Aunque hablemos de la bulimia o bulimia nerviosa como trastorno alimentario único, en
la realidad existen dos variantes del mismo:
• Bulimia tipo purgativa:
Los episodios de atracones van seguidos de
vómitos auto inducidos por la persona, lo que se conoce como la purga de la comida ingerida de manera descontrolada.
En esta fase se produce la auto provocación de la
expulsión de la comida, tal y como hemos descrito en los puntos anteriores. Esto responde a un impulso provocado por la culpa y el arrepentimiento, no es algo planeado como tal. Normalmente, esto se produce en privado, por lo que la familia puede tardar en ver este síntoma tan característico de sufrir este trastorno.
Del mismo modo, también se considera bulimia
purgativa cuando se recurre al uso de laxantes o productos diuréticos por no querer o no poder realizar la purga mediante el vómito.
• Bulimia no purgativa:
En este caso, los atracones no van seguidos de una
purga, sino de una conducta o recursos compensatorios.
Normalmente, quien padece bulimia no purgativa son
conscientes de la imposibilidad de eliminar las calorías de los alimentos ingeridos una vez comienza la digestión de los mismos. Por eso, intentan paliar estos efectos practicando ejercicio físico cardiovascular en exceso, o realizar ayunos durante largos periodos.