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Queridos hermanos de “Santa Beatriz”

El evangelio de san Marcos nos presenta una nueva controversia entre Jesús y los fariseos.
En esta ocasión el tema es sobre el divorcio: “dar libelo de repudio a la mujer”. Es una
situación muy frecuente entre los matrimonios judíos, a causa de una mala interpretación
de la Ley mosaica. Todo ello le permite a Jesús rechazar el divorcio, no está dentro de los
planes iniciales de Dios, es el hombre quien lo formulado por la “terquedad” de nuestros
corazones.
A raíz de ese dialogo, el Señor presenta la doctrina sobre el matrimonio, su defensa de la
unidad y de la indisolubilidad tal como está escrito en el libro del Génesis (2, 18-24).
Como en el tiempo del Señor, la Iglesia sale en defensa del matrimonio, elevado a la
categoría de sacramento. Tenemos el deber de enseñar a nuestros hijos sobre las bondades
y exigencias que implican el llamado a una vocación matrimonial. En efecto, el
matrimonio es una alianza de amor entre un hombre y una mujer, que expresa el amor de
Cristo por su Iglesia; los esposos manifiestan a lo largo de toda su vida el amor de Dios.
Un gran reto para nuestra época en la que se presenta “modelos de matrimonio” que no
corresponden al plan divino.
Pedimos al Señor que suscite dentro de nuestros hijos santas vocaciones al matrimonio.
Que nuestra Madre, la Virgen del Rosario interceda por nosotros.
P. Luis Miguel Gamboa Sánchez

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