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La patologización de la transexualidad: reflexiones críticas


y propuestas
The pathologization of transexuality: critical reflections and
proposals

Miquel Missé y Gerard Coll-Planas.


Sociólogos e investigadores en la Universitat Autònoma de Barcelona.

Resumen: En el presente artículo abordamos el debate sobre la desclasificación de la tran-


sexualidad como un trastorno mental con los objetivos de visibilizar esta problemática
todavía muy desconocida en la comunidad médica española, analizar críticamente en qué
consiste el proceso de patologización y, finalmente, elaborar una propuesta alternativa que
pueda resolver (o simplemente mejorar) la situación actual.
Palabras clave: transexualidad, trans, patologización, derechos humanos.

Abstract: In this article we address the debate on the disclosure of transsexuality as a


mental disorder with the aims of visibilizing this issue, largely unknown by the Spanish
medical community, analyzing critically the pathologization process and, finally, develo-
ping an alternative proposal to solve (or at least improve) the current situation.
Key Words: transsexuality, trans, pathologization, human rights.

1. Introducción Mundial de la Salud-OMS) la recogen bajo el


nombre de “trastorno de la identidad sexual o
En el presente artículo abordamos el debate disforia de género” o de “desordenes de la iden-
sobre la desclasificación de la transexualidad tidad de género” respectivamente.
como un trastorno mental con los objetivos de
visibilizar esta problemática todavía muy desco- El debate sobre la desclasificación o despato-
nocida en la comunidad médica española, anali- logización de la transexualidad ha cobrado en
zar críticamente en qué consiste el proceso de los últimos años una gran importancia en el
patologización y, finalmente, elaborar una pro- seno del activismo trans, gay y lésbico, y pro-
puesta alternativa que pueda resolver (o simple- gresivamente ha ido captando la atención de
mente mejorar) la situación actual. diversos profesionales de la salud (sobre todo
psiquiatras, psicólogos y psicoanalistas) de
La transexualidad está catalogada desde 1980 todo el mundo.
como un trastorno mental. Actualmente los
manuales de enfermedades mentales DSM-IV-R Antes de entrar en materia es importante aclarar
(elaborado por la American Psychiatric una cuestión terminológica. A lo largo de este
Association- APA) y CIE-10 (de la Organización texto no se utiliza el término “transexual” sino

Norte de salud mental, 2010, vol. VIII, nº 38: 44-55.


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La patologización de la transexualidad: reflexiones críticas y propuestas

“trans”. Nos referimos a trans para englobar a personas trans. Actualmente, la última versión
transexuales, transgéneros y travestis sin tener del SOC establece un período de seguimiento
que explicitar las divisiones internas que existen durante el cual el médico descarta que se trate
dentro del propio colectivo trans. Esta palabra, de cualquier otra patología mental y se cerciora
pues, no es un mero sinónimo de “transexual” de que se trata de un caso de trastorno de la
(término procedente de la medicina) sino que es identidad de género.
una propuesta del movimiento trans para salir
del campo médico y cambiar el paradigma desde A lo largo de los años 70 y 80, muchos países
el que comprendemos la transexualidad. En este europeos importaron este modelo, y a través de
sentido “trans” hace referencia a toda aquella su aplicación progresiva se han ido desarrollan-
persona que vive en un género distinto al que le do y perfeccionando unidades en algunos depar-
ha sido asignado al nacer en base a su sexo, tamentos de psiquiatría de hospitales públicos
independientemente de si ha modificado su especializadas en el diagnóstico y seguimiento
cuerpo o de si ha recibido un diagnóstico de tras- de personas trans.
torno de la identidad de género.
La catalogación de la transexualidad como un
Es preciso en esta introducción situar la proble- trastorno mental implica que las personas trans
mática explicando concretamente como se diag- deben someterse a una evaluación psiquiátrica
nostica el trastorno de identidad de género, cual para acceder a un tratamiento hormonal y/o qui-
es la situación actual del tratamiento de las per- rúrgico y en el caso español, también para poder
sonas transexuales en el sistema sanitario públi- modificar su mención de sexo y nombre en sus
co español y el estado de la cuestión del activis- documentos oficiales1.
mo por la despatologización trans. Dedicaremos
los siguientes apartados a la exposición del aná- Actualmente el DSM está siendo revisado y está
lisis crítico y de las propuestas. Acabaremos el previsto que aparezca su quinta versión en mayo
artículo con reflexiones que nos permitan abrir del 2013. La revisión del DSM es fundamental
nuevas líneas de debate y de encuentro con porque definirá el marco en el que se abordará la
otras cuestiones como son analizar el origen cul- situación médica de las personas trans en los
tural de la necesidad de modificación corporal próximos años e influirá la clasificación de la
de las personas trans y la creación de nuevos OMS.
modelos de tratamiento.
El tratamiento de la transexualidad
El origen de la patologización en el sistema sanitario público español
El endocrinólogo Harry Benjamin es quién intro- En cuanto a la situación médica de las personas
duce el 1954 el término “transexualismo” y des- trans, el pasado 2008 el Ministerio de Sanidad y
arrolla los primeros criterios para el diagnóstico Consumo decidió organizar la cobertura sanita-
de transexualismo (Benjamin, 1966). En 1979 la ria de las personas trans por centros de referen-
Harry Benjamin International Gender Dysphoria cia, en lugar de apostar por una inclusión de
Association (actualmente World Professional estos tratamientos en la cartera de prestaciones
Association of Transgender Health) establece un generales del Sistema Nacional de Salud, crean-
protocolo oficial para los tratamientos de reasig- do así una desigualdad de acceso a los trata-
nación de género denominado Standards of Care mientos a nivel territorial. El abordaje se produ-
for Gender Identity Disorders (SOC). Este proto- ce en las Unidades de Trastornos de la Identidad
colo, siguiendo las pautas de identificación y los de Género (UTIG) en la que se coordinan psiquia-
criterios diagnósticos de Benjamin, indica de tras y psicólogos, endocrinólogos y cirujanos (en
forma detallada como debe de ser el tratamiento las UTIG-s suele ser habitual que no estén todos
psiquiátrico, endocrinológico y quirúrgico de las estos profesionales (sobre todo cirujanos), o que

1
Así lo expresa la Ley 3/2007 de 15 de marzo reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas,
también llamada “ley de identidad de género”.

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Miquel Missé , Gerard Coll-Planas

haya algún otro especialista (foniatra, etc.), dos bajo el nombre de Red por la Despa-
dependiendo de cada UTIG), para hacer un tologización de las Identidades Trans del Estado
seguimiento transversal de los tratamientos a español. Desde esta red se dan los primeros
los que se someten las personas trans. Se reali- pasos hacía una movilización internacional que
za el diagnóstico del trastorno de identidad de toma forma en 2009 con la campaña Stop Trans
género, se recetan hormonas y se realizan un Pathologization-2012 (STP-2012)2. Se inicia así
número limitado de operaciones al año. En el una movilización internacional con el objetivo de
Estado Español existen las UTIG de Andalucía, reivindicar la despatologización de las identida-
Cataluña, Asturias, Madrid, Extremadura, des trans del próximo DSM-V y de asegurar la
Baleares y País Vasco (Canarias y Galicia están cobertura médica de los tratamientos hormona-
en trámite). Actualmente, de éstas se han acredi- les y quirúrgicos de las personas trans que así lo
tado varios centros de referencia estatal: entre demanden. La campaña STP-2012 ha tenido una
estos centros de referencia se encuentran el muy fuerte y positiva respuesta por parte de
Hospital Clínico de Barcelona, La Paz-Ramón y activistas trans de todo el mundo: el próximo 23
Cajal de Madrid y el Hospital Carlos Haya de de octubre del 20103 se movilizarán más de 45
Málaga. ciudades en Asia, África, América y Europa (13 de
ellas españolas) en un día de lucha mundial con-
El activismo por la despatologización tra el trastorno de identidad de género.
La lucha contra la patologización de la transe-
xualidad es muy reciente y ha tomado muchas La transexualidad, un producto occidental
ideas del movimiento antipsiquiátrico que en su
momento replanteó el concepto de enfermedad La “transexualidad” es un término producido por
mental y luchó por la eliminación de los estable- la medicina norteamericana en la década de los
cimientos de internamiento psiquiátrico. “50, es una palabra pensada para categorizar y eti-
quetar las trayectorias vitales de aquellas perso-
Cuando se defiende la despatologización de la nas que han nacido con un cuerpo de hombre pero
identidad trans no se persigue únicamente la des- viven en femenino y las personas que han nacido
clasificación del trastorno de los manuales de con un cuerpo de mujer pero viven en masculino.
enfermedades, sino que se trata sobre todo de Debido a ello en Estados Unidos y en Europa, la
reivindicar que las personas trans en los trata- información que circula sobre transexualidad está
mientos médicos que puedan requerir deben ser constantemente enmarcada en el discurso científi-
reconocidos como sujetos activos, con capacidad co-médico de la enfermedad, del sufrimiento y sin
para decidir por sí mismos; se trata de reivindicar duda del tratamiento y del cuidado.
la autonomía y la responsabilidad sobre sus pro-
pios cuerpos, de tomar la palabra para hablar de En los últimos años se ha empezado a retomar la
sus propias vidas, algo que hasta ahora habían idea de que mucho antes de que existieran cate-
hecho exclusivamente los médicos. gorías médicas para explicar la cuestión trans,
existían en otras culturas identidades muy pare-
Aunque se habían hecho otras pequeñas accio- cidas a las que aquí llamamos transexuales
nes anteriormente, en España el discurso contra donde esta identidad no era ni es considerada
la patologización se presenta públicamente el 7 un problema sino al contrario, a la que se le atribu-
de octubre del 2007 a través de tres manifesta- ían características positivas. Entre ellas se encuen-
ciones simultáneas en Madrid, Barcelona y París. tran las hijras de la India, las muxes zapotecas, los
Desde entonces se ha ido tejiendo una red de two-spirits nativos americanos, las kathoeys tai-
alianzas entre grupos y activistas a través de la landesas, las fa”afafines de Polinesia o los taka-
geografía española que hoy en día trabajan uni- tapuis maoríes, entre otras.

2
Utilizar el año 2012 (año en el que estaba prevista la publicación del DSM-V) ha sido la forma de visibilizar una finalidad concreta
para la campaña. Sin embargo, hace pocos meses la APA hacía público que la fecha de aparición del nuevo manual sería en mayo
del 2013, un retraso debido a las presiones que está recibiendo la revisión del DSM.
3
Ver la web oficial de la campaña STP-2012 (http://www.stp2012.info).

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La patologización de la transexualidad: reflexiones críticas y propuestas

De hecho, hoy podemos apuntar que el modelo (2006c) hablan de tres hipótesis que son (o han
científico desarrollado en Occidente en relación sido) hegemónicas a la hora de explicar las cau-
a la sexualidad, el cuerpo y el género tiene un sas de la transexualidad: la psicosocial, la bioló-
impacto negativo en la diversidad sexual y de gica y la mixta.
género de muchas culturas. En esta línea,
Carsten Balzer (2010) muestra que la patologiza- La primera, elaborada por John Money, sostiene
ción funciona como un mecanismo de coloniza- que en base a la apariencia de los genitales se
ción imperialista que trasmite el mensaje de que establece el “sexo de asignación”. Éste determi-
en Occidente se trata con respeto a las personas na las conductas y expectativas que tendrán los
trans e incluso algunos Estados se hacen cargo adultos que rodean al recién nacido, que refuer-
de su tratamiento médico hormonal y/o quirúrgi- zan la identificación “apropiada”. De acuerdo
co. Esta idea que se pretende progresista con esta hipótesis, la transexualidad es un
demuestra el poco conocimiento que se tiene en “inadecuado modelo de aprendizaje” debido a
Occidente de estas otras culturas y de estas “la ausencia del refuerzo de conductas del rol
otras maneras de entender la cuestión trans. sexual”, o a “una interpretación errónea de esta
Diciendo esto no negamos que en muchos paí- información” (Gómez et al., 2006c: 114).
ses las personas trans vivan una fuertísima vio-
lencia, pero rescatamos también aquello de lo La segunda hipótesis, la biológica, entiende la
que no se habla, aquellos lugares que sobrevi- transexualidad como una “alteración” del proce-
ven y resisten al modelo patologizante y de los so de diferenciación sexual del cerebro que se
cuales tenemos mucho que aprender. produciría durante la gestación. La “alteración”
Reinvidicar la despatologización de la transexua- no tendría que ver con una disfunción cerebral,
lidad es apostar por un proyecto político que sino con la “desarmonía entre la diferenciación
busca reducir el impacto de la cultura y las pre- sexual de las primeras etapas (sexo cromosómi-
siones de género en la construcción del propio co, gonadal, hormonal y genitales externos)” y la
cuerpo y de la propia identidad. posterior diferenciación sexual del cerebro
(Gómez et al., 2006c: 116).
2. Análisis crítico del proceso patologizador
Finalmente, los autores presentan la hipótesis
En esta sección abordamos el análisis de cómo mixta, según la cual la transexualidad es causa-
es construido discursivamente el proceso tran- da por una compleja interacción entre factores
sexualizador teniendo en cuenta los discursos biológicos y ambientales que actúan tanto antes
de las instituciones internacionales que lo como después del nacimiento y que se inscriben
regulan y de los profesionales que lo llevan a en lo biológico.
cabo en el contexto español4. Para ello hemos
analizado una entrevista a la psicóloga clínica La psicóloga clínica entrevistada se posiciona
de una Unidad de Trastornos de la Identidad de contundentemente a favor de la hipótesis bioló-
Género (UTIG), el libro Ser transexual (Gómez y gica:
Esteva de Antonio, 2006a) cuyos autores son
profesionales de UTIGs del Estado, el protoco- Condicionantes culturales y de aprendizaje no
lo para el tratamiento de personas trans hay. Es lo que vemos nosotros. (…) Durante la
Standards Of Care For Gender Identity formación del embrión, al primer semestre del
Disorders (HBIGDA, 2001). embarazo parece que hay un desequilibrio en
cuanto a hormonas. Es como si en un transe-
Las raíces de la transexualidad xual femenino hay suficientes hormonas mas-
culinas para masculinizar su cuerpo pero no
En relación al origen, Esther Gómez, Isabel han masculinizado su cerebro (Ent. Psicóloga
Esteva de Antonio y Jesús Fernández-Tresguerres clínica).

4
Para un análisis más exhaustivo de los discursos alrededor del proceso de patologización, ver Coll-Planas (2010).

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Miquel Missé , Gerard Coll-Planas

A pesar de la contundencia de esta afirmación, ra en un proceso complejo en el que cada indivi-


actualmente no se dispone de criterios objetivos duo, en su singularidad radical, establece una
de carácter biológico para diagnosticar la transe- serie de identificaciones, que no se pueden
xualidad, pues las personas trans. Además, la reducir al binomio masculino/ femenino ni vincu-
investigación para encontrar diferencias en el larse necesariamente al sexo. El paradigma del
cerebro de personas transexuales que se ha lle- desorden o del error, en cambio, suponen un
vado a cabo hasta el momento adolece de defi- desarrollo normal y sano, del cual se desvían las
ciencias debido a la reducida muestra y a los personas trans. Éste tiene dos posibles formula-
escasos estudios llevados a cabo. Pero hay aún ciones, corporal y psíquica, que conviven contra-
un punto flaco más contundente que práctica- dictoriamente en el discurso patologizador.
mente imposibilita la demostración de la hipóte-
sis biológica en relación al efecto de la hormona- Por un lado, ubican el “error” a nivel de cuerpo,
ción del cerebro: lo que supone entender la transexualidad como
“estar encarcelado en un cuerpo que no le
Los autores estamos convencidos del sustrato corresponde” o como “haber nacido en un cuer-
biológico de la transexualidad, a pesar de que po equivocado”. Al situar el error en el cuerpo, la
los estudios al respecto son limitados y no transexualidad deviene un tipo de intersexuali-
concluyentes (…). Que existan estudios con- dad: si en la segunda no se produce la corres-
cluyentes es prácticamente imposible porque, pondencia entre las dimensiones cromosómica
¿cómo evaluar el desarrollo cerebral y la y/o gonadal y/o genital, en el caso de la transe-
influencia hormonal durante la época fetal, si xualidad, la falta de correspondencia se produci-
para ello se debería estudiar cerebros de fetos ría entre la identidad de género y las demás
fallecidos, y no sabemos cuáles habrían des- dimensiones del sexo.
arrollado este trastorno? (Gómez y Peri en
Gómez et al., 2006c: 124).5 Por otro lado, se afirma que el “error” de la tran-
sexualidad se encuentra en el plano psíquico, lo
De esta forma, el discurso patologizador de la
que abre la puerta a considerar la transexualidad
transexualidad se asienta sobre unas bases pro-
como un trastorno mental. En este caso, se con-
fundamente biologistas6, que relegan el influjo
sidera que lo que está equivocado no es el cuer-
de la cultura en la construcción de las identifica-
po sino la mente, que no reconoce el género atri-
ciones de género.
buido y rechaza el cuerpo.
Desorden o diversidad Sostener que el error tiene origen al mismo tiem-
Esteva de Antonio y Gómez (2006: 42) explican po en el cuerpo y en la mente resulta contradic-
que durante la fase de formación del feto pue- torio, pues si se trata de un fenómeno de origen
den ocurrir “errores o variantes” que conduzcan biológico no debería clasificarse como un tras-
a un estado intersexual. Es interesante la utiliza- torno mental, y si tiene un origen puramente psí-
ción de los conceptos “error” y “variante” como quico es difícilmente justificable recomendar
equivalentes ya que tanto en el caso de la inter- una transformación física.
sexualidad como de la transexualidad (que
desde su perspectiva tienen unos límites desdi- La raíz del sufrimiento
bujados) nos sitúan en dos paradigmas diferen-
tes, el del desorden y el de la diversidad, que Un debate clave es si se considera que el sufri-
generan efectos políticos encontrados. miento es inherente a la transexualidad o fruto
del rechazo social. En el discurso psi hegemóni-
Desde el paradigma de la diversidad, se puede co encontramos una posición ambigua respecto
entender que la identidad de género se configu- a este tema. Federico Soriguer y Manuel Valdés

5
Esta importante información, que se encuentra en el libro Ser transexual, está localizada en el anexo de un capítulo.
6
En Coll-Planas (2010) se expone que las explicaciones biologistas de la transexualidad son a menudo reproducidas por las propias per-
sonas trans porque, al liberarlos de la agencia, les resultan útiles para lidiar con el sentimiento de culpa que muy a menudo tienen.

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La patologización de la transexualidad: reflexiones críticas y propuestas

(2006: 529) entienden el sufrimiento como algo valorativamente neutros y objetivamente esta-
intrínseco a la transexualidad y afirman que “el blecidos.
transexualismo (…) debe ser considerado una
condición biológica que al trastocar las certezas Encapsular la realidad
establecidas sobre el género, hace sufrir a las
personas que la padecen”. Sin embargo, en otra Consideramos que una de las funciones de los
parte del mismo libro se pone el acento en el profesionales es promover un ordenamiento de
rechazo social como la mayor fuente del sufri- la diversidad: las desbordantes formas de identi-
miento de las personas trans (Gómez et al., ficarse y desear se reducen a un abanico de cate-
2006b: 67). gorías claras y bien delimitadas; y ante el desor-
den que supondría la no correspondencia sexo/
Entender el sufrimiento inherente supone no género, se promueve la transformación corporal.
tener en cuenta el efecto de la transfobia y de las
rígidas normas de género en el padecimiento de En el Standards Of Care, en el libro Ser transe-
las personas trans. Por el contrario, considerar xual y en la entrevista a la psicóloga clínica
que es producto del rechazo social resulta con- encontramos múltiples muestras de esta ten-
tradictorio con la definición de trastorno en el dencia a trocear en categorías estancas la diver-
DSM-IV, pues ésta excluye los conflictos proce- sidad del deseo y de las identificaciones7. Estas
dentes de la tensión entre individuo y sociedad. categorías son reificadas, son tomadas como
realidades incuestionables a las que las expe-
Sostenemos que es el rechazo del entorno el que riencias personales deben acoplarse (ver
provoca el sufrimiento de las personas trans y Bergero y Cano, 2006: 129), en vez de como
hasta les impulsa a querer modificar sus cuerpos constructos humanos que tratan de dar cuenta
con el fin de tratar de encajar en el modelo nor- de las complejas y no siempre clasificables expe-
mativo de género. En este sentido, en un entor- riencias humanas.
no menos transfóbico y sexista, un hombre
femenino y una mujer masculina podrán sentirse La reasignación sexual como meta
reconocidos y deseados, por lo que tendrán
En Standards Of Care se establece que el tera-
mejores condiciones para aceptar sus cuerpos.
peuta debe ayudar al paciente a establecer
metas realistas, a tener en cuenta las complica-
Los condicionamientos del acompañamiento ciones que puede acarrear la intervención tanto
A pesar de que los profesionales pretendan no a nivel social como de salud y a entender que
estar imponiendo sus criterios sino acompañan- ninguna operación puede “erradicar permanen-
do al paciente en sus decisiones autónomas, en temente todos los vestigios del sexo original de
la práctica este esfuerzo colaborativo es difícil. la persona”. A pesar de estos principios, tanto el
Para empezar porque la relación es muy des- mismo Standards Of Care como los discursos de
igual, ya que quien tiene la potestad para dicta- los profesionales configuran la reasignación
minar si la persona es transexual es el profesio- sexual como un elemento indisociable de la tran-
nal, ya que argumentan que “la subjetividad de sexualidad. Esto se traduce en considerar que
cada persona puede distorsionar la realidad de toda persona “verdaderamente” transexual se
uno mismo” (Gómez et al., 2006c: 141). quiere operar los genitales. En ningún caso se
contempla que la persona se sienta mujer pero
No se contempla, en cambio, que la subjetivi- no desee castrarse o que alguien se sienta hom-
dad del profesional distorsione la realidad del bre y pueda disfrutar de su cuerpo sin necesidad
paciente, como hemos visto que efectivamente de una reasignación sexual.
sucede en relación a los estereotipos de género
y el heterosexismo. En definitiva, los profesiona- Además, no se cumple con el criterio de informar
les se presentan como guiados por criterios de forma realista, ya que se pretende que el

7
Ver en este sentido como la psicóloga Cristina Garaizabal (2006: 169) critica la rígida diferenciación entre las categorías de traves-
tismo y transexualidad.

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Miquel Missé , Gerard Coll-Planas

sufrimiento que viven las personas transexuales La defensa de la operación y la hormonación que
desaparece con el tratamiento, contribuyendo a establecen los profesionales contradice el princi-
sobredimensionar los efectos de la operación, pio de informar de forma realista al paciente y de
negando que el sufrimiento pueda persistir o ayudarlo a tomar sus decisiones de forma impar-
incluso aumentar al llevar a cabo la transforma- cial y sin privilegiar ningún tratamiento.
ción corporal. Se tiende asimismo a minimizar o Coincidimos con Garaizabal (2006: 172) en que
directamente a obviar los efectos secundarios de es necesario “colocar en un lugar más apropiado
la operación y la hormonación (ver Coll-Planas, [la operación] y despojarla de los mitos que hoy
2010: 210ss). En relación al dolor del postopera- la rodean”, con el objetivo de dejar de alimentar
torio, la psicóloga clínica lo concibe de la la idea de que la operación acabará con el sufri-
siguiente forma: miento e implicará volver a nacer.

P- ¿Crees que la gente es consciente cuando Reproducción del género normativo


se somete a la reasignación sexual de los ries-
gos que tiene, o tiene tan claro que quiere Finalmente, consideramos se ha pasado de que-
hacerlo que por más que le digas…? rer modificar la identidad de género de las perso-
nas trans a aceptarla siempre y cuando reproduz-
-Ni dolor, ¿me entiendes? can el género normativo al máximo (incluyendo la
P- ¿En qué sentido lo dices? modificación de sus cuerpos), con los procesos de
verificación correspondientes. Esta especie de
-No hay dolor físico. peritaje de género se produce mediante prácticas
cotidianas8 que tienen lugar en las UTIG como
P- ¿No hablan de ello o ni…?
enseñar a comportarse como un hombre o una
-No, no. O sea, imagínate qué te hacen, imagí- mujer “de verdad” (clases de maquillaje, de andar
nate qué tipo de intervención, ¿no? Y cuando con tacones…) o cuestionar la solidez de la identi-
dices “y bueno, ¿qué tal la recuperación, el dad de género reivindicada por la persona trans si
dolor?” “Nada, nada”. O sea, son tantas las no viste como “debe” (por ejemplo, una chica
ganas, la ilusión… que desaparece, no hay trans que con tejanos y camiseta era cuestionada
dolor, no hay, no hay. Dicen que el dolor es una por no vestir “suficientemente femenina”). La
emoción, pues… [se ríe] reproducción del género normativo también se
ejerce mediante la utilización, en el proceso de
P- Hay otra emoción que lo supera. diagnóstico, de la escala de masculinidad-femini-
-Exactamente [se ríe] hay otra emoción que dad del Inventario Multifásico de Personalidad
inhibe el dolor (Ent. psicóloga clínica). Minessota, ampliamente criticada por mantener
una visión del género altamente estereotipada
Pensar que las personas sometidas a la operación (Garaizabal, 2006: 167).
de reasignación sexual no sienten dolor es dudoso
en el caso de intervenciones de esta envergadura Queremos aclarar que consideramos que esta
y cuyas curas pueden llegar a durar años. violencia de género no es ejercida de arriba a
abajo, sino que se lleva a cabo desde múltiples
A pesar de que los profesionales y las directrices lugares: el entorno social presiona a los suje-
declaran que cada paciente es único y debe tos no normativos para que se adapten, en el
seguir su propia trayectoria sin presiones, la marco de una sociedad sexista el sujeto mismo
mayoría de personas que entrevistamos o parti- vive como necesaria la encarnación de una
ciparon en los talleres relatan haberse sentido identidad género reconocible, la comunidad
presionadas por parte de psicólogos y psiquia- trans reproduce la segregación hacia quienes
tras en algún momento del tratamiento. no optan por la reasignación sexual, el Estado

8
Un ejemplo de la imposición de los estereotipos de género lo encontramos en el caso relatado por una mujer trans cuyo trabajo
requiere el uso disolventes y pinturas que le dejan las manos manchadas. En la primera visita, la psicóloga sugirió que debería dejar
este trabajo si realmente se sentía mujer. Dentro de esta misma lógica, la entrevistada también sintió como la relación con su mujer
era cuestionada ya que, des del punto de vista de la psiquiatra, sentirse mujer implica sentirse atraída por los hombres.

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La patologización de la transexualidad: reflexiones críticas y propuestas

adopta los planteamientos patologizadores en del género de las personas como un derecho
su legislación, etc. Por lo tanto, a menudo la humano fundamental. Esto se ha materializado
patologización es previa a la intervención de en diversos documentos e informes, de entre los
los profesionales, lo que puede ayudarnos a que destacan los Principios de Yogyakarta
resituar su grado de responsabilidad en el pro- (2007) y el Informe “Derechos Humanos e
ceso de patologización. Identidad de Género” de Thomas Hammarberg,
Comisario de Derechos Humanos del Consejo de
Europa, publicado en julio de 20099. Al hilo de
3. Propuestas estas declaraciones internacionales se entiende
A menudo se ha comparado la lucha por la des- que seguir considerando las identidades de
patologización trans con la que inició en los “70 género no-normativas10 como enfermedades
el colectivo homosexual. Y aunque es cierto que mentales u orgánicas supone una vulneración de
tienen una gran similitud (reivindicar que una los derechos humanos de las personas.
determinada orientación sexual o identidad de
género no son patológicas) tienen también una Como decíamos en la introducción, actualmente
importante diferencia: el colectivo gay y lésbico están el DSM y el CIE están siendo revisados y se
no necesita una atención médica específica prevé que aparezcan en 2013 y 2015 respectiva-
mientras que buena parte del colectivo trans sí mente. El pasado febrero del 2010 la APA publicó el
quiere acceder al sistema sanitario para conse- borrador del futuro DMS-V, en que se apunta una
guir tratamientos hormonales y/o quirúrgicos. tendencia a continuar con la patologización de
Por ello, cuando hablamos de despatologización estas identidades. Se propone modificar el nom-
trans no tiene sólo que ver con desclasificar de bre del TIG y cambiarlo por “incongruencia de
los manuales de enfermedades internacionales género” y además se apuesta por ampliar las cate-
el TIG sino que consiste al mismo tiempo en gorías diagnósticas del trastorno de identidad de
establecer una nueva fórmula para que las per- género en niños y adolescentes y del travestismo
sonas trans no pierdan el derecho a una atención fetichista entre otras11. En reacción a este borrador,
sanitaria, algo que se interpreta que es más fac- el pasado mes de abril del 2010 la campaña inter-
tible si se apela a un supuesto carácter patológi- nacional STP-2012 difundió una propuesta de peti-
co de la transexualidad, aunque sólo sea de ción de despatologización12 dirigida a la APA. Más
forma estratégica. allá de las razones que esgrimíamos en el segundo
apartado de este artículo, en esta propuesta se
En consecuencia, las propuestas que a continua- argumentaba principalmente que la libre identidad
ción planteamos se organizan teniendo en cuen- de género es un derecho humano básico y que la
ta, por un lado, la importancia del reconocimien- patologización es un proceso que estigmatiza a las
to de la identidad de género de las personas personas trans.
trans como no patológica y, por el otro, buscar
una salida a la demanda de derechos sanitarios Actualmente la mayor parte de los esfuerzos
de las personas trans. están orientados hacia la APA porque se ha con-
siderado que sería más efectivo dado que se
Del paradigma de la enfermedad al de los publica antes la nueva versión y que la psiquia-
derechos humanos tría norte-americana tiene una gran influencia en
la lista de la OMS.
En relación a la identidad de género, en los últi-
mos años ha emergido una perspectiva de dere- En algunos países se ha intentado poner fin a la
chos humanos que reconoce la libre expresión patologización de la transexualidad modificando

9
Para un análisis en profundidad sobre la perspectiva de derechos humanos e identidad de género ver el capitulo de Aimar Suess
(2010).
10
Por identidades de género no-normativas entendemos aquellas que no reproducen el sistema normativo binario hombre-mujer.
Identidades de género masculinas en personas con una anatomía de mujer, identidades de género femeninas en personas con una
anatomía de hombre u otras identidades de género que se sitúan fuera de la dicotomía masculino-femenino.
11
Para más información leer el Comunicado de STP-2012 (2010).
12
Para más información ver la Propuesta de petición a la APA de STP-2012 (2010).

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sus propias clasificaciones de enfermedades. proceso de salud no basado en una enferme-


Este es el caso de Francia, que ha sido muy con- dad que requiere atención sanitaria (STP-
trovertido. El activismo trans francés, del cual se 2012, 2010.
ha inspirado en gran parte el activismo español,
ha reivindicado durante los últimos años la des- Como vemos, la reivindicación de la integración
psiquiatrización de las identidades trans. El del tratamiento de modificación corporal que
pasado mes de febrero del 2010 el Ministerio de algunas personas trans demandan en el marco
Sanidad francés dio un paso en este sentido al del sistema sanitario presenta su complejidad.
eliminar los trastornos de identidad de género Podríamos decir que hay tres demandas en un
de la lista en la que estaba catalogada (ALD-23) mismo objetivo.
y reclasificarlos en un nuevo grupo (ALD-31). De
En primer lugar se trata de perfeccionar el trata-
este modo han pasado de la categoría de enfer-
miento a las personas trans, desde la atención y
medades psiquiátricas a enfermedades de causa
el acompañamiento hasta la mejora del conoci-
indeterminada13. Por tanto se ha despsiquiatriza-
miento médico (efectos secundarios de los trata-
do pero no despatologizado las identidades
mientos hormonales, perfeccionamiento de la
trans ya que la transexualidad sigue considerada
técnica quirúrgica, etc.). En segundo lugar, pro-
como una enfermedad.
mover la idea de que la modificación corporal de
Para evitar este tipo de reclasificaciones que las personas trans es una cuestión de salud
continúan ubicando la transexualidad en el para- pública y debe de estar cubierta por la seguridad
digma del trastorno, recientemente en el discur- social en el sistema sanitario público. Y en tercer
so del movimiento trans a nivel global se ha y último lugar, idear un sistema que permita la
optado por dejar de utilizar el termino psiquiatr- modificación corporal sin un diagnóstico de
ziación y cambiarlo por el de patologización que- enfermedad. Actualmente, la idea sobre la cual
riendo decir que la transexualidad no es una parece que se está trabajando con mayor con-
enfermedad mental pero tampoco orgánica. senso es la de crear una nueva categoría o men-
ción no patologizante en la clasificación de la
Derechos sanitarios trans-específicos OMS que no implique atribuir a las personas
trans un diagnóstico de enfermedad y que a la
Podríamos decir que hoy en día, exceptuando vez garantice la cobertura medica de sus necesi-
algún sector muy conservador, nadie en las dades.
comunidades trans piensa que la identidad de
género de las personas trans implique por sí La complejidad más importante en relación a la
misma un trastorno mental. En cambio, sí existe cuestión de la salud es que cada Estado regula
un cierto consenso a que es la mejor estrategia sus sistemas sanitarios y su seguridad social de
hasta el momento para asegurar que las perso- formas distintas planteando el reto de ofrecer
nas trans tengan acceso a hormonas y cirugías. respuestas a nivel internacional que tengan en
Actualmente, el trabajo más importante está en cuenta esta diversidad de modelos.
encontrar la clave para salir del modelo patologi-
zador sin perder el acceso a los tratamientos Si nos centramos ahora en el caso español, hay
médicos. En uno de sus últimos comunicados que destacar que encontramos indicios de un
internacionales STP-2012 explicaba: determinado cambio hacia posturas despatolo-
gizadoras. El pasado 15 de marzo del 2010 el
Demandamos el acceso a una atención sanita- Congreso de los Diputados respondía a la pre-
ria trans-específica de calidad, públicamente gunta realizada por el diputado Joan Herrera del
cubierta y no restringida por requisitos psi- Grupo Parlamentario de ERC-IU-ICV a petición de
quiátricos. Con el objetivo de garantizar estos la Red por la Despatologización de las
derechos sanitarios, proponemos la inclusión Identidades Trans del Estado español. La pre-
de una mención no patologizante del proceso gunta era relativa a la opinión del Gobierno en
de reasignación de género en el CIE, como un

13
Para más información OUTRANS, 2010. http://www.outrans.org/spip.php?article94

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La patologización de la transexualidad: reflexiones críticas y propuestas

relación a la catalogación de la transexualidad 4. Reflexiones finales


como un trastorno mental. La respuesta del
Gobierno fue que “comparte la necesidad de Más allá del tema de la patologización y de qué
descatalogar la transexualidad como un trastor- alternativas adoptar, nos parece que este tema
no mental”14. Este posicionamiento del Gobierno conecta con debates subyacentes que deben ser
español nos indica que el discurso de la despa- abordados y que apuntamos en estas reflexio-
tologización ha calado también en el imaginario nes finales.
de los políticos y por extensión del Gobierno.
En primer término, nos parece fundamental
Aunque el Gobierno no ha rectificado la ley de 15 reflexionar profundamente sobre el origen de las
de marzo 3/2007 en la que refuerza la perspecti- necesidades de transformación corporal de las
va patologizante y continúa exigiendo a sus ciu- personas trans y el protocolo médico a seguir
dadanos un certificado psiquiátrico para acceder ante éstas. Es importante interrogarnos sobre
al cambio de nombre y mención de sexo en sus dos aspectos. En primer lugar, sobre qué hay de
documentos oficiales, ha iniciado un proceso en cultural en estas demandas. En este sentido,
relación a la cuestión sanitaria. Las últimas nove- como ya hemos apuntado anteriormente, consi-
dades son que el pasado mes de julio del 2010 el deramos que están relacionadas con la transfo-
Ministerio de Sanidad ha creado una comisión bia que marca los cuerpos de las personas trans
para la elaboración del primer protocolo de aten- como inadecuados para sostener su identidad
ción a la transexualidad en el sistema sanitario. de género sentida.

Finalizaremos este apartado planteando cuales En segundo lugar, es necesario explorar qué
deberían ser los tres ejes fundamentales que se relación tienen estas demandas con otras
deberían tener en cuenta a la hora de elaborar demandas de modificación corporal vinculadas a
un protocolo de tratamiento a trans no patologi- la cirugía estética y cómo interfieren los intere-
zante. En primer lugar, es importante cambiar el ses de la medicina privada y de las empresas far-
paradigma desde el que entienden los recorridos macéuticas en la promoción de estas demandas.
de las personas trans. Lo que lleva a una perso-
na trans a una consulta médica es el malestar o En segundo término, es importante visibilizar
la violencia que siente por el hecho de vivir una nuevos modelos de transexualidad y, yendo más
identidad de género no-normativa. El problema allá de la reivindicación de derechos que resuel-
no es la transexualidad sino la transfobia. van la vida de las personas trans de hoy, empe-
Además, los profesionales de la salud mental zar a pensar en las generaciones trans del futu-
deben dejar de imponer el modelo binario hom- ro. Y por ello es crucial visibilizar nuevos mode-
bre-mujer y dejar de lado una comprensión esen- los de transexualidad que no obligatoriamente
cialista de las categorías de transexual, transgé- pasen por la modificación corporal. Es necesario
nero, travesti, ya que no permiten dar cuenta de crear alternativas, generar puentes y trabajar por
la complejidad y diversidad de los procesos que un mundo en el que los límites entre lo masculi-
viven las personas trans. En segundo lugar, es no y lo femenino sean más flexibles, más molde-
fundamental que desde las consultas se pro- ables, más habitables; promover referentes
mueva el asesoramiento y el vínculo con redes positivos en la cuestión trans en los que las per-
locales comunitarias trans. Y finalmente, consi- sonas no sean victimas sino que se hayan empo-
deramos que, a pesar de ser necesaria la figura derado de su identidad.
de un profesional que acompañe a la persona
El derecho al propio cuerpo y a una libre identi-
trans en las decisiones (sobre todo en relación a
dad de género son sin duda derechos fundamen-
su eventual transformación corporal), no se trata
tales que nos obligan a revisar los límites éticos
de evaluar la identidad de género de las perso-
de la modificación corporal y el rol de la institu-
nas trans sino de apoyarlas en las decisiones
ción médica sobre la subjetividad de los ciuda-
que toman y de acompañarlas.

14
Noticia de STP-2012 : http://stp2012.info/es/es/noticias#comunicado_7_abril

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Miquel Missé , Gerard Coll-Planas

danos. Lo que plantea el discurso de la despato- - Esteva de Antonio, I. y Gómez, E. (2006) “El pro-
logización trans es un cambio de paradigma en ceso de diferenciación sexual en el ser humano
el que la transexualidad no sea una patología ni y sus anomalías: los intersexos”, en Esther
tampoco un problema, sino que sea entendida Gómez y Isabel Esteva de Antonio (eds.), Ser
como un conjunto de trayectorias vitales posi- transexual. Dirigido al paciente, a su familia, y
bles, heterogéneas, cambiantes y fluidas. Se al entorno sanitario, judicial y social. Bar-
trata de pasar de un modelo médico a un mode- celona: Glosa.
lo de derechos humanos, en que los profesiona-
- Fausto-Sterling, A. (2005) Cuerpos sexuados,
les de la salud acompañen pero no determinen
Barcelona: Melusina
las formas de entender y vivir la transexualidad.
Tal y como señala Judith Butler (2010), para ini- - Garaizabal, C. (2006) “Evaluación y consideracio-
ciar este cambio de paradigma es imprescindible nes psicológicas”, en Esther Gómez y Isabel
el rol activo de los profesionales de la salud, su Esteva de Antonio (eds.), Ser transexual. Dirigido
implicación y su propia transformación. al paciente, a su familia, y al entorno sanitario,
judicial y social. Barcelona: Glosa.
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trastorno de la identidad de género en el adul-
de las identidades trans a través del ejemplo de
to”, en Esther Gómez y Isabel Esteva de An-
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El caso de gays, lesbianas y trans. - Principios de Yogyakarta Principles (2007). Los
Barcelona/Madrid: Egales. Principios de Yogyakarta sobre la aplicación de

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La patologización de la transexualidad: reflexiones críticas y propuestas

la legislación internacional de derechos huma- procesos de transformación de los marcos


nos en relación con la orientación sexual y la interpretativos en diferentes campos sociales”
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yakartaprinciples.org/ (2010), El género desordenado. Críticas en
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Barcelona/Madrid: Egales.
“Dirigido a la sociedad”, en Esther Gómez y
Isabel Esteva de Antonio (eds.), Ser transexual. - Red Internacional por la Despatologización de
Dirigido al paciente, a su familia, y al entorno las Identidades Trans: www.stp2012.info
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- Suess, A. (2010) “Análisis del panorama discur- tidades Trans del Estado español: http://stp
sivo alrededor de la despatologización trans: 2012.wordpress.com

• Aceptado: 4-10-10.

Contacto:
Miquel Missé y Gerard Coll
Mòdul de Recerca A, 1ª planta • Parc de Recerca UAB. 08193 Bellaterra • +34 93 586 88 14;
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