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El sistema jurídico según la sociología

La sociología es la ciencia que estudia los fenómenos socioculturales que surgen


de la interacción entre los individuos y entre los individuos y su medio. Por sistema
jurídico se entiende el conjunto de normas jurídicas, actitudes e ideologías
vigentes en un país sobre lo que es el Derecho, su función en la sociedad y la
manera en que se crea o debería crearse, aplicarse, comprenderse,
perfeccionarse, enseñarse y estudiarse.

El sistema jurídico es la serie de normativas de tipo objetivo que tienen vigencia en


un lugar y en un momento determinado. El sistema jurídico es regido por el Estado
con la finalidad de favorecer la convivencia y de fijar pautas para la regulación de
la conducta de las personas. Un enfoque sociológico propio comprende, pues, el
desarrollo de teorías sistemáticas (con sus paradigmas interpretativos) y de
problemas sobre aspectos concretos de la vida social; dimensión teórica y
dimensión empírica, macrosociología y microsociología.

El elemento sobre el cual trabaja la sociología es el fenómeno jurídico, el sistema


jurídico lo concibe la Sociología como el conjunto de tales fenómenos. El sistema
jurídico es el campo, a la vez espacial y temporal, en el que se producen los
fenómenos del derecho.

Desde este punto de vista y como conjunto de reglas, el Derecho se presenta en


un primer nivel como un proceso de determinación de responsabilidades por
conductas socialmente consecuenciales (al dividir las acciones sociales en
obligatorias, permisibles o prohibidas); en un segundo nivel como un proceso
organizador de resolución de conflictos privados; y en un tercer nivel, en gran
medida por la creación de derechos y deberes, el Derecho es examinado como un
sistema de distribución de bienestar en la sociedad (tales como riqueza, status y
poder).

Es de ahí que el objeto de la sociología es el de hacer observable para los


elementos jurídicos los aspectos sociales que determinan la juridicidad de los
actos. Se infiere con esto que entre los individuos regidos por normas legales
existen elementos que antes de la sociología no eran apreciados para determinar
la juricidad de ciertos actos cuando estos aparecían y que solo eran apreciados
desde el punto de vista de los elementos legales y no desde los aspectos sociales
que siendo este un elemento también presente dentro de la concurrencia de
elementos, como por ejemplo, delictivos.

La sociología dentro del sistema jurídico viene a darle solución de conflictos


sociales implica hacer un estudio de los elementos sociales que están previos al
delito, esto es, observar los aspectos individuales que ocasionan ciertas
reacciones sociales bien de forma individual como de forma colectiva. La
sociología les permite a los operadores de justicia como árbitros dentro de la
resolución de los conflictos sociales, tener una visión más amplia de cuales son
podrían ser las causas del conflicto que debe ser resuelto por las normas legales.

La sociología estudia en términos generales la realidad social del derecho,


analizando la disposición y el funcionamiento de los factores que intervienen en su
gestación y su evolución. Las normas del derecho sociológico se encuentran
conectadas a la realidad social, se presentan de la realidad colectiva y su
propósito es ordenar la realidad social. También investiga los fundamentos del
proceso de gestación y desarrollo social del derecho.

Fenómenos categóricos

Fenómenos categóricos es cuando el orden jurídico coexiste con el derecho del


Estado y forma con este una categoría de contornos definidos y posee los rasgos
indudables de un derecho positivo. El derecho positivo, fundamentalmente, al
corpus escrito de las leyes, es decir, al conjunto de normas jurídicas establecidas
por un órgano legislativo y recopilado en una Constitución Nacional o código de
normas (no solo las leyes, sino todo tipo de norma jurídica).

El orden jurídico se compone tanto de normas de justicia natural como de normas


de derecho positivo o civil; e incluso de normas que son en parte naturales y en
parte convencionales, por ejemplo: en la norma que atribuye una sanción al
homicidio, se distingue claramente un trasfondo natural, cual es el reconocimiento
de la maldad del acto de matar injustamente, y un elemento convencional, por el
que el legislador particular establece una serie de especificaciones al precepto
natural que prohíbe el homicidio, convirtiéndolo en un "el que mate a otro será
castigado con tales penas en tales circunstancias.

En estos casos la descentralización en favor de las unidades político-


administrativas del Estado, si bien prometida por el contexto del modelo del
Estado Constitucional, no deja margen a relación relevante alguna entre
ordenamientos en el plano interno, dada la prevalencia del principio de jerarquía.
Es decir, hay un mandato general por parte del Estado que obstaculiza la
delegación de competencias a las unidades político-administrativas internas para
la creación o expansión de ordenamientos propios en el ámbito de una autonomía
delimitada constitucionalmente, no habiendo en ninguna hipótesis,
descentralización de competencias legislativas.

Dentro de un Estado debe existir un soberano indivisible, esto es, un solo individuo
o grupo de individuos con poder creador de derecho y fuente única del poder
político que garantice la cohesión y el carácter unitario de la nación. Además, las
normas jurídicas expedidas por este soberano deben tener un carácter general y
abstracto y deben constituir un sistema claramente estratificado y coherente.

Para Locke, el estado de naturaleza es un estado de libertad perfecta, esto es, un


espacio en donde el individuo guía su conducta de acuerdo con lo ordenado por la
ley natural. En el estado de naturaleza los seres humanos no tienen libertad
absoluta. La libertad se ejerce, y se debe ejercer, dentro de los límites impuestos
por la ley natural. Sin embargo, en este estado de naturaleza existen tres
problemas que hacen necesario el paso al estado civil a través de un contrato
social.

La sociedad política surge entonces para eliminar la falta de claridad y precisión


de la ley (que permite que ésta tenga muy variadas interpretaciones y por tanto
diversos legisladores), así como para eliminar la multiplicidad de personas
legitimadas para ejecutar el derecho y a usarlo para resolver los conflictos
sociales.

Fenómenos difusos

Los Fenómeno difusos es cuando las órdenes jurídicas provocan un nivel de


indefensión que provocan dificultades para referirse a disposiciones precisas. Las
consecuencias de la indefensión pueden suponer la imposibilidad de hacer valer
un derecho o la alteración injustificada de la igualdad de medios entre las partes,
otorgando a una de ellas ventajas procesales arbitrarias.

Los datos que afectan al sistema jurídico, los factores jurídicos, se encuentran
claramente identificados. El modelo de organización política nacido de la
Revolución Francesa situó la garantía de la seguridad jurídica en el principio de
legalidad. La Ley, como expresión de la voluntad general, no encontraba otros
límites que el respeto a los derechos inviolables del ciudadano, concretados en la
libertad y la propiedad. Sobre esa base, el juez era independiente para quedar
exclusivamente sometido al imperio de la ley, a la voluntad del legislador.

El nuevo orden jurídico se construye sobre estos pilares ideológicos, lo cual le


otorga sus características externas más clásicas: sus normas tendrán un origen
fundamentalmente estatal; estas serán generales, abstractas y permanentes;
siendo un conjunto acotado de preceptos, lo cual garantizará su unidad formal u
homogeneidad.

La estructura normativa clara y sencilla del Estado liberal (o Estado legislativo de


Derecho), se ve alterada por los profundos cambios económicos y sociales que se
experimentan en el último tercio del siglo XIX, los cuales comienzan a socavar las
bases jurídicas del liberalismo a través de una legislación más pródiga,
contingente y fragmentada, unido a un rol más activo del poder ejecutivo.

El Estado asume como principal línea de conducta la eficacia de su acción,


aspirando a modificar y conformar unas estructuras sociales y económicas de gran
poder, tratando de garantizar prestaciones sociales mínimas y tender a una
efectiva igualdad social. Para tal efecto, deberá hacer uso de diversos
instrumentos, uno de los cuáles serán las normas positivas, las cuales pasan a
constituir una de las principales herramientas del poder político para instaurar este
nuevo orden.

La idea misma de una legalidad cuyo referente exclusivo sea la ley nacional
meramente formal es un concepto reevaluado intelectualmente, aunque quizá aún
muy enquistado en la práctica judicial. A partir de la vigencia del principio de
legalidad de vieja data se renueva con implicaciones originales. Puede decirse que
el alcance de la clásica función de contención de este principio adquiere nuevos
matices a la luz de las obligaciones del Estado, en calidad de garante de los
derechos humanos y promotor especial de los derechos económicos, sociales y
culturales.

Los efectos de este análisis resultan muy variados y merecen un estudio propio
que desborda el objeto del presente escrito; sin embargo, vale la pena anotar que
en el Estado moderno, la ley como instrumento del orden público no sólo cumple
un papel de cortapisa, sino también de canal facilitador de una gestión eficaz en la
tarea de promover y elevar la calidad de vida de los ciudadanos. Desde este
ángulo, podría decirse que el principio de legalidad no tiene ya tanto una
connotación negativa sino más bien positiva.

La importancia que tiene esta noción de derecho común radica en la función que
cumple y ha cumplido dentro del sistema jurídico al permitir la adecuación de la
normativa vigente. En efecto, permite adaptarlo a los distintos requerimientos
sociales y económicos desde su interior al cumplir una función que va más allá del
papel supletorio que tradicionalmente se le ha otorgado a aquello que se significa
con la noción derecho común, ya que permite proporcionar soluciones coherentes
por la vía de la integración, reduciendo y delimitando cuáles son las alternativas
jurídicamente posibles y tolerables al interior del sistema jurídico.

Concebido en estos términos permite, por su flexibilidad, proporcionar una


solución adecuada al órgano encargado de las operaciones de aplicación del
derecho, que se adapte a las condiciones sociales, políticas y económicas
imperantes en un momento dado, sin necesidad de acudir a constantes reformas
legislativas, velando y tutelando por la coherencia interna del sistema jurídico.

Kelsen distinguió entre órdenes y sistemas jurídicos señalando que los primeros
tenían como característica ser consistentes; en el orden jurídico el caos se
convierte en cosmos y “la multiplicidad de normas jurídicas generales e
individuales producidas por los órganos jurídicos… se convierte en un sistema
unitario y consistente”.

Kelsen joven señaló que “dos normas que por su significación son contradictorias
y que, por ende, se excluyen recíprocamente desde el punto de vista lógico, no
pueden ser consideradas a un mismo tiempo como válidas”, posteriormente
señaló que dentro de un mismo sistema legal “no se puede dudar de que existan
conflictos entre normas”, y que la única forma de solucionar dicho conflicto es
mediante principios del derecho positivo, no de lógica.

Opinión personal

No cualquier persona interesada en relaciones sociales, es considerada sociólogo.


Sociólogo es alguien que ha obtenido estudios superiores de sociología y labora
en ese campo. La sociología es el estudio científico de la vida social humana.

Los tenemos de la sociología son aspectos relevantes para el estudio y aplicación


del derecho debido a que los mismos subyacen en la necesidad establecer los
diferentes modos de análisis de las épocas más relevantes acerca del análisis y
aplicación del estudio del derecho.

Estos fenómenos sociológicos sirven para que la investigación mejore y sea más
amplia. Estos métodos implican en primer lugar la fijación de un objetivo, por tanto,
dentro de la diversidad existe el propósito de describir un fenómeno y la búsqueda
de respuestas y explicaciones que lo atañen.

La sociología es una ciencia social que estudia, describe y analiza los procesos de
la vida en la sociedad; busca comprender las relaciones de los hechos sociales
por medio de la historia; mediante el empleo de métodos de investigación, quiere
saber dónde están los problemas en la sociedad y sus relaciones con los
individuos. Compara a la sociedad con la cultura y la política.

Los fenómenos de la Sociología son los mismos que los de la ciencia en general.
Por eso opino que aun cuando lo discutan quienes no conceden carácter científico
a la investigación social, comparte con aquélla las siguientes notas: abstracción,
generalización, observación experimental, facticidad o neutralismo ético y
objetividad tal y como se ha establecido en los diferentes procesos de
investigación.

En consecuencia estos fenómenos consisten en el conjunto de procedimientos


mediante los cuales el investigador o sociólogo en este caso, establece
generalizaciones causales coordinando las técnicas de observación, inferencia y
comprobación que dan como resultado la percepción fáctica del derecho.

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