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El conflicto armado en Colombia, se ha recrudecido en los últimos años y

hemos visto cómo crecen los niveles de degradación generando así una grave
crisis humanitaria, en donde la comunidad internacional a participado sin
tener los resultados esperados.
Esa cruenta guerra que este país ha vivido por más de 50 años y que todavía
no para, existen intereses económicos, políticos, militares, para que esta
peste que acabado con miles y miles de vidas en nuestra patria no cese; nos
ha dolido el alma, y de las entrañas de la misma tierra todavía brota la sangre
de nuestros compatriotas y los gritos de desgarradores de madres e hijos
llorando sus seres queridos.
Esta es la realidad de la tierra que nos ha visto nacer y que seguramente nos
vera morir, el conflicto armado en nuestro país ha sido implacable, miles de
muertos, desplazados, secuestrados, cientos y cientos ciudadanos
resguardados en una sociedad llena de miedos, con miles de caras y
apuestas, como la de las clases más bajas que no tienen salida, solo una
perspectiva, solo un camino, ellos han pagado la cruda realidad de esta
guerra, tanto como víctimas o como victimarios.
Conocemos miles de historias de campesinos desplazados por grupos al
margen de la ley, pero esto va mas allá, cuando sus propios hijos son
secuestrados, supuestamente para contribuir con la causa, pero nos
preguntamos cual causa? Conocemos la historia de Yiseth, la joven guerrillera
que fue uno de los verdugos de la excandidata presidencial Ingrid Betancur
en todo su cautiverio, conocemos la historia de Íngrid y todas las vicisitudes
en la selva, años de olvido y desesperación en un cautiverio que nunca
parecía acabar, pero los propios guerrilleros también tienen su historia de
maltratos humillaciones, también tienen su propio drama, algunos porque
quisieron estar, otros porque les tocos, y otros porque no tenían más camino.
Pero en realidad cuál de las dos era más humillada o ultrajada? Ingrid o
Yiseth? La una como trofeo político de la guerrilla de las FARC, y la otra como
títere de un sistema inventado sin piedad y con intereses que van más allá de
conseguir una mejor sociedad y luchar por las clases menos favorecidas.
Ahora con este proceso de paz, encontramos a cientos de marías, de pedros
o de Yiseth, que nunca tuvieron otra oportunidad, que nunca tuvieron otro
camino, solo un fusil al hombro y las ordenes de algunos que nunca pensaron
ellos, los llenaron de rencor y odio muchas veces sin causa alguna, la vida los
puso en el más difícil de todos, en el del olvido y la cobardía.

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