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UNIVERSIDAD CATÓLICA LOS ÁNGELES DE CHIMBOTE

Escuela profesional de ingeniería civil

CAMINOS

EJECUCION DE UNA
CARRETERA

GRUPO 2

2020

2
INDICE

1.- ESTABILIZACION DE LOS SUELOS


1.1 REQUISITOS DE LA ESTABILIZACION

1.2 TIPOS

2.- COMPACTACION
2.1 CARACTERISTICAS DE LA COMPACTACION.
2.2 TEORIA DE LA COMPACTACION.
2.3 OBJETIVOS DE LA COMPACTACION.
2.4 PROCESO DE COMPACTACION EN CAMPO

2.4.1 CLASIFICACION DE LA MAQUINARIA DE COMPACTACION.

2.4.1.1 MAQUINAS QUE COMPACTAR POR PRESION ESTATICA

2.4.1.2 MAQUINAS QUE COMPACTAN POR IMPACTO

2.4.1.3 MAQUINAS QUE COMPACTAN POR


VIBRACION 3.- PROPOSITOS Y METODOS DE LA COMPACTACION DE
SUELOS.

4.- COMPACTACION DE SUELOS NO COHESIVOS.


5.- COMPACTACION DE SUELOS ARENOSOS O LIMOSOS CON COHESION MODERADA.
6.- CURVA DE COMPACTACION Y SATURACION TOTAL.
7.- COMPACTACION DE ARCILLAS.
8.- COMPACTACION DE MASAS NATURALES DE SUELOS Y TERRAPLENES
EXISTENTES.
8.1 PRINCIPALES TIPOS DE TERRAPLENES.
9.- CONTROL DE COMPACTACION
10.- CAPACIDAD DE SOPORTE DE LOS SUELO (C. B. R.)
11. RECOMENDACIONES
12. CONCLUSIONES.
13. REFERENCIAS BIBLIOGRAFIA

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INTRODUCCION
Caminos, es una ciencia y un arte puesto que una carretera debe de estar bien proyectada, tiene que
poseer tanto armonía interna como externa, es decir, que los automovilistas deben de tener una visión
clara del paisaje y principalmente transitar en una forma segura y expedita. La selección del tipo de
camino debe ser bien considerada con todas las partes involucradas, estos requerimientos demandan
algo semejante a la visión y a la imaginación de un artista que pueda visualizar aspectos
tridimensionales de las varias combinaciones de curvas horizontales y verticales, de cortes que se
funden con los rellenos y de taludes que estén acordes con el terreno.

La carretera es en primer lugar un medio de transporte que se debe construir para resistir y permitir
en forma adecuada el paso de vehículos, para lograr este objetivo, el diseño debe adoptar ciertos
criterios de resistencia seguridad y uniformidad. La mayor parte de estos criterios requieren de años
de experiencia junto con otras investigaciones que se realizan frecuentemente.

Existen en la ingeniería de carreteras métodos en donde se han establecido fórmulas, las cuales están
sujetas a interpretaciones y criterios ya que las carreteras están ligadas íntimamente con la superficie
terrestre la cual raras veces se puede adaptar a conceptos matemáticos.

Autores
GRUPO 2
Chimbote - Perú
2020
1. ESTABILIZACION DE SUELOS.-
El proceso por el cual se mejora el suelo para que pueda alcanzar los requisitos fijados se llama
estabilización de suelos. En su más amplio sentido, la estabilización incluye la compactación, el
drenaje, la pre-consolidación y la protección de la superficie contra la erosión y la infiltración de
la humedad; sin embargo, al término estabilización se le va restringiendo gradualmente su
alcance a un solo aspecto al mejoramiento del suelo: la modificación del propio material del
suelo.
1.1. REQUISITOS DE LA ESTABILIZACIÓN.-
El modo de modificar y el grado de modificación necesarios dependen del carácter del suelo y de
sus deficiencias. Si el suelo no es cohesivo, esto se puede lograr dándole cohesión por medio de
un agente sementado o liante. Si es cohesivo se puede aumentar su resistencia haciendo el suelo
resistente a la humedad alterando la película de agua absorbida, aumentando la cohesión con un
agente sementador y aumentando la fricción interna.
La inmunidad a la retracción y la expansión se pueden lograr sementando, modificando la
capacidad del mineral arcilloso para la absorción de agua haciendo el suelo resistente a los
cambios de humedad. La permeabilidad se puede reducir llenando los poros con un material
impermeable o modificando la estructura del mineral de arcilla y el agua absorbida para impedir
la floculación. Se puede aumentar la permeabilidad quitando los granos finos o creando una
estructura conglomerada.

Un agente estabilizador satisfactorio debe proporcionar las cualidades requeridas y además debe
satisfacer las condiciones siguientes: 1.- Debe ser compatible con el material del suelo; 2.- Debe
ser permanente; 3.- Debe ser fácil de manejar y preparar; 4.- Debe tener bajo costo. Ningún
material llena todos los requisitos y la mayoría son deficientes en la última condición, el costo.
Los principales métodos y materiales son:

- Aditivos para retener la humedad.

- Aditivos resistentes a la humedad.

- Cementación.

- Congelación.

- Relleno de los poros.

- Alteraciones físico químicas: Estabilización química.


1.2. TIPOS DE ESTABILIZACION:
ESTABILIZACION SUELO CEMENTO.-

En esta estabilización se emplea cemento Portland para formar una mezcla como concreto en el
propio lugar; en esta mezcla el suelo es el árido. Este tipo de estabilización ha tenido mucho
éxito en la construcción de pavimentos de bajo costo para tránsito ligero y como capas rígidas de
base para tránsito pesado.
En el suelo cemento modificado se emplea alrededor de 1/5 de la cantidad usual de cemento,
porque se produce un cemento puzolánico al reaccionar la cal con la sílice de la ceniza.
CEMENTACION CON ASFALTO.-

Los ligantes bituminosos se han usado para subrasante y pavimentos de bajo costo.

La estabilización asfáltica tiene su mayor uso en suelos arenosos con poca o ninguna arcilla.
CEMENTACION QUIMICA.-

La cementación química consiste en unir las particular del suelo con un agente cementante, que
se produce por una reacción química dentro del suelo. La reacción no incluye necesariamente las
partículas del suelo, aunque en la unión o ligazón si están implicadas las fuerzas intermoleculares
del suelo.
ESTABILIZACION MECANICA.-
Es el mejoramiento del suelo por el cambio de graduación. Consiste generalmente en mezclar
dos o más suelos naturales para tener un material compuesto que sea superior a cualquiera de sus
componentes; pero también incluye la adición de roca triturada o escoria o la tamización del
suelo para remover partículas de cierto tamaño.
ESTABILIZACION ELECTROQUIMICA.-

Implica un cambio de base producido por una corriente eléctrica. Los cationes de aluminio se
desprenden de un electrodo positivo de aluminio y emigran en el suelo, hacia el electrodo
negativo y en el curso de sus movimientos se efectúa el cambio de base. Al mismo tiempo el
drenaje electroósmosis hacia el electrodo negativo que tiene la forma de un poso.
2. COMPACTACION.-
Compactar es la operación previa, para aumentar la resistencia superficial de un terreno sobre el
cual deba construirse una carretera y otra obra. Aplicando una cantidad de energía la cual es
necesaria para producir una disminución apreciable del volumen de hueco del material utilizado.
2.1 COMPACTACION DEL SUELO

El suelo, como cualquier elemento natural, posee un equilibrio entre los diversos factores que lo
influyen. Un cambio de este equilibrio puede provocar una alteración física, química o biológica.
La compactación es la principal causa de alteración del suelo.
Hay dos situaciones con elevado riesgo de compactación: áreas con fuerte tránsito de vehículos y
personas, y áreas cercanas a lugares en construcción. Hay suelos con una tendencia más o menos
acentuada a la compactación, en función de la composición, estructura y contenido de humedad.
Las constructoras a menudo trabajan con maquinarias muy pesadas, sin delimitar la zona en la
que se encuentran y se plantarán árboles. Se desconocen cuál es la superficie que abarca el
aparato radical, así como, se ignoran los efectos derivados de la compactación y dificultad que se
encuentran para intentar resolverlo.
2.1. CARACTERISTICAS DE LA COMPACTACION DE LOS SUELOS.-
La compactación de los suelos se produce por la reorientación de las partículas o por la
distorsión de las partículas y sus capas absorbidas. En un suelo no cohesivo la compactación
ocurre mayormente por la reorientación de los granos para formar una estructura más densa. La
presión estática no es muy efectiva en este proceso porque los granos se acuñan unos contra
otros y resisten el movimiento.
Si los granos se pueden liberar momentáneamente, las presiones, aun las ligeras, son efectivas
para forzarlos a formar una distribución más compacta. El agua que fluye también reduce el
rozamiento entre las partículas y hace más fácil la compactación, sin embargo el agua en los
poros también impide que las partículas tomen una distribución más compacta. Por esta razón la
corriente de agua sólo se usa para ayudar a la compactación, cuando el suelo es de granos tan
gruesos que el agua abandona los poros o huecos rápidamente
En los suelos cohesivos la compactación se produce por la reorientación y por la distorsión de
los granos y sus capas absorbidas. Esto se logra por una fuerza que sea lo suficientemente grande
para vencer la resistencia de cohesión por las fuerzas entre las partículas.
Para lograr una compactación eficiente en los suelos no cohesivos se requiere una fuerza
moderada aplicada en una amplia área, o choque y vibración. La compactación eficiente en los
suelos cohesivos requiere presiones más altas para los suelos secos que para los húmedos, pero el
tamaño del área cargada no es crítico. La eficiencia se mejora aumentando la presión durante la
compactación a medida que el peso específico y la resistencia aumentan.

2.2. TEORÍA DE LA COMPACTACIÓN.-


Desde tiempos pre-históricos los constructores han reconocido el valor de la compactación del
suelo para producir masas fuertes, libres de asentamiento y resistentes al agua. Por más de 2000
años la tierra ha sido aprisionada con maderos pesados, por las pisadas del ganado o compactada
por cilindros o rodillos, pero el costo de este trabajo bruto era mayor, en muchos casos, que el
valor de la compactación. Por otro lado, si la tierra se descarga meramente en el lugar, y no se
compacta, frecuentemente falla por efecto de las cargas y continúa asentándose por décadas. Fue
R. R. Proctor quien indicó el camino de la compactación efectiva a bajo costo.
La compactación o reducción de la relación de vacíos se produce de varias maneras:
reordenación de las partículas, fractura de los granos o de las ligaduras entre ellos seguida por
reordenación y la flexión o distorsión de las partículas y sus capas absorbidas. La energía que se
gasta en este proceso es suministrada por el esfuerzo de compactación de la máquina de
compactar. La eficacia de la energía gastada depende del tipo de partículas que componen el
suelo y de la manera como se aplica el esfuerzo de compactación.

2.3. OBJETIVOS DE LA COMPACTACION.-


Las obras hechas con tierra, ya sea un relleno para una carretera, un terraplén para una presa, un
soporte de una edificación o la subrasante de un pavimento, debe llenar ciertos requisitos:
1) Debe tener suficiente resistencia para soportar con seguridad su propio peso y el de
la estructura o las cargas de las ruedas.
2) No debe asentarse o deformarse tanto, por efecto de la carga, que se dañe el suelo o la
estructura que soporta.
3) N o debe ni retraerse ni expandirse excesivamente.

4) Debe conservar siempre su resistencia e incompresibilidad.

5) Debe tener la permeabilidad apropiada o las características de drenaje para su función.

2.4. PROCESO DE COMPACTACION EN CAMPO.-


La compactación se define como un proceso mecánico mediante el cual se logra la densificación
del suelo al reducirse los espacios vacíos por la expulsión de parte del aire contenido en ellos a
través de la aplicación de una determinada carga. No todo el aire puede ser expulsado durante
este proceso por lo que el suelo se considera parcialmente saturado. Este proceso, para obtener
un mejor resultado, implica el uso de las distintas que se nombran a continuación:

2.4.1. CLASIFICACION DE LAS MAQUINAS DE COMPACTACION.-


Tras estas ideas generales sobre compactaci6n, voy a pasar ahora a clasificar las maquinas
compactadoras según sus diferentes principios de trabajo:
1.- Por presión estática.

2.- Por impacto.

3.- Por vibración.


Las primeras trabajan fundamentalmente mediante una elevada presión estática que debido a la
fricción interna de los suelos, tienen un efecto de compactaci6n limitado, sobre todo en
terrenos granulares donde un aumento de la presión normal repercute en el aumento de las
fuerzas de fricción internas, efectuándose únicamente un encantamiento de los gruesos.
Las segundas, de impacto, trabajan únicamente según el principio de que un cuerpo que choca
contra una superficie, produce una onda de presión que se propaga hasta una mayor profundidad
de acción que una presión estática, comunicando a su vez a las partículas una energía oscilatoria
que produce un movimiento de las mismas.
Las ultimas, o sea, las de vibraci6n, trabajan mediante una rápida sucesión de impactos contra la
superficie del terreno, propagando hacia abajo trenes de ondas, de presión que producen en las
partículas movimientos oscilatorios, eliminando la fricción interna de las mismas que se acoplan
entre si fácilmente y alcanzan densidades elevadas. Es pues, un efecto de ordenación en que los
granos más pequeños rellenan los huecos que quedan entre los mayores. Por lo tanto, ya vemos
que según sea el material, capaz de ser ordenado o no, este sistema de compactación por
vibración, será más o menos efectivo.
Según propia experiencia y a titulo orientativo voy a ir hablando a continuación de los diversos
tipos de máquinas, con expresión más o menos concreta de los trabajos de compactación que a
cada una de ellas se les debe encomendar.
2.4.1.1. MAQUINAS QUE COMPACTAN POR PRESION ESTATICA:
—Apisonadoras clásicas de rodillos lisos.

—Rodillos patas de cabra.

—Compactadores de ruedas neumáticas.

APISONADORAS CLASICAS DE RODILLOS LISOS.-


En estas apisonadoras la característica más importante es la preside que ejercen sobre el terreno.
Se considera un área de contacto en función del diámetro de los rodillos, peso de la máquina
tipo de suelo, a través del cual se transmite la preside estática.

Estas máquinas, aunque muy empleadas, la verdad es que su efecto de compactación alcanza
muy poca profundidad en suelos coherentes. En los no coherentes, causan desgarros en la
superficie, transversales a la dirección de la marcha, destruyendo de esta manera parte de su
propio trabajo. Sin embargo son útiles pare el planchado, de macadam y sellado de superficies
regadas con emulsiones asfálticas. Su utilización máxima la tienen hoy día en las primeras
pasadas de compactación de aglomerados asfálticos.
Nosotros hemos combinado los triciclos de 16 Tm. con los tamaños de 10 Tm. siendo suficientes
para compactar con cuatro a seis pasadas capes de 1~9 centímetros. Para que no se adhiera la
mezcla asfáltica van provistas de depósitos de agua que mojan constantemente los rodillos.
La pericia del maquinista es muy importante, sobre todo, pare borrar sus propias huellas y no
enrollar, el material delante de los rodillos, para lo cual hay que esperar a que la mezcla se enfríe
algo y alcance la temperatura adecuada. RODILLOS DE PATAS DE CABRA.
Estos Compactadores concentran su peso sobre la pequeña superficie de las puntas troncos
cónicos solidarios al rodillo, ejerciendo por lo tanto unas presiones estáticas muy grandes en los
puntos en que las mencionadas partes penetran en el suelo. Conforme se van dando pasadas y el
material se compacta, dichas partes profundizan cada vez menos en el terreno, llegando un
momento en que no se aprecia mejora alguna, pues la superficie, en una profundidad de unos 6
centímetros siempre quedara distorsionada. Al pasar la maquina sobre la nueva tongada de
material se compacta perfectamente esa superficie distorsionada de la capa anterior.
Este tipo de compactador trabaja bien con suelos coherentes, sin piedras, en capes de 20 cm. Con
humedad adecuada, se consiguen resultados satisfactorios en unas 8/10 pasadas. Debido a su alta
preside especifica (15/30 kg/cm2) y a los efectos de amasado que producen las partes, compactan
bien los suelos altamente plásticos, con poco contenido de agua e incluso pobres de aire y de
vacíos.
Como se trata de una maquina muy sencilla y robusta, el rendimiento que se obtiene es
francamente bueno.
Los pesos de estos Compactadores utilizados por nosotros oscilan entre 1.000 y 8.000 kg.,
pudiendo acoplarse en paralelo o en también varias unidades pare obtener mejores rendimientos.
Existen varios tipos de compactador fundados en el mismo principio, con los que se consiguen
también presiones específicas altas, con modificar las superficies de contacto tales como rejas,
trenes de ruedas pequeñas, etc.
COMPACTADORES CON RUEDAS NEUMATICAS.-
Estas máquinas trabajan principalmente por el efecto de la presión estática que producen debido
a su peso, pero hay un segundo efecto, debido al modo de transmitir esta preside por los
neumáticos que tiene singular importancia. Las superficies de contacto de un neumático
dependen de la carga que soporte y de la preside a que este inflado, pero la presión que transmite
al suelo el neumático a través de la superficie elíptica de contacto no es uniforme. Por lo tanto y
pare simplificar el problema se emplea el termino <<presión media>> de contacto que se obtiene
dividiendo la carga sobre cada rueda por la superficie de contacto. Estas superficies de contacto
se obtienen pare las diferentes presiones de inflado y cargas sobre rueda, marcando las huellas de
contacto sobre una placa de acero con el neumático en posición estática.
Es norma general esperar una presión del orden del 90 % de la preside en la superficie a
profundidades de 70 cm. y actuando en un ancho de unos 2/3 del ancho de la huella del
neumático. Esto obliga a las maquinas compactadoras de estos tipos a procurar un cierto solape
entre las huellas de los neumáticos delanteros y traseros.
Un compactador de neumáticos inflado a poca preside da unas superficies de contacto cóncavas
y en los bordes del neumático, en los que la cubierta recibe el apoyo estructural de los laterales
aparecen unas presiones horizontales adicionales que ayudan a l asentamiento de las partículas y
a su mezclado.
Los neumáticos pare Compactadores deben ser de banda de rodadura ancha y lisa y capaces de
ejercer una preside media de contacto entre 60 y 90 p.s.i. uniformemente sobre la superficie de
contacto ajustando lastre y preside de inflado.
COMPACTADORES CON RUEDAS NEUMATICAS AUTOPROPULSADAS.-
Equipados, generalmente, con dos ejes, con pesos normales entre 9 y 15 toneladas y con 8 hasta
13 neumáticos, son apropiados pare suelos coherentes de granulado fino y arenas y graves bien
graduadas. Los que conocemos por <<13 ruedas>>, son específicos para cerrar los aglomerados
asfálticos.
Son máquinas complicadas que exigen entretenimiento cuidadoso; la altura de tongadas suele
variar de 15 a 20 cm., y requieren 8/12 pasadas. Su velocidad de trabajo oscila sobre los 3 km.
/in.
COMPACTADORES CON RUEDAS NEUMATICAS REMOLCADOS.-
Por lo general poseen un solo eje y pocos neumáticos, con pesos de trabajo hasta de 200 Tm. Son
apropiados pare terrenos coherentes, margas, zahorras, etc., influyendo poco los grandes tamaños
de piedra. Estas máquinas son muy sencillas y no requieren más cuidado que el vigilar las
presiones de los neumáticos. Los grandes Compactadores de este tipo hay que arrastrarlos con
bulldozers de grandes potencies y por lo tanto requieren pare su buena utilización grandes áreas
de trabajo.
Hemos compactado bien zonas, algo cohesivas en capas de 30 a 40 cm. en 6 u 8 pasadas con un
compacto de 100 Tm., arrastrado por un D-8.
Naturalmente, que cualquier maquina o vehículo, en el sentido más amplio del concepto de
compactación, se puede considerar un compactador por presión estática, ya que su peso actuando
a través del área de contacto de sus elementos de soporte, produce una preside sobre el terreno y
como tal un efecto de consolidación.
En este sentido, las propias maquinas pare el movimiento de sierras ejecutan un trabajo de
compactación que en muchos caves puede ser importante.
Normalmente el material de relleno es transportado con equipos pesados, precisamente
circulando por encima de los propios terraplenes en ejecución. Estas máquinas transmiten cargas
considerables al terreno y en consecuencia actúan como Compactadores. Como esta máquina
suele ir equipada con ruedas neumáticas su efecto es similar al que produce los Compactadores
neumáticos. Sin embargo, cuando sin verter nuevas sierras hay puntos donde el tráfico del
transporte es elevado, se observan destrucciones más o menos profundas y localizadas Hemos
podido comprobar que estas destrucciones se producir de dos formas muy diferentes:
a) Cuando el terraplén que servía de camino estaba con poca humedad, la destrucción era
superficial, por un efecto de desgaste, con la consiguiente formaci6n de polvo y avance de la
destrucción de arriba hacia abajo, iniciándose la formaci6n de baches, lo que hacía aumentar
más, por el impacto, la velocidad de desgaste.
b) Si el terraplén, por el contrario, tenía exceso de humedad, antes de notarse exteriormente
ninguna señal de destrucción, cambiaba el color pasando a más húmedo. El paso de los vehículos
produzca una deformación elástica que cesaba una vez que había pasado la carga. Y el final era
la destrucción de zonas localizadas en una profundidad que, a veces llegaba a 25 6 30 cm.
Aparentemente la destrucción era simultánea en toda la altura. Este fenómeno que se produce
normalmente al circular camiones pesados sobre suelos coherentes y ligeramente coherentes,
llega a ser muy importante si las maquinas empleadas son traíllas rápidas con capacidades de
carga entre 8 y 10 m3. El repetido paso de las mismas produce una supercompactación
alcanzando la sierra su saturación. Al continuar la aplicación de estas cargas exteriores, el agua
busca su salida que normalmente resulta más fácil en sentido horizontal. Este movimiento
horizontal del agua intersticial, produce una exfoliación del terraplén en capes de pequeñísimo
espesor, que una vez iniciada su destrucción se disgregan rápidamente.
En la construcción de los terraplenes de la Base Aérea hispanoamericana de Valenzuela, en
Zaragoza, tuvimos este tipo de problema. La maquinaria empleada eran traíllas rápidas de 10
yardas cubicas y los terraplenes se formaban con unas zahorras calizas (caliches). Estas traíllas
alcanzaban velocidades superiores a los 80 km/in y con el repetido trasiego sobre zonas
determinadas, producían importantes deterioros que alcanzaban 30 y 40 cm. de profundidad. Este
problema se solucion6 escarificando casi constantemente la cape superior de las tongadas con
una motoniveladora ya que de este modo se favorecía la evaporación natural del agua intersticial
sobrante.
2.4.1.2. MAQUINAS QUE COMPACTAN POR IMPACTO.-
Vamos a considerar ahora algunas máquinas de compactación que trabajan según el principio de
impacto:
—Placas de caída libre.
— Pisones de explosión.

PLACAS DE CAIDA LIBRE.-


Se trata de unas places de hierro de superficie de contacto lisa de 0,5 m2, de forma rectangular y
con un peso que oscila entre las 2 y 3 Tm., las cuales se eleven mediante cables hasta una altura
de 1,5 a 2 m. sobre el suelo y se les deja caer libremente sobre el mismo. Para ello se necesita
una maquina adicional tal como una excavadora, grúa, etc.
La preside de contacto que produce la caída es muy alta y comprime en combinación con una
cierta sacudida hasta los suelos pesados, rocosos. Es únicamente en la compactación de roca
donde puede ser interesante.
PISONES DE EXPLOSION.-
Este tipo de maquina se levanta del suelo debido a la explosión de su motor, que por reacción
contra el mismo produce la suficiente fuerza ascendente pare elevar toda ella unos 20 cm. Al
caer ejerce un segundo efecto compactador dependiente de su peso y altura de elevación.
Estos pisones son muy apropiados pare suelos coherentes, aunque también den resultado con otra
clase de materiales. Son muy buenos pare la compactación de zanjas, bordes de terraplenes,
cimientos de edificios, etc. La habilidad del operador es decisivo en el rendimiento y calidad del
trabajo. Los pisones grandes, de 500 a 1.000 kg., 11egan a compactar incluso tongadas de unos
30 centímetros de espesor en 4 o 6 pasadas.

Estas máquinas, sin embargo, tienen un defecto grave y es el elevado número de horas de avería
por hora útil de trabajo.
2.4.1.3. MAQUINAS QUE COMPACTAN POR VIBRACION.-
—Placas vibrantes.
—Rodillos vibratorios.
Hoy día es quizá la maquina más utilizada. En los últimos años ha sido tal el número de tipos y
marcas disponibles en el mercado, que casi resulta materialmente imposible conocerlas todas. Se
han empleado en la compactación de toda clase de suelos sin distinción: bases granulares
artificiales, sub-bases naturales, suelo-cementos, rellenos rocosos, asfaltos, arcillas, arenas, etc.,
y naturalmente, el éxito ha sido variable.
Hay que considerar primordialmente los efectos de resonancia. Esta es función, por una parte, de
la composición o tipo del terreno, contenido de humedad del mismo, etc., y por otra, del propio
vibrador. Es decir, que lo importante es la adecuación de frecuencia de resonancia del suelo y de
la mesa del vibrador.
Hay un rango de resonancias suelo-vibrador pare las cuales el efecto de ordenación granular y en
consecuencia la compactación da mejores resultados.
Hace siete años, como la industria nacional no construía es te tipo de maquinaria y la
importación era dificultosa, tuvimos que ingeniarnos la pare construir rodillos vibratorios vitales
pare nuestras obras; las características principales de aquellos Bran: 3.000 kg. de peso propio,
remolcados y con transmisión de fuerza desde el tractor de arrastre.
Diversos ensayos efectuados con los prototipos en Zaragoza nos marcaron una serie de criterios
que después hemos visto confirmados en nuestras obras, trabajando no s6lo con nuestros
vibradores. Sino con los diversos tipos fabricados ya por las cases especializadas.
Vimos entonces que la amplitud y la frecuencia de la vibración influían grandemente en los
rendimientos. Para cada tipo de suelo y el mismo contenido de humedad, existían pare la misma
maquina unas amplitudes y frecuencias con las que se obtenían mejores resultados. En general,
observamos que material es con cierto contenido de arcilla compactaban mejor con frecuencias
bajas y amplitudes altas. También result6 claro que materiales granulares no cohesivos bien
graduados compactaban mucho mejor con frecuencias altas y amplitudes bajas. De estos hechos
sacamos la consecuencia de que en una buena maquina vibratoria debía de poderse modificar la
frecuencia y la amplitud de vibración de una manera fácil, al objeto de poder elegir en cada cave
a la vista de los materiales a compactar los valvismas idóneos. La variación de frecuencia
nosotros la conseguimos con una caja de cambios, que unida a la del tractor, variaba de 1.000 a
1.800 r.p.m. La velocidad de giro del eje excéntrico. Para variar la amplitud, aumentábamos o
disminuíamos los contrapesos excéntricos, así como también la preside de los neumáticos
soporte del eje excéntrico.
Otra característica que hay que tener en cuenta con las maquinas vibratorias es la de su peso
estético, ya que el efecto vibratorio sobre el suelo es función del peso estático de la máquina y
del movimiento vertical y horizontal. En el esquema de la página siguiente se ve claramente la
influencia de ambas fuerzas:
Sea P el peso estático del vibrador y F la fuerza dinámica generadora de la vibración. Al
comienzo de la I a vuelta de las mesas de vibración, las dos fuerzas P y F se suman produciendo
una fuerza aplicada sobre el terreno P + F. Al continuar girando las masas alcanzan una 2.a
posición, horizontal y paralela al suelo, de forma que la fuerza F tiende a impulsar el apisonado,
transmitiendo al terreno unas fuerzas horizontales muy importantes. En este cave la fuerza
vertical es igual a P. En la posición siguiente las masas están creando la fuerza F en oposici6n
vertical a P y la fuerza sobre el suelo será P-F. Como generalmente F > P. la fuerza real sobre el
suelo será cero, habiéndose elevado realmente la maquina sobre el mismo
COMPOSICIÓN DE FUERZAS EN UNA COMPACTACIÓN VIBRATORIA.-
La cuarta posición de las mesas, da un estado de fuerzas simétrico al de la 2.a y de similares
consecuencias. Cuando las mesas vuelven a la posición se obtiene un efecto claro de percusión
sobre el suelo con la fuerza P + F como resultante. Dependerá de la velocidad de traslación de la
maquina compactador el número de impactos por metro lineal de terreno recorrido. Por esta
razón resulta muy importante la velocidad de avance de los vibradores.

Hasta aquí no he hablado en absoluto del espesor de las tongadas más conveniente pare este tipo
de Compactadores. Nuestra experiencia de varios anos compacta do todo tipo de materiales con
diversas clases de máquinas vibratorias en diferentes obras, me permiten insinuar que el
problema del espesor de la tongada no depende sólo de la máquina y del material a compactar,
sino de las propias características técnicas y económicas de la obra. Es evidente que con un
compactador de 8 a 10 Tm. de peso propio, con efectos dinámicos de 80 a más Tm., se pueden
compactar en 4 o 6 pasadas, tongadas de 80 a 100 cm. de material granular bien graduado, no
cohesivo.
Sin embargo, hay pocas obras en las que el pliego de condiciones admita tongadas de eves
espesores por razones técnicas muy estimables. En eves caves, es 16gico que haya que ir a
maquinas más pequeñas y como consecuencia a espesores menores.
PLACAS VIBRANTES.-
Consisten en una plancha base que produce un golpeteo en sentido vertical, debido al
movimiento giratorio de un plato excéntrico accionado por un motor. Las fuerzas vibratorias
engendradas son mayores que el peso de la máquina y por lo tanto la maquina se levanta del
suelo en cada ciclo de rotación del plato excéntrico, como ya se extlic6 anteriormente. El
movimiento de traslación se consigue utilizando parte de la energía de vibración según la
componente horizontal.
Hay places vibrantes con alta frecuencia (> 40 c/seg.), que funcionan muy bien con suelos
cohesivos, arenas y graves, pero la cape superior de unos 5 cm. de espesor queda removida por
efecto de las vibraciones sin sobrecarga.
Las placas con frecuencias bajas (< 30 c/seg.) disminuyen este efecto de superficie y sin
embargo en las capes profundas producen buenos resultados en suelos algo cohesivos.
Estas máquinas son útiles pare trabajos pequeños, tales como relleno de zanjas, arcenes, paseos,
etcétera. Sin embargo, se pueden unir 2, 3 6 más vibradores de place en paralelo y obtener de
esta manera una poderosa máquina de compactación.
Hemos compactado terrenos naturales poco cohesivos (grave arenosa) en tongadas de 15 a 20
cm. con bandejas vibratorias de unos 600 kg. Con buenos rendimientos.
También se pueden montar sobre vehículos de orugas una serie de places vibratorias con la
ventaja de que no gastan energía en el movimiento de traslación y al ser la marcha del vehículo
más regular y en ambos sentidos se obtienen mejores rendimientos.

RODILLOS VIBRATORIOS AUTOPROPULSADOS.-

Son máquinas que precisamente por su condición están un poco entre las apisonadoras estáticas
clásicas y el rodillo vibratorio remolcado. Para algunos trabajos en que la maniobrabilidad es
importante o bien que se requiera previamente a la vibración un
<<Planchado>>, son muy útiles. Su empleo está indicado en los suelos granulares bien
graduados sobre todo cuando los tajos son estrechos y no permiten alar la vuelta fácilmente a los
rodillos remolcados.
Tienen el inconveniente, desde el punto de vista de maquinaria, de que son bastante mas
complicados, requieren más entretenimiento y por último, al tener que ir los maquinistas
vibrando sobre la máquina, estos suelen arreglárselas pare que esta vibre lo menos posible en
frecuencia y tiempo, con el consiguiente empeoramiento del rendimiento. También suelen
aparecer problemas de adherencia entre las ruedas motrices y el suelo cuando su contenido de
humedad es elevado o se presentan pendientes fuertes. .
Con máquinas de peso propio de 4 Tm. hemos compactado en 8 6 10 pasadas tongadas de 15 cm.
de bases granulares artificiales en obras de carreteras. Las empleamos con buen éxito en la
compactación de los arcenes una vez extendido el hormigón asfáltico en el centro de la
explanación por la faceta antes apuntada de no presenten problemas al <<dar la vuelta, ya que
trabaja correctamente en ambos sentidos.
Estas máquinas en su versión pesada (sobre 8 Tm.) donde verdaderamente tienen una aplicación
interesante es en la compactación de hormigones asfálticos, ya que permiten alar primero unas
pasadas sin vibrar pare consolidar la cape y luego terminar de obtener con vibración la densidad
exigida.
Yo he presenciado ensayos en este sentido con capes de 8 cm. de aglomerado en caliente, de
granulometría cerrada, con resultados muy satisfactorios. Con dos pasadas sin vibrar y
posteriormente cuatro con vibración, se consiguieron densidades in situ por encima de las
exigidas.
Las temperaturas del material que compact6 el rodillo fueron sobre 130° C, cuando se pas6 sin
vibraci6n y sobre 105 ° C, cuando se pas6 vibrando. Las ultimas pasadas de sellado las daban
con un compacto de 13 ruedas, neumático, lastrado con 10 toneladas.
RODILLOS VTBRANTES REMOLCADOS.-
Forman hoy día la gama más extensa de máquinas de compactación. Los hay desde diámetros y
pesos casi ridículos, hasta diámetros de 2 metros y 10 toneladas, de peso propio. Para los
inferiores a 1.000 kilogramos, se puede aplicar casi todo lo dicho referente a places vibratorias,
con ventajas e inconvenientes según la particularidad de cada tipo. Por lo tanto no voy a decir
nada más sobre este punto.
La gama de los 3.000 a 5.000 kg. Forman un tipo interesante de máquinas. Pueden ser con motor
incorporado pare producir la vibraci6n o bien producir esta por medio de una transmisión
elástica a partir del toma fuerzas del tractor. Son muy apropiados para compactar arenas y graves
no cohesivas o ligeramente cohesivas, así como terrenos naturales rocosos, siempre que los
fragmentos de roca sean pequeños. En suelos coherentes no den buen resultado pues la vibración
que producir en las partículas, no suele ser suficiente para vencer la cohesión existente entre ellas
y como consecuencia su efecto sobre el material, es el puramente estático.
De este tipo de máquinas tenemos gran experiencia y puedo asegurar que es la ideal para
compactar zahorras, bases, sub-bases, suelo-cementos, etc. En capes de 20 6 30 cm., entre 6 y
hasta 10 pasadas y a velocidad de trabajo alrededor de los 20 metros por minuto, hemos obtenido
buenos rendimientos y magníficos resultados.

Suele ser una maquina sin problemas, con la que se consigue trabajar turno tras turno sin otras
paradas que las propias pare su entretenimiento. El mayor cuidado hay que prestarlo en las que
llevan motor incorporado, ya que por muy bien aislado que se encuentre de la vibración propia
de la máquina, es imposible hacerla desaparecer totalmente. Los que no llevan motor
incorporado suelen <<dar la lata>, con la transmisión elástica desde él toma fuerzas del tractor.

COMPACTADORES VIBRATORIOS “PATAS DE CABRA”.-


Estos rodillos fueron construidos pensando en compactación de suelos coherentes y en particular
en los terrenos arcillosos, pues al concentrar las fuerzas estáticas y dinámicas sobre áreas
pequeñas, es más fácil conseguir la energía necesaria y suficiente pare romper las fuerzas de
cohesión (de naturaleza capilar), entre sus partículas.
Las patas de estos rodillos producen una acción mezcladora y rompedora muy beneficiosa, sobre
todo si el terreno no es homogéneo. También favorecen la unión entre las diferentes tongadas,
pues al quedar la superficie de cada cape distorsionada, esta se compacta junto con la siguiente
eliminando la tendencia hacia la laminación o separación de estas.
SUPERCOMPACTADORES PESADOS REMOLCADOS.-
Se refiere a los que poseen peso propio entre 8 y 10 toneladas. De ellos únicamente voy a decir
que edemas de poder realizar el mismo trabajo que los de series anteriores, más ligeras, pero en
tongadas de mayor espesor, es tan especialmente indicados pare la compactación de suelos
rocosos no coherentes o ligeramente coherentes. Para la compactación de roca, el espesor de la
capa debe ser función del tamaño máximo y del porcentaje de granos finos.
Hemos experimentado en nuestras obras que empleando un compactador remolcado de 8,5 Tm.,
S.A.W. (ABG), la compactación de zahorras algo cohesivas, es efectiva en tongadas de un metro
hasta las capes inferiores de la misma, donde se alcanzaron las densidades exigidas en 6-8
pasadas. La cara superior quedaba <<movida>> por efecto de una vibración secundaria que
produce una resonancia en las partículas de la capa superior del terreno. Naturalmente, este
efecto des compactador no alcanzaba más que 5 6 10 cm. de espesor en la superficie y
únicamente había que tenerlo en cuenta, pare no considerar estos centímetros al sacar las
muestras pare el Proctor. Al compactar la cape siguiente estos 5 6 10 cm. quedaban
convenientemente consolidados.
En una visita a una presa de escollera en Alemania, en las proximidades de Nehein-Husten,
concretamente en Ronkhausen/Arnsberg, para observar el trabajo de compactación que efectuaba
el contratista Busher y Sohn con rodillos vibratorios de 8,5 Tm., sobre material rocoso de
pizarras arcillosas.
En los comienzos de la obra prepararon una serie de ensayos en el propio tajo pare determinar el
espesor de las tongadas y numero de pasadas de compactación correspondientes. Con las
referidas máquinas y variando el número de pasadas, compactaron diversos espesores de cape,
determinando las densidades obtenidas haciendo hoyos de 2 X 2 X 2 aproximadamente y
pesando el material extraído. Luego colocaban un plástico pegado a las paredes y rellenaban el
hueco con agua o arena que iban midiendo hasta alcanzar la rasante del hoyo. De este modo
determinaban el volumen del hueco y con el median la densidad obtenida en cada caso.
De este modo fijaron 80 centímetros de espesor de tongada y 6 pasadas de compactador.

Estos eran los únicos controles que se verificaban en la obra.


Este procedimiento de ensayar la maquina más adecuada en cada caso, incluso de terminando lo
más cuidadosamente posible el número de pasadas, espesor de cape, humedad óptima en la
práctica, etc., es el único método realmente eficaz pare elegir la máquina y sus circunstancias de
trabajo.
3. PROPOSITOS Y METODOS PARA LA COMPACTACION DE SUELOS.-
La estabilidad de mesas de suelos en su estado natural. Si se excavan tales mesas de suelos y se
re depositan sin tomar un cuidado especial, la porosidad, permeabilidad y compresibilidad de los
mismos aumenta, mientras que su capacidad pare resistir la erosión interna por efecto de venas
de agua disminuye grandemente. Por ello, hasta en la antigüedad, se acostumbraba compactar los
terraplenes que debían actuar como cliques o malecones. No se hacían, sin embargo, esfuerzos
especiales pare compactar los terraplenes viales, pues las calzadas eran suficientemente flexibles
como pare no ser donadas por un asentamiento. Hasta trace poco, los terraplenes pare líneas
ferroviarias eran también construidos echando sierra suelta, que luego se dejaba asentar bajo su
propio peso durante varios años antes de colocar un balasto de alta calidad.
El asentamiento de los terraplenes sin compactación no trajo inconvenientes serios hasta que,
después de iniciado el siglo veinte, hizo su aparición el automóvil y, con su rápido desarrollo,
creo una demanda creciente de caminos pavimentados. Poco tiempo después se hizo evidente
que los caminos de hormigón construidos sobre terraplenes no compactados se rompían con
cierta facilidad, y que los pavimentos flexibles de tipo superior tenían la tendencia a desnivelarse
en exceso. La necesidad de evitar estos inconvenientes fomento el desarrollo de métodos de
compactación que fuesen a la vez eficientes y económicos. Por su parte, un aumento simultáneo
en la construcción de cliques de sierra proveo un incentivo adicional, que coadyuvo también a la
corrección de dichos métodos de compactación.
Las investigaciones que se realizaron demostraron que ningún método de compactación es
igualmente adecuado pare todos los tipos de suelos. Además, el grado de compactación que
alcanza un suelo dado, sometido a un procedimiento de compactación también dado, depende en
gran parte del contenido de humedad del suelo. La compactación máxima se obtiene pare un
cierto contenido de humedad conocido como contenido óptimo de humedad, mientras que el
procedimiento utilizado pare mantener, durante la compactación, la humedad del terraplén cerca
de la óptima, se conoce como control de humedad.
En la actualidad, aun se tiene un conocimiento muy imperfecto acerca de las relaciones que
existen entre el contenido de humedad en el momento en que se construye el terraplén, el grado
de compactación y la forma como cambian las características físicas del mismo durante su
periodo de servicio. Los cambios de resistencia, rigidez y permeabilidad que el terraplén sufre
con el tiempo y con las variaciones en su contenido de humedad, merecen mucha más atención
de la recibida hasta el presente. De aquí que en lo que resta de este articulo casi no se bate de las
propiedades de los suelos compactados y solo se describan los procedimientos constructivos.
En lo que sigue, los métodos corrientes de compactación de terraplenes artificiales se dividir en
tres grupos: los adecuados pare suelos no cohesivos, los adecuados pare suelos arenosos o
limosos con cohesión moderada y los adecuados pare arcillas. Finalmente, se tratan los métodos
pare compactar mesas naturales de suelos en su lugar de origen.
4. COMPACTACION DE SUELOS NO COHESIVOS.-
Los métodos pare compactar arena y grava, colocados en orden de decreciente eficiencia son:
vibración, mojado y rodamiento. En la práctica, se han utilizado también combinaciones de estos
métodos.
Las vibraciones pueden producirse de una manera primitiva apisonando con pisones a mano, o
con pisones neumáticos, o bien dejando caer un peso grande desde cierta altura; un metro, por
ejemplo. Empero, la compactación alcanzada con estos procedimientos es muy variable, pues
depende en gran parte de la frecuencia de las vibraciones. Los mejores resultados se obtienen
con máquinas que vibran a una frecuencia cercana a la de resonancia del conjunto suelo-
vibrador. Cuando f1 es aproximadamente igual a fo, la disminución de volumen o asentamiento
es 20 a 40 veces mayor que la que produce una fuerza estática equivalente a la pulsátil.
Por medio de rodillos de 5 a 15 t, equipados con vibradores que operan a frecuencias
comprendidas entre 1100 y 1500 pulsos por minuto, se ha obtenido la compactaci6n.efectiva de
arena gruesa, grave y de enrocado de piedra partida con partículas de tamaños comparables
(Bertram, 1963). El material se desparrama en capes de 30 a 40 cm de espesor, habiéndose
obtenido en algunas obras una compactación adecuada de capes de espesor mayor, aun cuando
en estos caves es difícil evitar la segregación durante el desparramo del material. El tamaño
máximo de las partículas está limitado únicamente por el espesor de las capes. Entre 2 a 4
pasadas de tales rodillos tirados a una velocidad que no exceda de alrededor de 3 km. por hora
suele resultar adecuada pare alcanzar un alto grado de compactación. No es necesario un control
en el contenido de humedad. Tal tipo de materiales han sido también compactados por medio de
rodillos neumáticos tirados por tractores Diésel montados sobre cubiertas pesadas. Durante el
proceso de compactación se puede agregar agua. Mucha de la compactación que se obtiene en
estas condiciones derive de la producida por el tractor más bien que por el rodillo. Se necesitan
normalmente entre 6 y 8 pasadas del equipo sobre un mismo lugar pare obtener un grado
satisfactorio de compactación, siempre y cuando el material sea depositado en capes de un
espesor no mayor de 30 cm.
Cuando se trata de compactar áreas limitadas, pueden resultar adecuados los compactadores
manuales mecánicos o los operados a motor. El peso de estos compactadores varia entre varios
cientos de kilogramos a varias toneladas y la fuerza pulsante que entregan al terreno, a una
frecuencia aproximada a la de resonancia del compactador y el suelo se transfiere a través de una
chapa plana o de un rodillo. El espesor de las capes que pueden compactarse efectivamente var1a
entre 10 y 20 cm.
La compactaci6n con agua se fundamenta en el hecho de que la presi6n de filtración del agua
que escurre hacia abajo rompe los grupos de granos inestables y la inundación temporaria
elimina, por lo menos brevemente, las fuerzas capilares. Es mucho menos efectivo que la
compactaci6n por vibración. Para compactar terraplenes de caminos se han utilizado dos
métodos de molado. En uno de ellos, se amontona la arena en caballetes a ambos lados del
camino y luego se arrastra el suelo hacia el centro con chorros de agua, con una presi6n de 4 a 5
kg/cm2, formándose de este modo un depósito que tiene algo de las características de un clique
construido por refutado. En el segundo método, la superficie del camino se inunda de agua, la
que filtra hacia abajo por la arena ya colocada y escape por el pie del terraplén. Ambos métodos
requieren aproximadamente 1,5 metros cúbicos de agua por metro cubico de arena, Comparando
la porosidad de los terraplenes antes y después del tratamiento, se ha comprobado que el grado
de compactaci6n que se obtiene con cualquiera de estos métodos es relativamente bajo. Por ello,
esta práctica debe ser desalentada.
Los rodillos no vibrantes son relativamente inefectivos pare compactar suelos no cohesivos,
obteniéndose los mejores resultados cuando la arena está prácticamente saturada. No obstante, en
arena limpia, el agua se escurre rápidamente y puede no resultar practicable mantener el material
en un estado de saturación.
5. COMPACTACION DE SUELOS ARENOSOS O LIMOSOS CON COHESION
MODERADA.-
A medida que aumenta la cohesión, disminuye rápidamente la eficacia de las vibraciones como
medio de compactación, pues por pequeña que sea la adherencia entre partículas, esta interfiere
con su tendencia a desplazarse a posiciones más estables. Además, la baja permeabilidad de
estos suelos trace inefectiva la inundación con agua. En cambio, la compactación por capes
utilizando rodillos ha dado muy buenos resultados. Hay dos tipos de rodillos en uso general:
neumáticos y patas de cabra. Los RODILLOS NEUMATICOS, se adaptan mejor para compactar
los suelos arenosos ligeramente cohesivos, los suelos compuestos cuyas partículas se extienden
desde el tamaño de las graves a la del limo v los suelos limosos no plásticos. Los RODILLOS
PATA DE CABRA, tienen su máxima eficacia con los suelos plásticos.
Los Rodillos Neumáticos consisten usualmente en una chata soportada por una única fila de 4
ruedas equipadas con neumáticos inflados a presiones que oscilan entre 50 v 125 libras por
pulgada cuadrada (3,5 a 9 kg/cm2). Las ruedas están montadas en tal forma que el peso que se
trasmite desde la chata y se distribuye uniformemente entre las mismas, aun cuando la superficie
del terreno no este nivelada. Los terraplenes pare edificios se compactan normalmente en capes
que tienen un espesor terminado que varía entre 15 y 30 cm con rodillos de 25 t y presiones de
inflado de las cubiertas comparativamente bajas. Para terraplenes de otro tipo y para presas de
embalse es practico usual utilizar rodillos de 50 t con presiones de inflado de las cubiertas mucho
más altas y capes de espesor compactado que varía entre 15 y 30 cm, aun cuando a veces se
utilizan rodillos de 100 t variando en este cave el espesor de la capa compactada entre 30 y 45
cm. Se requieren usualmente de 4 a 6 pasadas para alcanzar la compactación requerida. En obras
grandes donde se presentan materiales inusuales, el número de pasadas debe determinarse por
medio de ensayos de compactación en el terreno al iniciar los trabajos.
La superficie cilíndrica de los Rodillos Patas de Cabra viene provista de salientes prismáticos, o
partes, con una frecuencia de 1 por cada 700 cm 2 de superficie cilíndrica del rodillo. Los
rodillos que se usan comúnmente en la construcción de presas de sierra tienen un diámetro de
1,50 y una longitud de aproximadamente 2 m. Cargados pesan alrededor de 15 t. Las salientes
tienen una longitud mínima de 23 cm y una superficie que varía entre 30 y 100 cm2. Según el
tamaño del pie, la presión de contacto varía entre aproximadamente 20 y 40 kg/cm24. En
terraplenes de caminos se utilizan rodillos algo menores y menos pesados. Con el equipo
ordinario, el espesor de las capes después de compactadas no debe exceder de unos 15 cm. El
número requerido de pasadas debe ser determinado en el terreno por medio de ensayos
realizados con pequeños terraplenes experimentales. Se obtiene generalmente la compactación
satisfactoria después de 6 pasadas de rodillo (Turnbull y Shockley, 1958).
Cualquiera sea el tipo de equipo de compactación disponible y el grado de cohesión del suelo, la
eficacia del procedimiento de compactaci6n depende en gran medida del contenido de humedad
del suelo. Esto es especialmente verdad pare los suelos finos y uniformes de muy baja plasticidad
pues, a menos que su contenido de humedad sea casi exactamente igual al 6ptimo, no pueden
compactarse de ninguna manera.
Si se construye un terraplén de ensayo con suelo de propiedades uniformes bajo condiciones de
un cuidadoso control en el terreno, y si el espesor de las capes, el tipo de compactaci6n y el
número de pasadas se mantienen todas constantes, se descubre que la efectividad de la
compactaci6n depende solo del contenido de humedad del suelo de la capa durante la
compactación. La efectividad de la compactaci6n se mide por el peso de los sólidos por unidad
de volumen, es decir, por lo que se conoce como densidad seca. La forma de la pata y la
superficie de apoyo más adecuadas dependen del tipo de suelo. Hay una tendencia hacia el uso
de patas tronco piramidales tlue evitan el arado del suelo a su paso. La superficie de apoyo más
efectiva es en cierta medida función de la plasticidad y constituci6n gramulométrica del suelo.
En suelos uniformes finos, cuanto más limoso v menos plástico el suelo, mayor es la superficie
de 1l pata a usar, dentro de los límites sigilados en el texto.
Se están usando también con buen resultado Rodillos Pata de Cabra Vibrantes y Rodillos Libres
Vibrantes, similares a los utilizados pare compactar arena. Con rodillos libes de un peso de unas
8 t/m de longitud y una frecuencia de unas 1200 vibraciones por minuto en 6 a 8 pasadas se
compactan capes de hasta 30 y 40 centímetros de espesor. En estos caves, tanto pare los rodillos
pata de cabra como pare los libes, la acción principal de las vibraciones es la de aumentar el
efecto gravitacional del peso del rodillo. (N. d el rl.)
6. CURVA DE COMPACTACION Y SATURACION TOTAL.-
Para las condiciones del ensayo, la densidad seca que corresponde a la cima de la curve se
conoce como máxima densidad seca o densidad seca para el 100% de compactación, y el
correspondiente contenido de humedad se designa como el contenido óptimo de humedad.
Ninguna de estas cantidades es: una propiedad del suelo en sí mismo. Si, por ejemplo, todas las
condiciones se mantienen inalteradas menos el peso del rodillo y se utilice uno más liviano, el
valor de la máxima densidad seca, como lo indica la curva: a) es menor y el contenido óptimo de
humedad mayor que pare un rodillo más pesado. Un incremento en el número de pasadas de un
rodillo liviano puede aumentar la máxima densidad seca pero, aun cuando se pudiese alcanzar un
valor comparable al de la curve, b) es casi seguro que el contenido 6ptimo de humedad que
corresponde al nuevo valor resultara mayor que el obtenido pare un rodillo más pesado.
Cambios similares en las relaciones humedad - densidad para un suelo dado acompañan la
variaci6n en espesor de las capas y el tipo o peso del equipo de compactaci6n. Por tanto, el
termino 100 % de compactación o contenido óptimo de humedad pare un suelo dado tiene
significaci6n especifica solo en relación con un determinado procedimiento de compactación. No
obstante, para cualquier material potencial de préstamo es esencial conocer, antes de iniciar la
construcción, si para el procedimiento de compactación que se piensa especificar el contenido de
humedad en el terreno es excesivo o deficiente con respecto al valor 6ptimo que corresponde a
dicho procedimiento. Más aun, durante la colocación de un terraplén, el ingeniero debe tener los
medios para determinar si la compactación especificada se está alcanzando adecuadamente, aun
cuando las características del material de préstamo cambien de tiempo en tiempo. Estos
requerimientos han conducido al desarrollo de los ensayos de compactación de laboratorio.
El propósito de todo ensayo de compactación de laboratorio es determinar una Curva Humedad-
Densidad comparable a la que le corresponde al mismo material cuando se compacta en el
terreno por medio del equipo y procedimiento que se pretende utilizar. Los métodos más
corrientes para este prop6sito se han derivado de uno desarrollado por el Departamento de
Caminos de California en los primeros años de la década de 1930 cuando el equipo de
compactación que se utilizaba era de un peso relativamente bajo. De acuerdo con este
procedimiento, conocido como el ensayo Proctor normal (Proctor 1933, ASTM D-698-58T), se
seca y pulveriza una muestra de suelo, la que se separa en dos fracciones pasándola por el tamiz
N° 4. Unos 3 kg de la fracción que pasa se humedecen con una pequeña cantidad de agua y se
mezclan cuidadosamente para producir una parte húmeda que se apisona en tres capes iguales
dentro de un recipiente cilíndrico de dimensiones especificadas. Cada capa se compacta con 25
golpes de un pistón normalizado que se deja caer desde una altura de 30 cm. Una vez llenado el
cilindro, se enrasa el suelo con su borde superior y se determine: el peso total del suelo y su
contenido de humedad. Con estos datos se puede calcular el peso del suelo seco contenido en la
unidad de volumen, es decir, la densidad seca. De una forma similar se determine la densidad
seca para mezclas compactadas con humedad creciente hasta que aquella disminuya con el
aumento de la humedad. Se dibuja entonces una curva que muestra la relación entre la densidad
seca y el contenido de humedad. El contenido 6ptimo de humedad, según el ensayo normalizado
de Proctor, es el valor de la humedad que produce la máxima densidad seca.
Debido a la influencia que el método de compactación ejerce sobre la curva de humedad-
densidad, no se puede esperar de ningún ensayo normalizado, incluido el ensayo de Proctor, que
conduzca a resultados de validez general. Solo se puede obtener información concluyente con
respecto al contenido 6ptimo de humedad realizando ensayos a escala natural en el terreno con el
equipo de compactación que se va a utilizar en la obra.
Por algún tiempo se han estado realizando esfuerzos para desarrollar en el laboratorio métodos
de ensayo que imiten los tipos más corrientes de equipos de compactaci6n en una forma más real
que la que resulta del ensayo Proctor normal. Estos esfuerzos han conducido a varias
modificaciones del procedimiento original. Para el equipo pesado de uso actual, en particular en
la construcción de cliques de sierra o de playas de estacionamiento y accesos a las pistas pare
aviones pesados, el ensayo Proctor modificado (ASTM D-1557-58T) suele resultar más
apropiado. Varios tipos de compactadores por amasado (Johnson y Sallberg, 1962) conducen a
curves humedad-densidad más realistas, pero hasta ahora estos ensayos no tienen una aceptación
amplia.
Si el contenido de humedad del suelo en el terreno es mayor que el 6ptimo, debe permitirse que
se seque en el lugar de su almacenamiento, o bien proceder a su desparramo pare este efecto. Si
dicho contenido es menor, el agua debe agregarse en el propio préstamo o por aspersi6n antes de
iniciar su compactación. Con un cuidado razonable resulta generalmente posible mantener el
contenido de humedad dentro del 2 6 3 del valor 6ptimo. Sin embargo, pare suelos uniformes no
plásticos ligeramente cohesivos se necesita un acercamiento mayor al contenido 6ptimo de
humedad.
El peso unitario y el contenido de humedad del suelo se controlan en el terreno por muestreo y
ensayo rutinario. Para determinar el peso unitario se excava en el suelo compactado un hoyo que
tenga por lo menos un volumen de 150 cm. y el material excavado se guarda cuidadosamente y
se pesa antes que pierda humedad por evaporaci6n. El volumen del material excavado se puede
medir por medio de varios métodos. Uno de los procedimientos más antiguos y más usados
consiste en medir el volumen llenando el hoyo con arena seca en estado suelto después que el
peso unitario de la arena en este estado se ha establecido previamente. La arena se vuelca desde
un recipiente que es pesado antes y después de llenar el hoyo.
La tendencia actual, en particular para presas de sierra, es exigir la humectaci6n en préstamo,
pues, en general, es esta la única manera de obtener una distribución uniforme de humedad en el
material que asegure un producto compactado con características también uniformes. Raramente
la humectaci6n por aspersión en el terraplén arroja resultados similares. De acuerdo con el
segundo procedimiento, se coloca un globo de goma debajo de una cubierta horizontal y se lo
fuerza por medio de inyección de agua a acomodarse a la forma que tiene el hoyo. El volumen
del hoyo se determina midiendo el volumen de agua inyectada. Se puede obtener rápidamente un
valor aproximado del contenido de humedad determinando la pérdida de peso por secado de la
muestra colocada en una bandeja que se calienta con la interposición de una chapa. De cualquier
modo, después de haber adquirido una experiencia moderada en un trabajo dado, un inspector
puede normalmente estimar el contenido de humedad con bastante exactitud a través de la
apariencia y la textura del material. Si el material que va a ser usado pare un terraplén es bastante
variable en características, o si el trabajo está situado en una región sujeta a frecuentes 11uvias,
la exigencia de ajustarse a determinados requerimientos en el contenido de humedad puede
aumentar considerablemente el costo de la construcción del terraplén.
El contenido de humedad al cual se compacta un suelo tiene cierto efecto sobre las propiedades
físicas del material obtenido, incluyendo la permeabilidad. La experiencia indica que el aumento
en contenido inicial de humedad a partir de un valor algo menor que el 6ptimo hasta alcanzar un
valor algo mayor puede causar una gran disminución en el coeficiente de permeabilidad. La
disminución parece incrementarse a medida que lo trace el contenido de arcilla del suelo.
Tratándose del material del núcleo del clique Mud Mountain, que contenía hasta 3% de arcilla
con un alto contenido de montmorinolita, se observ6 que un aumento de humedad que variaba
del 2 ó por debajo del 6ptimo al 2% por encima, disminuía el coeficiente de permeabilidad en
unas 10.000 veces. Una influencia de esta magnitud es probablemente una rara excepci6n, pero
aun efectos de menor importancia merecen ser considerados.

7. COMPACTACION DE ARCILLAS.-
Si el contenido natural de humedad de una arcilla en el préstamo no está próximo al óptimo,
puede resultar muy difícil 11evarlo a dicho valor 6ptimo sobre todo si el contenido natural de
humedad es demasiado alto. Por ello, el contratista puede verse obligado a utilizar la arcilla con
un contenido de humedad no muy diferente del que tiene en la naturaleza.
Las excavadoras extraen el material de los préstamos en pedazos o terrones. Ahora bien, un
terr6n o trozo individual de arcilla no puede compactarse con ninguno de los procedimientos
mencionados previamente, pues tanto las vibraciones como las presiones de corta duración solo
producen un cambio insignificante en su contenido de humedad. Los rodillos pata de cabra son,
sin embargo, efectivos pare reducir el tamaño de los espacios abiertos existentes entre los
terrones. Se obtienen los mejores resultados cuando el contenido de humedad es ligeramente
superior al límite plástico. Si es mucho mayor, la arcilla tiene tendencia a pegarse al rodillo, o
bien este a hundirse en el terreno. Si es mucho menor, los terrones no se deforman y los espacios
quedan abiertos.
8. COMPACTACIÓN DE MASAS NATURALES DE SUELO Y DE TERRAPLENES
EXISTENTES.-
Los estratos naturales y los terraplenes existentes no pueden compactarse en capes, hecho que
excluye la aplicación de la mayoría de los métodos descriptos previamente, ya que, pare ser
efectivo, el agente compactador debe actuar en el interior de la mesa de suelo. El método de
compactación más adecuado para una obra dada debe seleccionarse en funci6n de la naturaleza
del suelo.
La forma más efectiva pare compactar arena no cohesivo es por vibración. El método más simple
para producir vibraciones a mucha profundidad consiste en hincar pilotes. Cuando se hincan
pilotes en arena suelta, la superficie del terreno situado entre pilotes comúnmente se asienta, a
pesar de la disminución de volumen producida por el desplazamiento de la arena por los pilotes.
En un cave, la hinca de pilotes moldeados en sitio, de 14 metros de longitud, distanciados 0,90
metros de eje a eje, produjo, en arena suelta bajo agua, un asentamiento de la superficie que
alcanz6 hasta 0,90 metros, a pesar de que el volumen de los pilotes era equivalente a una cape de
0,30 metros de espesor. La hinca de los pilotes redujo la porosidad de la arena de 44 a 38 por
ciento, aproximadamente.
Los depósitos espesos de arena pueden también ser compactados por Vibro Flotación. El
instrumento que produce la compactaci6n consiste en un vibrador combinado con un dispositivo
que inyecta agua en la mesa de arena que lo rodea. Primero se introduce por inyección el
vibrador dentro de la arena hasta la profundidad a que se desea compactar el estrato, y luego se
lo levanta nuevamente. La compactación se produce al levantar el vibro flotador, merced al
efecto combinado de las vibraciones y de los inyectores de agua. La operaci6n compacta, con un
costo moderado, la arena situada dentro de un espacio cilíndrico de un diámetro comprendido
entre 2,50 y 3,00 metros. El método da muy buenos resultados en arena limpia, pero si el
material contiene limo o arcilla, su eficacia disminuye notablemente.
Se ha obtenido también la compactación satisfactoria de gruesos estratos de arena muy suelta
haciendo estallar pequeñas cargas de dinamita en muchos puntos del interior de su mesa. Los
requisitos previos pare que este método de buenos resultados son los mismos que se indicaron
pare el proceso de vibro flotación. En uno de estos estratos, que se extendía desde la superficie
hasta una profundidad que variaba entre 4,50 y 9,00 metros, se hicieron estallar cargas de 3.600
gramos, de un explosivo que contenía 60 por ciento de dinamita, colocadas a una profundidad de
4,50 metros. Las vibraciones producidas por las explosiones redujeron la porosidad de la arena
desde su valor original del 50 por ciento al 43 por ciento (Iyman, 1942).
En el clique Karnafuli se llen6 un gran pozo provocado por la socavaci6n que tenía un volumen
de aproximadamente 50.000 m3, volcando dentro del agua una arena limpia uniforme (Do = 0,18
mm, U = 2) y compactando la arena por una serie de cargas explosivos, usualmente cada una de
3,6 kg., colocadas a profundidades de 4,50 m, 10 m y 15 m debajo de la superficie de la arena.
Los agujeros se espaciaron 6 m en sentido horizontal. Las cargas inferiores fueron disparadas
primero y seguidas, a intervalos de 4 horas, por las cargas intermedias y las superiores. Luego se
instal6 una cuarta serie que se dispar6 a una profundidad de 7,50 m. La porosidad de la arena se
redujo del 47 al 41%, aproximadamente (Hall, 1962).
Los suelos arenosos con alguna cohesión y los terraplenes existentes cohesivos también pueden
compactarse hincando pilotes. La compactaci6n de estos suelos no es, sin embargo, causada por
las vibraciones producidas por la hinca, sino por preside estática, la que reduce el tamaño de los
espacios vacíos. Si el suelo está situado por encima de la nave y los vacíos están en gran parte
llenos de aire, el efecto de compactación producido por la hinca de pilotes es en general más
satisfactorio, pero si el suelo está situado debajo de la nave, dicho efecto disminuye rápidamente
a medida que también disminuye la permeabilidad del material. Para facilitar la expulsi6n del
agua se pueden instalar drenes de grave. Así, por ejemplo, pare compactar un relleno suelto de
marga, colocado dentro de las células de un "cofferdam" de tablestacas (FitzHugh et al., 1947),
se utiliz6 con buenos resultados el siguiente procedimiento se hincaron en el relleno conos de
acero de 30 centímetros de diámetro, cuyos extremos inferiores se hallaban cerrados por discos
de acero, dispuestos en forma tal que pudieran desprenderse fácilmente de los caños y quedasen
en el terreno cuando estos se retiraban. Cada cano se hincaba hasta la base de la marga, se
llenaba con una mezcla de grave y arena, y se lo cerraba con una capa hermética. El cono era
luego extraído inyectando aire dentro del mismo a una presi6n de 1,5 a 2 kg/cm2. La presión del
aire mantenía el suelo blando en su posicio6n, impidiendo que este ocupase el lugar dejado por el
cano antes que la grave. La consolidación del suelo circundante se aceler6 extrayendo por
bombeo agua de los drenes.
Los suelos compresibles, como las arcillas blandas, los limos sueltos y la mayoría de los suelos
orgánicos, pueden también compactarse por precarga. La zona a ser tratada se cubre con un
terraplén que trasmite un peso unitario suficientemente alto como pare consolidar el suelo en una
magnitud que aumente su resistencia y reduzca su compresibilidad a los límites requeridos
dentro del tiempo disponible pare la operación de precarga. Los suelos limosos que contienen
capas de arena suelen consolidarse con la misma rapidez con que se incrementa la precarga, pero
los suelos más impermeables pueden llegar a necesitar un tiempo mucho mayor. La velocidad de
consolidación se puede calcular por medio de la teoría del artículo 25, pero las estimaciones
suelen resultar muy poco fehacientes debido a que el esparcimiento y el grado de continuidad de
las capes drenajes más permeables no pueden usualmente evaluarse con exactitud. Cuando la
velocidad estimada de consolidación es demasiado lenta, el proceso puede acelerarse
suplementario la presencia de las capes naturales de drenaje con la instalación de drenes de arena
similares a los descriptos en el párrafo precedente. Los drenajes tienen comúnmente un diámetro
de por lo menos 30 cm y están espaciados en disposiciones triangulares o cuadradas a distancias
comprendidas entre unos 2 y 4 m. El esparcimiento necesario se puede calcular por teoría, pero
la confiabilidad de las predicciones está sujeta a las limitaciones siempre presentes respecto al
conocimiento de la permeabilidad real de los depósitos en sentido horizontal y vertical. Las
técnicas para la instalaci6n de drenes de arena se han perfeccionado hasta alcanzar un alto grado
de eficiencia (Carpenter y Barber, 1953). Antes de colocar el terraplén de sobrecarga, el área
ocupada por los drenes debe ser cubierta con una solera de drenaje que permita el escape del
agua evacuada a través de los mismos. Existan o no drenes de arena, el terraplén de precarga no
debe construirse con una velocidad tal o con taludes demasiado parados como pare producir un
deslizamiento o una rotura por la base. En particular, si se han instalado drenes, un accidente de
este tipo suele provocar una discontinuidad en los mismos y tornarlos ineficientes. Para evitar
estos deslizamientos, la precarga y las instalaciones de drenaje se proveen con medios pare
observar el asentamiento de la superficie del suelo que soporta la sobrecarga, las presiones de
poros que se desarrollan en el subsuelo y el levantamiento o movimiento lateral del suelo natural
más allá de los límites de la sobrecarga.
Si se hincan pilotes en un limo suelto situado debajo del nivel de la nave, el suelo se trasforma y
pasa a un estado semi líquido. Por ello, en lugar de compactarlo, la hinca lo debilita, por lo
menos temporalmente. La compactaci6n de tal tipo de estratos se puede obtener solamente por
algún proceso de drenaje, por pre-carga o por la combinaci6n de ambos.
8.1. PRINCIPALES TIPOS DE TERRAPLENES.-
Los Terraplenes de Sierra pueden dividirse en cuatro grandes grupos: terraplenes de ferrocarril,
terraplenes de caminos, malecones y cliques de sierra. En cada grupo, los terraplenes son
similares no solo por el fin a que están destinados, sino también en cuanto a los factores que
deben considerarse cuando se eligen sus taludes laterales. En el estudio que sigue respecto de la
elección de taludes, se supone que los terraplenes descansan en suelo estable.
9. CONTROL DE COMPACTACION.-
Considérese una prueba de compactación realizada en una muestra de suelo de un terraplén que
no contenga partículas más grandes que la abertura de la malla 4. El material debe protegerse
contra la evaporación, a fin de que su contenido de agua no varíe y se compacta con alguno de
los métodos comunes en uso y con su contenido de agua de campo Wf. El peso específico
húmedo de esa muestra será.
Por tanto:
C=Donde Wf es el contenido de agua de la muestra obtenida en el campo y Son los pesos
específicos secos de campo y de prueba, respectivamente.
METODOS DE CONTROL.-

1. METODOS DESTRUCTIVOS:
- Método del Cono y la Arena:
La arena a utilizar en este método tiene que ser pasante del tamiz N° 20 y retenida en el tamiz N°
30. Esta se coloca en el hoyo previamente abierto y se va acomodando con relación de vacíos
mínima pudiendo calcularse así el volumen de la muestra. Para ello se coloca encima del orificio
una placa con abertura central de 4 o 6 pulgadas de diámetro y luego un cono doble unido con
una válvula y un frasco en uno de sus extremos conteniendo en la arena, esta se deja caer sobre
el hoyo midiendo la empleada para llenarlo.
-Método del frasco Volumétrico:
Consiste en medir el volumen del orificio previamente abierto en la capa compactada mediante
la introducción en él de una goma plástica de aproximadamente 2mm de espesor, la cual se
encuentra dentro del aparato siendo introducida dentro del orificio a través de la inyección de
agua a presión.

-Método del aceite:


Consiste en medir el volumen del orificio mediante la introducción én el de un volumen
conocido de aceite, el cual debe retirarse al concluir el ensayo. Este método no se recomienda en
el caso de suelos arenosos.
2. METODO NO DESTRUCTIVOS.-
Estos permiten la obtención del peso unitario y la humedad del suelo directamente en campo
mediante la utilización de radiaciones gamma provenientes de un elemento radioactivo que se
encuentra dentro del aparato de medición. Este equipo se conoce como densímetro nuclear y
existen tres tipos: 1) Troxles, 2) Campbell Pacific Nuclear, 3) Humboldt.

RECOMENDACIONES
 Recomendando primeramente para empezar una ejecución de una carretera contar con un buen
presupuesto para tener al alcance los materiales y las maquinas que se necesitaran para la
construcción.
 Para tener un mejor resultado en la compactación es mejor remojar bien el afirmado que se pone
en la sub-base como en la base para así tener un mejor resultado en el resultado del estudio del
suelo.
 Lo más importante es escoger un buen material ya que la base de esto es el afirmado la cual
sostendrá todo, por eso es bueno tener un afirmado con la dosificación recomendada.
 Por último es muy importante respetar las normas peruanas de ejecución de carretera.
CONCLUSION

La importancia de la compactación de los suelos estriba en el aumento de resistencia y


disminución de capacidad de deformación que se obtiene al sujetar el suelo a técnicas
convenientes que aumenten su peso específico secos, disminuyendo sus vacíos. Por lo general,
las técnicas de compactación se aplican a rellenos artificiales, tales como cortinas de presas de
tierra, diques, terraplenes para caminos y ferrocarriles, bordos de defensa, muelles, pavimentos,
etc. Algunas veces se hace necesario compactar el suelo natural, como en el caso de
cimentaciones sobre arenas sueltas.
Los métodos utilizados para la compactación de los suelos dependen de los tipos de materiales
con los que se trabaje en cada caso; con base en un experimento sencillo que los materiales
puramente friccionantes, como la arena, se compactan eficientemente por métodos vibratorios,
en tanto que en los suelos plásticos el procedimiento de carga estática resulte más ventajoso.
Para nuestros conocimientos prácticos asistimos al proceso de compactación que se está llevando
a cabo en la Av. La Limpia, específicamente en el Distribuidor de los Olivos, donde se reflejan
las características ya expuestas en dicho proceso y los equipos disponibles para el trabajo, tales
como plataformas vibratorias, rodillos lisos, neumáticos o pata de cabra. En las últimas épocas
los equipos de campo han tenido gran desarrollo y hoy existe en gran variedad de sistemas o
pesos.
La eficiencia de cualquier equipo de compactación depende de varios factores y para poder
analizar la influencia particular de cada uno, se requiere disponer de procedimientos
estandarizados que reproduzcan en el laboratorio la compactación que se puede lograr en el
campo con el equipo disponible. Entre todos los factores que influyen en la compactación
obtenida en un caso dado, podría decirse que dos son las más importantes: el contenido de agua
del suelo, antes de iniciarse el proceso de la compactación y la energía específica empleada en
dicho proceso. Por energía específica se entiende la energía de compactación suministrada al
suelo por unidad de volumen.
En realidad las secuelas prácticas suele ser como sigue: cuando se va a realizar una obra en la
que el suelo puede ser compactado se recaban muestras de los suelos que se usaran; en el
laboratorio se sujetan esos suelos a distintas condiciones de compactación, hasta encontrar
algunas que garanticen un proyecto seguro y que puedan lograrse con el equipo de campo
existente; con el equipo de campo que vaya a usarse se reproducen las condiciones de laboratorio
adoptadas para el proyecto (esto suele hacerse construyendo y compactando en el campo un
terraplén de prueba con el suelo a usar, en el que se ve el número de veces que deba pasar el
equipo, el espesor de las capas de los suelos depositados para compactar, etc.). Finalmente, una
vez iniciada la construcción, verificando la compactación lograda en el campo con muestras al
azar tomadas del material compactado en la obra, se puede comprobar que en estas se están
satisfaciendo los requerimientos del proyecto.

REFERENCIA BIBLIOGRAFIA

1. Sowers G, Sowers G. Introducción a la mecánica de suelos y cimentaciones.


México: Limusa Wiley; 1978.

2. Tschebotarioff G, Andrew Medell M. Mecánica del suelo. Madrid: Aguilar; 1972.


3. Juárez Badillo E, Rico Rodríguez A. Mecánica de suelos. México: Editorial Limusa; 1975.

4. Lambe T, Whitman R. Mecánica de suelos. México: Limusa; 1998.


5. Terzaghi K, Peck R. Mecánica de suelos en la ingeniería práctica. 2nd ed. Barcelona:
El Ateneo; 1995

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