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1 Cruzamiento
2 Características
3 Historia
4 Picaduras
5 Incidentes Ocurridos
6 Diagnóstico
7 Productividad
8 Fuentes
Cruzamiento
Las abejas africanizadas son las abejas más peligrosas del planeta. Son híbridos
procedentes del cruzamiento de la subespecie natural africana Apis mellifera
scutellata con abejas criollas naturalizadas del continente sudamericano,
pertenecientes a varias subespecies de A. mellifera, como Apis mellifera mellifera,
Apis mellifera iberica y posiblemente otras.
La particularidad de estos híbridos es su acentuado comportamiento defensivo,
altamente heredable, describiéndose como muy agresivos ante molestias. Atacan
en cantidad, muy velozmente y siguen a su víctima hasta a 900 metros de su
colmena o enjambre. Este comportamiento ha provocado en América numerosas
muertes de personas, incrementándose anualmente el número registrado de
víctimas.
Características
La Abeja Africanizada tiene varias características de la abeja africana original, por
lo cual puede reproducirse rápidamente y los zánganos fecundan a las reinas de
las colmenas europeas, convirtiendo las nuevas colonias en africanizadas.
Popularmente se les ha dado a las abejas africanizadas el nombre incorrecto de
"Abejas Asesinas, debido a que tienen un sentido de defensa muy fuerte,
característica que las ha convertido en abejas mucho más agresivas. A partir de la
huida de las primeras reinas y enjambres de las abejas africanas, se han
producido muchísimas muertes de animales domésticos y personas, debido al
ataque de tales abejas, sobre todo cuando las colonias han sido molestadas
accidentalmente.
Historia
Con el propósito de incrementar la cosecha de miel en Brasil, se introdujeron
en 1957, cerca de São Paulo, 26 reinas de Apis mellifera scutellata originarias
de Tanzania; a fin de desarrollar un programa de mejora genética a cargo de
Warwick Kerr. Accidentalmente, estas abejas escaparon gracias a un grupo de
brasileños que estaban en el lugar de fumigación y le abrieron la jaula a la abeja
reina.
La reina escapó y se hibridó con las abejas melíferas naturalizadas
de Brasil y Sudamérica en general. A partir de ese momento, se expandieron por
todo el continente de manera constante. Avanzaron entre 150 y 300 kilómetros por
año, llegando a América central, México, y luego a los Estados Unidos, a los
estados de Florida, Texas, Arizona y California.
Picaduras
El veneno está formado por una mezcla compleja de fracciones: fosfolípido;
hialorunidasa; melitina; fosfatasa ácida; alérgeno C; además de histidina,
histamina y otros componente menores. La glándula de veneno de este híbrido es
mayor al de las razas de abejas europeas: 147 versus 94 µg. La gravedad del
envenenamiento depende de la sensibilidad individual y del número de picaduras
infringidas.
Así, en un sujeto hipersensible puede ocurrir la muerte con una sola picadura pero
ha habido supervivientes de 500 picaduras. El veneno causa reacciones alérgicas
y efectos tóxicos. Las complicaciones que acarrean las múltiples picaduras de
abejas desencadenan el choque anafiláctico.
El veneno está formado de unas series de torzoyaduras -llamadas también apis
nepis-;una serie muy rara de picadura es la c-xf5, cuyo desarrollo se concluyó
mediante un estudio genético, en el que la abeja africanizada conforma 40 000
reproducciones en tan sólo 1 hora, dejando huella y varias muertes por casi
alrededor de 15 países.
Incidentes Ocurridos
En México se han registrado, hasta 2003, 3000 accidentes y más de 300 muertes
por estas abejas. En Costa Rica se han registrado 30 casos de muertes.
En Colombia se han registrado más de 100 muertes y más de 400 heridos por las
picaduras de estas abejas. En Argentina se han reportado enjambres invadiendo
casas de familia matando a sus moradores.
Hay autores que han comparado estas abejas con razas europeas describiéndolas
como más productivas en kilos de miel, otros concluyeron en sus trabajos que son
menos productivas y otros no encontraron diferencias, no existiendo unanimidad
en este criterio.
Pero se puede inferir mayormente que la africanización trae aparejada una
disminución en la producción de miel por dos motivos: La producción de miel está
asociada indirectamente con el apicultor, describiéndose en la bibliografía que
estas abejas agresivas acentúa el abandono de muchos apicultores, que dejan la
actividad.
Esta abeja sigue eternamente la Regla de Farrar, manteniendo sus colmenas o
enjambres en forma permanente en un estadio juvenil, en virtud que
constantemente enjambra. Estas colmenas tienen permanentemente una
proporción alta de cría, con respecto a obreras pecoreadoras, porque
continuamente se dividen en nuevas colonias.
Diagnóstico
A simple vista es difícil diferenciar estas abejas de las europeas. Es necesario un
diagnóstico en laboratorio. Se utilizan métodos morfométricos en laboratorio,
lográndose un diagnóstico correcto de las colmenas africanizadas, pero no son lo
suficientemente sensibles para determinar las abejas híbridas.
Productividad
Hay autores que han comparado estas abejas con razas europeas describiéndolas
como más productivas en kilos de miel, otros concluyeron en sus trabajos que son
menos productivas y otros no encontraron diferencias, no existiendo unanimidad
en este criterio. Pero se puede inferir mayormente que la africanización trae
aparejada una disminución en la producción de miel por dos motivos:
A pesar que las razas de abejas europeas llevan 500 años en el continente no se
habían asilvestrado como la abeja africanizada.
En cambio la Abeja Africana ha desarrollado una conducta
altamente defensiva debido al trato hostil que tiene en el país de
donde es originaria; de igual forma es un insecto con una gran
capacidad de recolección de miel y además por ser una raza pura
es altamente resistente a las enfermedades.
Conociendo estas ventajas de ambas razas de insectos, en Brasil
se buscaba una cruza ideal lo cual no resultó así, ya que las
características genéticas de la Adansoni prevalecen sobre la
Italiana, llegando finalmente a una abeja altamente defensiva y
manteniendo una alta producción de miel (cinco veces más que la
Italiana), se reproduce admirablemente y resiste enfermedades.
Las diferencias anatómicas entre ambas especies son
inapreciables a simple vista, en el caso de la Africana se puede
detectar con la ayuda del microscopio electrónico, ya que existen
diferencias de micras en el tamaño del fémur de la Africana,
ademas de pequeñas diferencias en las inervaciones de las alas.
Hoy en día en que la Abeja Africana ya cubre la mayor parte del
continente, se investiga nuevas formas de trabajarla tratando de
tener un mayor aprovechamiento de ella y sacar ventaja de sus
características, mas que destruirla.
ANTECEDENTES DE LA ABEJA
AFRICANA
Las abejas africanas son el resultado del cruce entre abejas comunes de la región sureña de
África y abejas locales brasileñas. Después de que la población de esta subespecie se
extendió a Sur América, la abeja africana entró a los Estados Unidos por la región sureña de
Texas, a principios de 1990. Posteriormente, enjambres de esta abeja invadieron nuevas
áreas, como California. Hoy en día, estas abejas pueden ser encontradas en casi todas las
regiones de los Estados Unidos.
La abeja europea y la abeja africana se asemejan, pero sus hábitos y comportamientos son
muy diferentes: la abeja africana es agresiva y, por ello, es comúnmente conocida como Abeja
Asesina. Las abejas africanas se destacan por responder a provocaciones leves y viajar
largas distancias cuando deciden atacar. Ellas pululan alrededor de sus nidos y atacan en
gran número cuando se sienten amenazadas; son capaces de perseguir a sus enemigos más
allá de una milla.
La abeja africana se adapta con facilidad a su entorno y puede anidar en varios tipos de
ubicaciones, incluso en lugares donde residen seres humanos. Cuando no hay nidos naturales
disponibles, estas abejas suelen habitar en cajas vacías, contendores, carros y llantas viejas,
en el subsuelo y fuera de edificios.
UBICACIONES DE LA ABEJA
AFRICANA
Las abejas africanas pueden atacar a los seres humanos y a los animales si sienten que ellos
son una amenaza para sus colmenas. También son capaces de perseguir a sus depredadores
a través de grandes distancias. Debido a este tipo de comportamiento, estas abejas son
conocidas en los medios de comunicación y en las publicaciones populares como abejas
asesinas.
En 1957, un grupo de científicos de Brasil importó un grupo de reinas de abejas de la región
sureña de África con el propósito de criar una población de abejas que pudiera adaptarse con
facilidad en climas tropicales. Cuando algunas de estas abejas escaparon y se aparearon con
abejas locales brasileñas, sus crías conformaron una subespecie conocida actualmente como
Abeja Africana. Y aunque fueron adaptadas para sobrevivir en zonas tropicales, su población
se extendió con rapidez a toda Sur América durante la década de los ‘80. La propagación de
la abeja africana fue facilitada por la escases de depredadores y competidores.
En un año, la población de abejas africanas se extendió por más de 500 kilómetros. A fines de
los años 1980, estas abejas podían ser encontradas en América Central y México y a
principios de los ‘90 la abeja africana llegó a los Estados Unidos. Inicialmente se estableció en
Texas, pero sus enjambres empezaron a expandirse por Arizona y California. Hoy en día, las
abejas africanas habitan varias regiones subtropicales, como la región sureña de los Estados
Unidos y el norte de Argentina.
Aunque la abeja africana es un resultado híbrido de abejas locales, la mayoría de sus
características corresponden a las de la abeja original. Estos rasgos incluyen el rápido
crecimiento de la población, la producción limitada de la miel, la formación frecuente de
enjambres, el comportamiento agresivo y la capacidad de sobrevivir con muy poca cantidad
de alimento. Aunque esta abeja fue criada para vivir en climas tropicales, en algunas
ocasiones algunos enjambres llegan a vivir en climas templados, pero el clima frío reduce su
capacidad para defenderse y sus fuentes de alimento.
Vida de la colonia
A diferencia de una colonia de abejorros o una colonia de avispas de papel, la vida
de una colonia de abejas es perenne. Hay dos castas de abejas reinas, que producen
huevos; y los trabajadores, que son todas hembras no reproductoras. Para los
zánganos (machos) su único deber es encontrar y acoplarse con una reina. La reina
pone los huevos individualmente en las celdas del panal y las larvas salen de los
huevos en tres o cuatro días. Luego son alimentadas por las abejas obreras y se
desarrollan a través de varias etapas en las células. Las reinas y zánganos son más
grandes que los trabajadores y por lo tanto requieren de células más grandes para
desarrollarse. Una colonia típica puede consistir en decenas de miles de individuos.
Aunque algunas colonias viven en colmenas proporcionadas por los seres
humanos, las llamadas colonias “salvajes” (a pesar de que todas las abejas de la
miel siguen siendo salvajes, incluso cuando se cultivan y gestionan por los seres
humanos) por lo general prefieren un sitio de nido limpio y seco, protegido de la
intemperie, sobre los 20 litros de volumen con una entrada de unos 3 m por encima
del suelo, y preferiblemente de cara al sur o sureste (en el hemisferio norte) o al
norte o noreste (en el hemisferio sur).
Desarrollo
El desarrollo de huevo a la abeja emergente varía entre las reinas, obreras y
zánganos. Las reinas salen de sus celdas en 16 días, los trabajadores en 21 días y los
zánganos en 24 días. Por lo general sólo existe una reina en una colmena. Las
nuevas reinas vírgenes se desarrollan en células agrandadas, a través de una
alimentación diferencial de jalea real, proporcionada por los trabajadores. Cuando
muere la reina existente, o la colonia se vuelve muy grande, una nueva reina es
levantada por las abejas obreras. La reina virgen realiza uno o varios vuelos
nupciales y una vez que se ha establecido comienza a poner huevos en la colmena.
Una reina fértil es capaz de poner huevos fertilizados o sin fertilizar. Cada huevo no
fertilizado contiene una combinación única de 50% de los genes de la reina y se
desarrolla en un zángano. Los huevos fertilizados se desarrollan en trabajadoras o
reinas vírgenes.
El promedio de vida de una reina es de tres a cuatro años; los zánganos mueren
generalmente en el apareamiento, o son expulsados de la colmena antes del
invierno; y los trabajadores pueden vivir durante unas pocas semanas en el verano
y varios meses en las zonas con un invierno prolongado.
En el pico de la temporada de cría, a finales de la primavera hasta el verano, una
reina puede ser capaz de poner 3.000 huevos en un solo día, más que su propio
peso corporal. Esto sería excepcional sin embargo; y una reina prolífica podría
alcanzar un máximo de 2.000 huevos al día, pero una reina más promedio podría
sentar sólo 1.500 huevos por día. La reina se alimenta con mayor cantidad de jalea
real que una abeja normal de trabajo, lo que resulta en un crecimiento y
metamorfosis radicalmente diferente. La reina influye en la colonia mediante la
producción y difusión de una gran variedad de feromonas o sustancias. Uno de
estos productos químicos suprime el desarrollo de los ovarios en todas las abejas
obreras femeninas en la colmena y les impide la puesta de huevos.
Dentro del nido de cría central, un solo marco de peine tiene típicamente un disco
central de huevos, larvas y las celdas de cría selladas, que pueden extenderse casi
hasta los bordes del marco. Inmediatamente por encima del parche de incubación,
un arco de células lleno de polen se extiende de lado a lado, y por encima de eso de
nuevo un arco más amplio de células llenas de miel se extiende hasta la parte
superior del marco. El polen es un alimento rico en proteínas para el desarrollo de
las larvas, mientras que la miel también es comida, pero en gran parte para la
obtención de energía. Las abejas nodrizas que cuidan a las crías en desarrollo
secretan una comida especial llamada “jalea real” después de alimentarse a sí
mismos de miel y polen. La cantidad de jalea real con que se alimenta a una larva
determina si se convierte en una abeja obrera o una reina.
ABEJA AFRICANA
Cuando un grupo de científicos brasileños importó abejas del sur de África con el propósito de
criar abejas aptas para vivir en entornos tropicales, varias escaparon y se aparearon con
abejas de la miel, hecho que generó una subespecie conocida como Abeja Africana. La
población de esta abeja se extendió con rapidez a América Central y Sur América y hoy esta
abeja también infesta a Norte América.
Por su comportamiento agresivo, la abeja africana es conocida como Abeja Asesina. Estas
abejas son conocidas por picar a animales y seres humanos cuando su territorio es invadido,
pero también suelen atacar aunque no sean provocadas. Las abejas africanas son
especialmente sensibles al ruido y a las vibraciones y por ello pueden ser irritadas por
movimientos leves.
Es común ver grandes grupos de abejas africanas alrededor de sus colmenas y tienden a
formar enjambres con más frecuencia que otras especies de abejas productoras de miel.
Mientras que el veneno de esta abeja no es más venenoso que el de la abeja de la miel
común, al atacar en gran número su picadura puede causar heridas severas o la muerte. Aún
más: esta abeja viajará distancias grandes para atacar y una vez que una colonia de estas
abejas se altera, puede continuar frenética por más de un día.
Al contrario de otras especies de abejas de la miel, la abeja africana emigra cuando sufre de
escasez de alimentos en torno a su colmena o cuando la colmena es perturbada por seres
humanos. Estas abejas son incapaces de sobrevivir en condiciones extremas, como en climas
muy fríos o climas extremadamente secos.
Apis laboriosa.
© Wikimedia
Así, hay autores que hablan de la Apismellifera mellifera que ocuparía toda Europa occidental
(excepto Italia), pero también hay otros que hablan de abeja ibérica e incluso de eco tipos
cantábricos, mediterráneos...
La raza de abeja melífera más criada en el mundo, es la Apis mellifera ligustica o abeja italiana,
de una tonalidad amarillenta (parecen avispas). Su principal valor es la mansedumbre (casi no
pican), además es muy prolífica. En España, muchos han sido los intentos de introducirlas en los
apiarios profesionales, pero todos han fracasado, debido unas veces, a las diferencias de manejo
con la abeja ibérica, y otras, porque la propia abeja ligustica se ha ido "disolviendo" entre las
ibéricas, hasta desaparecer.
Abeja melífera
Las abejas melíferas viven en grandes “familias” y se encuentran en todo el mundo.
La abeja de miel es el único insecto social cuya colonia puede sobrevivir muchos
años. Esto es así porque se acurrucan juntos y comen de la miel para mantenerse
vivos durante los meses de invierno.
Sus alas aletean a 11.000 veces por minuto, por lo que suenan como que están
“zumbando”. Las abejas sólo pueden picar una vez, porque sus aguijones y púas las
desgarran cuando tratan de escapar.
Tamaño: ½
pulgada
Forma: Ovalada, en forma de abeja
Color: Amarillo dorado con franjas marrones
Piernas: 6
Alas: Sí
Antena: Sí
Nombre común: Abeja de la miel o melífera
Reino: Animalia
Filo: Artrópoda
Clase: Insecto
Orden: Himenóptera
Familia: Apidae
Especie: Apis
Dieta de la abeja melífera
Las abejas melíferas producen la miel del polen y el néctar de las plantas que
polinizan. Almacenan la miel en panales en sus nidos, que luego utilizan para
alimentar a sus crías en los meses más fríos.
Hábitat de la abeja melífera
Los nidos de abeja varían de tamaño. Por lo general hacen sus nidos en las grietas
de los árboles, pero de vez en cuando hacen sus nidos en los áticos o chimeneas.
Impacto
Las abejas pican, pero sólo pican una vez. La picadura puede ser muy dolorosa si el
aguijón no se elimina inmediatamente de la piel. Las personas alérgicas a las
picaduras de insectos tienen una reacción más severa. Mas; Picaduras de abejas
melíferas.
Prevención
Debido a que las colonias de abejas pueden ser extremadamente grandes y su
eliminación puede ser muy complicada, sólo un profesional en control de plagas o
un experimentado apicultor puede eliminar de forma segura un nido de abejas.
Abeja africana
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Arthropoda
Clase: Insecta
Orden: Hymenoptera
Suborden: Apocrita
Superfamilia: Apoidea
Familia: Apidae
Subfamilia: Apinae
Tribu: Apini
Género: Apis
Especie: A. mellifera
Distribución
Índice
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1Características de la raza en el continente americano
2Características de la raza en el continente africano
3Véase también
4Enlaces externos
Véase también[editar]
Apis mellifera
Apis mellifera capensis
Apis mellifera jemenitica
Apis mellifera woyigambella
Apis mellifera monticola
Apis mellifera bandasii
Enlaces externos[editar]
Multivariate morphometric analysis of honeybees (Apis mellifera) in the Ethiopian
region. B. Amssalu, A. Nuru, Sarah E. Radloff, H. Randall Hepburn. Apidologie 35 (2004)
71–81
Categoría:
Apis mellifera
Apis mellifera
Abeja europea
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Arthropoda
Clase: Insecta
Orden: Hymenoptera
Suborden: Apocrita
Superfamilia: Apoidea
Familia: Apidae
Subfamilia: Apinae
Tribu: Apini
Género: Apis
Especie: A. mellifera
LINNAEUS, 1758
Índice
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1Castas
2Ciclo de vida de las castas de Apis mellifera
o 2.1Abeja reina
o 2.2Obreras
o 2.3Zánganos
3Alimentación
4Comunicación en las abejas
5Linajes genéticos
6Subespecies más importantes
o 6.1Subespecies originarias de Europa
o 6.2Subespecies originarias de África
o 6.3Subespecies originarias en la transición Europa-Asia
o 6.4Subespecies menos conocidas
o 6.5Razas o subespecies mediterráneas
o 6.6Híbridos de subespecies de Apis mellifera
7Simbología y mitología
8Véase también
9Referencias
o 9.1Bibliografía
o 9.2Bibliografía que las citan
10Enlaces externos
Castas[editar]
Artículos principales: Abeja obrera, Abeja zángano y Abeja reina.
Las abejas eusociales son insectos sociales con tres diferentes tipos de individuos o castas en
la colonia: La reina, las obreras y los zánganos (los machos).
Cada casta tiene su función especial y desarrollan un tipo de trabajo diferenciado en la
colonia. La reina y las obreras son hembras y los zánganos son machos.
La reina es la única hembra que puede ser fecundada por los zánganos; pone
huevos fecundados, que dan origen a abejas obreras y huevos sin fecundar que dan origen a
zánganos, por un mecanismo denominado partenogénesis.
Cada casta tiene un tiempo o ciclo de desarrollo diferente, propio para cada especie y se cría
en distintos tipos de celdas. El periodo de desarrollo en el caso de Apis mellifera es de 16 días
para la abeja reina, 21 días para las obreras y 23 días para los zánganos. Para convertirse
en reina, una larva debe ser nutrida con jalea real y ser alojada en una celda especial.
También las larvas de las obreras comen en sus primeras fases jalea real, pero luego se les
da otra dieta. Si una obrera come jalea real puede desarrollar sus posibilidades de poner
huevos, pero no de aparearse con un zángano, por lo que sus huevos serán infecundos (es
decir, darán lugar sólo a zánganos). Este fenómeno se puede producir en colmenas que han
quedado privadas de reina.
Las abejas melíferas son unos animales muy interesantes en muchos aspectos, sobreviven y
se perpetúan como una unidad que denominamos colonia. La abeja reina, dependiendo de las
condiciones climáticas, suele comenzar a poner huevos en primavera. Esta actividad está
condicionada por la información que recibe desde el exterior (ej. flujo de néctar, recolección de
polen, duración del día, temperatura, etc.). La reina es la única hembra fértil y deposita
los huevos de los cuales nacerán todas las demás abejas. La abeja reina no abandona la
colmena, salvo durante los vuelos de fecundación, o cuando se produce un enjambre para dar
lugar a una nueva colonia. La reina deposita sus huevos en panales de cera que las obreras
construyen con celdas hexagonales. El huevo después del tercer día se transforma en una
pequeña larva que es alimentada por las abejas nodrizas (abejas obreras jóvenes). Luego de
aproximadamente una semana, la larva es sellada en su celda por las abejas nodrizas,
produciéndose el estadio de pupa; al cierre de las celdas se le denomina operculado. En
aproximadamente otra semana, emerge la abeja adulta.
Las reinas no son criadas en las típicas celdas horizontales del panal, sino que sus celdas son
construidas para ser de mayor tamaño y en posición vertical. Además, no son alimentadas
con polen como las larvas de las obreras, sino con jalea real. Se ha demostrado que es esta
alimentación especial lo que hace que una hembra se desarrolle como reina y no como
obrera. Cuando la reina termina su etapa de alimentación larval y se convierte en pupa, se
desplaza a una posición cabeza abajo. Durante la etapa de pupa, las abejas obreras tapan o
sellan la celda real. Justo después de emerger de sus celdas, a menudo las abejas reinas
producen un sonido el cual se cree que es un reto a otras reinas a batallar.
Las abejas reinas viven un promedio de tres años. Las obreras viven períodos mucho más
breves, de menos de tres meses en promedio. Las abejas reinas liberan feromonas para
regular las actividades de la colmena. Las feromonas de la reina, entre otras funciones,
modifican el comportamiento de las obreras de modo que éstas alimentan las nuevas larvas
como obreras y no como reinas en condiciones normales. Muchas abejas obreras también
producen feromonas para comunicarse con otras abejas.
Ciclo
Tipo Huevo Larva Operculado
Reina 3 días 5 1/2 días 7 1/2 días 8 dí
Obreras[editar]
Artículo principal: Abeja obrera
Las abejas obreras son hembras infértiles. Ellas segregan la cera utilizada para construir los
panales y son también las encargadas de limpiar y mantener la colmena, criar a las larvas,
vigilar el panal y recolectar el néctar y el polen.
Como en todos los miembros de Aculeata, el ovipositor ha sido modificado en un aguijón que
sirve para inyectar veneno producido por glándulas abdominales. Pueden clavarlo en un
enemigo para defenderse, pero las abejas mueren poco después de clavar su aguijón, que es
recto con púas, las cuales impiden retirarlo. La glándula está unida a él y es arrancada al
tratar de retirarlo.
Ciclo
Tipo Huevo Larva Operculado
Obrera 3 días 6 días 9 días 12 d
Zánganos[editar]
Artículo principal: Abeja zángano
Zángano.
Los zánganos son las abejas macho de la colonia. Los huevos que luego producirán zánganos
no han sido previamente fecundados, por lo tanto tienen la mitad de la dotación genética de la
especie. Los zánganos no recolectan néctar ni polen. El principal propósito de los zánganos
es fertilizar a la nueva reina. Estos copulan con la reina en pleno vuelo. Tras finalizar la
cópula, el zángano muere. La abeja reina copula con varios zánganos (más de 15) en los
diversos vuelos de fecundación.
Los zánganos no poseen aguijón, ya que el aguijón es en realidad
un ovipositor modificado[cita requerida].
Ciclo
Tipo Huevo Larva Operculado
Zángano 3 días 6 1/2 días 10 días 14 1/2
Alimentación[editar]
Apis mellifera.
Tanto las obreras como la abeja reina se alimentan de jalea real durante los primeros tres días
del estado larval. Luego las obreras cambian por una dieta de polen y néctar o miel diluida,
mientras que aquellas larvas elegidas para ser abejas reinas continúan recibiendo jalea real.
Esto causa que la larva se convierta en pupa más rápidamente además de aumentar su
tamaño y desarrollarla sexualmente. Los criadores de reinas consideran que una buena
nutrición durante el estado larvario es de crucial importancia para la calidad de las reinas
criadas, siendo otros factores importantes una buena genética y un número suficiente de
apareamientos. Durante los estados larval y pupal, varios parásitos pueden atacar la pupa o la
larva y destruirla o mutarla.
Todas las abejas succionan néctar de las flores, que es el alimento energético, y polen, del
cual obtienen las proteínas, grasas y minerales necesarios para la supervivencia.