VICENTE FERNANDEZ Y “EL HIGADO GAY”

Por Aurelio Cortés

Vicente Fernández es uno de los personajes más representativos de la música ranchera

mexicana, admirado no solo en su país de origen sino en países de Centro y Sudamérica así
como de la Unión Americana.

Por el género musical que el renombrado “Chente” expone, se le identifica con el

estereotipo ranchero y bravío, además de una masculinidad característica que por lo regular
ha acompañado a otros cantantes y actores, por no citar a Jorge Negrete, Javier Solís y
Pedro Infante, entre otros mas, con una fuerte influencia artística, social y cultural.

Aclamado siempre, admirado y querido por su público, sin embargo, Vicente Fernández, se
ha visto envuelto en aguda polémica debido a sus declaraciones en torno a la posible
donación de órganos, para mitigar un problema de salud del propio cantante, en concreto; el
trasplante de un hígado.

La situación no pasaría a mayores, de no ser por declaraciones recientemente dadas por el

artista al reportero y periodista de espectáculos Gustavo Adolfo Infante y que en dicha
entrevista. “El Charro de Huentitán” expresó; que rechazó un trasplante de hígado porque
no sabía si el órgano provenía de "un homosexual o drogadicto".

Tales palabras fueron suficientes para suscitar una avalancha de críticas por grupos
promotores de los derechos de los homosexuales y activistas de ideología de género que se
dieron por aludidos, amén de las exigencias de retractación pedidas por la madre de un
donante de órganos fallecido recientemente, así como también del organismo Conapred.

No obstante, en su defensa, artistas, compositores y cantantes expresaron su solidaridad

ante los ataques dirigidos al cantante por las referidas declaraciones, entre ellos; Armando
Manzanero, Laura Zapata, Cepillín, José Luis Rodríguez “El Puma” y otros tantos más.

Esto y mucho más suele ocurrir al verter declaraciones regularmente consideradas como
“políticamente incorrectas”, especialmente cuando son expresadas por figuras públicas.
Caso curioso, al respecto, cabe reflexionar que la mayor virulencia hacia la figura del
charro cantante fue más enfático por parte de homosexuales y demás representantes de las
diversas ideologías, hoy en franca propaganda mediática mundial, y no así por aquellos
aquejados y que hoy sufren por problemas de salud, como de hecho lo son los problemas de
adicción, sector que en contraste con aquellos, no hicieron eco de protesta y relevancia ante
una infortunada declaración que de alguna forma les incluía, cuando es el caso que las
adicciones son verdaderas enfermedades, sufridas casi siempre con dolor y silencio ante la
incomprensión del estigma social al que un adicto se ve siempre. socialmente sometido.