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Su padre, Huayna Cápac, murió en torno a 1525 sin dejar nombrado a un sucesor. Esto
dio lugar a la sangrienta guerra civil incaica por la sucesión entre Atahualpa y su
hermano Huáscar. Atahualpa se hallaba entonces en Quito, al mando del ejército
incaico del Norte y a cargo del gobierno de esa región, que estaba subyugada al
Imperio incaico. Huáscar se coronó inca en Cuzco.3 Tras una larga campaña,
Atahualpa logró vencer a Huáscar en 1532 cerca de Cuzco.4
Pese a que Atahualpa tuvo sucesores nombrados por los españoles se le considera el
último gobernante del Imperio inca.
Índice
1 Origen
2 Infancia y juventud
3 Guerra civil incaica
3.1 Precedentes
3.2 La guerra
4 Captura
4.1 La embajada española
4.2 Masacre y captura en Cajamarca
5 Prisión
6 Rescate
7 Proceso
8 Muerte
9 Exequias
10 Tras su muerte
11 Descendencia
12 Mito de su retorno
13 Véase también
14 Notas y referencias
15 Bibliografía
16 Enlaces externos
Origen
Existen dudas sobre el origen de Atahualpa. El desacuerdo se centra principalmente
en su lugar de nacimiento. A continuación se muestran las versiones de algunos
cronistas e historiadores:9
En el siglo xviii el sacerdote Juan de Velasco, usando como fuente una supuesta
obra de Marcos de Niza (que nunca ha sido encontrada), recopiló información sobre
la existencia del Reino de Quito, formado por la etnia de los shyris o scyris, que
habría desaparecido al ser conquistado por los incas.21 Esa obra incluye una lista
de los reyes de Quito, el último de los cuales, Cacha Duchicela, habría sido el
curaca (cacique inca) derrotado y muerto por el inca Huayna Cápac. Según esta
versión, Paccha, la hija de Cacha Duchicela, se habría desposado con Huayna Cápac,
y de esa unión habría nacido Atahualpa como hijo legítimo.22 Varios historiadores,
como el peruano Raúl Porras Barrenechea y el ecuatoriano Jacinto Jijón y Caamaño,
han rechazado esta versión por carecer de fundamento histórico y arqueológico.21
La mayoría de los historiadores peruanos sostiene que, según las crónicas más
confiables (Cieza, Sarmiento, Betanzos, que tomaron sus informes de primera mano),
Atahualpa nació en Cuzco y su madre fue una princesa de linaje inca.23 Estos
historiadores consideran que el bando de Huáscar inventó la versión del origen
quiteño de Atahualpa para mostrarlo ante los españoles como un usurpador y
bastardo. También creen que muchos cronistas interpretaron la división del imperio
entre los dos hijos de Huayna Cápac (Huáscar, el primogénito y heredero legítimo; y
Atahualpa, el bastardo y usurpador) de acuerdo con su concepción europea u
occidental de las costumbres políticas de los incas. Según Rostworowski esto es
erróneo porque el derecho al trono inca no dependía exclusivamente de la
primogenitura ni de la línea paterna (el hijo de la hermana del Inca podía también
ser heredero), sino que influían también consideraciones prácticas como la
capacidad para el mando.24
Según Hugo Burgos Guevara, el hecho de que Túpac Yupanqui naciera en Vilcashuamán y
su hijo Huayna Cápac en Tomebamba parece indicar que Atahualpa pudo haber nacido en
Quito, como parte de una política expansionista del imperio y como una manera de
reforzar una conquista de índole político-religiosa.25
Otros historiadores ecuatorianos, como Enrique Ayala Mora,26 consideran más
probable que Atahualpa naciera en Carangue o Caranqui, en la actual provincia de
Imbabura, cantón Ibarra (Ecuador). Basan esta idea en las crónicas de Fernando de
Montesinos27 y Pedro Cieza de León (aunque este último menciona dicha versión para
refutarla, a favor de la de Cuzco).
Tamara Estupiñan Viteri, historiadora que ha publicado numerosos trabajos respecto
a Atahualpa y su círculo cercano en aquel tiempo, sostiene que nació en Cuzco. 2829
La siguiente tabla resume las versiones de varios cronistas e historiadores:
Cuando tenía trece años se produjo en el norte del imperio una rebelión de dos
pueblos de esa región, los caranquis y los cayambis. Junto con su padre y su
hermano Ninan Cuyuchi marchó al frente del ejército incaico hacia las provincias
del norte (región de Quito). Quedaron en Cuzco cuatro gobernadores, entre ellos
Huáscar.40
Atahualpa se quedó en Quito con su padre más de diez años, ayudándole a sofocar las
rebeliones y a conquistar nuevas tierras.41 Para ello contó con el apoyo de hábiles
generales incas, como Calcuchimac y Quisquis. Durante este período aprendió las
tareas del gobierno y ganó prestigio por el valor que desplegaba en las acciones
bélicas.23
Atahualpa contó con el apoyo del ejército incaico del norte, formado por soldados
quiteños y comandado por los generales Quisquis y Calcuchimac.50 También le
apoyaron varios pueblos del norte del imperio incaico (pastos, carangues y
cayambis), deseosos de vengarse de las masacres cometidas por los cuzqueños años
antes durante la guerra de conquista incaica.47 Huáscar contaba con el ejército
incaico de Cuzco y sus aliados del sur del imperio, y sus fuerzas eran más
numerosas. Sin embargo, debido a las intrigas de los nobles cuzqueños descontentos
con Huáscar, varios jefes que apoyaban a Huáscar se cambiaron de bando durante la
guerra, equilibrando así las fuerzas.50
La guerra
Los cronistas mencionan hasta quince batallas, pero sus versiones son diversas y
contradictorias.51
Según el cronista Pedro Pizarro, Huáscar envió al norte un ejército que sorprendió
a Atahualpa en Tomebamba y le derrotó. Atahualpa fue capturado y encerrado en un
tambo (albergue quechua) pero logró fugarse. Posteriormente, el propio Atahualpa
difundió la leyenda de que su padre, el Sol, le ayudó a huir convirtiéndole en
serpiente, lo que le permitió escaparse por un pequeño agujero. Durante su
cautiverio perdió una oreja. Desde entonces llevaba una manta sobre la cabeza atada
al mentón para ocultar la mutilación. Según el cronista Miguel Cabello Valboa es
inverosímil que Atahualpa fuera capturado ya que los seguidores de Huáscar le
habrían ejecutado de inmediato.49
Huáscar nombró como nuevo general de su ejército a Huanca Auqui, que fue derrotado
por Quisquis y Calcuchimac en Cusipampa, Cochahuaila, Bombón, y Yanamarca (valle
del Mantaro). Huáscar nombró entonces como nuevo general a Mayta Yupanqui, pero su
situación adversa no revirtió.51
Ante el avance de Atahualpa Huáscar decidió salir de Cuzco para conducir a sus
tropas personalmente. Contaba con las fuerzas aliadas del Contisuyu y Collasuyo.
Las batallas finales se libraron en los alrededores de Huanacopampa o Cotabamba,
cerca de Cuzco. Huáscar fue derrotado, capturado, y tratado de manera cruel. Las
tropas de Quisquis y Calcuchimac tomaron Cuzco. Los miembros de la familia de
Huáscar y de otras panacas cuzqueñas fueron torturados y ejecutados.56
Captura
La embajada española
Artículo principal: Entrevista de Pultumarca
Atahualpa llegó a la plaza de Cajamarca sobre una litera cargada por sus
servidores, acompañado por un séquito de entre 6000 y 7000 personas62 que incluía
bailarines, nobles y guardias. Encontró la plaza vacía y uno de sus capitanes le
dijo que los españoles se habían escondido en los galpones porque estaban
asustados.63
Mientras los soldados mataban a los indígenas, el inca seguía sobre la litera
cargada por sus sirvientes. Cuando unos morían, otros se apresuraban a
reemplazarlos. Un soldado español intentó herir al inca de un cuchillazo, pero
Pizarro se interpuso (lastimándose la mano al hacerlo) y ordenó que «nadie hiera al
indio so pena de la vida...» Por fin cayó la litera y el inca fue capturado y
llevado preso.68
El cronista Francisco de Jerez calcula que los españoles masacraron a unos 2000
nativos en Cajamarca, que no se defendieron.69 Entre las víctimas se hallaban el
señor de Chincha (que acompañaba a Atahualpa en calidad de potentado del imperio) y
varios capitanes y nobles incaicos.70
Prisión
Estando prisionero en un edificio de Cajamarca, Atahualpa se mostraba desenvuelto,
alegre y conversador con los españoles. Sus captores le permitieron tener
comodidades y ser atendido por sus servidores y sus mujeres. Le dejaron también que
continuara administrando su imperio. Muchos curacas acudían a la prisión a tener
audiencia con él.71
Atahualpa cenaba todas las noches con Francisco Pizarro y conversaba con él a
través de un intérprete. Hizo amistad con Hernando Pizarro. Demostraba tener una
inteligencia superior; hacía preguntas que admiraban a los españoles y hablaba con
agudeza. Aprendió un poco de español. El cronista Pedro Cieza de León afirma que
también aprendió a jugar al ajedrez,43 aunque Felipe Guamán Poma de Ayala dice que
se trataba de la taptana, un juego de mesa inca.72
Rescate
Atahualpa mandó la orden a todo el imperio inca de que enviasen la mayor cantidad
posible de oro y plata a Cajamarca. En los días siguientes fueron llegando los
primeros cargamentos. Dos contingentes de españoles fueron a Pachacámac y al Cuzco
para acelerar el acarreo.75
En mayo de 1533, antes de que se llenaran las habitaciones, los españoles empezaron
a fundir las piezas de oro y plata, a excepción del trono del inca, que quedó en
poder de Francisco Pizarro.76 El 17 de junio, terminada la fundición, Pizarro
ordenó y presidió el reparto del botín.77 La suma total era de 1 326 539 pesos de
oro y 51 610 marcos de plata. Cada uno de los españoles de Cajamarca, desde los
capitanes hasta los soldados de a pie, recibió una fortuna.76
Proceso
Atahualpa fue juzgado por un consejo de guerra presidido por el propio Pizarro.
Probablemente los otros integrantes fueron el escribano Pedro Sancho de la Hoz, el
tesorero Alonso de Riquelme, el alcalde mayor Juan de Porras, el fraile Vicente de
Valverde, y algunos capitanes. También estuvieron presentes un fiscal, un defensor
del reo y diez testigos. El juicio fue sumario: se inició el 25 de julio y terminó
al amanecer del día siguiente.79 Se sospecha que las respuestas de Atahualpa y las
declaraciones de los testigos fueron amañadas y modificadas por el intérprete, que
odiaba al inca.8081
Hallándose preso, ¿dio órdenes para que se diese muerte a los españoles?
Atahualpa fue hallado culpable de idolatría, herejía, regicidio, fratricidio,
traición, poligamia e incesto; y fue condenado a morir quemado en la hoguera. La
sentencia se dio al terminar el juicio y su ejecución se programó para ese mismo
día. Atahualpa, que no entendía de qué lo acusaban, solicitó hablar en privado con
Pizarro, pero este se negó.82
El historiador José Antonio del Busto considera que Pizarro se vio presionado por
las circunstancias para firmar la sentencia de muerte y cita el testimonio del
cronista Pedro Pizarro (sobrino y paje del conquistador), que en su crónica dice:
«yo vi llorar al marqués [Francisco Pizarro] de pesar de no poderle dar la vida.»80
Muerte
Exequias
El cadáver fue depositado en un catafalco delante del altar mayor y los religiosos
españoles (entre ellos Valverde) cantaron las preces del rito. En la iglesia se
hallaban todos los españoles, incluido el gobernador Pizarro, que estaba vestido de
luto por tratarse del funeral de un rey. Todos rezaron ante el muerto. Según el
cronista-soldado Miguel de Estete, durante la ceremonia un grupo de mujeres formado
por hermanas, esposas y criadas de Atahualpa, entraron en la iglesia y se
ofrecieron a enterrarse vivas con el monarca muerto, ya que esa era la costumbre en
el funeral de un inca. Los españoles respondieron que Atahualpa había muerto como
cristiano y que esa costumbre era contraria a las doctrinas de la cristiandad. Pero
las mujeres no se conformaron. Se mordieron las muñecas, se desgarraron los pechos,
y finalmente se ahorcaron con sus cabellos. Pizarro salió de la iglesia para poner
orden y evitar que se produjeran más suicidios.88
Tras su muerte