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En Florida se ve cómo los huracanes quiebran robles como si fuesen palillos, pero no las

palmeras. La palmera está diseñada para soportar las tormentas y para regresar a la posición
más firme que antes, luego del huracán. Dios te ha dado el mismo poder para recuperarte
Miqueas 7:8 dice: “Tu enemiga mía, no te alegres de mí, porque aunque caí, me levantaré”
Dios te ha dotado con una elasticidad semejante a la de una pelota de goma: Cuanto más
caigas, más alto vas a rebotar!

Resistiré erguido frente a todo, 


me volveré de hierro para endurecer la piel, 
y aunque los vientos de la vida soplen fuerte, 
soy como el junco que se dobla pero siempre sigue en pie!

Resistiré para seguir viviendo, 


soportare los golpes y jamás me rendiré, 
y aunque los sueños se me rompan en pedazos 
resistiré...resistiré!

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