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Jorge Andrés Gómez Escudero
Contralor Departamental
Contraloría Departamental de Caldas
Asunto: Solicitud de control fiscal a los contratos CO1.PCCNTR.1525330 (Proceso
DTSC-CD-054-2020) y CO1.PCCNTR.1583119 (Proceso DTSC-CD-155-2020) de la
Dirección Territorial de Salud
Respetado contralor
La Corporación Cívica de Caldas (CCC) es una organización de la sociedad civil que tiene como
misión institucional la defensa del interés colectivo de la región. Dentro de nuestras labores se
encuentra la veeduría ciudadana permanente, con el fin de hacer control social de nuestros
gobiernos locales para promover la eficiencia y la transparencia de la administración pública.
Por medio de la presente comunicación hacemos la siguiente solicitud de control fiscal a los
contratos CO1.PCCNTR.1525330 (Proceso DTSC-CD-054-2020) y CO1.PCCNTR.1583119
(Proceso DTSC-CD-155-2020), celebrados el 24 de abril y el 2 de mayo de este año,
respectivamente, por la Dirección Territorial de Salud de Caldas (DTSC). Ambos contratos
directos que tenían como objeto la compra de equipos de ventilación asistida.
I. Peticiones
1. Que en el marco de la labor fiscal, la Contraloría Departamental de Caldas investigue y
defina si existen méritos para sanciones fiscales para los responsables de la celebración,
ejecución y pago del contrato directo CO1.PCCNTR.1525330 (Proceso
DTSC-CD-054-2020), celebrado el 24 de abril entre la DTSC y la empresa Distribuidora y
Comercializadora Agrobest S.A.S. (en adelante Agrobest S.A.S.) Un contrato que tenía
como objeto la “Adquisición de tres (3) ventiladores Puritan Bennett 760, para atender la
urgencia manifiesta declarada por la gobernación de caldas mediante decreto n°. 0079 de marzo
16 de 2020, acatada mediante resolución n°. 209 del 16 de marzo de 2020 emitida por la
dirección territorial de salud de caldas, con ocasión de la pandemia denominada covid-19” .
Esto por las siguientes tres razones: (1) posibles irregularidades en la escogencia de un
contratista sin la idoneidad, experiencia y especialidad para ejecutar lo contratado; (2)
falta de análisis de mercado para la determinación de los precios pactados y pagados, de
acuerdo a las referencia de mercado para la marca y modelo de los equipos comprados; (3)
posibles irregularidades en la entrega y pago de los 3 equipos de ventilación, los cuales
podrían no cumplir los requisitos mínimos pactados o la normatividad existente para el
sector público de salud sobre la compra de equipo hospitalario usado o remanufacturado;
(4) posible irregularidad y violaciones a las leyes contractuales y a los principios de
publicidad y transparencia en el uso adecuado del Secop II.
2. Que en el marco de la labor fiscal, la Contraloría Departamental de Caldas investigue y
defina si existen méritos para sanciones fiscales para los responsables de la celebración y
terminación por mutuo acuerdo del contrato CO1.PCCNTR.1583119 (Proceso
DTSC-CD-155-2020), celebrado el 21 de mayo de 2020 entre la DTSC y la empresa
Agrobest S.A.S. Un contrato que tenía como objeto la “Adquisición de equipos de ventilación
asistida (ventiladores mecánicos) Puritan Bennett 760, para atender la urgencia manifiesta
declarada por la gobernación de caldas mediante decreto n°. 0079 de marzo 16 de 2020,
acatada mediante resolución n°. 209 del 16 de marzo de 2020 emitida por la dirección territorial
de salud de caldas, con ocasión de la pandemia denominada covid-19”.
Esto por las siguientes tres razones: (1) posibles irregularidades en la escogencia de un
contratista sin la idoneidad, experiencia y especialidad para ejecutar lo contratado; (2)
posibles sobrecostos en los precios pactados y no pagados, de acuerdo a las referencia de
mercado para la marca y modelo de los equipos comprados; (3) posibles irregularidades en
las razones que fundamentaron la terminación por mutuo acuerdo, lo cual llevó a que la
entidad perdiera la oportunidad de adquirir 6 equipos urgentes para la atención de la
emergencia covid-19 en el departamento. (4) posible irregularidad y violaciones a las leyes
contractuales y a los principios de publicidad y transparencia en el uso adecuado del Secop
II.
II. Hechos
1. El 16 de marzo de 2020, a través del Decreto 0079, la Gobernación de Caldas declaró la
urgencia manifiesta para atender en el departamento la emergencia ocasionada por la
pandemia mundial de la enfermedad covid-19. Mediante esta decisión, se habilitó a las
entidades departamentales la posibilidad de usar la excepción de urgencia manifiesta para
contratar de manera directa los servicios y bienes que en condiciones normales tendrían
que adquirirse por modalidades contractuales diferentes.
2. En la misma fecha fue expedida la Resolución 209 de 2020 por la DTSC, con el fin de acotar
y desarrollar la declaración de urgencia manifiesta de la Gobernación a los procesos de la
entidad.
Sobre los hechos del primer contrato: CO1.PCCNTR.1525330
(Proceso DTSC-CD-054-2020)
3. Según la documentación publicada en el Secop II, el 20 de abril fue presentada ante la
DTSC una cotización de la empresa Agrobest S.A.S. Se desconoce las razones que llevaron
a la empresa a presentar esta documentación, toda vez que no ha sido posible identificar si
hubo algún tipo de invitación a cotizar de la DTSC que fuera de carácter público y abierto a
varios proveedores potenciales. Tampoco para esa fecha se había presentado ninguna
solicitud de adquisición de estos equipos por parte de la dependencia encargada de ello
dentro de la entidad.
En esta cotización se ofrecen 12 equipos de ventilación asistida, marca Purita Benett 760,
sin especificar modelo o años de fabricación. Presenta un valor total de 900 millones de
pesos, es decir, un valor unitario de 75 millones.
4. Según la documentación publicada en el Secop II para ese contrato, en esos mismos días de
abril no se identifica ninguna otra cotización de proveedores distintos. Es de anotar que a
la DTSC sí llegaron cotizaciones de otros 3 proveedores por estas fechas, pero fueron
publicados únicamente dentro del proceso del segundo contrato.
5. El 22 de abril, dos días después de presentarse la cotización de Agrobest S.A.S., la
Subdirectora de Prestación de Servicios y Aseguramiento, Olga Lucía Corrales Ramírez,
presentó ante la Directora de la DTSC, Jimena Aristizábal López, una solicitud de
adquisición de equipos de ventilación asistida, con el fin de atender la emergencia
sanitaria. Desde esta solicitud, sin referenciar ningún estudio de mercado, se sugirió a
Agrobest S.A.S. como la empresa a contratar, una mención que sorprende ante las dudas de
que esa dependencia, en lugar de sugerir condiciones o requerimientos de los equipos
necesitados, terminó sugiriendo al contratista y sus equipos en específico. Dice el
documento: “Dado la dificultad de las empresas del sector para contar con las existencias
necesarias se encontró que la empresa DISTRIBUIDORA Y COMERCIALIZADORA AGROBEST
S.A.S. cuenta con la disponibilidad necesaria para tal urgencia y que puede realizar con
inmediatez la venta de estos equipos” . Anunció incluso que ya se había hecho una cotización
justo por los 3 equipos que serían objeto de uno de los dos contratos posteriores que ni
siquiera debían estar en etapa de estructuración.
Aún así, este mismo oficio también resaltó la Circular 06 del 19 de marzo de 2020, de la
Contraloría General de la República (CGR), en el que se aconseja, entre otras cosas, que la
contratación por urgencia manifiesta debe igualmente determinar la idoneidad del
contratista, ni a atender la normatividad en materia de licencias, permisos, autorizaciones,
seguridad industrial y ambiental, ni a verificar que el valor contratado responda a los
precios del mercado.
6. Según la fecha de publicación registrada en el Secop II, solo hasta el 24 de abril se conoció
documento titulado como estudio de mercado, elaborado por Manuel Alzate Zuluaga,
contratista de la Subdirección Administrativa. Este documento, sin fecha, se publicó en el
portal el mismo día de la firma del primer contrato y de manera posterior a la solicitud de
adquisición que ya recomendaba a esta empresa como la única con disponibilidad. Ahora
bien, en el documento se habla del 22 de abril como fecha de referencia para la tasa
cambiaria, lo cual no permite conocer si es esa fecha la de elaboración y firma. En ese caso
solo se tiene en cuenta la de publicación en el Secop II.
En el estudio se comparan especificaciones, precios, unidades disponibles y plazos de
entrega de varios proveedores. S}in embargo, se destacan del estudio varios hechos: (1)
dentro del proceso de Secop II para este contrato, no se conocen documentos que
soporten las cotizaciones de los otros proveedores analizados, sino que Agrobest S.A.S.
aparece como la única empresa que presentó documentación; (2) el estudio comparó
precios sin distinguir marcas, modelos ni tiempos de uso de los equipos ofrecidos por los
diferentes proveedores, es decir que comparó precios entre equipos que no tenían
condiciones uniformes; (3) no analizó idoneidad o experiencia de los proveedores
comparados; (4) adujo que la inmediatez y oportunidad en la entrega sería tenida en
cuenta como una de los factores preponderantes en la escogencia del proveedor.
7. El mismo 24 de abril, fecha de publicación del llamado estudio de mercado, entre la DTSC y
la empresa Agrobest S.A.S fue firmado el “primer contrato”, el CO1.PCCNTR.1525330
(Proceso DTSC-CD-054-2020). El objeto pactado fue la “Adquisición de tres (3) ventiladores
Puritan Bennett 760, para atender la urgencia manifiesta declarada por la gobernación de caldas
mediante decreto n°. 0079 de marzo 16 de 2020, acatada mediante resolución n°. 209 del 16 de
marzo de 2020 emitida por la dirección territorial de salud de caldas, con ocasión de la pandemia
denominada covid-19”. Esa fecha de firma, tomada de Secop II, coincide con la fecha de
publicación del documento del contrato.
El contrato presentó un valor total de 225 millones, es decir un valor unitario de 75
millones de pesos por cada equipo. Además se especifica como condiciones de la compra lo
siguiente: (1) ventiladores Puritan Bennett 760, “ventilador 760 tiene características de
control de presión para apoyar a pacientes niños y adultos”; (2) equipo con un sistema de
alto rendimiento de entrega de gas, combinado con pistón de aire sin fricción y activación
de flujo; (3) garantía de un año, una vez adquirido el producto; (4) soporte en insumos y
repuestos por cinco años, una vez adquirido el producto. Es de destacar que no se pacta
nada referido a fechas de fabricación, condiciones de nuevo o usado, o tiempos de uso.
Finalmente, se designa como supervisora del contrato a Carmen Elisa Mejía Giraldo,
contratista e ingeniera biomédica de la entidad.
8. El 27 de abril, se firmó la primera acta de entrega de dos de los equipos contratados en este
primer contrato. De parte de la empresa contratista firmó Carlos Mario Escobar Pineda.
De parte de la entidad firmó Jhoan Fernando Vidal Patiño, subdirector jurídico, y Carmen
Elisa Mejía Giraldo, contratista supervisora. En el acta se afirma que los equipos se
encuentran en estado óptimo físico y funcional. No se reseña ninguna observación sobre
tiempo de uso, año de fabricación o señales de remanufacturación de los equipos. Tampoco
se habla de entrega de manuales o documentos adicionales, solo se menciona que el
contratista deberá presentar documentación cuando sea requerido.
De la misma fecha se identifica en el Secop II un documento de factura por el pago de estos
dos equipos, por un valor de 150 millones de pesos.
9. El 30 se firmó la segunda acta de entrega del equipo restante del primer contrato. La
firman las mismas personas del acta anterior. En el documento se afirma que el equipo se
encuentra en estado óptimo físico y funcional. No se reseña ninguna observación sobre
tiempo de uso, año de fabricación o señales de remanufacturación de los equipos. Tampoco
se habla de entrega de manuales o documentos adicionales, solo se menciona que el
contratista deberá presentar documentación cuando sea requerido.
En el Secop II se identifica un documento de factura con fecha del 6 de mayo, por el pago de
este equipo por un valor de 75 millones de pesos. Se resalta que la factura aparece sin
firma, lo cual no permite asegurar por este medio que el pago efectivamente se haya hecho
o se haya recibido.
Sobre los hechos del segundo contrato: CO1.PCCNTR.1583119
(Proceso DTSC-CD-155-2020)
10. Según la documentación publicada en el Secop II para este contrato, entre el 30 de marzo y
el 6 de mayo se recibieron cotizaciones de cuatro posibles proveedores de equipos de
ventilación asistida, entre ellas la de Agrobest S.A.S.. Estas cotizaciones se presentaron sin
que antecediera una solicitud de adquisición diferente a la que se usó para el primer
contrato de adquisición de 3 equipos.
Agrobest S.A.S. presentó el 6 de mayo una cotización por 616 millones para 7 equipos
Puritan Benett 760, es decir con un valor unitario de 88 millones por equipo. Estos equipos
fueron los mismo cotizados y vendidos en el primer contrato del 24 de abril. Sobre esta
cotización se destaca que 15 días después de la cotización de esta empresa para el primer
contrato, se ofrece el mismo modelo de ventilador pero por 13 millones de pesos de más
para cada uno.
11. Según lo publicado en el Secop II, para este contrato no se encuentra ningún documento de
estudio de mercado ni de análisis de cotizaciones. Este hecho permite pensar que no se
hizo un estudio formal sobre idoneidad de oferentes, precios según referentes del
mercado, cantidades o condiciones de entrega. Tampoco se permite saber cuál fue el
análisis de la entidad para comparar los precios de equipos ofrecidos, los cuales en realidad
no eran uniformes en sus condiciones, marcas y modelos.
12. El 19 de mayo, la Subdirectora de Prestación de Servicios y Aseguramiento, Olga Lucía
Corrales Ramírez, presentó ante la Directora de la DTSC, Jimena Aristizábal López, una
nueva solicitud de adquisición de equipos de ventilación asistida. Nuevamente se presentó
sin referenciar un estudio de mercado, aunque dijo fundamentarse en las cotizaciones que
presentaron. En este documento se volvió a sugerir a Agrobest S.A.S. como la empresa a
contratar, un hecho que de nuevo llama la atención en la medida en que esta subdirección,
especializada para el servicio de salud y no para la compra pública, no refiere condiciones o
requisitos mínimos para los equipos necesitados y en su lugar termina sugiriendo un
contratista particular con sus equipos en específico.
Este documento vuelve a referenciar la Circular 06 del 19 de marzo de 2020 de la
Contraloría General de la República (CGR), en el que se aconseja, entre otras cosas, que la
contratación por urgencia manifiesta debe igualmente determinar la idoneidad del
contratista, ni a atender la normatividad en materia de licencias, permisos, autorizaciones,
seguridad industrial y ambiental, ni a verificar que el valor contratado responda a los
precios del mercado.
13. El 20 de mayo, un día después de la solicitud de adquisición y aun cuando ya había
presentando una cotización por 7 equipos el 6 mayo, la empresa Agrobest S.A.S vuelve a
presentar una oferta. En esta cotización ofrece 6 equipos por el mismo valor de 88 millones
de pesos por cada equipo, un valor total de 528 millones.
14. El 21 de mayo, entre la DTSC y la empresa Agrobest S.A.S se firmó el segundo contrato, el
CO1.PCCNTR.1583119 (Proceso DTSC-CD-155-2020). El objeto pactado fue la
“Adquisición de equipos de ventilación asistida (ventiladores mecánicos) Puritan Bennett 760,
para atender la urgencia manifiesta declarada por la gobernación de caldas mediante decreto n°.
0079 de marzo 16 de 2020, acatada mediante resolución n°. 209 del 16 de marzo de 2020
emitida por la dirección territorial de salud de caldas, con ocasión de la pandemia denominada
covid-19” .
El contrato presentó un valor total de 528 millones de pesos, es decir un valor unitario de
88 millones de pesos por cada equipo. Además se especifica como condiciones de la
compra los mismos requerimientos del primer contrato, que se refiere a lo siguiente: (1)
ventiladores Puritan Bennett 760, “ventilador 760 tiene características de control de
presión para apoyar a pacientes niños y adultos”; (2) equipo con un sistema de alto
rendimiento de entrega de gas, combinado con pistón de aire sin fricción y activación de
flujo; (3) garantía de un año, una vez adquirido el producto; (4) soporte en insumos y
repuestos por cinco años, una vez adquirido el producto. Es de destacar que tampoco se
pactó nada referido a fechas de fabricación, condiciones de nuevo o usado, o tiempos de
uso. Finalmente, como supervisora del contrato se designó nuevamente a Carmen Elisa
Mejía Giraldo, contratista e ingeniera biomédica de la entidad.
15. El 2 de junio se publicó en el SECOP II un documento del acta de terminación de este
contrato por mutuo acuerdo. Por parte de la empresa contratista, firmó su representante
legal, Ximena Acevedo Arboleda; por parte de la entidad firmaron Jhoan Fernando Vidal
Patiño, subdirector jurídico, y Carmen Elisa Mejía Giraldo, contratista supervisora del
contrato.
Sobre el documento hay tres hechos por destacar: (1) el acta cita un informe del equipo
interdisciplinario que revisó los 6 equipos para su entrega, el cual advirtió que los equipos
no eran modelo 2009, como se había especificado en el contrato, y que incluso 3 habían
sido importados en 2007; (2) Se encontró que lo equipos habían sido entregados sin
manuales de instalación y mantenimiento, sin documentos de trazabilidad
post-comercialización y sin certificado de acondicionamiento y etiquetado; (3) el acta
presenta una confusión de fechas: presenta una fecha en el encabezado del 22 mayo, pero
dice que el informe del equipo interdisciplinario fue del 30 mayo y al pie de las firmas
señala que el acta se firmó el 2 de junio, fecha en el que fue publicado en el Secop II.
Hechos de interés para los dos contratos
16. El 10 de julio, después de consultar la documentación publicada en el Secop II para los dos
contratos, la “Lupa a la contratación” de la Corporación Cívica de Caldas y el periódico La
Patria publicó en el diario que la empresa Agrobest S.A.S. realmente tiene como
actividades principales la compraventa, reparación y mantenimiento de maquinaria
agrícola, herramientas en general, insumos agrícolas, material para la construcción,
repuestos para motocicletas, materiales eléctricos y equipos industriales. También se
encontró que se dedica a la producción y comercialización de equipos hidráulicos y
neumáticos, al suministro de repuestos y herramientas para vehículos, a la distribución de
cercas eléctricas, a la asistencia técnica en todo tipo de actividades industriales y agrícolas.
Actividades que también son confirmadas por la documentación tributaria (RUT) aportado
al proceso de compra.
Aunque en su registro mercantil se lee que la empresa también se dedica a la actividad de
importación y exportación de toda clase de bienes muebles y a cualquier otra actividad
lícita en Colombia, se vio que en Colombia solo ha celebrado 2 contratos administrativos,
ambos para la venta de maquinaria y accesorios en agricultura, silvicultura y fauna con los
municipios de Neira y Supía. Ninguno muestra experiencia en la importación y venta de
equipos hospitalarios o médicos de alta complejidad.
17. El mismo día, el periódico La Patria publicó una entrevista con Jimena Aristizábal López,
quien para ese día ya había renunciado a la dirección de la DTSC. En el marco de esa
entrevista, a la pregunta sobre qué sucedió con los ventiladores que adquirió la DTSC y
que devolvieron, la exfuncionaria dio la siguiente declaración: “En la búsqueda de estos, que
han sido difíciles de conseguir, alquilamos unos por seis meses que estaban en Armenia. Los
ubicamos en el H. Santa Sofía para ampliar a 20 unidades en Cuidado Intermedio y en Intensivo.
Luego no
s ofrecieron unos nuevos, de estos compramos dos o tres para La Dorada, ese mismo
proveedor nos ofreció otros, selección que se hizo a través del Secop. Cuando llegaron a
Chinchiná, verificamos y parecían usados, remanufacturados y según el proveedor, con horas de
uso. Sin embargo, en las fichas de la DIAN encontramos que unos eran del 2007. Estuve en
Chinchiná cuando llegaron y los devolvimos, no se puede dejar a un departamento con unos
equipos que no cumplen especificaciones de un contrato. Aunque nos presionaron para hacer el
pago y trataron de pagar sin autorización, nosotros bloqueamos las cuentas y de mutuo acuerdo
paramos ese contrato porque incumplían con las características. Esto es delicado, eran casi $500
millones. Son recursos que debemos cuidar y lo que intenté fue blindar la entidad para que esos
casos no pasen. Hasta ahora se ha hecho una gestión impecable y con transparencia” .
III. Fundamentos
Para estas consideraciones, la CCC quiere resaltar 4 aspectos a la hora de revisar si los hechos
ameritan una investigación y sanción dentro del marco del control fiscal a los dos contratos bajo
discusión: (1) posibles irregularidades en la escogencia de un contratista sin idoneidad, experiencia
o especialidad; (2) falta de un análisis de mercado para determinar los precios pactados y/o
pagados por la entidad; (3) posibles irregularidades en la determinación de la calidad de los
equipos pactados, pagados y entregados; (4) vulneración de las normas contractuales y de los
principios de publicidad y transparencia en el uso de la plataforma Secop II.
1. Sobre la presunta falta de idoneidad y experiencia del contratista
Como se desprende del relato de los hechos, las alertas ciudadanas se han elevado debido a los
interrogantes que surgen sobre la idoneidad de la empresa contratista. Según su certificado de
existencia y representación legal Agrobest S.A.S. tiene como actividad económica principal el
comercio al por mayor de maquinaria y equipo agropecuarios, y como actividad secundaria el
mantenimiento y reparación especializado de maquinaria y equipo. Actividades que además se
verifican en el Registro Único Tributario (RUT) de la empresa.
En su objeto social, según el registro mercantil, la empresa dice que se dedica a la compraventa,
reparación y mantenimiento de maquinaria agrícola, herramientas en general, insumos agrícolas,
material para la construcción, repuestos para motocicletas, materiales eléctricos y equipos
industriales. También dice dedicarse a la producción y comercialización de equipos hidráulicos y
neumáticos, al suministro de repuestos y herramientas para vehículos, a la distribución de cercas
eléctricas, a la asistencia técnica en todo tipo de actividades industriales y agrícolas. Finalmente,
dice que sí tendrá actividad de importación y exportación de toda clase de bienes muebles y
cualquier otra actividad lícita tanto en Colombia como en el extranjero.
Ahora bien, aunque en el registro mercantil se tengan actividades comerciales tan abiertas,
generales y ambiguas, al verificar en los datos contractuales se encuentra que la empresa, al
menos con su denominación actual, solo ha tenido dos contratos públicos previos. Uno con la
alcaldía de Neira en enero de 2018, otro con la alcaldía de Supía en enero de 2019, ambos para la
venta de maquinaria y accesorios en agricultura, silvicultura y fauna.
En este sentido, queda la preocupación de que la DTSC estarían adelantando algunas de sus
compras públicas de emergencia con empresas que pueden no ser las más idóneas ni expertas en
el suministro de equipos delicados y críticos para este momento. Al respecto, la CCC insiste en que
las consideraciones de la entidad, en la escogencia de proveedores de insumos para la emergencia,
deben responder a mejores estándares y más rigurosidad.
Es conocido que la normatividad contractual establece que en los casos de urgencia manifiesta la
entidad no tiene la misma obligación de hacer estudios previos, sin embargo llama la atención que
la DTSC hubiera renunciado a un análisis mínimo sobre las calidades del proveedor que requiere
cualquier compra, incluso en la administración de negocios privados, como por ejemplo la de
verificar su experiencia y especialidad. Son análisis mínimos para garantizar una entrega efectiva y
con calidad de lo ofrecido y lo demandado, en este caso demandado con urgencia.
La Circular 06 del 18 de marzo de 2020, de la Contraloría General de la República, aconseja que en
este caso de urgencia manifiesta lo siguiente:
4.1. Determinar la idoneidad de quien celebra el contrato, más aún cuando los bienes a entregar, los servicios a
prestar o las obras a realizar impliquen un grado de complejidad, responsabilidad social, manejo de información
reservada o de seguridad que pueda afectar a la comunidad
Esta circular incluso fue citada por las solicitudes de adquisición de generaron los contratos, pero
son los hechos los que no permiten identificar que se haya hecho un estudio suficiente sobre la
idoneidad.
Por su parte, la Directiva 06 del 22 de abril de 2020, de la Procuraduría General de la Nación,
también exhorta a hacer un análisis mínimo de la idoneidad, aún cuando exista un contexto de
urgencia manifiesta. Entre otros apartes relevantes se exhorta a:
3.8. Justificar la idoneidad y experiencia de los contratistas o proveedores, para garantizar la eficiente y
correcta ejecución de los contratos y la satisfacción de la necesidad de la población beneficiaria de la
contratación de los bienes y servicios, o la ejecución de una obra.
Son varios los hechos que permiten pensar en que los funcionarios de la DTSC renunciaron a hacer
un análisis mínimo sobre la idoneidad del contratista de los dos contratos: (I) en ambos contratos
no se logró ver una invitación o convocatoria para que empresas especializadas ofertaran; (II) las
solicitudes de adquisición en ambos contratos no hace un análisis mínimo sobre la idoneidad de la
empresa contratista, apenas se refiere a un fragmento general del certificado de existencia y
representación y pasa por alto el grueso de la actividad comercial que se detalla en él; (III) el el
documento llamado como estudio de mercado del primer contrato, así como la única cotización
recibida, se centran en determinar bienes y precios pero no en mostrar y analizar lo trayectoria
empresarial; (IV) el conjunto de cotizaciones que se recibieron para estructurar el segundo
contrato no permite hacer un análisis de experiencia e idoneidad de los oferentes ni de la empresa
escogida.
Al final, el hecho más relevante en esta debate de idoneidad es la constatación final de que el
segundo contrato se frustró por una empresa inexperta que entregó equipos que no cumplían con
los requisitos exigidos. Lo cual llevó a una pérdida de oportunidad para la entidad en su deber de
conseguir equipos urgentes para la atención de la crisis. Aun cuando no se hayan hecho efectivo el
pago con recursos públicos, el control fiscal debe tener en cuenta los costos de oportunidad que
pudo haber tenido una escogencia desafortunada de un contratista poco idóneo.
Ahora bien, el hecho de que en el primer contrato sí se hubieran recibido y pagado equipos
similares de esta misma empresa, debe despertar del control fiscal la inquietud sobre la experticia
de esta contratista para entregar los bienes en un estado ideal y diferente al que se constató en la
entrega del segundo negocio.
2. Falta de análisis para la determinación del precio
La Circular 06 de 2020 de la Contraloría General de la República es clara también en aconsejar
que, más allá de que nos encontremos en una situación de urgencia manifiesta, las entidades
deben hacer una consideración de precios al momento de celebrar contratos directos. Dice en su
numeral 4.3.: “Verificar que el valor del contrato se encuentre dentro de los precios del mercado para el
bien, obra o servicio, en el momento de su suscripción”.
Por su parte, la Directiva 06 de 2020 de la Procuraduría General de la Nación exhorta a algo
similar:
3.5. Elaborar estudios de mercado o como mínimo análisis de mercado y de costos con el fin de optimizar
recursos, revisando contratos similares, precios del mercado y establecer precios máximos a bienes o servicios
necesarios para atender la pandemia. Así mismo, revisar las fuentes oficiales o sistemas de información de
precios como el SIPSA del DANE y, la regulación de precios de la Comisión Nacional de Precios de
Medicamentos y Dispositivos Médicos, entre otros.
3.6. Evitar el pago de bienes y servicios con sobreprecios e informar a la Superintendencia de Industria y
Comercio, el alza de precios injustificada, las ventas atadas, el acaparamiento y la especulación.
Ambas deben servir como guía de que aún en la contratación directa por urgencia manifiesta no es
posible renunciar del todo a consideraciones mínimas alrededor de los precios pactados.
Según los hechos descritos, lo que despierta la preocupación en el análisis de precios para ambos
contratos, es la presencia de un análisis de mercado (en el primer contrato) y de una conjunto de
cotizaciones (en el segundo contrato) que termina comparando precios entre equipos que no eran
homogéneos y que no presentaban condiciones uniformes, lo cual hace imposible pensar en un
análisis adecuado de precios.
La despreocupación por el precio parece de tal grado, que para el segundo contrato se pasó por
alto, sin dar ninguna justificación, de que en solo 15 días se aumentara el valor de los mismos
equipos de la misma empresa oferente, en una suma de 13 millones. Aún así se procedió a la firma.
La verdad es que no puede existir un análisis de precios adecuada cuando desde la misma solicitud
de compra de la subdirección encargada de los servicios de salud no se dieron directrices o
condiciones sobre el tipo, modelo, tiempo de uso o marca del ventilador que se requería. Esto abrió
la posibilidad de que se terminara compararando precios indistintamente entre una alta variedad
de equipos, con diferentes modelos y tiempos de uso, y entre oferentes de diferente índole y
actividad comercial. En otras palabras, se compararon precios entre equipos que no eran
uniformes ni homogéneos, de tal forma que la entidad terminó comprando con un análisis de
precio engañoso, por no decir que inexistente. En esta medida, hoy la DTSC no parece dar la
garantía de que el precio pagado, sobre todo para el primer contrato que sí se pagó, era un precio
ajustado al mercado de esa marca, de ese modelo y de ese tiempo de uso de los equipos
comprados.
Es de destacar en el pago del precio del primer contrato, que existe una factura publicada sin la
correspondiente firma.
3. Duda sobre la calidad de los equipos comprados.
Para una revisión del control fiscal y disciplinario es importante resaltar las razones por las que se
frustró la entrega de los 6 equipos pactados en el segundo contrato.
Primero, en el acta de terminación anticipada del segundo contrato de los 6 equipos (reseñada en
el hecho No.15), se cita un informe del equipo interdisciplinario que revisó los equipos para su
entrega. Este equipo advirtió que los equipos no eran modelo 2009, como se había especificado en
el contrato, y que incluso 3 habían sido importados en 2007. Segundo, el equipo interdisciplinario
encontró que los 6 equipos habían sido entregados sin manuales de instalación y mantenimiento,
sin documentos de trazabilidad post-comercialización y sin certificado de acondicionamiento y
etiquetado. Tercero, el acta presenta una confusión de fechas: presenta una fecha en el
encabezado del 22 mayo, pero dice que el informe del equipo interdisciplinario fue del 30 mayo y
al pie de las firmas señala que el acta se firmó el 2 de junio. Por estas razones se procedió a no
recibir los 6 seis equipos de ventilación, no pagarlos, y a terminar el contrato por mutuo acuerdo.
La situación se agrava cuando se constata que los 3 equipos de ventilación que fueron objeto del
primer contrato sí se pagaron y se recibieron por la entidad. Hoy la CCC desconoce su uso aunque
por publicaciones de la misma DTSC se dice que han sido instalados en el Hospital San Félix de La
Dorada. Sobre este primer contrato se tienen dos actas de entrega firmadas (reseñadas en los
hechos No. 8 y 9), las cuales no presentan ninguna novedad sobre los equipos y dan el visto sobre
sus condiciones de marca, modelo, tiempo de uso; igualmente guardan silencio sobre la entrega de
manuales de los mismos.
Es de destacar que en este segundo contrato, aparecen publicadas dos facturas de pago, una de
ellas sin las debidas firmas.
Las dudas sobre la calidad de los primeros 3 equipos de ventilación, que sí fueron pagados, y sobre
los otros 6, sobre los cuales la entidad perdió una oportunidad de compra urgente, surgen de
varias situaciones:
1. Aparecen alertas cuando se constata que el contratista que hizo una entrega inadecuada
en el segundo contrato, es el mismo proveedor del primer contrato. Esto no permite
confiar en que la primera entrega sí cumplió condiciones que en la segunda no se
registraron, o no permite confiar si la entidad tuvo el mismo estándar de exigencia para la
entrega en el primer contrato.
2. Despierta inquietudes que dentro del contrato no se hayan pactado de manera explícita
condiciones de calidad para los equipos, como año de fabricación o importación, tiempos
de uso, funcionalidades. Tampoco advirtió sobre las condiciones de entregas de manuales.
En esta medida se pudo haber dejado una puerta abierta para que el contratista hiciera
entrega de cualquier tipo de equipo de esa marca, incluso en condiciones no deseables
como se confirmó para el segundo contrato.
3. Surgen dudas cuando en las solicitudes de compra emitida por la Subdirección de
Prestación de Servicios y Aseguramiento tampoco se especificó desde el principio
condiciones de calidad para los equipos requeridos que fueran más allá de la marca, como
año de fabricación o de importación, tiempo de uso o funcionalidades. Tampoco advirtió
sobre las condiciones de entrega de sus manuales. Únicamente comenzó a conducir la
compra hacia una empresa proveedora en específico que tenía una referencia de equipos
particular. Esto pudo haber abierto la puerta para que el contratista presentara equipos de
esa referencia o marca de cualquier año o tiempo de uso, e incluso sin manuales, como se
detectó en la entrega del segundo contrato.
4. Quedan interrogantes sobre si la contratación en ambos procesos, como la recepción y
pago de los equipos en el primero, cumplen con la normatividad especial en salud para la
compra de equipos de ventilación usados, con modelos superiores a 10 años, o con tiempos
de uso considerables. Una situación que debe ser corroborado por el control fiscal.
4. Sobre inconsistencia en el uso del Secop II
Finalmente, la CCC quiere resaltar que la DTSC presenta varias inconsistencias en la publicación
en Secop II de los dos procesos, lo cual atenta contra los principios de publicidad de la contratación
pública, y contra el derecho de transparencia y acceso a la información pública con el cuentan los
ciudadanos en general por virtud del artículo 74 de la Constitución.
En el primer proceso, por ejemplo, se publica un documento de un supuesto estudio de mercado
sin fecha reconocible, a partir de cotizaciones que para ese proceso en específico, en el Secop, no
aparecen publicadas. La única cotización publicada es la de la empresa Agrobest S.A.S., la cual fue
la contratista escogida. Lo contrario al segundo proceso, donde se registran algunas cotizaciones
pero no se publica ningún tipo de estudio de mercado o análisis de precios.
Se podría pensar que la entidad usó las mismas cotizaciones y el mismo documento llamado como
estudio de mercado para los dos procesos. Sin embargo, de un lado, esto no puede ser excusa para
renunciar a la obligación de publicar toda la documentación pertinente para cada contrato, por
separado. Del otro lado, dejaría interrogantes que se haya hecho un solo proceso de cotizaciones y
de análisis de precios, cuando a la empresa que finalmente fue la contratista se le permitió
presentar hasta tres cotizaciones entre los dos procesos, incluso permitiendo corregir precios
(aumentó sus precios para el segundo contrato), una oportunidad que no se le brindó a ningún otro
proveedor potencial, según la deficiente publicación de documentos.
Finalmente, en el primer contrato se publicó una factura de compra sin las firmas requeridas.
Esto permite pensar que la DTSC no siguió sus obligaciones de publicidad y transparencia en el uso
adecuado del Secop II, y que además vulneró el principio de calidad de información que debe regir
cualquier divulgación de documentos públicos (Ley 1712 de 2014), en tanto que abusó de la
confusión de fechas y de los vacíos en datos indispensables dentro de la documentación de los dos
procesos de contratación.
IV. Notificaciones
Recibimos notificaciones al correo gerencia@corporacioncivicadecaldas.com.
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Atentamente,
Camilo Vallejo Giraldo
Gerente
Corporación Cívic de Caldas
agrarmenia@auditoria.gov.co