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COMUNIDAD TEOLÓGICA EVANGÉLICA DE CHILE

Facultad Evangélica de Teología


Casa Central – Santiago/Sede Regional - Concepción

Curso: Orientación y Acompañamiento Pastoral

Análisis de Texto en clave Acompañamiento

Génesis Capítulo 3

Nombre: María Inés López Peña

Profesor/a: Pra. Gloria Rojas

Fecha: Santiago de Chile, 7 de julio de 2020


Análisis Génesis 3

¿Cuál es el pecado que allí se describe?

Creo que el pecado que ahí se descubre es la ambición, el deseo de ser como dioses.
Aparentemente el hombre y la mujer estaban bien en el Jardín pero se les “mete la
duda” de si puede ser mejor.

Quizás un segundo pecado es la tendencia a culpar a otros de las decisiones, no


hacerse cargo de las propias acciones, en este sentido, el hombre señala a la mujer y la
mujer a la serpiente, pero ninguno reconoce una responsabilidad en el hecho.

Y el tercero, que es el primero en realidad, que gatilla el conflicto y que se evidencia,


es la desobediencia al único mandamiento que Dios les entrega: no comer del árbol del
bien y del mal. No hay ningún otro fruto prohibido.

Al comer el fruto, se dan cuenta que están desnudos y eso, que era natural, les parece
mal y se avergüenzan… lo que era naturaleza ahora es visto con “maldad”…

En términos de acompañamiento, creo que una de las claves puede ser el tema de
cómo asumimos nuestras responsabilidades en lo que nos ocurre. Como no le
“echamos la culpa al empedrado” solamente, aún reconociendo el impacto del
contexto en nuestras opciones de vida. Como nos reconciliamos con las decisiones que
hemos tomado o con las condiciones en que nos ha tocado vivir.

¿Quiénes son los culpados?

Los tres “personajes” son los culpados (o, más bien responsabilizados) por Dios. Los
tres están involucrados como la tentación; el deseo de tener lo que es de Dios; y la
negación de la culpa.

¿Cuál es la manifestación de amor en el castigo?

El castigo es misericordioso.

Dios podría -eventualmente- destruir lo creado, pero El ama su creación y no va contra


su Amor. Por eso no los destruye, pero le pone límites a su estar en el mundo: será un
largo camino para volver a la tierra de donde fueron sacados.
Será con dolor, con trabajo, pero volverán de alguna manera -al final del camino- a ser
parte del Jardín como polvo.

Incluso, Dios no les niega el acceso al conocimiento del bien y del mal que ya han
adquirido, pero si les niega el acceso al árbol de la vida, que significa la vida y la
muerte. Es el límite final.

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