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Resumen:
Louis Althusser
sobre de la noción de “ideología”, sirviéndose del apoyo de las teorías del inconciente, más
precisamente de las de Freud y Lacan.
Althusser enuncia que la ideología es a-histórica, tomándolo de la noción de
inconciente eterno en la teoría de Freud, y en reconocimiento a Lacan asume la relación
“imaginaria” que se establece entre el “individuo” concreto de la sociedad y las condiciones
objetivas de existencia de éste (la ideología), el llamado “obstáculo epistemológico”. Este
punto problemático se analizará más adelante a la luz de Emilio De Ipola.
El recorrido que nos propone Althusser para acercarnos a la elucidación del concepto
de ideología esta presente en su obra “Ideología y aparatos ideológicos de Estado”, un
estudio metódico de toda formación social reflejada a través de la reproducción de las fuerzas
productivas y de las relaciones de producción existentes.1
1
Althusser, Louis, Ideología y aparatos ideológicos de Estado. Freud y Lacan, Bs. As, Nueva Visión, 2008, p. 10
2
Op. cit. P. 39
3
Op. cit. P. 15
3
4
Op. cit p. 17
5
Op. cit p. 17
6
Op. cit p. 18
4
7
Op. cit p. 26
8
Op. cit p. 43
5
Apelando a la autoridad del materialismo histórico, se plantea que “la ideología tiene
una existencia material”9. Puesto que las ideas con las que se trabaja dentro de la teoría de la
ideología, son “ideas de actos” resultados de una practica concreta y real, al mismo tiempo
que tales prácticas están reguladas por la existencia material de un aparato ideológico.
Volviendo al ejemplo de los mitos de los pueblos originarios, éstos se reavivan y se actualizan
día a día, generación tras generación en su interpelación mediante el ritual10; como lo dice
Althusser para referirse a las prácticas sociales que contienen los actos del sujeto, “tales
prácticas están reguladas por rituales los cuales se inscriben, en el seno de la existencia
material de un aparato ideológico”11
9
Op. cit p. 47
10
Kusch, Rodolfo, Obras Completas, Sta. Fe, Ross, 2007. Es interesante ver Kusch la relación con el mito, lo
oculto, lo siniestro, lo ritual, lo mestizo, el problema de las sociedades culturológicas y su parecido con
Althusser.
11
Althusser, Louis, Ideología y aparatos ideológicos de Estado. Freud y Lacan, Bs. As, Nueva Visión, 2008, p. 49
12
Hinkelammert, Franz, Crítica de la Razón Utópica, Costa Rica, DEI, 2da ed, 1990. Ver su propuesta sobre el
Universal concreto.
13
Althusser, Louis, Ideología y aparatos ideológicos de Estado. Freud y Lacan, Bs. As, Nueva Visión, 2008,p. 56
“la ideología “actúa” o “funciona” de tal modo que “recluta” sujetos entre los individuos (los recluta a todos), o
“transforma” a los individuos en sujetos (los transforma a todos) por medio de esta operación muy precisa que
llamamos interpelación, y que se puede representar con las más trivial y corriente interpelación, policial (o no)
“¡Eh, usted, oiga!”.
14
Op. cit p. 55
15
De Ipola, Emilio, Ideología y discurso populista, Buenos Aires, Folios Ediciones, 1983, p. 4
6
Emilio De Ipola
17
De Ipola, Emilio, Ideología y discurso populista, Buenos Aires, Folios Ediciones, 1983, p.2
7
sinónimo de “deformante” o “falseado”. O bien por otra parte, interpretado desde un empleo
“propiamente teórico”, en donde esta línea de pensamiento no podría ser tenida en cuenta sin
la relación interdisciplinaria entre el psicoanálisis y el materialismo histórico.18 En la tesis que
afirma la a-historicidad de la ideología se encuentra el fruto de dicha unión, la noción de
“ideología en general” producto del materialismo histórico, entendida del mismo modo que el
“inconciente freudiano” que se destaca por ser “eterno”, o sea a-histórico. Otro ejemplo de
interdisciplinariedad, es la constitución del “sujeto” (ideológico) mediante la reclusión de
“individuos” concretos en la sociedad, desde un enfoque del materialismo histórico
emparentado con la explicación del “estadio del espejo” lacanniano.
Idealismo o empirismo
De Ipola encuentra a la noción de “opacidad” social dentro de la teoría de la ideología
de Althusser como una defensa ante la posible caída en el Idealismo marxista, corriente que
propone pensar a la ideología ignorando el trabajo teórico y material a partir de la noción de
un teoría de sociedad “transparente”, donde las condiciones materiales de producción
(infraestructura) y las condiciones simbólicas e ideológicas (la superestructura) sean una
continuidad lógica evidente. Pero a la vez, notemos que por medio de la noción de
“opacidad”, se conlleva también implícitamente una concepción “contemplativa” ( y por tanto
idealista), de todos modos se estaría cayendo en el error de la teoría criticada, un idealismo
del conocimiento, en donde se parte de la metáfora de la visión.19
En tanto los procesos que se explican utilizando metáforas visuales son una
reproducción de Althusser a la metáfora clásica de explicación (como guiño a la reproducción
de todas las condiciones -en este caso teóricas-), lo que vuelve problemático poner un límite a
la abstracción, a sabiendas que las relaciones sociales son relaciones problemáticas concretas
-y materiales- que contemplan la lucha de clases, como contradicción social permanente y que
se ocultan en la “escena política”.
Para poder dar un giro al estudio de Althusser como por añadidura de Marx, De Ipola
nos plantea diferenciar entre una actitud idealista y una empirista, pero dentro de esta última,
se abren dos líneas: la empirista crítica y la empirista vulgar, que a continuación
desarrollaremos en extensión. Al referirnos a una postura empirista crítica, nos basamos en la
concepción que la identifica a lo largo de la historia con los debates “esencia y apariencia”,
18
Op. cit p. p. 6
19
Op. cit p. pp. 10 -11
8
“movimiento real y movimiento aparente”, “noúmeno y fenómeno”, etc. Este empirismo que
se define como “crítico”, lo hace por su postura justamente frente al llamado empirismo
“vulgar” o “ingenuo”, que solo se conforma con las apariencias mientras que el primero se
remite al estudio de la esencia del problema.
20
Op. cit p. pp. 14
21
Op. cit p. pp. 20
9
Ideología o Ciencia
Ante la preocupación de que toda ideología defiende sólo los intereses de la clase
dominante, se afirma que también existen desde las clases trabajadoras ideas que se oponen y
rechazan la situación material establecida, y lo hacen mediante la lucha de clases mostrando
posiciones contradictorias a la clase hegemónica dentro de lo conocido como superestructura.
Se daría una respuesta así a las consideraciones del althusserismo que considera que las ideas
de la clase trabajadora no se encarnan en la ideología, sino en la ciencia del materialismo
histórico, la cual existe solo en la condición de su lucha por combatir a la ideología de la
clase dominante. “En cuanto a la ideología proletaria como tal, ésta no sería, en último
análisis, más que una variante de la ideología en general y, por lo tanto, un cómplice objetivo
de las clases dominantes”22.
La posición que defiende Althusser de diferencia entre Ideología y Ciencia, postula
evocar la vieja contradicción existente en la metafísica entre un “saber falso” como puede ser
el de una ilusión, una opinión o el sentido común; y por el otro lado encontramos un “saber
verdadero” que se dedica a la crítica del primero. Pero nuevamente como lo que ha sucedido
con la diferenciación entre la línea “empirista crítica” y el “empirismo vulgar”, se cae en el
juego de la reproducción de aquello que se estaba criticando, nos afirma De Ipola, “la teoría
althusseriana de la ideología repite esta operación mistificadora: cuestiona al saber establecido
(en particular, las llamadas ciencias sociales), denunciándolo como Ideología, en nombre del
ideal del verdadero saber, encarnado en este caso por la ciencia marxista”23
De esta reivindicación de la ciencia ante la ideología en la doctrina marxista también
se promueven otras consecuencias al interior de la sociedad que no son deseable, a través de
revalorar los sistemas de saberes burgueses como lo es de modo institucional la Universidad.
La defensa del saber científico y académico por medio de la ciencia en manos de las ideas
proletarias, seria reproducir las condiciones materiales vigentes. Si tomamos la lectura que se
efectúa de Althusser mediante la óptica de Rancière, que es sin duda muy cercana a lo
plantado, se establece una necesidad de la vuelta a la ideología como motor de la lucha de
clases, para poder dar el cambio social esperado a favor de las masas proletarias.
22
Op. cit p. 22
23
Op. cit p. 22
10
Acuerdos y desacuerdos
Debemos dar cuenta en el esfuerzo de articulación entre lo “imaginario” y la
“ideología”, que han surgido posiciones encontradas. Pero como primer paso se debe admitir
la existencia de los componentes imaginarios en toda ideología y así también en toda práctica
significante. Donde se plantea el desacuerdo no seria en su concepto, sino en sus efectos
objetivos, los que el althusserimo reduce como imaginarios. El planteo podría considerarse
más complejo, desde la posición de Rancière en su trabajo "El concepto de crítica y la crítica
de la economía política, de los Manuscritos de 1844 a El capital"; basándose en él De Ipola
nos dice que “el discurso "científico" de El capital, como el discurso filosófico de los
Manuscritos, articula, en el registro de una teoría o de una filosofía determinadas, las
consignas de lucha de los proletarios. Y no sólo las consignas: también los "sueños", las
"fantasías imaginarias" de los obreros”24
La existencia de lo “imaginario” como también de los “sueños” de la clase proletaria
son innegables, pero la manera en que la entendió Althusser puede ser puesta en cuestión,
pensar que el funcionamiento de lo imaginario es un “obstáculo epistemológico” al
conocimiento científico, fue totalmente rechazado. De Ipola demuestra que el mismo Marx
ilustra la posibilidad de un imaginario que existe como condición de inteligibilidad, a través
de dos ejes principales de su teoría, el concepto de plusvalía y la tesis de abolición del
régimen de trabajo asalariado. Nos hallamos entonces dentro de la teoría marxista con la
articulación de un hecho "real", que podemos observar en la existencia de la jornada de
trabajo y de la lucha obrera con el surgimiento del concepto de “plusvalía” y, lo "imaginario"
en la lucha por un mundo donde las relaciones de producción no sean mediadas por el salario,
situación que sólo puede existir en los sueños o en el futuro de la clase trabajadora. Relación
existente entre lo "real" y lo "imaginario", han surgiendo de las luchas proletarias, como
condición de posibilidad de la propia teoría.25
Raymond Williams
Modulador histórico
Encontramos en este autor la originalidad de abordar la problemática de la teoría
marxista de manera “culturalista”, en donde se denota la importancia de la cultura en los
24
Op. cit p. 23
25
Op. cit p. 25
11
inalterables o fijas en modo relativo, pero a diferencia de la idea anterior a partir de ésta existe
la posibilidad de cambio, la posibilidad de intentar alteraciones dentro de las condiciones y las
combinaciones existentes. 27
Partiendo de la existencia de estas condiciones determinadas se puede percibir por qué
el marxismo ha sido criticado como vía para el establecimiento de “leyes” fijas, formuladas
solamente considerando al sistema económico. De de las cuales se desprendieron luego las
demás leyes de manera tácita o evidente y en donde se sigue mostrando la existencia de un
determinación “externa”, la economía. El conflicto existe cuando a las condiciones objetivas
se las toma como determinaciones “externas”, pero en tanto Marx las define como resultado
de las acciones del hombre dentro del mundo material, parecería resultar más bien un
oxímoron pensar las acciones del hombre dentro de la sociedad como determinaciones
externas a ésta.
Conclusión:
La presencia de la ideología nos remite de manera inmediata a pensadores como Marx,
Althusser, Williams y a los planteos sobre las teorías económicas, sociales y políticas que
afectaron a la Europa del siglo XIX y XX. Hijos de la misma cultura que acuña ésta y otras
tantas nociones que forman parte del bastión de categorías filosóficas de uso mundial. Tanto
estos autores como dichas categorías son parte de la tradición europea, y con ello todas sus
implicancias.
Por esto si bien encontramos interesante el desarrollo de la ideología que se podría
pensar en términos de Alberdi como concepto trasplantado. En nuestra región según lo
piensa Kusch no estamos en el desarrollo civil que tienen las culturas europeas aun, que
pueden abordar estudios culturológicos –reflexivos en una culminación histórica totalizante al
estilo de las revisiones hegelianas-. Más bien, dentro de nuestra cultura aun tenemos que
seguir alimentando el mito cotidianamente, pero desde la búsqueda de ese ritual propio fuente
del resentimiento que nos provoca no identificarnos con la cultura originaria y tampoco con la
europea.
En nuestras tierras encontramos una forma especial de pensar, “nuestro problema
latinoamericano no consiste en que nuestra realidad es indómita, sino antes bien en que no
poseemos formas del pensamiento capaces de comprenderla” 28 Lo que nos afirma Rodolfo
27
Op. cit p. 7-8
28
Kusch, Rodolfo, La Geocultura del hombre Americano, Sta. Fe, Ross, 2007, T III, p. 137
13
Kusch es que las categorías europeas o importadas muchas veces no sirven para poder
explicar la realidad de nuestro continente.
Este trabajo pretendió hacer un recorrido por la noción de ideología tan debatida en
occidente desde los procesos emancipatorios, pero que nunca fue pensada en su contexto,
mientras estuvo en boca de estudiosos americanos, ya que no es un producto de nuestra
cultura sino de la europea. Tengo esperanzas que con este articulo, en dialogo comparado a
modo de ensayo con nuestra cultura propiamente americana, se podría a futuro aproximarse
en una investigación, la concepción de mito en los pueblos originarios y su influencia en el
orden social político o económico así como de la misma manera lo intentaba explicar
Althusser por medio de las acciones de la sociedad que reelaboran la ideología, en nuestro
caso americano con los rituales se reactualiza el mito y a la vez nuestra cultura.
Aquí no se quiere plantear una imposibilidad de comunicación entre las culturas, al
contrario se plantea buscar un mejor conocimiento de las mismas –de allí el estudio de la
categoría ideología- a partir de reconocer sus propias condiciones materiales al momento de
relacionarse sin que se confundan a una con la otra en su primer momento. “Una cultura no es
una totalidad rígida, sino que comprende además una estrategia para vivir. Una producción
literaria, un ritual mágico, o una máquina son formas de estrategias para habitar mejor el
mundo. Por eso detrás de la ciencia, queramos o no, hay política. Pero una política en el
sentido de una estrategia general para la vida”29
Queda así planteado el desafío, repensar nuestras categorías sociales y políticas a la
luz de nuestra cultura.
BIBLIOGRAFÍA ESPECIFICA
Althusser, L., Ideología y apartos ideologicos de Estado. Freud y Lacan, Bs. As,
Nueva Vision, 2008
De Ipola, E., “Idiología y discurso populista”, Folios Ediciones, Buenos Aires, 1983
Kusch, R., “Obras Completas”, Ross, Sta. Fe, 2007
Hinkelammert, F.,“Crítica de la Razón Utópica”, DEI, Costa Rica, 2da ed, 1990
Williams, R., Marxismo y literatura, Península, Barcelona, 1980
29
Op. cit p. 146
14