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Yoel Guri
Yoel Guri
abril 10 2020
“La calidad es gratis” nos repetía nuestro profesor de Control de Calidad, a los que la cursábamos
como materia electiva de ingeniería industrial en la UCAB. Era el año 1982. En ese momento era
un concepto contraintuitivo, porque lo bueno era asociado con lo caro, aunque la industria
automotriz japonesa daba ya al traste con esa equivocada idea. Le mostraba al mundo cómo
fabricar carros “buenos y baratos”.
El TQM permitió pasar de un estándar de calidad en los años sesenta de partes malas por cada
cien piezas fabricadas a parte malas por cada millón de piezas fabricadas que usan hoy las
empresas más competitivas.
Considero a Deming unos de los genios más importantes del Siglo XX (murió en 1993 a los 93 años
de edad) por sus aportes para que los mercados produzcan a menor precio y con más calidad, sino
que además acuñó unas de las frases que marcó mi desempeño profesional: “Sin datos, sólo eres
una persona más con una opinión”
La ISO y la calidad
Después de Deming con su ejemplo palpable de las automotrices japonesas, el mundo industrial
cambió y se dió un auge importante de normas emitidas por organismos dedicados a la
normalización en el ámbito económico. Este auge de la normalización o estandarización, se ha
debido, en gran medida, al marcado proceso de globalización e integración económica que han
vivido las economías del mundo a lo largo de las tres últimas décadas.
Existen varias familias de normas ISO, las 9000 relacionadas a la calidad, las 14000 al medio
ambiente, las las 22000 y 45000 sobre riesgos y seguridad, entre otras.
“Las normas ISO 9000 constituyen un modelo de referencia para el establecimiento en las
empresas de un sistema de aseguramiento de la calidad. Las normas ISO 9000 no son normas que
miden la calidad de los productos o servicios de las empresas, es decir, no son normas que hacen
referencia al cumplimiento de un objetivo o un resultado determinado, sino que son normas que
establecen la necesidad de sistematizar y formalizar en una serie de procedimientos, toda una
serie de procesos empresariales. Cumplir con la ISO 9000 indica que se utilizan consistentemente
una serie de procedimientos estandarizados y documentados para producir el producto o el
servicio que compra el cliente” dice Frederic Marimon de la Universidad Internacional de Cataluña.
Y agrego que entre esa “serie de procedimientos estandarizados y documentados” está el objetivo
de la trazabilidad, que consiste en asociar sistemáticamente un flujo de información a un flujo
físico de mercancías de manera que pueda relacionar en un momento dado la información
requerida relativa a los lotes o grupos de productos determinados.
A partir de ahí se sucedieron una serie de omisiones y errores gravísimos que permitieron que el
virus Wuhan se convirtiera en Pandemia. Con los datos que hoy se tienen, y los que faltan por
venir, se tiene claro que la censura que la dictadura china ejerce ferozmente, ocultó
delibaradamente información crucial para el resto de los países del mundo, sino también que ella
impidió que el big data de las redes sociales del mundo libre, captara las expresiones de la gente
común en china que se expresa en redes censuradas a Occidente. Unos pocos valientes en china,
usando VPN, publicaban – arriesgándose a ser apresados- el horror que estaban viviendo en las
redes occidentales como Twitter y Facebook.
La dictadura china se ejerce con un brutal control social, censura y propaganda. Y como todo
totalitarismo, siempre miente. ((Ver la cronología del virus chino al final de este artículo)
– De terror
Un sistema que con las tecnologías actuales, estaría disponible -en línea- y de forma permanente
para todos los países, en un principio con el registro diario de las enfermedades infecciosas, como
Paludismo, Tuberculosis, Difteria, Dengue, VIH, Papiloma Humano, Hepatitis, Ébola, SARS, Covid
19, en total, unas 70 enfermedades infecciosas, que por su naturaleza, el ser humano es el
principal transmisor.
Esta pandemia, que ha causado a la fecha, las mayores pérdidas económicas a la humanidad, es un
aviso y una lección demasiado costosa para permitirnos no poder rastrear, en línea, los focos de
infección en el planeta. No es posible que dictaduras como la China puedan ocultar cifras de
infección. Y no es posible que países como Corea del Sur o ciudades como Hong Kong con sistemas
de salud con registros formidables, se vean amenazados por la “mala calidad” de otros,
La globalización no se detendrá
Los neomarxistas han expresado el fin de las economías de mercado y la globalización como
consecuencia de la pandemia del virus Wuhan. Abogan, con loas a China, al control estatal sobre
los mercados libres y la limitación de las libertades individuales. Acusan al consumismo como el
origen de la pandemia, excusando a la dictadura china de su responsabilidad. Aseguran de manera
frenética que el mundo cambiará, por supuesto, en el sentido de la destrucción de los mercados
libres.
No se tardará 30 años en comprender que la calidad es gratis, como le tomó al mundo productor
comprender las conceptos de Deming. Esta pandemia será la última que tome a la humanidad sin
un sistema on line de trazabilidad de las infecciones. Es la respuesta que darán los mercados a la
atención médica, que la pademia demostró que no tiene los elementos para atacarla, El primero y
principalísmo, la información. Si Deming viviera hoy, les diría hagan un control estadístico, de
verdad, transparente, confiable y útil de las enfermedades infecciosas.
Hoy se tienen a punto las tecnologías para lograr en tiempo real la trazabilidad mundial de las
enfermedades infecciosas. Poder computacional de sobra, comunicaciones, manejo de base de
datos en la lógica de big data, inteligencia artificial. Falta lo más fácil, la norma y los más difícil, su
adopción voluntaria.
Pronto algunos países lideres lo propondrán. Así lo intuyo. Darán un vuelco a la OMS. Los
procedimientos y registros se cambiarán. Los registros de salud pública y la posibilidad de mejorar
la atención médica serán el reflejo fiel de la calidad moral y ética de los gobiernos. Tal como lo es
producir con calidad total para las empresas exitosas
La globalización seguirá su curso. A principios de año se hacían 125 mil vuelos diarios en el mundo.
Cuando pase esta pandemia su número seguirá creciendo. La demanda de ancho de banda seguirá
aumentando, habrá más teletrabajo, robots seguirán sustituyendo humanos en trabajos pesados,
mucho de ello ya lo vimos en las cuarentenas por la pandemia. La vacuna contra el virus Wuhan
será desarrollada. Y a partir de ahí renacerá la confianza.
Pero también pronto, los productos fabricados en los países que no se integren a un sistema de
trazabilidad de salud pública universal y transparente, con auditorías confiables, serán rechazados.
Será el mensaje de una humanidad que entendió que con la salud no se juega, por muy poderosa
que sea una dictadura. El costo es demasiado grande.
Y termino con Deming revived: “Sin datos, sólo eres un país más con una opinión… con productos
que no compraré, porque no quiero poner en peligro a tus habitantes, ni a los míos”
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Al día siguiente, la Comisión de Salud Municipal de Wuhan declaró: “La investigación hasta el
momento no ha encontrado ninguna transmisión obvia de persona a persona y ninguna infección
del personal médico”.
El 10 de enero, el Dr. Li, el mismo hombre que había sido censurado por el gobierno por hacer
declaraciones que contradecían esta postura, comenzó a desarrollar síntomas parecidos a la gripe.
Estaría muerto de la enfermedad en menos de un mes después.
El 14 de enero la Organización Mundial de la Salud declaró en un tuit que “las investigaciones
preliminares realizadas por las autoridades chinas no han encontrado evidencia clara de
transmisión de humano a humano del nuevo coronavirus”.
El 20 de enero China reporta 139 casos nuevos de la enfermedad, incluida la muerte de una
tercera persona. Ese día científico chino Zhong Nanshan confirmó que la enfermedad se transmitía
entre humanos
El 30 de enero casos de coronavirus aumentan a más de 9.600, así como el número de muertes
que asciende a 170. Hay más de 100 casos en 20 lugares por fuera de China. Ese día la OMS
declara al coronavirus una emergencia internacional de salud pública.