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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA

DE MÉXICO
ESCUELA NACIONAL PREPARATORIA:
No. 7 “Ezequiel A. Chávez”
Problemática sobre los feminicidios en
México
Ética
 Casarez Ruiz Aislinn Alondra
 Contreras Torres Ana Karen
 Piñón Moreno Mariana Lisette
 Sánchez Noli Odette Miranda
 Villicaña Flores Vania Renata

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INTRODUCCIÓN

Nuestra problemática social, se ubica en nuestro país, México con cifras y


datos de los últimos 5 años.

El término feminicidio hace referencia a un tipo de homicidio específico en el


que un varón asesina a una mujer, chica o niña por ser de sexo femenino. El
feminicidio es la manifestación más extrema del abuso y la violencia de
hombres hacia mujeres.

En México existe un alto nivel de violencia de género, la cual permea en


todos los ámbitos de la vida cotidiana. La máxima expresión de la violencia
contra las mujeres es el feminicidio.

La  Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México considera que


la violencia feminicida en México obedece a un contexto de cultura machista
y misógina arraigada, pero también a una serie de factores sociales,
económicos y políticos. Por ejemplo: discriminación por género, impunidad,
condición social, edad, etnia y criminalidad, entre otros.

Estos factores vulneran sistemáticamente todos los derechos de las mujeres al


grado de poner en peligro su integridad y causar su muerte.

México vive una crisis de violencia de género y feminicidios que es urgente


resolver. Si bien la violencia de género y los feminicidios no son homogéneos
y presentan importantes diferencias geográficas, temporales y
socioculturales, su aumento es dramático. A ese aumento hay que sumar la
dimensión de género que los hace distintos a la violencia sufrida por los
hombres. Por ejemplo, un hombre no es más susceptible de sufrir violencia o
ser asesinado en función de su estado civil, mientras que una mujer sí.

Según la ENDIREH, las mujeres que tienen o tuvieron una relación de pareja


están más expuestas a las agresiones que aquellas que permanecen
solteras, incluso si hoy en día la brecha entre ambos grupos tiende a
cerrarse, sobre todo para el caso de violencia psicológica.
Motivaciones del asesino

La motivación para el crimen es una de las peculiaridades principales del


feminicidio en relación a otros tipos de homicidio. Según Diana Russell, a
quien se atribuye la popularización de la palabra "feminicidio”, algunas de las
motivaciones principales para estos asesinatos son la ira, el odio, los celos y la
búsqueda de placer. Estas variables se transmiten culturalmente y favorecen la
violencia de los hombres hacia las mujeres.

PROS Y CONTRAS SOBRE EL FEMINICIDIO EN MÉXICO


Como alumnas, compañeras, amigas y mujeres no logramos encontrar pros del
feminicidio, es decir, no hay puntos a favor en cuanto se comete este acto,
pero, podemos afirmar que después de tantas injusticias gran parte de las
mujeres alzaron la voz ante el mundo y una sociedad machista, con esto la
construcción de una gran lucha feminista.

Miles de mujeres han salido a las


calles a protestar contra la violencia
machista y para exigir igualdad de
oportunidades frente a los hombres.

La lucha de los sectores feministas


(en su mayoría llevada a cabo por
mujeres pero también en muchos
casos acompañada por hombres) tiene
que ver con la idea de que la mujer es dueña de su cuerpo, su mente, su vida y
su historia y por tanto el hombre ni ningún agente externo tiene poder a
decidir en ningún aspecto de ellos. Aquí entonces este tipo de movimientos es
esencial para asegurar que sectores desprotegidos de la sociedad puedan
acceder a derechos de todo tipo que hasta el momento puedan estar negados o
incluso anulados.

Y por otro lado están los grandes contras del tema ya mencionado:

Los asesinatos son parte del arsenal que el


patriarcado ha ido acumulando para
controlar y someter a las mujeres; es el
arma más poderosa y el recurso de última
instancia.

Cuando se asesina a una mujer se elimina


un cuerpo sobre el que ya no es posible
tener control o sobre el que ya no se
quiere tener control. El asesinato es el acto de control definitivo porque
elimina toda voluntad. A diferencia del suicidio, la decisión de concluir es de
un tercero que ejecuta, el que controla. Con el feminicidio se muestra la
existencia de un último recurso para todas aquellas que se pasan las normas
del patriarcado, recordando a los que ejercen otras formas de violencia contra
las mujeres que siempre queda un manotazo en la mesa que no olvidarán. El
feminicidio y su brutal mensaje del máximo costo posible restablece
relaciones de sometimiento de las mujeres con las estructuras patriarcales en
el seno de la casa, en el trabajo y en todo el espacio público. Todas las mujeres
se hacen conscientes de que no han alcanzado el máximo de la agresión a la
que pueden ser sometidas, pues aún están vivas. En ese sentido, mientras más
violencia se muestra en el asesinato mayor es la función de control sobre los
cuerpos femeninos.

Finalmente, el feminicidio sirve para afianzar la idea de que la violencia es un


campo exclusivo de los varones. En la estructura patriarcal las mujeres hemos
sido esencializadas a la condición de víctima y se ha despojado de nosotras
todo rasgo violento. Mientras existen miles de atenuantes a la violencia
ejercida por los varones, la violencia de las mujeres no tiene lugar. El espacio
público está lleno de varones agresivos en los que las mujeres solo pueden
participar desde la serenidad y la tolerancia; siglos de educación en la
estructura patriarcal nos han mostrado que las mujeres no somos ni debemos
ser agresivas. Hay una cultura de la violencia legítima y exaltada; esa es para
los varones; ellos tienen el derecho a perder la cabeza o a negociar desde la
fuerza; las mujeres que agreden física o verbalmente son animalizadas y luego
castigadas. Ante la ola de feminicidios han surgido respuestas contundentes de
las mujeres organizadas; la estructura patriarcal ha dedicado más energía a
mostrar este fenómeno que a sancionar la violencia de los hombres.

CONCLUSIÓN

Como mujeres, y dando un punto de vista desde nuestras experiencias


personales, creemos que un crimen como lo es feminicidio no debería quedar
impune, que todo tipo de violencia se podría evitar si en la sociedad
empezamos a inculcar la equidad de género, el respeto hacia el prójimo.

Además, que a pesar de que esta lucha ya es algo muy increíble y


transcendente aún nos queda mucho por hacer para que podamos vivir dentro
de una sociedad libre de violencia e incluso que futuras generaciones tengan
mejor educación y no crezcan con una cultura machista y opresora.

Nosotras compartimos experiencias que nos han llevado a querer ver un


cambio dentro del comportamiento de nuestro alrededor. Día a día el hecho de
salir es atenernos a miradas, palabras e incluso acercamientos que no son
agradables, que nos ofenden, que nos dan miedo, diario es un constante miedo
a no volver a casa. Nuestros mismos padres y familia viven preocupados
cuando no estamos en casa con el miedo de no recibir nuestra llamada de
llegada y regreso a casa, el miedo es algo con lo que lo que estamos
acostumbradas a vivir.

El feminicidio no es un tema reciente, desde épocas muy anteriores era real


este gran problema, pero, lamentablemente desde nuestro punto de vista el
cambio en nuestra sociedad es muy lento y para que exista deben existir
demasiados factores para que muchos apoyen, requiere de mucho tiempo y
con esto personas. Desde la década de 1970 miles de mujeres mexicanas se
han manifestado para romper con un contexto cultural profundamente
machista, todavía perduran muchas normas y costumbres implícitas en este
rígido sistema; ni los feminicidios, las muertes violentas, han podido cambiar
las estructuras de poder y la cultura machista de México.

FEMINICIOS EN MÉXICO
Los feminicidios en el país incrementaron de 7 al día a 10.5, afirmó la oficial
de derechos humanos de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas
para los Derechos Humanos,  Nira Cárdenas. «El contexto de violencia contra
las mujeres y niñas en México es especialmente grave, cuando nos parecía
-hace algunos años- que íbamos a avanzar porque en México se estaba
generando legislaciones e instituciones que parecen sólidas», dijo. En la
presentación de la campaña Nos van a ver juntas del Observatorio Ciudadano
Nacional del Feminicidio , expuso que «pasamos de una sociedad que
considerábamos estaba comprendiendo la lucha de las mujeres para vivir
libres de violencia a unas amenazas, no sé si comprobadas o no, en contra de
las manifestaciones que se van a dar este mismo fin de semana». «Sobre la
problemática de mujeres y niñas desaparecidas, de acuerdo a la información
de las Fiscalías y Procuradurías estatales de 9 estados del país, en 2019
desaparecieron 7 mil 654 mujeres y niñas, de las cuales 5 mil 533 fueron
localizadas vivas, 85 fueron localizadas sin vida y 2 mil 43 siguen pendientes
localizar, afirmó.
Expuso que con la campaña lo que se busca es recordar que «las
mujeres, niñas y adolescentes víctimas de feminicidio tenían
vidas, familias, trabajos, sueños y utopías. #NosVanAVerJuntas libres y sin
miedo en la exigencia de nuestros derechos». Por su parte, madres de víctimas
de feminicidio coincidieron en que si no se unen las mujeres para demandar
justicia «la autoridad no resuelve sus casos».

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