Edgar José Corrales Soto El Sistema Feudal 39

EL SISTEMA FEUDAL

█ EL RÉGIMEN FEUDAL

La antigua Ciudad Imperio da paso a la Economía Señorial Agrícola

Se ha considerado a la Edad Media como un período de estancamiento de la
humanidad y falta de desarrollo económico y social. En esta etapa predominan dos
organizaciones sociales: el feudo y la iglesia católica. El sistema feudal dominó la vida
económica de Europa Occidental, con una estructura cerrada que instituía el rol del señor y
del siervo. La iglesia católica implantó la ideología e instauraba la escala de valores para
toda la sociedad. La preocupación esencial de la sociedad feudal fue la salvación del alma.
La ideología religiosa instituía que el hombre viviría en la tierra por breve tiempo durante
el cual debería prepararse para la salvación eterna del alma. La Iglesia era la institución
hegemónica y prevaleció, sin límites nacionales, sobre el señor feudal. Su influencia fue
enorme en todas las áreas de la actividad humana y enseñaba reglas muy estrictas que
limitaban el comercio. En particular, en la baja Edad Media, la Iglesia consideraba
despreciable a los lombardos, la clase de los comerciantes y sus actividades y negocios, y
la usura fue considerada como un pecado que hacía perder la salvación del alma. Sin
embargo, en la alta edad media, durante la última parte del período medieval, hubo una
transición importante en la opinión de la Iglesia respecto al comerciante, en coincidencia
con el crecimiento del comercio como germen del sistema capitalista. Las ciudades-estados
italianas tuvieron un resurgimiento del comercio dentro del área del Mediterráneo. Había
un comercio próspero entre las comunidades locales y un considerable crecimiento de
comerciantes bajo el sistema de gremios artesanales. La modificación en la alta edad media
de los puntos de vista de la iglesia acerca de la actividad comercial se puede advertir en los
escritos de Santo Tomas de Aquino a mitad del siglo XIII. Aunque en su juicio el
intercambio de bienes era degradante y un mal necesario, vio que el desarrollo comercial en
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ese tiempo tenía un importante papel social. Estableció el concepto de precio justo y el de
márgenes de utilidad razonables, obtenidos en el proceso de comercio como una retribución
para la labor del mercader. Su opinión de que debía haber un precio justo determinado por
el mercado, fue una de las concesiones principales que hizo a las actividades comerciales.
A pesar de la disminución de las regulaciones de la Iglesia sobre las actividades
mercantiles, la opinión dominante durante el período medieval fue que el intercambio y el
comercio se toleraban como males necesarios,
El feudalismo es el modo de producción característico de la Edad Media europea.
Su importancia radica en que constituye la estructura económica de la que nacerá el sistema
hoy predominante en la mayor parte del mundo: el capitalismo
En Europa, el modo de producción anterior, el esclavista romano, es roto por las
invasiones de los bárbaros una vez que sus contradicciones internas lo han debilitado en su
raíz. No solamente los bárbaros germanos realizan la obra destructiva del imperio, también
lo hacen los árabes. El rompimiento del mundo mediterráneo y de su comercio se ve
completado por las conquistas árabes, que cierran este importante mar a la navegación de
los europeos, y por los ataques de los bárbaros normandos, que refuerzan la misma
tendencia a la “continentalización”, a la renuncia forzada al mar y, con ello a la
paralización casi total del comercio y de los contactos a larga distancia con otras
civilizaciones como la india y la china.
Conquista, destrucción y cierre de las rutas comerciales producen en Europa un
resultado común por dos vías. Desde las clases altas se reparte el mundo antiguo en
parcelas, como feudos encargados por los reyes conquistadores a sus leales capitanes.
Desde las clases bajas, se agrupan los campesinos alrededor de su señor que los puede
proteger. Las escasas relaciones comerciales permiten la consolidación de un poder
sumamente disperso, con una ausencia casi total de gobierno central.
El Imperio romano se derrumbo bajó el embate doble de Bárbaros y Musulmanes.
La conquista del Imperio Romano aceleró la desintegración del régimen esclavista entre las
tribus conquistadoras, quienes poseían un régimen comunal en extinción al momento de la
conquista. En la vida social de estas tribus tenía gran importancia la comunidad rural. Sobre
las ruinas del Imperio romano se levantaron varios Estados nuevos, gobernados por reyes y
jefes guerreros. Estos Estados distribuían las tierras conquistadas entre personas allegadas a
la corona y gentes de armas, quienes a cambio de ello se comprometían a servir bajo su
mando en la guerra o en el trabajo. Enorme extensiones de tierra fueron entregadas a la
Iglesia, importante sostén del poder real. Las tierras asignadas en estas condiciones se
llamaban feudos y los campesinos antes libres, que perdieron sus tierras y cayeron bajo la
dependencia personal de los señores feudales, siervos de la gleba. Mucho tiempo
transcurrió para que los antiguos esclavos, los colonos y los campesinos libres se
convirtieran todos ellos en una masa única de siervos y se cumpliera la máxima medieval
de no existe tierra sin señor.
El guardián de toda la estructura es la iglesia. Ella presta a la sociedad la sanción
divina, al pretender que todo se debe a la voluntad de Dios. El sistema se expresa, en la
educación, en el migister dixi, el maestro lo dijo. La organización de la iglesia, que tiene a
su cargo la mayor parte de la educación, es jerárquica, paralela a la jerarquía feudal.
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La sociedad feudal se dividió en dos clases fundamentales: los señores feudales y

los siervos de la gleba. La subordinación de clases formaba una pirámide en donde el
señor feudal más poderoso, a cambio de su protección, exigía vasallaje a otros señores
menos poderosos, y éstos a su vez a los señores más pequeños. En la base de la pirámide se
encontraban los campesinos o siervos de la gleba. Como clase dominante, los grandes
señores terratenientes dominaban el Estado y disfrutaban de los privilegios reservados a la
nobleza. El clero figuraba también entre los más grandes terratenientes. En las ciudades
emancipadas del yugo feudal, en los últimos tiempos de la época feudal, el poder se
concentraba en manos de vecinos ricos, de los comerciantes, los usureros, los propietarios
de tierras en la ciudad y de los grandes dueños de casas. Los maestros artesanos agremiados
luchaban a menudo contra las capas altas, los oficiales y aprendices contra los maestros;
pero la contradicción de clase fundamental de la sociedad feudal es la que mediaba entre
los señores feudales y los siervos de la gleba.
En los últimos tiempos de la época feudal, la población urbana estaba ya muy
escindida. Los gremios eran la forma feudal de organización de los oficios en la ciudad. En
los primeros tiempos de su existencia contribuyeron a fortalecer y desarrollar los oficios
pero a medida que se fue ensanchando la producción mercantil, los gremios se convirtieron
en una traba para el desarrollo de las fuerzas productivas. La severa reglamentación de la
producción artesanal por parte de los gremios frenaba las iniciativas de los artesanos y el
desarrollo de nuevas técnicas. Los gremios agrupaban a los maestros artesanos que
trabajaban en un determinado oficio; bajo la dirección de cada maestro existía un número
pequeño de oficiales y aprendices. El gremio era el encargado de establecer los detalles del
proceso de producción, la calidad de las materias primas y del producto acabado, el precio
de venta, etc. Al lado de los gremios aparecen las corporaciones de los comerciantes. La
función principal de ellas era combatir la competencia de los mercaderes intrusos, velar por
las ordenanzas de pesos y medidas y defender los derechos de los mercaderes contra los
abusos de los señores feudales.
El feudalismo fue una etapa necesaria en el desarrollo histórico de la sociedad. La
esclavitud agotó sus posibilidades de desarrollo como sistema. Las fuerzas productivas de
la sociedad sólo podían continuar progresando bajo unas nuevas relaciones de producción
donde la masa de campesinos, ahora vasallos, poseedores de sus tierras y de algunos
instrumentos de producción, estaban más interesados en el resultado de su trabajo que el
esclavo.
En la época del feudalismo predomina de nuevo la economía rural en oposición a la
economía de cambio de la gran ciudad esclavista. Durante mucho tiempo los aperos
agrícolas fueron el arado primitivo con reja de hierro, la hoz, la guadaña y la azada. Para
moler el trigo se empleó el molino de mano y mucho tiempo hubo de transcurrir para
conocer los molinos de viento y agua.
La característica distintiva del régimen feudal es la explotación del trabajo del
siervo de parte de los señores feudales. La dominación de éstos se basaba en la gran
propiedad feudal sobre la tierra y en la sujeción personal del siervo, campesino sojuzgado
pero no esclavo, al señor feudal. La mayor parte de la tierra pertenecía al señor, la otra era
entregada a los campesinos en disfrute, en condiciones muy gravosas. El lote de tierra
entregado al campesino aseguraba al señor la mano de obra necesaria. El tiempo de trabajo
del siervo de la gleba se dividía en dos partes: el tiempo de trabajo necesario y el tiempo de
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trabajo adicional. En el tiempo de trabajo necesario el campesino produce los bienes para
su sustento individual y familiar. En el tiempo adicional rendía el plus producto, creado en
la hacienda del señor o en su parcela, suficiente para pagar la renta de la tierra. Bajo el
feudalismo existían tres formas de rentas del suelo: la renta en trabajo, la renta en especie
y la renta en dinero. La renta en trabajo predominó al inicio del régimen y la renta en
dinero al final. El sistema de prestación personal hacía que el siervo de la gleba sólo tuviese
interés en elevar la productividad de su trabajo mientras trabajaba en su propia tierra. Bajo
el sistema de renta en especie el campesino distribuía su trabajo, tanto el necesario como el
adicional, como lo considerara conveniente; esto estimulaba hasta cierto punto la
productividad del trabajo. Cuando el cambio había adquirido un desarrollo bastante amplio,
al final del feudalismo, se extendió cada vez más la renta en dinero.
Cada feudo, del que formaban parte la hacienda del señor y las aldeas, estaba basado
en la economía natural. Las necesidades la satisfacían los productos aportados por la
hacienda y las parcelas entregadas en disfrute a los campesinos. El feudo formaba una
unidad económica cerrada, autosuficiente, donde se combinaba la agricultura y la industria
domestica como ocupación accesoria. Los contados productos que no era posible prescindir
de ellos, como la sal o los artículos de hierro, los suministraban en los primeros tiempos los
mercaderes ambulantes. Más tarde, con el crecimiento de las ciudades medievales y el
desarrollo de la producción artesanal dentro de ellas, el intercambio más amplio entre la
ciudad y el campo originó la decadencia de la unidad económica cerrada. Las grandes
ciudades habían nacido bajo el régimen esclavista, pero su desintegración originó la ruina
de muchas ciudades. Con el desmoronamiento del régimen feudal, las ciudades como
centro de gravitación de la actividad económica, toman un nuevo impulso y aliento. Con el
tiempo los oficios en la ciudad fueron haciéndose cada vez más lucrativo y los productos de
mejor calidad. Los terratenientes feudales comenzaron a comprar los productos artesanales
en la ciudad, pues ya no le satisfacían los artículos suministrados por sus propios siervos.
La ciudad pasó a ser centro de producción de mercancías, a diferencia de la aldea,
donde continuaba imperando la economía rural. Ya en el siglo X, y sobre todo en los siglos
XI y XII, las ciudades, antes pequeños centros de mercaderes o, a veces, residencias de
gobiernos locales, se han convertidos en núcleos de población con gran fuerza, con una
organización interna distinta a la feudal. A partir del siglo XIII, coexiste un activo
mercantilismo, cuyo centro esta es la ciudad, con una estructura feudal en el campo.
En síntesis, durante la Edad Media hay un franco predomino del aspecto feudal en la
sociedad, aunque las ciudades, en muchas partes, tienen connotada importancia. Durante la
Edad Moderna, que abarca aproximadamente del siglo XV al siglo XVIII, hay cierto
equilibrio entre el elemento rural y el ciudadano. Las ciudades, cuyos habitantes tienen
interés en superar la dispersión feudal, son aliados de las monarquías para establecer el
absolutismo. En el siglo XVI, con los grandes descubrimientos, la nobleza y el señorío han
dado paso al capitalismo Comercial y Reglamentario.
La ley económica fundamental del régimen feudal:
¿Cuál es el móvil de la sociedad feudal y que medios emplea para lograrlos?
La ley económica fundamental del régimen feudal puede definirse como la
obtención del plus producto por los señores feudales, en forma de renta feudal de la
tierra, mediante la explotación de los campesinos vasallos.