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Carta de Credito
Carta de Credito
Mercantil II
• ANTECEDENTES
Por lo respecta a la historia comercial hispanoamericana, se sabe que las Ordenanzas de
Bilbao hablaron en forma concreta de las cartas - órdenes de crédito. Estas Ordenanzas no
imponían en realidad el uso de las cartas-órdenes de crédito, sino que se limitaban a
aconsejar este procedimiento para evitar inconvenientes y perjuicios. Estas Ordenanzas de
Bilbao, sirvieron de antecedentes para el Código de Comercio Español de 1829 y
posteriormente del Código de Comercio Argentino de 1859, aunque este último se apartó
del anterior en cuanto al método.
También se afirma que en el siglo XVIII, los Bancos de Ámsterdam y Londres las
utilizaban con una práctica bastante frecuente.
Con posterioridad a la Primera Guerra Mundial, la carta de crédito alcanza mayor difusión
y uso en Europa y Estados Unidos y recién después de la Segunda Guerra Mundial, penetró
el uso en los países Latinoamericanos.
• 2. CONCEPTO
Es una carta que el Banco entrega a su cliente para ser presentada a un Banco de otra
plaza y lo faculta para retirar una suma de dinero. No es una operación crediticia sino
un mandato de pago del primer Banco (emisor) al segundo (pagador) que en la práctica su
corresponsal o sucursal. Sin Embargo es muy probable que el beneficiario de la carta no
haya constituido los fondos en el Banco Emisor y que la cantidad le otorgará facilidades, en
cuyo caso se involucrarían un servicio de pago y un crédito”.
Para Jorge H. Escobar, es: “Una orden por el cual una persona (llamada dador de la
orden) encomienda a otra (el pagador) el pago de sumas de dinero a una persona
determinada (el beneficiado) hasta el tope o límite fijado en la misma orden”.
De las definiciones transcritas surge la existencia de elementos comunes: dos Bancos
intervinientes en el negocio, el apertor y el negociador; dos comerciantes o dos agentes
interesados en el negocio, importador y exportador.
• 4. CLASIFICACIÓN
La carta de crédito se clasifica en: e) carta de crédito simple; b) carta de crédito circular; c)
carta de crédito confirmada.
Le primera es la expedida a favor de una determinada persona y contra un Banco
pagador determinado, lo cual implica que será utilizada sólo en una plaza determinada.
La segunda, sin embargo, resulta más interesante para el viajero o negociante, pues permite
a la persona que visitará varios países planificar sus gastos.
Esta segunda clasificación se denomina circular en razón de que la carta de crédito se
expide a favor de un tomador determinado, pero va dirigida a varios destinatarios. Es
de uso frecuente en la práctica bancaria, donde el Banco emisor consigna en la carta el
límite máximo de dinero autorizado para el uso y el beneficiario va retirando parcialmente
de los bancos destinatarios según las ciudades por donde realiza sus operaciones
comerciales o turísticas.
La última clasificación se refiere a la carta de crédito confirmada o avisada, donde el Banco
dador de la carta de crédito comunica al Banco corresponsal o a su sucursal la
expedición de la carta y el nombre del beneficiario.