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Nora Ephron: Se acabó el pastel

Idioma original: Inglés
Título original: Heartburn
Traducción: Benito Gómez Ibáñez
Año de publicación: 1983
Valoración: Recomendable

Hay libros de lectura intensa y libros de lectura ligera, y hay libros capaces de suscitar
la reflexión tras su lectura y otros que no. La combinación de ambos parámetros
genera un amplio espectro que abarca cualquier libro que hayamos leído:
1. Intenso con reflexión
2. Ligero con reflexión
3. Intenso sin reflexión (*)
4. Ligero sin reflexión
No estamos aquí para decir qué categoría es mejor que otra pero sí estamos aquí para
confirmar que, sin ninguna duda, Se acabó el pastel pertenece a la última.
Efectivamente, con sus apenas ciento cincuenta páginas que vuelan entre los dedos del
lector, lo único que persiste tras la lectura es el recuerdo de la satisfacción vivida de la
mano de esta autora irónica, vivaz y efectiva.

Resumen resumido: Rachel Samstat, judía, neoyorquina y cocinera mediática en la


televisión pública de finales de los 80, descubre que su apuesto y exitoso marido
mantiene una intensa aventura con una conocida común. Embarazada de siete meses,
Rachel abandona su casa con su hijo de dos años e inicia un absurdo periplo que la
preparará emocionalmente para afrontar el previsible desenlace.

El que no se anime a esta lectura por Nora Ephron —guionista de Cuando Harry
encontró a Sally, comedia romántica por excelencia (inteligente, lúcida, entrañable,
avanzada y divertidísima) a la que ya quisieran siquiera parecerse todos los
subproductos mediocres que copan las carteleras desde hace décadas— o por la
promesa de un divertido y efímero momento lector, tal vez lo haga por la de un aún
más grato momento de cotilleo: efectivamente, la autoficción se inventó mucho
antes de lo que algunos nos quieren hacer creer; los hechos que se relatan en Se acabó
el pastel están basados en el episodio vital de la propia Nora Ephron cuando estuvo
casada con Carl Bernstein, el pomposo periodista político que pasará a la historia por
haber destapado la trama del Watergate y —muy a su pesar, gracias a esta novela—
también por engañar a su mujer (embarazada de siete meses de su segundo hijo) con
Margaret Jay, esposa del diplomático Peter Jay. Toma ya.

Se acabó el pastel es una narración en primera persona sobre los hechos acontecidos
durante unas semanas cruciales en la vida de la protagonista. El tono es desenfadado e
irónico y la narración adquiere los tintes de una oralidad errática que acaba llegando
ahí donde se propone. Ese efecto no es fácil de conseguir, como tampoco lo es
mantener al lector pegado al papel. El texto está plagado de frases ingeniosas a pesar
de lo amargo de la situación y de pinceladas proféticas ya que la protagonista habla
cuando los hechos ya han sucedido y ella ha podido gestionar la frustración y la
pérdida. Y una se pregunta por qué, una vez ya ha quedado en el pasado, Nora Ephron
decide rememorarlo. En vista de cómo quedan retratados su ex marido Carl (Mark en
la novela) y el matrimonio Jay (Rice), parecería que no hay más motivación que la
venganza cochina, pero no se puede elaborar una narración de este calibre eludiendo la
responsabilidad propia en los hechos ni ocultando las miserias personales que se
derivan. Es una cuestión tan evidente que la autora —muy lista— nos lo explica a través
de su alter-ego (y auto-parodiada) Rachel Samstat:
«Porque si cuento la historia, domino la versión.
Porque si cuento la historia, puedo hacer reír; y prefiero que se rían a que tengan
lástima de mí.
Porque si cuento la historia, no me duele tanto.
Porque si cuento la historia, puedo soportarla.»
Así que Recomendable porque es divertida, está muy bien escrita y disecciona con
maestría las miserias de las relaciones entre los seres humanos. Diría, como hecho
puntual, que es incluso Necesaria para la mente en estos tiempos que estamos
viviendo.

Tal como puede deducirse de la (insulsa y facilona) cubierta de la edición en castellano,


hay una adaptación cinematográfica de 1986, dirigida por Mike Nichols y
protagonizada por Meryl Streep y Jack Nicholson. No os puedo dar mi opinión porque
no la he visto pero una adaptación de una novela de Nora Ephron con el guión también
de Nora Ephron, merece sin duda una oportunidad. Aprovechemos el humor y el
disfrute que impregna toda su obra porque no hay más; Nora Ephron falleció en 2012
(71 años) a causa de una leucemia. Descanse en paz.

(*) emosido engañado
Publicado por Beatriz Garza en 12:00   
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Etiquetas: autoficción, basado en hechos reales, escritores estadounidenses, ironía, libros adaptados al
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