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Tipo de sermón: biográfico

¿Estás dispuesto?

2R 5:8 Cuando Eliseo el varón de Dios oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió a
decir al rey: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Venga ahora a mí, y sabrá que hay profeta en Israel.
2R 5:9 Y vino Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a las puertas de la casa de Eliseo.
2R 5:10 Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu
carne se te restaurará, y serás limpio.
2R 5:11 Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en
pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra.
2R 5:12 Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me
lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado.
2R 5:13 Mas sus criados se le acercaron y le hablaron diciendo: Padre mío, si el profeta te mandara
alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio?
2R 5:14 El entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del
varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio.
2 de Reyes 5:8-14

La sabiduría de Dios es incomparable a la humana; lo que define el tener o no una bendición es la


actitud que tomes frente a sus instrucciones.

Naamán en su propio pensamiento creía que la instrucción no era digna de él, a si se comporta el
creyente que piensa que el hacer la voluntad de Dios es estar en los mejores lugares, cree que es
ocupar los mejores puestos sociales, sin embargo la lección es que a lo mejor quiere que te metas en
donde no quieres, esto para moldear tu carácter.

Pensar que la vida cristiana es cómoda es como pensar a un Cristo sin la cruz; cuando Naaman quería
bendición a través de su sanidad creyó que sería algo espectacular y no sumergirse en ese sucio rio
sucio, en cuantas ocasiones hemos pedido que el Señor haga su voluntad en nuestras vidas pero
cuando se nos dice tendrás que hacer esto y no nos gusta decimos esa no es su voluntad.

Pienso en aquellas ocasiones cuando he criticado a alguien por creer que soy mejor que él, pienso en
aquellas ocasiones cuando e menospreciado a mi hermano por no ocupar las mismas posiciones que
yo, reflexiono en cuantas maneras he creído que tener conocimiento vale más delante de Dios, además
de cuando me he mofado de ser cristiano pero no practico el ser discípulo. He preferido el mundo
cómodo, los placeres de este, pero sigo mencionado que soy cristiano, pobre de mí que iluso y poco
realista. Miro el espejo y aunque me esfuerce no veo la imagen del gran maestro Cristo Jesús. Ahora
quisiera sumergirme en ese rio sucio para poder ser limpio, pero me pregunto si en realidad estaré
dispuesto, si someteré mi pensamiento a los de Dios, si are un lado mi orgullo y me dejare guiar, si
aprenderé a perdonar pero también a dejar de hacer daño, si escuchare a la voz de Dios que susurra a
mi oído con los consejos de personas que quieren verme madurar. Quiere sumergirme y salir con la
piel como la de un niño.
¿Y tu estas dispuesto a vencer tus propios obstáculos? o piensas que existen otros ríos mejores que
este, sin pruebas sin dificultades, en cual puedas crecer.

Existen dos obstáculos que en esta historia podemos apreciar.

I) El orgullo puede robarte la bendición


Cuando Naaman escucho cual era la instrucción para ser limpio sus ideas en cuanto a lo
que el merecía como rey se interpusieron con obedecer la voz de Dios
A) El orgullo, solo hace que pienses en ti mismo.
B) El orgullo te pone una venda en los ojos
C) El orgullo te hace alejarte de la voluntad de Dios.

II) La comodidad
A) Naaman estaba cómodo con su posición de rey, por tal razón el que se saliera de esa
comodidad le parecía algo loco y poco creíble
B) La comodidad nos impide amplia nuestros horizontes, es decir nos impide ver más
allá de lo que estamos acostumbrados
C) La comodidad nos impide hacer sacrificios.
D) Y posiblemente la comodidad nos oriente a pecar ya que la comodidad produce
tibieza.
III) Si rompemos esos dos obstáculos con seguridad las bendiciones del señor llegaran con
más fuerza.
A) Esto es lo que podemos notar el profeta con la instrucción de Dios le estaba diciendo
al rey que era necesario que rompiera con todo orgullo y comodidad para que el le
mostrara su poder.
B) Dios en ocasiones nos quiere mostrar que para servirle se tiene que dar pasos de fe,
como Naaman hizo al final.
C) Lo que no podemos ver él ya lo trazo para nosotros.

Conclusión: la historia de Naaman nos enseña a que los paradigmas que nos ponemos limitan las
bendiciones que Dios tiene para nosotros, por lo tanto; ¿estamos dispuestos a romper con esos
obstáculos? ¿Realmente queremos alcanzar las bendiciones del Señor? recapacitemos y aprendamos
de la historia de Naamán

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