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TEORIA CLASICA DEL INTERES

Para los clásicos como Smith y Ricardo que tienen es su trabajo una perspectiva liberal
con la no intervención del estado en la economía para poder que se mantenga el
equilibrio además de crear una figura regulatoria del mercado que es la mano invisible
para tener O=D, sin importar en que mercado se ubique ya sea que este en el mercado
de:
v  bienes y servicios
v  trabajo
v  dinero
v  cambiario
En los clásicos los agentes superavitarios de dineros son en sí los ahorradores, y los
deficitarios de dinero son los inversionistas aquellos que demandan el dinero, para
permanecer en equilibrio la OD=DD (oferta de dinero "ahorro"=demanda de dinero
"inversión").
Si hubiese cambios o variaciones en el la taza de interés en la economía generan
reacciones en el ahorro y la inversión, si la tasa de interés aumenta estimulara el
ahorro y se desestimulara la inversión, en caso opuesto si la taza de interés baja
ocurrirá lo contrario la inversión se estimula y el ahorro se desestimulara , es una
relación inversa entre inversión y ahorro cuando varia la tasa de interés además de
que para mantener el equilibrio la proporción en la que aumente o disminuya una de
las dos la otra debe aumentar o disminuir en la misma proporción porque OD=DD.
La dificultad esta en considerar el interés como la recompensa a la espera, en vez de
ser apreciado como la recompensa de la renuncia al atesoramiento o como premio de
riesgo por las inversiones o prestamos hechos. La falla de la teoría clásica reside en
que sólo se concentra en la preferencia temporal del consumo, y, se olvida que en una
economía monetaria los recursos adquieren siempre la forma de moneda, susceptible
de ser utilizada para otros fines. Si existe una segunda preferencia temporal, ella fue
olvidada por la teoría clásica.
Los neoclásicos cambian esta perspectiva de ver el ahorro e inversión deben ser
iguales, afirman que ahorro e inversión pueden ser diferentes, comienzan a referirse a
el mercado de fondos prestables compuesto de oferta de fondos prestables y demanda
de fondos prestables ( sean estos utilizados en bienes de consumo o en inversión. El
mercado de fondos prestables es el mercado que reúne a los prestatarios y a los
ahorradores juntos. En particular, los fondos prestables consisten en préstamos
bancarios y el ahorro de los hogares.
El capital se refiere al dinero y a la oferta y a la demanda de dinero en los diferentes
mercados. Normalmente, las empresas y entidades que proporcionan bienes y servicios
son los demandantes de capital.
La tasa de interés es el costo de pedir prestado los fondos prestables, pagados por el
prestatario al prestamista. En otras palabras, es la tasa de rendimiento. Las tasas de
interés a menudo se consideran como las tasas de porcentaje anual.).
La tasa de interés determinaba el ahorro y la inversión, en los clásicos. Pero para
Keynes esta variable no era suficiente, lo que realmente determinaba si se invertía o
ahorraba es la eficiencia marginal del capital (La eficacia marginal del capital
determina, juntamente con el tipo tasa de interés, la cuantía de la nueva inversión, la
cual determina a su vez, el volumen del empleo, estando dada la propensión al
consumo. La eficacia marginal del capital es equivalente a lo que se llama de ordinario
tipo tasa de beneficio, o mejor aún, tipo tasa previsto de beneficio .La palabra eficacia
del capital hace referencia o la efectividad) cuya variable rige los términos en que
disponen los fondos para una nueva inversión esta es la variable que decide hacer o no
la inversión, esta es la que decide y no la tasa de interés. La tasa de interés es la
encargada de regir las condiciones en que se proveen dichos fondos.

La Teoría Cuantitativa de los Clásicos a Keynes

 La finalidad del autor fue dar una breve comparación entre la teoría cuantitativa del
dinero de los clásicos y las consideraciones de Keynes, empezando por explicar el flujo
del dinero e incidencias que tenían el interés y la inversión sobre ella. Mi finalidad con
este texto es exponer algunas ideas expuestas en el documento para finalmente hacer
una conclusión.
Si se va a hablar de teoría cuantitativa en los clásicos, se hace pertinente mencionar a
Locke (1962) y Hume quienes se dicen que fueron los primeros en plantearse esta
teoría en la que se habla de variaciones proporcionales entre precios y cantidad de
dinero, cabe también resaltar que veían el dinero como neutral. Si hablamos de la
teoría cuantitativa del dinero moderna, se atribuye a Irving Fisher, donde expone
que  considerando el número de veces que se usa cada unidad monetaria, este
equivalente al valor total de las transacciones efectuadas; además de ello, también hay
que tener en cuenta que para los clásicos existía o la economía tendía a alcanzar el
pleno empleo y este iba a llevar a que hubiera un volumen de transacciones estables.
Otro punto importante a resaltar de la teoría, es el hecho de que consideraba que la
relación entre la cantidad de dinero y el poder adquisitivo se da en la manera que la
cantidad de dinero provocaría un aumento proporcional en los precios.
Ahora, pasando a Keynes, inicialmente su mayor critica fue hacia la idea de que el
dinero no era neutral, a pesar que compartía con los clásicos que el dinero era
únicamente medio de cambio, planteaba que el papel moneda no tenía ningún tipo de
valor a menos que fuera para darle utilidad del poder de compra que tiene como
dinero.
Para Keynes, un cambio en el valor del dinero, afectaba los precios, pero en la medida
en que no varían todos en la misma proporción, a lo que expuso: “Un cambio en el
valor del dinero, es decir en el nivel de precios, es importante para la sociedad sólo en
la medida en que su incidencia sea desigual” y que podían afectar no solo los precios
absolutos, sino también los precios relativos.
Otra apreciación de la no relación con la neutralidad del dinero que podían conllevar
a cambios en la producción, es decir, al haber cambios en los precios pueden llegar a
afectar la producción de mercancías, ya que esto se podría ver como que las
mercancías no están siendo producidas en las proporciones correctas; con esto se
quiere llegar a que no solo puede afectarse el nivel de precios, sino también el nivel de
producción. Otro factor que influye en esta consecuencia son “Las Expectativas”, en
ellas Keynes hablaba sobre las expectativas de los empresarios en donde tenían de
corto plazo donde influía el precio y las de largo plazo en donde influían las ganancias,
con estas expectativas los empresarios podían verse afectados por el precio de los
productos y con ello también sus ganancias a largo plazo “un cambio en la cantidad de
dinero no solo puede afectar el nivel general de precios sino también las expectativas
sobre el curso futuro de los mismos y de esta forma influir sobre las decisiones
relacionadas con la producción”.
El autor también se refirió a un Keynes después de haber sacado su obra “Teoría
general del empleo, el interés y el dinero”, donde Keynes tenía el concepto de la
demanda efectiva como aquel volumen de la ocupación donde las expectativas de
ingresos de los empresarios se realizan; en donde viene una vinculación entre el sector
real y monetario que los componen determinantes para esta demanda efectiva y según
Keynes son tres (Variables independientes de su sistema): la propensión marginal a
consumir, la curva de eficiencia marginal del capital y el interés. Otro factor del que
hablo el autor fue de la desocupación, haciendo referencia que mientras haya
desocupación, la ocupación cambiará proporcionalmente a la cantidad de dinero y
cuando se llegue a la ocupación plena, los precios variarán en la misma proporción
que la cantidad de dinero, así habría una demanda efectiva muy favorable para los
empresarios.
En conclusión, tendríamos varios planteamientos: Keynes logra eliminar la idea del
dinero neutro, y esto con su teoría general mediante su esquema de la demanda
efectiva. También logró plantear una nueva novedad en como afectaba la cantidad de
dinero en la medida que este iba a afectar la producción de mercancías, también,  El
dinero afecta el volumen de ocupación y puede que también los precios en la medida en
que afecte la demanda efectiva, dada las condiciones de oferta. Aun así, para Keynes es
muy importante la idea de la expectativa de los empresarios ya que este llega a afectar
los precios o la producción; e igualmente un factor importante en la demanda efectiva
es la inversión.

KEYNES Y SU TEORIA SOBRE EL CONSUMO

DIANA ISABEL CRUZ

RESUMEN:
El objetivo de este trabajo, es dar a conocer como Keynes plantea toda la cuestión del
consumo, como una de las variables más importantes para la teoría actual
macroeconómica, para obtener esto, estudiaremos las propuestas que nos hacen en el
artículo “La función consumo: síntesis y perspectivas” y en el libro de Keynes la
“teoría general de la ocupación el interés y el dinero”

Palabras clave: Consumo; macroeconomía; ingreso; teoría.

Keynes logro toda una revolución después de la crisis de los años treinta, y diríamos
que toda la macroeconomía actual renació con él, gracias a todos los planteamientos
que logro que hicieran una ruptura con la economía ortodoxa que se manejaba, ya que
Keynes logro ver problemas que en ese entonces no eran tratados con tanta
importancia. En este texto nos enfocaremos puntualmente en el consumo, debido a que
Keynes fue el primer economista que logro reconocer que el ingreso social se
distribuye entre consumo y ahorro. Aquí entra una variable psicológica fundamental
que Keynes denominará propensión al consumo, que consistirá en que a medida que
incrementa el ingreso de las personas, aumenta el consumo, pero no en la misma
medida que la del ingreso y por ello es que se crea todo el problema de la demanda
efectiva. Todo esto es un manejo un poco contrario a lo que postulo la escuela
neoclásica que tuvo unos enfoques más hacia el lado microeconómico, por lo tanto,
ellos plantearon cosas como utilidad y relaciones entre precio y cantidad.
Uno de los aspectos que creeríamos más importantes para entender como Keynes
plantea toda la función de consumo es, primero que el ingreso corriente es el principal
determinante del consumo, segundo que existe una parte del consumo que no depende
del ingreso y que la propensión marginal consumo está entre 0 y 1.

Por otro lado, la función de demanda agregada que nos propone Keynes relaciona el
nivel de ocupación con los ingresos, en estos los ingresos se dividen en la parte que se
gastará en consumir y la que se destinará a invertir. Como aquí nos interesa es la suma
que se gasta en consumir, Keynes nos propone un consumo medido en unidades de
salario que será (Cs) y el ingreso en unidades de salario que será (Ys). Así entonces,
Keynes define la propensión a consumir como la relación entre Ys y Cs. Así que por ley
psicológica como ya mencionamos anteriormente la relación entre consumo e inversión
será dCs/ dYs. De este modo un ingreso creciente ira con frecuencia acompañado de un
ahorro mayor y un ingreso en descenso tendrá un ahorro menor.
Además, de esto Keynes considera que la suma que gastara la comunidad en consumir
depende de:
1.      El monto del ingreso
2.      Otras circunstancias objetivas que le acompañan
3.      Las necesidades subjetivas y las inclinaciones psicológicas y hábitos de los
individuos.
En conclusión, Keynes es un autor del pensamiento económico muy importante, ya que
logro entender la importancia que tenía para la economía el consumo de la sociedad y
esto hizo que se desarrollara toda una teoría, que actualmente se sigue estudiando. Por
otro lado, entenderemos que el monto en consumo en conjunto dependerá de toda una
serie de circunstancias a las que están sujetas las personas, pero principalmente será el
nivel de ingreso total el que determinará el consumo de las personas. Además de esto
después de todo el desarrollo de la teoría Keynesiana, hubieron otros autores que
también se atrevieron de hablar sobre el consumo, como Irving Fisher, que incorporo
como otra variable importante al consumo el ingreso futuro, y desarrollo el modelo de
elección intertemporal, también se desarrolló el modelo de ciclo de vida por Franco
Modigliani, que explicara que los agentes económicos planifican su consumo, y su
ahorro, con el objetivo de asignar de mejor manera el consumo a lo largo de su vida.
También esta Milton Freidman y la hipótesis del ingreso permanente, que rechaza la
idea de que el consumo depende del ingreso recibido anualmente. Así podemos ver un
panorama claro de cómo John Maynard Keynes hizo que a partir de él se desarrollara
toda una teoría macroeconómica sobre el consumo.

LA TEORIA CLÁSICA DE LA TASA DE INTERÉS


Francy Samboni
“La tasa de interés ha sido considerada durante mucho tiempo por la teoría clásica
como el factor que equilibra la demanda de inversores con la inclinación al ahorro”;
en cualquier economía tanto la inversión como el ahorro son trascendentales para su
desarrollo y crecimiento, de igual manera, así como el sistema permite condiciones de
equilibrio, también se presentan casos de desequilibrio, cuando el ahorro empieza a ser
mayor que la inversión y la tasa de interés debe experimentar una reducción como una
medida para incentivar la inversión, el otro desequilibrio se presenta cuando la
inversión es mayor que el ahorro y  la tasa de interés presenta una tendencia hacia el
alza para incrementar el ahorro, estos motivos llevan a que la tasa de interés tenga un
comportamiento variable en el tiempo.
Según la teoría clásica, los mercados tienen la capacidad de autorregularse, por lo
tanto la intervención del gobierno sobre la tasa de interés no es necesaria ya que esta
fluctúa   por si misma de modo  que el ahorro y la inversión  se regulan por si mismos;
algo totalmente opuesto proponía  Keynes, quien consideraba que no podía esperarse
que los mecanismos naturales del mercado llevaran la economía a equilibrarse, Keynes
defendió la intervención del Estado, gastando, invirtiendo y regulando las tasas de
interés con el objetivo de empujar con su actuación a los empresarios y los
consumidores.
Keynes además consideraba que la tasa de interés se veía influenciada por otros
factores sumados a la oferta y la demanda de dinero, uno de ellos el nivel de ingresos
de la economía, pero del nivel de ingresos lo verdaderamente importante eran la
propensión marginal a consumir y la propensión marginal a ahorrar desarrolladas por
los consumidores.
En Venezuela al igual que para la mayoría de países latinoamericanos la propensión
marginal a consumir es alta y la propensión marginal al ahorro es baja debido a varios
factores como el nivel del salario real que se percibe en promedio en la economía, por
ejemplo para esta economía, pese a que los consumidores perciben un salario nominal
“alto”, y sobre el cual en los últimos días su gobierno anuncio un nuevo incremento,
que sumado con los ocurridos durante el año alcanzan un 60% en comparación al
salario del año pasado, aun así el salario real que les permite a los consumidores
acceder a   cierta cantidad de productos, no es suficiente debido a los constantes
cambios en el nivel de precios causados por la inflación.
El interés para la economía clásica es el precio pagado por el uso del capital en
cualquier mercado y para un mercado como el que nos ocupa en este momento, en el
cual el nivel de desocupación viene aumentando paulatinamente, la estrategia del
gobierno es bajar las tasas de interés con el objetivo de estimular la inversión, ésta
aparentemente es una buena estrategia y de la que se podría pensar resultaría
atractiva para los empresarios pero que sumada a las fuertes políticas restrictivas, de
nacionalización y expropiación de empresas por parte  del gobierno en realidad no se
cumple el objetivo, porque esta economía no genera confianza al inversionista, pues el
nivel de riesgo en el que se incurriría es alto, y la tasa de interés para el inversionista
no es suficiente y es preferible optar por el ahorro.
Para concluir, en el panorama de ahorro versus la oportunidad de emplear un monto
de capital, los inversionistas en Venezuela prefieren mantener su capital en condiciones
de ahorro, así la tasa de interés que perciben por este sea inferior a la que podrían
alcanzar si decidiesen invertir.
La estrategia de bajar la tasa de interés para fomentar la inversión debería funcionar,
sin embargo, para Venezuela antes es necesario brindar las garantías para que los
empresarios tomen decisiones de inversión y para eso debe ocurrir un cambio en las
políticas del gobierno, de lo contrario, las modificaciones en las tasas de interés y en
general en política fiscal no generaran el efecto que se desea obtener.
LA TEORIA CLÁSICA DE LA TASA DE INTERÉS.

Andrea Muñoz Delgado

Teniendo en cuenta la teoría clásica que supone que la tasa de interés es el factor que
equilibra la demanda de las inversiones con la propensión al ahorro. La inversión
representa la demanda de recursos disponible y el ahorro la oferta. Es decir, siendo el
interés el precio pago por el uso del capital en cualquier mercado, ese tiende a
establecerse a un nivel de equilibrio en el cual la demanda global de capital será igual
al capital total que se obtiene a esa tasa.

La teoría clásica afirma que todo acto de ahorro reduce la tasa de interés, de modo a
que la producción de capital sea automáticamente estimulada y que cada acto
adicional de inversión hace subir necesariamente la tasa de interés, a menos que se
verifique un cambio en la propensión a ahorrar.

El problema está en que la teoría clásica olvida la influencia de los cambios en el nivel
de los ingresos. Las variables independientes de la teoría clásica de la tasa de interés
son la curva de demanda del capital y la influencia de esa tasa sobre la cantidad
ahorrada de un determinado ingreso. Un segundo problema, es que la tasa de interés
no es una recompensa a la espera, es una recompensa a la renuncia por la liquidez, es
un premio de riesgo.

Considerando lo anterior y llevándolo al caso venezolano, el control de capitales hace


que la tasa de interés interna se desvíe de la tasa de interés internacional, es decir que
al existir controles de capitales, la tasa de interés nacional no es  necesariamente igual
a la tasa de interés internacional . Tampoco las familias pueden convertir activos
externos en moneda local en forma rápida o  viceversa, lo cual limita a los hogares en
sus decisiones de inversión o consumo y tránsito, es decir en libertades fundamentales
de todo ciudadanos.

Además, en Venezuela el BCV ha tenido como meta reducir el ritmo de aceleración de 
precios, dada la persistente tendencia inflacionaria del país en la última década. Ello
conlleva una  reducción de las tasas de interés, las cuales en  promedio han sido
negativas y no reflejan así la prima de riesgo país, la cual ha oscilado alrededor de 8%
durante el año, y que estimula la fuga de capitales del país. De igual forma, la
inestabilidad política y económica del país también se ha materializado en que
inversionistas extranjeros perciban un mayor de riesgo a la inversión de capitales. La
tasa de oportunidad de retribución al capital invertido, dado el alto nivel de riesgo,
desestimula la inversión privada en industria, y esto a su vez, pudiera ser un factor
favorable para la asignación de recursos en el sistema financiero, si la tasa de interés
efectiva es atractiva como recompensa a la renuncia por la liquidez en forma de activos
fijos que pudieran ser invertidos en iniciativas empresariales. Sin embargo, el estricto
control de capitales impuesto por Venezuela limita que esta conducta sea una tendencia
general por los inversionistas del país. Para evitar la fuga de capitales, las tasas de
interés tendrían que reflejar una tendencia a ser iguales a las tasas externas de plazos
equivalentes, sumadas a las expectativas de devaluación del bolívar y al riesgo país.
¿Qué importancia tiene la tasa de interés para la economía?

                                                                                                 Andrés
Giovanny Váquiro Olaya

Los clásicos plantean que la inversión es igual al ahorro, pero ellos caen en el error al
momento de explicar la interacción de esto con la tasa de interés, ya que estos dicen
que  cuando la tasa de interés aumenta, la inversión disminuye (esto se debe a que el
interés es un costo para los empresarios, por tal razón si este aumenta se incrementan
los costos para los empresarios)   pero al suceder esto como la inversión disminuye,
argumentan que entonces las personas al no poder invertir igual que cuando la tasa de
interés era más baja estos optaran por ahorrar, es por esta razón que se está
cometiendo un error en su teoría ya que si estos plantean dicha igualdad entre ahorro e
inversión entonces no debería ocurrir tal situación en que el ahorro sube y la inversión
disminuye cuando se tiene una   tasa de interés mayor. A diferencia de lo que dicen los
clásicos, Keynes argumenta que si la tasa de interés sube la inversión cae también,
pero si esto sucede el ahorro también cae. Porque si la inversión disminuye, el nivel de
ocupación disminuye y si esto sucede disminuye el ingreso y a su vez disminuye el
consumo. Así como también se afecta la eficiencia marginal de capital, ya que cuando
el interés aumenta la eficiencia marginal de capital disminuye, pues el precio de los
bienes de capital será el mismo, pero los costos para adquirir dicho bien serán
mayores, por tal razón los rendimientos de ese bien de capital disminuyen.

También cabe resaltar otra distinción en cuanto a la inversión, en donde los clásicos
dicen que el único estímulo para esta se da a través de la tasa de interés, mientras que
Keynes dice que esta no solo depende de la tasa de interés sino también de la eficiencia
marginal de capital. Así como también  hace otra crítica a la teoría clásica en donde
estos argumentan que la tasa de interés es la que equilibra la demanda de dinero con la
oferta de dinero, pero este dice que no es así.

También hace una crítica a los clásicos, en cuanto a que determina los niveles de
ingreso pues estos  dicen que el ahorro y la inversión son los que la determinan,
mientras que Keynes critica que estos no son los que determinan los niveles de ingreso
sino la curva de eficiencia marginal de capital, la propensión a consumir y la tasa de
interés.

En chile ocurre algo muy particular, ya que esto sucede en muchos países del mundo,
en donde con el fin de mantener una estabilidad económica el banco central de dicho
país tiene como herramienta la intervención constante en la tasa de interés con el fin
de  evitar trastornos del sistema financiero y crisis de balanza de pagos, pero en mayor
medida en cuanto a importancia lo hace para velar también por la estabilidad de los
precios, pues el banco central sube la tasa de interés por el riesgo inflacionario, ¿pero
lo que sucede cuando sube la tasa de interés?. Acá se cae en un problema y es que la
economía interna del país se desacelera, pues  a mayor tasa de interés se hace más
costoso  para las personas endeudarse, ya que se encarecen los créditos. De tal forma
se reduce el riesgo de inflación. Pero en situación inversa, cuando se reduce la tasa de
interés, se incentiva la economía aunque se corre el riesgo de la inflación.

Critica de Keynes a la tasa de interés clásica


MAYRA VIVIANA SIERRA CALDERÓN 
La economía clásica plantea que la tasa de interés influye e incentiva los ahorros y que
éstos se convierten en la oferta de fondos prestables o en la inversión, es decir, existe
una función que conecta los ahorros y la tasa de interés. Por otro lado, la función de la
inversión conecta la tasa de interés y las inversiones, de tal manera que a medida que
aumenta la tasa de interés aumenta el ahorro, y por el contrario las inversiones serán
mayores con menores tasas de interés. Así, la economía clásica afirma que la tasa de
interés es el precio que equilibra la demanda de inversiones y los ahorros.

Frente a estos postulados, Keynes los critica drásticamente, ante el caso de los ahorros
dice que la tasa de interés no determina el ahorro de las personas o familias, para él lo
que define el ahorro es el ingreso, teniendo en cuenta claro, la propensión marginal a
consumir, de tal manera que un mayor ingreso producirá un mayor ahorro. Por otro
lado Keynes a su vez plantea que la eficiencia marginal del capital es la que influye en
el volumen de las inversiones y que la tasa de interés es la que define la cantidad de
fondos disponibles para que se lleven a cabo las inversiones. Con esto podemos ver que
para él, la tasa de interés no equilibra la demanda de inversión y los ahorros como lo
afirman los clásicos, sino que se fija en el mercado de dinero y de la preferencia por la
liquidez o de la demanda de dinero.

Keynes supone que es un error estudiar el interés bajo el supuesto clásico, ya que la
tasa de interés es el medio por el cual los cambios monetarios causan cambios en
la  demanda agregada y en el ingreso, es decir, el dinero produce efectos sobre el
ingreso, dado que el dinero influye en la tasa de interés conlleva al análisis de los
efectos de una modificación en la cantidad de dinero; una expansión monetaria induce
a la baja de la tasa de interés, lo que a su vez estimula la demanda y la producción.
Por lo tanto, Keynes  sostuvo que el interés no significaba la recompensa por la
privación de consumo, sino el premio por renunciar a atesorar activos líquidos. En
otras palabras, la tasa de interés no es la recompensa al ahorro, sino el precio que
equilibra el deseo de conservar la riqueza en efectivo. Dicho de otra manera es la
cantidad de dinero combinada con la preferencia por la liquidez lo que determina la
tasa de interés.

Ahora bien, en la actualidad la tasa de interés es una estrategia del estado dentro de
las políticas monetarias con la cual se busca impulsar el crecimiento, así la tasa de
interés es una herramienta de motivación para que la gente ahorre y acumule riqueza.
La tasa de interés refleja las preferencias temporales de los individuos, de tal manera
que en la realidad hay individuos con preferencia temporal muy baja y otros con
preferencia temporal muy alta. Unos estarán  dispuestos a renunciar el consumo
presente por un valor adicional en el futuro, y otros que preferirán ofrecer un valor
adicional en el futuro a cambio de incrementar el consumo presente. En cuanto a esto
Keynes tuvo gran acertividad así como cuando explica que los factores subjetivos que
llevan a los individuos a consumir no son tenidos en cuenta por la economía clásica.
Aunque la política de la tasa de interés presenta diversos aspectos, cada uno de ellos
reviste importancia en lo que respecta a la fase de su ejecución y a
los objetivos  perseguidos con la política monetaria, fiscal y de desarrollo; papel
especial desempeña la función que la tasa de interés pueda tener, tanto en el
desarrollo del sistema financiero como en la promoción del ahorro privado
voluntario, a través de las instituciones de crédito.
Para nuestro análisis particular, en Argentina  la tasa de interés se utiliza para
estimular el ahorro en moneda nacional. La reciente suba en las tasas de interés de los
instrumentos del banco central, con pleno impacto en las tasas bancarias, pretende
desincentivar la compra de dólares por parte del público y empresas , de modo de
mantener la brecha cambiaria en niveles considerados razonables, al tiempo que
incentiven cierto ahorro en moneda local y contengan las presiones inflacionarias. Con
esto podemos decir que los clásicos no se equivocaron cuando afirmaron que la tasa de
interés influye en el monto ahorrado pero también es claro que Keynes acertó cuando
explica que el ahorro no depende de la tasa de interés, que por el contrario son
múltiples aspectos los que se deben involucrar para poder medir el nivel de ahorro e
inversión.

Teoría General de la Tasa Interés.

Andrea Saenz Gómez.

La teoría general de la tasa interés presentada por Keynes, examina dos factores que
son claves para el establecimiento de esta tasa, el primero es la propensión marginal a
consumir y el segundo es la preferencia por la liquidez.
La preferencia por la liquidez es fundamental para dar pie de la tasa de interés, puesto
que esta nos indica si los entes económicos prefieren consumir ya o posponer su
consumo y esos recursos destinarlos a algo que genere ganancias. Es entonces cuando
la tasa de interés se convierte en la recompensa que reciben las personas por dejar de
lado la preferencia por la liquidez y empezar a ahorrar para recibir un premio por
dicha abstención, por tanto al tener en cuenta la preferencia por la liquidez se
introduce el elemento del dinero, cuya función es fundamental puesto que este junto con
la preferencia ayuda a establecer la tasa de interés y de esta manera determinar qué
tan alta o baja se ubica dentro de la economía, todo ello teniendo en cuenta algo
fundamental como lo es la especulación, pues dadas las condiciones, las personas  al
saber que van a recibir cierta gratificación por abstenerse de gastar su dinero
empiezan a jugar con números para tratar de hallar el valor de la tasa de interés y de
esta manera establecer cuando puede ser más fructífero ahorrar o invertir.

Al contextualizar la importancia de la preferencia por la liquidez en el establecimiento


de la tasa de interés, se puede denotar que Canadá es uno de los países con un alto
grado en el valor de los ingresos per cápita, lo que apunta a que es un país estable y
justo en la asignación de los salarios. Al tener unos buenos ingresos las personas están
acostumbradas a un alto nivel de vida el cual indica que a mayores ingresos mayor es
la cantidad que las personas destinan a ahorrar y es por ello que se podría justificar de
una manera muy mínima las bajas tasas de interés que se dan en este país ya que al
haber tanto dinero disponible la tasa debe ser baja para poder cubrir estas sumas tan
altas de efectivo y generar las gratificaciones a todos   los ahorradores.

Continuando con la idea y bajo la premisa de que ahorro es igual a inversión, señala
que si aumenta el ahorro aumenta la inversión por tanto al tener esta baja tasa de
interés que en Canadá es alrededor del 1%, este porcentaje es llamativo para los
inversionistas y por ello es que se presentan constantes inversiones en los diferentes
sectores económicos generando un mayor nivel de ocupación  y de esta manera
mayores ingresos para los habitantes del país

LA TASA DE INTERÉS KEYNESIANA

Yenifer Caterine Ortega Buitrón

La tasa de interés en Keynes difiere significativamente de la concepción que los


clásicos tenían sobre la misma. Adiciona un componente importante en el análisis que
busca clarificar lo que realmente determina la tasa de interés; se trata de la
preferencia por la liquidez, que es uno de los conceptos claves y distintivos de la teoría
keynesiana, por el tratamiento primal del factor.

Recopilando ideas, la tasa de interés está determinada por “la preferencia psicológica
en el tiempo” de la propensión a consumir, que permite saber la parte del ingreso que
se destinará a ahorro, pero en conjunción imprescindible con la manera en que se
considerará aquello que resta para el ahorro ¿se atesorará de manera que se prefiere
un punto elevado de liquidez o se buscará recompensa por renunciar a la liquidez que
podría tener? La primera opción es clara, en cuanto a la segunda se define otra visión
sobre lo que realmente es la tasa de interés, puesto que no sería una recompensa por la
postergación del gasto sino por desprenderse de la liquidez. La preferencia por la
liquidez tiene varios motivos de realización, que son indiscutibles, se encuentran las
transacciones por negocios o consumo personal; la precaución que da cuenta de una
demanda de efectivo para garantizar el dinero bajo cualquier eventualidad, y por
último la especulación que se produce por el hecho de que se esperan mejores tasas de
interés para el futuro, entonces se retiene el dinero para obtener ganancias. En el
contexto mexicano, la conducta de los individuos no es distinta al promedio, sobre todo
a lo que se refiere a los dos motivos de preferencia por la liquidez mencionados
anteriormente; y la justificación se encuentra en la situación de trabajo informal que
da lugar a una propensión a consumir alta.

Por otro lados son importantes las excepciones que presenta Keynes en el apartado de
la tasa de intereses, no es certero un aumento en la cantidad de dinero reduzca la tasa
de interés, dado que la preferencia por la liquidez puede aumentar más que la cantidad
de dinero disponible; lo cual podría suceder si gran parte de la población decide
atesorar su dinero. Haciendo alusión a la distinción que hace Keynes de la eficiencia
marginal y la tasa de interés, un descenso en la tasa de interés no necesariamente
genera un aumento en las inversiones, porque un aumento en la obtención de
determinado bien de capital reduce la tasa de inversión.

Puede concluirse que la tasa de interés se encuentra grandemente afectada por la


abundancia o escases relativa de dinero que hace parte de las decisiones por preferir o
no la liquidez. 

La paradoja del ahorro de Keynes y sus rupturas


El ahorro, dice Keynes, es toda aquella parte del ingreso que recibe una familia, la
cual no es consumida por esta. Bajo los supuestos de insaciabilidad clásicos, esta
variable era tenida en cuenta como la parte excedente con la cual el consumo marginal
dejaba de crecer, por lo que era utilizada como inversión por parte de los individuos
que decidieran ahorrar.
Las diferencias son evidentes, pues Keynes nos dice por su parte que el ahorro a largo
plazo puede causar una paradoja en la que termine por hacer decrecer los ingresos de
las familias en la economía, esto debido a una cadena de hechos que es originada por
la baja en el consumo generada tras la acción de ahorro de parte de los salarios, lo
cual crea una insuficiencia de la demanda de productos en la economía, lo que
causaría que los empresarios dejaran de producir las cantidades que hasta el momento
venían produciendo, debido a la incapacidad de vender el grueso de toda la
producción, esto a su vez haría que se despidieran más empleados de las empresas,
dado que serían prescindibles para la nueva producción reducida, y así dejarían de ser
un costo innecesario para los empresarios. Esta desocupación generada se traduce en
un menor consumo, que además impulsaría a las familias a ahorra más por miedo a
perder su empleo y quedarse sin posibilidades de consumir. Este ciclo podría
acrecentarse y termina por generar lo que se conoce como la “paradoja del ahorro”.
Los autores Rodrigo García Arancibia, y Leandro Gastón Indavera Stieben, docentes
de la universidad nacional de Loja, y de la universidad nacional de La Plata,
respectivamente, se aventuran en una búsqueda por solucionar la paradoja del ahorro,
por medio de la exclusión de algunos supuestos con vestigios clásicos, bajo los cuales
se enmarca el desenlace que tiene el ahorro en una economía.

Los autores analizan los siguientes postulados:

“1) Presuponiendo competencia perfecta en un sistema económico determinado,


siempre que un agente económico persiga racionalmente su propio interés contribuye
al crecimiento económico con el consiguiente aumento de la producción y el empleo.
2) Siempre que un agente económico aumenta su nivel de ahorro persigue
racionalmente su propio interés.
3) De (1) y (2) se sigue que: presuponiendo competencia perfecta en un sistema
económico determinado, siempre que un agente económico aumenta su nivel de ahorro
contribuye al crecimiento económico con el consiguiente aumento de la producción y el
empleo.
4) En tiempos de recesión, si un agente económico aumenta su nivel de ahorro decrece
el crecimiento económico con la consiguiente reducción de la producción y el empleo,
aun presuponiendo competencia perfecta en un sistema económico determinado.
5) De (4), se sigue que: no siempre que un agente económico aumenta su nivel de
ahorro contribuye al crecimiento económico con el consiguiente aumento de la
producción y el empleo, aun presuponiendo competencia perfecta en un sistema
económico determinado.
6) (3) contradice a (5).”
En estos supuestos se ve la clara contradicción que existe entre ellos, dando como
resultado la incongruencia en los postulados generales bajo los cuales se rigen las
ideas frente al ahorro. Los profesores Rodríguez e Indavera, nos dicen que podemos
aplicar las soluciones rescherianas para la eliminación del conflicto, lo que termina
por decir que se deben omitir algunos de los supuestos que aquí aparecían para que no
se crearan conflictos entre 2 supuestos opuestos. Todo esto en vía de dar una visión
positiva del ahorro propuesto por Keynes, pero, la solución dada por estos autores se
basaba en el hecho de mantener estos supuestos con los cuales se pudiera seguir
sosteniendo los planteamientos sobre el ahorro, dejando de lado los demás
movimientos que ocurren en la economía, los cuales se encargarían de solventar el
problema que se expone en la paradoja del ahorro.
Siendo este el caso tendríamos que decir que la propensión a consumir, llegada a un
punto en el que el ingreso es lo suficientemente grande como para alcanzar los medios
de consumo mínimos de las familias, siempre va a ser (la propensión al consumo)
inferior a la cantidad de ingresos, de tal forma que el excedente que sobra de esos
ingresos, es muchas veces guardado como ahorro para un futuro uso, ya sea en
consumo, o en una inversión.

En el análisis de los enunciados propuestos, los enunciados 1, 2, y 4, tienen un evidente


choque en sus argumentos, pues el ahorro estaría siendo un malestar, y a la vez un
beneficio para la sociedad. Los autores nos dicen: “(1), finalmente, no sería más que
una suposición especulativa que pretende que las acciones individuales racionales
produzcan efectos racionales en el conjunto de la economía, proposición que, por un
lado, no tiene fundamento empírico y, por otro, sólo puede pensarse como un caso
especial sobre un continuo más general de casos posibles. Esta generalidad keynesiana
se refiere a la metodología basada en un continuo histórico sobre el cual un estado de
equilibrio sólo constituye un punto sobre este tiempo histórico, del mismo modo que un
estado “realista” de desequilibrio (ver Boland, 1985).”

En este sentido se hace entender que la proposición 1 en la que el interés del individuo
genera unos efectos positivos frente a la sociedad en general, queda disuelto, y se ve
claramente explicado por la dinámica que dije al inicio del texto, donde el ahorro
termina por generar una baja en la demanda, y por tanto en el crecimiento de la
economía. Estos puntos establecidos por los autores son efectivamente una forma de
solventar el problema de la paradoja generada por el ahorro. Sin embargo, hay que
recordarles que, por medio del ahorro, las instituciones financieras pueden dar
créditos cada vez mayores y con una tasa de interés baja a las empresas que deseen
adquirir un préstamo con ellas, para hacer inversiones, y de esta manera generar más
empleo, y, por ende, mayor fuente de ingreso que permita realizar un consumo más
elevado. Pero para que esta dinámica se dé, es necesario que las familias ahorren en
grandes cantidades.

Finalmente es necesario recordar que este postulado keynesiano es un punto de ruptura


con el pensamiento clásico, el cual nos dice que, el excedente de ingreso no consumido,
es un monto que está dirigido a convertirse en una inversión por parte del individuo
que lo realiza, lo cual Keynes no explica que muchas veces no es así, pues este monto
puede estár destinado para la realización de un consumo acrecentado, o incluso como
medida de seguridad para las situaciones difíciles que se viven en la economía. Esto
choca directamente con los supuestos clásicos de insaciabilidad y racionalidad, los
cuales suponen que los individuos nunca tendrán la necesidad de ahorrar en caso de
una futura desocupación, o algo por el estilo, ya que estas situaciones no se generan en
la economía, debido a la situación permanente de equilibrio con la que cuenta, algo
que como podemos observar, no se cumple siempre.

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