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Apología de la idea de Dios, a partir de la necesidad de un primer movimiento.

(La
causa universal, eterna1, necesaria, suficiente que precede las múltiples causas)

Camilo Alejandro Tobo Pérez


Filósofo Pontificia Universidad Javeriana

Se ha dicho alguna vez que Dios pudo crear todo,


salvo lo que fuese contrario a las leyes de la lógica. La
verdad es que nosotros no somos capaces de decir qué
aspecto tendría un mundo ilógico. 3.031
-Wittgenstein-TLP
1. Introducción

En esta oportunidad intentaremos dialogar acerca de la posibilidad de la existencia


de Dios. Por lo cual, agradezco de manera especial a Rodolfo Santiago quien han venido
propugnando la idea de Dios a partir de estas conversaciones filosóficas de los viernes. Por
otro lado, he decidido junto con Jesús Atilio Vergara Sandoval fijar dos límites en relación
con este debate. En primer lugar, no estamos aquí para debatir acerca del impacto social del
fenómeno religioso y, en segundo lugar, no tendremos la pretensión de rivalizar sobre la
ética del antiguo y nuevo testamento. Pues bien, los argumentos que fundamentan la idea de
Dios son el argumento cosmológico de Kalam, el argumento de la contingencia del
filósofo, teólogo y matemático alemán Gottfried Leibniz y, desde luego, el ajuste fino, el
cual por su parte, indica que el universo probablemente no sería un agente o causa propicia
como lo demuestran algunas posturas ateas para el establecimiento y desarrollo de la
naturaleza material y, por ende, de las estructuras astronómicas de la diversidad elemental
de la vida2. Por lo anterior, que tenga una razón muy lógica para afirmar que el Universo
comenzó a existir. Tomando el caso del astrofísico jesuita Manuel carreira, quien hace una
apología de la existencia de la divinidad o agente externo que causa la materia sensible se
tienen lo siguiente, a saber:

1
El argumento ontológico de Anselmo de Canterbury, de naturaleza deductiva, a favor de la existencia de Dios considera
que: “El ser más perfecto tiene todas las perfecciones. Existir es más perfecto que no existir, luego el ser más perfecto
existe.
2
En cosmología el tiempo en Planck representa el instante de tiempo más pequeño en el que las leyes de la física podrían
ser utilizadas para estudiar la naturaleza y evolución del universo.

1
Existe una realidad que no ocurre en ese tiempo matematizable. En otras palabras,
dicho agente no necesita describirse en términos de actividad física. Por otro lado, lo que no
puede decirse o afirmarse, tal es caso, de los apologetas del dogmatismo científico que
consideran que todo puede entenderse a partir de procesos físico-químicos. No obstante,
Carreira advierte que, la realidad universal y humana no es simplemente una cuestión
físico-química. A tal efecto, que ningún proceso físico-químico pueda explicar una poesía,
ningún proceso físico-químico puede dar cuenta de nuestro deseo de conocer3, de encontrar
verdad, belleza y bien. De lo anterior se asume que ahí es donde radica la grandeza
humana, en tanto que como ningún proceso físico-químico explica lo anterior no puede
atribuirse a la [materia] que solo actúa por medio de las cuatro fuerzas que se estudian en
física, esto es, la gravitatoria4, el electromagnetismo, la fuerza débil, y la fuerza fuerte,
luego lo que no se puede explicar por las cuatro fuerzas no puede explicarse por la
actividad de la materia (es decir, el universo como agente material, no puede producir nada
por sí mismo), o lo que es lo mismo, el reino de la sensibilidad. En suma, Carreira al igual
que lo hiciera yo en líneas anteriores, hay una razón muy lógica para declarar que en el ser
humano se debe considerar como existente una actividad que no puede atribuirse
simplemente a la corporeidad, y que por consiguiente, necesita una fuente distinta de la
materia. Así, dicha fuente o primera casusa no puede ser caduca y perecedera, como es todo
lo que realiza la materia según la leyes antes descritas y ahí es donde está la razón básica
que no necesita tampoco el quehacer teológico para decirse, que en el ser humano
corresponde admitir como cierto una realidad no material, esto es, un agente externo al
Universo, eterno, necesario y suficiente.

3
No hay nada en el entendimiento humano que no pase por el discernimiento de los sentidos, excepto el entendimiento.
(Aristóteles)
4
La gravedad es la primera de las cuatro fuerzas que fue tratada científicamente. Aunque el hombre fue siempre
consciente de la gravedad, y basó en ella las nociones mismas de arriba y abajo. En el siglo XVII se publicó la teoría de la
gravitación de Newton […] la gravedad puede ser descrita adecuadamente tan sólo como un campo. Cada partícula es la
fuente de un campo gravitatorio, que emana de ella, rodeándola con un invisible halo de influencia. En relación con el
electromagnetismo, hay que decir que al filósofo griego Tales se le atribuye la primera identificación segura de la
electricidad. Descubrió que al frotar un trozo de ámbar (electrón en griego), éste adquiría la capacidad de atraer pequeños
objetos. Durante el siglo XVIII y principios del XIX, la electricidad llegó a ser mejor comprendida gracias a los
experimentos de Benjamin Franklin y Michael Faraday. Se vio que las cargas eléctricas del mismo signo se repelen y que
las de signo opuesto se atraen. A principios del siglo XIX se descubrió una profunda conexión entre electricidad y
magnetismo. (Davies, 1985, pp, 73, 74, 76-77)

2
1. El universo no siempre ha existido el universo comenzó a existir

En el libro VII de la física, Aristóteles empieza afirmando que todo aquello que está en
movimiento tiene que ser movido por algo5, esto es, un primer motor, al cual por su parte,
se le predica der ser: eterno, inmaterial, suficiente, invisible y necesario. Hay que tener en
cuenta, que el argumento del primer motor comienza con el hecho de que hay un cambio en
el mundo efecto de alguna causa o motor. El primer motor fuerza6 invisible causa los
eventos físicos, esto es, eventos de la naturaleza sensible, que entre otras cosas, son
resultado de una filosofía de la naturaleza y, que en términos del marxismo corresponden al
llamado materialismo histórico. Pues bien, atendiendo a los hechos históricos sobre los
origenes del universo, cabe indicar que Mariano Artigas doctor en ciencias físicas y en
filosofía indica: “En 1927, Georges Lemaître propuso su teoría del átomo primitivo, que,
después de ser reformulada por Georges Gamow en 1948, es conocida como teoría del big-
bang o <<gran explosión>>Según esta teoría, el universo [comenzó] a existir, es decir,
‘pertenece de algún modo a la naturaleza contingente dado que aparece en un escala de
tiempo físico’ hace unos 15.000 millones de años toda la materia y energía del universo,
concentrada en condiciones de enorme densidad y temperatura, experimentó una expansión
que, seguida de una sucesiva disminución de temperatura y de contenidos locales, produjo
una radiación que todavía debería observarse en la actualidad” ( Artigas, 2004, p. 92)

Aristóteles coloca como ejemplo AC para explicar que, el primer motor se mueve
por sí mismo, o sea, se mueve como un todo que no es movido por un agente externo, de
ahí que permanezca. Valiéndome de la concepción teleológica del universo según la física
del estagirita se puede comprender que dentro de las razones teológicas Dios es el agente
externo que se mueve por sí mismo y, que por su puesto, podríamos denominar como el
acto puro. Siglos más tarde reaparecerá el famoso argumento cosmológico de Kalam el
cual intentará dar respuesta desde una fe razonable a las preguntas que nos ha inquietado
desde siempre ¿Existe Dios? ¿Por qué el universo está tan bien diseñado? ¿Cómo funciona
el universo? ¿Por qué existe lo que existe? ¿Por qué existe algo en vez de nada? ¿Las

5
Todo lo que está en movimiento tiene que ser movido por algo. Porque si no tiene en sí mismo el principio de su
movimiento, es evidente que es movido por otra cosa. (24 1b-35)

6
El problema de la pregunta por Dios es un asunto que de entrada le pertenece si y solo sí a la metafísica, es decir, como
filosofía primera.

3
condiciones en las que funciona el universo se dan por el mero azar o por contingencia?
¿Por qué los científicos atribuyen al infinito como un concepto razonable para explicar el
origen del todo? ¿De la nada7 puede surgir algo? ¿Es plausible que un concepto cuyo
predicado es la negación del ser o la primera causa sea suficiente para explicar y determinar
la existencia? En efecto, el razonamiento de Kalam pretende recoger la síntesis ya
mencionada de Aristóteles, esto es, del motor primario, o lo que es lo mismo, el motor
inmóvil, a partir de un silogismo de tipo deductivo, que recientemente el filósofo analítico y
teólogo cristiano bautista William Lane Craig reformuló:

Premisa mayor: Todo lo que comienza a existir tiene una causa


Premisa menor: El universo comenzó a existir
Conclusión: El universo tiene una causa.

En el caso del argumento de la contingencia, Leibniz llegó a la conclusión de que la


explicación a las anteriores preguntas se encuentra en la idea de Dios, aun así alguien se
preguntara ¿es esto razonable? ¿Es acaso suficiente? Dicho de otro modo, se infiere, como
la mejor explicación para el origen del universo la causa de un ser que no posee causa,
dado que es más estimable un primer motor que correspondería al terreno de lo metafísico y
no de lo física, el cual por su parte, suele habituarse en el mero azar.8 Es más, el argumento
de los ateos atiende a la siguiente noción: si el universo nunca comenzó a existir, significa
que el número de eventos ocurridos en el pasado es infinito, sin embargo, esta noción es
algo contradictoria, ya que según el matemático formalista David Hilbert, el infinito queda
absorbido en lo incierto, en lo no descriptible, en el idealismo rechazado por uno de los
exponentes del referencialismo directo el filósofo y matemático británico Bertrand Russell.
De lo anterior se concluye, la idea del infinito es una respuesta insuficiente que no ofrece
base legítima para el pensamiento racional. Es más, apelando a la idea de lo infinito se
podría sugerir que dicha idea no tiene lugar, es atemporal, es de naturaleza irrepresentable.
En cambio, si se atiende a la concepción de un universo que comienza a existir se podría
establecer un pasado finito, en tanto que los hechos históricos tienen un comienzo y, por
ello, se puede referir. 9En efecto, el pasado finito, tiene un comienzo, es histórico, luego lo
podemos referir, indicar señalar. No obstante alguien podría ponerle fin a esta discusión tal
7
¿La existencia de las cosas, de los elementos físicos provienen de la nada? ¿cómo comprenden los científicos la nada?
¿acaso la nada no es la ausencia de lo existente? ¿En qué sentido se podría diferencia la nada de la inexistencia?
8
En lógica, nada es accidental; si la cosa puede entrar en un hecho atómico debe estar ya prejuzgada en la cosa. 2.012
Wittgenstein.

4
y como lo hizo el mismo Russell, es decir, el universo está allí y esto es todo. Pero ¿Qué
hay de Dios? Si todo lo que existe requiere una explicación ¿Por qué Dios no la necesita?
Para abordar esta situación Leibniz hizo una distinción clave entre:

1. Hay cosas que existen necesariamente


2. Hay cosas que existen contingentemente

Las cosas que existen necesariamente existen por necesidad de su propia naturaleza.
En efecto, es imposible para ellas no existir. Algunos matemáticos consideran que los
objetos o entidades abstractas e inteligibles, tal es el caso, de los números y los conjuntos
existen de esta manera. Simplemente existen por necesidad de su propia naturaleza. Ahora,
las cosas o más bien los hechos que existen contingentemente son llevados a la existencia
por algo más, es decir, las cosas de la materia existen contingentemente son causadas 10 por
otro. En síntesis, el universo no existe necesariamente, antes bien, por contingencia.

9
Así por ejemplo, se calcula que la edad de la Tierra es de unos 4500 millones de años. Los fósiles más antiguos se
remontan a unos 3800 millones de años. Se supone que los vivientes primitivos aparecieron, por tanto, en el intervalo
entre esas dos fechas. Existen varias teorías que pretenden explicar el origen de la vida en la Tierra. Una de las primeras
fue la propuesta por Alexander Oparin en 1922: la vida habría surgido en el agua de los océanos. En un famoso
experimento realizado en 1953 en Chicago, Stanley Miller simuló las condiciones de la atmosfera primitiva y obtuvo
algunos aminoácidos que son los ladrillos con que construyen las proteínas.
10
Causa material, causa formal, causa eficiente, y causa final.

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