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FINAL DE HISTORIA II

El renacimiento europeo
Comienza en Europa en el siglo XV y se extiende hasta el XVII, y se
caracteriza por el conjunto de fenómenos políticos, religiosos y culturales que
"sustituye el cuadro espiritual de la Edad Media". Al florecimiento de todas las
manifestaciones artísticas se agrega un vigoroso despertar de todas las formas
del pensamiento humano.
El nombre Renacimiento proviene del francés "Renaissance" y fue creado por
escritores y críticos del siglo XVIII que vieron en esa revolución moral y artística
un retorno a la antigüedad clásica, un "renacer" de los ideales en que el mundo
antiguo se había inspirado.
El auténtico Renacimiento español se produce en el período de agotamiento
del Renacimiento italiano. Descansa sobre las tradiciones populares españolas,
más que sobre fuentes griegas y latinas. Italia lega a España todo lo que ella
ha descubierto, tanto de los griegos como de los romanos, y España lo
aprovecha para alcanzar su propia madurez. Además, recibe el préstamo de
otras culturas, como la arábiga, la judía, y la de todos los países de Europa a
través de sus dominios, de la realidad americana a través de sus
colonizadores.
Sus características fundamentales.
Las características fundamentales del Renacimiento son:
 La consideración antropocéntrica del mundo, es decir, que el hombre, poseedor
de una nueva escala de valores, es centro y finalidad de todas las cosas; busca
el desarrollo armónico de sus facultades físicas y espirituales. Está orgulloso de
su saber y de su poder. Es un verdadero gustador de la belleza. El señor feudal
se convierte en un cortesano, quien personifica la vida social.
 Imitación de los modelos griegos y romanos.

El Renacimiento español
El Renacimiento en España no implica una ruptura con la tradición medieval
como ocurre en otros países, porque:
• la Edad Media no pierde contacto con las letras clásicas;
• no se produce una crisis en el seno de las creencias religiosas.
Por eso, dice Dámaso Alonso que "lo esencialmente español, lo
diferencialmente español en literatura es esto: que nuestro Renacimiento y
nuestro Post renacimiento barroco son una conjunción de lo medieval hispánico
y de lo renacentista y barroco europeo. España no se vuelve de espaldas a lo
medie va a llegar el siglo XVI (como lo hace Francia), sino que, sin cerrarse a
los influjos del momento, continúa la tradición de la Edad Media. Esta es la
gran originalidad de España y de la literatura española, su gran secreto y la
clave de su fuerza y de su desasosiego íntimo. Hay como una veta de literatura
medieval (romancero y cancionero popular, etc.) que entra en el siglo XVI, y
llega soterrañamente hasta nuestros días"
Se caracteriza por la:
 fusión de la tradición medieval con los nuevos aportes europeos;
 valoración que hace España de su pasado;
 cristianización de la antigüedad;
 coexistencia de lo popular, local e hispánico con la cultura universal,
recibida de la herencia clásica;
 unidad político-religiosa;
 armonización de tendencias contrapuestas (tradición religiosa más
humanismo pagano);
 fusión de idealismo y realismo;
 nacionalización de temas extranjeros;
 finalidad ética y didáctica.
Garcilaso de la Vega (1501-1536) De familia noble, recibe una formación
cortesana al lado de importantes humanistas que lo hacen buen conocedor de
la cultura clásica grecolatina. También fue soldado al servicio de Carlos V. Su
obra literaria supone una renovación de los contenidos (temas como el amor, la
naturaleza y la mitología), y la del estilo (lenguaje culto, elaborado, cargado de
epítetos, comparaciones, metáforas, etc.). Su producción poética fue corta,
pero de altísima calidad.
Esta obra, (Égloga I), es su creación más significativa, se corresponde con el
género lírico, concretamente con el subgénero de la égloga, composición en la
que unos pastores idealizados exponen sus quejas amorosas en un ambiente
caracterizado como un Locus amoenus (“lugar ameno”, lleno de paz, flores,
frescas arboledas, ríos, animales…).
“Égloga”, deriva del griego, y significa “seleccionado” o “escogido”. Los
griegos la empleaban para designar toda colección de poemas breves a modo
de pequeña antología, representando de esta manera a la poesía pastoril, que
en el Renacimiento estaba integrado por un tipo especial de poesía lírica, de
novela y de drama.
La Égloga está dividida en treinta estancias y consta de 421 versos. Las
estancias tienen catorce versos.
El primer verso de la primera estancia nos adelanta, más que el tema, el tono
del poema. En el dulce lamentar se funden dos sentimientos en cierto modo
opuestos, ya que la amargura de dicha lamentación se dulcifica por el canto
melodioso.
El tema de la égloga es el amor. Expresándose desde dos posturas diferentes
mediante la exposición del dialogo de dos pastores. El primero, Salicio, que se
lamenta del desdén y la frialdad de la hermosa Galatea, que lo ha abandonado
por otro:
SALICIO 
Por ti el silencio de la selva umbrosa, 
por ti la esquividad y apartamiento 
del solitario monte me agradaba; 
por ti la verde hierba, el fresco viento, 
el blanco lirio y colorada rosa 
y dulce primavera deseaba. 
¡Ay, cuánto me engañaba! 
¡Ay, cuán diferente era 
y cuán de otra manera 
lo que en tu falso pecho se escondía! 
Bien claro con su voz me lo decía 
la siniestra corneja, repitiendo 
la desventura mía. 
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. 
El segundo, Nemeroso, llora la muerte de su amada Elisa.
NEMOROSO 
¿Quién me dijera, Elisa, vida mía, 
cuando en aqueste valle al fresco viento 
andábamos cogiendo tiernas flores, 
que había de ver con largo apartamiento 
venir el triste y solitario día 
que diese amargo fin a mis amores? 
El cielo en mis dolores 
cargó la mano tanto, 
que a sempiterno llanto 
y a triste soledad me ha condenado; 
y lo que siento más es verme atado 
a la pesada vida y enojosa, 
solo, desamparado, 
ciego, sin lumbre, en cárcel tenebrosa. 
Estas, son dos formas de pérdida amorosa, dos situaciones que a pesar de que
contrastan tienen un fundamento en común; el dolor por la indeseada soledad.
Los dos pastores, representan a Garcilaso en dos momentos de su vida: antes
y después de 1534, año en que muere doña Isabel Freyre

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