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AMEBOMA
AMEBOMA
En el Corpus Hipocraticum, el célebre Hipócrates hace una clara advertencia al atribuir un mal pronóstico a
las diarreas sanguinolentas que se acompañan de fiebre e inflamación hepática. Seguramente describía un
caso de amebiasis intestinal acompañada de un absceso hepático amebiano.
En la actualidad, no existe un parásito tan ampliamente distribuido como la entamoeba histolytica.
Aproximadamente quinientos millones de personas de nuestro planeta la llevan consigo, aunque no todas
presentan una enfermedad grave por esta causa.
Es una de las quince primeras patologías y la primera parasitosis que afecta al hombre.
"la ameba histolytica puede hacer todo lo que hace un león, incluso comerse un hombre"
El parásito se encuentra generalmente como un comensal inocuo y solo si pierde esa condición y se hace
agresivo se desarrolla la enfermedad Cuando penetra en los tejidos causa daños intestinales y extra
intestinales que si no son diagnosticados y tratados de forma adecuada, pueden terminar con la vida del
paciente, así, aproximadamente setenta y cinco mil personas mueren anualmente por causa de la ameba y sus
complicaciones. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la Amebiasis Intestinal y Extraintestinal,
la Leishmaniasis causada también por otro protozoario y la Esquistosomiasis, son las parasitosis que con
mayor frecuencia causan la muerte.
a) trofozoito,
b) prequiste,
c) quiste
d) metaquiste.
Esta forma de presentación amebiana hay que tomarla en consideración puesto que puede confundirse con
cuadros de apendicitis o tumoraciones del colon que no están exentas de infestarse de amebas. La
confirmación diagnóstica es importantísima como pronóstico del paciente que presenta esta patología.
Dolor en la región intercostal derecha que se irradia al hombro del mismo lado, cintura y región dorsal.
Adicionalmente el paciente presenta astenia, anorexia, fiebre y escalofríos que se van acentuando conforme
pasan los días y avanza la infección, existe mal estado general, palidez y sudoración. Al examen físico se
aprecia crecimiento hepático con dolor a la puño percusión. Se conoce como la triada de Fontana a la
asociación caracterizada por: a) dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen, b) hepatomegalia y c)
fiebre.
Adicionalmente ya con daño hepático manifiesto e inflamación de canalículos, se advierte ictericia. El dolor en
el área hepática se irradia hacia el hombro derecho en localizaciones abscesales de este lado y al hombro y
región subescápulo vertebral del lado izquierdo cuando este es el afectado.
Puede existir tos, sudoración profusa y dolor torácico y en epigastrio. La sintomatología del absceso piógeno
es parecida aunque en estos casos los signos como fiebre y mal estado general son más manifiestos.
• Un absceso hepático amebiano no diagnosticado y tratado a tiempo o que no tiene buena respuesta a la
terapéutica instaurada, desarrolla :
Si el paciente presenta estos síntomas y signos clínicos y no acude al médico, la parasitosis evoluciona a
cuadros clínicos mas graves caracterizados por diarreas importantes, pérdida de peso, náuseas y vómitos y
signos de deshidratación. Si la localización amebiana es en la zona del ciego se pueden confundir con cuadros
de apendicitis.
Existen personas que teniendo amebas en su organismo permanecen asintomáticas. A veces solo presentan
estados de decaimiento, diarreas poco importantes que alternan con deposiciones normales o incluso con
períodos de estreñimiento. Son pacientes que presentan adicionalmente cefaleas, astenia, anorexia,
decaimiento y sequedad de la boca.
•
Una de las reglas de oro en el tratamiento médico de la parasitosis es comenzar eliminando a las formas más
grandes. Así, si el informe del examen coproparasitario identifica por ejemplo: áscaris, tricocéfalos y amebas,
se tratará a los dos primeros con la misma droga y luego se continuará con el tratamiento antiamebiano.
• Es importante recordar……….