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Experiencia personal en la docencia en línea

Con este relato pretendo un poco transmitir mi experiencia como docente en

prácticas, con los niños de preescolar, en un momento de transición como el que

vivimos en este 2020, cuando a partir de marzo, la humanidad entera se vio

abocada a cambiar su normalidad de vida por una nueva forma de socializarnos

en todos nuestros quehaceres cotidianos entre los cuales la manera de enseñar y

de estudiar debió adaptarse de un día para otro y que nos cogió a todos con poca

o nada de preparación para enfrentar a lo que hasta ahora es la realidad, el

distanciamiento social.

Por lo tanto, deseo aportar mis ideas y pensamientos en cuanto a lo que

experimenté en las clases virtuales, cómo me sentí, como sentí lo que estás

aportaron a mi crecimiento y el impacto positivo o negativo que sobre los alumnos

y su núcleo familiar pude apreciar.

Quisiera comparar lo que otras maestras en formación piensan de sus

experiencias con la mía para que lo recopilado pueda servir de guía a futuras

generaciones de docentes, creo que lo podemos lograr colaborando en equipo y

extrayendo tanto lo bueno como lo malo, así podemos mejorar lo primero y tratar

de hacer algo para evitar lo segundo.


Comencemos entonces.

La experiencia que tuve en la práctica V, fue de bajos y altos, sucedió que muchos

de mis sentimientos se encontraron.

Inicialmente tenía muchas expectativas frente a esta práctica porque era mi

primera vez en todo mi proceso de formación que trabajaría con niños de una

institución educativa, en otras palabras, con niños más grandes, siempre habían

sido trabajos en buen comienzo donde el trato con niños de edades tan pequeñas,

aunque dejan experiencias muy positivas en donde se aprenden muchas cosas,

no permite esa interacción tan notoria que se da con niños de edades más

avanzadas, cuyos cerebros ávidos de conocimiento nos interpelan o cuestionan en

nuestra labor, obligándonos a ser cada día más recursivos para realizar esa

simbiosis maestro alumno tan necesaria que cause esa empatía, que a su vez

derribe las fronteras que impiden una transmisión más completa del conocimiento

y se cumplan los objetivos de formar individuos plenos, es así como con tantas

expectativas me di a tarea de relajarme y decirme, ánimo todo saldrá bien y será

chévere conocer y aprender en otros ambientes.

Pude ir a la institución y como es lo normal en la primera visita, esta fue de

observación, pero no me adelanto, no tenía ni idea para donde iba, menos mal

para la misma institución íbamos varias compañeras que, casualmente estábamos

juntas en la clase que teníamos antes de la práctica, esto me dio valentía, ya no

me sentía sola en mis emociones. Ese día fue algo caótico desde un comienzo, se
terminó la clase, el tiempo se hacía limitado para llegar a tiempo a la institución y

mientras mi compañeras se terminaban de organizar para salir, mientras

buscábamos en las aplicaciones de transporte un vehículo que nos llevara, yo

corriendo fui a calentar la coca del almuerzo, no me demore mucho, pero mis

compañeras ya me estaban acosando, las plataformas como cosa rara cuando

uno más las necesita no funcionan, entonces decidimos coger un taxi, llegamos

justo a tiempo, por poco, fuimos y nos presentamos con el vigilante quien nos hizo

esperar un buen rato, la verdad en ese momento tenía muchos pensamientos,

pensaba en mi almuerzo, pensaba en la profe cooperadora con la que me tocaba,

en los niños, pensaba en todo un poquito, mis pensamientos volaban de mientras

el tiempo pasaba.

Entramos todas a la oficina de la coordinadora, la compañera encargada de hacer

la presentación hablo, y la coordinadora por las primeras que pregunta son por las

practicantes que iban para preescolar, de una nos paramos y la seguimos, ella nos

presentó a la maestra y entramos al salón, y siento cosas en el estómago pero no

sé si era el hambre o los nervios, ja, ja, ja, ahora que pienso en eso, creo que era

una mezcla de ambos. La profesora fue muy clara y directa, sin más nos explicó la

metodología, su manera de trabajar, la verdad eso me llamó bastante la atención,

fue al grano y eso me gusto, su personalidad y sinceridad, sin embargo no estaba

muy de acuerdo con la metodología ya que es tradicional, mientras que en las

clase de la universidad nos han dejado muy en claro que hay otras maneras de

enseñar que pedagógicamente pueden resultar más efectivas, pero bueno eso es

parte de un debate que en el momento no corresponde…


Se suponía que a los 8 días volveríamos, pero vaya sorpresa, o mejor vaya

pandemia la que se le presento al país, al mundo entero, ya se veía venir, porque

en otros países, sobre todo de Europa la situación ya estaba color de hormiga, en

ese momento todo cambio, sin embargo, había una leve esperanza de que en un

espacio de tiempo corto todo volvería a la supuesta normalidad, pero no fue así.

Se empezó hablar de la virtualidad, adaptación, resiliencia y muchas otras

palabras, que alguna vez había escuchado, pero que nunca pensé llegar a aplicar

tan pronto y sobre todo sin la preparación suficiente como para el momento, me

sentía, confundida, triste y muy pensativa, esta última por las familias que no

tenían la posibilidad de conectar a sus hijos, por x razón, que existen muchas, y

pensaba que yo como maestra en formación como podría ayudar a esos niños y

que ellos siguieran teniendo aprendizajes significativos, las soluciones que

escuchaba o leía ya sea en los cursos o en las redes, que por lo general era llenar

de talleres impresos a los niños no me parecían las más adecuadas, y aun

cuando: “Los exploradores de Internet tienen opciones más sofisticadas para controlar

diversos medios audiovisuales, y los proveedores de conexión a la Red ofrecen servicios

cada vez más complejos y potentes, que simplificarán el intercambio de información y el

trabajo colaborativo, la distribución y acceso a cursos con estructuras hipermediales y un

alto nivel de interactividad” (Miller y Miller, 2000), llega la frustración para mí, porque

no me parecía que eso era lo correcto, tampoco tenía otra alternativa, yo no podía

ofrecer otra solución, no se me ocurría nada ( y aun no se me ocurre) esto me

hace cuestionar muchas cosas, como ¿ Yo si serviré para esto? ¿seré una buena

maestra? ¿una buena maestra pensara en soluciones …? ¿Estoy en el lugar

correcto?...
Empecé mis practicas virtuales queriendo dar lo mejor, con ganas de aprender y

que aprendieran de mí, sin embargo, con el paso del tiempo todas esas cosas

fueron disminuyendo, me desanime y dejé de hacer el mejor esfuerzo en la

mayoría de los aspectos, realice la práctica y las actividades solo por cumplir con

compromisos de la universidad y del seminario de práctica, en realidad quería

acabarla lo antes posible y poder desconectarme por completo.

Todo esto me ha dejado miles de reflexiones, como maestra tengo un rol único en

la vida, formar seres humanos íntegros y capacitados, a veces es bien complicado

alcanzar esos objetivos, más cuando las circunstancias se muestran adversas, sin

embargo hay que rescatar lo positivo, las experiencias deben servir para que de

ellas surjan soluciones en forma de innovaciones, la enseñanza virtual puede ser

el futuro, hay que preparar a los maestros en ella, se deben anexar a los nuevos

pensum de las universidades materias que preparen a los futuros maestros en el

manejo de las herramientas tecnológicas, se debe trabajar en el diseño de

plataformas educativas que permitan una interrelación más allá de los vídeos

grabados o las tareas subidas para que sean respondidas y entregadas en

determinado tiempo, las video conferencias o clases virtuales no pueden carecer

de esa relación directa que se da en las clases presenciales, la relación maestro

alumno no puede terminar únicamente en un contrato de me enseñas y yo

aprendo, no, el maestro aparte de ese rol natural, es también un guía en lo moral,

en lo ético, es un amigo que comparte mucho tiempo con ese ser en formación y

que puede llegar a influir de manera muy positiva en la formación como ser
humano de esa criatura que se le confía y si es necesario que se prepare en

disciplinas que antes eran exclusivas de otras disciplinas, sin importar si esto

aumenta la carga académica o debe hacerlo por su cuenta, debe hacerlo.

Ya lo dijo Estanislao Zuleta en su artículo Educación, disciplina y voluntad de

saber, publicado en 1988 “Para que un maestro logre efectivamente despertar el

interés y la atracción por lo que enseña necesita prescindir de la disciplina que nos obliga

no sólo a ir a clase, sino a estudiar materias que no nos interesan o no queremos

sencillamente. Sería el mayor logro de la educación. Se lograría que sus clases, sus

enseñanzas, sus opiniones fueran tan interesantes para sus alumnos, los atrajeran, como

cuando van a hacer las cosas que les son prohibidas. Hasta ahora la escuela está en

contra del deseo, el deseo en todos los sentidos”.

El papel de los padres de familia también es preponderante en esta nueva era de

globalización y en momentos como el que vivimos, se deja ver esa carencia que

tienen ellos también frente al manejo de las tecnologías, muchas de las veces

saben más los niños que ellos mismos, los padres son un eslabón importante en la

cadena de la educación y la crianza de los niños, por lo tanto a ellos también hay

que tenerlos en cuenta cuando de mejorar o buscar soluciones se trata para

implementar un sistema educativo flexible frente a situaciones que obliguen a que

se lleven cambios en las relaciones sociales como las que vivimos.

En las escuelas y colegios, se debe pensar en talleres para padres sobre el uso de

las tecnologías, estos se pueden dictar los fines de semana o en las sedes de las

acciones comunales, pensar en que estas últimas tengas salas en las que las
familias que no tengan acceso a la Internet puedan ir y suplir esa carencia, hay

que involucrar a las autoridades responsables en todo esto.

Para terminar, quiero dejar claro que, aunque me sentí algo frustrada, también

agradezco que las cosas se dieran de esta manera, porque me ha permitido

reflexionar sobre mi papel como docente y la importancia de prepararme para todo

tipo de situaciones, no solo para una normalidad, sino especialmente para aquello

que no debo esperar que ocurra, porque las cosas finalmente que pueden ocurrir,

ocurren.
Bibliografía

OEA. Organización de los Estados Americanos Agencia Interamericana para la

Cooperación y el Desarrollo [AICD] - La documentación narrativa de

experiencias pedagógicas. Una estrategia para la formación de docentes.

2005. Buenos Aires – Argentina.

OEA. Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología Organización de los Estados

Americanos. Agencia Interamericana para la Cooperación y el Desarrollo [AICD]

[MODULO 1]. Manual de capacitación sobre registro y sistematización de

experiencias pedagógicas. Narrativa docente, prácticas escolares y

reconstrucción de la memoria pedagógica. 2003. Buenos Aires – Argentina.

Proyecto CAIE – Instituto Nacional de Formación Docente - Documentación

narrativa de experiencias y viajes pedagógicos. Fascículo 2, ¿Qué es la

Documentación Narrativa de Experiencias Pedagógicas? 2007. Buenos Aires –

Argentina.

Zuleta, Estanislao. Educación, disciplina y voluntad de saber. Artículo. 1988.

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