Está en la página 1de 342
PN a AN ...Asi que quieres ser arquitecto Roger K. Lewis pe) LIMUSA NORIEGA EDITORES MEXICO © Espafia * Venezuela * Colombia VERSION AUTORIZADA EN ESPARIOL DE LA OBRA PUBLICADA EN INGLES CON EL TITULO: ARCHITECT? JA CaNoI0 GUIDE To THE PROFESSION. 2ND EDITION © Massacnuserts INSTITUTE oF TECHNOLOGY. CoLAsonapon EN LA TRAOUECION: BODOLFO PINA GARCIA Rewision: MANUEL RODRIGUEZ VIQUEIRA DocToR EN ARQUITECTURA. PROFESOR TITULAR EN LA Universions AUTONOMA MerrorouTans, Mexco. LA PRESENTACION Y ISPOSICION EN CONJUNTO DE _.AS{ QUE QUIERES SER ARQUITECTO ‘SON PROPIEDAD DEL EDITOR. NINGUNA PARTE OE ESTA ‘BRA PUEDE SER REPRODUCIDA O TRANSMITIOA, ME= DIANTE NINGUN SISTEMA © METODO, ELECTRONICO O MECANICO (INCLUYENGO EL FOTOCOPIADO, LA GRABACION O CUALQUIER SISTEMA DE RECUPERACION ¥ ALMACENA™ MIENTO OE INFORMACION), SIN CONSENTIMIENTO POR ESCAITO DEL EDITOR. © 2001, EDITORIAL LIMUSA, S.A, 0¢ C.V. GRUPO NORIEGA EDITORES Bavoenas 95, Mexico, D.F. C.P. 06040 (5)521-21-05 01(800) 7-06-91-00 1B (5)512-29-03 limusa @ noriega.com.mx > www.noriega.com.mx CANIEM Nom. 121 PRIMERA EOICION HecHo en México ISBN 968-18-5726-7 eB Para todos los estudiantes de arquitectura de los que es- pero hayan aprendido algo de mi, y de quienes sin lugara dudas aprend{ mucho; y para mis colegas, amigos y fa- milia. Contenido Prefacio WW Agradecimientos 13 Introduccién 15 I! Serono ser... éarquitecto? 1 éPor qué ser arquitecto? 24 Dinero y estilo de vida; Posicién social; Fama; Inmortali- dad; Contribucién a la cultura; Ayudar y ensefiar a otros; Las recompensas de la creatividad y la realizacién intelec- tual; Gusto por el dibujo; Obediencia a los dictados de la personalidad; Libertad para desarrollar lo que uno es Por qué no ser arquitecto 39 ny Las probabilidades de conseguirlo; Falta de trabajo; Competencia; Remuneracién inadecuada; Vulnerabili- dad del ego: perdido en la multitud; Los riesgos de la en- vidia; Falta de poder e influencia; Ansiedad, desengafio y depresién; Obstaculos personales; Falta de talento; Falta de pasion y dedicacién; Riesgos legales y financie- ros; Desilusién Il Cémo convertirse en arquitecto 3 La estructura de la carrera de arquitectura 61 Tipos de programas; Contenido curricular —Disefio, His- toria y teorfa, Tecnologia, Estructuras, Materiales y métodos de construccién, Controles ambientales, Diserio asistido por computadora, Administracion, Materias optativas 4 La experiencia de estudiar arquitectura 85 Elprimer afio y el impacto de la carga de trabajo; Nuevos valores neva lenauiaie: Camnetencia v calificacinnes: Fobia al lapiz; La cultura y la comunidad de la escuela de arquitectura; EI sistema de jurados; Otras tradiciones 5 Los profesores y qué profesan 117 Los profesores; Algunos -ismos y -ologias —Morfologia, Historicismo, Conservacién, Tecnologia, Deconstructi- vismo, Sociologia y psicologia, Funcionalismo, Metodo- logia, Ecologia, Urbanismo, Simbologia 6 Escuelas de arquitectura: elegir y ser elegido 155 Como prepararse para la escuela de arquitectura; Como elegir escuelas —Ubicacién, Tipo de programa, Reputa- cidn, Recursos, Costo, Estudiantes, Cuerpo docente, Orientacién del programa—; El proceso de admisién —E| portafolio, Entrevista, Cartas de referencia, Califi- caciones, Examenes, Oportunidad, Ayuda financiera, Probabilidades de admision 7 Después de la escuela, équé? 175 Pasantia; Cémo convertirse en arquitecto registrado; Estudios adicionales; Educacién continua; Viajes; Do- cencia; El trabajo en otros campos relacionados; Aban- dono de la arquitectura LT I Ser arquitecto 8 El proceso de construccién y Ia funcion del arquitecto 201 Cémo se llega a la construccién de un proyecto —Nece- sidad, Sitio, Financiamiento, Disefio y aprobacién de disenios—; Ingenieros y otros consultores de disefio —Corredores de bienes raices, Abogados, Contratistas de la construccién—; Desempefio de funciones; Los usuarios v la comunidad 10 WW 12 9 Cémo trabajan los arquitectos 223 Dibujo; Esoribir; Leer; Hablar; Calcular; Construccién de modelos; Contacto con el cliente; Aprobaciones guber namentales; Consultores y coordinacién; Computado- ras y diseno; Servicios de construccién; Organizacién dentro de los despachos arquitecténicos; Otros servi- cios; Las metas de los despachos arquitect6nicos Cémo consiguen trabajo los arquitectos 259 Cémo se consigue el primer empleo; Condiciones eco- némicas; Te rritorio; Tipos de mercados; Seleccién de arquitectos para un proyecto; El método directo; El método indirecto; La entrevista; Coinversiones; Los arquitectos como contratistas, administradores de construccién y urbanizadores; Concursos de disefio; Servicios gra- tuitos Los clientes de los arquitectos 285 El cliente familiar; Urbanizadores —Urbanizadores cor- porativos, Empresarios, El cliente institucional—; El cliente gubernamental; Los ciudadanos y la comunidad como clientes Nosotros los arquitectos 307 Los tipos de arquitectos; Idolos y adulacién; Las caras de una profesin en evoluci6n Epflogo 319 Apéndice: Programas de arquitectura acreditados 323 Prefacio Cuando escriby la primera edicién de este libro acerca de la profesién de arquitecto, mi meta era explicar la verdadera na- turaleza de la formaci6n y la practica arquitectnicas. Queria decir, de manera transparente y honesta, a los estudiantes de arquitectura de nuevo ingreso y a los futuros arquitectos lo que debian esperar. En esa época, no habia un libro que cu- briera esa necesidad. Desde entonces, mis metas para el libro no han cambiado, pero Ja cultura y las circunstancias de la arquitectura silo han hecho. La profesién es més diversificada, como lo son las escuelas de arquitectura y los programas de estudio. El uso de computado- ras se ha incrementado en forma exponencial. Han surgido nuevas filosofias, teorfas y campos de exploracién arquitect6ni- cos. Paralelamente, mis percepciones, interpretaciones y crite- rios sobre la arquitectura han evolucionado, al igual que mi estilo de escribir (para mejorar, espero, después de una docena de afios de ejercicio periodistico). Ademas de un texto actuali- zado y mejorado, he agregado més ilustraciones a fin de au- mentar el impacto visual para comunicar las ideas del libro. A pesar de las revisiones, ...Asi que quieres ser arquitecto se mantiene fiel a la intencién original: ofrecer un cuadro ape- gado a la realidad de lo que ser la vida profesional de quien decida convertirse en arquitecto y ejercer la profesién. Este empefio subjetivo basado fundamentalmente en experien- cias, observaciones y anélisis personales revela la esencia y la complejidad, las agonias y el éxtasis, de ser estudiante de ar- quitectura y después arquitecto en ejercicio. El libro se centra a propésito en la practica arquitecténica tradicional, pues es éste el objetivo principal de la formacién profesional y el campo donde se desenvolverd la mayoria de los futuros ar- quitectos. Sin embargo, se analizan también otras alternati- vas dentro de la carrera por las que optan los arquitectos graduados que no siguen la prdctica tradicional. Desde que terminé la escuela de arquitectura en 1967 he en- sefado y ejercido la arquitectura, ademas de asesorar, ins- truir o emplear a cientos de arquitectos inexpertos. Pero atin me falta conocer a alguien que entienda realmente en lo que se est metiendo, ya sea antes de embarcarse en la carrera de | | arquitectura o bien, en muchos casos, cuando ya inicié sus estudios, Anos de responder a la pregunta de cémo es en rea- lidad ser arquitecto, formulada con tanta frecuencia por los estudiantes, clientes y otras personas, me ha llevado a decir y repetir la historia. Este libro esta dirigido a cualquier persona que considere con seriedad convertirse en arquitecto: estudiantes de vocacional © bachillerato, personas que ya no estudian pero que piensan reiniciar sus estudios, estudiantes de arquitectura de reciente ingreso y arquitectos jévenes que acaban de terminar la es- cuela. Los orientadores vocacionales y asesores académicos deberfan leer 0 consultar este libro antes de ofrecer sugeren- cias a quienes recurren a sus servicios. Los clientes, 0 clientes potenciales, de los arquitectos deberfan leerlo para conocer més acerca de los profesionales que contratan, admiran o de los que se aprovechan. Por tiltimo, los arquitectos deberian leer este libro para ver hasta qué punto afirma o contradice su opinion de si mismos y de sus experiencias personales. Supongo que algunos lectores esperan informacién basica, en tanto que otros buscan los fundamentos acompafiados de explicaciones y comentarios. En consecuencia, he procurado responder a ambos niveles de interés, aunque los lectores pueden descubrir niveles de intenci6n e interpretacién adi- cionales ademas de estos dos. En especial, espero que las vi- fietas que complementan el texto ayuden a aclarar, o incluso a validar, las tesis principales del libro, las cuales, no obstante, representan exclusivamente mi punto de vista. En el contenido se indican los temas especificos tratados, pero dice poco del tono creado por el autor. En lo personal, escribir este libro hizo posible una exploraci6n de contrastes. La historia detras de la formacién y la practica arquitect6ni- cas trata de dualidades: éxito y fracaso, aceptaci6n y rechazo, tedio y jtibilo, realizacién y desilusién. La experiencia de convertirse en arquitecto y ejercer la profesién es agridulce. Aun cuando quiz no todos compartan mis ideas acerca de esta experiencia, los planteamientos por lo menos son genui- nos y consecuentes. Y cualquier persona que lea este libro se enterard de la verdad escueta, le guste o no. Agradecimientos Me encuentro en deuda con muchas personas. Muy nume- rosas para citarlas individualmente, son amigos, colegas de la profesién y conocidos, clientes, profesores y estudiantes. Gran parte de lo que aqui se expresa proviene de escucharlos, aun cuando asumo la responsabilidad total por las ideas que expreso y defiendo. He gozado del invaluable apoyo de la Escuela de Arquitectu- ra de la Universidad de Maryland y de sus tres directores: John Hill, John Steffian y Steven Hurtt. Varios amigos cerca- nos, Samuel Gorovitz, Frank Schlesinger, Judith y Stanley Hallet, y John Hill, realizaron una aportacin especial al ofre- cer consejos y sugerencias editoriales para la primera edicién, iniciada durante una licencia sabatica en 1982, Otra licencia sabatica en 1996-1997 hizo posible la redaccién de esta edi- cién revisada, junto con el apoyo continuo de The MIT Press y su editor de adquisiciones, Roger Conover. Desde 1984, ademas de la docencia y el ejercicio profesional, he estado escribiendo “Shaping the City” (“Conformando la ciudad”), una columna regular sobre arquitectura y urbanis- mo publicada en The Washington Post. Esto me ha brindado una oportunidad tinica para pulir mis habilidades periodisti- cas y para elaborar cartones, por lo cual me siento muy agra- decido. Muchas de las virietas de esta edicién revisada de Asi que quieres ser arquitecto aparecieron por primera vez en “Shaping the City”. Pero la fuente mas importante de estimulo fue mi esposa, Ellen, quien durante varios afios me ha urgido para actualizar el libro. Me encuentro particularmente agradecido con ella tanto por presionarme como por permitirme levar a buen término la tarea. Introduccién En 1960, durante una aguda crisis cuando cursaba el segundo aiio en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), deci- di de pronto cambiar de carrera de fisica a arquitectura. Tenia 19 aftos. Habia entrado en el MIT a los 17 para convertirme en cientifico o ingeniero, pero en el cuarto semestre de la ca- rrera, enfrenté el dilema comin de no saber qué ser o qué ha- cer. Lo tinico que sabia era que deseaba trabajar en el mundo tridimensional tangible, el cual probablemente no encontra- ria en el misterioso mundo de la fisica cudntica. Busqué consejo con mi familia, amigos y profesores. Se sugi- rié la arquitectura porque siempre habia disfrutado el arte y el trabajo grafico, posefa talento para dibujar y habia demos- trado una gran aptitud técnica. Nunca antes habia conside- rado la arquitectura, pues no sabia nada de ella. Breves visitas al departamento de arquitectura del MIT despertaron mi in- terés, sobre todo por los abundantes dibujos de proyectos de estudiantes pegados en las paredes. En esa estresante prima- vera, la arquitectura parecia ser la respuesta. Después de mi decisién, la escasa informacién e idea que en realidad tenfa acerca de la arquitectura demostré no ser obstéculo para la excitante especulacién. Vislumbraba una profesion enaltecida y maravillosamente romantica que pro- metia recompensas intelectuales, riqueza y prestigio, una amalgama de arte y tecnologia fusionada con el idealismo so- cial y la energia creativa. Como arquitecto estaria al mando de diversos recursos y dominaria miltiples habilidades para crear edificios disefiados y ejecutados con arte, cada uno un monumento al genio de su arquitecto. Seria un hombre de conocimientos variados y a la vez especialista, un profesional reconocido, un abastecedor de cultura a la vez que proveedor de servicios para una avida clientela. Me venfan a la mente nombres heroicos como Frank Lloyd Wright y Le Corbusier, acompafiados por visiones de rasca- cielos y dibujos hermosos. Un reino de estética embriagante, construcci6n, clientes agradecidos, un pablico respetuoso y la recién despertada conciencia social de los afios sesenta de- jando sentir su influencia. Daba la impresién de que los ar- STAMOS HACIENDO UNA “ARQUITECTOS? UNA VE2! “ci ARQUITECTO ENCUESTA...(QUE SABE ACERCA| | ME ENCONTRE CON UNO] FAVORITO? MEM. DE Los ARQUITECTOS? EN UNA FILA DE (CHARLES BRONSON. AUNQUE SIEHDRE HE DESEMPLEADOS. GUSTO PAUL NEWMAN. TESTOY CON ELLOS! ARQUITECTOS? (NO SON ELNEGOCIO... 10s Secunteetes. peRO QUE ACOSTUMBRAN USAR ARQUITECTOS SON sonlADORES | | 4RAUTEC OT Eo (GAAS ¥ 2APATOS GUCCI ROMANTICOS, cu wsesion ne vos |) ( en miopiuon,yestoreW }) uo se mono ne Los quitectos estaban en medio de todo, orquestando una especie de dpera del mundo real. En retrospectiva, no hay nada fuera de lo oman acerca de la manera en que yo y otros tomamos la decisién de convertir- nos en arquitectos. Las personas eligen una carrera por va- rias razones, a menudo sin saber mucho acerca de su elecci6n en un principio. Muchas carreras parecen inescrutables © misteriosas para los no iniciados, y su naturaleza se descubre s6lo después de la iniciacién. Aun cuando la arquitectura no es la excepcion, sus atributos reales difieren en gran medida de los que con tanta frecuencia se le atribuyen. Innumerables estudiantes, clientes y consumidores de arquitectura poseen un conocimiento 0 comprensién increiblemente magros, si no es que erréneos, de la forma en que piensan y funcionan los arquitectos. De hecho, la idea que tiene la mayoria de las personas acerca de los contadores, pilotos, médicos, conduc- tores de camiones, abogados o plomeros se aproxima masala realidad que cuando se trata de un arquitecto. Pocas personas requieren alguna vez los servicios de un ar- quitecto y la mayoria ni siquiera conoce a uno. A quien po- drian conocer es al urbanista ojiazul Paul Newman leyendo diagramas eléctricos en el privado de su oficina en Towering Inferno (“Infierno en la torre’) 0 al vigilante vengador, carac- terizado por Charles Bronson en la pelicula Death Wish (“El vengador anénimo’), cuya actividad principal en el proyecto consistié en disparar contra rufianes en las calles y el tren subterraneo de la ciudad de Nueva York (con el tiempo am- pli6 sus operaciones a Chicago). Segiin el cine y la televisin, los arquitectos pueden ser héroes, amantes, tontos 0 sinver- giienzas. Pero no puedo recordar un guidn conocido acerca de un arquitecto haciendo arquitectura en la forma en que se muestra a los médicos ejerciendo la medicina 0 a los aboga- dos practicando el derecho. Es poco probable que este texto alcance la popularidad, pero ayudara a los aspirantes a arquitectos a ver objetivamente las razones para ser 0 no ser arquitecto, y a entender qué signifi- ca ser arquitecto y cémo llegar a serlo. eee / Ser o no ser... éarquitecto? ¢éPor qué ser arquitecto? La decision de convertirse en arquitecto deberia ser una deci- sin positiva basada en expectativas positivas. {Qué puede uno esperar? {Cues son las recompensas y motivaciones que llevan a hombres y mujeres a invertir de cinco a ocho afios en una formaci6n universitaria y profesional rigurosa, tres afios o més adquiriendo experiencia, y décadas més de- sarrollando la prdctica, la docencia o la investigaci6n arqui- tecténica? fag on enenemr eee ne Dinero y estilo de vida Empecemos con un incentivo obvio con el que puede relacio- narse a la mayoria de las personas: el dinero. La mayoria de las personas ejercen una carrera o profesién para ganarse la vida, entre otras cosas, y para mejorar sus ingresos potencia- les. Pero los ingresos de los profesionales pueden variar de manera drdstica, en especial en el campo de la arquitectura. Algunos arquitectos apenas ganan lo suficiente para asegurar su supervivencia, en tanto que otros logran una opulencia re- lativa. Cada nivel de ingresos sustenta la elecci6n del estilo de vida correspondiente. Debido a que al arquitecto suele aso- cidrsele con personas y circunstancias que reflejan estilos de vida suntuosos, el puiblico asume que los arquitectos son pro- fesionistas bien acomodados, acaudalados, de grandes ingre- sos. Algunos lo son. La mayorfa no. Es posible lograr una riqueza sustancial como arquitecto —y sin lugar a dudas algunos arquitectos lo persiguen como meta personal principal—, pero es poco probable. En cambio, la mayoria de los arquitectos Hevan una vida cémoda 0 mo- desta, y gozan de una estabilidad y prosperidad econémica razonable pero limitada. Los ingresos promedio en la profe- sin de la arquitectura son tipicamente de clase media, com- parables con lo que ganan profesores universitarios 0 agentes de ventas. Los arquitectos graduados empiezan su carrera como asala- riados cobrando un sueldo por hora, mes o afio que refleja las condiciones imperantes en el mercado. Después de tres afios de experiencia y practica adicional, pueden convertirse en duenos asociados 0 principales de despachos, en sociedad con otros 0 como propietarios tinicos. Normalmente, las com- paiiias mas grandes ofrecen ingresos més altos en todos los niveles, desde socio mayoritario hasta dibujante de contrata- cidn reciente. Los arquitectos que obtienen grandes ingresos pueden vivir muy bien. Por lo general, viven en atractivas casas decoradas y amuebladas a la moda. Realizan viajes a lugares exéticos, ‘esquian, son duefios de veleros o se escapan a vacacionar en las montafias 0 en el mar. Pueden coleccionar obras de arte, ofrecer frecuentes recepciones sociales, hacer contribuciones sustanciales para campaiias politicas o apoyar obras e institu- ciones de caridad. Todo esto cuesta dinero, del que la mayo- ria de los asalariados carece. No obstante, para gran parte de los arquitectos menos acaudalados existen varias opciones de estilos de vida que no dependen tanto de ingresos elevados. Muchos arquitectos en- cuentran gran satisfaccién en vivir de manera modesta en ciu- dades, suburbios, poblaciones pequefias o areas rurales. Sus estilos de vida pueden ser més precarios, incluso en ocasiones se aproximan al nivel de subsistencia, pero también pueden disfrutar de una flexibilidad y libertad que no se conoce cuan- do se persigue el éxito econdmico, pues la rueda del flujo de efectivo requiere movimiento y lubricacién constantes. Algunos arquitectos han descubierto otros medios, fuera de la practica arquitecténica tradicional, para sostenerse econd- micamente. Quiza la manera ideal de ejercer la arquitectura sea sin estar obligado a ganarse la vida con ella. Asi, los arqui- tectos se han convertido en urbanizadores 0 contratistas, ganando (0 perdiendo) en ocasiones mucho més dinero del que es posible con la sola practica del disefio. Los arquitectos Por qui ejercen la docencia en las escuelas de arquitectura, donde en ocasiones sus ingresos en nueve meses pueden represen- tar un aio de trabajo en una oficina. Otros més, por buena suerte 0 con toda intencién, mejoran o estabilizan el ingreso familiar con los bienes o ingresos de sus cényuges. Desde luego, el camino mas corto es heredar dinero, pero son con- tados los que corren con esta suerte. Quienes son herede- ros, pueden ejercer la arquitectura como un pasatiempo apasionado. A veces, generar ingresos puede constituir un serio problema para los arquitectos y, como se ver més adelante, la remune- racién adecuada y regular es un problema actual para la pro- fesion entera. A diferencia de otros negocios y profesiones, la arquitectura no es un campo en el que se entra para hacerse rico segtin los convencionalismos actuales. Las probabilida- des estn en contra. Pero si se puede mantener un nivel de vida decoroso con la profesién la mayor parte del tiempo, in- cluso sin poseer un talento excepcional —y sia uno no le in- comoda apretarse un poco el cinturén de vez en cuando. SS Posicion social La posicion social es otra de las razones por las que uno po- dria elegir la arquitectura como carrera. Un.concepto escurri- dizo, en el mejor de los casos, que implica alcanzar cierta posicién elevada en la jerarquizacién que hace la sociedad por lo que la gente es y hace. La posici6n social es relativa, pues sdlo tiene sentido en comparacion con otras ocupacio- nes 0 profesiones. La sociedad asume que los arquitectos son instruidos, y que poseen tanto sensibilidad artistica como pe- ricia técnica. La sociedad no sabe a ciencia cierta la manera en que trabajan los arquitectos, pero sabe que con frecuencia crean disefios monumentales para clientes monumentales. Como resultado, los arquitectos pueden ser objeto de respeto y admiracién por parte de los miembros de un sistema social que, por desgracia, menosprecia a la gente que considera ca- rente de preparacién, menos talentosa y menos aceptable en compajiia de personas acomodadas, influyentes o de las la- madas de alcurnia. Perseguir la posicidn social por si misma es una empresa du- dosa. Pero todos estamos conscientes de la posicién social, y para muchas personas alcanzar una posicién elevada puede convertirse en una meta deseable y explicita. Es motivo de sa- tisfaccion y estimulante para el ego ser respetado, ser invita- do a lugares y visto con gente que uno admira, 0 ser elogiado por nuestros colegas cuya opinién nos importa tanto. Como profesionistas, los arquitectos generalmente se asocian con otros profesionistas, personas de las artes 0 personas de los negocios 0 del gobierno. En muchas culturas, la arquitectura se encuentra entre las profesiones mas respetadas. El Ameri- can Institute of Architects ha informado que millones de egresados de las escuelas superiores en Estados Unidos —en particular menores de 45— han expresado interés en la arqui- tectura. Y cualquier arquitecto nos diré que con frecuencia ha escuchado a personas mencionar que debieron o pudieron convertirse en arquitectos. Como corolario de la posici6n social, la posibilidad de formar parte del llamado establishment puede motivar a algunos ar- quitectos. Por establishment debe entenderse la estructura de poder dentro de una comunidad, poblacién o ciudad, ya que los arquitectos rara vez tienen acceso a las estructuras de po- der nacionales que no sean las creadas por y para académicos y élites culturales. Pertenecer al establishment significa tener relacién cercana con los negocios, con los intereses politicos y gubernamentales, y ser visto como una fuerza con la cual se cuenta entre las personas con influencia del mismo nivel en el circulo social local. Posici6n social dentro del establishment significa ser conocido por personas desconocidas, ser solicitado para participar en consejos y comités, ser buscado periédicamente por la pren- sa, ser invitado a funciones para recaudar fondos, y saber lo que esta ocurriendo tras bambalinas —ser una persona infor- mada de las deliberaciones extraoficiales que tienen lugar en todas las comunidades, grandes y pequefas, y que de mane- ra invariable incluyen a quienes se ven a si mismos como la élite del poder. Evidentemente, la posici6n social y la confor- macién del establishment guardan una estrecha relacién. Fama Después de la conquista de una posicién econémica y social se encuentra la tentacién de la fama. La fama puede llegar sin riqueza, y en la arquitectura suele ser asi. Lograr el reconoci- miento puiblico, si no la celebridad, puede ser un fin en si mis- mo por encima de todos los demas. Todos pueden nombrar al menos uno o dos arquitectos famosos, y los arquitectos pueden citar docenas. Para ser famoso por lo general se re- quiere que un individuo haga algo excepcional y que otros lo vean, juzguen y, lo mas importante, que lo informen a un au- ditorio receptivo e interesado, de preferencia a una escala nacional o mundial. Los hechos excepcionales pueden ser constructivos o destructivos, en tanto sean excepcionales y, en consecuencia, dignos de mencién. La mayoria de los arquitectos se hacen famosos de manera gradual al realizar trabajos que finalmente son reconocidos por su excelencia. Con frecuencia tales trabajos son conside- rados innovadores 0 avant-garde en sus etapas iniciales, siendo las fases subsecuentes periodos de refinamiento y variacion. Pocos arquitectos buscan la innovacién en cada proyecto. En todos los casos, la fama se establece y mide por consenso pro- fesional, aunado a juicios realizados por historiadores, cri- ticos y periodistas. Por ejemplo, considérese el siguiente articulo del Wall Street Journal: “Cincuenta y ocho decanos y directores de reconocidas escuelas de arquitectura elabo- raron recientemente la lista de los principales arquitectos de edificios no habitacionales de este pais. El ganador indiscuti- ble fue I. M. Pei, quien fue mencionado por casi la mitad de los decanos... Resumiendo, los diez primeros fueron Romaldo Giurgola, Cesar Pelli, Kevin Roche, Philip Johnson, Gunnar Birkerts, Michael Graves, Charles Moore, Edward Larrabee Barnes y Richard Meier”. ~ Todos estos arquitectos son bien conocidos para otros arqui- tectos, pero pocos lo son para el piiblico. Hace quince afios, la lista habria sido muy diferente. Hoy, sdlo algunos de esos nombres estarian en esa lista, y dentro de quince afios, la lista actual habra cambiado de nuevo. Y en tiltima instancia, {cual es el significado o la validez real de elaborar una lista de los diez principales arquitectos? iImaginemos tener que elabo- rar listas de los diez principales abogados, dentistas, jefes de policia, ingenieros quimicos, dermatdlogos 0 editores de pe- riddicos! Para los arquitectos, la fama y el reconocimiento se dan a tra- vés de la publicidad y la publicacién de lo que hacen, dicen o escriben. Esto significa no s6lo proyectos y diseftos de cons- truccién sino también ganar premios por proyectos y conseguir que aparezcan en revistas y periddicos. Significa proyectarse y ser proyectado. Dictar conferencias y escribir acerca del tra- bajo y la filosofia de uno, que otros hablen y escriban de uno, ganar o ser jurado en concursos: todo esto promueve la fama y empuja a los arquitectos al centro de la atencién publica profesional. En la actualidad los acontecimientos se desarrollan con tal rapidez que los actos de provocacién y revolucién prome- ten alcanzar la fama mas pronto. Hoy parece haber mayor cantidad de esfuerzos explicitos por notoriedad y celebri- dad como fines en si mismos. Los arquitectos, quizd mas que otros profesionistas, consciente o inconscientemente anhe- lanla fama, debido a que gran parte de su trabajo es publico. Después de todo, lo que hacemos se exhibe. Tal vez estemos en una especie de negocio del espectaculo. Ser famoso puede tener sus problemas, pero es una forma de certifica- cién ptblica, una validacién del éxito y la salvacién del anonimato. Quién no ha fantaseado con aparecer en la portada de la revista Times? No es sencillo conseguirlo, pero es posible. Para los arquitectos, la fama por lo general produce un efecto secundario deseable: mas clientes y con- tratos. Perseguir la fama puede resultar un buen negocio. Por desgracia, la fama puede ser fugaz, consumirse por so- breexposicién, por modas que cambian con rapidez y por gustos variables. LT Inmortalidad La fama no sélo puede ser efimera sino también insuficiente en tiltima instancia. Cuando consideramos los impulsos hu- manos basicos, la procreaci6n y la perpetuacién vienen a la Por qui sera 7 mente. Qué mejor manera de trascender la vida biolégica de uno que a través de la creacién de estructuras potencialmen- te eternas y permanentes que, incluso en su calidad de futuras ruinas, podrian contar a los futuros arquedlogos, historiado- res y herederos de la cultura la historia de quiénes fuimos y Jo que hicimos. La mayoria de las personas se conforma con que su descendencia y sus reliquias familiares sean conme- moracién de si mismos, pero los arquitectos pueden dejar atras arquitectura como monumentos a si mismos. Quizé parezca presuncién o autoelogio, y no obstante tam- bién parece natural, el deseo de los individuos creativos de hacer algo que pueda perdurar para siempre. Recuerdo ha- ber pensado explicitamente al respecto cuando era un estu- diante que hacfa comparaciones entre la arquitectura y otras profesiones. Sélo la arquitectura parecia ofrecer la oportuni- dad de crear algo duradero e inmortal. Elarquitecto, pensaba yo, sobrevive y vive para siempre a través de su obra. Incluso si mi nombre legara a perderse en el olvido, ingenuamente crefa que mi creacién perduraria. Es probable que muchos arquitectos compartan este impul- so de inmortalidad bastante romantico, aun cuando de ma- nera consciente lo nieguen o se resistan a él. Entendido y canalizado con propiedad, es un impulso perfectamente sano, no presuncién. Un trabajo de arquitectura loable es en parte una manifestacién de y acerca de su arquitecto; en Gltima instancia, es la obra del arquitecto la que queda atras. Desde luego, la buena arquitectura tiene muchos creadores. En consecuencia, la paternidad debe atribuirsele no s6lo al ar- quitecto sino también al cliente y a quienes construyen la obra, asi como a la sociedad y cultura de las que la arquitec- tura forma parte. al Contribuci6n a la cultura Los buenos arquitectos se ven a sf mismos como algo més que profesionistas al servicio de sus clientes por una remunera- cion. La arquitectura es una expresién y encarnacién de la cultura y las condiciones culturales, o incluso una critica de lacultura. La historia de la arquitectura y la historia de la civi- lizacién son inseparables. De hecho, los historiadores de la arquitectura pasan su vida profesional estudiando, analizando e interpretando la obra arquitect6nica no slo para compren- derla, sino también para entender los sistemas politicos, so- ciales y econémicos que la crearon. A través del disefo y la construccién, los arquitectos saben que pueden estar hacien- do una contribucion directa al inventario cultural de ideas y monumentes, sin importar lo insignificante que sea. Asi, la busqueda de logros culturales apropiados es una motivacién importante para los arquitectos. Pensemos en el pasado y evoquemos imagenes de culturas y civilizaciones en orden cronolégico. Inmediatamente nos viene a la memoria la arquitectura: las piramides de Egipto, los templos griegos y romanos, las catedrales géticas, los castillos y ciudades medievales, las iglesias y plazas del Re- nacimiento, las casas y jardines ingleses, los kioscos asiaticos, las ciudades y rascacielos de la era industrial. La arquitectura es un componente indispensable incluso de las culturas me- nos evolucionadas. Sie le pidiera a un nino describir el mundo de los indios pieles rojas, {qué nifto no dibujaria una tienda? Pensemos en el hombre de Neandertal y pronto pensaremos en cavernas. Por desgracia, no todas las obras arquitect6nicas ofrecen opor- tunidades para el enriquecimiento cultural. Sin embargo, cuando surgen tales oportunidades, por modestas que sean, la contribucién del arquitecto puede no tener precedentes al proponer nuevas tendencias de forma y estilo, tecnologia o métodos de disefo. O bien, la obra puede reafirmar o afinar convenciones culturales e iconografias ya establecidas. En vez de inventar algo nuevo, el arquitecto puede estar contri- buyendo al acervo creciente de obras culturales terminadas o en proceso. La innovacién y los cambios revolucionarios re- quieren un desarrollo y evolucién ulterior. Los arquitectos deben abordar esta tarea. a Ayudar y ensefar a otros Muchos arquitectos se dejan llevar por motivos humanita- rios. El deseo de ayudar o ensefiar a otras personas puede ser muy intenso, y ya que la arquitectura puede ser de utilidad publica y ala vez servir como arte, los arquitectos pueden sa- tisfacer con facilidad este deseo. La mayoria de los arquitec- tos se ven a si mismos como benefactores de la sociedad, como humanistas y humanitarios. Incluso al disefiar proyec- tos comerciales para clientes motivados por el lucro, los ar- quitectos piensan que tienen un cliente adicional de igual importancia: el pablico. Sienten una obligacién hacia todos los que pueden usar, ocupar o ver las construcciones que di- sefian, tanto en el presente como en el futuro —Ia obligacién no s6lo de proporcionar abrigo y espacio para actividades, sino también de instruir y estimular. Cuando las construcciones estan terminadas y se ponen en servicio, resulta muy satisfactorio para el arquitecto saber que el cliente, los usuarios y el publico aprecian y se benefician de su esfuerzo, En ocasiones los arquitectos crean ambientes que influyen de verdad en las vidas de las personas en una forma positiva, quizd mejorando su nivel de vida, su compor- tamiento, su sensacion de bienestar y seguridad 0 sus actitu- des. Algunos estudios demuestran que los ocupantes de un edificio pueden sentirse mejor fisica y psicolégicamente, tra- bajar con mayor eficiencia y ser mas productivos en ambien- tes disenados con arte. Las proporciones bien elegidas, la iluminacién y los colores adecuados, las texturas y los deta- les atractivos, las vistas agradables, el mobiliario comodo, las cualidades actisticas deseables, la ventilacién adecuaaa y ia comodidad térmica pueden tener gran impacto en cuerpo y mente. Qué formidable recompensa es para los arquitectos escuchar a clientes o usuarios expresar satisfacci6n y gratitud por la exitosa intervencién del arquitecto en sus vidas. Los arquitectos con conciencia social contribuyen en otras formas ademas del disefio de edificaciones. Siendo expertos Sera no ser... cat en cuestiones de organizacién, coordinacién e intermedia- cién, algunos arquitectos han tenido éxito al asistir a indivi- duos, comunidades y grupos de interés particular en apuros para desarrollar proyectos, preservar construcciones 0 salvar vecindarios. Aun cuando en estas situaciones los arquitectos quiza no elaboren disefios 0 planos, sus esfuerzos y conoci- mientos pueden redundar en construcciones meritorias 0 en una mejor sensibilidad ambiental. Como la fama, aunque de manera muy diferente, trabajar para otros eleva nuestro ego y da credibilidad a nuestro sentido de realizacién y de la valia personal. Ensefiar es dar, y aun cuando no siempre esté bien recom- pensado en el plano financiero, ofrece a los arquitectos opor- tunidades de enriquecimiento no monetario duradero. En primer término, profesar y transmitir conocimientos a otros es una tarea placentera y llena de satisfacciones. En segundo, la docencia proporciona a los profesores tanto estimulo inte- lectual y educacién como lo hace con los estudiantes. En ter- cero, la libertad académica y la flexibilidad de los programas permite a los profesores de arquitectura ejercer, escribir, via- jar 0 realizar investigaciones, y ensefiar al mismo tiempo. Asi, los profesores motivados desempenan una funcién de inter- cambio, al recibir 0 desarrollar ideas e informacién nuevas para luego transmitirlas a sus estudiantes. Esta interaccién. puede ser profunda y duradera. ZAcaso no es la mayor re- compensa de un profesor ver a ex alumnos aplicando con éxito lo que han aprendido 0 siguiendo los pasos de sus men- tores? Nada se compara con escuchar a un estudiante decir que lo que uno le transmitié hace algiin tiempo atin lo recuer- da, atin es importante y atin lo aprecia. SS Las recompensas de la creatividad y la realizacion intelectual Gran parte de lo que hacen los arquitectos se encuentra moti- vado por la fuerza del intelecto humano y del pensamiento racional, pero también intervienen las emociones humanas. Para los arquitectos, el matrimonio del intelecto y la emocién se manifiesta en el impulso por ser creativo: pensar, sentir, qué ser arg hacer y materializar. A los buenos arquitectos los domina la voluniad y pasién por ser arquitectos y por la gratificacion in- telectual y emocional que la creatividad puede proporcionar. El impulso creativo es dificil de explicar pero facil de reconocer. Aparece temprano en a vida y todos los seres humanos lo expe- rimentan en cierto grado. Empezar con nada més que materia prima y pensamientos al azar y luego transformarlos en algo tangible, bien hecho y estimulante para la mente y los sentidos, es la esencia de la creatividad. Para el arquitecto, la creacion de edificaciones ofrece innumerables momentos de regocijo. Crear algo hermoso y con la composicién estética apropiada —una obra de arte— es la meta prioritaria de muchos arqui- tectos. Su principal inquietud es disefiar objetos con arte —sean ciudades 0 edificios, piezas de mobiliario o teteras—, a los cuales mirar y admirar como uno miraria y admiraria pin- turas y esculturas. Aunque a otros no les agrade el disefto, el ojo del arquitecto atin contempla la belleza que ha regalado al mundo. La creatividad no se limita a producir obras de arte. La mente creativa se complace en hacer cosas que funcionen, sean ed cios, m4quinas o juguetes. Una parte sustancial de la arquitec- tura aplicada consiste en crear ambientes fisicos con una funcionalidad satisfactoria. En otras palabras, ademas de ser expresiones artisticas, las edificaciones deben brindar espacio de manera creativa para las funciones humanas, poder cons- truirse con diversos componentes y materiales, proporcionar abrigo de los elementos naturales, resistir las fuerzas de la na- turaleza preservando al mismo tiempo los recursos naturales, y ser costeables. Aleanzar simulténeamente los objetivos fun- cionales y estéticos es el mayor reto creativo de la arquitectura. Una vez asumido este reto, la pasién del disefio tan slo se equipara con la excitacién de la realizaci6n. Ver construido en larealidad un disefo propio es motivo de jtibilo tanto emo- cional como intelectual, y las recompensas de responder a los impulsos creativos se intensifican con la lucha que acom- pajia a la creatividad. Como se vera, superar la adversidad absorbe gran parte de la energia de un arquitecto, ya que muchos obstaculos se atraviesan en el camino que transitan elarquitecto y sus proyectos. En ocasiones, el solo hecho de 2 que un proyecto legue a levantarse es una victoria, conseg} y cuando es buena arquitectura, la victoria es atin ms dulce. La arquitectura debe lograr muchas cosas para muchas per- sonas diferentes, por lo cual se requieren habilidades diver- sas que hagan frente a las complejidades del diserio y del proceso de construccién. Asi, parte de la satisfacci6n intelec- tual de ejercer la arquitectura radica en dominar estas habili- dades diversas y aplicarlas con éxito a problemas dificiles. Las mentes creativas y racionales suelen hallar gran placer en re- solver acertijos, analizar sistemas complicados, organizar datos, examinar opciones multiples y levar a cabo tareas especifi- cas. La arquitectura constituye un terreno fértil para que es- tas mentes trabajen. Examinemos el conjunto de oportunidades intelectuales aqui propuesto. La arquitectura involucra la actividad tanto de la mente como del cuerpo actuando en concierto: pensamiento, dibujo, destreza, observaci6n. El arquitecto no sélo debe sa- ber cémo dibujar una linea sino también por qué y cuando. Todos los sentidos deben entrar en juego en la observacién a fin de que la mente pueda analizar y sintetizar. Las ideas deben comunicarse y explicarse en forma grafica y verbal. éCudles son entonces las aptitudes 0 talentos que contribuyen al do- minio y goce del arte y disciplina de la arquitectura? Habilidades gréficas y visuales. La capacidad de observar y ex- presar cosas en forma grafica. Aptitud técnica. Competencia en matemiticas y el anélisis cientifico (no necesariamente en una ciencia en particular). Habilidades verbales. La capacidad de leer, escribir y hablar, de organizar o analizar la expresi6n verbal eficaz. Habilidades de organizacién. La capacidad de analizar y sinteti- zar, de crear orden y direccién a partir del desorden y el caos. Memoria. La capacidad de almacenar y recuperar informa- cién, imagenes 0 ideas. Talento para la composicién. La capacidad artistica para reali- zar la composicién de una forma visual, en dos y tres dimen- siones, estéticamente satisfactoria. Todo esto es esencial para ser arquitecto; son los prerrequisi- tos para la realizacién intelectual y emocional en arquitectu- ra, Reflejan, asimismo, la naturaleza multidisciplinaria del campo —la necesidad de los arquitectos de ser artistas, arte- sanos, dibujantes, tecnélogos, sociélogos, administradores, contadores, historiadores, te6ricos, filésofos, apostadores y otras cosas de las que puedan valerse. Movilizar talentos en un campo tan rico y diverso puede resultar en alto grado vivi- ficante y recompensante, tan estimulante como podria serlo cualquier otra profesion. Gusto por el dibujo Aun cuando en la secci6n sobre la creatividad y la realizacién intelectual se mencionan brevemente las recompensas de la exploraci6n y la invencién grafica, es conveniente un comen- tario adicional acerca del dibujo en si. Para muchos arquitec- tos, el dibujo representa un uso del tiempo en extremo satisfactorio y estimulante —una actividad que constituye su propia recompensa. El dibujo puede amarse. Puede ser terapéutico, ya que exige gran concentracion y olvidarse de todas las demds distraccio- nes o preocupaciones. Es personal, ya que no hay dos perso- nas que dibujen exactamente igual. Para el diseito, el tipo de dibujo més vital —y acaso el mas disfrutable— es la elabora- cin de bocetos (en oposici6n al dibujo de proyectos). El di- bujo mas espontaneo, mas plastico y mas interpretativo es el boceto. Al hacer bocetos, los arquitectos plasman y analizan sus impresiones al mismo tiempo que exploran y expresan nuevas ideas o visiones. El dibujo de proyectos, sea de mane- ra manual o por computadora, tan sdlo transforma las ideas de los bocetos en andlogos de la realidad. Dibujar formas arquitecténicas —edificaciones, espacios en construcciones, paisajes, espacios urbanos 0 mobiliario— debe ser tan natural para un arquitecto como leer o escribir. De hecho, si se les permitiera escoger, muchos arquitectos probablemente preferirian sentarse y dibujar que encargarse de las demas tareas que requiere la practica de la arquitectu- ra. Con frecuencia el romance con el dibujo se lleva a los ex- tremos. Los arquitectos pueden producir dibujos cuyas cualidades graficas abstractas rebasan las del disefio repre- sentado por los mismos. Algunos disefiadores y proyectistas ocupan més tiempo en la ejecucién y terminado de los dibu- jos mismos que el que dedican a desarrollar y perfeccionar sus ideas arquitecténicas. Y con frecuencia vemos dibujos de un arquitecto que son tan seductores, con una composicién tan artistica y tan evocadora, que pasamos por alto los méri- tos del tema descrito en tales dibujos. La persona que tenga gusto por el dibujo, y en particular por el dibujo a mano libre, puede llegar a amarlo como arquitec- to. A quien no le gusta el dibujo, quien lo encuentre tedioso 0 dificil, tal vez la arquitectura no sea la eleccién correcta. La pasion por el dibujo y las técnicas de dibujo que desarrollan y dominan los arquitectos, son tinicas de esta profesién. rine RSS SR Obediencia a los dictados de Ia personalidad Al considerar las razones para ser arquitecto, no pueden pa- sarse por alto los atributos de la personalidad y su papel en la conformacién de una carrera. Estos atributos pueden pasar inadvertidos 0 ser subestimados por estudiantes y asesores académicos, pero son de gran importancia para determinar la eleccién y orientacién de una carrera. En el mundo real fuera del sal6n de clases, las caracteristicas personales —di- gamos la personalidad— pueden tener una influencia mayor sobre la vida de una persona que todas las habilidades, talen- tos y conocimientos intelectuales que posea. Las recompensas, en ja arquitectura, como en la mayoria de las dems profe- siones, depende tanto de los rasgos personales y del compor- tamiento como del coeficiente intelectual, las calificaciones escolares o las buenas intenciones. Todos los atributos personales cuentan, pero algunos pesan més que otros. Se citan a continuacién algunos: Confianza en si mismo y fortaleza del ego. Creer en que uno tie- ne la capacidad, que uno puede competir, desempenarse bien y tener éxito. Ambicién. Desear con determinaci6n la realizacién y el éxito. Dedicacién y perseverancia. Comprometerse y adherirse a una causa 0 tarea, con la disposici6n para trabajar con empefio en ella. Temple. Hacer frente a las contrariedades, criticas, fracasos; tener la capacidad de volver y sobreponerse. Sociabilidad. Tener la capacidad para relacionarse y levarse bien con otras personas (quienes pueden no ser amigos cer- canos), para colaborar y participar. - Empatia, Reconocer, comprender e identificarse con las cir- cunstancias y sentimientos de otras personas. Encanto personal y porte. Comportarse de tal modo que los de- més lo vean a uno como una persona educada, ingeniosa, considerada, amistosa, alguien con quien se sientan a gusto Liderazgo. ‘Tener la capacidad para persuadir e inspirar a otros a seguirnos 0 a aceptar nuestras propuestas, asi como para to- mar decisiones, sin importar si cuentan con bases firmes 0 no, Valor. Disposicién para asumir riesgos que otros rehtiyen, para experimentar, para aventurarse en nuevos tertitorios, para perder asi como para ganar. Pasién. La capacidad de experimentar sentimientos intensos acerca de las actividades, personas, ideas, lugares 0 cosas, Este inventario no constituye una lista completa de los requi- sitos para ser arquitecto, ni tampoco es exclusiva de esta pro- fesién. Sin embargo, muchos buenos arquitectos parecen tener medidas dosificadas de todos estos atributos. La falta de alguno de éstos puede llegar a ser un serio riesgo para al- canzar metas en la arquitectura o incluso para graduarse en esta drea. En una disciplina en la que menudean las criticas y os juicios negativos, la falta de confianza, temple y perseve- rancia puede ser devastadora, a pesar de que se nazca con ta- lento personal. En contraste, un arquitecto con talento mediocre pero bende- cido con un gran carisma (una amalgama de varios atributos, en particular liderazgo, confianza en si mismo y encanto per- sonal) puede desempenarse siempre muy bien. Este carisma puede tener mas impacto en la carrera de un arquitecto que cualquier competencia cuantificable aprendida en un pro- grama académico. En tiltima instancia, la facilidad para ven- der y guiar a otras personas puede conseguir mas que la habilidad para dibujar, calcular, operar una computadora 0 incluso concebir grandes pensamientos. Cualquier persona que considere la arquitectura como profe- sion, debers realizar un inventario serio de su personalidad. Con combinaciones variadas de rasgos individuales y en las intensidades apropiadas, la arquitectura puede serla profesion ideal para sacar provecho de tales rasgos. De hecho, algunas personas parecen haber nacido para ser arquitectos; poseen una mezcla de intelecto, talento, habilidades y cualidades personales —algunas de incuestionable origen genético— que hacen de la arquitectura su indudable vocacion 2Por qué ser arc Libertad para desarrollar lo que uno es Quiza debido a que a los arquitectos se les concibe como personas creativas y artisticas, la sociedad acepta sus desvia- ciones periddicas del comportamiento y las actitudes con- vencionales, 0 incluso las espera a veces. Muchos arquitectos viven en concordancia con su imagen, demostrando sus ten- dencias por la forma en que se visten, hablan y trabajan 0 por sus convicciones. Se esfuerzan por ser individualistas y no conformistas, si no es que radicales. Frank Lloyd Wright, lu- ciendo su memorable capa y su expresién arrogante, desafié y cuestion6 todo, convirtiéndose en un prototipo para los ar- quitectos iconoclastas. Asi, para las personas con tales inclinaciones, la arqui- tectura puede resultar mas atractiva como carrera que, diga~ mos, las finanzas, la contabilidad o la milicia. Hay una especie de satisfaccién del ego y una sensacidn de ser excepcional que nace de ser tinico y diferente, de sobresalir, de ser notado y recordado. Los arquitectos parecen tener més opciones para desarrollar su yo profundo a su modo en nuestra cultura, en especial en comparacién con otras profesiones universitarias. Parecen tener ms libertad para conformar y controlar la imagen de si mismos que proyectan a sus colegas, a su clientela y al pi- blico. Esta imagen se refuerza por el trabajo que realizan, los valores arquitecténicos que defienden, las personas con quienes se asocian, las causas que apoyan y por su estilo de vida. Pocas carreras ofrecen este rango de eleccion sobre la forma de comportarse y de ejercer. Casi cualquier cosa cabe en la arquitectura si se hace con estilo. Por esta raz6n, la ar- quitectura acaso sea la mds liberal de las profesiones esta- blecidas, la que muestra mayor tolerancia y estimulo a la divergencia. ~ Por tiltimo, existe una raz6n mis para ser arquitecto. Muchos arquitectos conocen la manera de pasarla realmente bien, de no reprimirse cuando es necesario. Empezando como estu- diantes que se entregan a extravagancias en la escuela, los ar- quitectos siempre han encontrado formas imaginativas de liberar la presion y la estridencia del trabajo arquitecténico. La diversion se encuentra siendo ingenioso, creando anécdo- tas o absurdos visuales y disefando fantasias, asi como en medios recreativos mas convencionales. Pero los buenos momentos y las actividades o distracciones divertidas son ne- cesarias para algo mas. Como se explica en el capitulo s guiente, la arquitectura posee un lado negativo, y tener un buen momento puede ayudar a los arquitectos a hacer frente alos malos momentos. 2 " Por qué no ser arquitecto Si citar razones para no ser arquitecto puede dar la impresién de ser una herejia o una traicion para la profesion de la arqui- tectura, mucho peor pareceria dedicar un capitulo completo al tema, Pero la historia estarfa incompleta y seria engafiosa si dejara de incluir los aspectos “menos maravillosos” de ser ar- quitecto. Siempre que se nos dice por qué deberiamos de ha- cer algo, podria haber razones no declaradas de por qué no habriamos hacerlo. La experiencia refuerza este hecho, en ocasiones de manera dolorosa. Pintar el cuadro completo de convertirse en y ser un arquitecto ofrece al menos al lector la oportunidad de tomar una decisin informada, de acepta- cidn 0 rechazo, sin sentir que ha habido una tergiversacion. Las razones para no ser arquitecto son una cuestin de crite- rio. Por lo tanto, lo que sigue son mis propias observaciones e interpretaciones de los riesgos que es comin encontrar, los obstaculos en el camino y las fuentes de frustracién. Algunas son tipicas de todas las ocupaciones o profesiones y otras son més particulares y endémicas de la arquitectura. En uno u otro momento, virtualmente todos los arquitectos han sufrido alguno de estos problemas, o todos, y se han sentido abruma- dos o desilusionados. Por desgracia, conocerlos o anticiparse a ellos no los hace menos obstructivos. _ Soe en ESS Las probabilidades de conseguirlo Cualquier persona que considere hacer carrera en la arquitec- tura deberd saber que, de acuerdo con datos estadisticos, las probabilidades de llegar a ser finalmente un arquitecto regis- trado (en Estados Unidos) pueden ser menores del cincuenta por ciento. Muchos estudiantes universitarios que eligen la Ser ono s¢ carrera de arquitectura nunca terminan el programa profe- sional ni reciben un titulo acreditado de arquitecto. Los estu- diantes de esta carrera se quedan en el camino por varias razones, como el cambio de intereses, la cantidad y dificultad del trabajo requerido o la pérdida de motivacién. Ademiés, no todos los que terminan la escuela con titulos profe- sionales acreditados se convertiran en arquitectos registrados y en ejercicio. Algunos cambiaran de campo por varias razones, por lo general relacionadas con sus sentimientos acerca de sus perspectivas como arquitectos. Pueden sentirse atraidos hacia otros campos por razones econdmicas o porque tienen talentos més apropiados para otras carreras. Algunas mujeres gradua- das en arquitectura suspenden st trabajo para tener familia, al encontrar dificil continuar su carrera en Ja arquitectura y educar nifios al mismo tiempo. Lamentablemente, algunas de estas mujeres nunca vuelven a ejercer la arquitectura. A pesar de que en Estados Unidos la tasa de desercién y abandono escolar es elevada, no hay déficit de arquitectos, en particular en las 4reas metropolitanas, donde se construyen la mayoria de los proyectos. Muchos arquitectos, y algunos educadores, piensan que en realidad hay demasiados arqui- tectos y demasiados despachos de arquitectos. Ademés, estu- dios realizados por el American Institute of Architects (AIA) indican que aproximadamente entre una cuarta y una tercera parte de los arquitectos que trabajan en despachos son due- fios 0 jefes (propietarios, socios 0 ejecutivos corporativos). En otras palabras, la mayoria de los arquitectos activos son em- pleadores, no empleados. Estas estadisticas indican una baja probabilidad de que al- guien que se prepara para ser un arquitecto en ejercicio termi- ne siéndolo, y una probabilidad todavia menor de que llegue a ser en realidad duefio 0 jefe en un despacho. Estas probabili- dades no son muy alentadoras. No obstante, sabemos que la desercién y las metas no alcanzadas son normales en cualquier compromiso 0 carrera académica; las personas cambian de opinién y de especializacién con facilidad y regularidad. Sin embargo, la desercién en la arquitectura es extraordinaria- mente elevada, y quienes logran abrirse paso y ejercer, a pesar de las probabilidades, enfrentan atin serios retos. Por qué no ser a Spee Falta de trabajo De todas las dificultades que enfrentan los arquitectos, quiz la més frustrante sea la falta periddica de trabajo. La incapaci dad de los individuos para encontrar empleo, o de los despa- chos para obtener contratos, es una de las principales causas de sufrimiento econémico y psicolégico para los arquitectos en ejercicio El empleo para despachos e individuos guarda una relacién directa con las circunstancias econémicas tanto locales como nacionales. Cuando los tiempos son buenos y hay crecimiento econémico, se incrementa el ingreso, el ahorro y la inversi6n. La inversi6n en la construccién aumenta, lo que significa mas empleo para los arquitectos. Por el contrario, la falta de creci- miento econémico, la recesién, la inflacién y las tasas de in- terés altas merman el ingreso, el ahorro y la inversién, en particular en bienes raices. La actividad en la construccién también disminuye, junto con el namero de contratos arqui- tect6nicos. Por lo tanto, la cantidad global de trabajo para los arquitectos se encuentra determinada por las volatiles e im- predecibles circunstancias de la economfa, sobre las que los arquitectos no ejercen control alguno. El arquitecto debe en- frentar de manera permanente la posibilidad de ser subem- pleado o desempleado de un afto a otro. La falta de trabajo también puede ser el resultado de circuns- tancias mAs localizadas sobre las que el arquitecto tampoco puede influir. Aun cuando la economia general sea fuerte, las circunstancias econémicas municipales o estatales pueden ser inestables o estar en descenso. Puesto que los arquitectos trabajan sobre la base de proyecto en proyecto, su destino la- boral esta intimamente ligado al destino de cada cliente y proyecto. Los clientes contratan arquitectos cuando se conci- ben proyectos, y los mandan a descansar cuando los proyec- tos se suspenden o concluyen. Los proyectos son financiados por instituciones de crédito o dependencias gubernamentales, los construyen contratistas, y el ptiblico es quien los compra, renta o utiliza. Asi, el proceso de construccién es complejo, y por muchas razones los pro- yectos pueden iniciarse e interrumpirse de manera abrupta. Debido a que puede invertirse tal cantidad de tiempo y dine- ro en el trabajo del arquitecto en un solo proyecto, incluso la pérdida de uno 0 dos proyectos puede constituir un desastre econémico para un despacho. Silos arquitectos prestaran sus servicios a cientos o miles de clientes al mismo tiempo, este riesgo se reduciria en gran medida. Pero como la mayoria de los despachos trabajan sélo en unos cuantos proyectos por varios meses 0 afios, el riesgo de no tener trabajo se incre- menta. En ocasiones el trabajo puede desplomarse de manera dramé- tica, En Estados Unidos, por ejemplo, en 1974 la expansion econémica que habia continuado de manera regular durante casi tres décadas, con breves periodos de recesién, termin6 abruptamente. Fueron despedidos arquitectos en una propor- cin no vista desde la época de la Depresién de la década de 1930. En mi propio despacho me vi obligado a dejar ir aa ma- yor parte del personal profesional —una docena de arquitec- tos— cuando el trabajo se interrumpié de pronto a fines de 1973 y en 1974. Fue un agonizante acto de recorte. Algunos despachos se convirtieron en meras sombras de lo que alguna vez fueron, pues se redujeron en un 70 u 80 por ciento. En Cambridge, Massachusetts, en un dia conocido como “el viernes negro”, uno de los despachos de arquitectos més grande y prestigiado despidié a cerca de cien empleados de- bido a que los proyectos en marcha se detuvieron de manera abrupta. Por fortuna, éste no es un suceso de todos los dias. ‘Ademés, los arquitectos jévenes tienden a mostrar movili- dad; pasan de un despacho a otro segtin suben y bajan las cargas de trabajo, asi como por razones personales. Elempleo viene después de los proyectos, hecho ineludible en la vida del arquitecto. LT Competencia La amenaza de no tener trabajo se agudiza por otro factor siempre presente: la intensa competencia. Como sila incerti- dumbre econémica no fuera suficiente, existe el problema de demasiados arquitectos detras de muy pocos trabajos. La competencia en el campo de la arquitectura es incisiva e in- terminable. Empieza en la escuela, se prolonga a los prime- ros afios de biisqueda de trabajo y en el empleo, y contintia en el mercado del ejercicio profesional. Desde luego, la competencia no es privativa de la arquitectu- ra, pues es parte integral de cualquier sistema de libre empre- sa, pero en la arquitectura puede alcanzar proporciones sorprendentes. Por ejemplo, en el periodo que siguié al em- bargo petrolero y la recesién de 1973-1974, no era raro ver hasta cien despachos compitiendo por un solo proyecto gu- bernamental pequefio en respuesta al anuncio de una de- pendencia en el que solicitaba arquitectos. Cuando los tiempos se tornan dificiles, los arquitectos pueden pasar me- ses buscando trabajo sin éxito, debido a que el ntimero de competidores es demasiado grande en comparacién con la cantidad de trabajo disponible. La intensidad de la competencia es producto no sélo de una aparente sobreoferta de arquitectos sino también de los mé- todos mediante los cuales los arquitectos compiten entre si. Los arquitectos reciben el desafio de sus colegas en dos for- mas: por su gran ntimero y por su habilidad y disposicién en muchos casos para montar efectivas y agresivas campaiias para conseguir clientes. Competir con éxito hoy en dia re- quiere tanto las llamadas ventas suaves como las duras —las tacticas de mercadotecnia y relaciones ptiblicas, que pueden resultar desagradables para algunos arquitectos. 2 eS ES ETA Remuneracion inadecuada Es posible, pero poco probable, que los arquitectos generen grandes ingresos —la clase de ingresos que obtienen médi- cos, abogados, atletas profesionales, ejecutivos corporativos y corredores de Wall Street. De hecho, nadie deberia elegir la carrera de arquitectura con la idea de hacer mucho dinero. Se es arquitecto por muchas razones, pero no para hacerse rico. Dado el ntimero de arquitectos y la competencia, la remune- racion econémica en esta carrera puede no ser la mas eleva- da. En general, la mayoria de los arquitectos opinan que no reciben la remuneracién adecuada, y sin lugar a dudas, que no estin bien compensados por lo que hacen. Cuando el American Institute of Architects pregunt6 a arquitectos regis- trados si sentian que, en comparacién con otras profesiones, los arquitectos recibian honorarios adecuiados por sus servi- cios, el 85.7 por ciento respondié que no. Cuando se les pre- gunt6 si sentian que los empleadores remuneraban a sus empleados arquitectos de manera adecuada, el 67 por ciento también respondié que no. Los arquitectos pueden ganar lo suficiente para vivir con comodidad la mayor parte del tiem- po, pero pocos igualardn alguna vez los ingresos y bienes de sus contemporaneos que ejercen las profesiones mejor paga- das o de quienes poseen negocios présperos. Los arquitectos pueden tener mas diversién, pero probablemente tendrén menos dinero. Para muchos duefios de despachos de arquitectos, los ingre- sos anuales flucttian en un amplio rango. Después de afios buenos pueden venir afios malos, aiios en los que los ingre- sos de un jefe podrian estar en el nivel de la pobreza o ser ne- gativos (una pérdida). La dependencia de los arquitectos de Jas circunstancias econémicas y de los proyectos diferencia su patrén de ingresos del de la mayoria de los demas profe- sionistas, cuyas entradas aumentan consistentemente con el tiempo y quienes se mantienen ocupados sean los tiempos buenos 0 malos. Ademas, la mayoria de los arquitectos no tie- nen ingresos que excedan de manera significativa la media nacional, que no es el caso de los profesionistas establecidos en muchos otros campos. El problema de la remuneracién no es nuevo. Décadas atrés, durante un periodo particularmente inflacionario en Estados Unidos, el problema fue destacado por un estudio de la AIA, Architects Compensation in Perspective: La remuneracién nominal total se ha incrementado 59 por ciento en el periodo 1970-81 para los jefes, 80 por ciento para los super- visores, 66 por ciento para el personal técnico I, 57 por ciento para el personal técnico II y 70 por ciento para el personal técnico IIL... La inflacién medida por el indice de Precios al Consumidor (IPC) ha aumentado “40 por ciento desde 1970... Es evidente que el in- greso real de los jefes y del resto del personal de los despachos de arquitectos ha declinado tanto a nivel nacional como regional. Por qu é no Ser arquitecio .Al comparar los incrementos de la remuneracién de los jefes con los aumentos de sueldos y salarios en el ramo de la construc- cion y con la remuneracién por servicios profesionales varios para el periodo 1970-81... de nueva cuenta, la remuneracién de los arquitectos no ha seguido el ritmo de los incrementos de la re- muneracién de otros trabajadores de la industria de la construc- cidn, asi como de otros profesionales, incluyendo ingenieros, topégrafos, contadores y auditores Por diversas razones, los arquitectos en su conjunto no tie- nen la capacidad para exigir una remuneracién adecuada a su funci6n y proporcional a sus responsabilidades. Siempre se plantean los mismos puntos: iTantos afios de educacin! iCompetencia demostrable y tinica! iUna profesién universi- taria reconocida y regulada por la ley! {Una actividad que in- cluye riesgos legales y financieros sustanciales que a su vez justifican una remuneracién justa y utilidades! Entonces, épor qué hay tantos arquitectos a los que aparentemente se les paga muy poco? Las relaciones de oferta y demanda son el factor principal del problema: una cantidad muy limitada de trabajo para dema- siados arquitectos. Los honorarios por trabajos arquitectoni- cos con frecuencia son muy bajos, fluyendo en corrientes impredecibles, justo como los proyectos. Pero, por qué seran tan bajos los honorarios, dada la preparaci6n, los riesgos y los esfuerzos del arquitecto? La respuesta es la competencia. En el mercado siempre hay presién para cotizar honorarios que sean al menos comparables con las tarifas vigentes y, con frecuencia, para recortar los honorarios abajo de éstas, con lo cual se baja otro escalén la tarifa vigente. Los clientes salen a “comprar” arquitectos y rara vez dudan en preguntar el costo de los servicios. Si un despacho de arquitectos esta ansioso por asegurar el contrato para un proyecto, la tentacién de proponer honorarios rebajados puede ser abrumadora, aun cuando esto signifique recortar presupuestos, poner en riesgo _ la calidad de los servicios, ocupar menos tiempo del necesa- rio y pagar sueldos de esclavos a los empleados. Muchos arquitectos en ejercicio se sienten atrapados. Por una parte, como profesionistas competentes les gustaria invertir todo el tiempo y los recursos necesarios para investigar a fon- do, para descubrir y describir el mejor disefio posible, y para 1. NUESTROS HONORARIOS ARQUITECTONICOS SERAN DEL 2% § DEL COSTO TOTAL DEL PROYECTO. } DE CONSTRUCCION. cp) / I _-PARA COMPENSAR NUESTRO TRARAIO Y PERICIA, LOS GASTOS FIOS, LOS RIESGOS ¥ LAS PRIMAS DEL | t a me 4h Ni rechazo 0 miedo al fracaso, ya que las desilusiones y los reve- ses recurrentes estan garantizados en esta profesion. Por supuesto, la ansiedad y la depresién por cuestiones mo- netarias no son privativas de la arquitectura. Pero como dise- fadores profesionales, los arquitectos producen trabajo que de manera continua es objeto de escrutinio, prueba y critica, que a menudo hay que rehacer y que con frecuencia es recha- zado. Trillado como suena, el rechazo forma parte del terre- no. A nadie le agrada, pero los arquitectos deben tener una capacidad especial para aceptarlo y hacerle frente. Conseguir esto no siempre es facil. Imaginemos los sentimientos que pueden aflorar en un ar- quitecto cuando, después de invertir quiz cientos 0 miles de horas en un disefio, se le comunica que su trabajo es medio- cre, inaceptable o, peor atin, desastroso. El rechazo, la desilu- sion y el fracaso son medicinas amargas de tragar, pero todo arquitecto las ha probado, con justificacién o sin ella. Ser ono ser... éarquitecto? 2 El rechazo no significa necesariamente que no se hayan apli- cado talento y esfuerzo extraordinarios para crear un disefio arquitect6nico. Todo el tiempo se rechazan proyectos brillan- tes, junto con los mediocres. Sin embargo, emitir un juicio so- bre la arquitectura puede ser un acto en alto grado subjetivo, basado en los valores y gustos de quien juzga. Los dictame- nes se hacen por razones politicas, sociales y econémicas to- talmente fuera de las facultades de anticipaci6n y control del arquitecto, por lo que éste apenas tiene otra opcién que so- brellevar estas circunstancias recurrentes, dando siempre lo mejor de si, o bien retirarse. La renuncia pareceria la mejor al- ternativa a fin de evitar la depresion si los éxitos compensato- rios demuestran ser inalcanzables. er SE Obstéculos personales La arquitectura demanda asumir riesgos. Demanda una gran inversion de tiempo, esfuerzo y energia emocional y fisica para alcanzar cualquier cosa que valga la pena. Para poder aprovechar las oportunidades que se presentan 0 perseguir metas no convencionales, se requiere tanto recursos persona- les como liberarse en cierta medida de los obstaculos o trabas personales. En particular, establecer un despacho de arquitectos a menu- do implica un gran riesgo, sobre todo financiero. No obstan- te, es el objetivo de la mayoria de los arquitectos que se inician en la practica después de la escuela, objetivo que sélo algunos alcanzarén. Si un arquitecto mantiene una familia con su trabajo, sin ninguna otra fuente sustancial de ingresos © bienes, entonces renunciar a un salario regular y seguro para aventurarse como profesionista independiente puede intimidar un poco. Viajar y realizar estudios de posgrado son otras actividades que pueden reportar grandes beneficios para un arquitecto. También es dificil levarlos a cabo si uno se ve obstaculizado por la obligacién hacia familiares que dependen de uno, por deudas o por dudas. Obviamente, cuentan con una clara ventaja quienes empiezan con un sistema de apoyo financie- ro ono enfrentan impedimentos personales. Ayuda heredar Por qué no dinero o estar casado con una pareja que trabaja. Y ensefiar arquitectura puede proporcionar tanto tiempo como ingre- 508 para que los jvenes prospectos de arquitectos inicien el ejercicio profesional mientras ensefian. Un arquitecto para el que alguna vez trabajé me dio un con- sejo memorable cuando partia de mi trabajo de verano para volver ala escuela de arquitectura. Después de llamarme a su oficina para despedirse, apunté con un dedo hacia el cuarto de dibujo, ocupado en ese momento por una docena de ar- quitectos inclinados sobre sus restiradores, y declaré que de- berfa tener presente una cosa si no queria terminar como. ellos: “iNo te cases ni tengas hijos muy pronto!” Lo que en realidad me estaba diciendo era que si algtin dia queria viajar 0 iniciar el ejercicio profesional, en el camino no podia haber demasiados compromisos prematuros. Los obstéculos finan- cieros y personales pueden mantener a los arquitectos traba- jando en los talleres de dibujo. od Falta de talento XS Algunas personas fracasan por carecer de talento. O no al- canzan todas sus metas porque no cuentan con los recursos esenciales para hacerlo. Los aspirantes a arquitectos deberian considerar esta posibilidad. Si falta alguno de los atributos in- telectuales, emocionales y personales que se mencionan en el capitulo anterior, la arquitectura puede ser una empresa cuesta arriba, incluso para las personas muy inteligentes. Cada aio los profesores de arquitectura se encuentran con estudiantes brillantes que, no obstante, parecen seguir la ca- rrera equivocada porque sus aptitudes estén a todas luces en otra parte. Algunos se sienten incémodos o torpes con el di- bujo o las graficas. Otros mas carecen de habilidad analitica y técnica. Otros mds muestran escasa creatividad, imaginacién. o sensibilidad visual. Estos pueden ser serios impedimentos para quienes desean ser arquitectos. Ser inteligente no es ninguna garantia de aptitud para la ar- quitectura. Una gran dosis de talento natural est en los ge- nes; el talento puede procrearse 0 fomentarse, pero no ensefiarse. Como ciertas cualidades personales, este talento puede desarrollarse a pesar de, y no debido a, la educacion formal. La intuici6n, el instinto y la inventiva son indispensa- bles enel diserio arquitecténico; se necesitan conocimientos e inteligencia, pero no son suficientes. a Falta de pasion y dedicacién También indispensables para alcanzar el éxito en la arquitec- tura son los niveles muchas veces extraordinarios de pasién, dedicaci6n y esfuerzo. Sin ellos, el arquitecto en ciernes 0 en ejercicio con toda seguridad enfrentara el rechazo y el fraca- so. Puesto que la arquitectura es tan demandante de tiempo y energia, la falta de disposicin para trabajar duro y para acep- tar con frecuencia recompensas minimas, es una raz6n de peso para no ser arquitecto. Los estudiantes descubren por primera vez este axioma en la escuela de arquitectura. Al imponer enormes cargas de traba- jo, pues se requieren innumerables horas de esfuerzo mental y manual para hacer dibujos y crear modelos fisicos y basa- dos en computadora, los estudios de arquitectura sirven de preparacién para lo que se avecina en el futuro: mucho mas trabajo duro y siempre la posibilidad del rechazo. Quienes asumen un compromiso total con sutrabajo y se apasionan con su mision profesional, se benefician de una especie de sentido religioso de determinacién que los inspira y ayuda a sortear los momentos mas escabrosos. Practicamente todos los arquitectos consumados a lo largo de la historia han sido motivados ante todo por el amor al disefio. LT Riesgos legales y financieros Los arquitectos que son duenios de despachos y cuyos dise- fos llegan a construirse, se encuentran expuestos a riesgos le- gales y financieros considerables. El principal riesgo legal, la negligencia profesional, puede ocasionar que los clientes u otras personas sufran dafios monetarios. En general, los ar- quitectos son Ilevados a los tribunales por demandantes que piensan que el arquitecto cometié un error que derivé en per- Por qué no ser arqui juicios 0 pérdidas financieras para ellos. Cuando se hacen tales demandas legales en contra de un arquitecto, con fun- damentos 0 sin ellos, éste puede verse obligado a compensar al demandante en alguna proporcién por los presuntos da- fos después de negociaciones, arbitraje olitigio. Y sin impor- tar cudl sea el resultado, por lo general es necesario pagar cuantiosos honorarios legales. Como otros profesionistas de nuestra sociedad que se dedi- can a los Hamados servicios personales independientes (médicos, abogados, dentistas, ingenieros), los arquitectos asumen la responsabilidad por negligencia profesional titu- Io personal, en calidad de individuos. No pueden proteger sus bienes en una sociedad anénima. Pueden adquirir segu- ros que cubriran la mayor parte de los costos por la defensa y resolucién de las demandas por negligencia, pero el seguro es costoso. Incluso con un seguro, la negociacién, el litigio y el arreglo de las demandas son intrusivos, consumen tiempo y provocan tensin. Las demandas y los juicios se han incrementado de- bido a las expectativas crecientes, a menudo poco realistas, que albergan clientes y consumidores y que los llevan a de- mandar a arquitectos aun cuando las evidencias de incompe- tencia arquitect6nica sean escasas o nulas. Asi, un arquitecto puede recibir la afrenta de un juicio a pesar de su inocencia. ‘Ademés, la simple existencia del seguro es una invitacién para los litigios. Si los arquitectos estuvieran arruinados y no contaran con seguros, rara vez serian demandados. Otra desafortunada consecuencia de la marea creciente de juicios es la practica cada vez mas generalizada del diseio de- fensivo y del exceso de documentacién —la creacién de un rastro de papel— que presuntamente protege al arquitecto contra la amenaza siempre presente de los tribunales. Pero esto induce a los arquitectos a ser menos innovadores, a que- darse con lo probado y seguro, y a dedicar més tiempo a la pseudoabogacia que al disefio. Si se quiere evitar el campo minado de las responsabilidades legales y los tribunales, en- tonces la practica arquitecténica es terreno inseguro a menos que uno se mantenga como empleado para siempre. Sero cto’ 56 En el plano financiero existe un riesgo atin mayor que el de ser demandado por negligencia profesional: el riesgo de no recibir el pago por los servicios prestados y verse en la necesi- dad de emprender acciones legales para cobrar los honora- rios. Potencialmente, el arquitecto puede sufrir pérdidas de ingresos y de tiempo, a lo cual puede agregarse la tensién de probar el caso ya que, en calidad de demandante, el arqui- tecto debe asumir la carga de la demostraci6n. En este caso, los verdaderos ganadores son los abogados. Desilusion Los obstaculos en el camino, los riesgos y las incertidumbres ya identificadas producen frustraci6n y desilusién —acaso el mayor riesgo global de convertirse en arquitecto. Cuando el arquitecto ha satisfecho los requerimientos de la preparacién profesional, ha pagado sus tributos proverbiales, ha conjun- tado sus talentos, y se encuentra después con sus aspiracio- nes e ideales en entredicho o con el rechazo de sus ideas, puede sobrevenir la desilusién. Por lo general ni siquiera existe el consuelo compensatorio de haber conseguido mu- cho dinero. De hecho, los arquitectos manifiestan que en oca- siones se sienten como rameras, trabajando en una profesién en la que es un lugar comin la prostitucién de las metas y normas personales. Una visién en verdad sombria. Los arquitectos periédicamente se sienten explotados 0 usa- dos. En ocasiones proporcionan servicios por poca o ninguna paga, con la esperanza de conseguir algo en el futuro pero terminando con las manos vacias. Muchos ven su carrera como una gigantesca concesién, a la que le han dado mas de lo que obtienen y de la que han aceptado menos de lo que merecian. Qué diferente, se dicen a si mismos en retrospecti- va, de lo que imaginaron la primera vez que pusieron el lapiz sobre el papel en el taller de disefio. Algunos aceptan esta condicién como parte del negocio de la arquitectura. Encuen- tran retribuciones suficientes para compensar las desilusio- nes, o incluso pueden ser capaces de hacer caso omiso de los problemas en su conjunto. Otros abandonan la profesién en busca de terreno més firme. Por qué no s 57 Una cosa es cierta: para cualquiera que considere hacer una carrera de arquitectura o acabe de iniciarla, no hay nin- guna forma de predecir adonde conduciré la eleccién. Sin lugar a dudas, habré tanto recompensas como frustraciones, momentos de complacencia y de depresi6n. El arquitecto en potencia sélo puede esperar que la suma de los activos exce- da la suma de los pasivos para tener al final un balance neto positivo. EEKe omer II Cémo convertirse en arquitecto SES TET 3 La estructura de la carrera de arquitectura Para muchos arquitectos, el periodo de la escuela profesio- nal se encuentra entre los mas estimulantes, desafiantes y formativos de toda su carrera. También puede ser de los més frustrantes, pues es un periodo de prueba y error, de descubrimiento y cuestionamiento. Para entender lo que im- plica convertirse en arquitecto, exploremos primero la orga- nizacion y estructura de la carrera de arquitectura en un pais como Estados Unidos. Hay mis de cien escuelas de arquitectura (ver Apéndice) en Estados Unidos, en su mayoria miembros de la Association of Collegiate Schools of Architecture (ACSA). En ese pais, los pro- gramas de estudios profesionales, sean de licenciatura 0 de posgrado, cuentan con la acreditacion de la National Architec- tural Accrediting Board (NAAB), la cual realiza visitas periédi- cas a todas las escuelas para constatar el cumplimiento de los criterios estipulados para aplicar programas de arquitectura. Los criterios incluyen aspectos como el nivel del personal académico, instalaciones fisicas, presupuesto, planes y pro- gramas de estudio, y objetivos globales del programa. Estos mismos criterios son de particular interés para los futuros es- tudiantes de arquitectura. Casi todos los programas de arquitectura son universitarios, y se imparten en facultades o escuelas dentro de las institu- ciones de ensefianza superior. Este vinculo es apropiado por- que la arquitectura guarda una estrecha relacién con muchas otras disciplinas universitarias —arte, ingenieria, fisica y ma- tematicas, ciencias de la computaci6n, historia, horticultura, geografia, sociologia—, y se demeritaria hasta cierto punto si estuviera aislada de los diferentes componentes académicos Cémoe se en arguit de una universidad. Ademds, los propios cursos de arquitec- tura son de interés para estudiantes y profesores de otras Areas en los campus universitarios. Muchos estados cuentan con universidades publicas que ofrecen programas y titulos de arquitectura, y muchas uni- versidades privadas tienen escuelas de arquitectura. Los co- lleges comunitarios de dos afios han empezado a impartir cursos propedéuticos de arquitectura para estudiantes que planean inscribirse mas adelante en programas universita- ios de licenciatura acreditados. Hay muy pocas escuelas de arquitectura totalmente independientes de alguna universi- dad (una de las mas exitosas es el Boston Architectural Center, conocido como el BAC, que ofrece un programa cooperativo tinico con reconocimiento oficial). Las escuelas de arquitectura en Estados Unidos ofrecen dife- rentes programas de estudios profesionales, los cuales son fuente de considerable confusién para los posibles estudian- tes de arquitectura. LL Tipos de programas El tipo 1 es un programa de cuatro afios que culmina con la entrega de un diploma de licenciatura que ng es un titulo pro- fesional con reconocimiento oficial. Muchas escuelas ofrecen. este programa. Después de obtener este diploma, los estu- diantes por lo general deben pasar al menos dos afios ms en un programa de posgrado a fin de obtener un titulo profesio- nal acreditado, en la mayoria de los casos una maestria en ar- quitectura. Es comtin que, antes de realizar este posgrado en la escuela de arquitectura, muchos alumnos suspendan sus estudios uno o dos afios para trabajar. Este tipo de programa permite que los estudiantes exploren el campo de la arquitec- tura sin una inversi6n excesiva de tiempo, por si acaso cam- bian de opinion. Estos programas preprofesionales pueden cubrir hasta la mitad de un plan de estudios de arquitectura completo. El fipo 2 es un programa de licenciatura de cinco afios al final del cual se obtiene el grado de licenciatura en arquitectura, To + 1 TIPO 2: ANOS DESPUES DEL BACHILLERATO o 4 2 3 4 S 6 cee DIPLOMA DE ARQUITECTURA LICENCIATURA EN ARQUITECTURA (PROGRAMA DE S ANOS) —, TIPO 3: CL] F—1_MAESTRIA EN ARQUITECTURA (PROGRAMA DE 6 ANOS) TPO 4: J) Lice ncuara > HAesieia EN ARQUITECTURA TIPO S: J] HES EN ARQUITECTURA DESPUES DE LA LICENCUATURA EN ARQUITECTURA (1-2 ANOS) que es un titulo profesional acreditado. Alguna vez ésta fue la norma para la formacién de arquitectos en Estados Unidos, y muchas escuelas han conservado este programa a pesar del cambio a la educacién de posgrado desde la década de 1960. Sus ventajas son un costo menor —cinco aitos de educacién superior en comparaci6n con seis o siete, colegiaturas de li- cenciatura en comparacién con las de posgrado (casi siempre més elevadas)— y continuidad académica en toda la carrera. Introduce a los estudiantes en la arquitectura cuando son muy j6venes y, por lo tanto, mds receptivos a las ideas nuevas ya la experimentacién. Sus desventajas son: 1) abarca educa- Gién tanto profesional como general en un intenso periodo de cinco afios, que a menudo imposibilita la exploracién de estudios optativos en otros campos; 2) obliga a la eleccién temprana de la carrera, por lo general en el primero 0 segun- do afio de educacion superior, cuando muchos estudiantes de dieciocho 0 diecinueve aitos se encuentran atin en proce- so de maduracién y biisqueda; y 3) una vez iniciado, suele ser un programa de todo o nada, ya que la licenciatura en arqui- tectura s6lo puede obtenerse al término de los cinco afios de estudios. El fipo 3 es un programa de posgrado para obtener la maestria en arquitectura; esta dirigido a estudiantes que obtuvieron ya un diploma no profesional (tipo 1) én la especialidad de arquitectura. Son programas de dos a tres afios para quienes no cuentan con un titulo profesional acreditado (licenciatura o maestria en arquitectura). Los estudiantes de estos progra- mas se inscriben como estudiantes de posgrado y pueden te- ner titulo de licenciatura de la misma universidad en la que ingresan para realizar el posgrado. (Cémo conv tise en arg El fipo 4 es un programa de posgrado con el que se obtiene el primer titulo acreditado en arquitectura, por lo general la maestria en arquitectura; esta dirigido a quienes tienen titulo de licenciatura de una especialidad diferente de la arquitec- tura. En estos programas sélo se inscriben alumnos como es- tudiantes de posgrado, y por lo general requieren de tres a cuatro afios de estudios intensivos en arquitectura del nivel de posgrado. En general, se asume que los estudiantes de e tos programas han tenido escasa preparaci6n en arquitectura antes de cursar el posgrado. Es comiin que estos programas estén poblados por estudiantes mayores —algunos que re- gresana la escuela después de haber trabajado por un tiempo © formar una familia— con titulos de artes y humanidades, ingenieria, ciencias, administracién o ciencias sociales. El tipo 5 incluye programas de posgrado después de los cuales se otorga un segundo titulo en arquitectura a los estu- diantes que cuentan ya con un titulo de licenciatura o maes- tria. Aunque existen algunos programas de doctorado en arquitectura, casi todos los programas de posgrado son a ni- vel de maestria, con un campo 0 area de estudio especificos. La duracion de los programas avanzados de maestria en ar- quitectura puede variar de uno a dos afios, dependiendo de la escuela y del area de estudio. La falta de unificacién de los programas y los nombres de Jos titulos a nivel nacional refleja no sélo la naturaleza inde- pendiente de cada una de las escuelas de arquitectura, sino también la renuencia del establishment de la arquitectura —aquéllos en el ejercicio profesional y la ensefianza— a es- tandarizar los programas. La NAAB, la cual certifica los pro- gramas de las escuelas de arquitectura, ha establecido criterios de evaluacion, pero éstos se centran principalmente en el temario que se espera cubran todos los programas. No prescribe planes de estudio, cursos o lineamientos docentes. Mas bien, pide que cada escuela defina sus propias metas, cri- terios y métodos especificos, y después evaltia en qué medi- da satisfacen sus propios objetivos, y verifica que se borden los temas claves y que se cuente con los recursos necesarios. Si bien hay y se aceptan en general algunas nociones de lo que constituye un programa de arquitectura legitimo, las es- cuelas gozan de amplia libertad para disefiar programas y La estructura de k carrera de ar planes de estudio. Por consiguiente, leer nombres de titulos y cursos en los curriculos revela poco de la calidad y los detalles del programa de una escuela. ES A Contenido curricular A pesar de que de una escuela de arquitectura a otra hay va- riaciones nominales en la conformacién de programas y planes de estudio, existe una afinidad sustancial en los contenidos. Por lo tanto, lo que sigue no es una descripcién de la forma especifica del plan de estudios de las escuelas de arquitectu- ra, sino mas bien un resumen de su contenido basico. Un curso puede tener docenas de nombres diferentes segtin la escuela de que se trate, por lo que es imperativo centrarse més bien en los contenidos y no en los nombres. Ademés, la cronologia exacta de las asignaturas ofrecidas por las escuelas presenta ligeras variaciones pero, de nueva cuenta, estas va- riaciones son menos significativas que la secuencia global, la cual es bastante uniforme. La mayoria de los planes de estudio requieren el equivalente acumulado de ocho semestres de quince semanas de estu- dios de arquitectura, que pueden incluir una combinaci6n de trabajo de licenciatura y de posgrado, para cubrir satisfacto- riamente un programa de estudios profesionales. Algunas es- cuelas de posgrado lo hacen en seis semestres (programa tipo 4), Sin preparacion previa en arquitectura, debe asumirse que Ia terminacion del primer programa de estudios profesiona- les toma aproximadamente de cinco a ocho afios después del bachillerato, dependiendo del momento en que se ingrese a la escuela de arquitectura. La estructura y contenido de los programas de arquitectura casi siempre se dividen en tres reas generales: disefio, teoria e historia, y tecnologia. La mayoria de los cursos que imparte cualquier escuela de arquitectura tratan de manera explicita temas y ejercicios de una de estas tres areas, si bien puede ha- ber traslapes. En el disefio se considera necesariamente la historia y la tecnologia. La historia de la arquitectura es el es- tudio de la historia de la construccién y el disefio de ciudades en relacién con la historia cultural, politica, social y tecnolé- mo convel Diseno gica. Los cursos de tecnologia ensefan a los estudiantes co- nocimientes y técnicas para llevar a la practica los conceptos del disefio arquitect6nico. Esta interrelacién de areas de es- pecializacion constituye la piedra angular de la disciplina de Ja arquitectura, en si misma una amalgama de disciplinas. Por lo general, deben Ilevarse cursos de disefio en cada se- mestre de cualquier programa de arquitectura. Son el ele- mento unificador, la actividad pedagégica principal que conjunta todas las diferentes disciplinas y cuestiones que in- tervienen en la arquitectura. Normalmente, los cursos de ta- Her de disefto representan del 35 al 40 por ciento de los créditos totales necesarios en arquitectura, y pueden consu- mir en realidad un porcentaje mucho mayor del tiempo de los estudiantes —quiza del 50 al 60 por ciento. Parte integral del diseio es el estudio de los principios y téc- nicas basicas de la representaci6n grafica y la composi quitecténica, que incluyen lo siguiente: Dibujo a mano libre. El dibujo de formas, reales o imaginarias, en dos o tres dimensiones para: 1) desarrollar la habilidad ojo-mano utilizando diferentes medios (sobre todo lapiz y tinta, pero también carboncillo, pasteles, acuarelas o pinturas. de otros tipos) y técnicas para hacer lineas, tonalidades, tex- turas y matices, y 2) aprender a producir bocetos con rapidez, soltura y cierto grado de precisién —una de las habilidades mis apreciadas del arquitecto. Dibujo técnico. Representacién de formas mediante la construc- cién de dibujos utilizando herramientas especiales: proyeccio- nes ortogonales (plantas, fachadas, cortes), dibujo paralineal 0 axonométrico, dibujo en perspectiva (perspectivas de uno, dos y tres puntos) y proyeccién de sombras. Las herramien- tas esenciales son el escalimetro (para trasladar las dimensio- nes reales de tamaio natural a dimensiones proporcionales en los dibujos), la regia (regla T o barra corrediza), escuadras, compases, pistola de curvas, mascarilla para borrar, y por filtimo, més no en importancia, gomas. Ademas del dominio laestru lura de la carrera de argu de las técnicas de dibujo manual, los estudiantes aprenden cémo ctear dibujos técnicos mediante computadoras. Gréficas de presentacién. Los métodos manuales y por compu- tadora para elaborar dibujos y preparar presentaciones; hacer el disefto de formatos y titulos de un dibujo; seleccionar los medios y papel o cartén; crear washes, tonalidades, tex- turas, matices y sombreados; collage; representacién de es- tructuras, mobiliario, vegetacién, personas y vehiculos; la seleccién y el control del peso de las lineas;, y la construccién de maquetas. Composici6n y andlisis visual. Uso de técnicas gréficas y una di- versidad de medios para inventar o manipular formas en dos 0 tres dimensiones o para analizar formas existentes. Los ob- jetos de estudio pueden ser abstractos o reales para fines del proceso creativo de la forma, y las formas analizadas pueden ser edificios, ciudades, objetos manufacturados, vegetacién, pinturas 0 esculturas. El objetivo es descubrir patrones y principios de composicion. El componente principal del ment de diseiio es el taller de di- serio arquitecténico, donde los estudiantes llevan a cabo la in- vestigacion y el disefto de proyectos especificos. En el primer afio, por lo general los proyectos son abstractos y conceptua- les. En aftos subsecuentes, los proyectos suelen ser andlogos a lo que los arquitectos realizan en la practica: disefio de cons- trucciones en paisajes naturales o urbanos, conjuntos de edificios, partes de ciudades 0 suburbios, e incluso asenta- mientos o poblaciones completos. En Estados Unidos, el taller de disefio arquitecténico funcio- na de manera bastante consistente. Como regla general, hay de doce a dieciocho estudiantes por cada profesor (0 asesor) de taller de diseno, el responsable del taller, y la seccién de cada responsable puede ser una de varias en un nivel dado dentro del plan de estudios. El responsable del taller puede operar de manera independiente, haciendo sus propios pro- yectos y siguiendo su propio programa. O bien el taller pue- de ser parte de un esfuerzo coordinado que incluye varias secciones, un nivel completo, o incluso a toda la escuela. Esto también puede variar de un semestre a otro dentro de una misma escuela. 68 Los profesores del taller de disefto por lo general planean el curso, seleccionan los proyectos, programan el trabajo y eva- Idan el vance de los estudiantes. Los cursos de taller brindan la mayor atencién individualizada de todo el plan de estu- dios, y mas que los demas cursos de cualquier universidad Suelen ser cursos de seis a nueve créditos (los cursos de teorfa o seminarios son de tres créditos), con sesiones de cuatro ho- ras diarias tres 0 cuatro veces por semana. Esto significa de doce a dieciséis horas de trabajo e interacci6n en clase a la se- mana. Parte de este tiempo se dedica al trabajo individual, parte a las asesorias en el sitio de trabajo de los estudiantes (Yasesorias de restirador”) y parte a la evaluacion del trabajo en revisiones o presentaciones de grupo. En general, la complejidad de los proyectos del taller de dise- fio aumenta conforme el estudiante avanza en el programa de estudios. La complejidad depende del ntimero y las carac- teristicas de los temas de disefio que se abordan en un pro- yecto dado, y no necesariamente del alcance o costo de un proyecto. Una casa podria ser un proyecto mas complejo que un edificio de oficinas o una planta industrial, dependiendo de las condiciones del sitio y del programa arquitecténico, y los diseno libres pueden plantear retos mayores que aquéllos que tienen muchas restricciones. En la mayoria de los programas, los proyectos del taller de primer ao tienden a ser basicos y dirigidos, y se concentran en los fundamentos del disefto. Los estudiantes reciben una introduccién a la composicién visual en dos y tres dimensio- nes, a los conceptos de organizaci6n espacial y funcional, a la circulacién y al comportamiento estructural. Los proyectos pueden ser de caracter mas bien tedrico que practico, inde- pendientes del diseno de una construccién, a fin de estimular el pensamiento creativo abstracto y de reforzar las habilida- des de representacién grafica. Los proyectos de los semestres subsecuentes se acercan cada vez mas a la practica profesional, aun cuando los requer mientos y las condiciones especificas atin pueden ser ideali zadas y poco realistas. Los proyectos que ilustran este enfoque incluyen pequefios kioscos, casas 0 retiros vacacio- nales (por lo general en montaiias 0 bosques, si no es que en Estuaiante presentando su proyecto de! taller de alserio ante un jurado. la playa), iglesias y edificios pablicos modestos, como una seccién de una biblioteca o un cine. El responsable puede presentar cada proyecto para introducir al estudiante en el desarrollo de nuevos temas de disefo, al tiempo que se re- fuerzan los principios ya aprendidos. Un proyecto podria enfatizar la planeacién del sitio y la volumetria de la cons- truccién (la conformaci6n del volumen total de una construc- cién en un sitio); otro podria relacionarse con la estructura, los materiales y el clima; y otro mas podria centrarse en la composicién de la fachada. En todos los proyectos, el estu- diante debe ocuparse de la creacién y manipulacion de espacios, volimenes, superficies y estructuras en un sitio seleccionado, todo ello en respuesta a una serie de requeri- mientos de disefio, llamados el programa arquitect6nico del pro- vyecto. Conforme el nivel de conocimientos de los estudiantes au- menta, éstos avanzan a los talleres de disefio de los siguientes niveles, donde exploran proyectos de disefio con requeri- mientos del sitio y programas mas complejos, que les ofrecen la oportunidad de realizar investigaciones més sofisticadas sobre aspectos tedricos y de tecnologia arquitecténica. Desde el punto de vista programatico, tales proyectos pueden in- cluir viviendas, instalaciones de salud, conjuntos de edificios publicos 6 administrativos, escuelas 0 centros religiosos, tea- tros, instalaciones comerciales, bibliotecas, museos o termi- nales de transporte. Se requiere una planeacién del sitio mas rigurosa, con proyectos que incluyen el disenio de vecinda- des, conjuntos urbanos, vias ptiblicas, centros administrati- vos y de servicios, ejes de comunicacién, parques ptiblicos e incluso barrios completos. En el tiltimo semestre de disefio suele incluirse la elabora- cién de una tesis. Esta puede requerir tareas de investigacion y preparacién en el semestre previo, durante el cual el estu- diante selecciona un tema o proyecto y recopila los datos necesarios para emprender el disefio. La mayoria de los tra- bajos de tesis se hacen de manera individual, a diferencia de los talleres de disefio anteriores, en los que los estudiantes trabajan en grupo y vena sus profesores dos 0 tres veces por semana. Los estudiantes de tesis por lo general tienen un asesor o un comité de asesoria formado por miembros del cuerpo docente que tal vez revise el avance del estudiante en tan sélo cuatro 0 cinco ocasiones antes de la presentaci6n. final. Algunas escuelas exigen la presentacién de un docu- mento de tesis por escrito, en especial en el nivel de maes- tria, el cual debe incluir reducciones fotograficas de los planos y las maquetas finales. Casi todas las escuelas de arquitectura han adoptado normas minimas de competencia y desempefio, que los estudiantes deben satisfacer antes de avanzar al siguiente nivel del taller de disefio 0 antes de graduarse. Puesto que la secuencia del taller de disefio es continua a lo largo de la mayorfa de los programas, no es raro encontrar en el taller algunos estudian- tes que no iniciaron la escuela de arquitectura al mismo tiem- po que el resto. Muchos toman tiempo extra para terminar la escuela de arquitectura por razones académicas 0 personales (por ejemplo, econémicas). a de arquitec Historia y teoria Historia y teorfa es la segunda gran area de estudio dentro de cualquier programa de arquitectura; se ocupa del pasado pero también incide de manera vital en el presente y el futu- ro. Mediante el estudio de la historia, el futuro arquitecto aprende el quién, qué, cudndo, dénde, cémo y porqué de lo que ha ocurrido con anterioridad. Al estudiar los precedentes arquitect6nicos, y mediante la lectura de muchos textos sobre teorfa de la arquitectura escritos por historiadores y arquitec- tos, se develan ideas, convicciones y principios relacionados con lo que hacen en la actualidad y harén mamiana los arqui- tectos. El estudio de la historia y la teoria pone en contacto al arquitecto con su legado, y le sugiere la manera en que ese le- gado podria ser aplicable al presente y al futuro. La evolucién histérica de la arquitectura y de la teorfa arqui- tecténica puede tratarse de manera cronolégica, geografica o tematica. En otras palabras, el historiador puede considerar el desarrollo de la arquitectura por periodos (décadas, siglos © eras), por localizaci6n (ciudades, regiones, culturas, paises 0 continentes) o por temas de interés especifico (centrandose, por ejemplo, en estilos, arquitectos, tecnologias, simbolo- gias, filosofias o tipos de construcciones). Cada historiador tiene una forma particular de pensar acerca de la historia y la teoria de la arquitectura, asi como su forma de presentarla, pero también en este caso existe una afinidad sustancial en el contenido. Se presenta a continuaci6n una lista representati- va, si bien inevitablemente incompleta, del contenido del curso de historia y teoria de la arquitectura: + Cursos generales de la historia de la arquitectura occiden- tal y sus tratados desde la Antigiiedad hasta la Era Moderna (por lo general breves, centrados en periodos histéricos am- plios, e ilustrados con innumerables diapositivas). * Cursos generales de arquitectura no occidental, sobre todo de las culturas islamicas y del Lejano Oriente (estos estudios son menos comunes que los que tratan de la historia occidental). + Historia de la arquitectura occidental en la Antigiiedad, es- pecialmente la de Egipto, el Cercano Oriente, Grecia y Roma. * Arquitecturas cristiana y bizantina tempranas. Camo convertise en aiquitecto * Arquitectura de la Edad Media, principalmente arquitectu- ra g6tica en Francia, Italia e Inglaterra. + El Renacimiento, en particular en Italia. * Historia y teoria de la arquitectura entre el Renacimiento y la Revolucion Industrial: los periodos del barroco y el rococé en Europa, asi como el neoclasico en Francia e Inglaterra. * Influencia de las beaux arts francesas desde el siglo XVIII hasta el XX. + Arquitectura en los siglos XIX y XX. * Arquitecturas moderna y posmoderna. * Arquitectura europea moderna, dividida por lo general en el periodo previo a la Primera Guerra Mundial, el periodo en- tre las guerras y el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial. * Arquitectura rusa. * Arquitectura japonesa. * Historia de las arquitecturas autéctonas (por lo general alo largo de diversas lineas regionales, culturales, temporales y tecnolégicas). * Historia de la teoria arquitecténica. * Historia de la tecnologia de la construcci6n. * Historia de la arquitectura del paisaje. * Historia y teorfa del disefio urbano, exploraci6n de los ori- genes, forma y principios de planeaci6n relacionados con las poblaciones, ciudades y espacios urbanos. Ninguna escuela cubre todos estos temas en su coleccién de cursos de historia y ningtin estudiante puede empezar a es- tudiar sino una fraccién de los temas de esta lista. Los cursos generales, con una duracién de uno o dos semestres, rascan apenas la superficie del pasado, en tanto que los cursos mas breves basados en conferencias 0 seminarios ofrecen la opor- tunidad de concentrarse en otros temas de la lista. Una vez en la escuela, el estudiante descubriré pronto sus intereses y aprender cuales son los profesores y cursos que lo atraen. Aligual que los cursos relacionados con el area de humanida- des, los cursos de historia y teorfa en la escuela de arquitectu- Tecnologia arquitectura ra consisten en lecturas obligatorias y recomendadas, que se complementan con la proyeccién de numerosas diapositivas seleccionadas por el conferencista 0 el titular del seminario (quien en ocasiones puede ser un estudiante de la clase). Sue- len asignarse ensayos, trabajos de fin de semestre y pequefios proyectos. Dependiendo de la ubicacién y los recursos de la escuela, los profesores pueden llevar a los estudiantes a prac- ticas de campo. De hecho, las practicas de campo también son populares en los cursos de taller y tecnologia. La tecnologia engloba el tercer tipo de trabajo de los cursos de arquitectura que podemos encontrar en todos los planes de estudio de las escuelas profesionales. Incluye temas que tratan sobre la forma en que se llevan a la practica los disefios, sobre principios y técnicas de construccién y control ambien- tal. Idealmente, la tecnologia no deberia considerarse como un aspecto separado y diferente del disefio. Més bien, es una etiqueta para los cursos que guardan una relacién mas estre- cha con las ciencias, la ingenieria y la administraci6n, tanto en lo que se refiere al contenido como al método. Dentro del campo de la tecnologia en la arquitectura existen cinco subdreas de estudio: tecnologia estructural, materiales y técnicas de construccién, tecnologia para el control ambien- ial, tecnologia para el disefio asistido por computadora (CAD, por sus sigias en inglés) y tecnologia administrativa 0 financiera. En todas las escuelas de arquitectura es necesario cursarlas, si bien en dosis diferentes y con niveles de rigor muy variados. Igual que en las Areas de disefio e historia, los. conocimientos sobre algunos temas de tecnologia deben ser verificados mediante ex4menes que aplican los gobiernos de los estados para poder otorgar el registro y la cédula profesio- nal de arquitecto. Los aspirantes a arquitectos que cuentan con ciertos conocimientos de matematicas y fisica compren- den con mayor facilidad la materia esencial de la tecnologia arquitectonica, raz6n por la que muchas escuelas piden a los estudiantes de reciente ingreso tomar cursos de introduccién al cdlculo y ala fisica. Estructuras El estudio de los conceptos estructurales es indispensable para cualquiera que albergue la esperanza de disefiar y cons- truir edificios. La estructura es la parte de un edificio, o de cualquier otra forma construida, que proporciona sostén. La estructura resiste las cargas de la gravedad (peso), el viento, los movimientos sismicos y otras fuerzas a las que puede ver- se sometida la estructura en cualquier momento. Algunas de estas cargas acttian en sentido vertical, como la gravedad, y algunas en sentido horizontal o lateral, como el viento y las fuerzas sismicas. Los arquitectos también se refieren a la es- tructura de una construccién como el esqueleto o el armazén de la misma, y en ciertas estructuras los muros, pisos y techos constituyen elementos integrales del sistema estructural. Cualquier elemento que contribuye a la estabilidad de una estructura bajo condiciones de carga forma parte del arma- z6n o sistema estructural. Obviamente, muchos componentes de una construccién no forman parte de su sistema estructural —las tuberias y venta- nas, por ejemplo—. Sin embargo, no resulta tan obvia la fun- cién que desempena el sistema estructural para afectar, 0 ser afectado por, la forma espacial y volumétrica total de una construcci6n. En primer lugar, la estructura debe diseftarse para trabajar con seguridad y eficiencia en el sostenimiento y estabilizacién de la construccién. En segundo lugar, el arqui- tecto debe orquestar tanto los patrones del armazén como los patrones de la forma arquitecténica (volumen, espacio, su- perficie) para crear relaciones visuales y construccionales. Aqui se expresa con toda claridad la interfase entre la tec- nologia de la estructura y el arte del diseno. De hecho, el arquitecto puede usar el sistema estructural de manera ex- ptesionista, creando un lenguaje visual de elementos y deta- lles estructurales expuestos. O bien, puede disefiar el sistema estructural no aparente, ocultandolo de la visin directa. Para dominar estos aspectos, los alumnos de la escuela de arquitectura estudian estatica (fuerzas sobre cuerpos en equi- librio), resistencia de materiales (cémo se comportan mate- riales especificos bajo esfuerzo), y el comportamiento de los componentes estructurales fundamentales —trabes, e la carrera de arcu La estructura ESTRUCTURA esTRUCTURA EXPRESIVA NO APARENTE EDIFICIO DE OFICINAS columnas, cables, varillas, zapatas, cimientos, muros de carga y losas o pisos— cuando se les aplican determinadas fuerzas. También aprenden sobre esfuerzos y tensiones, torsion, fle- xién, pandeo, tensién y compresién, presentes cuando los elementos de una estructura estan sometidos a una carga. Estudian también acerca de las conexiones y juntas entre los elementos, acerca de la expansi6n y contraccién que depen- de de la temperatura, y acerca de los sistemas estructurales en su conjunto (por ejemplo, cémo se comportan los armazo- nes de una construccién completa cuando estén sometidos a una carga). Tales sistemas incluyen las clasicas estructuras de una casa, la estructura a base de columnas y trabes tipica de los edificios de oficinas, la construccién de muros de carga, 76 las estructuras de membrana o de cables tensados (como las carpas o los puentes), las estructuras de caparazén delgado (laminas, bvedas, domos), armaduras para techos y otros. No pretendo sugerir que se espera que los arquitectos resuel- van al detalle los aspectos ingenieriles de la estructura de los edificios que disean. Mas bien, en la practica los arquitectos se apoyan en los ingenieros estructuristas para el cAlculo es- pecifico de todos los componentes de las construcciones so- metidos a cargas. Sin embargo, los arquitectos deben conocer los fundamentos para poder guiar y entender el trabajo del ingeniero, y para tener una patticipacién directa en la toma de decisiones importantes acerca de la apariencia, calidad y costo del sistema estructural. Materiales y métodos de construccién Ademis de los sistemas estructurales, los arquitectos deben conocer las consecuencias de la utilizacién de los principales materiales estructurales: madera, acero y concreto. Cada ma- terial pose caracteristicas tinicas, tanto estructurales como estéticas, por lo que el arquitecto debe elegir los materiales y sistemas con atenci6n y conocimiento de causa. Resistencia, durabilidad, viabilidad, peso, resistencia a las condiciones ambientales y costos se encuentran entre las propiedades que deben considerarse. En la escuela, los estudiantes también pueden conocer acerca de otros materiales —vidrio, metales diferentes del acero, plasticos, fibras y materiales com- puestos. ‘Aun cuando en la practica es comtin confiar a los ingenieros estructuristas el disefo final de los sistemas estructurales, el arquitecto sigue siendo el responsable principal de la deter- minacién y el disefto de los detalles del montaje de los com- : ponentes no estructurales de una construccién. Algunas escuelas ensefian teoria y practica del disefto de detalles, en cursos especializados en los que se imparten conocimientos acerca del comportamiento de materiales y componentes manufacturados. En este caso, el disefiador se ocupa del con- trol de humedad, pérdida y ganancia térmicas, estabilidad dimensional, durabilidad, disponibilidad y costo de mano de obra y materiales, sustentabilidad (relacionada con la conser- ESTOS NUEVOS SISTEMAS DE TECHADO SON BUENOS... MIENTRAS SON FACILES DE COLOCAR. QUE NO USES 2APATOS DE TACON DIENSAS DE ELLOS? LTO! CUBRE A UN EDIFICIO iLO QUE EN REALIDAD ES EL SEGURO! E vacion de energia y recursos naturales), y apariencia. El arquitecto debe mostrar en dibujos a escala cémo encajan en- tre si las piezas, como se hacen las juntas y las conexiones y cuales serdn las dimensiones de todos los componentes montados. Los detalles tipicos describen los montajes de te- chos, muros y pisos, los montajes de ventanas y puertas, barandillas, escaleras, carpinteria y elementos decorativos del terminado Controles ambientales Los estudios de tecnologia de control ambiental se refieren a la manera de crear un ambiente construido cémodo y utiliza- ble para el usuario. También se refieren al uso y conservacién de energia en las construcciones. Con la ayuda de especialis- tas en ingenieria, los arquitectos deben concebir ambientes que sean seguros en caso de fuego, que ofrezcan confort térmico (ni muy frio ni muy caliente), que dispongan de la iluminacién adecuada, que proporcionen aire fresco no contaminado para respirar, que posea las caracteristicas actis- ticas adecuadas. En estos tiempos en que la energia es tan cara, las construcciones deben contar con el aislamiento adecuado, para retener y reutilizar el calor que capturan del sol en el invierno. Ademis de crear un ambiente templado y de satisfacer los sentidos, los arquitectos y sus asesores deben diseiiar siste- mas para distribuir energia, fluidos, gases, bienes y personas en el interior de las construcciones. Estos sistemas son como redes metabélicas entretejidas en el rigido esqueleto que da soporte a una construccién. Los estudiantes de arquitectura estudian los fundamentos de diversos sistemas: eléctricos, de instalaciones hidrdulicas y sanitarias, de calefaccién y aire acondicionado, sistemas de ventilaci6n y de comunicacién (elevadores y escaleras mecénicas). Aprenden tanto princi- pios de ingenieria como aplicaciones especificas, para cono- cer la forma en que dichos sistemas influyen en el diseno general de la construccion. Al igual que en el caso de los siste- mas estructurales, los disefadores arquitecténicos por lo ge- neral no realizan el cdlculo y el disefo detallado de los sistemas de control ambiental, sino que mas bien colaboran con los expertos en ingenieria para la selecci6n del sistema y Ja coordinaci6n del disento. Muchas escuelas ofrecen cursos que tratan sobre la iluminaci6n, tanto natural como artificial, y sobre la actistica. Los estu- diantes pueden estudiar acisstica de habitaciones, el compor- tamiento y percepcién del sonido dentro de espacios, y la transmisién sonora (el paso del sonido entre espacios o a tra- vés de estructuras). Cualquier persona con la facultad de ver y ofr sabe que en el mundo abunda la arquitectura donde la visi6n y el sonido son dificiles, si no imposibles. oda 34 SHURIS A ALNYISHY say 34 soiana ‘wanuoneass ¥s07 ‘Wankonaiss aya soorgi91a solananoa ‘AWOHETA 381N3 OLDS noswnd oaraio913 cavaanniy olovavas 34 yHaisis ale 34 wars a wavauna 3a soLona omised Satyouisan 5031, N3 S2400¥N373 anpysaa A ynow 34 Sasa SY vv" alowds3 wonvel3h NoIsina ove 30 13dya¥L304 4 = =! = RATT Algunos die los sistemas y elementos que conforman los edificios y que son 18 Condiciones y de los espacios interiores. utlizactos para el control de la Disefio asistido por computadora Casi todas las escuelas de arquitectura de Estados Unidos nen un centro de cémputo para los estudiantes, y algunas in- cluso cuentan con terminales de computadora en los talleres de disefio 0 cerca de ellos. Algunas escuelas exigen que todos Jos estudiantes tengan una computadora personal con capa- cidad para conectarse a una red de drea local, sea dentro de la escuela o en el campus. La tecnologia de las computadoras se ha convertido en una poderosa herramienta no sélo para los arquitectos en ejercicio, sino también para los estudiantes de arquitectura y el cuerpo docente. En consecuencia, la ma- yoria de las escuelas ofrecen cursos de disefo asistido por computadora (CAD, por sus siglas en inglés) como materias optativas, y puesto que los despachos de arquitectos prefie- ren contratar egresados familiarizados con el CAD, cada vez més escuelas exigen cierto nivel de dominio en este campo. En laactualidad, muchos de los estudiantes que ingresan en la escuela de arquitectura ya tienen habilidades basicas en computacién. Por lo tanto, los cursos de CAD en arquitectura se centran sobre todo en ensefiar a los estudiantes la manera de usar programas de software especializado para construir y probar los modelos de computadora tridimensionales de sus conceptos de disefto y para la creacién de dibujos arqui- tecténicos convencionales. Empleando los programas mas actualizados, los estudiantes pueden generar perspectivas complejas y axonometrias desde varios puntos de vista. Tam- bién pueden estudiar comportamiento estructural, diseiio de iluminaci6n, colores, materiales, texturas de superficies e in- cluso caracteristicas actisticas de un edificio o espacio deter- minado. Los estudiantes con acceso a computadoras de alta velocidad y gran capacidad de memoria pueden producir vi- deos animados que simulan personas caminando 0 vuelos de aviones a baja altura en tiempo real. ‘A pesar de la enorme capacidad y utilidad que han adquirido las computadoras, siguen siendo tan s6lo una herramienta auxiliar del disefto. Los disefadores todavia deben discernir todos los criterios necesarios para crear, desarrollar y comu- nicar las ideas del diseno. En consecuencia, la mayoria de las escuelas insisten en que a pesar de contar con esta tecnologia iempre en avance, los estudiantes deben seguir aprendien- de arg do las habilidades manuales basicas del disefio, incluyendo el dibujo. Administracion La administraci6n, el quinto subtema de la tecnologia, abarca miiltiples aspectos. Comprende temas y cursos que preparan alos estudiantes para dirigir las cuestiones de oficina y las ta~ reas operativas de la arquitectura. Se encuentran incluidos los cursos que abordan la administracién de empresas, méto- dos de préctica, finanzas y economia, aspectos legales y ad- ministracién de construcciones. El ntimero y diversidad de estos cursos varia segtin la escuela que los imparte, y algunas de ellas ofrecen muy pocos. A veces dependen de ios cursos que imparten otras facultades (administracién, economia, ciencias de la computacién o ingenieria civil) para satisfacer las necesidades e intereses de los estudiantes. Casi todas las escuelas de arquitectura imparten al menos un curso acerca del ejercicio profesional del arquitecto. En estos cursos se explica la manera en que se organizan y se administran los despachos. Exploran la comercializacién de servicios, honorarios y remuneracién, administracién y do- cumentacién de proyectos, contratos, aspectos legales y éticos, y administracién de construcciones. En algunas escuelas se ofrecen cursos mas avanzados que se orientan a la adminis- tracién de proyectos de construccién. Se tratan temas como planeacién y programacién de las tareas de construccién, coordinacién de empresas constructoras y subcontratistas, estimaciones y licitaciones, compra de materiales, negociacién de contratos, y contabilidad de costos, Sin embargo, muchas escuelas de arquitectura se han resistido a introducir estos cursos como una asignatura, pues para algunos parecen in- vadir el territorio del contratista general. Argumentan que la administracién de construcciones es més propia de las escue- las de administraci6n o ingenieria. En algunas escuelas se ensefia economia de bienes raices. Estos cursos examinan las fuentes de capital para la construc- cién, el proceso de desarrollo a través del cual se crean las construcciones, las caracteristicas econdmicas de los proyec- tos construidos tanto por el sector privado como por el ptiblico, nvertirse en arquit y el papel del gobierno en la arquitectura —sus reglamen- taciones, cédigos de zonificacién por uso del suelo y cons- trucci6n, leyes fiscales y de inversiones, politica de planeacién y programas de construccién. Materias optativas Los cursos de disefto, historia y tecnologia constituyen el nti- cleo del plan de estudios de arquitectura, pero este nticleo debe complementarse con materias optativas en otras areas de estudio, De hecho, las materias optativas pueden ser obli- gatorias. Amplian la educacién profesional y pueden propor- cionar los créditos necesarios para graduarse. Algunos cursos de arquitectura, en particular de historia o de tecnologia, pueden Ilevarse como materias optativas cuando no son par- te de los requisitos obligatorios. Sin embargo, las materias op- tativas fuera del campo de la arquitectura pueden ofrecer la seleccién mas grande y fértil, y reforzar la dualidad libe- ral-profesional de la formacién del arquitecto. Se presentan a continuacién los cursos o tpicos mds relevan- tes para el estudio y el ejercicio de la arquitectura. De nuevo, la lista es inevitablemente incompleta. * Planeaci6n urbana * Geografia + Horticultura y arquitectura de paisajes + Antropologia y arqueologia * Arte * Sociologia + Psicologia + Economia + Comercio y ciencias de la administracién * Ingenieria civil * Historia * Gobierno y politica La discusién del contenido curricular debera dejar en claro por qué las escuelas de arquitectura son parte integral de las universidades, en contraste con las escuelas de derecho o me- dicina. Estas tiltimas, aunque son parte de universidades, tienden a operar de manera independiente, con escasa inte- raccién académica con el resto de la comunidad universitaria. En cambio, las escuelas de arquitectura si desarrollan su pro- pia identidad conspicua e iconoclasta en el escenario univer- sitario. Y tanto los aspirantes como los estudiantes de la escuela de arquitectura deben crear sus propia identidad. Baa ee ee A La experiencia de estudiar arquitectura Ninguna descripcién de la estructura de la carrera de arqui- tectura podré revelar jamés lo que es en realidad ser un estu- diante de esta carrera. Este capitulo ofrece una relacién de los afios en una escuela de arquitectura, la cual espero sea la otra motivacién para estar ahi. ane CRW EI primer atio y el impacto de la carga de trabajo El primer aio de incursi6n en la escuela de arquitectura es un choque, un misterio y una sorpresa, un periodo marcado por extraordinarios ritmos de aprendizaje junto con extraordina- ria fatiga. Sin importar lo bien preparados que estemos o lo que nos hayan dicho, seré diferente de lo que esperamos. El primer afio en serio es ese aiio en el que uno se inscribe en los cursos introductorios del taller de disefio mientras se llevan también otras asignaturas de la carrera. Uno estaré muy, pero muy ocupado. De hecho, uno de los primeros choques es lo ocupados que estaremos, el impacto de la carga de trabajo. Pocos estudian- tes de bachillerato prevén la cantidad de trabajo que se apila en una escuela de arquitectara, en particular durante el pri- mer ano. Parece ser una tradicién, una de tantas, que el taller de disefio del primer afio marque el paso inicial. Dicho paso es de increfble agitaci6n e intensidad, con tareas constantes e interminables de duracién variable. Algunas toman horas, al- gunas dias, otras semanas (con frecuencia dividides en subta- reas més cortas). El ritmo pesado de los proyectos de disefio basico demanda esfuerzo constante, en ocasiones dia y no- che, muy por arriba de las horas por crédito que se citan en los programas de estudio de las instituciones. El impacto de la carga de trabajo, como cualquier otra agresién a la mente y al cuerpo, genera respuestas tanto positivas como negati- vas. Negativas porque resulta agotadora, enervante y atur- didora. Gran parte de las tareas del taller son de intenso trabajo més bien fisico que intelectual. Se pasan horas ha- ciendo dibujos técnicos 0 bocetos. Algunas de estas horas pareceran tediosas pero otras se disfrutaran. Los momen- tos buenos son borrados mas tarde por los momentos malos conforme contintia la lucha por seguir trabajando y mante- ner el paso, aunque no sea a la cabeza. Con razonable fre- cuencia, se experimentan segundos aires, alimentados por estallidos de adrenalina y arrebatos de fuerza y energia renovadas. Quien pueda pasar por todo esto, saldré con el cardcter fortalecido. Para hacer frente al impacto de la carga de trabajo hay que administrar el tiempo. Con el taller de disefio demandando tal cantidad de tiempo y energia, como cumple alguien con las dems obligaciones? Cada tercer dia parece haber un tra- bajo que entregar, y en ocasiones hasta dos o tres. Los mo- mentos de calma son escasos y muy alejados uno de otro. Por lo general, los profesores dirdn a los estudiantes que tan sélo deben procurar trabajar de manera constante y regular en cada materia, distribuyendo el tiempo para cada curso de manera continua a lo largo del semestre. Es mas facil decirlo que hacerlo. Gran parte del trabajo se produce en oleadas repentinas, por lo general justo antes de las fechas de entrega. El proceso creativo desafia los intentos de moderacién, continuidad y regularidad. Los arquitectos de Estados Unidos y Francia se refieren a estos periodos de trabajo intenso como charrettes. La charrette, palabra francesa que significa “carreta”, se aplica a cualquier periodo de trabajo intenso e ininterrumpido pre- vio a una fecha de entrega, que casi siempre incluye por lo menos una noche en vela. (Hace muchos aiios, en la Ecole des Beaux Arts de Paris, legaba una charrette para recoger los dibujos de los proyectos justo antes del plazo final, y los estudiantes, desesperados por terminar, montaban en la har argh carreta en movimiento agregando todavia detalles de ultimo minuto a sus dibujos; de ahila expresién en charrette.) Si se vi- sita el taller de una escuela de arquitectura, en particular cer- ca del fin de un semestre, uno vera estudiantes en charrette dia y noche. Muchos no van nia dormir a sus hogares. Algunos practicamente viven en el taller, en lo que puede describirse mejor como condiciones de campamento. La actitud més sensata para manejar las cargas de trabajo del primer afio es ser positivo, pasarla bien y seguir hasta la victo- ria. Illegitimus non carborundum, es una frase que en interpre- taci6n libre significa: No dejes que los envidiosos te hagan polvo! Los estudiantes deberan mostrar resolucién, fortaleza de cardcter, disfrutar el dolor fisico y la desmoralizacion ocasionales, asi como los éxitos periédicos y la ilustraci6n in- terminable. Que los estudiantes sorprendan a amigos y familiares con su dedicacién y capacidad para superar obs- taculos. Con una actitud de compromiso y aguante se gana- r4n el respeto de otros estudiantes de la universidad. Raro es el campus donde a los estudiantes de arquitectura no se les considera los que trabajan mas duro y los mas dedicados, 0 donde la arquitectura no se tiene por una de las carreras més dificiles. Los estudiantes se toparan con escasa condescendencia en- tre la mayoria del profesorado cuando externen quejas so- bre la cantidad de trabajo que deben realizar, las fechas de entrega y de examen encimadas, las presiones y su estado de salud mental y fisica. La falta de “compasién’” de los pro- fesores no significa que no entiendan o valoren lo que estan experimentando los estudiantes. También han pasado por lo mismo. Saben que los estudiantes tienen suefio atrasado, que han desatendido a amigos y familiares, que tienen la ne- cesidad imperiosa de una ducha y que probablemente an- dan sin un centavo mientras intentan costear su paso por la escuela. Pero les dirn que es inevitable, una probada y pre- paracién para la realidad futura. Es un rito de aceptacién, un depésito a cuenta por los derechos que todos deben pa- gar para convertirse en arquitectos. La carga de trabajo y sus presiones son un estimulo positivo a la vez que una prueba de fuego. TE ‘Nuevos valores, nuevo lenguaje Al impacto de la carga de trabajo se agrega la conmocién de los valores y del lenguaje. La segunda resulta de Ia stibita avalancha de vocabulario nuevo. Se trata, asimismo, de un vocabulario impreciso. S6lo los arquitectos y algunos fanati- cos de la arquitectura conocen realmente la jerga. De hecho, hay subjergas que solo son accesibles para una minoria de ar- quitectos. El lenguaje se escuchar primero de los profesores, después de los estudiantes de grados superiores 0 que leen articulos o libros de arquitectura. La conmocién de los valores se relaciona con la del lenguaje, pues los valores se declaran y son examinados por medio del lenguaje. Para comprender la conmocién de los valores, es necesario aceptar la noci6n, a priori, de que todos los campos académicos 0 profesionales poseen sistemas de valores inter- nos de elaborado desarrollo: un conjunto de criterios 0 nor- mas, por lo general sobreentendidos, mediante el cual se hace la ponderacién de las personas y su trabajo en el campo. Este conjunto de valores y criterios, al igual que su vocabula- rio concomitante, no se encuentra asentado claramente por escrito en ninguna parte. No se puede salir a comprar un li- bro titulado Sistema de valores de la arquitectura: cOmo juzgar todo lo que se ve 0 escucha o Palabras que usan los arquitectos y su significado. Los valores y el vocabulario de la arquitectura en la escuela se presentan como una conmocién porque, primero, no son co- nocidos; segundo, son vagos y ambiguos; y tercero, su aplica- cién y significado dependen del contexto y cambian de una persona a otra y de una semana a la siguiente. Justo cuando uno piensa que ha empezado a descifrar de qué estaba ha- blando el profesor, nuevas metéforas y referencias renuevan la confusién. La arquitectura es a la vez un arte y una ciencia. Requiere 16- gica, método, andlisis racional y cuantificaciones mensura- bles, por una parte; e intuicién, emoci6n, sentimiento, disposicion y criterio subjetivo, por otra. Asi, el estudiante de reciente ingreso enfrenta conflictos continuos, incertidum- bre y confusion, en particular en el taller de disefio, donde se La experiencia de estudiar QUE PIENSO DE ESTE PRIMERO, CENCAIA? POR LA COMPOSICION DE LA EDIFICIO? BUENO, SUPUESTO QUE NO! ESTA FuERA } FACHADA Es ESTILIsTICAMENTE DERMITAHE OFRECERLE DE ESCALA CON Su CONTEXTO. ff } CONFUSA... ARBITRARIA, UNA cRITICA LOGICA ES DEMASIADO GRANDE, CAPRICHOSA, UNA COLECCION BASADA EW CRITERIOS DEMASIADO CONTRASTANTE ALEATORIA DE PARTES, DE EVALUACION RACIONAL. PARA SER UN BUEN VECINO. MATERIALES, COLORES. 4AS PROPORCIONES DE Sus IV CONSIDERE SU CONCEPCION DESDE LEGO, ESPACIOS INTERIORES SON, ARQUITECTONICA! ABSTRACTA, benmeeceda) POR DECIE LO HENS AISLADA, IWACCESTBLE e505 eas EXTRANAS, COMO LO ES EL REFERENCIAS FORMALES A STHPLEMENTE MIsTERIOSO y DEsoRIENTADOR J POCOS ANTECEDENTES ir PATRON DE CIRCULACION. CoNocIDOS. come exponen, debaten y defienden de manera rutinaria valores y juicios que no pueden justificarse de manera cientifica. Los estudiantes descubren que en el disefio el pensamiento se da en ambos lados del cerebro. En conformidad, los profesores de disefo esperan trabajos que muestren a la vez razona- mientos sdlidos e inventiva estética. Puesto que la mayoria de los estudiantes de arquitectura comparten las experiencias escolares tradicionales del bachi- lerato, también comparten expectativas similares cuando se embarcan en un tema nuevo dentro de un curso nuevo: el profesor presenta material especifico y hace preguntas espe- cificas, y el estudiante regurgita, a menudo con una minima digestion, lo que se le ha presentado. El énfasis siempre estu- vo en encontrar respuestas, en obtener soluciones. El estudian- te ansia saber qué “quiere” el profesor. “iDiganos!”, dicen los estudiantes, “y se lo daremos”. Sin embargo, los valores que abraza el responsable del taller de disefio pueden parecer vagos, las expectativas pedagdgi- cas mal definidas. Un dia el profesor dice que es importante considerar una circulacién eficiente y facil de entender, y al dia siguiente protesta porque el disento se parece demasiado a un diagrama de circulaci6n: muy poco color un dia, y de- masiado al siguiente. Proporciones delicadas, proclama el profesor, pero no funciona; 0 funciona, pero las proporciones estén mal. Sean simples, dicen; muy simplén, dicen. Tiene una complejidad maravillosa..., es demasiado complejo..., ca- rece de complejidad. Menos es més. La estructura no puede Jeerse. {Por qué expresar la estructura? iDemasiada variedad! iMuy poca variedad! Quizé el entrecruzamiento de valores y vocabulario se pone de manifiesto. {Qué hay acerca de estas palabras que noso- tros los profesores proferimos con tanta frecuencia, con tanta confianza, de manera tan critica? {Qué queremos decir y qué deseamos en realidad? {Como saben los profesores, y mucho menos los estudiantes recién inscritos, cundo una proporcién esta mal, o qué colores usar, 0 cuando se ha logrado el nivel correcto de complejidad? Obviamente, sostienen los estu- diantes, los profesores saben algo —un conjunto de valores sobreentendidos pero no comunicados de manera explici- ta— que les permite hacer juicios y conocer la verdad. éPor qué no compartirlo? Las palabras que expresan valores fluyen a borbotones. Las construcciones se describen como “constructos”, “objetos ha- bitables”, “ambientes’, “formas construidas”, “estructuras” 0 “edificios’. Pueden ser construcciones “objeto” (elemento particular), “de fondo” o “complementarias”. La palabra “es- pacio” puede referirse a una habitaci6n, un corredor 0 pasi- lo, una calle, una plaza, un atico, un claro o cualquier vano. El espacio puede “fluir”, “penetrar”, “articularse”, “modularse’, “expandirse” o “contraerse”. Puede ser amorfo y abierto, sin limites precisos, o puede estar bien definido, ser figurativo (0 La experiencia de estudiar ar © Dibujo axonométrico de una casa vacacional que muestra ventanas (Cortes, vanas, interrypciones) en los muros exteriores (envolventes, pianos verticates) metaférico) y contenido, con forma y limites discernibles. Un ‘léset o un cuarto de banio son un espacio; también lo son la plaza comercial de Washington, D.C. y el Central Park de Nueva York. Los elementos de una construccién que son familiares para todos son los favoritos para cambiarles el nombre. Las venta- nas se convierten en “cortes”, “vanos” en muros, “oculi”, “pe- netraciones”, “aberturas”, “portillos” o “interrupciones”. Los muros pasan a ser “planos”, “membranas” o “superficies ver- ticales”, “definidores” o “delimitadores del espacio”, “envol- turas”, “divisiones” o “separadores”. Un patio puede ser un “atrio”, un “peristilo” o un “espacio interior abierto”, en tanto que un portal cambia a “portico”, “porche” o “espacio de transicién”. Los corredores se aman “galerias”, “circulacio- nes”, “calles peatonales”, “pasillos”, “canales”, “deambulato- ios” y hasta “pasadizos”. Cémo convertise en arquitecto A profesores y estudiantes les agrada hablar de las caracteris- ticas visuales de la forma. Representativos de algunos sustan- tivos y adjetivos que uno escucha son los siguientes: Escala. Tiene que ver con el tamafio relativo del todo y sus partes constituyentes, y a la vez con la relacién del mismo y as dimensiones humanas. Cuando los arquitectos hablan de Ia escala, por lo general su interés esta en la percepcién del di- seo —qué tan pequeno o grande luce algo dentro de un contexto dado debido a su composicién y proporciones Propiedad. Si un disefto se ajusta o refleja las circunstancias de un proyecto. La propiedad puede relacionarse con la escala, elestilo, Ia caracteristica o la finalidad funcional de un disefio. Imagen. El aspecto o sensacién global de un sitio o construc- cién. Textura, cuerpo, ritmo, relieve, color, dimensién. Cualidades vi- suales seudoobjetivas, pero criticas, caracteristicas de la for- ma arquitecténica. Metéfora. Término que denota la capacidad de la arquitectu- ra para aparentar, ser como o representar otra cosa —cons- trucciones como “maquinas”, “organismos” vivos, “cuerpos geométricos” (cubos, esferas, “placas” o “barras” rectangula- res, cilindros, celosias, piramides, cadenas, esterillas o combi- naciones de éstos), otras elaboraciones hechas por el hombre (incluyendo objetos como herramientas, mobiliario, puentes, contenedores, instrumentos musicales y obras de arte), 0 ideas y conceptos derivados de la literatura, la religién, la filo- sofia, las ciencias o el arte. Funci6n, Se refiere al papel de la arquitectura en la satisfac- cién de necesidades humanas objetivas relacionadas con servicios, estabilidad estructural, comodidad y seguridad, viabilidad de construccién y costo. La premisa es que las con- sideraciones funcionales son diferentes de las estéticas por cuanto son racionales, en cierto grado cuantificables y men- surables, y no dependen del ego. Forma, formal, formalista. Términos muy amplios relacionados con la naturaleza y forma fisica, tridimensional y claramente visual de los objetos disefiados 0 estudiados por los arquitec- idiar arquitectura 93 BuROCRATICA MULTIPLE CAMUELADA tos. Los objetos, construcciones, espacios, elementos estruc- turales, ornamentos, ciudades y fabricas tienen, todos, “forma” y cualidades “formales/formalistas”. Tipologia. Sustantivo (“tipolégico” es el adjetivo) tomado de la lingitistica que se refiere a los conjuntos de objetos clasifi- cables (e.g,, tipos de edificios, tipos de casas, tipos de habita- ciones, tipos de calles, tipos de puentes) que comparten patrones comunes identificables de estructura y forma, inde- pendientes de su origen hist6rico, estilo o funcidn individual. Circulacién. Palabra de uso frecuente que describe la “for- ma”, patrén y método de movimiento dentro 0 a través de un ambiente —circulacién de personas, vehiculos y bienes en sentido tanto horizontal como vertical en construcciones, Dibujo en perspectiva del Teatro de Bertin realizado por Friedtict Schinkel a principios del siglo XIX. Nétese que la consttuccin es una composicién de formas rectangulares y cilindricas estratticadias horizontal y verticalmente, unificadas por fa repetici de elementos las bandas ornamentadas continua, y. que cobra escala por rasaos identiicables como el neraite ci ciudades, habitaciones 0 paisajes—. El sistema de circulacién suele ser la columna vertebral formal de muchos tipos de construcciones. Unidad, armonia, coherencia. Denotan en cualquier composi- cidn esa cualidad por la que el todo y sus partes parecen con- venir entre si, principalmente a través de enlaces visuales e interrelaciones perceptibles, de las que puede haber varias (dependientes de la percepcién del espectador).. Desunidad, incoherencia, fragmentacién. Lo contrario de los tér- minos precedentes, dependientes también de la percepcién individual (la armonja de una persona puede ser la incohe- rencia de otra). Estratificacion y estratos. La percepcién de elementos mitilti- ples —muros, hileras de columnas o 4rboles, puertas 0 venta- nas, techos, ornamentaciones— distribuidos en el espacio de modo tal que el observador mira varios al mismo tiempo pro- cediendo del frente al fondo, de un lado al otro, 0 de arriba a abajo. Si se mira hacia abajo de una calle urbana, se veran “es- tratos” de construcciones alineando la calle, “estratos” de anuncios y columnas, frentes de comercios y elementos de la acera, incluyendo Arboles, bancas, parquimetros. Se lee. Significa que una tentativa de disefo puede verse, des- tacarse y ser interpretada (“leerse” como un libro 0 una expre- si6n facial). Ejemplos de “lectura” de construcciones pueden incluir la lectura de patrones de composicién en dos y tres dimensiones, de funciones en interiores, de materiales y es- tructura, de contenido simbélico (piénsese en las catedrales goticas o en la Bolsa de Valores de Nueva York). Si, en opi- ni6n del critico, una construccién no puede “leerse”, enton- ces quizé el arquitecto tenga que “reescribirla”. Cientos de adjetivos aderezan los comentarios y criticas de los arquitectos, en particular cuando hacen observaciones s0- bre el trabajo de los estudiantes. Algunos de los que se escu- chan con frecuencia son: Interesante. Palabra que significa cualquier cosa, desde soso, trivial, pasable 0 convencional hasta provocativo, inventivo, estimulante o ingenioso. Un diseno “interesante” rara vez argu merece una A, mientras que uno “muy interesante” puede estar en la categoria de las A. Competente, Como “interesante”, puede implicar que un dise- fio esta bien a secas, que puede trabajarse, que es aceptable, pero de ningtin modo que es brillante o revolucionario. Com- petente es lo que se espera que sea todo arquitecto como mi- nimo. Convincente. Adjetivo que aflora con regularidad, y que por lo general significa que un disefo particular parece estar bien concebido y bien ejecutado en los dibujos o la maqueta del di- sefo. “Convincente” declara que se ha creado algo creible tanto artistica como funcionalmente. Feo. $i, “feo” se escucha con frecuencia. Significa en realidad que al responsable del taller no le agrada el aspecto de lo que se ha diseado, por cualesquiera razones (sobre las que quizé nunca dé detalles), mientras que en cambio otros pueden en- contrar el disefo... Bello. Al profesor le agrada el aspecto de un disefo, también por razones que quiza nunca lleguen a aclararse. Recuérdese que en la arquitectura, como en las dems artes, gran parte de la percepcién de lo bello se encuentra en el ojo del especta- dor. Con sentido, sin sentido. Juicios acerca de lo que “dicen”, repre- sentan, defienden, denotan y connotan los disefios, fuera de su funcién o apariencia reales. Por ejemplo, las columnas son elementos estructurales verticales que sostienen cargas y de- sempefian un papel en la composicin de una construccién, pero podrian tener también significados adicionales, repre- sentan cosas 0 cualidades como virilidad, continuidad, verti- calidad, arboles, victoria, conexién entre el cielo y Ia tierra, 0 cualquier otra idea vindicada por su disefiador 0 apoyada por la erudicién de los historiadores. Para algunos profesores y arquitectos, los disefios que no pueden leerse o interpretar- se de este modo son, por consiguiente, “sin sentido”, como en ocasiones puede serlo la expresién “con sentido”. Como fecto 98 Alo largo de este libro se encontrar mucho més del vocabu- lari del arquitecto; ésta es apenas la proverbial punta del ice- berg. Acaso sea la incertidumbre y subjetividad de los valores ar- quitecténicos lo que lleva a ios arquitectos a la bisqueda im- placable de un lenguaje més cientifico, de un conjunto nuevo de palabras y definiciones cada afio. Y cada afio, con cada nueva tanda de jerga y clasificadores, la lista del vocabulario se alarga, en tanto que la incertidumbre y la subjetividad per- sisten como siempre. Asi, los estudiantes de arquitectura que apenas inician deberdn recordar que esto forma parte de la tradici6n, y no deberan dejar que la conmocién del lenguaje del primer afio los disuada de la busqueda de soluciones creativas, la ilustracién y la racionalidad. en ARO A NEA Competencia y calificaciones Muchos de los que empiezan la escuela de arquitectura nun- ca la terminan. Hay muchas razones por las que las personas abandonan, y entre ellas estan la carga de trabajo y la compe- tencia. Sin embargo, son pocos los estudiantes que renuncian solo por la cantidad de trabajo, a la que muy pronto llegan a acostumbrarse. Por otra parte, existe una incisiva y percepti- ble atmésfera de competencia, intensificada por la naturaleza artistica del trabajo en el taller de disefio, y esta atmésfera puede desalentar hasta al estudiante mas empefioso. La mayoria de las instituciones utilizan calificaciones para in- dicar cémo se estén desempenando los estudiantes con res- pecto a la competencia dentro de la clase o la escuela. Desde luego, esto no es exclusivo de la carrera de arquitectura. Lo que sies tinico es que el esmero y el trabajo duro no producen necesariamente las correspondientes calificaciones altas. De hecho, otro de los grandes choques del primer afio puede ocurrir cuando un proyecto que se haya disefiado con toda la sangre, sudor, lagrimas, tiempo e imaginacién del que uno sea capaz se evaltia como un fiasco. Y esto puede ocurrir de manera inconsistente y sin previo aviso. Un estudiante pue- de haber obtenido una A 0 B en su proyecto anterior, y des- 99 pués una C, D 0 F en el siguiente. {Qué debe hacerse ante esto? Primero, todo es normal. Es el trabajo del estudiante, no el es- tudiante mismo, al que se esta evaluando. La mayoria de los estudiantes experimentan la montafia rusa de las calificacio- nes de sus proyectos a lo largo de los aitos de escuela, y toma tiempo acostumbrarse a ella. Muchos estudiantes tienen tan- to buenos como malos semestres, buenos y malos meses, se- manas 0 dias. El estudiante debe tener siempre en mente que en la escuela de arquitectura no se califica el esfuerzo aislado, que la aptitud y el talento natural son factores de evaluacién esenciales e incluso dominantes. Segundo, la mayorfa de los profesores califican los trabajos de disefio arquitecténico de los estudiantes tanto con base en una curva (es decir, con relacién exclusiva a los estudiantes de una secci6n o clase) como contra una serie de criterios mas ge- nerales que se aplican a todos los estudiantes. En ocasiones todos los proyectos de una seccién son deficientes o, a la in- versa, obtienen una A o B. Hay semestres durante los cuales nadie recibe una A, y otros en que casi todos obtienen una A. Esto depende de! responsable del taller —algunos pueden aplicar criterios exageradamente elevados— asi como de los estudiantes. Uno debe ser filos6fico acerca de la calificacién, reconociendo que las calificaciones representan tan solo la evaluacién com- binada, objetiva y subjetiva, de nuestro trabajo en un periodo particular. Pueden cambiar conforme se avanza en la escuela y conforme lo hace nuestro trabajo. Ni destruyen ni garanti- zan la futura carrera de un estudiante. Después de salir de la escuela de arquitectura, probablemente nadie vera o se inte- resaré por las calificaciones obtenidas como estudiante. Pero una cosa es segura: si el estudiante no se esfuerza y hace el trabajo, no recibira buenas calificaciones, sin importar el ta- lento que posea. La competencia en la escuela de arquitectura es tipica de la competencia por las calificaciones en cualquier otra parte. Una vez admitido, se espera que el estudiante mantenga cierto promedio mfnimo para continuar en el programa. La mayo- ria de las escuelas de educaci6n superior exigen un promedio minimo de B para graduarse. Muchos programas no permi- ten que los estudiantes de arquitectura pasen al nivel si- guiente del taller de disefio con un desempefo inferior al requerido en esta area, incluso si su promedio minimo es lo suficientemente alto. Por lo tanto, los estudiantes se sienten presionados por la necesidad de mantener su posicién acadé- mica, aunque por lo general este es un problema s6lo para una minoria de los estudiantes en una clase Elafan por ser el mejor, por sobresalir, por estar en la cima o al menos cerca de ella, es una fuente de tensién al mismo tiempo que de motivacién. La presién competitiva es interna y externa, Los estudiantes aplicados se empujan a si mismos, sin atender a otras influencias, porque reaccionan a una ne- cesidad interior de realizacién. Con esto viene la presién de fuentes externas —profesores, companeros de estudios, ami- gos y familiares— que puede ser implacable e interminable. Algunos estudiantes superan tales presiones; otros experi- mentan una gran ansiedad, que puede afectar su trabajo. Las presiones estan ahi, la competencia y las presiones son inevi- tables y lo menos que debe hacerse es enfrentarlas. De mane- ra ideal, conseguirén que el estudiante realice su mejor esfuerzo y salga adelante, felizmente. oe Fobia al ldpiz Ellapiz y el papel son las herramientas basicas del arquitecto, incluso en la era de la computadora, que es tan slo otra he- rramienta para crear dibujos. Y el dibujo es el medio principal para la exploracin del disefio arquitecténico. Como todos los demas artistas y artesanos, los arquitectos deben alcanzar el dominio completo en el uso de las herramientas por medio de la practica y la repeticién. Los buenos arquitectos llegan a sentir tal comodidad y soltura con sus instrumentos de dibu- jo que no pueden entregarse al acto del disefio sino con un instrumento de dibujo —un lapiz o un ratén— en la mano. Cuando se hace arquitectura, la mente, el cuerpo y las herra- mientas se funden y actéan en conjunto como una unidad. Ningin arquitecto puede disefiar limitandose al pensamien- to y la visualizacin mental. jay anpatectara On DIAGRAMAS FUNCIONALES: CONTEKTUALISHO REFERENCIA HISTORICA renee Se > esi EDIFICIO TE DIGA QUE QUIERE SER... PERO ESTE TODAVIA NO HE HABLA. Antes de dominar el dibujo asistido por computadora, los es- tudiantes deben aprender a dibujar y hacer bocetos con lapiz, tinta u otros medios. Para el disefo, esta clase de dibujo im- plica la exploraci6n y expresién de hipétesis conceptuales de manera gréfica, asi como hacer propuestas y tomar decisio- nes sobre el papel. Algunos estudiantes de arquitectura que acaban de ingresar descubren esto de una manera dolorosa. Desarrollan un temor a comprometer su persona y sus ideas con el papel, un temor al dibujo —si bien de cardcter inconscien- te—. La renuencia a dibujar nace de la ansiedad y la incer- tidumbre. Los estudiantes de reciente ingreso aprenden pronto que sin un dibujo al cual mirar, el asesor responsable del taller asume que atin no existe ningiin disefio ni nada tan- gible que evaluar. Muchos profesores de diseno se rehtisan a discutir las propuestas 0 ideas de disefto de los estudiantes a menos que ya estén plasmadas en el dibujo. Al mismo tiem- po, los estudiantes descubren que los profesores pueden hacer comentarios exclusivamente negativos cuando se pre- sentan los dibujos indispensables. Asf, no es rato que algunos estudiantes adquieran una fobia al lapiz como defensa, una manera de evitar el riesgo de ser criticado. El disefto arquitectonico es, de manera inherente, un proceso conjetural de ensayo y error. Los dibujos son los medios prin- cipales para hacer hipotesis (ensayar) de disefios alternativos, evaluarlos, afinarlos y perfeccionarlos a través del descu- brimiento y la depuracién de errores o ideas inadecuadas. El disefio es un proceso continuo de ensayo, prueba y cambio. Sin esta lucha iterativa utilizando lapiz y papel (y con fre- cuencia maquetas), no se llegar lejos como disefiador ar- quitect6nico. Por lo tanto, él estudiante debera dibujar con libertad, disposicion y precisién. Siempre es mejor tener mas que menos dibujos para estudiar un disefto. Veinte minutos de critica concienzuda, aunque sea desaprobatoria, valen mucho mas que dos minutos de lamentaciones y excusas ver- bales. eT La cultura y la comunidad de la escuela de arquitectura Durante el primer afio en la escuela de arquitectura, se perci- be una cultura y una comunidad escolar de las que uno em- pieza a formar parte. Es un hecho tinico de las escuelas de arquitectura, independientemente de la universidad de que se trate. La sensacién de cultura y comunidad existe por va- rias razones. La mayoria de las escuelas de arquitectura son pequeiias, lo cual facilita el llegar a conocer bien a un gran porcentaje de los estudiantes y del profesorado en el curso de uno o dos afios. Los estudiantes de arquitectura pasan canti- dades enormes de tiempo trabajando juntos —dia y noche— dentro de las instalaciones escolares, en particular en los ta- lleres. En muchas escuelas, los estudiantes pasan semanas 0 La experie ncia de estudiar arqui meses durante los semestres de verano viajando y estudian- do juntos en Europa. Es frecuente que grupos de estudiantes trabajen en proyectos de comunidades locales. Toda esta in- teraccién personal fomenta la unién, ausente de manera tipi- ca entre estudiantes de otras disciplinas académicas, que se refuerza por los rigores de compartir una misién comtin: el reto de adquirir el dominio de la arquitectura. Muchos arquitectos recuerdan su paso por la escuela de ar- quitectura como una de las experiencias mas formativas y gratificantes de su vida, una época en la que no sélo se sintie- ron estimulados en el plano intelectual y en el creativo, sino también mas cercanos a sus amigos y compajieros de escuela. Muchos comparan esta experiencia con pasar varios afios en un campamento de entrenamiento militar. La mayoria de ellos recuerda las experiencias positivas, y olvida o reprime los recuerdos de los momentos més dificiles y desilusionan- tes por los que todos los estudiantes pasaron. Los estudiantes de arquitectura no sélo se unen con otros es- tudiantes; también pueden relacionarse con profesores que respetan y admiran, maestros con los que estudian y trabajan de cerca. Tales lazos por lo general se basan en alguna combi- naci6n de afinidad personal e intereses académicos compar- tidos. Los estudiantes por lo general son atrafdos hacia los mentores con los que se sienten cémodos intelectual y perso- nalmente, que muestran interés por su trabajo o que tienen una edad similar a la suya. El comportamiento y estilo de en- sefianza de los profesores varia de manera sensible, lo cual afecta la forma en que los estudiantes se relacionan con ellos. Algunos son reservados y distantes, en tanto que otros pare- cen de trato facil y accesibles. Quiza los estudiantes nunca le- guen aconocer bien a algunos profesores, pero otros podrian convertirse en los mejores camaradas. Por supuesto, la consi- deracién més importante es la capacidad docente de los pro- fesores —en qué medida ayudan a los estudiantes a realizar su potencial en el campo de la arquitectura. A pesar de todos los lazos y experiencias compartidas en la escuela de arquitectura, aparecen estructuras sociales. Los estudiantes inevitablemente hacen amistades especiales y forman grupos. Motivados por intereses personales y acadé- Cémo convertirse en arquitecto 104 micos mutuos, o por su formaci6n social, cultural y étnica similar, de manera natural los estudiantes buscan y se rela- cionan con los compafieros con quienes se sienten a gusto. En. consecuencia, subgrupos de estudiantes tienden a unirse de- bido a que son especialmente artisticos o intelectuales; esta- dounidenses de origen latinoamericano, asidtico 0 africano; extranjeros 0 mujeres; mayores 0 casados; miembros de fra- ternidades o aficionados a los deportes. En muchas escuelas puede haber otra estructura o jerarquia. El disefio es el nticleo académico de la carrera de arquitectu- ra, la empresa curricular en la que es indispensable el talento natural. Por lo tanto, los estudiantes que sobresalen en el di- sefio sin darse cuenta adquieren cierto status a los ojos tanto de sus compaiieros como del profesorado. Son los “privile- giados” que establecen los criterios de desemperio en el taller de disefo. Este status puede manifestarse de manera sutil, pero también puede reconocerse en forma bastante abierta. Los estudiantes de disefto destacados pueden obtener aten- cién adicional e incluso deferencia por parte del responsable del taller de disefo. Al ser objeto de mayor respeto y condes- cendencia espontanea por parte del profesor, pueden estar en posicién de romper las reglas del proyecto —que otros es- tudiantes se sienten obligados a acatar— con més impuni- dad. Son quienes reciben el mayor ntimero de criticas de otros estudiantes y, naturalmente, reciben mas elogios de los jurados. Este status slo es problematico en la medida en que se perciba como inmerecido 0 que afecte a otros estudiantes, en especial a aquéllos que sobresalen en areas diferentes del diseno. Pero se trata tan sdlo de un hecho de la vida en la es- cuela de arquitectura: el talento y el desempefi en el disefio son los activos mas apreciados. TEA El sistema de jurados Ninguna otra tradicion en la escuela de arquitectura es tan te- naz y duradera como la evaluaci6n ante un jurado. Este exa- men marca el final del trabajo en un proyecto de disefio, o de una fase de un proyecto, cuando los estudiantes presentan los dibujos y maquetas presuntamente terminados para eva- experiencia de es dla arc luaci6n por un grupo colegiado de criticos, el honorable jurado. De manera tipica, los jurados se componen del responsable del taller, otro invitado del cuerpo docente e invitados exter- nos que pueden ser arquitectos o clientes hipotéticos. El exa- men de jurado se considera un componente significativo de la experiencia académica del arquitecto, por lo que casi siem- pre es un evento publico, con estudiantes, incluyendo los de otras clases de taller, quienes concurren de principio a fin. El examen clasico implica que los estudiantes peguen sus tra~ bajos en la pared y, a su vez, permanezcan de pie enfrente de los dibujos y maquetas, con todos los ojos sobre ellos, mien- tras hacen ia presentacion oral de su proyecto al jurado. A menudo la presentacién grafica habla por si misma, pero se espera que el estudiante defienda verbalmente su concepto para entablar a continuacién un didlogo con los miembros del jurado después de la presentaci6n inicial. El procedi- miento pavece bastante sencillo, pero de hecho no es una experiencia académica familiar para la mayoria de los estu- diantes antes de llegar a la escuela de arquitectura. Ast, para apreciar la experiencia de presentarse ante un jurado, consi- deremos las siguientes observaciones particulares. Primero uno debe imaginarse en el lugar del estudiante que se prepara para el jurado. Dos puntos nos preocupan en cada momento de espera: 1) £Estaré completa la presentacién con dibujos y maquetas comprensibles y terminados? 2) £El jura- do elogiaré o ridiculizar4 nuestro disefio? Aunque son preo- cupaciones separadas, estan relacionadas. La terminacién satisfactoria del trabajo y cumplir con las fe- chas de entrega depende de la habilidad para administrar el tiempo, para organizar las tareas, para tomar decisiones y para dibujar. Pronto se aprende en el primer afio de escuela que es un pecado mostrar una presentaci6n incompleta para que el jurado la evaltie. Los jurados, por lo general en name- ro de tres o mis, casi siempre pondran en evidencia a los es- tudiantes cuyo trabajo no esté terminado, esté descrito con vaguedad o sea ilegible, haciendo caso omiso de los méritos del pensamiento creativo o conceptual de los alumnos. En ocasiones los jurados se rehtisan a examinar presentaciones incompletas, en especial si el estudiante intenta llenar los Como e¢ huecos verbalmente. De manera tipica, los jurados castigan al estudiante arrinconéndolo, manifestando desaliento, decep- cidn 0 incluso enojo. Los jurados que creen en el reforzamiento positive podrian decir: “Este pudo haber sido un gran proyecto, si tan s6lo hu- biéramos podido ver todos sus elementos”, o “Una semana més y esto podria haberse desarrollado de manera completa y con mucho éxito”, o “Es una lastima que su presentacién no le haga justicia a su idea”, o”Lo que vemos tan sélo sugiere st calidad potencial”. Los jurados que creen en el reforzamiento negativo podrian decir: “Sin lugar a dudas tuvo tiempo suficiente para termi- nar este proyecto”, o ”£Cémo puede pedirnos que examine- mos una presentacién tan endeble?”, 0 “Usted nunca lo logarard con presentaciones como ésta”, o “Lo menos que esperamos es la terminacién de los dibujos requeridos mi- nimos"”. Con frecuencia los integrantes del jurado entrelazan sus ob- servaciones con humor y simpatia, pero con igual frecuencia con sarcasmo y desdén. En anticipacién, 0 incluso con temor, de estar en el lado receptor de tales ataques, los estudiantes realizan esfuerzos heroicos para terminar, o dar la impresién de haber terminado, cuando llega la fecha de entrega. Pero los estudiantes varian de manera considerable en su habili- dad para fijar un ritmo, distribuir el tiempo y hacer dibujos y maquetas. Algunos, rpidos para tomar decisiones y habiles para dibujar, terminan con relativa facilidad, en tanto que otros batallan para hacerlo. La otra preocupacién antes de presentarse ante un jurado se refiere al proyecto en si. El disehto propuesto seré apenas aceptable, competente, quiza bueno o incluso sobresaliente? Puesto que la cuestin de la calidad es una apreciacién a los ojos de los integrantes del jurado, se trata de una preocupa- cion relativa. Uno puede estar encantado con su trabajo, al igual que el responsable del taller de disefio, pero el jurado podria no estarlo. Es imposible anticipar la respuesta de un jurado a un proyec- to. Ademis, la ansiedad en torno a la respuesta del jurado se La experiencia de estudiar arquiectur intensifica debido a la tremenda inversién de esfuerzo, refle- xin y energia creativa efectuada antes de la evaluacién del jurado. Uno se dice a sf mismo: “No es s6lo mi trabajo el que est ahi pegado. iSoy yo!” En consecuencia, interpretamos una critica a nuestro disefio como una critica a uno mismo. Sea consciente o inconscientemente, uno piensa: “Si no les agrada mi trabajo, entonces iyo no les agrado!” Decirse a uno mismo que esto no es cierto —que los integran- tes del jurado evalian el trabajo, no ala persona— no es ga- rantia de que tales sentimientos desapareceran. Sabemos que nos sentiremos bien si al jurado le agrada nuestro trabajo y mal si no le gusta —de ahi la ansiedad. Otro factor que contribuye al nerviosismo ante el jurado en muchos estudiantes es ser el centro de atencién, la naturaleza publica de la evaluacién. Ahi estn, profesores y estudiantes, profesionistas y colegas, atentos a nosotros y a nuestra pre- sentacin, aguardando para ver si triunfamos o fallamos. La sangre fluye, las manos sudan, la boca se seca, las palabras que intentamos pronunciar nunca salen. Nos preocupamos por no parecer tontos al mostrar enojo o desconcierto, tenta- lear nuestras notas, incluso derramar lagrimas 0 discutir aira- damente con un jurado que ha ofendido nuestros esfuerzos. En algunos estudiantes, preocupaciones mundanas y nimias pueden colarse a la conciencia bajo la presién de estar frente aun jurado, con la vida en un hilo. “’Cémo me veo?” “éTrai- go abierta la bragueta?” “{Huelo mal?” Después de una des- velada por la intensa carga de trabajo, estas inquietudes pueden justificarse. En el caso de muchos estudiantes, aguardar la evaluacién del jurado es estimulante. Para ellos la cuesti6n es plantarse e im- presionar, lo que en en ocasiones se convierte en el juego de ver quién lleva la batuta. Estos estudiantes por lo general tie- nen confianza en si mismos, sin importar cuAl sea la calidad de su trabajo, y saborean el reto de la evaluacin del jurado y la oportunidad de mostrar sus armas. Puede ser un viaje al ego si uno cree en si mismo y en su trabajo, inclusive frente a criticas negativas. Quienes tienen un espiritu de apostador o temerario dan la bienvenida al cardcter impredecible del ju- epooeiAs PASARME EL CEDILLO SUAVE, oR FAVOR? rado, esperando ganar al tiempo que saben que siempre exis- te la posibilidad de perder. Ninguna descripcién del sistema de jurados estaria completa sin describir los rasgos conductuales de sus integrantes: lo que hacen y dicen, y la forma en que interactiian con los estu- diantes y entre si. La evaluaci6n de diseftos arquitecténicos es en parte un proceso subjetivo que depende de gustos per- sonales, por lo que cada jurado incorpora en el examen su propia agenda particular —o sea, una coleccién de intereses, opiniones, prejuicios e idiosincrasias—. Es comin que en una evaluacién, los estudiantes escuchen a los jurados hacer ob- servaciones que parecen vagas, imprecisas, confusas, con- tradictorias, de innecesaria desaprobacién, de autoelogio o irrelevantes. Las discusiones entre miembros del jurado pue- den ser particularmente entretenidas, aunque en ocasiones son motivo de confusi6n para el estudiante que esta siendo evaluado. La discusién puede empezar en torno al trabajo del estudiante, pero con frecuencia desemboca en un desa- cuerdo mas general sobre posiciones antagénicas 0 valores contrapuestos. Estas discusiones también pueden ser ilumi- nadoras para los estudiantes atentos y que escuchan, ya que los argumentos siempre se aplican a proyectos diferentes del que esta en la pared. Algunos integrantes del jurado son relativamente callados y pasivos, y guardan sus observaciones para los momentos oportunos, 0 sélo hacen comentarios sobre las cuestiones de mayor relevancia. Los jurados se intimidan entre si, de acuer- do con una quimica interpersonal. Algunos son locuaces y expresivos, y aprovechan la menor oportunidad para tomar Ia palabra. Otros pontifican acerca del mundo de la arquitec- tura y la condicién humana. Los jurados pueden decir poco que sea especifico sobre el trabajo que se presenta, o pueden ofrecer criticas detalladas y especificas del diseno del estu- diante. Algunos miembros del jurado dominan al resto debido a su agudeza verbal, memoria prodigiosa o facultades para recor- dar, prominencia profesional, carisma personal o interven- cién persistente. Otros mas tienen una especialidad y hablan acerca de un solo aspecto del disefio arquitecténico —pla- neacién del sitio, estructura, conservacién de energia, com- posicién formal— sin tocar otros aspectos. Con el tiempo los estudiantes llegan a conocer Io suficiente al profesorado para predecir en qué aspecto se concentraran, aunque rara vez pueden predecir sus reacciones. Después de la evaluacién —escuchando elogios y criticas al mismo tiempo, oyendo que esto esta bien y aquello esta mal— los estudiantes quiz4 no sepan si los jurados los apro- baron o no, si los comentarios del jurado fueron positivos 0 negativos. Los estudiantes se preguntan qué significa el si- lencio por parte de un jurado y tiemblan cada vez que suena la palabra: “pero...”. Algunos jurados dibujan directamente sobre los dibujos de los estudiantes para aclarar una observa- ci6n o ilustrar una idea. Si son considerados, lo hacen con lé- piz, aunque las anotaciones con tinta o marcadores de color pueden dejar una impresién mas indeleble. Los estudiantes se esfuerzan por interpretar las reacciones implicitas de los jurados: su semblante, sus expresiones faciales, sus movi- mientos corporales y comentarios inaudibles. Los jurados se ponen la mano en la boca y el mentén, se rascan la cabeza 0 las mejillas, se inclinan precariamente hacia adelante en sus sillas, se ponen de pie y caminan mientras observan con soli- citud los dibujos o el modelo. De manera continua murmu- ran entre sf o se pasan notas. {Qué estaran pensando? ¢Es mas 0 menos? La confusién puede disiparse cuando, horas o dias después de la evaluaci6n, el responsable del taller le comunica al estu- diante que el jurado tuvo en alta consideraci6n su proyecto, cuando la impresién del estudiante era la contraria. Habien- do creido que la evaluacién del jurado fue un desastre y sin- ndose desalentado, el estudiante recibe una grata sorpresa cuando el profesor del taller es portador de buenas noticias. Pero también ocurre lo contrario. El estudiante siente que le fue bien con el jurado, 0 sdlo recuerda los comentarios positi- vos y entonces, después del periodo subsecuente de juibilo y orgullo, se entera de que los miembros del jurado estimaron que el trabajo, en su conjunto, era bastante mediocre. Desde Tuego, las personas que integran el jurado no siempre con- cuerdan en cuanto a la calidad del trabajo del estudiante, y no es raro que uno de ellos otorgue una A o B en tanto que otro concede una C 0 D. Sin embargo, la mayoria de los jura- dos califican en grupo. En tiltima instancia, el profesor del ta- ller es responsable de la calificacisn y de comunicarla al estudiante ya sea verbalmente o por escrito. Algunos estudiantes y profesores de arquitectura cuestionan el valor del jurado tradicional como técnica pedagégica. Argumentan que consume una cantidad excesiva de tiempo —los jurados pueden Ievarse facilmente cinco 0 seis horas, dependiendo del tamario de la clase y el ntimero de integran- tes (mayor ntmero significa ms tiempo)— y que muchas ve- ces resulta degradante para los estudiantes. Sostienen que los jurados son redundantes, que se escuchan los mismos co- mentarios una y otra vez. Para ellos, los jurados son aburri- dos, destructivos, juegos de palabras autoindulgentes para el profesorado que sdlo sirven para rebajar a los estudiantes. Algunos argumentan también que el proceso del jurado hace un énfasis indebido en las graficas de la presentacion a costa del contenido del diseno y la calidad conceptual. Si bien algunas de las criticas estan bien fundamentadas, el sistema de jurado sobrevive porque consigue metas de otro modo imposibles de alcanzar: simula en cierta medida la rea- lidad de hacer presentaciones en la practica; refuerza la im- portancia de cumplir con las fechas de entrega; proporciona un foro para que los estudiantes vean los trabajos de otros, y para que el profesorado vea el trabajo de estudiantes de otros cursos, y estimula y refuerza el desarrollo de las habilidades tanto graficas como de presentacién oral. Lo que es mas im- portante, el discurso intelectual durante una evaluacién por parte de un jurado realista y considerado es tan valioso para los estudiantes como cualquier conferencia o seminario. Los jurados perspicaces plantean preguntas vitales y de sondeo, desafian el pensamiento y los supuestos convencionales, evocan temas quizé pasados por alto y estimulan nuevos pensamientos. Los planteamientos del jurado pueden sor- prender no sélo a los estudiantes del taller sino también al responsable del mismo. Nos guste o no, el jurado de arquitectura, que representa una de las experiencias tinicas y recurrentes en la formacién de arquitectos, llegé para quedarse. Es, después de todo, la cul- minacién ceremonial de cada proyecto del taller de disefo, el lugar donde todas las habilidades, conocimientos e ideas del futuro arquitecto deben fundirse y encontrar expresion. Eva- luar los disefios es una celebracién del diseno y del arte de la arquitectura. Sn LE REESE Otras tradiciones Como podrd adivinarse después de leer acerca de los cursos de taller y los jurados, la actividad del disefio domina el tra- bajo y las actividades de otras asignaturas en la mayoria de las escuelas de arquitectura. En ocasiones las demandas del taller, aunadas a una administracién inadecuada del tiempo por parte de los estudiantes, eclipsan totalmente la realiza- cidn de otros deberes académicos. Los profesores de los cur- se en arquitecto sos de historia 0 tecnologia pueden dar por descontado un amplio ausentismo justo antes de las fechas de entrega o de los jurados del taller de disento programados, en particular al final de cada semestre. También saben que, durante los pe- riodos de trabajo intensos, los estudiantes que asisten a sus clases se dormiran o se sentaran como en un estado de semi- inconsciencia, con los ojos abiertos, la respiracién pau- sada, meciéndose para adelante y para atras de manera casi imperceptible en sus bancas, escuchando y asimilando préc- ticamente nada. En ocasiones, después de una privacién pro- longada del suefo, a los estudiantes les puede Megar un segundo aire que los mantiene alertas por momentos, pero esto no es lo comtin. Los estudiantes también aprenden a capitalizar los conflictos de programacién entre los cursos. Una estratagema socorrida es explicar al responsable del taller que uno esta atrasado en el disefio, hecho evidenciado generalmente por la ausencia de dibujos, debido a que tuvo que estudiar para un examen de estructuras 0 escribir un ensayo de historia. Uno implora comprensién y compasién por los atrasos en estructuras 0 historia debido a que tuvo que cumplir con una fecha de en- trega del taller de disefio y no ha dormido en tres dias. La ma- yoria de los estudiantes, al enfrentar la eleccién, le dan prioridad al disefio, sabiendo que la evaluacién final del jura- do esta por llegar y suponiendo que de alguna manera pue- den recuperarse con las tareas 0 exdémenes de los otros cursos. Por desgracia, si es mucho lo que se pospone, no po- dran recuperarse sino hasta semestres posteriores. Elespiritu de comunidad es “contagioso” en la escuela de ar- quitectura, incluso con la competencia y la presién extrema, por lo que profesorado y estudiantes parecen encontrar for- mas de relajarse regularmente y compartir sus intereses y sentido de finalidad comin. Tipicos de los eventos que refuerzan este espiritu de comunidad son las tertulias informales sema- nales en las escuelas, en las que figuran vino, queso, cerveza y panecillos, conferencias 0 discusiones en grupo, proyec- cién de diapositivas u otras diversiones parecidas. Se orga- nizan con frecuencia practicas de campo y excursiones, en ocasiones a sitios apartados y exoticos, durante el verano, na- vidad 0 en las vacaciones de primavera. Los estudiantes y los profesores acuden con frecuencia a reuniones sociales en grupos pequeiios 0 por clase, y la conversacién suele incluir gran cantidad de chismes y frivolidades. Algunas escuelas celebran “bailes de beaux arts” anuales, otra tradicién tomada de Paris. Organizados generalmente por los estudiantes, suelen ser fiestas de disfraces que emulan los grandes bailes europeos de épocas pasadas. Se caracterizan por la increfble inventiva, misica estruendosa y estridente, disfraces y decorados extravagantes, generoso abastecimien- to de comida y bebidas y, en ocasiones, comportamientos cuestionables. Los bailes se llevan a cabo tanto en las instala- ciones de la escuela como en el campus. Sin embargo, no debera suponerse que todas las escuelas de arquitectura pa- trocinan bailes de beaux arts. Con o sin ellos, siempre hay bas- tantes fiestas de estudiantes, en ocasiones después de que han concluido las evaluaciones, a fin de relajar las tension: Una de las tradiciones mas lamentables de la escuela de ar- quitectura es el cansancio periédico. Quiz deberia llamarse- le patrén de conducta en lugar de tradicién. Sus sintomas son motivacion reducida, pérdida de interés y 4nimo, falta de ahinco y compromiso, y un abrumador deseo de desertar 0 tan s6lo de graduarse e irse. Algunos afios el cansancio puede dar la impresién de que corre rampante, como una plaga, mientras que en otros aitos rara vez se presenta. Para entender este fenémeno, recuérdese la intensidad y el ritmo de trabajo en el primer afio o en los dos primeros afios dela escuela de arquitectura, cuando la curva de aprendizaje es més pronunciada y, para la mayoria de los estudiantes, la moral y la gratificacién académica se encuentran en un punto alto. Sin importar lo que ocurra en aitos posteriores, es dificil para cualquier programa sostener la energia y la tasa de des- cubrimientos experimentada en los afios iniciales. Incluso las pruebas y tribulaciones descritas antes contribuyen al jubilo y coherencia del grupo de companeros del primer aio 0 los dos primeros aios. Pero las cosas cambian y mas tarde el can- sancio es atribuible a varios de estos cambios. Primero, el ausentismo y la desercién pueden afectar a los es- tudiantes de una clase, en particular cuando amigos o com- paiieros talentosos desaparecen. Segundo, parte del misterio de la arquitectura y del disefio se desvanece, haciendo que el proceso parezca un tanto menos intrigante o desafiante que antes. Tercero, el trabajo se hace con independencia creciente por parte de los estudiantes e intervencién decreciente por parte de los profesores, y algunos estudiantes extranan el campo de entrenamiento militar, la unidad basica de capaci- tacién del primer afio o los dos primeros afios. De hecho, algunos pueden extraftarlo porque son incapaces de desem- penarse bien sin él. Cuarto, los estudiantes pueden empezar asentir que la arquitectura no es para ellos, que es demasiado competitiva o sin las recompensas adecuadas. Si no se ecuen- tran entre los mejores estudiantes, pueden desilusionarse de si mismos y no estar dispuestos a ser los segundos mejores. Por dltimo, pueden sufrir una genuina pérdida de interés al descubrir nuevos intereses 0 al distraerse por tentaciones econémicas 0 romanticas. Todos estos cambios pueden producir el mismo efecto: traba- jo més pobre, cinismo, aburrimiento y, en algunos casos, el abandono de la arquitectura, sea de manera temporal 0 per manente. La concentracién demandada por el trabajo arquitec- ténico hace que el éxito sea esquivo cuando hay distracciones u obligaciones que compiten. Incluso los estudiantes talento- sos piden permisos para ausentarse o posponen llevar cursos cuando las circunstancias fuera de la escuela inhiben su de- semperio dentro de la escuela Asi, emparentada con la tradicién del cansancio esta la tradi- cién de la posposicién, el abandono temporal o el posterga- miento del trabajo del curso, en particular del de diseno. Esta tradicién no es necesariamente mala. No hay estigmas nega- tivos asociados con tomarse tiempo extra para terminar la ca- rrera de arquitectura, y en ocasiones es recomendable para algunos estudiantes. Muchos arquitectos exitosos tuvieron una formacién que requirié algunos semestres mas que los previstos en un principio. Por razones econémicas, muchos estudiantes de arquitectura se sienten obligados a conseguir trabajo mientras pasan por la escuela. Pueden trabajar para arquitectos, pero algunos realizan trabajos de otro tipo con muy poca o ninguna rela- cién con la arquitectura. Si tal trabajo consume una cantidad razonable de tiempo en comparacién con la carga académica del estudiante, el empleo no plantea problema alguno. Por ejemplo, los estudiantes que evan un programa académico completo —de catorce a diecisiete créditos por semestre— pueden trabajar tranquilamente de ocho a diez horas por se- mana sin comprometer su trabajo escolar. Pero es improbable que lo hagan bien los alumnos que inten- tan trabajar medio tiempo (veinte horas a la semana) o mas mientras pretenden desempenarse con éxito como estudian- tes de arquitectura de tiempo completo. Muchos lo intentan, pocos tienen éxito porque el esfuerzo que demanda la escue- la, en especial el taller de disefo, entraré en conflicto con las exigencias del empleo. El tiempo y la energia gastados en un empleo hard desmerecer la calidad del trabajo en la escuela. A largo plazo, es mejor renunciar a esas horas extras por se- mana en un empleo, incluso a costa de incurrir en deudas, que comprometer la calidad de la formacién profesional. Las tradiciones mencionadas aqui son todas parte de la expe- riencia de estudiar arquitectura, pero dicha experiencia no puede apreciarse plenamente sin cierta comprensién de quienes ensefian arquitectura. Asf, es necesario seguir leyen- do, porque son los profesores —y aquellos que profesan— quienes encienden el fuego del aprendizaje. Ss 2 Los profesores y qué profesan El cuerpo docente es con mucho el factor que més influye en la orientacién y calidad de cualquier escuela de arquitectura. Las instalaciones y recursos fisicos de una escuela, su locali- zacién y el tamano son consideraciones importantes, pero cuentan mucho menos que los profesores y lo que profesan. Las escuelas de arquitectura atraen a una variedad de perso- nalidades individuales, la mayorfa de las cuales aman la en- sefianza y la promoci6n del ambiente académico; a muchos de ellos uno nunca los olvidar, aun mucho tiempo después de terminar la escuela. Se presentan a continuacién algunas reflexiones acerca de la naturaleza de los profesores de ar- quitectura, de la manera en que ejercen la docencia y qué en- sefian. oe Los profesores Académicos En la escuela de arquitectura, los académicos tradicionales son en su mayoria historiadores. Su trabajo, fuera del aula, se orienta a la investigacién, la produccién de libros y articulos para publicaciones académicas, dictar conferencias y asistir a encuentros con otros académicos con intereses similares. Su trabajo podria centrarse en periodos y lugares especificos, movimientos estilisticos del pasado 0 arquitectos individua- les cuya obra puede ser muy conocida 0 casi desconocida. Suelen tener buena memoria para nombres y fechas, y en su discurso y escritura abundan las notas al margen. Com conver ise en arquitect Disefadores/arquitectos en funcion Estos hombres y mujeres ejercen la arquitectura al tiempo que imparten el taller de disefo. Su tiempo por lo general se encuentra repartido entre la oficina y la escuela, sirviendo tanto a clientes como a estudiantes; la practica profesional ejerce una gran influencia sobre su docencia. Tienden a ser pragmaticos e idealistas, comprometidos con la actividad de construir asi como con el arte del diseno. Para los estudiantes, los profesores de disefio que ejercen profesionalmente por lo general representan puntos de vista e ideologias del mundo real. Con frecuencia su trabajo influye en la formacion de los estudiantes. Pero los disefadores teéricos pueden conside- rarlos con cierto desdén. Disefiadores/arquitectos teéricos Muchos de estos profesores tienen una participacién ocasio- nal o nula en la practica, y jamds en la forma tradicional. Su pretensién de fama radica en profesar teorias del diseto, tan- to en clase como a través de publicaciones y conferencias. Puesto que muchos disefadores/tedricos se pronuncian en favor de filosofias y métodos de diseno especificos, atraen con facilidad a sus cursos de taller a estudiantes que necesi- tan una brijula estética y metodolégica. Los diseniadores/te6- ricos por lo general presentan temas de taller orientados mas a los aspectos formales y menos a los funcionales, sociales 0 tecnolégicos. Defensores de los estudiantes Todas las escuelas tienen profesores que se identifican 0 socia- bilizan con los estudiantes, que simpatizan y se comunican con ellos casi como colegas; pueden tener una edad cercana a la de los estudiantes o compartir su punto de vista. Los profe- sores que son defensores de los estudiantes pueden pasar mucho tiempo en la escuela y actuar como portavoz de los motivos de queja de los alumnos. Su comportamiento puede exacerbar 0 provocar una mezcla de sentimientos (de desa- probacién y culpa) en los profesores que no comparten el apoyo y la simpatia que muestran hacia los estudiantes. Los profesores y qué prok san 119 s de los estudiantes Es el opuesto del defensor; el adversario del estudiante con frecuencia critica a los estudiantes de la escuela 0 se encuen- tra en pugna con ellos. Los estudiantes pueden percibir la actuacin de estos profesores como carente de confianza, res- peto e interés por ellos y sin afinidades, en exceso exigentes 0 Asperos. Estos profesores pueden dar la impresién de que ca- recen de sentido del humor, lo que los hace atin mas inescru- tables. Pero bien pueden contarse entre los profesores mas capaces y, a su manera, ser defensores de los mejores intere- ses de los estudiantes. Jévenes (0 veteranos) arrebatados Veteranos Algunos miembros del cuerpo docente tienen por habito fo- mentar la reforma o la revoluci6n, y desafian continuamente el status quo. Pueden desatender las reglas y convenciones en aras de una causa, esmerdndose en mostrar su inconformi- dad —en ocasiones de manera sutil, en ocasiones con gran fanfarria—. Los estudiantes suelen percibirlos como sus par- tidarios. Los arrebatados jévenes no son necesariamente radicales o anarquistas, tendencias desalentadas con toda claridad en los templos del saber. Para quienes se resisten al cambio 0 a los retos, son como piedritas en el zapato: no impi- den caminar, pero su presencia molesta. Este subgrupo del profesorado por lo general ha alcanzado antigiiedad en la docencia y disfruta contando historias de cémo era antes. Algunos ya estan acabados como profesores, porque se les agotaron las ideas o porque estan aburridos de impartir el mismo curso afio tras afio. Otros contribuyen a marcar la t6nica de la escuela e influyen en la politica y la di- reccidn de la institucién. Tal vez les guste el chisme, hablar sobre su profesion y las rondas de tragos. Los veteranos de una escuela pueden simbolizar la permanencia y continui- dad para algunos, la decadencia y la atrofia para otros. Rara vez se encuentran veteranas en este grupo, pero esto puede cambiar conforme mas mujeres se incorporan al profesorado. Racionales Los racionales evitan la incertidumbre y subjetividad del di- sefio arquitecténico. Muestran escasa paciencia para las discusiones de estética que no desembocan en una conclusién. Para ellos, la mayoria de los fenémenos son explicables, sujetos, en todo momento a los poderes racionales del andlisis. Sue- len adoptar el enfoque del cientifico o del ingeniero y apenas toleran el del artista. Se encuentran bien pertrechados con datos y metodologia. Rebuscados Algunos profesores emplean vocabularios y formas de expre- sion ininteligibles para la mayoria de los estudiantes. Resulta dificil comprenderlos y tedioso escucharlos, no obstante la importancia 0 profundidad de lo que estén diciendo. Los re- J. VASL, AL INTENTAR TRANSHOGRAFIAR LA SINTAXIS DE LA SIMEIOSIS COGNITIVA DEL HOMBRE CON LA ARQUITECTURA, Hi BUSQUEDA EPISTEMOLOGICA REVELO UNA PLETORA DE HORFOLOGIAS OXIMORONICAS QUE PERSONIFICAN LA INCONDICIONALIDAD ONTOLOGICAT mu CREO QUE QUIERE DECIR QUE NO SABE DE QUE ESTA HABLANDO... buscados, insatisfechos con el lenguaje directo y simple, bus- can la riqueza y complejidad en el uso de la lengua, y la riqueza y complejidad equivalentes en el pensamiento que produjo la lengua. Desafortunadamente, esta correlacién no siempre se da. Junto con los rebuscados se encuentran los que hablan como si trajeran piedras en la boca y los que utili- zan muletillas como “este..., este...” Tienen también habitos al hablar que para muchos estudiantes resultan un obstéculo para escuchar y aprender. Administradores celosos Al frente de cada escuela hay un director, junto con algunos auxiliares. Muchos de ellos tienen una participacién activa en Iadireccién y administraci6n de la escuela, y su celo se extien- de a todas las partes del programa y es motivo de inspiracién para el personal docente y los estudiantes. Pero el celo exage- rado puede ser obstructivo, paternalista o ir en la direccién equivocada. Desde el punto de vista de los estudiantes, el mejor administrador es aquél cuyo celo se dirige al apoyo y proteccién de los intereses de los estudiantes. Desde el punto de vista de los profesores, el administrador ideal hace lo mis- mo por el cuerpo docente al tiempo que asegura la operacién continua y eficiente de los departamentos académicos. tradores desenfadados Separatistas El opuesto del administrador celoso; este tipo de administra- dor adopta una politica de laissez faire para la administracién y el liderazgo. Supone que es mejor dejar en libertad al cuer- po docente para que aviven sus propios fuegos, para que identifiquen y desarrollen su propios intereses y para que es- tablezcan sus propios criterios. Sin embargo, los administra- dores desenfadados pueden ser activos en la vida de la escuela pero tienen un perfil bajo. Con frecuencia delegan_ gran parte del trabajo administrativo en asistentes, secreta- rias, comités y miembros individuales del profesorado. El separatista es un miembro del profesorado que, en lo que concierne a las relaciones con el cuerpo docente, rechaza la fi- losofia del “si no puedes vencerlos, tinete a ellos”, y se adhiere en cambio a la filosofia del “si no puedes vencerlos, aband6- nalos”. No es sorprendente encontrar que muchas escuelas de arquitectura cuentan con profesores que, por razones di- versas, no pueden congeniar con uno 0 con varios miembros del cuerpo docente. O bien puede haber un grupo pequeiio 0 faccién en pugna con otras facciones. Para hacer frente a esta situacién, los separatistas simplemente pueden evitar a los colegas con los que existe conflicto. La fuente de conflicto 0 tension puede ser ideoldgica o politica, y por lo general se re- laciona con cuestiones académicas. Los profesores pueden estar en desacuerdo con el estilo arquitect6nico, los métodos de ensefianza, el contenido de un curso, la politica adminis- trativa o la orientaci6n curricular. Con frecuencia, al no hacer concesiones y ser obstinados en sus posiciones, por no decir que dogmiticos e irrazonables, eligen retirarse del campo de batalla a fin de salvaguardar su domino de opinién. Algunos jams se dan por vencidos. Inescrutables Siempre hay uno que otro individuo callado que ensefia ar- quitectura, y que parece introvertido y timido. Estas caracte- risticas pueden ser menos evidentes en el sal6n de clases 0 en compajiia de colegas cercanos. En ocasiones llega a ser dificil conocer a los inescrutables, tanto para los estudiantes como para los profesores, ya que tienden a revelar sus pensamien- tos y sentimientos con suma parquedad y rara vez bajan la guardia o se exponen emocionalmente. La inescrutabilidad puede ser una defensa o una medida ofensiva sabia cuando el silencio es apropiado o necesario. Héroes venerables En muchas escuelas suele haber un miembro del profesora- do, permanente o visitante, cuya fama y prestigio son tales que inspiran adulacién, emulacin y respeto. Estos héroes suelen ser famosos por su trabajo como disefiadores, historia- dores 0 te6ricos. Puede vérseles como grandes innovadores 0 iniciadores de tendencias, como rebeldes o reformadores. Cualquiera que sea su pretensién de fama, pisan los pasillos de la academia como ciudadanos especiales. Los estudiantes Los profesores y qué protes aguardan con gran anticipacin su menor declaraci6n, con la esperanza de que sera de profunda significacién. Nadie los contradice 0 desaffa excepto con la maxima cortesia y diplo- macia. Pueden ser fdolos en las escuelas de arquitectura —hasta que pierden su ascendencia o pasan de moda. eS Algunos -ismos y -ologias Si se escucha el tiempo suficiente a cualquier miembro del cuerpo docente de cualquier escuela de arquitectura, llegar el momento en que podra identificarse qué postura defiende 0 profesa. No me refiero aqui a la materia especifica que en- sefia, sino mas bien a la filosofia, causa 0 movimiento mas general al que se suscribe, sin importar los cursos de los que sea responsable. Cualquier profesor que imparte conocimientos sobre un tema dado, como historia de la arquitectura o disefio, de ma- nera inevitable incorpora en la materia sus propias creencias y valores acerca del mundo —de la cultura, la religin, el comportamiento social, la politica, la economia y la estéti- ca—. Para algunos, este conjunto de creencias puede estar or- ganizado en una ideologia o filosofia personal formalizada que influye de manera continua en las opiniones y acciones, como lo que se transmite a los estudiantes en el salén de cla- ses. Incluso la ensefianza de una materia que en apariencia carece de valores y no es ideoldgica, como el andlisis estructu- ral, el dibujo o la fisica, puede acompaiiarse de expresiones sutiles de las creencias y filosofia del profesor. Las lecturas, los subtemas y la organizacién del curso involucran toda una red de valores que el profesor defiende. Asi, los profesores pueden tener un gran poder al transmitir mucho més que in- formacién y técnicas. Los arquitectos y los profesores de esta carrera cultivan tales filosofias porque un disenador no puede hacer buena arqui- tectura sin asumir una posicin tedrica 0 filos6fica acerca de la arquitectura. Este es un atributo de la arquitectura que la diferencia de manera notable de la ingenierfa u otros campos en los que la mayoria de las decisiones se basan en principios gunos "-ismos" arquitecténicos (NO VES? ESE ES EL "EXKON VALDEZ” AQUI ESTA EL MAR... ALLA ESTA LA FRAIL OSTA DE ALASKA... LA ARRUTTECTURA NARRA LA HISTORIA DE LA NEGLIGENCIA HUMANA. cientificos, datos y protocolos metodolégicos de aceptacién comin, Considérese la ingenieria. Después de definir lo suficiente el problema por resolver (ventilar un espacio o hacer un mi- croprocesador mas rapido, por ejemplo), un ingeniero em- prende el disefo de un sistema para resolver de la manera més eficiente el problema planteado. La eficiencia del dise- fio se mide mediante la aplicaci6n de criterios especificos de evaluacién, como costo minimo, rendimiento maximo, peso minimo, velocidad o resistencia mayor, menor niéimero de Sy que profesan LUCE COMO st EL ARQUITECTO NO HUBIERA PODIDO DECIDIRSE ENTRE LOS "-1SMOS". ily i i a i ii ou Ly (en i partes o proceso de fabricacién mas sencillo. En la seleccién y ponderacién de los criterios interviene cierto discernimiento, ya que en ingenieria el disefto requiere Megar al punto de equilibrio entre las ventajas y desventajas en conflicto. Sin embargo, la mayoria de las decisiones en este campo se to- man de manera objetiva y desapasionada, y los disefios son probados mediante el desempeiio. El ingeniero no depende de ninguna filosofia personal de disefio para resolver satis- factoriamente un problema de ingenieria. Elarquitecto, al igual que el ingeniero, puede intentar “op- timizar” el desempeno de una construccidn, como si las construcciones pudieran ser soluciones a problemas bien definidos. Pero la arquitectura, al ser mas que una construc- cién de ingenierfa, es un problema mal definido. Para cual- (Cémo conve quier sitio, cliente y programa funcional dados puede haber innumerables disefios aceptables, que resuelven el problema y que satisfacen los requerimientos planteados. De hecho, sin importar la precisién con que se defina el problema de dise- fio, habré siempre un conjunto de posibilidades y variaciones del disefio que vale la pena considerar. Entonces, icémo deci- de el disenador arquitect6nico cual opci6n elegir? Hacer es- tas elecciones es ms que la ciencia, el arte de la arquitectura —el aspecto del diserio que demanda més que los métodos de ingenieria. El medio ambiente construido proporciona abrigo y espacio para las actividades humanas, pero la arquitectura afecta también nuestros sentimientos y emociones, comprometien- do tanto nuestros sentidos como nuestro intelecto. El arqui- tecto de la Roma antigua, Vitruvio, considerado el primer te6rico de la arquitectura en la civilizaci6n occidental, escri- bié que la buena arquitectura ofrece comodidad, solidez y deleite. Asf, desde hace mucho la arquitectura es vista, conce- bida y ensefiada como una forma de arte expresivo para el que se necesitan filosofias y teorias estéticas a fin de justificar las elecciones del diserio (en ausencia de criterios objetivos de evaluacin) o para develar y explicar los significado arqui- tecténicos. Hoy en dia, por lo tanto, el reto de ensefiar y aprender disefio esta en el gran acervo de filosofias y teorias existentes, cuya correccién 0 incorreccién no es posible de- mostrar con pruebas concluyentes en ningtin caso. De mane- ra similar, el reto se extiende a la practica profesional, donde el disefiador en ciernes debe aplicar su propia filosoffa en evoluci6n. 4Cudles son entonces algunos de los -ismos y -ologias —aque- las creencias y valores que afectan la formaci6n y el ejercicio profesional— profesados por el cuerpo docente de la escuela de arquitectura? La mayoria de las filosofias pedagogicas se relacionan con uno o mas de los siguientes conceptos: + Composicién formal, morfologia. * Historia, historicismo y preservacién histérica. * Ciencia e ingenierfa, tecnologia. Los profes Morfologia 3 y qué prok 127 + Deconstructivismo. * Comportamiento humano, sociologia y psicologia. El medio ambiente natural, ecologia. El medio ambiente urbano, urbanismo. * Simbolismo. Misticismo, teologia. * Pragmatismo, funcionalismo. * Capitalismo, socialismo, fascismo, comunismo. Estos conceptos abarcan una multitud de ideas, muchas de las cuales aparecen repetidas en varios de ellos. Sin embargo, ayudan a organizar la discusién siguiente sobre la postura que asumen los profesores en la causa de la arquitectura. En biologia, al estudio de la forma de los organismos se le lla- ma morfologia. Un organismo es, por definicién, un ente o un sistema bioldgico total y completo, algo contenido y circuns- crito. En arquitectura, por analogia, se habla de morfologia con respecto a la forma de las construcciones. A diferencia de los organismos naturales, la arquitectura es hecha por el hombre y toma forma, en parte, mediante un acto de volun- tad por parte del disefador. Si bien puede haber muchas fuerzas actuando en el disefador y el disefio, también pue- den resultar insuficientes para generar una inevitable forma natural en la que todos estén de acuerdo es la forma “correc- ta”. El acto de voluntad Hega a ser entonces indispensable, y es en este punto que el disefiador se vuelve hacia una filoso- fia o teoria de la morfologia arquitecténica. Los morfologistas emplean la geometria y patrones para crear un sentido de orden, para organizar y regular los espa- cios, estructuras, superficies y voltimenes de las construccio- nes. Esta geometria y patrones reguladores sirven para unificar construcciones a menudo complejas en un todo or- ganico —para hacer que partes de construcciones parezcan tener una correspondencia reciproca desde el punto de vista de la composici6n. Las fuentes de tales trazos 0 patrones pue- den ser muy arbitrarias 0 pueden basarse en un médulo es- tructural conveniente o en una dimensién repetida, en un sistema de proporciones, en trazos y patrones preexistentes en el sitio, en relaciones matematicas idealizadas que no se perciben de inmediato, etcétera Existe una gran abundancia de ejemplos de la filosofia mor- fologista en accion. Las plantas y fachadas de las villas dise- fadas por el arquitecto del siglo XVI, Andrea Palladio, que han ejercido una enorme influencia en la arquitectura occi- dental, ejemplifican el uso de proporciones mateméticasa fin de conseguir armonja e interrelaciones visuales entre voli- menes, habitaciones, muros exteriores y detalles de una cons- truccién. Las razones establecidas entre el ancho, el largo y la altura de los elementos —habitaciones, salones, fachadas y componentes de fachadas (como columnas, pilastras y fronto- nes)— permean todo el diseno. Con frecuencia los arquitec- tos del Renacimiento, y los constructores romanos antes que ellos, desarrollaron elaborados sistemas de proporciones derivados de las armonias musicales en la creencia de que éstas eran naturales, y lo que era natural para el ofdo debia ser natural para la vista. El uso de reticulas en los planos de sitios y plantas representa otra estrategia comtin de la organizacién morfolégica. Lleva- do al extremo en la construcci6n de oficinas en el siglo XX, este método de planeacién puede encontrarse a lo largo dela historia: en el trazo de poblaciones y ciudades, campamentos romanos, las primeras iglesias cristianas y las mezquitas construidas en el mundo islamico. Algunas reticulas no son rectangulares. Los elementos de las reticulas pueden basarse en triangulos, hexégonos e incluso circulos. La composicién del edificio East Building de la Galerfa Nacional de Arte en Washington, D.C., disefiado por I. M. Pei, se basa en la utili- zaci6n de una reticula de tridngulos. Relacionado con el disefio basado en reticulas esta el que se basa en ejes. La filosofia de la organizacién grafica es, en esencia, crear uno 0 mas ejes alrededor de los cuales se centra © distribuye una composicién, muchas veces con apreciable simetria y equilibrio de los elementos que se encuentran en Los prof lados opuestos de los ejes. De manera ideal, los extremos de los ejes estan marcados por elementos focales que terminan visualmente los ejes, elementos tales como arcos de entrada, porticos, torres, esculturas, puertas o jardines. Pero donde hay simetria axial, también puede haber asimetria axial. El di- sefio de Thomas Jefferson del campus y Ia rotonda de la Uni- versidad de Virginia es un buen ejemplo del uso de la axialidad simétrica como filosofia del diseno. El diseno de Le Corbusier para el centro gubernamental de Chandigarh, India, es un ejemplo de la axialidad asimétrica. Los edificios individuales de Chandigarh muestran la manera en que Le Corbusier utilizé combinaciones de reticulas, sistemas de proporcién, ritmo y repeticion para crear plantas y fachadas. m < RetTfeutas at w ta del sitio (dle izquierdla a Asambiea y el Tribune Los edificios de Chandigarh revelan asimismo otro principio filos6fico importante para muchos disefadores: la nobleza del sdlido geométrico reconocible en el inventario de formas del arquitecto. Cubos, piramides, cilindros y esferas son con- siderados los bloques constructivos basicos e irreductibles. Estos voltimenes “ideales”, 0 platénicos, son comprendidos y reconocidos de manera universal, es factible describirlos ma- tematicamente y con precisién, asi como combinarlos entre si © repetirlos en un ntimero infinito de formas —eliminar par- tes de ellos, perforarlos, rebanarlos, fusionarlos, estirarlos 0 distorsionarlos—. Sin embargo, esta filosofia de disenio no es inevitable; no es posible demostrar que es correcta o perfecta. Constituye tan slo otra tactica en las bases de la composicién para concebir construcciones formales. Historicismo La historia arquitect6nica siempre ha sido una fuente de ins- piracin de diseno para arquitectos, estudiantes y profesores. El pasado no sélo nos ensefia aquello que ha ocurrido, sino también lo que podria ocurrir, o recurrir, en el futuro de la ar- 737 quitectura. Hay varias maneras de reaccionar a la historia cuando se hace arquitectura. Una de ellas es extraer lecciones conceptuales, que trascienden periodos o lugares especificos, de modo que esas lecciones aprendidas puedan aplicarse de buena fe cuando y dénde sea apropiado en la actualidad. Por ejemplo, un morfélogo podria admirar la explotacion de Pa- lladio de los voltimenes sdlidos yuxtapuestos y hacer lo mis- mo en una estructura contempordnea, pero sin intentar repetir la obra de Palladio ni técnica ni estilisticamente. Otra respuesta es tratar la historia como el modelo literal, 0 casi li- teral, para el diseho contempordneo, asumir que los arquitec- tos del pasado ya han disefado y construido prototipos adecuados y suficientes para el mundo de hoy, y que lo tinico que necesitamos hacer es actualizar los modelos. Dificilmen- te ha transcurrido un siglo durante los veinte anteriores sin un periodo de historicismo en la arquitectura, en el que los arquitectos miraron con admiracién a sus predecesores y emularon o reprodujeron sus obras. Motivados por la nostal- gia, la desilusién o la genuina adoracién de los estilos pasa- dos, de manera periédica los arquitectos giran hacia atras las manecillas del reloj. La filosofia del historicista, como la del morfologista, es en til- tima instancia subjetiva. Refleja un gusto, o en ocasiones la falta del mismo. Puede ser caprichosa y efimera, inapropiada y disfuncional, ineficiente y gravosa, Pero cuando se requiere un acto de voluntad, brinda pautas y resolucién. Pensemos en los periodos y estilos de renovacién arquitecténica, basa- dos principalmente en atributos superficiales de decoracién y ornamentacién: Gético, Griego, Romano, Renacimiento, Colonial, Neoclésico, Posmoderno. Pensemos en todos los lu- gares y culturas maravillosas que ofrecen modelos: Italia, Francia, Alemania, Holanda, Inglaterra, Espafia. La filosoffa historicista sugiere que en vez de intentar inven- tar nuevas formas arquitecténicas, deberiamos adoptar y adaptar las formas, las tradiciones de la construccion y acaso también las actitudes del pasado. Dice que el diserio contem- pordneo puede repetir construcciones del pasado (adopcion literal). O los disefios contemporaneos pueden tomar cons- trucciones del pasado —o partes de ellas— y, mediante la de- nvertuse en arquitecto ica el nada por ef jardia, fa Villa Savoye formacién o transformacion graficas, adaptarlas para nuevos usos y edificaciones, ‘Aun cuando los arquitectos han manifestado una duda per- petua acerca del papel de la historia, en ocasiones repitiéndo- la, en ocasiones agregandole nuevos elementos, en el fondo el ptiblico siempre ha sido historicista en su gusto por el dise- fio. Los hogares, el mobiliario, la decoracién de construccio- nes, los enseres domésticos y la ropa son abrumadoramente tradicionales en el estilo, es decir, historicistas. Profesamos una especie de tenaz e inculta reverencia por un pasado idea- lizado, la mayor parte del cual ni siquiera fue nuestro. El lla- mado disefio moderno nunca ha sido popular o de amplia aceptacién, excepto en el caso de las maquinas (aeroplanos, automéviles, computadoras, aparatos domésticos, estereos). Y muchas maquinas se encuentran alojadas en paquetes his- toricistas o decoradas con ornamentacién historicista. No es raro encontrar historicistas y antihistoricistas entre el personal docente de las escuelas de arquitectura. Los prime- tos reconocen la validez y universalidad del precedente his- torico, y motivan a los estudiantes a mirar al pasado para encontrar soluciones de disefio y motivos estilisticos transfe- ribles al presente. Los segundos abogan por el estudio de la historia como fuente de conceptos y principios, procurando comprender las tipologfas y estilos de construccién como productos de presiones histéricas especificas no comparables con las presiones del presente. Escudrifian la historia, pero su finalidad es la basqueda continua de nuevas formas de ex- presin arquitect6nica sin reproducir de manera literal for- mas que, para ellos, pertenecen a otra época. jofesores y Qué Si bien las etiquetas suelen ser engamosas y simplistas, pue- den ayudar a los lectores a ordenar estas posiciones. La filoso- fia historicista puede equipararse con el posmodernismo, en tanto que el modernismo se equipara con la filosofia antihis- toricista. La mayoria de los arquitectos “modernos” del si- glo xx dudan o se rehtisan a incorporar motivos, estilos vocabulario histérico (como columnas déricas) en construc- ciones nuevas. Su argumentacién (0 filosofia) sostiene que: 1) tales elementos son inttiles y costosos, 2) hoy no construimos como se haefa en el pasado, 3) las construcciones historicistas © renovadoras son basicamente falsas, impuras y artificiosas, 4) tales disefios son un insulto y una afrenta para las edifica- ciones y los arquitectos del pasado, y 5) el historicismo como filosofia de disefio es una rendicién, una renuencia a con- frontar las demandas y las oportunidades creativas del pre- sente y del futuro. Los historicistas contestan, y en ocasiones en voz mucho mas alta. Afirman que al igual que los hogares, los edificios deben ser histéricamente reverentes y referenciales, a fin de recor- darnos otros tiempos y lugares. Para ellos, el disefio abstracto con una motivacién morfoldgica no es suficiente si ignora el pasado. Las edificaciones modernas les parecen “carentes de sentido” —muy puras, muy lisas, muy impersonales, despo- jadas en gran medida de detalles familiares agradables—. Les gustan las molduras y las cornisas, los frontones y las venta- nas de dos hojas, las columnas estriadas y los capiteles corin- tios. Ante todo, argumentan, el historicismo responde a una necesidad de la gente —no sdlo de los arquitectos— de abra- zar y asegurar la continuaci6n de las tradiciones culturales. No todos los arquitectos 0 profesores son modernistas 0 pos- modernistas, historicistas o antihistoricistas. Muchos rehi- yen tales posiciones ideol6gicas y etiquetas, y reconocen que la realidad es demasiado compleja para adoptar etiquetas li- mitantes y filosofias estrechas. Conservacién La conservacién no es en realidad una filosofia de disefto, sino que la sensibilidad hacia la preservacion se ha incremen- tado de manera considerable en todo el mundo, con un nu- mero cada vez mayor de arquitectos y ciudadanos que se consideran a si mismos conservacionistas. El movimiento de conservacién surgié de los escombros dejados por los bull- dozers que hace treinta aftos demolieron edificios y piezas hist6ricas irreemplazables en el nombre de la renovacin ur- bana. Hoy en dia, casi se da por sentado el deseo de preservar edificios o vecindarios antiguos importantes. La gente reco- noce que tales estructuras con frecuencia materializan un significado politico, cultural, comercial o estético sustancial. Ademés de nuestra historia arquitecténica y nuestra herencia cultural, las edificaciones histéricas poseen también un gran valor econémico para sus propietarios y comunidades. La conservaci6n de una construccién antigua puede llevar a la restauracién de la apariencia y uso originales de la cons- {NO ES MARAVILLOSO COMO SALVARON LA FACHADA ANTIGUA ¥ DESPUES CONSTRUVERON EL EDIFICIO — NUEVO ATRAS? = BUENO, EN REALIDAD LA Ili FACHADA ES NUEVA... ES EL EDIFICIO DE ATRAS EL QUE SE HA GONSERVADO Y RENOVADO. CADA ae Hoe HILL | Lag DisTINGutR| | { |LO NUEVO DELO |_| a \anTiquo.. Tecnologia truccién, o bien a su adaptaci6n para usos nuevos dentro de su estructura exterior preservada. El Monticello, de Jefferson, y Mount Vernon, donde vivié George Washington, son cons- trucciones historicas restauradas a su condicién original. En contraste, el Mercado Quincy de Boston es una estructura preservada que se adapté para nuevos usos comerciales. En ocasiones las construcciones mas antiguas son conservadas, sea total o parcialmente (con frecuencia tan sélo la fachada), y se incorporan en construcciones nuevas que las confinan 0 Jas envuelven. Por desgracia, los conservacionistas arquitecténicos en oca- siones se pueden dejar llevar por sus celosas intenciones de salvar cualquier cosa que sea antigua, independientemente de su antigiiedad, condici6n fisica, significaci6n histérica 0 mérito estético. Se trata de una estrategia porcentual —inten: ta salvar todo y espera salvar la mitad—. Pero la conservacion mal orientada puede ser poco realista y gravosa para propie- tarios y comunidades, pues muchas construcciones antiguas no merecen ser salvadas 0 no pueden salvarse a un costo ra- zonable. En consecuencia, arquitectos, propietarios de cons- trucciones, ciudadanos y funcionarios publicos deben ejercer un criterio ponderado, preservando 0 demoliendo con base en evaluaciones histéricas, técnicas y financieras documenta- das. La tecnologia de la construcci6n ha fascinado siempre a los arquitectos. Al ingeniero que todos llevamos dentro, estimu- lado intelectual y fisicamente por el funcionamiento de los artefactos mecanicos y construidos, le gusta resolver sus mis terios. Pero la tecnologia ha sido también fuente de inspira- cién e invencién estética para los arquitectos, y no sélo un fin en_s{ mismo o un medio para alcanzar un fin. Para ellos, la tecnologia puede producir arte arquitecténico tanto como cualquier otra teorfa creadora. Los arquitectos que profesan y ejercen el arte de la tecnologia no son ingenieros. Muchos de ellos abordan el disefio de ma- nera intuitiva y cualitativa, evitando participar en los célcu- los, funcién que dejan a los ingenieros. Sin embargo, los 26 motiva la pericia y la precision, la calidad y el interjuego de materiales, los detalles con elegancia 0 complejidad visual que reflejan la aplicacién de la tecnologia de la construccién. La tecnologia en la construccién puede clasificarse en varios sistemas, incluyendo los siguientes: + Sistemas estructurales — elementos de sistemas, detalles de montaje * Sistemas de cierre — techumbres, muros, aislantes, imper- meabilizacion * Control térmico — calefaccién, aire acondicionado, venti- laci6n + Control de energia solar * Tuminacién — luz diurna, eléctrica * Actistica * Sistemas de comunicacién — escaleras, elevadores, escale- ras mecdnicas, rampas, bandas transportadoras + Sistemas de tuberias — distribucién de fluidos y gases * Sistemas de distribuci6n eléctrica * Sistemas de comunicacién electronica-y digital * Sistemas de acondicionamiento. Asociados con todas estas tecnologias hay materiales y com- ponentes fisicos especificos que los disefiadores pueden ma- nipular, tanto para proporcionar el servicio técnico deseado como para lograr efectos artisticos creados a propésito. El disefador puede explotar de muchas maneras la tecnolo- gia como un medio para crear arquitectura. La més obvia es la expresién visual de componentes técnicos seleccionados: por ejemplo, la estructura, las conexiones estructurales, ductos y tuberias, escaleras y rampas. Esta filosofia de disefio expone y muestra las entraiias de las construcciones como estrategia estética, en ocasiones usando color en los componentes exhi- bidos para hacerlos mas perceptibles a los ojos del observa- dor. Esta estrategia incluso puede ahorrar dinero si evita el gasto implicito en los acabados. Una filosofia de diseio se relaciona con la idea de configurar un edificio completo de tal modo que su forma general refleje su sistema de construccién, su estructura y sus sistemas de control ambiental. En vez de crear una construccién con aca- bados que oculten la manera en que se construyé, el disefta- dor puede dejar que la volumetria y los exteriores revelen los elementos utilizados para construir y organizar el interior. Una catedral gética y la tienda de un piel roja son construc- ciones de este tipo. Muchos edificios comerciales modernos ejemplifican también esta filosofia: tubos verticales conti- nuos que incluyen elevadores, escaleras, ductos y elementos estructurales (en su mayoria columnas) que soportan capa tras capa de “sandwiches” idénticos piso-techo, con el espa- cio interior envuelto por un “forro”, un muro “cortina’ lite- ralmente colgado de la estructura. LA COMIDA ES BUENA, PERO NO ACABA DE CONVENCERME EL AMBIENTE "ESTRUCTURALMENTE EXPRESIVO"... en arquit En ocasiones la tecnologia puede salirse de control cuando los arquitectos tratan a las construcciones como maquinas. la predisposicion tecnolégica no se compensa con otras dis- posiciones, tales maquinas pueden dejar de responder a las necesidades humanas que se omiten en las especificaciones técnicas y en la lista de objetivos funcionales. A veces los dise- fiadores o los ingenieros ven las construcciones tan sdlo como sistemas gigantes, esqueletos, redes de ductos y tube- rias, 0 como colmenas de espacios enlazados con hilos de conductos eléctricos. La mayor parte de la buena arquitectu- ra trasciende esta singular interpretacién de cémo o por qué se cred, Deconstructivismo En la década de 1980 surgié y se abrié un espacio en los pasi- los de la academia, asi como en la profesién y los medios, a una nueva y polémica teoria arquitectnica. Tomando el con- cepto de manera liberal del campo de la critica literaria y de los escritos esotéricos de fildsofos franceses y alemanes, un reducido nimero de arquitectos/tedricos —profesores y ar- quitectos en ejercicio— empezaron a sugerir que las cons- trucciones podian y debian “desconstruirse”. No es sencillo entender la tesis “decon”. Procede de la premisa fundamental de que la sustancia y el significado percibidos de cualquier obra de arte dependen tanto del punto-de vista del observa- dor y de las circunstancias como de la intencién y el contexto del artista cuando se creé la obra. Asi, niega que una obra de arte necesite o posea una estructura predeterminada, intrin- seca 0 inmutable. Afirma que, en el arte, no hay reglas ni cen- sura, correcto ni incorrecto, tan sélo la ilimitada posibilidad interpretativa. Al importar esta teoria de la critica literaria a la arquitectura, los deconstructivistas —algunos de los cuales rechazaron la etiqueta decon por considerarla un ejemplo mas de las regias impositivas de la sociedad— la vieron como una justificaci6n intelectual para desafiar o rechazar los principios convencio- nales de la composicién arquitecténica, tanto la tradicional como la moderna. Su aspiraci6n era inventar una nueva ar- quitectura auténoma libre de las restricciones del estilo estéti- co y del disefio y las practicas constructivas reconocidas. La SILLA DECOW COLOCADA EN UNA ESQUINA DECOW Puseta DECOW CoLDCADA EN UN MURO DeCOW— — on ra MO tm condicién moderna, argumentaban, demanda la exploracién, aceptacién y celebracién de las realidades del caos y la im- perfeccién de la sociedad. Que las construcciones expresen abiertamente ideas de desorden y confusi6n, colisién y con- flicto, ambigiiedad e incertidumbre, decian. En consecuen- cia, la arquitectura decon incorpora todos estos atributos en el plano visual. Y los arquitectos decon persiguen con plena li- bertad sus intereses, impulsos y caprichos de disefio en alto grado personales, en forma muy parecida a un pintor 0 escul- tor vanguardista, sin las trabas de la tradicién. Desde luego, la arquitectura decon pronto se convirtié en un estilo més, en esta ocasién dificil de caracterizar. Muchos edi- ficios decon dan la impresion de haberse congelado de pronto en el proceso de una explosin o implosién, de desplomarse o hacerse pedazos, de derretirse o disolverse. Los muros, te- chos, columnas y trabes con frecuencia no son ortogonales entre si. Las superficies pueden estar inclinadas, torcidas 0 te- ner formas peculiares. Voltimenes diferentes se yuxtaponen de manera arbitraria. Puede parecer que muchos elementos no tienen ninguna finalidad, que son funcional o estructu- ralmente innecesarios. Otros elementos parecen estar en colision reciproca, fusiondndose o apartandose. Las construcciones decon suelen ser collages de perversidad e inestabilidad visual y, al mismo tiempo, de extraordinaria complejidad y anima- cién visual. Son provocativos y dignos de mencién simple- mente por ser tan diferentes, radicales y desdefiosos de las reglas. Ir6nicamente, la mayoria no hubiera podido disefiar- se ni construirse sin computadoras y software de CAD sofisti- cado. Por estas razones, la filosofia decon puede ser muy atractiva para los estudiantes de arquitectura seducidos de manera natural por las formas decon creadas por computado- ray tan provocativas a la vista. Sociologia y psicologia La mayoria de las universidades cuentan con cursos intro- ductorios de sociologia y psicologia, y en muchas escuelas de arquitectura se recomienda a los estudiantes que los tomen. Después de todo, ya que los arquitectos deben disefar ambientes sobre todo para personas, parece razonable que entiendan como y por qué éstas se comportan como lo hacen. ‘Ademés, en los iiltimos cien afos nuestra exploracién y co- nocimiento de la conducta humana se ha incrementado de manera sustancial. A la luz de estas consideraciones, algunos docentes de la arquitectura intentan la ensefanza del diseto basdndose de manera explicita en el andlisis e interpretacién del comportamiento humano. Con excepcién de algunos anos de las décadas de 1960 y 1970, el estudio de la conducta humana nunca ha sido un interés de investigacién 0 pedag6- gico dominante para los profesores de disefto 0 los estudian- tes de arquitectura. No obstante, como una de las finalidades esenciales de la ar- quitectura es servir a las personas, brindar espacio para las ac- tividades humanas y responder a las necesidades del hombre, los arquitectos consideran por rutina la forma en que se senti- ran y actuarén los ocupantes y usuarios de los ambientes que disenan. El disefio para grupos especiales de la poblacién, como los ancianos, las personas con incapacidades para el aprendizaje, los hospitalizados o los presos, requiere amplios conocimientos de las caracteristicas de los usuarios. Asi, en la actualidad los arquitectos pueden disefar mejores instalacio- nes para estos grupos con base en la amplia informacion que obtienen a través de la experiencia y de la investigacién es- tructurada acerca del comportamiento individual y en grupo de estos usuarios. Las personas mayores, por ejemplo, en general prefieren arreglar sus propios apartamentos y rodearse de sus recuer- dos, muebles y pertenencias personales —en tanto puedan acomodarse de manera razonable en el espacio disponible—. Les gusta estar sentados viendo al exterior, para observar la actividad en los espacios del vecindario o las calles colindan- tes. Ademis, las personas mayores son sensibles a la tempe- ratura, con una tolerancia mucho menor a las variaciones térmicas, las corrientes de aire y la humedad que los residen- tes mas jovenes. Para el arquitecto que disefie una vivienda para usuarios mayores, tales factores sugieren un aparta- mento con espacios amplios en los muros para colocar muebles y adornos de pared, ventanas grandes que den al exterior y cristales aislantes de alto rendimiento que reduzcan las pér- didas de calor, las corrientes de aire y la incomodidad térmi- ca. Sin embargo, ninguna cantidad de tiempo invertido en trabajo de computadora, investigacién o entrevistas con los usuarios puede eliminar la necesidad de que, como siempre, el arquitecto medie finalmente entre estos requerimientos tal vez conflictivos y tome, en ultima instancia, deci- siones subjetivas en cuanto a las proporciones y la ubicacién de las ventanas. Las investigaciones sociolégicas y psicolégicas abordan tam- bién la percepci6n y las relaciones de estimulo-respuesta que fundamentan las decisiones del disefio arquitecténico. Por ejemplo, para seleccionar colores muchos arquitectos se apo- yan en el gusto personal o las tendencias de moda, pero algu- nos, como saben que ciertos colores provocan reacciones

También podría gustarte