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COOPERACION INTERNACIONAL PARA EL PROCESO DE PAZ EN COLOMBIA,

GRANDES APUESTAS DESDE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL

Resumen
El presente ensayo se constituye como una mirada descriptiva de cómo la cooperación

internacional ha sido una herramienta muy importante utilizada por el gobierno colombiano en

términos de acompañamiento económico y técnico para la implementación de los acuerdos de

paz con la FARC, así como el desarrollo de todas las reformas necesarias para la generación de

condiciones de paz en el país después del fenómeno de violencia que ha sufrido por más de 60

años. Dentro del ensayo se muestran las áreas temáticas del trabajo, los montos previstos por los

diferentes fondos y la situación actual del proceso de paz que se constituye como un nuevo reto

tanto para los organismos nacionales como de cooperación.

Palabras Clave: Acuerdos de paz, post acuerdo, cooperación internacional, Ayuda Oficial para

el Desarrollo.

Desde mediados del siglo XX el Estado colombiano ha venido atravesando por un fenómeno de

violencia social y armada sin precedentes en el sur del continente, provocado en gran medida por

el surgimiento de múltiples guerrillas y grupos armados que azolaron las zonas urbanas y rurales

del país por más de 50 años. Ante esto, diferentes gobiernos encabezaron procesos de dialogo

con estas estructuras armadas, pero solo hasta inicios de los años 90´s se materializaron

verdaderos procesos de paz que terminaron con la desmovilización de grupos armados como el

M-19, el Ejército Popular de Liberación EPL, el Partido Revolucionario de los Trabajadores PRT

y el Movimiento Armado Quitín Lame. Pese a esto, conseguir la paz con la FARC, la guerrilla

más antigua y numerosa del continente solo se pudo lograr 25 años después (año 2016), siendo

este es el proceso de paz y de posconflicto más importante y complejo adelantado por Colombia

en toda su historia, en el cual, a falta de capacidades económicas e institucionales propias, el


Estado ha contado con el apoyo fundamental de la comunidad internacional que ha respaldado

este proceso desde los diálogos hasta la implementación del post acuerdo, que aún se lleva a

cabo en el año 2020.

Desde los años 90’s la búsqueda de apoyos internacionales para alcanzar la paz en Colombia ha

sido un esfuerzo permanente por parte de los gobiernos de turno a falta de capacidades

institucionales solidas y recursos humanos, técnicos, tecnológicos y económicos suficientes para

afrontar procesos de tan importante calado. Por ello, la cooperación internacional como elemento

básico de la política exterior del país ha dado importantes resultados económicos en términos de

Ayudas Oficiales para el Desarrollo AOD, al pasar de los 100 millones de dólares en los años

90’s, a unos 500 millones de dólares en la segunda década del 2000, como lo plantea la

Universidad de los Andes (2020).

Para el caso concreto de la firma de los acuerdos de paz con las FARC, el acompañamiento de la

comunidad internacional ha sido clave desde la etapa de diálogos al ser importantes articuladores

y defensores del proceso. Con la firma y el consecuente proceso de posconflicto en el país, el rol

de la cooperación internacional ha sido cada vez más importante desde los componentes de

verificación, financiación y acompañamiento en cabeza de diferentes organismos, los cuales han

aportado desde su experiencia importantes lecciones para planificar a corto, mediano y largo

plazo todas las reformas, transformaciones y deconstrucciones como sociedad, y acompañar en el

territorio todos los procesos de implementación de los acuerdos que requieren de la flexibilidad y

compromiso de actores no Estatales que tengan incidencia e impacto más allá de la capital del

país.

A partir del año 2016, el Estado colombiano ha venido trabajando en la construcción de un

andamiaje institucional que soporte todo el proceso de posconflicto de la mano de múltiples


actores de cooperación. Todo esto, con el fin de no repetir los errores históricos que ha cometido

Colombia en otros procesos de paz, que han terminado con la masacre de líderes guerrilleros

desmovilizados, la reactivación de estructuras criminales, la creación de nuevos grupos armados,

y el recrudecimiento de la violencia en general como resultado de un mal accionar institucional

en el marco del posconflicto. Por lo cual, con miras a generar verdaderos procesos de

transformación que rompan las causas esenciales de la violencia y el conflicto en el país, se han

creado diferentes fondos de cooperación con presupuestos y horizontes de trabajo definidos,

orientados a la reconciliación del país y fortalecimiento de la arquitectura institucional del

Gobierno para la paz y la atención a víctimas del conflicto. Dentro de los proyectos

contemplados se encuentran la desmovilización, reinserción y reintegración de actores del

conflicto, la justicia transicional, la reparación integral de víctimas, el desminado, la restitución

de tierras, el fortalecimiento de la memoria histórica y todas las actividades que contribuyen a la

implementación del acuerdo de paz.

Sumado a todo esto, diferentes gobiernos y organismos multilaterales se han comprometido con

la entrega de importantes recursos económicos que permitan materializar todas las reformas y

proyectos alrededor de la paz. Esto ha sido un elemento clave, debido a que Colombia espera

movilizar entre el 2016 y el 2021 alrededor de USD 3.300 millones en recursos no reembolsables

o AOD, de los cuales, al 2018 se habían comprometido cerca USD 1.724 millones. Para ello, la

Agencia Presidencial de Cooperación Internacional coordina el fondo “Colombia en Paz”, el cual

es un gran fondo que integra otros 4 fondos de cooperación internacional, donde diferentes

países, ONG´s y organismos multilaterales entregan recursos para el post conflicto en el país.

Con base en la información de APC Colombia (2018), se pueden destacar los siguientes

elementos de cada fondo:


A) Fondo de las Naciones Unidas para el posconflicto: El propósito principal de este fondo

radica en generar las condiciones para la estabilización en el periodo del post acuerdo

inmediato. Para ello, el fondo establece las siguientes líneas temáticas. Acceso a justicia,

cultura de paz y reconciliación, derechos humanos y convivencia, desminado,

desmovilización y reincorporación, lucha contra el crimen, salud pública, seguridad

alimentaria, entre otros. Dentro de los recursos previstos para este fondo se espera un recaudo

de € 300 millones, de los cuales, al año 2016 se había obtenido cerca de USD 42,6 millones.

B) Fondo del Banco Mundial para la paz y el posconflicto: Este fondo tiene como propósito

esencial mejorar el acceso de las entidades gubernamentales a la información, experiencias

globales y financiación para apoyar la agenda del posconflicto. Dentro de las áreas temáticas

se encuentran el desarrollo de proyectos, la desmovilización y la reintegración a la vida civil

de excombatientes, y la reparación colectiva para las víctimas. Para este fondo se espera

alcanzar un recaudo de USD 100 millones, de los cuales se han obtenido USD 6,5 millones al

año 2016.

C) Fondo fiduciario de la Unión Europea para Colombia: El trabajo de este fondo se orienta

principalmente al desarrollo integral del campo colombiano en el periodo de recuperación y

estabilización del posconflicto. Este es uno de los fondos con mayor impacto en el territorio

debido a que tiende a estimular el desarrollo productivo en las zonas rurales alejadas del país,

a través del fortalecimiento de la presencia del Estado, con el fin de generar las condiciones

necesarias para una verdadera reforma rural integral, la cual ha sido el detonante de los

principales conflictos bélicos en el país. Los recursos esperados para este fondo ascienden a

los € 300 millones, de los cuales se tenían comprometidos USD 101,2 millones.

D) Fondo Colombia sostenible: Entendiendo que Colombia alberga cerca del 10% de toda la

biodiversidad del planeta, y que a partir del conflicto armado se han agudizado problemáticas
como la deforestación de selva para la siembra de cultivos ilícitos y las actividades de

agricultura y ganadería extensiva; al igual que la contaminación de las fuentes de aguas por

cuenta de la minería ilegal; este fondo tiene como propósito central apoyar proyectos y

programas para maximizar los dividendos ambientales principalmente en territorios afectados

por el conflicto y ricos en biodiversidad.

Como se pudo observar, los esfuerzos internacionales por acompañar el posconflicto en

Colombia son de naturaleza multidimensional y multisectorial, atendiendo a los elementos

necesarios para la generación de condiciones de paz en los diferentes territorios del país, además

de contar con recursos muy importantes que no posee el Estado colombiano para apalancar este

tipo de acciones, lo cual se relaciona con lo planteado por Enciso (2018) “la ayuda a la

rehabilitación posbélica en el marco integrado de la construcción de la paz debe consistir en una

suma de análisis, vinculación de ayudas a corto, medio y largo plaza, y el apoyo al proceso de

transformación del contexto y del conflicto” (p.18).

No obstante, el cambio de gobierno y los discursos polarizantes en contra del proceso de paz con

las FARC, han creado grietas importantes en el proceso de implementación, sumadas las

dificultades que ha tenido el Estado para poner en marcha los puntos acordados en el agenda de

La Habana y proteger la vida de los excombatientes, lo que ha causado rechazo de diversos

sectores sociales y políticos del país, y dentro de las antiguas estructuras de mando de las FARC,

a tal punto, que se han creado grupos disidentes y nuevos focos de violencia en el país.

Ante este panorama y el nuevo escenario de crisis económicas mundial por cuenta del COVID

19, lo más probable es que los flujos de AOD se puedan ver reducidos, así como recursos

apropiados por el Estado para este proceso de implementación, lo cual es una situación muy

preocupante en la medida que todos estos escenarios ponen en riesgo un proceso de bastante
importancia para el país, la región y el mundo, y en el que miles de personas han puesto sus

esperanzas para romper un legado de violencia que ha marcado cerca de tres generaciones en el

país; por lo cual, el rol de comunidad internacional es aún más importante en esta coyuntura, al

ser un actor de confianza e imparcial, con el cual se pueden articular procesos y canalizar

recursos necesarios para alcanzar la paz en el país.

En conclusión, el papel desempeñado por la comunidad internacional en el proceso de

posconflicto en Colombia es decisivo, no solo desde el punto de vista económico y técnico, sino

que es un actor que brinda confianza y articula importantes procesos en el post acuerdo que el

Estado colombiano por sus debilidades económicas e institucionales no puede liderar. Así

mismo, debido a difícil situación por la que atraviesa el proceso de implementación de los

acuerdos en la actualidad, los organismos de cooperación han ganado aún mayor relevancia, al

ser los únicos que pueden generar confianza y presión al gobierno colombiano para que cumpla

los compromisos pactados con la antigua guerrilla de las FARC.

Referencias bibliográficas

Agencia Presidencial de Cooperación Internacional de Colombia APC Colombia. (2018). APC-

Colombia: Dos años apostándole a la paz y cooperando con el mundo.

Agudelo Taborda, J., & Riccardi, D. (2019). La cooperación internacional para la paz en

Colombia: los casos de Estados Unidos y de la Unión Europea (1998-2016). Geopolítica(s).

Revista De Estudios Sobre Espacio Y Poder, 10(1), 107-134.

https://doi.org/10.5209/GEOP.61477

Enciso, S. (2018). Papel de la cooperación internacional en el posconflicto colombiano [Ensayo

Opción de Grado]. Facultad de relaciones internacionales, estrategia y seguridad. Universidad

Militar Nueva Granada

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