ha integrado la información en las si-
importancia de la interacción entre factores de ries- guientes estructuras cerebrales implicadas: hipo-
go de tipo ambiental –como el maltrato a edades campo, amígdala, giro temporal superior, cerebelo,
tempranas– y de tipo genético en el desarrollo de cuerpo calloso y córtex cerebral (Tabla).
diversos trastornos mentales [17,18].
En relación con lo señalado, la vulnerabilidad in- Hipocampo
dividual mostrada por los niños maltratados se ve
notablemente modulada por la resiliencia, entendi- El estrés temprano puede producir cambios estruc-
da en este ámbito como la adaptación positiva y la turales profundos en el hipocampo, ya que esta re-
consecución de un desarrollo óptimo, a pesar de la gión es especialmente vulnerable a sus efectos. Ello
exposición a experiencias altamente traumáticas se debe fundamentalmente a la alta densidad de re-
durante la infancia, y que podría estar relacionada ceptores de glucocorticoides, a su desarrollo posna-
con características específicas de personalidad que tal y a su alta plasticidad neuronal [11]. El estrés
actúan como factores protectores frente al maltrato temprano parece prevenir la sobreproducción nor-
[3]. La resiliencia puede depender de factores tan mal de sinapsis en las zonas hipocampales CA1 y
diversos como las variables personales, el contexto CA3 en las etapas periadolescentes, pero no previe-
social de desarrollo y las variables demográficas ne de la poda neural, lo cual conduce a un déficit
[19], y a pesar de que las personas pueden poseer permanente de la densidad sináptica de forma ge-
algunas de estas características, sólo podríamos ha- neralizada [13]. Se hipotetiza, por tanto, que los al-
blar de ‘sujetos resilientes’ si atendemos al nivel de tos niveles de estrés temprano podrían reducir el
adaptación de éstos ante un suceso traumático [20]. volumen hipocampal en los niños que lo padecen;
sin embargo, los resultados de los trabajos sobre
esta cuestión no son unánimes, ya que ofrecen da-
Consecuencias del maltrato infantil sobre tos contradictorios.
el desarrollo del sistema nervioso central Bremner et al compararon mediante la tomogra-
fía por emisión de positrones a mujeres que habían
Los estudios que han analizado los efectos del mal- sufrido abusos sexuales en la infancia y presentaban
trato infantil sobre el desarrollo del SNC se han ba- un TEPT, mujeres con historia de abusos sexuales
sado tanto en los datos aportados por las técnicas sin TEPT y mujeres control de características socio-
de neuroimagen estructural como en aquellos que demográficas similares. Obtuvieron que el volumen
provienen de la neuroimagen funcional. Por ello, y hipocampal de la parte izquierda del grupo de mu-
con la finalidad de ofrecer de forma resumida e in- jeres con abusos y TEPT era un 16% menor compa-

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Neurobiología del maltrato infantil: el ‘ciclo de la violencia’

Tabla. Principales cambios observados en estructuras cerebrales como consecuencia del maltrato infantil.

Estudio Muestra Resultados

1. Historia de abusos sexuales con TEPT


Las mujeres del grupo 1 mostraron un volumen hipocampal izquierdo un
[21] Mujeres 2. Historia de abusos sexuales sin TEPT
16% menor que las mujeres del grupo 2 y un 19% menor que las del grupo 3
3. Control

1. Trastorno límite de personalidad Disminución bilateral del volumen hipocampal en mujeres del grupo 1
[22] Mujeres + historia de maltrato infantil Correlación negativa entre un menor volumen hipocampal y la duración
Hipocampo 2. Control del trauma

1. TEPT + maltrato
[24] Niños/as No significativos
2. Control

1. Abusos sexuales
[13] Jóvenes No significativos
2. Control

1. TEPT secundario a abuso sexual Paradigma de adquisición del miedo: mujeres del grupo 1 mostraron mayor
[29] Mujeres en la infancia activación de la parte izquierda de la amígdala durante la adquisición y
2. Control menor en el córtex cingulado durante la extinción
Amígdala
1. TEPT secundario a maltrato
[30] Niños/as No significativos
2. Control

1. Sometidos a abusos sexuales en la infancia El grupo 1 mostró daños en la actividad del vermis cerebelar similares
[33] Adultos/as
2. Control a los observados en jóvenes consumidores habituales de sustancias
Estructuras cerebelares
1. TEPT secundario a maltrato Disminución en el volumen del cerebelo de niños maltratados
[34] Niños/as 2. Trastornos de ansiedad Correlación positiva entre el volumen cerebelar y la edad de inicio
3. Control del trauma, y correlación negativa con la duración de éste

1. Maltrato físico y abusos sexuales


[35] Niños/as Niños maltratados: disminución significativa del tamaño del cuerpo calloso
2. Control
Cuerpo calloso e
Disminución significativa del volumen del cuerpo calloso en niños
integración hemisférica 1. Hospitalizados con maltrato
del grupo 1 respecto al grupo 2 (11%) y al 3 (17%)
[36] Niños/as 2. Hospitalizados sin maltrato
Niños: menor cuerpo calloso producido por abandono
3. Control
Niñas: menor cuerpo calloso producido por abusos sexuales

Hemisferio derecho: igual nivel de desarrollo en el grupo 1 y 2


1. Maltratados diestros
[35] Niños/as Hemisferio izquierdo: niños maltratados mostraron menor desarrollo
2. Controles diestros
que los niños control

1. TEPT + maltrato Grupo 1: atenuación de la asimetría del lóbulo frontal


[32] Niños/as
2. Control y menor volumen cerebral
Córtex cerebral
Estructuras cerebrales más vulnerables al estrés en niños que en niñas
Grupo 1: menor volumen intracraneal (7%) y volumen total del cerebro (8%)
Niños/as y 1. TEPT secundario a maltrato
[4] Correlación negativa entre el volumen intracraneal y la duración del abuso
adolescentes 2. Control
Correlación positiva entre el volumen total del cerebro y la edad de inicio
del maltrato

rado con las mujeres con abusos y sin TEPT y un bilateral del volumen hipocampal que se correlacio-
19% menor comparado con las mujeres del grupo naba negativamente con el inicio y la duración del
control [21], reducción que se asocia con los sínto- trauma vivido durante la infancia [22]. En el mismo
mas depresivos y pensamientos disociativos. Otro sentido, se ha observado una disminución del volu-
estudio analizó mediante resonancia magnética (RM) men del hipocampo y de la amígdala en adultos con
el volumen del hipocampo y de la amígdala en mu- TEPT supervivientes de maltrato infantil [23].
jeres con trastorno límite de la personalidad asocia- Por el contrario, no se han hallado diferencias
do a traumas tempranos, y obtuvo una reducción significativas en el hipocampo tras comparar a ni-

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ños que habían sufrido malos tratos y que habían cular del ácido γ-aminobutírico del tipo A (GABAA)
recibido el diagnóstico de TEPT [24] o a jóvenes de la amígdala, de tal manera que se reduce la den-
sometidos a abusos sexuales durante la niñez con sidad de los receptores centrales de benzodiacepinas
sus correspondientes grupos controles [13]. Estos y aumenta la afinidad de los receptores del GABAA.
resultados pueden apoyar la hipótesis de que la re- Además, el estrés produce un incremento de los ni-
ducción del volumen hipocampal asociada al mal- veles de dopamina y atenúa los niveles de serotoni-
trato infantil es sólo posible detectarla en sujetos na en la amígdala y en el núcleo accumbens. Un de-
adultos y no durante la infancia [11]. Este efecto sarrollo anormal de la amígdala o del hipocampo,
puede deberse a que los daños hipocampales pro- combinado con la disminución de la densidad de
ducidos como consecuencia del estrés no se hacen las benzodiacepinas centrales y la mayor afinidad
evidentes hasta que no se produce el desarrollo de los receptores GABAA, o las alteraciones en las
pospuberal. Ésta sería quizá una de las claves que subunidades de esta estructura, pueden acelerar la
explicarían una mayor vulnerabilidad de estos suje- actividad del lóbulo temporal o del sistema límbico
tos para desarrollar un TEPT durante la edad adul- y producir lo que se ha denominado ‘irritabilidad
ta [4]. La plasticidad neuronal y el desarrollo apa- límbica’ [13,28].
rentemente normal del hipocampo pueden enmas- Algunos estudios de neuroimagen sugieren que
carar algunos de los efectos cerebrales sufridos por las regiones mediales prefrontales son hiporrespon-
los niños maltratados con TEPT [4]. Los resultados sivas y que la amígdala es hiperresponsiva en adultos
de un metaanálisis reciente parecen verificar esta con TEPT secundario a abuso infantil [4]. En esta lí-
idea, ya que no se han descrito diferencias entre el nea, en un trabajo sobre el paradigma de adquisición
volumen hipocampal izquierdo, el derecho y el to- y extinción del miedo en el que se ha comparado a
tal de niños con TEPT secundario a maltrato y el de mujeres con historia de abusos infantiles y TEPT con
controles sanos. No obstante, si se comparan estos mujeres control, se ha dado a conocer que las prime-
mismos datos en adultos con las mismas caracterís- ras mostraban un aumento en la activación de la
ticas, se obtienen diferencias significativas en el vo- parte izquierda de la amígdala ante la adquisición del
lumen hipocampal izquierdo y derecho [25]. miedo y una disminución de la función del córtex
Las manifestaciones funcionales de los cambios cingulado anterior durante la extinción [29].
observados en el volumen hipocampal en sujetos No obstante, los resultados de las investigaciones
maltratados están relacionadas con los síntomas am- llevadas a cabo sobre este aspecto no son unánimes,
nésicos, disociativos, ansiosos y desinhibitorios ca- ya que por una parte se ha descrito una disminución
racterísticos del TEPT. El estrés a edades tempranas del volumen de la amígdala en adultos con TEPT se-
está asociado con la reducción de las regiones sináp- cundario a maltrato infantil [23], mientras que por
ticas del hipocampo, lo que podría explicar algunas otra parte otros trabajos han comparado a niños con
de las dificultades en la recuperación de recuerdos TEPT secundario a maltrato con niños controles y
relacionados con eventos traumáticos. Las alteracio- no han revelado diferencias significativas en cuanto
nes del hipocampo en mujeres víctimas de abusos al volumen de la amígdala [24]. En este sentido, en
sexuales durante la infancia podrían estar más aso- un metaanálisis realizado recientemente [25] se han
ciadas con la sintomatología disociativa y psiquiátri- analizado los trabajos del grupo de De Bellis et al
ca desarrollada tras el trauma que con el funciona- [24,30,31], y se ha concluido que no existen diferen-
miento de la memoria [13,26]. Otros datos obtenidos cias significativas en el volumen izquierdo y derecho
con muestras de mujeres sometidas a abusos o aban- de la amígdala entre sujetos con TEPT secundario a
dono en la niñez y que presentan depresión durante maltrato y sujetos sanos. Por el contrario, se ha des-
la adultez, comparadas con aquellas que no han su- crito una disminución significativa, aunque con un
frido abusos pero padecen depresión, manifiestan efecto débil, del volumen total de la amígdala en ni-
una disminución y atrofia hipocampal en el grupo de ños con TEPT al compararlos con niños controles,
mujeres deprimidas con historia de maltrato, lo que tras incluir en el metaanálisis un estudio en el que se
sugiere que los cambios observados en el volumen observó asimetría del lóbulo frontal y disminución
hipocampal de las mujeres deprimidas pueden rela- en el volumen cerebral en estos niños [32].
cionarse con el trauma a edades tempranas [27]. Por otra parte, cabe destacar que el sistema neu-
ral que conforma las habilidades y capacidades de
Amígdala los sujetos para interpretar las conductas y situa-
ciones sociales está integrado por la amígdala y sus
El estrés temprano produce alteraciones en la com- proyecciones al giro temporal superior, al tálamo y
posición de la subunidad del complejo supramole- al córtex prefrontal [4]. Un hecho ampliamente pro-

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Neurobiología del maltrato infantil: el ‘ciclo de la violencia’

bado es que los sujetos que presentan historia de cionar con los síntomas neuropsiquiátricos relacio-
abandono tienen dificultades con las relaciones so- nados con el abuso de drogas [33].
ciales. A pesar de que no existen investigaciones Una investigación posterior comparó mediante
sobre inteligencia social y abandono, se ha descrito RM a niños maltratados a los que se les había diag-
que los niños maltratados y con diagnóstico de nosticado TEPT con niños con otros trastornos de
TEPT tienen un volumen mayor de la sustancia gris ansiedad y niños control. Se halló una disminución
en el giro temporal superior, lo cual indica una alte- en el cerebelo de los niños maltratados. El volumen
ración del desarrollo adecuado de la poda neural cerebelar estaba positivamente relacionado con la
determinada por la edad en esta región [31]. edad de inicio del trauma y negativamente con la du-
La activación del sistema límbico durante o des- ración de éste. El volumen cerebelar fue mayor en
pués de una experiencia traumática puede impedir los niños que en las niñas, pero no se observó inte-
el desarrollo correcto en el procesamiento de la in- racción entre el grupo y el sexo [34].
formación, especialmente en lo que respecta a la El cerebelo desempeña un papel importante en
recuperación de la memoria y los recuerdos, lo cual la atención, el lenguaje, la cognición y el afecto. En
resulta esencial para diferenciar la intencionalidad, cuanto a las manifestaciones funcionales relaciona-
responsabilidad personal, sensación de control y das con cambios en las estructuras cerebelares cabe
confianza en los demás. Ello puede restringir el de- destacar que las lesiones en las áreas cerebelares y
sarrollo de esquemas cognitivos en los niños y pue- del vermis se relacionan con alteraciones cogniti-
de dar lugar a agresividad, conductas de evitación o vas, lingüísticas, sociales, conductuales y emocio-
ambas [2]. Por su parte, la amígdala es crucial en el nales. Las alteraciones del vermis cerebelar pueden
condicionamiento del miedo y en el control de las estar relacionadas con el desarrollo de algunas psi-
conductas agresivas y sexuales, por lo que las con- copatologías como la esquizofrenia, el autismo, el
ductas de descontrol episódico y de violencia im- trastorno por déficit de atención/hiperactividad, la
pulsiva podrían tener su foco en la hiperresponsivi- depresión unipolar y bipolar y el abuso de drogas
dad de esta estructura [13]. Además, la amígdala [13,33]. Por todo ello, el vermis cerebelar es impor-
también está relacionada con la recuperación de los tante para el mantenimiento de la salud mental, y se
recuerdos de tipo emocional y con los patrones de ve gravemente afectado por el estrés temprano o el
aprendizaje, por lo que se ha sugerido que su exce- abandono, por lo que algunas de las consecuencias
siva activación estaría asociada al desarrollo del neuroconductuales producidas por el maltrato du-
TEPT y de la depresión mayor [13]. En niños mal- rante la infancia podrían estar mediadas por las al-
tratados y abandonados esta activación crónica de teraciones en esta estructura [13].
la amígdala podría deteriorar el desarrollo del cór-
tex prefrontal, lo que podría dar lugar a alteraciones Cuerpo calloso e integración hemisférica
en la adquisición de conductas y emociones depen-
dientes de la edad, incluyendo el control de los im- El cuerpo calloso comprende un haz de fibras mie-
pulsos [4]. linizadas que permiten la conexión interhemisféri-
ca. Diversos estudios muestran que el tamaño del
Estructuras cerebelares cuerpo calloso se ve afectado por las experiencias
de estrés temprano. La primera evidencia se obtuvo
El vermis cerebelar se desarrolla considerablemente tras la observación de una marcada reducción de
en el período posnatal y está implicado en algunas esta estructura en niños con historia de maltrato o
funciones cerebrales como la integración multisen- abandono [35]. El trabajo fue replicado por otro
sorial y la activación límbica. Dada su alta densidad grupo de investigación, que demostró que los niños
de receptores de glucocorticoides, también resulta a los que se había diagnosticado un TEPT con his-
especialmente vulnerable a los efectos del estrés tem- toria de abusos manifestaban evidencias de una ma-
prano [11]. En un estudio realizado mediante RM yor disminución anatómica en esta área cerebral.
funcional con adultos que sufrieron abusos sexuales Los niños se mostraron más afectados que las ni-
repetidos durante la infancia, se detectaron daños en ñas, al igual que en el estudio anterior [24]. Otra
la actividad de esta zona del cerebro. Posteriormente investigación relevante es la llevada a cabo por el
se compararon estos datos con los obtenidos en jó- grupo de Teicher, en la que compararon mediante
venes sanos consumidores habituales de sustancias y RM el cuerpo calloso de niños y niñas hospitaliza-
se observaron ciertas similitudes, por lo que los au- dos con historia de abusos o abandono, niños y ni-
tores concluyeron que los daños producidos por ñas hospitalizados sin historias de abusos y contro-
traumas tempranos sobre el vermis pueden interac- les no hospitalizados. Sus resultados muestran una

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disminución en el volumen del cuerpo calloso de producir cambios importantes sobre la conducta,
un 17% en niños maltratados/abandonados hospi- dada la lateralización de los sistemas de neurotrans-
talizados con respecto a los niños controles, y una misores cerebrales [13].
disminución del 11% con respecto a los niños hos-
pitalizados. Ello sugiere que en estos niños se ha Córtex cerebral
producido una menor integración de información
entre el hemisferio izquierdo y el derecho en el ló- Los altos niveles de estrés temprano tienen efectos
bulo frontal. Se halló además que los niños que ha- sobre el desarrollo cortical, principalmente en la
bían sufrido abandono poseían una mayor reduc- maduración prefrontal y la lateralización hemisféri-
ción del cuerpo calloso (15-18%) en comparación ca [13]. La corteza cerebral, esto es, la capa más ex-
con los niños que habían sufrido abusos físicos o terna de sustancia gris de los hemisferios cerebrales,
sexuales, lo que explicaría la menor utilización de se desarrolla lentamente mediante procesos cíclicos
las conexiones neurales de los niños abandonados de reorganización [11,13]. El córtex prefrontal es la
como consecuencia de una alteración permanente región cortical que se desarrolla más tarde, ya que
del crecimiento cerebral o incluso de la muerte las mayores proyecciones se mielinizan principal-
neuronal [2,36]. Por el contrario, el cuerpo calloso mente entre la adolescencia y la tercera década de la
de las niñas mostró ser más vulnerable ante los vida. A su vez, el córtex prefrontal también presenta
efectos adversos de los abusos sexuales [36]. una alta densidad de receptores para glucocorticoi-
La reducción del tamaño del cuerpo calloso se des y de proyecciones de dopamina que se activan
ha asociado con la disminución de la comunicación principalmente como respuesta al estrés [11,13].
entre los hemisferios cerebrales. Los adultos con Entre sus funciones destacan la formulación de pla-
historia de malos tratos durante la infancia mues- nes y estrategias, la toma de decisiones, la memoria
tran diferencias importantes en la activación he- de trabajo y la atención. Los altos niveles de estrés
misférica durante la recuperación de memorias de aumentan la activación de las monoaminas (como la
tipo neutral o ante recuerdos inquietantes, además norepinefrina, la serotonina y la dopamina), lo cual
de una marcada lateralización en el procesamiento puede provocar que se detenga la función normal
hemisférico. De este modo, los sujetos que habían propia del córtex prefrontal de inhibición del siste-
padecido maltrato presentaban mayor activación ma límbico [4,11]. Este efecto también se ha obser-
del hemisferio izquierdo ante recuerdos de tipo vado en adultos con altos niveles de estrés que han
neutral y mayor activación en el derecho ante re- sufrido maltrato durante la infancia [38]. Por ello, se
cuerdos inquietantes, mientras que los sujetos con- ha formulado la hipótesis de que el estrés temprano
trol no mostraban asimetrías ante los distintos re- activa el desarrollo del córtex prefrontal, de manera
cuerdos evocados [37]. que altera su desarrollo normal y produce una ma-
Los cambios observados en el tamaño del cuer- duración precoz que tiene un efecto negativo sobre
po calloso, y, por tanto, en la integración hemisféri- sus funciones y su capacidad [13].
ca, también producen efectos funcionales. A pesar El córtex prefrontal consta de distintas regiones,
de que los hemisferios cerebrales tienen funciones dos de las cuales son de especial interés en este con-
propias –como el lenguaje y el pensamiento lógico texto:
y analítico, propio del hemisferio izquierdo, y la – Córtex dorsolateral. Se relaciona principalmente
percepción y expresión de las emociones (princi- con las funciones de procesamiento emocional,
palmente las negativas), propias del hemisferio de- manipulación y codificación de la información
recho–, es importante la función integradora del perteneciente a la memoria de trabajo y control
cuerpo calloso. Tal y como se ha descrito, el estrés de impulsos, y es importante para el manteni-
temprano produce una disminución en el tamaño miento de los niveles atencionales ante estímu-
del cuerpo calloso, lo cual provoca un importante los distractores. La disfunción en esta área esta-
efecto en la integración de ambos hemisferios. Di- ría relacionada con la función perseverativa y la
versos estudios han mostrado asimetrías a favor del inhibición de respuestas, y causaría además difi-
hemisferio derecho en las secreciones de dopamina cultades en el planteamiento de alternativas. Es
y serotonina en la amígdala y el córtex prefrontal por ello, y porque es una de las últimas regiones
respectivamente, que se correlacionan de forma en madurar, por lo que resulta especialmente
positiva con los niveles de ansiedad presentados vulnerable ante las interrupciones de su desarro-
por los sujetos. El estrés temprano altera el desarro- llo durante la niñez y la adolescencia.
llo de la neurotransmisión de monoaminas y su – Córtex orbitofrontal. Ayuda a regular el afecto
efecto en el grado de lateralización, lo que puede negativo y la actividad automática. Por otra par-

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Neurobiología del maltrato infantil: el ‘ciclo de la violencia’

te, y junto con la amígdala, tiene un importante que sugería que los efectos crónicos del abuso son
papel en la percepción del contenido emocional acumulativos [4]. Además, el volumen total del ce-
de los estímulos ambientales y en la compren- rebro se correlaciona positivamente con la edad de
sión de las distintas señales sociales que indican inicio del maltrato o abuso que da lugar al TEPT, y
ira o enfado. Los daños en esta área se asocian negativamente con la duración de éste. También se
con un control de impulsos pobre, estallidos de hallaron interacciones con el sexo de los sujetos es-
agresividad y falta de sensibilidad interpersonal, tudiados: los niños maltratados con TEPT presen-
como la observada en criminales adultos y pa- taron mayor volumen ventricular que las niñas [4].
cientes psiquiátricos. Los cambios originados en el córtex prefrontal
tienen diversos efectos sobre el desarrollo de las fun-
La disrupción en estas áreas se ha relacionado con ciones cerebrales del niño. Los más pronunciados
una baja regulación de la emoción y, por tanto, con son los producidos en cuanto a la maduración corti-
una mayor propensión a la conducta agresiva [2]. cal y la lateralización hemisférica. Se han observado
Por lo que respecta a la lateralización hemisféri- déficits en las funciones ejecutivas en niños con TEPT
ca, se ha visto que, si hay retrasos en la mieliniza- secundario a maltrato, en comparación con contro-
ción del cuerpo calloso, los hemisferios acaban de- les sanos, que incluyen alteraciones en el pensamien-
sarrollándose de manera relativamente indepen- to abstracto, en la atención y en la memoria [39].
diente [11,13]. Se ha evaluado la maduración corti- Otras investigaciones llevadas a cabo mediante téc-
cal y la diferenciación hemisférica en niños maltra- nicas de neuroimagen relacionan las alteraciones
tados, analizando y comparando el desarrollo de desarrolladas en el córtex prefrontal con las que
ambos hemisferios cerebrales mediante un electro- muestran los pacientes con diagnóstico de depresión
encefalograma (EEG). El córtex cerebral izquierdo o TEPT, así como con los cambios estructurales ob-
de los niños controles diestros estaba más desarro- servados en la amígdala de pacientes deprimidos
llado que el córtex derecho, lo cual va en la línea de [27]. Estos datos indicarían que en el origen del de-
los trabajos llevados a cabo sobre dominancia cere- sarrollo de este tipo de psicopatologías en los sujetos
bral; sin embargo, en los niños estudiados que pre- que han sufrido abusos durante la infancia se en-
sentaban historia de maltrato, el EEG mostró que cuentran los cambios estructurales producidos como
sus hemisferios derechos estaban más desarrolla- consecuencia de éstos. Es importante resaltar que
dos que los hemisferios izquierdos, a pesar de que muchos de los niños que sufren maltrato de tipo físi-
todos ellos también eran diestros. Las medidas ob- co presentan daños neurológicos directamente rela-
tenidas demostraron que el hemisferio derecho de cionados con las agresiones, además de con los altos
los niños maltratados se había desarrollado en el niveles de estrés, y que, a pesar de que no se van a
mismo grado que el de los controles, mientras que analizar en detalle en esta revisión, debemos tener
el hemisferio izquierdo estaba significativamente en cuenta que muchos de ellos manifiestan graves
menos desarrollado [35]. En otro trabajo posterior alteraciones de memoria, cierto grado de retraso
se observó una disminución en la asimetría del ló- mental, retrasos en el lenguaje, afasias, disfasias y al-
bulo frontal y disminución en el volumen cerebral teraciones visuales y motoras producidas por trau-
de los niños con diagnóstico de TEPT con respecto matismos y hematomas craneoencefálicos [1].
a los controles [32].
Diversos estudios realizados sobre los efectos del
maltrato en el volumen cerebral y ventricular pre- Variables moduladoras del maltrato infantil
sentan resultados concordantes con los expuestos
anteriormente. Tras comparar a niños y adolescen- A la vista de los resultados comentados, es impor-
tes con TEPT secundario a maltrato durante la in- tante concluir que los efectos del maltrato infantil
fancia con sujetos control, se puso de manifiesto sobre las diversas estructuras cerebrales no son cla-
que las estructuras cerebrales de los niños eran más ros, ya que no se describen en todas las investiga-
vulnerables a los efectos de situaciones de estrés ciones, y cuando aparecen son, en muchas ocasio-
grave que las de las niñas. Además el volumen in- nes, sutiles y matizables. Por tanto, es probable que
tracraneal era menor en un 7%, y el volumen total algunas variables como el sexo de las personas mal-
del cerebro, en un 8% en sujetos con TEPT. Asimis- tratadas, el tipo de maltrato recibido, así como su
mo, los síntomas típicos de TEPT se hallaban aso- intensidad y duración, puedan estar modulando
ciados a un mayor volumen ventricular. También se esos efectos. Por ello, a continuación se analiza el
indicó la existencia de una relación entre el bajo vo- efecto de estas variables sobre las repercusiones del
lumen intracraneal y la alta duración del abuso, lo maltrato infantil.

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Tipología del maltrato cognitivas, las habilidades motoras y el lenguaje [41],


así como déficits en las habilidades verbales y de
Los menores con historias de abuso o abandono memoria [12]. Los estudios realizados con niñas
presentan déficits en medidas estándares de habili- sometidas a abusos sexuales revelan una clara rela-
dades académicas y cognitivas, obtienen bajas eva- ción entre la duración de los abusos y los déficits
luaciones de los profesores en el colegio, sufren en las habilidades cognitivas y el fracaso escolar
desajustes académicos y suelen repetir cursos esco- [12]. La hipervigilancia en los entornos amenazan-
lares [12]. Al compararlos con sujetos control, los tes en los que crecen los niños maltratados física-
niños con TEPT secundario a maltrato infantil pre- mente se convierte en adaptativa, mientras que los
sentan mayores dificultades en tareas de atención, niños que sufren abandono suelen crecer en entor-
solución de problemas, función ejecutiva, razona- nos empobrecidos a nivel emocional y de estimula-
miento abstracto, aprendizaje, memoria y funcio- ción. Por ello cabría esperar que las dificultades
namiento visual y espacial [12,39]. presentadas por niños maltratados físicamente se
Estas consecuencias dependen del tipo de mal- debieran principalmente a la hipervigilancia ante
trato padecido, dado que son diversas según éste sea posibles amenazas y a sesgos de atribución hostil
físico, sexual, por negligencia, por abandono o una ante las distintas situaciones, mientras que los ni-
combinación de ellos. El abandono puede provocar ños que han padecido abandono mostrasen más
mayores efectos adversos al producir consecuencias bien problemas en cuanto a la regulación emocio-
permanentes, puesto que las regiones neurobiológi- nal [2]. La excesiva hipervigilancia de los niños
cas y las capacidades emocionales y cognitivas no se maltratados puede afectar al desarrollo de las re-
desarrollan apropiadamente. En estudios prospecti- giones cerebrales asociadas a la ira o el enfado,
vos, el abandono y la negligencia durante la infancia como en el caso del córtex orbitofrontal. Por tanto,
se asocian con retrasos significativos en el desarro- esta hipervigilancia ante cualquier signo de ame-
llo cognitivo y el crecimiento craneal en niños pe- naza, añadida al sesgo cognitivo percibido que pre-
queños, así como con bajos logros académicos en dispone a explicar las acciones de los otros como
la adolescencia y la adultez [4]. Las investigaciones hostiles, pueden reforzarse mutuamente, lo que pue-
realizadas con niños rumanos institucionalizados, de llevar a interpretar las situaciones como amena-
con el fin de determinar disfunciones cerebrales zantes y a actuar en consecuencia de manera agre-
asociadas con la tasa metabólica de glucosa, mues- siva sin que se den las señales suficientes en las
tran que estos niños poseen una disminución signi- distintas situaciones que apoyen esta interpreta-
ficativa del metabolismo bilateral de las estructuras ción sesgada de la realidad [2]. Por el contrario, las
del cerebro relacionadas con las funciones cogniti- experiencias vividas por los niños abandonados, y
vas, con la inteligencia social y con la ansiedad, las irregularidades sufridas a nivel emocional y con
como son el córtex orbitofrontal, el córtex temporal, respecto al cuidador (en el caso de que lo haya),
el córtex prefrontal, la amígdala, el hipocampo y el provocan alteraciones en las regiones neurales que
troncoencéfalo, comparados con niños con epilep- guían la regulación de las emociones, principal-
sia crónica y con adultos sanos [40]. Se observan dé- mente en el sistema límbico. Por tanto, cuando el
ficits en las tareas dependientes del córtex prefron- niño entra en la adolescencia, puede encontrarse
tal, esto es, inatención y déficits sociales, lo que aso- con serios problemas a la hora de regular la mayor
cia la privación y los altos niveles de estrés a los que variedad e intensidad de emociones a las que se ve
están sometidos los niños institucionalizados con expuesto [2].
los déficit cognitivos y conductuales que muestran a Es importante tener en cuenta que en muchas
largo plazo. Otras investi­gaciones han revelado un situaciones el abuso físico o sexual y el abandono se
menor funcionamiento cognitivo en niños médica- dan de manera conjunta, por lo que es difícil esta-
mente sanos pero que han sufrido abandono –y que blecer los parámetros concretos característicos de
no tienen una historia de abuso físico grave, abuso cada uno de ellos. Además, diversos estudios seña-
sexual, exposición prenatal a sustancias o maltrato lan que los resultados observados en niños someti-
psicológico (insultos)– al compararlos con niños con- dos a malos tratos, abusos o abandono, se mantie-
trol no maltratados. Estos datos indican que los ni- nen durante la adultez [12]. Las investigaciones con
ños víctimas de abandono y negligencia en la niñez adultos sugieren que hay una estrecha relación en-
manifiestan déficits específicos en atención, funcio- tre el maltrato infantil y los síntomas clínicos rela-
nes ejecutivas y funciones visuoespaciales [4]. cionados con los diversos trastornos de personali-
En niños que han sufrido maltrato de tipo físico dad, a pesar de que no se encuentren diferencias
se observa una menor ejecución en las funciones significativas con respecto al tipo de maltrato [7].

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Neurobiología del maltrato infantil: el ‘ciclo de la violencia’

Efectos según el sexo violencia’ [42]. Es evidente que en la base del desa-
rrollo de conductas agresivas confluyen distintos
Existen diferencias en cuanto al sexo reseñables en factores tanto ambientales como biológicos, entre
los efectos que el maltrato infantil provoca en el ce- los que se encuentran los genéticos, los neuroquí-
rebro. Algunas de las más notables son el hecho de micos, los hormonales, los neurológicos, los inmu-
que los niños presentan un déficit más pronuncia- nológicos, los sociales, los familiares, la experiencia
do en el desarrollo normal de la zona del cuerpo previa y las diferencias individuales [43,44]. Tenien-
calloso, un menor volumen cerebral y un mayor vo- do en cuenta esta compleja interacción de factores,
lumen ventricular que las niñas [4,34]. Estos datos nos proponemos establecer los posibles paralelis-
podrían sugerir que los efectos del maltrato en mos existentes entre los cambios neurobiológicos
cuanto al desarrollo cerebral son más aversivos en que se producen como consecuencia del maltrato
los niños que en las niñas, puesto que además estas infantil y aquellos observados en adultos agresivos
diferencias se muestran persistentemente ante dis- y/o violentos. Para ello, utilizaremos como marco
tintas edades de inicio, duración y tipos similares de referencia una revisión teórica previa sobre las
de maltrato, entre otras variables de estudio. bases neurales de la violencia humana [43]. Esta re-
Otras investigaciones se han basado en el hecho lación podría explicar el ‘ciclo de la violencia’ desde
de que algunos trastornos mentales, como el tras- un punto de vista neurobiológico, y el hecho de
torno límite de la personalidad, son más prevalen- descifrar las claves biológicas de este ciclo tendría
tes en mujeres que en hombres, por lo que se ha importantes implicaciones en el diagnóstico, la pre-
intentado averiguar cuáles son las diferencias exis- vención y el tratamiento de este tipo de conductas y
tentes y qué posible interacción de factores da lugar trastornos mentales asociados [45].
a la aparición de estas psicopatologías. Las niñas Investigaciones realizadas mediante técnicas de
presentan mayores casos de abuso sexual que los estimulación eléctrica han evidenciado que áreas
niños, pero hay un efecto dimórfico relacionado como la amígdala, el hipocampo, el hipotálamo y
con el desarrollo cerebral tras el maltrato, ya que estructuras tegmentales son precursoras de la agre-
los casos de abuso sexual se asocian con una dismi- sión, mientras que otras áreas –como la zona ven-
nución en el tamaño del cuerpo calloso en niñas, tromedial de los lóbulos frontales y el área central
mientras que esta disminución en niños se debe al de los lóbulos temporales– son inhibidoras de este
abandono en la infancia. tipo de conductas. Diversos estudios realizados en
Por otra parte, también hay diferencias de sexo sujetos que presentan conductas violentas y/o tras-
en la lateralización cerebral y en los efectos hormo- tornos relacionados con algún tipo de agresión han
nales. En este sentido, la mayor capacidad bilateral detectado diferencias morfológicas y anatómicas
lingüística y la reducción de la dominancia cerebral con respecto a los sujetos control. En este sentido,
en las mujeres facilitan los intercambios de infor- se han observado déficits estructurales y funciona-
mación entre el hemisferio izquierdo y el derecho, les en los lóbulos temporales y frontales en diversas
lo que aumenta a su vez la capacidad de padecer muestras de sujetos violentos.
inestabilidad afectiva y, por tanto, ocasiona una En el lóbulo temporal la disminución del volu-
mayor probabilidad de padecer trastornos como el men del hipocampo y de la amígdala en sujetos víc-
límite. Por el contrario, la alta lateralización del he- timas de malos tratos durante la infancia [21,23,32]
misferio izquierdo y la reducción del tamaño del podría contribuir al desarrollo de la violencia en su-
cuerpo calloso que presentan los hombres que han jetos adultos. De este modo, los estudios de neuro-
sufrido maltrato pueden favorecer la separación imagen realizados en adultos violentos han mostra-
entre el pensamiento y el afecto y la conciencia so- do la existencia de una pérdida unilateral de tejido
cial, y facilitar así el desarrollo de alexitimia y del en la amígdala y el hipocampo del lóbulo temporal,
trastorno de personalidad antisocial [13]. y se ha llegado incluso a establecer una correlación
positiva entre la reducción del tamaño bilateral del
hipocampo y altas puntuaciones en escalas de psi-
El ‘ciclo de la violencia’: copatía. Otra alteración ya explicada en niños mal-
importancia de los cambios neurobiológicos tratados es la de la ‘irritabilidad límbica’ [13,28],
también observada en adultos que presentan com-
Los menores que han sufrido malos tratos durante portamientos violentos, en los que se muestra una
la infancia muestran un mayor riesgo de presentar irritabilidad extrema manifestada por un aumento
conductas antisociales y violentas durante la adul- en la conducta agresiva, hipersexualidad y ataques
tez, fenómeno que se ha denominado ‘ciclo de la irracionales.

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Por lo que respecta a las alteraciones detectadas neural regulador de la emoción (compuesto por el
en el lóbulo frontal de niños maltratados, se mues- córtex prefrontal, la amígdala, el hipocampo, el hi-
tra que los altos niveles de estrés afectan a su desa- potálamo, el córtex cingulado anterior y otras es-
rrollo normal, ya que producen una maduración tructuras interconectadas) pueden aumentar el ries-
prefrontal precoz y una lateralización hemisférica go de mostrar conductas agresivas y violentas de
[13]. En relación con ello, se ha demostrado que la tipo impulsivo, pero no de tipo premeditado [48].
hipoactivación en regiones como el córtex orbito- Teniendo en cuenta las diversas regiones que com-
frontal, unida a la hiperactivación de la amígdala, se ponen este circuito, a lo largo de la presente revisión
corresponde con un bajo control de impulsos, esta- se han establecido resultados que establecen altera-
llidos de agresividad y falta de sensibilidad perso- ciones tanto estructurales como funcionales de es-
nal, que predisponen a la conducta agresiva y vio- tas áreas, por lo que, y considerando esta teoría, estos
lenta [2]. En cuanto a la lateralización hemisférica y niños serían más propensos a mostrar conductas
a las conexiones establecidas por el cuerpo calloso violentas e impulsivas durante el período adulto,
en menores maltratados, se ha observado (tal y como posiblemente con mayor frecuencia ante impulsos
se ha comentado) un menor tamaño del cuerpo ca- incontrolados que ante acciones premeditadas.
lloso [24,35,36], especialmente en varones, así como En función de los hallazgos expuestos en el pre-
retrasos en la mielinización, lo cual propicia el de- sente trabajo, y en función de los paralelismos neu-
sarrollo independiente de ambos hemisferios [11]. robiológicos existentes, cabe establecer que, aun
Estos hallazgos pueden relacionarse con datos ob- teniendo en cuenta las diferencias individuales y los
tenidos en adultos violentos, en los que se ve una diversos factores que confluyen en la aparición de
menor lateralización en cuanto al lenguaje en tareas las conductas agresivas durante el período adulto,
que implican procesamiento verbal, así como una hay una serie de cambios cerebrales en niños mal-
disminución en el metabolismo de glucosa en el tratados que se observan también en adultos vio-
cuerpo calloso en muestras de asesinos [46]. lentos. Dichos cambios dan lugar a variaciones fun-
La alteración del desarrollo y los daños cerebra- cionales que, junto con otros factores ya especifica-
les producidos como consecuencia del maltrato in- dos, podrían actuar como caldo de cultivo para este
fantil podrían llevar a las alteraciones observadas tipo de conductas, predisponiendo así a la perpe-
en diversas zonas cerebrales, como en el hipocam- tuación del ‘ciclo de la violencia’, e incluso contribu-
po y la amígdala, y no únicamente a dañar las co- yendo al desarrollo de trastornos de personalidad y
nexiones entre el córtex prefrontal y la amígdala, de conductas desadaptativas. Determinar los posi-
como se ha propuesto en los estudios realizados so- bles paralelismos neurobiológicos entre ambos ti-
bre el ‘síndrome del zarandeo’ [47]. pos de muestras es crucial a la hora de establecer
Si atendemos a los modelos teóricos que expli- tanto actuaciones de tipo diagnóstico y preventivo
can la agresión humana, también es posible obser- como los tratamientos adecuados para el control de
var similitudes entre las bases biológicas que en la violencia humana.
ellos se proponen y los hallazgos obtenidos en suje-
tos maltratados durante la infancia. Uno de estos
modelos establece que las conductas agresivas se Conclusiones y perspectivas de futuro
relacionan con alteraciones en el lóbulo frontal que
confluyen con diversos niveles de manifestación, El maltrato infantil provoca graves secuelas neuro-
como son el neurofisiológico, el neuroconductual, biológicas, psicológicas y conductuales en los me-
el de personalidad, el social y el cognitivo. Cuanto nores que lo padecen, pero es importante resaltar el
mayor fuese el déficit prefrontal observado, mayor papel de las diferencias individuales y de la resilien-
sería la probabilidad de que confluyesen alteracio- cia, ya que algunas variables, como el sexo de la víc-
nes en las distintas zonas mencionadas, y, por tan- tima y el tipo de maltrato recibido van a marcar el
to, de que apareciese la violencia [46]. Estas altera- desarrollo posterior a la experiencia del maltrato.
ciones pueden relacionarse con las funcionales en- Por ello, no todos los sujetos que han sufrido abu-
contradas en niños maltratados, ya que las alte­ sos o abandono en la niñez van a presentar psicopa-
raciones y problemas de conducta que presentan tologías o déficits funcionales per se.
podrían ser consecuencia de alteraciones en las di- El hecho de que el cerebro humano siga desarro-
versas zonas explicadas y tener como base un mal llándose durante la infancia y la adolescencia, e in-
funcionamiento del lóbulo frontal. cluso durante el período adulto, hace que sea espe-
El modelo de Davidson et al establece que las al- cialmente vulnerable ante situaciones traumáticas
teraciones estructurales y funcionales del circuito o de estrés crónico, y se pueden producir daños, en

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Neurobiología del maltrato infantil: el ‘ciclo de la violencia’

ocasiones irreversibles, de tipo físico, emocional y cuerpo calloso, el córtex prefrontal y el volumen ce-
cognitivo. En un alto porcentaje estos daños lleva- rebral y ventricular. Estos cambios neuroanatómi-
rán al desarrollo de diversas patologías en la edad cos harían que los afectados manifestasen impor-
adulta, tales como el TEPT o la depresión, el abuso tantes secuelas cognitivas, altos niveles de estrés
de sustancias e incluso los trastornos de personali- psicosocial, dificultades conductuales y problemas
dad, además de todos los déficits cognitivos asocia- sociales, que se asociarían con diversas psicopato-
dos. Es evidente, pues, que un desarrollo adecuado logías. Las modificaciones anatómicas y sus respec-
sin altos niveles de estrés y sin la vivencia de situa- tivos correlatos funcionales parecen coincidir, en
ciones traumáticas durante los primeros años de gran parte, con los observados en sujetos agresivos
vida permiten que el cerebro evolucione de un y violentos, y muestran la base neurobiológica del
modo mucho más adaptativo, de forma que la per- llamado ‘ciclo de la violencia’.
sona pueda llegar a ser más social, estable y empáti- La tipología del maltrato y el sexo del menor
ca, y, por tanto, menos agresiva. Esta revisión se ha pueden modular las consecuencias neurobiológicas
centrado en los efectos de los malos tratos como y psicológicas del maltrato. El abandono o la negli-
fuente importante de estrés temprano, pero los re- gencia parecen provocar efectos más adversos y
sultados aquí descritos podrían generalizarse a si- permanentes, ya que no permiten el desarrollo com-
tuaciones similares como, por ejemplo, las que de- pleto ni adaptativo de las regiones neurobiológicas
ben vivir los niños que nacen y crecen en países en relacionadas con las habilidades cognitivas y emo-
guerra o con carencia absoluta de recursos. cionales. Por el contrario, los niños que crecen en
Un alto nivel de estrés a edades tempranas supo- entornos violentos y que sufren malos tratos o abu-
ne una interrupción en el desarrollo normal del sos constantes desarrollan una hipervigilancia que
niño, debido a que genera un aumento importante les hará responder de manera hostil ante cualquier
en los niveles hormonales que forjan cambios es- tipo de situación. Es difícil obtener patrones claros
tructurales y funcionales en el cerebro. Como con- de estos tipos de secuelas, ya que normalmente los
secuencia del maltrato se producen alteraciones en niños que sufren malos tratos también padecen
los distintos sistemas, esto es, en el SNC, el SNA, el abandono, y viceversa. Además, es importante des-
sistema endocrino y el sistema inmune. Hay una tacar que el sexo de la víctima parece estar relacio-
importante influencia de la genética, las hormonas, nado con el tipo de maltrato que recibe, y prueba
los factores de crecimiento, la nutrición y el enri- de ello es que las niñas suelen sufrir más abusos
quecimiento del ambiente en el desarrollo del cere- sexuales que los niños. En general los niños parecen
bro en estos niños, además de los factores sociales, verse más afectados por las vivencias de maltrato,
de los familiares, de la tipología de los abusos y del al mostrar déficits más pronunciados en el cuerpo
sexo del menor. Esta interacción de factores es muy calloso, menor volumen cerebral y mayor volumen
importante para entender los efectos del maltrato, y ventricular. Tal vez este dimorfismo marque las ba-
es necesario tenerla en cuenta, ya que puede variar ses biológicas de las diferencias observadas en cuan-
los datos obtenidos en las distintas investigaciones to a los trastornos psicopatológicos sufridos durante
realizadas al respecto. la adultez. Por otra parte, muchos de los déficits
Los estudios clínicos no están libres de limita- presentados por los niños maltratados se correla-
ciones. Las principales son las relacionadas con as- cionan negativamente con la edad de inicio del
pectos metodológicos y éticos, como el tamaño de trauma y positivamente con la duración de éste. Por
la muestra y la realización de estudios retrospecti- otro lado, hay que tener presente que, en la clínica,
vos en sujetos adultos. Estas limitaciones dificultan hallazgos de serias alteraciones cerebrales estructu-
en ocasiones la generalización de los resultados, rales a menudo no se corresponden con la psicopa-
por lo que los modelos preclínicos realizados con tología esperada, y, del mismo modo, afecciones
animales son una alternativa óptima. Teniendo en preexistentes en los niños podrían incrementar el
consideración este aspecto, los principales resulta- riesgo de abuso o maltrato.
dos obtenidos en la presente revisión parecen indi- Tomando como base todos los datos analizados y
car que los sujetos sometidos a malos tratos, abusos las limitaciones observadas, se pueden proponer
y negligencias durante la niñez muestran importan- distintas líneas de investigación futuras. Sería inte-
tes secuelas neurobiológicas tanto estructurales resante realizar estudios (utilizando técnicas de
como funcionales. Respecto a las estructurales, se neuroimagen funcional) sobre el desarrollo y los
observan alteraciones en el desarrollo del hipocam- posibles déficits de los menores maltratados y que
po (aunque sus efectos se perciben a largo plazo), la han sufrido abandono en áreas como el córtex pre-
amígdala, el giro temporal superior, el cerebelo, el frontal y los circuitos de ansiedad, de modo que

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P. Mesa-Gresa, et al

permitieran entender y relacionar estas experien- 11. Grassi-Oliveira R, Ashy M, Stein LM. Psychobiology of
cias con los neuromecanismos que les llevan a la childhood maltreatment: effects of allostatic load? Rev Bras
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agresividad. También sería importante determinar 12. Watts-English T, Fortson BL, Gibler N, Hooper SR, De Bellis
si los datos obtenidos sobre el desarrollo cerebral de MD. The psychobiology of maltreatment in childhood. J Soc
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trato, principalmente las diferencias entre el aban- 16. Kim-Cohen J, Caspi A, Taylor A, Williams B, Newcombe R,
Craig IW, et al. MAOA, maltreatment, and gene-environment
dono y los abusos de tipo físico y sexual. Tras obser- interaction predicting children’s mental health: new evidence
var la disparidad de los datos obtenidos en algunas and a meta-analysis. Mol Psychiatry 2006; 11: 903-13.
áreas cerebrales, como son el hipocampo y la amíg- 17. Gallardo-Pujol D, Forero CG, Maydeu-Olivares A, Andrés-
Pueyo A. Desarrollo del comportamiento antisocial: factores
dala, resultaría importante realizar nuevos estudios psicobiológicos, ambientales e interacciones genotipo-ambiente.
que aclararan estos puntos de controversia. Todos Rev Neurol 2009; 48: 191-8.
estos datos podrían integrarse con los conseguidos 18. Rutter M, Moffitt TE, Caspi A. Gene-environment interplay
and psychopathology: multiple varieties but real effects.
en los estudios que han evaluado otros indicadores, J Child Psychol Psychiatry 2006; 47: 226-61.
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que la mayoría de los estudios recogen muestras resilience to loss: toward an individual differences model.
muy reducidas, y a pesar de las limitaciones exis- J Pers 2009; 77: 1805-32.
tentes, resultaría muy útil llevar a cabo investigacio- 21. Bremner JD, Vythilingam M, Vermetten E, Southwick SM,
McGlashan T, Nazeer A, et al. MRI and PET study of deficits
nes con muestras de sujetos más amplias, de modo in hippocampal structure and function in women with
que se obtengan resultados más válidos y fiables. childhood sexual abuse and posttraumatic stress disorder.
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Neurobiología del maltrato infantil: el ‘ciclo de la violencia’

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Neurobiology of child abuse: the ‘cycle of violence’

Introduction. A high level of stress at an early age, like that produced in the case of child abuse, can have crucial consequences
for the development of the human brain.
Aims. This study aims to review and go over the main points of the results obtained by different clinical research works
carried out on the structural and functional consequences of child abuse on the central nervous system. At the same it also
seeks to integrate and relate them with those described in the case of violent adults.
Development. Firstly, we establish the relationship between post-natal development of the brain and child abuse. Then,
the most important changes in the brain, both in structural and functional terms, are reviewed and the main modulating
variables are highlighted. Lastly, the neurobiological changes are related with the so-called ‘cycle of violence’.
Conclusions. In addition to the individual differences and the diverse environmental, social and genetic factors that exert
an influence on the consequences of abuse, there are neurobiological changes that affect their development both in the
short and the long term. Some of the more significant structural changes are those affecting the hippocampus, the amygdala,
the cerebellar structures, the corpus callosum and the cerebral cortex. Functional changes include cognitive sequelae, high
levels of psychosocial stress, behavioural disorders and social problems, which are associated with a range of psycho­
pathologies. These disorders are modulated by a series of different variables, such as the kind of abuse and the child’s sex,
and may be related to the changes observed in aggressive adults, which could contribute to perpetuate human violence.
Key words. Brain. Cerebellum. Cerebral cortex. Cerebral lateralisation. Child abuse. Limbic system. Neuroimaging. Violence.

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