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La música en el silencio

E L T R A B A J O C O N E L A D O L E S C E N T E R E S I S T E N T E

Psic. MTI. César Ruiz

EL SILENCIO DEL ADOLESCENTE ES UNA FORMA DE EVITAR LA RELACIÓN


TERAPÉUTICA QUE SE PRESENTA COMO UNA EXPERIENCIA AMENAZANTE. ES A LA
VEZ UNA CARACTERÍSTICA POSITIVA QUE LE PERMITE PROTEGER SU INTIMIDAD Y
UNA ESTRATEGIA PARA SENTIRSE EN CONTROL DE LO QUE SUCEDE EN LA SESIÓN.

Parte 1

E
terapeuta, y con más deseos de aprender que
ra un miércoles a las cuatro de la tarde. dominio de la práctica terapéutica, me
enfrentaba a la situación. Daniel, de catorce
Recuerdo perfectamente que era mi primer
años, llegaría en unos minutos a mi
paciente de la tarde, había decidido agendarlo
consultorio, a petición de los padres que
justo al inicio de mi jornada pues quería tener
estaban realmente preocupados por las
la mente clara y despejada cuando lo viera.
conductas que presentaba desde su infancia,
Hacía apenas un par de meses que había
sobre todo les preocupaba lo “antisocial” que
tomado la decisión de abrir mi consultorio
era, ya que no convivía con los demás, no tenía
particular, y mi paciente había llegado por
amigos ni se relacionaba con la familia. En las
recomendación de algún conocido, entre una
reuniones familiares se apartaba o se recluía
mezcla de entusiasmo y ansiedad me
en su habitación, por lo que la familia entera se
preparaba para recibirlo sentado en el sillón.
daba cuenta y llenaba de críticas a los padres
En mi cabeza repasaba varias veces la forma por ser “tan permisivos” con él.
en que habría de recibirlo, no muy formal,
Daniel había tenido una infancia complicada,
pero tampoco demasiado relajado, un “hola…
ya que una larga lista de terapeutas, médicos y
adelante” sería su ciente, le daría la mano para
otros especialistas habían intentado mejorar la
saludarlo mientras sonreiría ligeramente. Mi
situación a través de distintas terapias y
falta de experiencia en el trabajo con
tratamientos. Yo era el último en esa larga lista
adolescentes se hacía evidente en mi
y los padres acudían a mí, más con una
nerviosismo, un par de pacientes anteriores no
esperanza vaga que con con anza, pues hacía
me hacían particularmente experto en el área,
mucho que habían perdido la con anza a que
y las pocas materias en el área infantil que
Daniel pudiera mejorar pero no querían dejar
curse en la universidad no me habían
de hacer lo posible para ayudarlo. Recuerdo
preparado para la práctica real.
haber llevado la entrevista como si de un
Sin embargo, ahí estaba, decidido a enfrentar interrogatorio se tratase, interesado en que
la realidad profesional que había elegido, sería respondieran a las preguntas de mi formato de

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historia clínica antes de que terminaran los silencio. Para un psicólogo inexperto como
50 minutos de sesión, haciendo al mismo yo, esa situación era la peor de mis
tiempo un diagnóstico de la problemática pesadillas. La angustia se fue
que Daniel pudiera tener. Para cuando la incrementando y a pesar de mis intentos de
entrevista terminó, ya tenía toda la conectar con Daniel solo recibía silencio de
información que yo creía necesitar, aunque su parte, ni una sola vez volteó a mirarme,
a decir verdad no sabía muy bien para qué mientras yo me hundía cada vez más en mi
me serviría en la terapia. sillón. Lo único que quería era salir huyendo
o que el tiempo de la sesión se terminara
ya. Sin embargo, durante los 50 minutos de
Para lo que si sirvió fue para despertar mis
la sesión no tuve el valor de salir huyendo ni
inseguridades y miedos, mismos que a 5
el tiempo pasó en un instante, fue un
minutos de que llegara Daniel ya estaba
tortuoso proceso de estar sentado frente a
haciendo efecto sobre mi cuerpo, pues me
alguien que me ignoraba deliberadamente,
sentía tenso y rígido, sumando además que
sintiendo una profunda impotencia para
esa tarde la temperatura del consultorio era
resolver la situación.
terriblemente calurosa (al menos lo parecía
Aquella tarde, la experiencia me dejó una
desde mi percepción). Cuando Daniel tocó
huella profunda, aun hoy, a doce años de
a la puerta mi corazón se aceleró aun más,
distancia de mi primera sesión con Daniel
respiré profundo en un intentó de controlar
puedo volver a sentir la tristeza y decepción
mi ansiedad y abrí la puerta. Hice tal como
que sentí conmigo mismo. No ocurrió nada
lo había ensayado y dije - Hola Daniel,
mágico con aquel paciente, no conectamos
bienvenido. - Forzando una sonrisa le ofrecí
en una segunda sesión como fruto de una
mi mano para saludarlo. Entonces sucedió
experiencia mística, ni siquiera fue un
el peor de los escenarios, Daniel me ignoró
proceso exitoso; la terapia de Daniel duró
completamente y pasó de largo a mi lado,
tan solo tres sesiones durante las cuales se
se dirigió al interior del consultorio y dejó
dió una situación similar, ante cualquier
caer su peso sobre un sillón al tiempo que
intento de entablar conversación con él mis
se cruzaba de brazos sin decir una sola
esfuerzos se veían frustrados por un gélido
palabra. Yo lo observé boquiabierto, nada
silencio como respuesta. Decidí
de lo que había ensayado me preparaba
“canalizarlo” con alguien más, aunque ahora
para ese escenario. Recobrando la
reconozco con tristeza que en realidad
compostura recogí mi mano aun estirada y
buscaba “deshacerme” del compromiso de
me senté en mi sillón, tomé de la mesita de
ser su terapeuta.
madera mi entrevista y mi lapicero.

Aun con el pulso acelerado me dirigí


nuevamente a él y le pregunté - ¿Cómo
estás Daniel? - Silencio, un total y amargo

Ha pasado mucho desde aquel miércoles por


la tarde, y a pesar de lo amargo de la
experiencia, confrontarme con mis propias
carencias como terapeuta me hizo decidirme a
tomar la responsabilidad de prepararme más y
de forma más activa. Daniel fue el primero de
muchos otros adolescentes resistentes con los
que he trabajado, las experiencias que me ha
brindado me han hecho comprender que la
forma en que reacciono ante las resistencias
del paciente surgen como parte de mi propia

LA HISTORIA DEL TERAPEUTA


CONFIGURA LA RESPUESTA QUE SE
historia, mis emociones y lo que ocurre en la TIENE ANTE LA RESISTENCIA DEL
relación que establezco con el paciente. En la ADOLESCENTE
medida en que he revisado el efecto de la
resistencia del adolescente en mi persona, he
sido capaz de comprender mejor lo que el
paciente necesita de mi y la forma en la que
puedo acompañar los distintos tipos de
resistencia que se presentan durante las
sesiones

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LA RESISTENCIA ES UNA MANIFESTACIÓN DE ENERGÍA E INDICA EL NIVEL DE
CONTACTO DEL NIÑO. OAKLANDER

Parte 2

L
intelecto, el cuerpo, la respiración y la voz. A
a resistencia suele ser malentendida por la través del contacto la persona puede tomar
consciencia sobre lo que sucede en su interior,
mayoría de terapeutas pues creen que si el
en la relación con los demás y en la relación
adolescente no “colabora” con ellos se debe a
con el ambiente. Sin embargo, el contacto no
que no quiere trabajar durante las sesiones.
se prolonga de forma in nita, se mueve dentro
Sin embargo, el proceso de la resistencia surge
de los límites de la frontera de contacto, un
como parte de la experiencia misma del
espacio que delimita hasta dónde estoy yo y
encuentro con el terapeuta. Cuando yo me
hasta dónde está lo que no soy yo. Lo anterior
encuentro en un lugar extraño, con gente
nos permite también retirarnos de ese
extraña a la que no conozco, me cuesta tomar
contacto cuando es necesario, retrayéndonos
la iniciativa, si se acercan a mi no suelo abrirme
de nuevo hacia el sí mismo.
de inmediato a compartir todo lo que soy, y
por lo regular me siento abrumado si me Veámoslo en términos del alimento: cuando
cuestionan abruptamente sobre lo que hago o tengo hambre, por medio del contacto puedo
cómo vivo. ser consciente de mis sensaciones, el
movimiento intestinal, la debilidad, el hueco
En este sentido, puedo comprender que para
que se forma en mi estómago, la salivación de
el adolescente que viene a la terapia se trate
mi boca, etc. Puedo entonces elegir un
de una experiencia bastante amenazadora (sin
alimento, un satisfactor. Cuando tengo frente a
olvidar que generalmente ellos no piden venir
mi lo que he elegido puedo hacer contacto
a terapia, ¡incluso están obligados por sus
con ese satisfactor, por ejemplo una
padres a venir!) pues un total extraño se sienta
hamburguesa, me hago consciente de todo
frente a ellos mirándolos fíjamente, solos en
acerca de esa hamburguesa, su color, su
una habitación y donde todo el foco de
forma, su olor, mis pensamientos acerca de esa
atención se encuentra en lo que hacen o
hamburguesa. Una vez que la llevo a mi boca
dicen; nada más aterrador. Por lo que de
puedo también entrar en pleno contacto con
inmediato, los adolescentes que aún se
ella y paladear en cada mordida su sabor, su
encuentran en proceso de madurez del Self
consistencia, su temperatura y la sensación de
encuentran formas de protegerse del contacto
placer que me genera. Estoy en un contacto
amenazador con el terapeuta.
pleno con esa hamburguesa.
Es importante en este punto explicar lo que el
Pero llega el momento de parar, puesto que la
contacto signi ca para la psicoterapia Gestalt,
frontera de contacto nos permite saber dónde
se trata de la capacidad del organismo para
se encuentran los límites del organismo, por
estar plenamente implicado en la experiencia
tanto, sin esa frontera podría seguir comiendo
presente por medio de los sentidos, el
sin parar, enfermando o moviéndome hacia

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algún tipo de trastorno de alimentación. El resistir los embates del ambiente y
contacto entonces se detiene, se retira del mantenerse en pie. La resistencia no es un
satisfactor para regresar de nuevo al enemigo al cual el terapeuta deba
contacto con el Self. enfrentarse, al contrario, los intentos
erróneos de este por controlar o presionar
Volviendo a nuestro tema, la resistencia
al paciente para que haga lo que quiere
hace uso de la capacidad que posee el
solo resultarán en una retirada más
organismo de retirarse del contacto ante
pronunciada del contacto, llevando de
una situación que el organismo interpreta
nuevo al paciente a refugiarse al interior de
como amenazante. Cuando el adolescente
sí mismo.
se encuentra frente al terapeuta una gran
variedad de emociones mezcladas, Ta l c o m o O a k l a n d e r m e n c i o n a “ l a
pensamientos, fantasías, deseos y resistencia es la aliada del niño; es una
conductas se activan creando un ritmo manera de protegerse. Yo espero y
particular. A pesar de que el adolescente no respeto la resistencia. Me sorprende más
es capaz de expresarlo, en su interior un cuando no existe que cuando aparece” .
impactante movimiento ocurre, una especie Por lo que se vuelve fundamental para la
de música suena en su cuerpo y en su terapia que el terapeuta comprenda la
mente, esta música en el silencio les pide utilidad de la resistencia en la vida de todas
retirarse a la seguridad de lo que conocen, las personas. Acompañar al adolescente
a su particular forma de lidiar con las durante sus momentos de resistencia
experiencias amenazantes. puede ayudar a generar una relación más
solida y, poco a poco, construir la con anza
Esta música tiene diferentes ritmos en cada
necesaria para que el paciente se mueva a
paciente, mientras que en algunos es una
un contacto más signi cativo con el
música tranquila que les permite
terapeuta y la relación vaya tomando forma.
mantenerse en contacto consigo mismos y
evitar el contacto amenazante con el Una base fundamental para lograrlo es
terapeuta, para otros es una música vibrante desarrollar habilidades y aptitudes que
y sonora que les lleva a tener conductas favorecen un adecuado acompañamiento
disruptivas o expansivas. de la resistencia en el adolescente.

Independientemente de la forma en que se En primer lugar, el terapeuta debe


presente la resistencia, es importante abandonar las expectativas, si el terapeuta
comprender que el terapeuta ha de espera que el adolescente responda a
respetarla, de acompañarla. En este punto todas sus preguntas y haga todo lo que le
la con anza hacía el paciente adolescente pida, con seguridad la resistencia va a
se hace fundamental para el futuro éxito del generarle ansiedad y la necesidad de
proceso terapéutico. imponerse a la conducta del paciente. Una
profunda capacidad de aceptar al niño por
La resistencia es la potencia con la que el
encima de cualquier conducta (dentro del
adolescente afronta las circunstancias
los límites terapéuticos) es prioritario. Si se
displacenteras de la vida, la capacidad de
pone toda la energía en tratar de cambiar al

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adolescente entonces no quedará su ciente considerable y parte del conocimiento


para intentar comprenderle. Un terapeuta profundo que se tiene de las pautas de
que no se interesa por comprender a su funcionamiento del adolescente, y se
paciente tendrá graves problemas para trabaja por el terapeuta experimentado a
construir una relación sólida con él. través de la confrontación para frustrar los
intentos del paciente por evadir su
Además, resulta necesario ignorar las
responsabilidad dentro de las sesiones.
expectativas y demandas de los padres
durante las sesiones, centrarse en el aquí y El terapeuta, además debe ser capaz, no
el ahora de la relación puede ayudar a que solo de aceptar la resistencia, sino de
la angustia disminuya, mantener el interés identi carla cuando ocurra. La
genuino y respetar el ritmo del paciente. Es sensibilidad en este momento le permitirá
importante aquí comprender que los elegir la mejor estrategia para seguir
padres vienen generalmente angustiados manteniendo la relación saludable.
por la situación y se requiere ser sensibles a Considero que existen principalmente tres
esto, por tanto, explicar que la terapia es un tipos de resistencias:
proceso que lleva tiempo, resolver sus
dudas e involucrarlos activamente puede
incrementar su con anza en el proceso.
#1 RESISTENCIAS PASIVAS. QUEDARSE CALLADO,
Otro requisito para acompañar la resistencia TRABAJAR DE FORMA SUPERFICIAL, EVADIR SU ROL
es comprender que “la terapia siempre (“NO SÉ, NO PUEDO”) , NO PONER ATENCIÓN.

está donde el paciente necesite que RESISTENCIAS ACTIVAS. CONDUCTAS DESAFIANTES


esté” (Landreth, G.) por lo que la resistencia #2 Y AUTORITARIAS, HIPERACTIVIDAD, LLANTO POR

se da en distintos momentos del proceso y FRUSTRACIÓN, RABIETAS, AMENAZAS AL TERAPEUTA,


AGRESIVIDAD E INSULTOS.
lo hace como una forma de re-ajustarse a
los diferentes temas y guras terapéuticas RESISTENCIAS DESDE LA CONFLUENCIA.

que se abordan, pues a medida que avanza #3 CONDUCTAS DE TIPO “TODO LO QUE ME DIGAS LO
ACEPTO SIN CUESTIONARLO, TU MANDAS YO
la terapia los temas pueden ser más OBEDEZCO”
profundos y/o dolorosos. Es preciso Estas resistencias se pueden presentar de
entonces comprender esta necesidad de forma aislada, o combinadas, puede
retirarse del contacto y esperar a que el predominar una de ellas durante las
adolescente se sienta con el su ciente sesiones o una diferente cada vez; esto
autoapoyo para afrontar estas experiencias depende muchas veces de las situaciones
amenazantes. que los adolescentes viven en su día a día y
el estado emocional con que se presentan a
Un elemento más que puede ser útil para
la sesión.
acompañar la resistencia es aprender a
d i f e re n c i a r l a d e l o s i n t e n t o s d e l Por último, emplear técnicas y estrategias
adolescente por manipular el ambiente, centradas en el juego son indispensables
esto se puede lograr únicamente cuando el para que la relación se consolide sobre una
vínculo relacional ha alcanzado un nivel

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base de aceptación y con anza. Esto lleva su La con anza del terapeuta en sí mismo y en
tiempo y no debe apurarse el proceso, todos su paciente dará la pauta para que el vínculo
los adolescentes se mueven de forma distinta terapéutico se conforme, todo llega a su
para abandonar sus resistencias. La paciencia tiempo, y cuando el adolescente se
del terapeuta es la herramienta más e caz encuentre listo para compartir con nosotros
para acompañar al paciente. Crear un es necesario que tengamos la disposición
espacio donde el paciente se sienta con la para escuchar también la música en el
su ciente seguridad psicológica para abrirse silencio del adolescente.
a la experiencia de contacto solo puede ser
Retomando el proverbio chino utilizado por
posible si se genera un clima de relajación y
Fritz Perls: “no empujes el río… que uye
juego.
solo”.

UN BUEN TERAPEUTA DEBE


DESARROLLAR LA CAPACIDAD DE
ESCUCHAR LA MÚSICA QUE
OCURRE EN EL SILENCIO DEL
ADOLESCENTE Y MOVERSE A
SU RITMO

Psi cot erapeu ta Ges ta l t I n f ant il


Psic. César Ruiz y d e l a A dol esc en cia
E mai l. ces arru i z x @g ma i l.co m

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