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UNIVERSIDAD DOMINICANA O&M

Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas


Escuela de Derecho
Recinto Santiago

Presentado a:
Juan Antonio Alvares Diep

Presentado por:
Julexa Mercedes Arias Rodriguez

Matricula:
17-MDRN-7-17

Asignatura:
Derecho Civil VII

Tema:
Regimen matrimonial que están obligados por la ley a elegir los menores
de edad cuando estén autorizados a casarse.

Santiago de los caballeros


Viernes 23 de Abril 2020
INTRODUCCION

El presente trabajo va referido al régimen matrimonial que están obligados por ley a
elegir los menores de edad cuando estén autorizados a casarse y como se ejecuta ante la
Oficialía Civil de la República. Destacando que en el matrimonio de los menores de
edad se utilizan los mismos regímenes matrimoniales que en el matrimonio de los
mayores de edad. El artículo 1398 dice que el menor legalmente hábil para contraer
matrimonio, lo es también para consentir las convenciones de que es susceptible este
contrato; y las convenciones y donaciones que haya sido asistido en el contrato por las
personas cuyo consentimiento es necesario para la validez del matrimonio.

Para tener esto claro se debe saber que estos temas son derivados del Derecho de
Familia que es el conjunto de normas e instituciones jurídicas que regulan las relaciones
personales y patrimoniales. Una institución importante que regula las relaciones
patrimoniales o ecuménicas es el régimen patrimonial del matrimonio, y si nos
preguntáramos qué fines tiene podríamos decir que su fin esta garantizar la estabilidad y
permanencia de los integrantes del núcleo familiar.
Cabe destacar que en el matrimonio de los menores también se utilizan los mismos
regímenes.

En nuestro país existen varios regímenes matrimoniales, los cuales están establecidos en
el Código Civil y a la hora de contraer matrimonio las partes tienen varias opciones:

1. Escoger entre los regímenes existentes.

2. Modificar los regímenes establecidos en el Código Civil, contractualmente


antes de celebrar el matrimonio.

3. Formular su propio régimen matrimonial siguiendo los principios establecidos


en la ley.

En base a eso se puede decir que existe una gran diversidad de regímenes
matrimoniales, ya que las partes pueden acordar lo que quieran y por lo tanto estos se
tornan infinitos, pero pasa algo y es que por lo general las partes no escogen ningún
régimen y cuando esto pasa se presume que han contraído matrimonio bajo el régimen
de comunidad legal, lo cual se hace constar en el acta de matrimonio.
El matrimonio produce dos clases de efectos jurídicos, a saber:

1. Efectos Jurídicos Personales.

2. Efectos Jurídicos Patrimoniales.

Tanto nuestro Código Civil en su Artículo 1389 y siguientes, como la doctrina en


materia de regímenes matrimoniales, son claros al consagrar que las partes son libres en
poder establecer cualquier disposición tendente a regir los efectos jurídicos personales y
patrimoniales de su matrimonio, siempre y cuando no sean contrarios al Orden Público,
el Orden Público Suscesoral y las Buenas Costumbres.

Se pueden dividir los regímenes matrimoniales establecidos en el Código Civil en 2


grandes grupos: Comunitaritas y Separatistas.
Tipos de matrimonios

Los matrimonios en la República Dominicana caen dentro de una de dos


categorías:

Matrimonios “Civiles” son aquellos en los que las partes registran personalmente el
matrimonio con la oficina del Registro Civil correspondiente. La persona que oficia la
ceremonia es un Oficial del Estado Civil, usualmente un Notario Público. Está a opción
de la pareja celebrar o no una ceremonia religiosa por separado.
En el pasado, la Embajada de los EE. UU. Permitía a los ciudadanos estadounidenses
hacer esta declaración jurada de elegibilidad para casarse (carta de soltería) ante un
Oficial Consular de los EE. UU. La Embajada ha descontinuado esta práctica hace ya
algunos años, debido a que Oficiales Civiles locales interpretaban este documento como
un certificado de que la Embajada había verificado el contenido de dicha declaración de
elegibilidad, cuando el Oficial Consular únicamente actuaba como testigo de que el
individuo en cuestión había hecho dicha declaración. Los ciudadanos norteamericanos
que necesiten llenar el requisito explicado en el punto B deben presentarse ante un
Notario Público Dominicano.

Matrimonios “Canónicos” son aquellos llevados a cabo por la Iglesia Católica


Apostólica Romana. Seguido a la ceremonia, la Iglesia asume la responsabilidad del
registro del matrimonio con las oficinas gubernamentales correspondientes.
Los matrimonios celebrados en otras denominaciones religiosas diferentes al
Catolicismo Romano son legales y permitidos. Sin embargo, solo la Iglesia Católica
Apostólica Romana tiene la potestad de registrar los matrimonios directamente. En el
caso de matrimonios celebrados en otras denominaciones, ambos contrayentes deben
presentarse ante el Oficial del Registro Civil para legalizar el matrimonio. Los detalles
respecto a este procedimiento se especifican a continuación en la sección “Matrimonios
Civiles”.

Matrimonios Civiles

El matrimonio en la República Dominicana es un contrato civil entre un hombre y una


mujer que han accedido libremente a casarse y que están en plena capacidad de hacerlo.
Para contraer matrimonio en la República Dominicana, el hombre y la mujer deben
cumplir con los siguientes requisitos:

Las partes deben expresar su libre consentimiento para la unión;


Los hombres entre 16 y 18 años de edad, o las mujeres entre 15 y 18 años de edad,
pueden contraer matrimonio con el consentimiento de sus padres. El consentimiento
debe ser por escrito y notariado, a menos que la persona que deba dar dicho
consentimiento lo haga mientras asiste a la ceremonia; y
Los hombres menores de 16 años y las mujeres menores de 15 años no pueden casarse,
aun con el consentimiento de los padres, pero el Juez puede otorgar una dispensa por
razones atendibles.
No se puede contraer matrimonio antes de la disolución de un matrimonio precedente.

El Oficial del Estado Civil, al momento de la celebración del matrimonio, puede


dispensar a los contrayentes de cualquiera de estos requisitos por razones atendibles.
Dicha dispensa debe hacerse por escrito explicando sus causas y debe hacerse constar
en el certificado y acta de matrimonio.

El Oficial llevará a cabo la ceremonia en presencia de las partes involucradas, y de los


testigos requeridos. Durante la ceremonia, el Oficial del Estado Civil les preguntará a
los contrayentes, así como a los testigos y demás personas que autoricen el matrimonio,
si se ha celebrado algún contrato entre ellos, y en caso afirmativo, que indiquen la fecha
del mismo y el nombre del Notario ante quien se efectuó.

El acta de matrimonio deberá contener los nombres y apellidos de los contrayentes, su


consentimiento, la declaración de que han quedado unidos por dicho vínculo y la fecha
del acto. Este acto será firmado por el funcionario actuante, por los contrayentes y
testigos, y posteriormente se procederá a la inscripción del matrimonio en los registros
del estado civil correspondiente.

El matrimonio civil se disuelve por el divorcio o por la muerte de uno de los cónyuges.

Matrimonio Canónico

El matrimonio canónico celebrado por un sacerdote Católico Apostólico Romano


produce los mismos efectos legales que el matrimonio civil.

Como se especificó en la parte introductoria, el párroco es responsable de enviar una


copia textual del acta de su celebración al Oficial del Estado Civil competente dentro de
los tres (3) días que siguen a la celebración de dicho matrimonio canónico, para que éste
proceda a la trascripción del mismo el los registros civiles de lugar. Esta obligación se
mantiene aun cuando el matrimonio civil haya precedido al canónico.
Regímenes de propiedad matrimonial

En principio, todo matrimonio de personas domiciliadas en República Dominicana se


presume contraído bajo el régimen de comunidad legal. Por consiguiente, cualquier
otro régimen distinto del de derecho común, deberá ser previamente acordado por las
partes y probarse su elección ante el Oficial del Estado Civil. La ley dominicana
dispone una serie de regímenes matrimoniales y al mismo tiempo les permite a las
partes, tanto escoger entre los regímenes existentes como modificarlos contractualmente
antes de celebrar el matrimonio, e inclusive formular su propio régimen matrimonial
con sujeción a los principios establecidos en la ley. Cuando las partes optan por un
régimen diferente al de comunidad (como el régimen de separación, explicado en la
página 4), deben hacerlo constar por escrito y ser aprobado por oficiales del gobierno
dominicano.

Los Regímenes de comunidad

1. Comunidad Legal: Este es el régimen de propiedad más comúnmente utilizado


en la Republica Dominicana. Se caracteriza por la presencia de tres rasgos
esenciales:

La existencia de tres grupos de bienes: Los bienes comunes, los bienes propios de la
mujer, y los bienes propios del marido.

Bajo el régimen de “comunidad legal”, todos los bienes muebles y gananciales


mobiliarios, así como los bienes inmuebles adquiridos durante el matrimonio, son
propiedad común.

El poder del marido sobre la administración de la comunidad, el cual no puede


desconocerse ni restringirse mediante ninguna cláusula ni convenio matrimonial; y la
existencia de garantías para la mujer frente al mal manejo de los bienes por parte del
marido, tales como la acción en separación judicial de bienes, el beneficio de
emolumento, la hipoteca legal sobre los inmuebles del marido y por último, la renuncia
a la comunidad.

Con relación al punto (a), conviene hacer notar que los “bienes comunes” se subdividen
en “bienes ordinarios” y “bienes reservados.” Los bienes ordinarios ingresan a la
comunidad de acuerdo con las reglas del Código Civil. Los bienes reservados, por su
parte, son bienes producto del trabajo personal de la mujer. Luego del matrimonio, los
bienes reservados generalmente continúan siendo administrados por la mujer, pero
legalmente son bienes comunes de ambas partes.
2. Comunidad Reducida a los gananciales: Bajo este sistema se modifica la
composición de los bienes comunes, excluyendo las deudas respectivas de los
cónyuges (actuales y futuras) y su mobiliario respectivo (presente y futuro).

3. Comunidad Universal: Entran en la comunidad todos los bienes muebles e


inmuebles, presentes y futuros. Los esposos pueden igualmente acordar bajo este
régimen que a la comunidad entrarán solamente sus bienes presentes o sus
bienes futuros.

NOTA: Es posible que los cónyuges declaren que se casan sin ninguna de las
comunidades descritas anteriormente, eligiendo su propio régimen matrimonial. No
obstante, hacer esto no le garantiza a la mujer el derecho de administrar sus bienes ni de
percibir los frutos que estos devenguen. Los bienes se consideran como aportados al
marido para sostener las cargas del matrimonio. Sin embargo, los esposos pueden
incluir en su acuerdo de bienes una cláusula que le autorice a la esposa a recibir parte de
sus ingresos para su sostenimiento y necesidades personales.

Los Regímenes de Separación

En los regímenes de separación no existen bienes comunes, sino bienes propios de cada
uno de los cónyuges sobre los cuales cada uno mantiene la administración, disposición y
el disfrute. No obstante, la mujer no conserva el derecho de disponer sobre sus bienes
sin el consentimiento de su marido, y en su ausencia, sin permiso judicial.

Este régimen requiere como obligación que el esposo contribuya al sostenimiento del
hogar. Más aun, los bienes muebles se encuentran confundidos, haciéndose
indispensable la liquidación de los mismos en caso de disolución del matrimonio.

La mujer responde con sus bienes de las deudas contraídas por ésta antes del
matrimonio, y de las que se originen como suyas durante éste. También de las deudas
contraídas por ella o por el marido (en caso de insolvencia del otro) para el
sostenimiento del hogar.
Por su parte, el esposo responde con sus bienes de las deudas contraídas antes o durante
el matrimonio, y de las que se originen como suyas durante este; igualmente de las
deudas contraídas por la mujer como representante de la unión conyugal.

Una variación del régimen de separación es el régimen dotal. En el régimen dotal la


mujer, en lugar de contribuir a las cargas del matrimonio con sus ingresos, entrega sus
bienes o algunos de ellos a su marido, quien tiene la administración y el disfrute de los
mismos.

La mujer posee, fuera de los bienes dotales, bienes que no están afectados por las cargas
del hogar, llamados “bienes parafernales”. La mujer mantiene el goce y la
administración de sus bienes parafernales, pero no puede enajenarlos sin la autorización
del marido, o en su defecto un permiso judicial.
CONCLUSION

En conclusión el trabajo expuesto realiza un bosquejo sobre la institución del régimen


matrimonial, centrando su análisis en la normativa del Código de Familia vigente, así como los
principales problemas que en la práctica devienen de su aplicación en  los procesos de liquidación de
la comunidad matrimonial de bienes que son tramitados en los tribunales municipales.

El régimen económico del matrimonio entre menores de edad, su regulación en nuestro


país y principales problemas prácticos que se derivan de su aplicación en
los procesos de liquidación de la comunidad matrimonial de bienes.

El matrimonio es la unión voluntariamente concertada de un hombre y una mujer con


aptitud legal para ello, a fin de hacer vida en común, y que por consiguiente, conlleva
implícitamente toda una serie de cargas y obligaciones de diversa índole para ambos
cónyuges que abarcan desde el cuidado de la familia, la cooperación mutua en la
educación, formación y guía de los hijos, hasta la participación por igual en
el gobierno del hogar, cooperando en el mejor desenvolvimiento del mismo, así como
también la contribución a la satisfacción de las necesidades de la familia en relación a
sus facultades y capacidad económica.

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