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Epistemología del tiempo político en las protestas de la APPO en Oaxaca,


México

Article · January 2010

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Betzabé Mendoza Paz Felipe De Alba


Universidad Nacional Autónoma de México Metropolitan Autonomous University
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Epistemología del tiempo político en las protestas de la APPO en
Oaxaca, México

Betzabé Mendoza Paz


Universidad Nacional Autónoma de México
claroscuro17@gmail.com

Felipe de Alba
Massachusetts Institute of Technology
dealbamf@mit.edu

RESUMEN

La naturaleza de las protestas sociales en México es objeto de largos debates


actualmente. Los cambios del Estado-Nacion en las últimas décadas, la descentralización
y fragmentación política y sobretodo, la emergencia de multiples actores cuya autonomía
relativa desestructura antiguas relaciones de poder y configura nuevos escenarios de lo
político.

A través del análisis de las protestas sociales en Oaxaca, el impacto de la Asamblea


Popular de los Pueblos de Oaxaca, se analiza este nuevo género de protestas, con una
mirada funda en tres ejes principales: la construcción histórica de una crisis política, el
desenvolvimiento del conflicto en el año de 2006 y una perspectiva del tiempo político que
constituyen.

A través de una investigación fundada en entrevistas a actores clave y el análisis de


fuentes documentales, concluimos que dichas protestas configuran un nuevo género en la
historia reciente y que parecen conllevar nuevas perspectivas analíticas sobre la estado
de lo social contemporáneo.

Palabras clave: Crisis política, APPO, movimiento popular, SNTE, CNTE, PRI, Oaxaca,
México.

La nature des mobilisations sociales au Mexique est largement discutée aujourd'hui en touchant
phénomènes tels que les modifications de l'État-Nation dans les dernières décennies, la
décentralisation accentuée ainsi que la fragmentation des représentations traditionnelles. Mais,
surtout aujourd’hui on discute l'émergence de multiples acteurs qui ont une autonomie relative,
qui sont entrain de « déstructurer » les relations de pouvoir anciennes en mettant sur place des
scenarios nouveaux d’articulation du politique.

1
Avec l'analyse des mobilisations sociales récentes à Oaxaca et de l'impact de l'Assemblée populaire
des peuples de Oaxaca (APPO), nous discutons sur les nouvelles formes de l’action sociale. Cet
article a un regard fondé sur trois axes. Un, la construction historique d'une crise politique; deux,
le développement du conflit en 2006; trois, une perspective du temps du politique qui en
constituent.

Par rapport à la méthodologie, cet article est le résultat d’une recherche sur le terrain (2009) en
utilisant l’outil des interviews aux acteurs ciblés (leaders, politiciens, académiciens) ainsi que
l’analyse des sources documentaires pour la reconstruction chronologique des événements.

Nous concluons que cette conjoncture à Oaxaca a créé un genre particulier de mobilisation
sociale, unique dans l'histoire récente du pays parce que elle on donné une nouvelle signification
a la relation État-citoyens dan un pays des traditions autoritaires fortes. Le centre tout-puissant
est fini, soit pour l’émergence des pratiques post-clientélismes, soit par la constitution des vrais
pouvoirs citoyens. Les régions ont une place dans l’organisation du pouvoir citoyen.

Mots-clés: crise politique, APPO, mouvement populaire, SNTE, CNTE, PRI, Oaxaca, Mexique.

2
Introducción

Vivimos en un tiempo atónito que al desplegarse sobre sí mismo descubre que sus
pies son un cruce de sombras,sombras que vienen del pasado que o pensamos que
ya no somos o pensamos que no hemos todavia dejado de ser, sombras que vienen
del futuro que o pensamos que ya somos, o pensamos que nunca llegaremos a ser.

Boaventura De Sousa Santos. Una epistemología del sur. p.7

La protesta social en México ha evidenciado un alejamiento de viejas prácticas


corporativistas del régimen político, particularmente en las últimas décadas del siglo XX,
lo que ha significado una relativa novedad de dirigencias, de “movimientos” y sobre todo,
de “formas de la resistencia”. Una larga literatura sobre las transformaciones políticas en
México ha tenido lugar en las universidades e instituciones mexicanas1, pero pocos de
esos estudios o casi ninguno ha demostrado experiencias clave para comprender la
“novedad” de éstas prácticas en el conjunto de las protestas sociales nacionales. Este es
el propósito del presente artículo.

Aunque algunos autores han mostrado que éstas prácticas “presentan características
contradictorias”, es relativamente frecuente que dichas protestas “habilitan una relación”
que resulta “mutuamente beneficiosa” (Tosini 2007:50). Si se trata de un neo-clientelismo,
al mismo tiempo dichas protestas, por su grado de desarrollo, por su carácter coyuntural o
sus demandas localizadas son insertas en la maquinaria política dominante.

Aquí se realiza un ejercicio de reflexión en torno a los cambios tiempo de lo político, una
fuerte amalgama de acontecimientos que vive el Estado mexicano y que algunos
denominan el “everyday state” (Corbridge, 2003)2 ¿Qué es lo que ha cambiado,
específicamente, en las ‘formas’ de organización de los grupos sociales, en su
articulación, en su identidad o en su imaginario, o bien, se trata de una modificación de las
‘formas’ de los conflictos?

Roto el sentido de lo “mutuamente beneficioso” (principio del corporativismo), dichos


conflictos, antes estaban sujetos a un tiempo largo de la autoridad institucional (la
maquinaria) sobre las organizaciones corporativas, ahora tienen una multiplicidad infinita

1
Véase la extensa literatura consultada al final de este artículo.
2
Véron, R., Corbridge, S., Srivastava, M and Williams, G. 2003 'The Everyday State and Political Society in Eastern India:
Structuring Access to the Employment Assurance Scheme.' Journal of Development Studies 39, no. 5: 1-28

3
de expresiones (por su variedad) y finita (por su temporalidad, su carácter coyuntural).
Dichas protestas utilizan un espacio de expresión para construir un tiempo de lo político
fundado en lo inmediato cotidiano, otro tipo de relaciones de dependencia y beneficio
mutuo.

Por ello, dichas ‘prácticas de la protesta’ no existen de manera aislada sino que
conforman redes de intercambio asimétrico, a veces porque el Estado recurre a viejos
mecanismos de compra, a veces porque sin tener ese margen de maniobra, se resuelven
“desde arriba”, entre los “intermediarios” de la acción política. Este podría ser el caso que
analizaremos aquí. Estas protestas no podrían existir si el rol de los “intermediarios” y “de
los líderes políticos externos”, que "permiten mantener el flujo de recursos” hacia los
centros de operación de estas protestas operando “de enlace con las autoridades políticas
y jurídicas” (Tosini, 2007)3. Se trata de protestas caracterizadas por su complejidad en
territorios altamente fragmentados y cuyas nuevas identidades se sitúan “fuera de tiempo”
y en “otros espacios”: lo político inmediato.

El fenómeno de la fragmentación de lo político ligado al desarrollo de nuevos


organizaciones sociales nos indica --según lo veremos a lo largo de este texto--, una
minuciosa tarea de “organización de la resistencia”. En este artículo presentaremos
algunos elementos empíricos que nos ayudan a comprender el desarrollo de dichas
protestas sociales locales y su inclusión dentro de los cambios políticos nacionales.

Esta protesta social ha generado diversos efectos en el entramado jurídico-institucional y


“fuera” del mismo, tal como parece evidente en el caso de la movilización popular de la
Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO). Aquí se considera que sus
prácticas de organización colectiva son procesos latentes en el tiempo, en los cuales
convergen intereses y expectativas de múltiples actores (Mendoza, 2009).

Al discutir la emergencia de la APPO, ocurrida en México y que alteró varios meses de la


vida política nacional en el año de 2006, en este texto se abordan tanto su carácter como
sus contenidos y perspectivas desplegadas. En primer lugar, se abordan algunas
características de la historia política de Oaxaca; y más tarde, se intenta una explicación

3 La autora cita la definición de J. Auyero quien sostiene que el clientelismo permite la “distribución de bienes y servicios a
cambio de lealtades políticas, apoyo y votos” (Auyero, 1996:32 citado en Tosini, 2007:50). Estas relaciones “existen como
esquemas de apreciación, percepción y acción (no solo política) en las estructuras mentales de los sujetos involucrados en
esas relaciones de intercambio" (Auyero, 1996: 32). Ver también Tosini, 1999: 3).

4
de la coyuntura sociopolítica alrededor de la construcción del movimiento popular4 en la
Ciudad de Oaxaca, en el sur del país. Es decir, abordamos algunas de sus condiciones
significativas a través de las disputas al interior del PRI local; de la proliferación de
organizaciones sociales que ocurrió en consecuencia y de la construcción de la sección
22 del SNTE-CNTE5 como una fuerza política local.

Esta estructura explicativa responde a una hipótesis principal, compuesta por dos
momentos analíticos. Primeramente, que Oaxaca vive desde hace cuatro décadas un
continuo acomodamiento entre las élites políticas, económicas y algunos líderes sociales.
En un segundo momento, suponemos que la coyuntura política de 2006, durante el
gobierno de Ulises Ruiz Ortiz sirve para explicar el desgaste de las relaciones entre el
Gobierno local y algunos sectores de la sociedad oaxaqueña. Con base en esta hipótesis
se afirma que el movimiento popular de la APPO es uno de los momentos más álgidos del
entrecruzamiento entre las condiciones histórico-estructurales y la coyuntura iniciada en el
gobierno de Ruiz Ortiz.

1. Las trayectorias del desencuentro


La hipótesis de una crisis política producida por un movimiento popular1 en Oaxaca se
identifica en la configuración de la APPO, es utilizada aquí no por su capacidad explicativa
per se sino en su operación epistemológica que nos permite articular varios fragmentos
vinculantes de la realidad (ser parte y derivarse de) que devinieron en la potencialidad
política de dicho movimiento.

Ello puede explicarse en las dos premisas siguientes. Primero, el movimiento popular es
parte de un proceso de larga duración en el que la confrontación de fuerzas no era claro
antes de 2006, aunque contribuyó en la gestación de las transformaciones de la sociedad
oaxaqueña en ese año. Segundo, esta crisis se deriva de la confluencia de dicho proceso
con algunos flagrantes atropellos del gobierno del estado de Ulises Ruiz Ortiz contra
organizaciones sociales.

4
La categoría analítica de movimiento popular se utiliza para connotar la aglutinación de diversos sectores de la población
oaxaqueña que no se habían manifestado juntos hasta antes del conflicto de 2006. En su caso, acotaríamos un movimiento
magisterial si se tratara únicamente de la sección 22 del SNTE, o un movimiento social si hubieran sido sólo las
organizaciones sociales. Como no fue así, se utiliza movimiento popular para dar cuenta de la amplia gama de sectores
involucrados en las protestas.
5
La sección 22 pertenece al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, el más numeroso del país, que aglutina
profesores de nivel básico. Igualmente, con ello nos referimos a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de Educación
(CNTE) la cual, desde 1980, actúa como una fracción disidente del primero. La CNTE ha contribuido al fortalecimiento del
sector magisterial en Oaxaca, así como a su capacidad de negociación y de movilización contra gobiernos locales y federal.

5
Sin embargo, la noción de crisis política en sí misma no implica la destrucción de todo un
orden social o político. En el caso de Oaxaca más bien refiere la confluencia en el
conflicto de fuerzas políticas y sociales, cuyos antagonismos se concretaron en: las
disputas al interior del PRI local6, en la diversificación de los grupos de resistencia7, en
una aparente emergencia de la guerrilla del Ejército Popular Revolucionario (EPR), en la
militarización de la entidad después de 1996 y en las acciones políticas de la sección 22.

Si el estado de Oaxaca se ha caracterizado, sobre todo antes de 2006, por huelgas,


acciones guerrilleras, ocupaciones de tierra, movimientos urbanos, etc. en gran medida se
debe a la ausencia de un sujeto social y colectivo capaz de mitigar las consecuencias de
la cooptación, la corrupción y la represión. Actualmente, la diversificación de
organizaciones sociales no podía transformarse linealmente en la erosión del dominio
político del PRI; no obstante que las contradicciones de la práctica política de dicho
partido le han provocado fisuras y el reposicionamiento de otros actores. A ello pueden
agregarse dos elementos contradictorios más: la apertura política que supuso la Ley de
Usos y Costumbres8 de 1995 y una paralela militarización del estado.

1.1 La tensión política, entre fisuras y diversidad


La historia política reciente de Oaxaca inicia con la proliferación de fisuras al interior del
PRI de la entidad, entre las que destacan la disputa entre José Murat y Diódoro Carrasco
(ex gobernadores, 1992 y 1998 respectivamente). Murat se impuso como candidato priísta
a la gubernatura de Oaxaca sin ser favorecido por Carrasco, gobernador saliente. Ello
evidenciaba que el PRI puede ser concebido como un campo político en el que diferentes
grupos de poder entran en tensión, capaces de dirimir o expresar rivalidades,
mediaciones y negociaciones, sin llegar a un acuerdo permanente.

6
El PRI logró mantenerse como la fuerza política dominante, lo que no significa que haya existido una estratagema de
control político autorreferencial y permanente sino una dinámica que permitió a gobernadores, el mismo PRI y a actores
políticos-sociales sostener una lógica que favorecía la reproducción de condiciones y prácticas que posibilitaron la
satisfacción de sus intereses.
7
Históricamente las organizaciones más visibles del estado de Oaxaca han sido: la Coalición Campesino Obrero Estudiantil
del Istmo (COCEI), el Frente Campesino Independiente de Tuxtepec (1976), Movimiento Democrático Universitario (1977),
Organización para la Defensa de los Recursos Naturales de la Sierra Juárez (ODRENASIJ) (1980) y el Movimiento de
Unificación y Lucha Triqui (MULT). Respecto a ésta última es importante señalar que hubo una escisión para formar el
Movimiento de Unificación y Lucha Triqui- Independiente que fue el grupo que contribuyó con el movimiento popular de la
APPO en 2006- (1980) y la Asamblea de Autoridades Zapotecas de la Sierra (1981) integrada por maestros, campesinos,
indígenas-mixes, zapotecos, chinantecos, zoques, mixtecas y mestizos, Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte
del Istmo (1985-UCIZONI); Unión de Comunidades Indígenas de la Región del Istmo (UCIRI). Véase AUDELO 2007, p. 70.
8
Más que una apertura política constituyó un mecanismo que buscaba frenar el desgaste de la hegemonía electoral del
PRI. La legalización de los Usos y Costumbres propició que en 418 de 570 municipios se lograran dos objetivos: mitigar los
levantamientos armados y detener el crecimiento de la organización comunitaria independiente del PRI. Con esto buscaron
que los votos de los oaxaqueños no favorecieran a otros partidos políticos u otras opciones de participación social. Por tanto
se puede decir que el PRI logró mantener su dominio en muchos municipios donde se aplicó esta ley de usos y costumbres
y en casi todos los regidos por el sistema de partidos federal o local.

6
Este desgaste interno del PRI favoreció la participación pública de otros sectores que
habían sido excluidos hasta entonces. Entre otros destaca el Partido de la Revolución
Democrática (PRD), que incrementó su fuerza electoral a través de la alianza con
organizaciones como la Unión Campesina Democrática (UCD); la Coordinadora Obrero
Campesina Estudiantil del Istmo (COCEI); el Frente Indígena Obrero Popular (FIOP); el
Movimiento Territorial Democrático (MTD); la Unión Campesina Oaxaqueña (UCO) y la
Nueva Izquierda Oaxaqueña (NIOAX), etc. Recondo sugiere que,

su presencia [del PRD] en algunas zonas urbanas del estado, además […] de penetrar en
regiones marginadas y con una orografía inaccesible, así como de involucrarse en la vida
2
de sus habitantes apoyando sus costumbres y tradiciones (Recondo, 2007:67)

El PRD no fue ajeno a prácticas de clientelismo, como intermediario entre el gobierno y


los campesinos e indígenas, a cambio de obtener beneficios y recursos económicos
mediante la movilización y la presión, una práctica tradicional en el estado

En Oaxaca es común ver tomas de carreteras, de palacios municipales, de dependencias


de gobierno, por que los ciudadanos saben que hay recursos; pero algunos líderes se
aprovechan de ellos y esto es lo que entorpece la relación entre el gobierno y el ciudadano.
Puede pensarse que estas personas son necesarias dada la falta de conocimiento de los
campesinos sobre cuestiones legales, pero creo que se abusa (Audelo, 2007:70)

1.2 Recuperar el tiempo político


En 2004 el PRI necesitaba recuperarse electoralmente frente a una eventual alianza de la
oposición (PRD, PAN y PCD), o el aumento de la abstención o del incremento de
conflictos políticos municipales. Por ello, la elección de ese año fue un referente del
proceso de diversificación de actores y fuerzas políticas, con resonancias nacionales.
Esto fue evidente también con la pérdida de la hegemonía electoral priísta, así como en la
concentración del poder en la figura de los gobernadores, con la consecuente fragilidad
de las instituciones estatales, al notarse incapaces de evitar comportamientos
discrecionales de sus titulares9.

Enseguida, el gobierno electo de Ulises Ruiz se confrontó con dos sectores principales:
algunos políticos, al excluirlos de cargos político-administrativos y con organizaciones
sociales que reclamaban privilegios, así como la posibilidad de participar políticamente.
Según Recondo, esta actitud se explica en la falta de habilidad política del gobernador
electo (Recondo, 2007:460).
9
Una referencia sobre los conflictos de 2004 se encuentra en Red Oaxaqueña de Derechos Humanos, Situación de los
Derechos Humanos en Oaxaca, VI Informe. Oaxaca, 2005.

7
El mismo autor sugiere que ello contrastaba con la administración del ex gobernador José
Murat, quien intercambiaba favores con grupos de alta capacidad de movilización, con
varios líderes de organizaciones sociales y con los de la sección 22. Dichos grupos y
líderes tenían una especie de pacto que sirvió a Murat para mantener bajo control las
expresiones de descontento. Ello no significa que las organizaciones no tuvieran
demandas justas ni que fueron títeres de conflictos entre políticos. Más bien, durante el
gobierno de Murat, su política del “maiceo” (repartición de premios y prebendas)3, sirvió
para suspender la confrontación.

En cambio, la estrategia del gobernador en funciones, Ulises Ruiz, se caracterizó por el


trato arbitrario a los gobiernos municipales de la oposición, al maltrato de la prensa
independiente y de actos de violencia4, entre otros, contra organizaciones sociales5.

Para las organizaciones sociales movilizarse [ha sido] una forma de agilizar la respuesta a
las demandas, de presionar a las autoridades y dependencias. Oaxaca es un estado donde
la relación entre las organizaciones y el gobierno se ha dado de esta manera por muchos
años, y no se trata únicamente de las organizaciones opositoras, sino también de algunas
de filiación priísta (RODH, 2005:25)

El gobernador Ulises Ruiz inició una campaña de cooptación política que comprendió la
integración de los maestros al IEEPO en 2005. Ello resultaría un método eficaz, que
cimentó una política de “tráfico de influencias”, de corrupción y de clientelismo sindical,
fundado en el intercambio de favores con y entre los trabajadores de la Educación.

1.3 La respuesta al tiempo arbitrario


La respuesta social también ocuparía un tiempo en las respuestas políticas de oposición
al gobernador. El 18 de febrero y el 1° de mayo de 2005 las organizaciones mencionadas
convocadas por la sección 22 y organizadas por el Frente de Sindicatos y Organizaciones
Democráticas de Oaxaca (FSODO)6, el CIPO-RFM lanzaron una campaña de
movilizaciones con la demanda principal de destitución de Jorge Franco Vargas –
secretario general de Gobierno y de Patricia Villanueva -procuradora eneral de Justicia del
Estado. Ello fue el antecedente de la movilización “por la unidad sindical y contra el
neoliberalismo”, apoyada por el Ejército Libertador del Sur de Huajapán de León, la
Organización Campesina Emiliano Zapata (OCEZ), el Movimiento Campesino Regional
Independiente (MOCRI), la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA), la Organización
Proletaria Emiliano Zapata (OPEZ), la Central Independiente de Obreros Agrícolas y
Campesinos (CIOAC).

8
Como parte de una serie de protestas, el acto culminante fue la marcha del 15 de mayo
de unos 15 mil maestros hacia el Centro Histórico de la Ciudad de Oaxaca, en la cual se
integró el Frente Amplio de Lucha Popular (FALP) para demandar la entrega de recursos
a 210 comunidades, provenientes del Ramo 28 del presupuesto federal. Estas
organizaciones se instalaron en plantón a partir del 23 de mayo de 2005. En este entorno,
lanzaron una convocatoria para ampliar la movilización:

 El Movimiento al Desarrollo y la Democracia (MADD)


 La Corriente Democrática de los Trabajadores Universitarios (CDTU)
 El Frente Estatal de las Mujeres de Lucha (FEML)
 La Coordinadora de Organizaciones Populares y Trabajadores Jubilados de Oaxaca
(COPTJO)
 El Movimiento Unificador de Lucha Sindical (MULS)

En ese orden, la construcción de la oposición política pasa por reconocer la importancia


de la sección 22 y el control de su comité ejecutivo. La importancia de dicha sección
sindical se funda en su oposición abierta al Gobierno local y a la inclusión de demandas
con alto contenido político y social; igualmente, por su fuerza numérica implica una alta
capacidad de convocatoria que también sirvió de plataforma para el desarrollo de partidos
de oposición, principalmente el PRD10.

En 2005 se integró el Consejo Central de Lucha (CCL), principalmente con las corrientes
sindicales opuestas al líder Enrique Rueda Pacheco, que buscaron denunciar el tráfico de
influencias del dirigente. Cuando el gobierno estatal reconoció a los integrantes del
Consejo Central de Lucha (futura sección 59)11 como gestores paralelos a la sección 22
en el IEEPO, se rompió el pacto tradicional de los gobiernos estatales con ésta última12 .

En el marco de la organización de su primer Congreso Político13, la sección 22 inició una


jornada de manifestaciones que sirvieron como antecedente de la entrega de un pliego
petitorio al gobernador de la entidad14.

10
Destaca la figura de Erangelio Mendoza González, quien fue presidente municipal de Jalapa del Márquez y Roberto
López Rosado en Juchitán, ambos parte del Comité Ejecutivo de la sección. Retomado de Zafra Gloria, “Sindicalismo o
educación: la paradoja del magisterio oaxaqueño”, Revista El cotidiano, No. 148, marzo-abril 2008, UAM, Pág. 141.
11
La sección 59 fue el resultado de las luchas internas de la sección 22 y de los intentos de la secretaria del Comité
Ejecutivo Nacional del SNTE y del gobierno del estado de Oaxaca por restar capacidad política a la sección 22, se
consolidó a finales de 2006.
12
Entrevista personal con Cuauhtémoc Sigüenza, Oaxaca: julio de 2008
13
Primer Congreso Político, sección 22 SNTE-CNTE, Oaxaca de Juárez, Oax., 24 de abril de 2006.
14
Dicho pliego comprendía varias demandas importantes: a) ubicar a los trabajadores de la educación de Oaxaca en la
zona económica III con todas las repercusiones salariales y prestaciones que conlleva; b) rechazo a la doble gestoría ante
el IEEPO y reconocimiento de la sección 22 como la única facultada por el movimiento democrático para efectuar la
gestoría, vigilancia y respeto de todos los derechos de los trabajadores; c) retención de las cuotas sindicales canalizadas al
CEN del SNTE a través de la nómina del IEEPO; d) incremento en 300 millones de los programas de mejoramiento de la
infraestructura educativa y entrega del hotel del magisterio ubicado en Bahías de Huatulco; f) reconocimiento legal y

9
El 22 de mayo de 2006, la sección 22 no llegó sola al plantón15 e inició un paro de labores
de aproximadamente 70,000 maestros, así como un plantón en el Centro Histórico de
Oaxaca y 56 calles alrededor del mismo. Este sería propiamente el inicio de la coyuntura
que analizamos aquí.

3. Génesis de la protesta por y en prácticas añejas


En 2006, teniendo como columna vertebral los maestros de la sección 22 y su alianza con
diversas organizaciones, se hizo evidente que ningún actor social o político actuó aislado
en esta coyuntura. En el caso de la movilización popular nació como respuesta al actuar
político del gobernador Ulises Ruiz. La Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca
(APPO) emergió en una época en la que el PRI no era más un actor político único,
aunque su dominio seguía fundado en la coacción, la institucionalización del “maiceo”, la
corrupción y la represión.

La APPO no fue un sujeto homogéneo con un plan de acción unitario ni una plataforma
ideológica inherente a su nacimiento sino que estuvo conformada por un amplio número
de organizaciones sociales-políticas de Oaxaca, la ciudad capital. Fue al mismo tiempo
apoyada por diversos sectores de la población aglutinados en una sola demanda: la
destitución de Ulises Ruiz Ortiz. El conflicto político de la APPO fue un nuevo
reacomodamiento político de Oaxaca, iniciado el 14 de junio de 2006, fecha en la que se
intentó desalojar el paro de la sección 2216. Ese momento fue el catalizador de las
protestas sociales.

Durante el conflicto una cosa fue cierta entre tantos rumores, acusaciones y
descalificaciones, los maestros y militantes-simpatizantes de la APPO fueron llevados
tanto por sus dirigentes como por el Gobierno a un momento de radicalización, violencia y
desorganización que fue capitalizado en una gran protesta social y política sin
precedentes en la ciudad de Oaxaca.17

La APPO no fue la representación de un sujeto homogéneo sino un espacio en el que se


materializaron las potencialidades políticas de diversos sectores sociales con orígenes en

subsidio a Radio Plantón, así como g) el cese a la represión contra los trabajadores de la educación y el pueblo en general,
entre otras. Pliego Petitorio de la sección 22 del SNTE presentada al gobierno del estado, Oaxaca, 1° de mayo de 2006.
15
En esta manifestación participaron el FSODO, el FPR, el CODEP, el FALP y la Nueva Izquierda Oaxaqueña (NIOAX) filial
del PRD, entre otras organizaciones.
16
Entrevista personal con Zenén Bravo Castellanos, Diputado local del Partido Convergencia durante la LX Legislatura y
dirigente del Frente Popular Revolucionario, Oaxaca: julio de 2008. Respecto al desalojo del 14 de junio puede consultarse
OSORNO, Diego. Oaxaca sitiada. La primera insurrección del siglo XXI. México, Grijalbo, 2007, p. 34.
17
Entrevista personal con Luis Zárate, Oaxaca: julio de 2008.

10
coyunturas políticas y sociales anteriores. ¿Qué podría motivar la cohesión que la APPO
hizo evidente? Y por tanto, ¿Qué tipo de sectores sociales participaron en el movimiento
popular18? Básicamente identificamos tres:

1. Sindicatos. Organizaciones con estructuras orgánicas verticales, con amplia experiencia en la


organización de acciones políticas contra el gobierno. Entre otras, el FSODO, STEUABJO, la sección
35 del IMSS y principalmente de la sección 22 SNTE-CNTE.
2. Organizaciones indígenas. Con agendas sobre la recuperación del poder autónomo en las
19
comunidades . Entre otras organizaciones destacaron: FIOB, UCIZONI, UNOSJO, SER, Asamblea
de los Pueblos Zapoteco, Mixe y Chinanteco.
3. Organizaciones de la sociedad civil. Con pocos militantes y con agendas que reclaman justicia,
participación social, equidad de género y derecho a la libre manifestación religiosa. Entre otras, las
Comunidades Eclesiales de Base y EDUCA.
a. Grupos de orientación socialista-antineoliberal. Organizaciones que se identifican con la
defensa de los derechos laborales y agrarios de sus militantes. También hacen explícita su
ideología socialista y encabezan discursos anti-neoliberales. Fundamentalmente, todas las
que integran la Promotora por la Unidad Nacional contra el Neoliberalismo (UNT, FPR,
FALP).
b. Colonos de la Ciudad de Oaxaca. Aquellos vecinos que se sintieron agraviados por los
proyectos de “remodelación” del gobierno. Quienes exigían mayor destinación de recursos a
proyectos de carácter social en las colonias pobres de la Ciudad de Oaxaca.
c. Marginados urbanos. Niños de la calle, limpia parabrisas, comerciantes ambulantes. No
fueron un sector previamente organizado y se atribuye su participación a su ánimo reactivo
20
contra las normas.

La constitución de la APPO se realizó entre el 17 y el 20 de junio cuando estaban


presentes alrededor de 300 organizaciones, que suscribieron el acta respectiva.21

3.1 La disfuncionalidad de las instituciones


La Cámara de Diputados Federal se opuso a una solución que implicara la destitución de
gobernador, luego entonces, la APPO y la sección 22 instalaron campamentos
permanentes en los edificios del gobierno local, con algunos cierres de carreteras, de

18
Una clasificación más amplia fue plateada por: MARTÍNEZ VÁSQUEZ, Víctor Raúl. Autoritarismo, movimiento popular y
crisis política: Oaxaca 2006. Oaxaca: CAMPO- EDUCA, 2007.
19
Si bien las organizaciones indígenas tardaron en participar en la APPO, varios de sus dirigentes estuvieron presentes
desde las primeras marchas e incidieron en el debate de la coyuntura pero no eliminaron la tensión que ha habido entre las
comunidades y los maestros, que había llevado a las primeras a no sumarse a las demandas del gremio, pero durante el
Congreso Constitutivo de la APPO se evidenciaran formas de cotidianas de participación indígena.
20
Entrevista personal con Pedro Matías, Oaxaca: julio de 2008
21
Para conocer los nombres de las organizaciones integrantes se recomienda leer: la Relatoría de la primera reunión de
trabajo Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca. Sábado 17 de junio del 2006, 12:00 hrs., Edificio Central de la UABJO,
Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Una versión electrónica puede ser consultada en:
http://codepappo.wordpress.com/2006/06/20/asamblea-popular-del-pueblo-de-oaxaca-acuerdos-y-relatoria-20-de-junio-
2006/

11
bancos y paros en las actividades administrativas en la ciudad. Igualmente, estas medidas
se acompañaron de la instalación de plantones en las oficinas del Tribunal Superior de
Justicia, en la Casa de Gobierno en Santa María Coyotepec (residencia del gobernador),
en la secretaría de Finanzas y en oficinas de juzgados civiles y penales. El objetivo: la
desaparición de poderes en el estado.22

Las dirigencias (sección 22 y APPO) coincidieron en la idea de instalar barricadas por la


ciudad y las zonas urbanas limítrofes de Oaxaca7, para que a través de ellas se cazaran a
posibles grupos paramilitares, a jefes policíacos y a policías que quisieran a acceder al
cuadro central de la Ciudad. Esta medida tendría un alto impacto político porque al mismo
tiempo produciría una radicalización del movimiento.

Las dirigencias (sección 22 y APPO) coincidieron en la idea de instalar barricadas por la


ciudad y las zonas urbanas limítrofes de Oaxaca23, para que a través de ellas se cazaran
a posibles grupos paramilitares, a jefes policíacos y a policías que quisieran a acceder al
cuadro central de la Ciudad. Esta medida tendría un alto impacto político porque al mismo
tiempo produciría la radicalización de los grupos en protesta (Sotelo, 2009: 123). A partir
del 23 de agosto de 2006, con un estilo de insurgencia popular, la APPO aumentó la
instalación de barricadas, cientos de ellas fueron construidas con vehículos incendiados.
Diferentes calles y avenidas se bloquearon con barricadas que evitaran el paso de
vehículos y la infiltración de personas ajenas al movimiento.

Durante meses, los principales espacios públicos quedaron bajo control de cientos de
personajes anónimos, que habían estado ahí como sombras, fuera de foco, marginados.
Las trece radiodifusoras de la ciudad miraron pasar por sus cabinas de transmisión a
profesores rurales, amas de casa, dirigentes opositores, profesionistas desempleados y
jóvenes anarquistas que repetían una y otra vez estar listos para morir luchando en contra
del Estado (Osorno, 2007).

Los enfrentamientos y acciones se incrementaron tras cada día, se tomaron algunos


palacios municipales con gobiernos priístas y fueron declarados “Ayuntamientos
Populares”. Pueden citarse los casos de Tuxtepec, Pinotepa, San Antonio Castillo
Velasco, Santa María Atzompa (Pérez, 2006). En otros se crearon Asambleas filiales de la
APPO. Con lo anterior, a partir de los primeros días de julio la APPO se convirtió en el

22
Entrevista personal con Zenén Bravo Castellanos, Oaxaca: julio de 2008.
23
Brenamiel, Calicanto, Colonia Alemán, Cinco Señores, entre otras. Integradas por personas que vivían en la calle, niños,
jóvenes y adultos, así como estudiantes de la UABJO y maestros. Las barricadas a partir del 16 de septiembre se
registraron como un sector de la APPO y nombraron representantes de cada una para que integraran la Asamblea General
que fungía para organizar disciplinadamente todos los contingentes integrantes.

12
referente principal del movimiento popular aunque aun era abandonada por las bases
magisteriales en plantón ni por la dirigencia de la sección 22. Esto sucedería más tarde.

Durante las elecciones federales del 2 de julio el PRI y el gobernador habían perdido el
soporte social en Oaxaca, aunque fuera por razones circunstanciales. El PRI perdió nueve
de los once distritos electorales de Oaxaca y las dos senadurías de mayoría, fue evidente
también el triunfo local de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien se presentó
como candidato a la presidencia de la República.

Considerado un logro del movimiento popular, los grupos en protesta consideraron que
con pocos priistas en el Poder Legislativo, el movimiento lograría la destitución de Ulises
Ruiz. A tono con el ambiente político del país, los dirigentes apoyaron abiertamente a
AMLO en vías de alcanzar un impacto a escala nacional. Este error de lectura fue uno de
los errores centrales de la APPO, porque el clima político nacional era adverso en realidad
(Sósorra, 2008: 27)

Entonces, la polarización y el agravamiento social serían evidentes. Por una parte, los
maestros seguían en plantón y los alumnos no habían concluido el ciclo escolar, lo que
fue claramente utilizado por los medios de comunicación contra el movimiento social. Por
otra parte, ello agudizaría los enfrentamientos de la ciudad y la violencia contra dirigentes
de organizaciones que integraron la APPO.24 La ola de apoyos estaba en reflujo.

A finales de octubre, los padres de familia advirtieron a los maestros en paro que sus
puestos de trabajo serían ocupados con profesores interinos del Consejo Central de
Lucha. Por otra parte, el Comité Ejecutivo de la sección 22 anunció el regreso a clases a
partir del 30 de octubre pero a cambio pedía la liberación de tres presos políticos:
Erangelio Mendoza González, Germán Mendoza Nube, Ramiro Aragón y Catarino Torres
Pereda. Igualmente, demandaba continuar las negociaciones con la APPO hasta que se
lograra la salida de Ulises Ruiz. Esta resolución del Comité Ejecutivo de la sección generó
una fisura irreparable al interior del movimiento popular porque los dirigentes de la APPO
no coincidían con la decisión de regreso a clases.

24
En ese periodo Catarino Torres Pereda dirigente del Comité de Defensa Ciudadano (CODECI) fue detenido por el
ministerio público de Tuxtepec; fueron asesinados Pedro Martínez Martínez y Pablo Martínez Martínez dirigentes de los
contingentes del MULT-I en el plantón de la Ciudad de Oaxaca, Germán Mendoza Nube dirigente de la Unión de
Campesinos Pobres adherida al Frente Popular Revolucionario fue detenido en la Ciudad de Oaxaca; Erangelio Mendoza
González, ex – secretario General de la sección 22 fue detenido, entre otros.

13
3.2 El distanciamiento del yo colectivo
El 13 de noviembre de 2006, la APPO convocó a la definición de un nuevo plan de acción
porque enfrentaban la amenaza de envío de tropas de la Policía Federal Preventiva (PFP)
a desalojar los grupos en protesta (Vélez, 13/11/06). De tal forma se conformó un Consejo
Estatal de la Asamblea, encabezado por Flavio Sosa, Zenén Bravo Castellanos, Erangelio
Mendoza (ex dirigente de la sección 22) y Felipe Martínez Soriano (ex líder del PROCUP-
PDPL-EPR), el ala más radical del movimiento25.

En dicho entorno, varias organizaciones (la UTE, el FPR, la UJR y el NIOAX) llamaron a
los grupos de protesta –a través de “Radio Universidad”-- a desconocer al dirigente de la
sección 22, Enrique Rueda Pacheco. Esto agravaría las contradicciones al interior del
movimiento.

Los días 13 y 15 de noviembre se realizó el Congreso Constitutivo en el que participaron


1,073 delegados de todas las regiones del estado, para discutir un programa político, la
estructura orgánica y su programa de acción ante la amenaza de la entrada de la PFP a
Oaxaca.

La APPO se declaró como una organización “al servicio del pueblo de Oaxaca”, que
buscaría transformar la protesta en una “revolución pacífica, democrática y humanista” y
articularse con luchas nacionales e internacionales contra todas forma de injusticia. Fruto
de divisiones, las dirigencias de la sección 22, del FSODO y del STUABJO se deslindaron
de dicho congreso. Era entonces irreversible la división de las dirigencias, principalmente
la de la APPO y la sección 22.

El 5 de julio la dirigencia magisterial determinó que más de 60,000 maestros regresaran a


las aulas26. Como una estrategia del gobierno federal de dividir el movimiento, las
negociaciones con la Secretaría de Gobernación se hicieron de forma separada, y el

25
El Consejo de la APPO se integró con una alta representación democrática: 10 hombres y mujeres por cada región de la
entidad, a excepción de Valles Centrales que contaba con 20 representaciones; tres o cinco personas por cada sector social
integrante de la APPO: de colonias y barrios, de las barricadas, de mujeres, de organismos civiles, de pueblos indígenas, de
sindicatos, de autoridades municipales, de jóvenes y estudiantes, de comunicadores, de campesinos y productores, de
religiosos, de empresarios y comerciantes, de académicos e intelectuales, de transportistas y del sector cultural y artístico.
Finalmente, se adhirieron funcionarios de los siguientes ayuntamientos populares San Antonino Castillo Velasco, Zaachila;
Xococotlán; San Antonio Huitepec; y San Bartolo Coyotepec
26
Cabe destacar que el 5 de julio se vio la división entre las dirigencias debido a que ese día la APPO convocó a la toma
simbólica del ex – Palacio de Gobierno y al mismo tiempo Enrique Rueda Pacheco llamó a una reunión magisterial. La
APPO interpretó este desencuentro de acciones como el día en que Ulises Ruiz acordó con Rueda Pacheco el regreso a
clases para el 9 de julio a cambio el gobierno realizaría los primeros movimientos en el Gobierno Local, destituiría
puntualmente a Jorge Franco Vargas, Secretario de Gobierno. Sin embargo, las negociaciones entre la APPO y el Gobierno
Local estaban anuladas. Además, en ese momento Rogelio Vargas Garfias, dirigente de la Unión de Trabajadores de la
Educación (UTE) retó a Enrique Rueda a través de la Radio Universidad para que explicara por qué estaba difundiendo la
idea de que los maestros levantaran el paro desde el 10 de julio. Martínez Vásquez, Víctor Raúl (2007), Óp. Cit., Pág. 160.

14
gobierno federal satisfizo la demanda principal de la sección 22: la rezonificación salarial
(Martínez, 2007: 70), lo que significó en los hechos el abandono de la otra demanda
central: la renuncia del gobernador.

Entonces el distanciamiento se profundizó lo que sería evidente el 29 de octubre, cuando


el dirigente de la sección 22 anunció la firma un acuerdo con la SEGOB para regresar el
lunes 30 de octubre a clases (Martínez, 2007: 163)

Sin columna vertebral, la APPO se encontraba en desventaja frente al gobierno, tanto


local como federal. El 29 de octubre el Ejecutivo Federal autorizó la entrada de la Policía
Federal Preventiva (PFP) para el desalojo de los contingentes movilizados por la APPO.
Fueron enviados alrededor de 4.500 efectivos de la PFP a la ciudad de Oaxaca.

Los enfrentamientos del 2, del 20 y del 25 de noviembre terminaron en episodios de


violencia poco vistos hasta entonces. El fin del movimiento era más que evidente. Los
contenidos iniciales del conflicto cambiaron; por un lado, la APPO se encontraba muy
debilitada por su división con la dirigencia de la sección 22. Por otro lado, las demandas
del movimiento social aumentaron y mostraban su carácter estrictamente defensivo: la
libertad de los presos y presas políticos, así como la retirada de la PFP.

3.3 La división y el decline


Era evidente que las negociaciones en la ciudad de México, entre los actores nacionales
dieron el golpe de gracia. El PRI nacional, con la idea de sostener el gobernador
oaxaqueño, amenazó con no asistir a la toma de posesión de Calderón, si el gobierno
federal aceptaba un juicio político contra Ulises Ruiz.

La Secretaria de Gobernación negoció separadamente con la APPO y con la sección 22.


A la primera le otorgó la rezonificación y a la segunda le respondió con el envío de la PFP
a Oaxaca, que duró hasta el 14 de diciembre.

Como corolario, el gobierno federal publicó los ejercicios de la cuenta pública de los
gobiernos de José Murat y de Ulises Ruiz, lo que enviaba un importante mensaje a los
grupos políticos locales

Del ramo 22 (gasto social) sumaron más de nueve millones de dólares en los últimos ocho
años y cuyo ejercicio jamás pudo ser auditado ni por la Secretaría de la Función Pública ni
por la Auditoria Superior de la Federación’ ‘Esto era un aviso para Murat y Ruiz Ortiz de
que se requería conciliación satisfactoria entre ellos, aunque no con la APPO, sino para
colaborar con la pacificación de las fuerzas políticas que habían incendiado a Oaxaca’.
(Sosórra, 2008: 30)

15
El arreglo supuso calma en Oaxaca con el envío de la PFP, a nivel federal Felipe
Calderón tomó posesión como Presidente en medio de un fuerte cuestionamiento por
parte del candidato perdedor, AMLO. El algoritmo puede explicarse así: El PRI chantajeó
al gobierno federal, debilitado por la figura política de López Obrador. El gobierno federal
envió tropas para resolver el conflicto, y sostuvo un gobierno detestado por la población.
En medio de estos acuerdos entre las fuerzas políticas nacionales, la población de
Oaxaca quedó entrampada y el intento de volver un movimiento popular en insurgencia
social, abortado27.

No podría dejarse de mencionar que el saldo del enfrentamiento del sábado 25 de


noviembre, entre los miembros de la APPO y la PFP fueron 3 muertos, 98 desaparecidos,
109 heridos y 93 detenidos (Vélez, 26/11/06). Desde el 28 de noviembre varios líderes y
contingentes permanecieron en el Templo de los Pobres y el 29 de noviembre la PFP
levantó la última barricada y ocupó la “Radio Universidad” en las instalaciones de la
UABJO. Con esta acción, tanto el gobierno local como el gobierno federal dieron por
concluido el conflicto de 2006 en Oaxaca, no así los contingentes y dirigentes de la
APPO:

El movimiento sigue y no creo que se apague nunca pero el único alivio para el pueblo de
Oaxaca será la próxima elección para que se vaya Ulises Ruiz porque él es el centro del
conflicto, aunque haya o no haya razón para quitarlo. Y no es que yo lo defienda pero ya te
he contado las confabulaciones que se dieron en su contra 28

Conclusiones
¿Por qué es importante analizar la APPO como fenómeno social específico del México
contemporáneo? Hemos encontrado varias respuestas a esta pregunta.

En primer lugar, porque contiene las características de una crisis política8, porque
comprende tres elementos principales. Es decir, un primer elemento está en la distinción
analítica de rupturas entre varios de los grupos antes no confrontados, pero que durante
el conflicto se configuraron como fuerzas políticas efectivas. Estas rupturas se dieron
entre la misma APPO, la sección 22 y el gobierno local.

Un segundo elemento de la crisis política es el reconocimiento analítico de procesos


políticos acumulados en la historia de Oaxaca y que cambiaron, de manera múltiple las
condiciones de vida de los oaxaqueños. Por ejemplo, las referencias a un “fraude

27
Entrevista personal con Pedro Matías, Oaxaca: julio de 2008.
28
Entrevista personal con Cuauhtémoc Sigüenza, Oaxaca: julio de 2008.

16
electoral” en 2004 y las particularidades de la confrontación entre diversas organizaciones
sociales por ese hecho.

Finalmente, un tercer elemento de la crisis política que analizamos tiene un carácter


contextual. Todo ello significa un cambio periodo histórico y político en la entidad. Es
decir, una época en la que la dominación es centrada en el PRI; una época de
emergencia (o multiplicación) de nuevos actores políticos y sociales. En consecuencia,
una época de deterioro de la hegemonía electoral del PRI en Oaxaca.

Ahora bien, en esta crisis política en Oaxaca se superponen varias inflexiones ocurridas
no simultáneamente, sino como confluencia de diversos tiempos, espacios y sujetos que
operaron en sus respectivos contextos y que a la luz del conflicto político de 2006 se
mantuvieron, se desvanecieron o se dispersaron.

Al hablar de la crisis política29 en Oaxaca, se está muy lejos de una respuesta unívoca
que dé cuenta de la relación mecánica entre el pasado y el fenómeno coyuntural de 2006.
Más bien, el análisis de dichos acontecimientos respondió a una reflexión basada en la
idea de que son manifestaciones latentes. La crisis es un momento de intensificación de
las probabilidades de desbordamiento de cauces cotidianos en las relaciones entre el
gobierno, sindicatos y organizaciones sociales; principales fuerzas políticas en 2006.

Con este análisis se evidenciaron viejos y novedosos problemas de la sociedad


oaxaqueña: una serie de cambios en vías de apertura política una visible organización
social y las disputas entre gobernadores. Finalmente, la evidencia de una franca oposición
al gobierno dirigido por Ulises Ruiz. Ello se reflejó con claridad en el balance de uno sus
observadores:

A mi juicio si algo demostró el movimiento es que si hay un proceso electoral y sale medio
millón de gente a votar pues se piensa que un Gobernador está validado aunque por pocas
personas y es el único derecho que nos permiten ejercer como ciudadanía. Pero si sale un
millón de personas a protestar contra el mal gobierno y contra las pésimas acciones que
tiene, ya no somos ciudadanos que puedan quitar al gobierno que según “elegimos” y se
nos acusa de rebeldes, revoltosos, terroristas o guerrilleros. Y ahí se acaban nuestros
derechos, ése es el problema. Y es que somos ciudadanos de un día30

La respuesta a la pregunta si el movimiento social podría desarrollarse más allá de los


líderes y convertirse en una fuerza democratizadora per se parece aún pendiente. Porque,
el consenso se perdió en Oaxaca, se evidenció un Estado profundamente represivo y,

29
Reiteramos que el uso de crisis política atiende a la necesidad de caracterizar las delimitaciones de un proceso histórico,
sólo tentativamente, sin darle predicados a priori a la comprensión de la situación.
30
Entrevista personal con Pedro Matías, Oaxaca: julio de 2008.

17
parafraseando a Dussel, también un movimiento que no alcanzó a crecer en “su
conciencia de la dominación” (Dussel, 2006:96).

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Sábado 17 de junio del 2006, 12:00 hrs., Edificio Central de la UABJO, Facultad de
Derecho y Ciencias Sociales.

Entrevistas
Entrevista a Luis Zárate, Director del Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, Oaxaca:
julio de 2008. Duración: 44 min. 14 seg.

20
Entrevista a Cuauhtémoc Sigüenza, Integrante de la Sección 59 del Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Educación, Oaxaca: julio de 2008. Duración: 1 hr. 25 min. 57 seg.
Entrevista a Víctor García, Habitante extranjero de la Ciudad de Oaxaca de Juárez,
Oaxaca: julio de 2008. Duración: 59 min. 06 seg.
Entrevista a Pedro Matías, Corresponsal del Periódico Naciona La Jornada, Oaxaca: julio
de 2008. Duración: 1 hr. 8 min. 13 seg.
Entrevista a Zenén Bravo Castellanos, Diputado local por el Partido Convergencia por la
Democracia, Líder del Frente Popular Revolucionario y de la Asamblea Popular de los
Pueblos de Oaxaca, Oaxaca: julio de 2008. Duración 43 min. 25 seg.

Siglas y acrónimos
APPO: Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca
CCL: Consejo Central de Lucha
CDTU Corriente Democrática de los Trabajadores Universitarios
CIOAC: Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos
CIPO-RFM: Consejo Indígena Popular de Oaxaca- Ricardo Flores Magón
CNPA: Coordinadora Nacional Plan de Ayala
CNTE: Coordinadora Nacional de Trabajadores de Educación
COCEI: Coalición Campesino Obrero Estudiantil del Istmo
CODECI: Comité de Defensa Ciudadano
CODEP: Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo
COPTJO: Coordinadora de Organizaciones Populares y Trabajadores Jubilados de
Oaxaca
EDUCA: Servicios Para una Educación Alternativa A.C.
EPR: Ejército Popular Revolucionario
FALP: Frente Amplio de Lucha Popular
FCIT: Frente Campesino Independiente de Tuxtepec
FEML: Frente Estatal de las Mujeres de Lucha
FIOP: Frente Indígena Obrero Popular
FPR: Frente Popular Revolucionario
FSODO: Frente de Sindicatos y Organizaciones Democráticas de Oaxaca
IEEPO: Instituto de Educación Pública de Oaxaca
IMSS: Instituto Mexicano del Seguro Social
MADD: Movimiento al Desarrollo y la Democracia
MDU: Movimiento Democrático Universitario
MOCRI: Movimiento Campesino Regional Independiente

21
MTD: Movimiento Territorial Democrático
MULS: Movimiento Unificador de Lucha Sindical
MULT: Movimiento de Unificación y Lucha Triqui
MULT-I: Movimiento de Unificación y Lucha Triqui- Independiente
NIOAX: Nueva Izquierda Oaxaqueña
OCEZ: Organización Campesina Emiliano Zapata
ODRENASIJ: Organización para la Defensa de los Recursos Naturales de la Sierra
Juárez
OPEZ: Organización Proletaria Emiliano Zapata
PAN: Partido Acción Nacional
PCD: Partido Convergencia por la Democracia
PFP: Policía Federal Preventiva
PRD: Partido de la Revolución Democrática
PRI: Partido Revolucionario Institucional
PROCUP-PDPL-EPR:
SEGOB: Secretaría de Gobernación
SER MIXE: Servicios del Pueblo Mixe A.C.
SNTE: Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación
STEUABJO:
UABJO: Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca
UCD: Unión Campesina Democrática
UCIRI: Unión de Comunidades Indígenas de la Región del Istmo
UCIZONI: Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo
UCO: Unión Campesina Oaxaqueña
UJR: Unión de Juventudes Revolucionarias
UNT: Unión Nacional De Trabajadores
UTE: Unión de Trabajadores de la Educación

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