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Lectura LOS MODELOS PEDAGOGICOS PDF
Lectura LOS MODELOS PEDAGOGICOS PDF
LOS
MODELOS
PEDAGÓGICOS
Gloria
María
Mejía
Pavony
Magistra
en
educación
2014
Un
modelo
pedagógico
institucional
significa
diseñar
el
conjunto
de
elementos
que
intervienen
en
un
proceso
educativo
determinado,
de
modo
que
presida
y
oriente
claramente
la
forma
en
que
éste
debe
ser
llevado
a
la
práctica.
El
modelo
pedagógico
contiene
un
conjunto
de
principios,
normas
y
criterios
que
permiten
orientar
los
procesos
de
enseñanza
y
de
aprendizaje,
de
convivencia,
solidaridad,
participación
y
proyección
comunitaria
de
la
institución.
Un
modelo
pedagógico
es
una
construcción
colectiva,
es
decir,
no
obedece
a
leyes
prefijadas
o
axiomas,
sino
a
un
proceso
de
decisiones
sucesivas,
mediante
las
cuales
se
toman
opciones.
La
naturaleza
no
determinista
de
un
modelo
pedagógico
exige
que
las
opciones
que
se
tomen
sean
sólidamente
argumentadas
y
no
presenten
contradicciones
entre
sí.
Las
argumentaciones
deben,
por
tanto,
apoyarse
en
el
conocimiento
científico
y
el
saber
pedagógico.
En
el
modelo
pedagógico
se
concretan
las
concepciones
de
educación,
las
intenciones
expresadas
en
la
Misión
Institucional,
las
formas
en
que
entendemos
el
proceso
de
aprender
y
de
enseñar,
de
convivir
y
ser
solidarios,
de
participar
y
proyectarnos
a
la
comunidad,
de
manera
que
el
modelo
presida
y
oriente
la
estructuración
y
presentación
de
los
contenidos
de
formación,
las
actividades
que
el
estudiante
debe
llevar
a
cabo
sobre
esos
contenidos,
las
funciones
de
facilitación
que
ha
de
cumplir
el
profesorado,
las
evaluaciones
de
los
aprendizajes
y
las
formas
de
apoyo
y
servicios
que
hagan
posible
todo
lo
anterior,
así
como
los
procesos
de
evaluación
y
autoevaluación
de
los
cursos,
carreras
o
programas.
El
problema
esencial
de
toda
educación
es
resolver
el
interrogante
en
torno
al
tipo
de
hombre
y
de
sociedad
que
se
requiere
contribuir
a
formar.
De
allí
que
Paul
Lengrand
(1980)
afirma:
"No
hay
pedagogía
sin
alternativa
filosófica".
La
acción
pedagógica
consiste,
fundamentalmente,
en
transmitir
a
la
generación
que
viene
los
comportamientos,
aptitudes
y
conocimientos
que
constituyen
la
civilización
vivida
y
querida
por
la
generación
adulta.
Hay
siempre
valor
en
el
acto
pedagógico,
ya
sea
porque
el
educador
pretende
transmitir
al
joven
alumno
lo
que
el
considera
como
depósito
sagrado
de
la
"civilización"
ya
sea
que
al
enseñar
intenta
contestar
los
valores
reinantes,
esperando
forjar
un
hombre
y
una
sociedad
mejores,
más
conformes
con
el
ideal
que
profesa
y
persigue".
"Todas
las
teorías
pedagógicas
se
han
enfrentado
y
han
tenido
que
dar
respuesta
a
la
pregunta
anterior.
"En
este
sentido,
se
puede
afirmar
que
no
existen
las
pedagogías
neutras,
ya
que
el
quehacer
educativo
necesariamente
presupone
una
concepción
del
hombre
y
de
la
sociedad"
De
Zubiría
(1997).
En las Antropologías Filosóficas se sustentan las teorías educativas y en éstas las corrientes educativas.
CORRIENTE
EDUCATIVA
Son
conjuntos
homogéneos
de
acontecimientos
de
carácter
educativo
cuya
importancia
con
el
tiempo
aumentan,
se
mantienen,
disminuyen
o
desaparecen.
Aparecen
como
reflejo
de
una
corriente
mucho
más
amplia
(política,
económica,
social,
etc.)
FULLAT
(1979)
Considerando
la
multidimensionalidad
del
hombre
y
de
la
educación,
cada
teoría
ha
privilegiado
alguno
de
los
aspectos,
aún
así,
subyace
en
todas
ellas
una
postura
como
individuo
y
como
ser
social
y
cultural
del
hombre.
MODELO
Un
modelo
es
una
"representación
artificial
que
construimos
en
nuestra
mente,
un
modo
de
caracterización
de
una
acción
o
una
función.
MODELO
"Un
modelo
reúne
una
realidad
compleja
y
movediza,
cuya
orientación
intenta
concebir.
Por
ejemplo.
la
Escuela
Nueva
agrupa
una
gran
diversidad
de
prácticas
conservadas
o
no.
Es
un
conjunto
abundante,
abierto
y
no
manejable
analíticamente
de
comportamientos
mentales
conductas
que
entran
en
juego
en
una
clase
y
alrededor
del
problema
pedagógico"
MORANDI
(1997)
Los
modelos
pedagógicos
son
representaciones
esenciales
de
la
corrientes
pedagógicas,
tanto
los
pedagogos
clásicos
como
lo
modernos
se
han
preocupado
por
responder,
al
menos,
estas
cinco
interrogantes
fundamentales:
Estas
categorías
variables
se
articulan
e
interrelacionan
con
diferente
énfasis,
de
acuerdo
con
los
valores
que
asumen
en
cada
construcción
teórico-‐pedagógica,
dando
origen
a
múltiples
combinaciones
dinámica
que
llamaremos
adelante
modelos
pedagógicos.
Flores,
Rafael
(1994).
MODELO
PEDAGÓGICO
Son
representaciones
del
conjunto
de
relaciones
de
la
actividad
pedagógica
en
una
coherencia
multidimensional.
Los
paradigmas
o
esquemas
conceptuales,
como
los
denominó
en
sus
primeras
obras
Thomas
Kuhn
(1978),
son
considerados
como
concepciones
reconocidas
y
aceptadas
por
la
comunidad
científica
que
durante
cierto
tiempo
le
proporcionan
modelos
de
problemas
soluciones.
Enfoques
de
la
educación:
Son
las
maneras
de
tratar
la
educación.
Las
siguientes
frases
de
Emili
Durkeiin,
en
1912,
perfilan
sus
características:
"Toda
educación
consiste
en
un
esfuerzo
continuado
para
imponer
a
un
niño
modos
de
ver,
de
pensar
y
de
actuar,
a
los
que
no
alcanzaría
espontáneamente,
y
que
le
son
reclamados
por
la
sociedad
en
su
conjunto
y
por
el
medio
social
al
que,
en
particular,
está
destinado",
citado
por
DOTTRENS
(1977).
La
pedagogía
tradicional
es
mucho
más
que
un
método,
es
una
manera
de
comprender
al
hombre
y
su
propósito
educativo.
Es
una
forma
de
entender
los
propósitos,
los
contenidos,
la
secuencia,
la
metodología
y
la
evaluación.
Es
un
enfoque
pedagógico
que
define
una
línea
de
trabajo
y
un
sentido
a
la
educación.
• El
niño
es
una
tábula
rasa
sobre
la
que
se
van
imprimiendo
desde
el
exterior
saberes
específicos.
• La
función
de
la
escuela
consiste
en
dirigir
esta
transmisión
de
saberes
específicos
y
las
valoraciones
aceptadas
socialmente,
de
manera
sistemática
y
acumulativa.
• Los
contenidos
curriculares
están
constituidos
por
las
normas
y
las
informaciones
socialmente
aceptadas.
• El
aprendizaje
tiene
carácter
acumulativo,
sucesivo
y
continuo;
por
ello
el
conocimiento
debe
secuenciarse
instruccional
o
cronológicamente.
• La
exposición
oral
y
visual
del
maestro
hecha
de
una
manera
reiterada
y
severa
garantiza
el
aprendizaje.
• La
finalidad
de
la
evaluación
será
la
de
determinar
hasta
que
punto
han
quedado
impresos
los
conocimientos
transmitidos.
• El
profesor
educa,
el
estudiante
es
educado
(desempeña
un
rol
pasivo
de
receptor);
el
profesor
dirige,
los
estudiantes
son
dirigidos;
el
profesor
convence,
los
estudiantes
son
convencidos.
• El
profesor
rinde
culto
a
la
autoridad
y
al
orden,
desconfía
de
la
libertad.
El
modelo
tradicional
es,
cualquiera
sea
la
época,
una
configuración
identificadora;
una
dimensión
posible
de
toda
acción
pedagógica.
Ha
sido
-‐
y
sigue
siendo
-‐
el
centro
de
una
reflexión
crítica
sobre
los
principios
y
los
modos
de
obrar
que
se
sitúan
respecto
de
lo
"tradicional".
El
marco
escolar
de
la
pedagogía
y
la
dimensión
"tradicional"
aparece
con
la
imagen
de
un
maestro
y
una
clase,
a
menudo
presentados
bajo
una
forma
de
pedagogía
imposible
paradójica
e
incluso
autoritaria,
pedagogía
del
maestro
que
se
convierte
en
pedagogía
magistral.
El
modelo
tradicional
es
objeto
de
enfoques
contradictorios:
por
una
parte;
constituye
el
modo
principal
de
realización
y
representación
de
la
actividad
pedagógica,
imagen
en
que
el
profesor
oficia
en
un
aula
bajo
el
modo
transmisivo
de
lo
tradicional
-‐mientras
esta
cara
aparente
de
la
pedagogía
encuentra
en
él
una
historia
y
sus
razones-‐,
por
otra
parte,
generalmente
es
criticado
y
cuestionado.
Bajo
el
término
tradicional,
en
un
conjunto
complejo
y
muy
rico
donde
no
se
trata
de
identificar
una
época,
podemos
distinguir,
sin
que
sea.,
necesario
clasificarlos,
tres
polos:
• El
conjunto
de
los
modos
de
obrar
en
pedagogía
provenientes
de
una
tradición:
la
tradición
y
la
cultura
pedagógicas,
en
el
sentido
doble
de
cultura
profesional
y
origen
cultural
de
la
pedagogía,
de
la
tomamos
los
principios
y
la
manera
de
una
actividad
pedagógica
(por
ejemplo,
una
clase
y
dar
clase).
• La
referencia
cultural
y
humanista
al
pasado:
Se
enseña
la
tradición,
los
textos
antiguos,
los
clásicos
(es
decir,
los
autores
explicados
y
comentados
en
clase).
las
lecciones
del
pasado.
Esta,
continuidad
se
centra
en
el
acceso
formador
a
los
conocimientos
y
valores
indispensables,
tanto
por
su
contenido
como
por
la
manera
de
acceder
a
ellos.
• El
proceso
formal
de
transmisión
y
tradición,
constituid'
alrededor
de
elementos
de
autoridad
de
los
conocimientos
y
d
quienes
los
transmiten.
Más
allá
de
los
objetos
a
transmitir,
se
trate
de
obras
del
pasado
o
del
presente,
este
pasaje
se
convierto
en
la
base
activa
y
razonada
del
modelo
tradicional.
Postulados:
2.
Contenidos:
Los
contenidos
curriculares
están
constituidos
por
las
normas
y
las
informaciones
socialmente
aceptadas.
3.
Secuencia:
El
aprendizaje
tiene
carácter
acumulativo,
sucesivo
continuo;
por
ello
el
conocimiento
debe
secuenciarse
cronológicamente.
4. Método: La exposición oral y visual del maestro, hecha de manera reiterada y severa, garantiza el aprendizaje.
5.
Recursos
Didácticos:
Las
ayudas
educativas
deben
ser
lo
más
parecidas
a
la
real
para
facilitar
la
percepción,
de
manera
que
su
presentación
reiterada
conduzca
a
la
formación
de
imágenes
mentales
que
garanticen
el
aprendizaje.
6.
Evaluación:
La
finalidad
de
la
evaluación
será
la
de
determinar
hasta
que
punto
han
quedado
impresos
los
conocimientos
transmitidos.
Dewey
enuncia
los
términos
de
la
oposición
fundadora
de
ambas
tesis:
"una
(la
de
la
Escuela
Nueva)
sostiene
que
la
educación
es
un
desarrollo
que
procede
desde
adentro;
la
otra
(la
educación
tradicional),
que
es
una
formación
que
se
hace
desde
afuera;
una,
que
se
basa
en
los
dones
naturales;
otra,
que
domina
las
inclinaciones
naturales
y
tiende
a
sustituirlas
por
hábitos
que
una
larga
presión
externa
ha
permitido
inculcar.
El
nuevo
"modelo"
encuentra,
entonces,
un
sentido
positivo
y
fundacional.
Para
Henry
Wallon,
"todos
los
sistemas
de
la
Escuela
Nueva
coinciden
en
condenar
en
los
métodos
tradicionales
o
clásicos
de
enseñanza
el
error
que
cometen
al
plantear
como
punto
de
partida
en
la
mente
del
niño
nociones
cuya
simplicidad
es
una
simplicidad
racional.
Entre
educadores
modernos
se
ha
producido
un
acuerdo
sobre
la
necesidad
de
revertir,
junto
con
el
niño,
el
orden
lógico
de
nuestras
explicaciones,
que
van
de
la
palabra
a
la
cosa,
del
factor
abstracto
al
objeto
concreto.
Se
trata,
entonces,
de
un
cambio
de
modelo:
se
pasa
del
molde
externo,
de
la
enseñanza
formal
a
la
afirmación
(¿creencia?)
de
un
principio
interno,
de
un
modelo
natural.
Se
puede
hacer
del
alumno
un
sujeto
pasivo,
si
éste
no
es
propietario
de
la
forma
(la
cultura)
y
ésta
no
le
pertenece
desde
el
principio:
"Se
denomina
cultura
formal
a
ese
sistema
pedagógico
que
admite
que
las
facultades
mentales
pueden
ser
desarrolladas
mediante
la
ejercitación
-‐
cualquiera
sea
esa
ejercitación
y
cualquiera
la
falta
de
interés
que
el
alumno
sienta
por
ella-‐:
algunos
hasta
consideran
que
la
tarea
a
realizar
tiene
mucho
más
valor
para
el
espíritu
cuando
es
aburrida".
Tres
rasgos
caracterizan
la
Escuela
Nueva:
la
valoración
de
la
realidad
infantil
("puerocéntrica”),
la
organización
de
una
vida
social
en
el
seno
de
la
vida
escolar
y
la
relación
del
acto
con
el
pensamiento.
En
este
movimiento,
la
pedagogía
negativa
se
inscribe
más
especialmente
en
contrapunto
de
la
escolar.
El
conjunto
constituye
un
momento
fundamental
en
pedagogía.
Fundamentos:
La
Revolución
Francesa.
el
Darwinismo
y
la
Teoría
de
la
Gestalt
fueron
las
principales
corrientes
científicas
de
las
cuales
se
motivó
la
Escuela
Activa
o
Nueva.
La
nueva
escuela
defendía
la
acción
como
condición
y
garantía
del
aprendizaje.
Para
sus
promotores,
manipular
es
aprender,
ya
que
es
la
acción
directa
sobre
los
objetos
la
que
permite
el
conocimiento
de
los
mismos.
"Se
aprende
haciendo",
dice
Decroly.
El
niño
pasa
a
ser
el
elemento
central
de
los
procesos
educativos,
y
tanto
los
programas
como
los
métodos
tendrán
que
partir
de
sus
necesidades
e
intereses.
Entender el aprendizaje dependiente de la experiencia y no de la recepción.
Postulados:
1. Propósito:
El
fin
de
la
escuela
no
puede
estar
limitado
al
aprendizaje:
la
escuela
debe
preparar
para
la
vida.
2. Contenidos:
Si
la
escuela
debe
preparar
para
la
vida.
la
naturaleza
y
la
vida
mismo
deben
ser
estudiadas.
3. Secuenciación:
Los
contenidos
educativos
deben
organizarse
partiendo
de
los
simple
y
concreto
hacia
lo
complejo
y
abstracto.
4. Método:
Al
considerar
al
niño
como
artesano
de
su
propio
conocimiento.
el
Activismo
da
primacía
al
sujeto
y
a
su
experimentación.
5. Recursos
didácticos:
Los
recursos
didácticos
serán
entendidos
como
útiles
de
la
infancia
que
va
a
permitir
la
manipulación
y
experimentación,
contribuirán
a
educar
los
sentidos,
garantizando
el
aprendizaje
y
el
desarrollo
de
las
capacidades
individuales.
El
Ideario
de
la
"Liga
Internacional
de
la
Educación
Nueva"
aparece
claramente
expuesto
en
sus
siete
principios,
que
fueron
el
común
denominador
de
cuantos
se
adscribieron
a
ella.
Ellos
son:
1.
El
fin
esencial
de
toda
educación
es
preparar
al
niño
para
querer
y
para
realizar
en
su
vida
la
supremacía
del
espíritu.
Aquélla
debe,
pues,
cualquiera
que
sea
el
punto
de
vista
en
que
se
coloca
el
educador,
aspirar
a
conservar
y
aumentar
en
el
niño
la
energía
espiritual.
2.
Debe
respetar
la
individualidad
del
niño.
Esta
individualidad
no
puede
desarrollarse
más
que
por
una
disciplina
que
conduzca
a
la
liberación
de
las
potencias
espirituales
que
hay
en
él.
3.
Los
estudios,
y
de
manera
general
el
aprendizaje
de
la
vida
deben
dar
curso
libre
a
los
intereses
innatos
del
niño,
es
decir,
a
los
que
se
despiertan
espontáneamente
en
él
y
que
encuentran
su
expresión
en
las
actividades
variadas
de
orden
manual,
intelectual,
estético,
social
y
otros.
4.
Cada
edad
tiene
su
carácter
propio.
Es
necesario,
pues,
que
la
disciplina
personal
y
la
disciplina
colectiva
se
organicen
por
los
mismos
niños
con
la
colaboración
de
los
maestros;
aquéllas
deben
tender
a
reforzar
el
sentimiento
de
las
responsabilidades
individuales
y
sociales.
5.
La
competencia
o
concurrencia
egoísta
debe
desaparecer
de
la
educación
y
ser
sustituida
por
la
cooperación,
que
enseña
al
niño
a
poner
su
individualidad
al
servicio
de
la
colectividad.
6.
La
coeducación
reclamada
por
la
Liga
-‐coeducación
que
significa
a
la
vez
instrucción
y
coeducación
en
común-‐
excluye
el
trato
idéntico
impuesto
a
los
dos
sexos;
pero
implica
una
colaboración
que
permite
a
cada
sexo
ejercer
libremente
sobre
el
otro
una
influencia
saludable.
7.
La
Educación
Nueva
prepara
en
el
niño
no
sólo
al
futuro
ciudadano
capaz
de
cumplir
sus
deberes
hacia
su
prójimo,
su
nación
y
la
humanidad
en
su
conjunto,
sino
también
al
ser
humano,
consciente
de
su
dignidad
de
hombre.
Durante
el
Siglo
XX
las
teorías
cognitivas
han
permitido
avanzar
en
la
identificación
de
la
naturaleza
y
características
del
aprendizaje
de
sus
variables,
así
como
de
las
bases
neuropsicológicas
de
los
procesos
correspondientes.
Partiendo
de
los
postulados
de
la
psicología
genética,
propone
el
desarrollo
del
pensamiento
y
la
creatividad
como
la
finalidad
de
la
educación,
transformando
con
ello
los
contenidos,
la
secuencia
y
los
métodos
pedagógicos
vigentes.
El
segundo
lineamiento
en
el
que
se
ha
venido
trabajando
tiene
que
ver
con
las
bases
neuropsicológicas
de
los
procesos
de
aprendizaje,
investigaciones
que
han
girado
en
torno
a
la
identificación
de
las
áreas
activas
de
la
corteza
cerebral,
la
localización
de
éstas
y
la
ruta
cortical
segunda
para
que
sean
aprehendidos
los
instrumentos
del
conocimiento
y
queden
registrados
estos
aprehendizajes,
así
como
los
que
se
realicen
en
el
desarrollo
de
las
operaciones
intelectuales
y
las
habilidades
y
destrezas
procedimentales.
Un
tercer
aspecto,
tiene
que
ver
con
las
variables
del
aprendizaje
(en
especial.
la
incidencia
de
la
práctica,
la
capacidad,
la
motivación
y
la
resonancia
familiar,
entre
otros.
Cuando
se
habla
de
Modelos
pedagógicos
es
necesario
precisar
sus
dos
conceptos:
modelo
y
pedagogía.
Según
Khun
y
Morin,
el
modelo
establece
límites
y
reglas
de
juego
dentro
de
los
cuales
se
resuelven
ciertos
problemas
y
a
la
vez
esos
límites
y
reglas
son
compartidos
por
una
comunidad
creando
una
cultura
propicia
para
tal
fin.
También
afirman
que
los
individuos
conocen,
piensan
y
actúan
en
conformidad
con
la
cultura
inserta
en
ellos.
Para
ellos,
además,
la
pedagogía
se
puede
considerar
como
un
espacio
de
reflexión
acerca
de
la
visión
que
se
tiene
sobre
la
educación
y
sobre
la
noción
de
hombre;
pasando
por
el
saber
teórico
–
práctico
generado
por
los
pedagogos
a
través
de
la
reflexión
personal
y
el
diálogo
de
su
práctica
pedagógica;
y
llegando
al
concepto
de
disciplina
científica
que
busca
la
transformación
intelectual
del
hombre
y
de
su
estructura
de
conciencia.
De
esta
última
postura,
formación
intelectual
del
hombre
y
estructura
de
conciencia,
se
deduce
que
el
fin
último
de
la
pedagogía
es
el
de
conservar,
descubrir,
innovar
y
recrear
el
conocimiento
que
le
permita
al
hombre
avanzar
en
su
evolución
cognoscitiva
para
solucionar
problemas
en
un
contexto
ético
y
estético.
Por
lo
expresado
en
los
párrafos
anteriores,
se
puede
afirmar
que
el
modelo
pedagógico
es
un
sistema
formal
que
busca
interrelacionar
los
agentes
básicos
de
la
comunidad
educativa
con
el
conocimiento
científico
para
conservarlo,
innovarlo,
producirlo
o
recrearlo
dentro
de
un
contexto
social,
histórico,
geográfico
y
culturalmente
determinado.
La
comunidad
educativa
básica,
para
el
caso
de
los
modelos
pedagógicos
la
constituyen
el
docente
y
el
discente
quienes
disponen
de
un
proceso
académico
para
acceder
al
conocimiento
con
el
propósito
de
crearlo
o
conservarlo,
el
cual
será
utilizado
en
la
transformación
del
hombre,
en
principio,
y
de
la
sociedad,
luego.
A
continuación
se
presentan
cada
uno
de
los
componentes
que
constituyen
el
modelo
pedagógico,
a
saber:
las
relaciones
de
la
comunidad
educativa,
el
proceso
académico
que
lo
desarrolla
y
las
teorías
disciplinarias
que
lo
sustentan.
1.
RELACIONES
COMUNIDAD
EDUCATIVA
Se
ha
dicho
que
en
el
modelo
pedagógico
intervienen
tres
clases
de
agentes:
docente,
discente
y
conocimiento.
Etimológicamente
docente
proviene
del
vocablo
latino
“deceo”
que
significa
“yo
enseño”
o
“apto
para
enseñar”.
Por
su
parte,
la
palabra
discente
tiene
su
origen
en
el
verbo
latino
“diseo”
que
significa
“yo
aprendo”.
Y
por
último,
conocimiento
que
es
el
resultado
de
la
relación
entre
un
sujeto
cognoscente
y
un
objeto
cognoscible.
Las
relaciones
que
se
generan
entre
los
agentes
pueden
ser:
• El
docente
con
una
actividad
alta
y
el
discente
pasa
a
un
segundo
o
tercer
nivel
de
actividad;
en
otras
palabras,
al
docente
se
lo
considera
el
portador
del
conocimiento
y
el
poseedor
de
la
verdad.
• Luego
aparece
como
protagonista
el
discente
con
papeles
secundarios
para
el
docente
y
el
conocimiento;
aquí
el
discente
es
el
promotor
de
su
propio
aprendizaje
y
el
docente
es
un
animador
y
facilitador
del
conocimiento.
•
Por
último,
el
conocimiento
aparece
como
preponderante
por
cuanto
el
mismo
se
innova
o
se
crea
con
la
participación
directa
del
docente
en
calidad
de
investigador
y
el
discente
como
coinvestigador
o
aprendiz.
Las
anteriores
relaciones
definen
los
tipos
de
modelos
pedagógicos
que
se
contemplan
hoy
en
día:
1. ENSEÑABILIDAD:
• Características:
Didáctico
• Tipos
de
Modelo:
Tradicional,
Conductista,
Tecnología
educativa,
Activo,
Romántico.
2. EDUCABILIDAD:
• Características:
Cognitivo
• Tipos
de
Modelo:
Desarrollista,
Constructivista,
Neoconstructivista,
Construccionista,
Conceptual,
Histórico
Cultural,
Verbal
Significativo,
Crítico
Social.
3. INVESTIGABILIDAD:
• Características:
Cientificista
• Tipos
de
Modelos:
Proyecto
de
aula,
Proyecto
académico,
Proyecto
de
investigación,
Descubrimiento
aplicado
Gordon
Pask
expresaba:
“Un
maestro
debe
ser
un
alumno,
sino,
la
enseñanza
no
puede
tener
lugar.”
El
docente
debe
transformar
el
conocimiento
científico
en
un
saber
disciplinar
para
recrearlo
con
el
estudiante.
Este
es
el
principio
de
la
enseñabilidad
que
genera
el
primer
gran
grupo
de
los
modelos
pedagógicos:
el
didáctico.
Es
decir,
que
la
enseñabilidad
se
concibe
como
una
característica
de
la
ciencia
a
partir
de
la
cual
se
reconoce
que
el
conocimiento
científico
está
preparando
desde
su
matriz
para
ser
enseñable
por
parte
del
educador,
quien
aporta
su
experiencia
disciplinar,
el
conocimiento
profesional,
la
trayectoria
laboral
y
la
reflexión
permanente
del
mundo
teórico
contrastado
con
la
realidad
cotidiana.
El
segundo
grupo
de
los
modelos
pedagógicos
está
orientado
por
la
educabilidad
y
a
los
mismos
se
los
denomina
cognitivos.
En
esta
medida
se
quiere
pasar
del
modelo
centrado
en
el
docente
hacia
el
modelo
centrado
en
el
estudiante.
En
consecuencia,
al
estudiante
le
sobreviene
la
educabilidad
o
sea
la
posibilidad
de
autorrealizarse
plenamente,
es
decir,
tiene
que
ver
con
su
propia
disposición
para
la
autoformación
de
su
personalidad
a
partir
de
sus
propias
potencialidades.
La
educabilidad,
vista
así,
es
como
una
promesa
acerca
de
lo
que
el
ser
humano
puede
imaginarse
a
partir
de
la
autonomía
de
aprendizaje
y
de
la
autogestión
individual
y
colectiva.
Por
último,
el
tercer
grupo
de
los
modelos
pedagógicos
llamado
cientificista
porque
sus
procesos
están
basados
en
la
innovación
y
la
producción
científica
rompiendo
la
frontera
del
conocimiento
o
llevándolo
el
nivel
aplicativo,
en
donde
el
docente
y
el
discente
cumplen
con
la
función
de
investigador-‐
coinvestigador
o
maestro
–
aprendiz
en
el
campo
científico.
Los
agentes
que
intervienen
en
los
distintos
modelos
pedagógicos
asumen
un
rol
que
los
diferencia
de
los
demás:
Papel
de
los
Agentes
del
Modelo:
1.
DIDÁCTICO
• DOCENTE:
Eje
del
proceso,
depositario
del
saber,
elige
contenidos,
controla
y
disciplina.
• DISCENTE:
Actitud
Pasiva,
reproductor
de
saberes,
acata
las
normas.
• CONOCIMIENTO
Verdad
Absoluta,
conocimiento
acumulativo,
enciclopedismo.
2.
COGNITIVO
• DOCENTE:
Es
un
mediador
del
conocimiento,
promueve
el
aprendizaje,
genera
comunicación,
ejerce
liderazgo,
pensador
universal,
abstracto
y
concreto.
• DISCENTE:
Sujeto
crítico,
autonomía
de
aprendizaje,
autocontrol
del
tiempo,
autogestor
del
proceso,
propositivo.
• CONOCIMIENTO
Concertación
en
contenidos,
en
construcción,
Histórico,
Innovación.
3.
CIENTIFICISTA
• DOCENTE
Investigador,
maestro,
formulador
de
hipótesis.
•
COINVESTIGADOR,
aprendiz,
controlador
de
hipótesis.
• CONOCIMIENTO
Nuevo,
de
frontera,
universal,
aplicativo.
El
hombre
es
el
centro
del
proceso
educativo
en
el
cual
intervienen
en
su
doble
calidad
del
docente
y
discente
que
comparten
o
generan
un
conocimiento.
La
doble
condición
establece
unas
relaciones
que
define
las
instituciones,
los
procesos
y
las
transformaciones
sociales
que
busca
la
educación.
Sin
la
existencia
del
hombre,
el
conocimiento
y
el
cambio
social
dejan
sencillamente
de
existir.
2.
PROCESO
PEDAGÓGICO
Las
relaciones
de
las
cuales
se
habla
en
el
capitulo
anterior,
requieren
de
un
proceso
académico
para
operativizarlas
y
materializarlas.
La
praxis
educativa
debe
cumplir
con
unos
fines
y
unas
etapas
que
orienten
al
hombre
para
alcanzar
su
cometido
a
través
de
la
educación.
El
proceso
pedagógico
responde
a
los
siguientes
interrogantes:
1.
¿Para
qué
enseñar?
Propósito
2.
¿Qué
enseñar?
Contenidos
3.
¿Cuándo
enseñar?
Secuenciación
4.
¿Cómo
enseñar?
Metodología
5.
¿Con
qué
enseñar?
Recursos
Educativos
6.
¿Cómo
se
cumple?
Evaluación
2.1.
PROPÓSITO
DE
LA
EDUCACIÓN,
EL
ÁREA
DEL
CONOCIMIENTO
Y/O
LA
ASIGNATURA.
La
principal
pregunta
que
define
el
modelo
pedagógico
está
relacionada
con
la
finalidad
y
el
sentido
de
la
educación,
el
sentido
de
una
área
o
componente
de
conocimiento
y
el
sentido
de
una
asignatura,
espacio
académico
y/o
curso.
Definir
la
finalidad
o
propósito
de
la
educación,
área
o
componente
de
conocimiento,
asignatura,
espacio
académico
y/o
curso,
es
comprometerse
con
una
concepción
de
hombre
y
sociedad
que
se
quiere
construir
en
sus
aspectos
filosófico,
psicológico,
antropológico
y
social.
Pensar
y
comprometerse
con
ella
es
la
única
manera
de
rescatar
el
sentido
social
y
formativo
de
la
educación
y
así
recuperar
el
papel
motor
de
transformación
del
crecimiento
individual
y
social.
2.2.
LOS
CONTENIDOS
Los
contenidos
son
la
recontextualización
de
los
logros
epistémicos
de
un
campo
del
saber
adaptados
al
medio
local
por
el
docente
a
través
de
la
práctica
pedagógica
y
la
experiencia
laboral
en
su
respectiva
disciplina
o
profesión.
2.3.
SECUENCIACIÓN
La
secuenciación
de
los
contenidos
se
hace
para
facilitar
el
cumplimiento
de
las
finalidades
propuestas
y
tiene
relación
directa
con
su
distribución
y
su
organización
a
lo
largo
de
la
formación
disciplinar,
partiendo
siempre
de
lo
universal
y
abstracto
hacia
lo
particular
y
concreto.
2.4.
LA
METODOLOGÍA
Tiene
como
fin
la
comunicación,
construcción
y
constitución
del
conocimiento
disciplinar.
La
didáctica
es
una
parte
de
la
pedagogía
que
se
refiere
a
las
metodologías
de
la
enseñanza
y
el
aprendizaje,
entendida
como
el
conjunto
de
métodos
y
técnicas
que
permiten
enseñar
y
aprender
con
eficiencia.
La
didáctica
es
el
capítulo
más
instrumental
de
la
pedagogía;
es
un
parámetro
clave
de
la
pedagogía
que
se
aplica
dentro
de
la
red
conceptual
amplia
de
las
relaciones
que
caracterizan
a
cada
teoría
pedagógica,
según
el
modelo
pedagógico
adoptado
por
el
programa.
Cada
modelo
pedagógico
tiene
su
propia
didáctica
de
manera
independiente,
pero
se
pueden
destacar
los
siguientes:
• Taller
• Seminario
Alemán
• Guía
Pedagógica
• Ensayo
2.5.
RECURSOS
EDUCATIVOS
Los
recursos
educativos
pueden
entenderse
como
facilitadores
del
aprendizaje,
medios
de
aprendizaje
o
fines
en
si
mismos
del
aprendizaje.
Por
ejemplo,
el
modelo
pedagógico
tradicional
tuvo
en
el
texto
y
el
cuaderno
un
medio
de
aprendizaje
para
retener
la
información
que
posteriormente
sería
memorizada
y
evaluada.
El
modelo
pedagógico
activo
convirtió
a
las
ayudas
didácticas
en
un
fin
en
si
mismos
por
cuanto
permitieron
a
la
persona
que
aprendieran
por
su
propia
experiencia,
educaran
sus
sentidos
y
construyeran
poco
a
poco
sus
propias
ideas.
En
el
modelo
pedagógico
cognitivo
se
entienden
los
recursos
educativos
como
los
facilitadores
del
aprendizaje,
por
cuanto
es
el
estudiante
el
propio
actor
de
su
aprehensión
científica.
2.6.
EVALUACIÓN
Evaluar
es
formular
juicios
de
valor
acerca
de
un
fenómeno
conocido,
el
cual
se
compara
con
unos
criterios
preestablecidos
de
acuerdo
a
unos
fines
que
se
han
trazado.
Para
ello,
en
toda
evaluación
se
requiere
determinar
los
fines
o
propósitos
que
se
busca
delimitar,
los
criterios
que
se
usarán
en
las
comparaciones
y
recoger
la
información
que
garantice
un
juicio
correspondiente
con
la
realidad.
La
evaluación
tiene
como
finalidades
el
diagnóstico,
la
formación,
la
valoración
y
una
estrategia
metodológica
que
permita
realizar
una
toma
de
decisiones
para
elevar
la
calidad
del
proceso
o
del
producto.
En
este
sentido,
la
evaluación
debe
ser
coherente
con
el
modelo
pedagógico,
transparente
con
su
propósito,
pertinente
en
los
instrumentos
y
consecuente
en
la
toma
de
decisiones.
3.
TEORÍAS
SUSTENTADORAS
O
FUNDAMENTOS
TEÓRICOS
Los
modelos
pedagógicos
cumplen
con
la
función
de
orientar
el
proceso
de
formar
el
hombre
que
transforme
la
sociedad
y
la
cultura
en
la
cual
se
desarrolla.
Por
tal
razón
debe
estar
apoyado
por
teorías
que
los
soportan
y
le
den
coherencia
en
la
práctica
pedagógica
cotidiana.
Entre
las
principales
disciplinas
que
lo
fundamentan
son
la
filosofía,
psicología,
antropología
y
sociología.
3.1
Filosofía
Educativa
Permite
definir
en
forma
clara
lo
que
significa
el
hombre,
alcanzar
la
verdad,
entender
la
realidad,
comprender
lo
trascendente
con
el
fin
de
describir
el
ideal
del
hombre
que
se
desea
formar:
• Idealismo:
Establece
que
lo
real
son
las
ideas
espirituales.
• Realismo:
La
realidad
es
el
universo
material
que
tienen
existencia
objetiva
y
concreta.
• Pragmatismo:
Existe
una
sola
realidad,
espiritual
y
material,
que
es
dinámica
y
continua.
• Existencialismo:
La
realidad
es
el
hombre
mismo
como
existencia
y
todo
aquello
que
tenga
significado
para
él.
• Personalísimo:
Establece
que
la
realidad
fundamental
la
constituyen
la
estructura
de
la
persona,
el
mundo
y
lo
trascendente.
• Socialismo:
La
realidad
la
identifica
con
la
historia
y
con
la
producción
social.
3.2
Psicología
La
psicología
permite
conocer
las
características
de
desarrollo
del
hombre,
establece
las
diferencias
individuales
en
sus
distintas
dimensiones,
coordina
y
orienta
las
metas
educativas,
apoya
con
elementos
de
aprendizaje
y
caracteriza
los
procesos
evaluados:
Los
más
utilizados
en
educación
son
J.
Piaget.
D.
Ausubel
y
L.
Vigotsky.
Para
Piaget
sus
esfuerzos
estuvieron
concentrados
en
desentrañar
el
carácter
y
la
naturaleza
de
la
formación
de
las
estructuras
con
las
cuales
se
interpreta
el
mundo.
Demostró
que
la
relación
con
el
mundo
está
mediatizada
por
las
representaciones
mentales
que
de
el
se
tienen,
que
están
organizadas
en
forma
de
estructuras
jerarquizadas
y
que
varían
significativamente
en
el
proceso
evolutivo
del
individuo.
Por
su
parte
Liev
Vigotsky
formuló
las
tesis
científicas
que
darían
origen
a
la
corriente
psicológica
llamada
Histórico
Cultural.
Intentó
equiparar
el
papel
de
la
herramienta
en
el
proceso
de
homonización
con
el
papel
de
mediador
que
cumple
el
lenguaje
en
la
relación
interpersonal.
Por
último,
David
Ausubel
permite
distinguir
entre
los
tipos
de
aprendizaje
y
la
enseñanza
o
formas
de
adquirir
la
información.
El
aprendizaje
puede
ser
repetitivo
o
significativo
según
lo
aprendido
se
relacione
arbitraria
o
sustancialmente
con
la
estructura
cognoscitiva.
3.3
Antropología
La
antropología
se
encarga
del
problema
del
hombre
en
cuanto
a
su
origen,
estructura
y
destino
para
armonizar
consigo
mismo,
con
el
otro,
con
el
mismo
y
con
lo
trascendente.
Esta
concepción
de
hombre
hace
viable
la
construcción
de
una
nueva
cultura
y
una
nueva
sociedad.
3.4
Sociología
Se
encarga
de
estudiar
las
relaciones
de
los
individuos
entre
si,
los
fenómenos
y
la
naturaleza.
En
esta
ciencia
se
buscarán
las
corrientes
que
vayan
acordes
con
las
disciplinas
antes
destacadas.
Este
en
este
apartado,
se
presenta
la
fundamentación
teórica
de
algunos
modelos
pedagógicos.
La
primera
parte
se
focaliza
en
la
conceptualización.
La
segunda,
analiza
cinco
modelos:
tradicional,
conductista,
progresista,
cognoscitivista,
y
crítico-‐radical.
Contenido
Según
Flórez
Ochoa1
modelo
es
la
imagen
o
representación
del
conjunto
de
relaciones
que
definen
un
fenómeno,
con
miras
a
su
mejor
entendimiento.
De
acuerdo
con
esta
definición
puede
inferirse
que
un
modelo
es
una
aproximación
teórica
útil
en
la
descripción
y
comprensión
de
aspectos
interrelacionados
de
un
fenómeno
en
particular.
En
esta
conceptualización
de
modelo
es
necesario
establecer
que
el
análisis
del
fenómeno
en
estudio
no
es
únicamente
un
proceso
analítico
en
el
cual
el
todo
es
examinado
en
sus
partes,
sino
también
como
un
proceso
de
integración
de
relaciones.
Concepto
de
modelo
pedagógico
Siendo
la
educación
un
fenómeno
social,
los
modelos
pedagógicos
constituyen
modelos
propios
de
la
pedagogía,
reconocida
no
sólo
como
un
saber
sino
también
que
puede
ser
objeto
de
crítica
conceptual
y
de
revisión
de
los
fundamentos
sobre
los
cuales
se
haya
construido.
Según
De
Zubiría,
el
cuaderno
de
un
niño,
los
textos
que
usamos,
un
tablero
con
anotaciones,
la
forma
de
disponer
el
salón
o
simplemente
el
mapa
o
el
recurso
didáctico
utilizado,
nos
dicen
mucho
más
de
los
enfoques
pedagógicos
de
lo
que
aparentemente
podría
pensarse.
Son
en
realidad
la
huella
inocultable
de
nuestra
concepción
pedagógica.
Se
entiende,
que
en
la
anterior
idea
las
prácticas
cotidianas
del
aula
de
clase
son
las
manifestaciones
materiales
de
un
modelo
pedagógico
que
de
manera
implícita
se
encuentra
en
las
acciones
didácticas
de
los
maestros.
Es
decir,
que
el
docente
posee
un
discurso
teórico-‐implícito
que
da
soporte
a
sus
prácticas
de
enseñanza.
Flórez
afirma
que
los
modelos
pedagógicos
representan
formas
particulares
de
interrelación
entre
los
parámetros
pedagógicos.
El
sentido
de
parámetros
pedagógicos
es,
en
el
concepto,
de
este
autor
el
trasfondo
de
explicaciones
acerca
de
una
concepción
del
ser
humano
específica
y
de
una
idea
claramente
determinada
de
la
sociedad.
De
igual
manera,
Flórez
enfatiza
la
necesidad
de
análisis
rigurosos
con
métodos
sistemáticos
en
el
estudio
de
los
modelos
pedagógicos.
Este
autor
reitera
que
los
modelos
pedagógicos
en
sí
mismos
son
un
objeto
interesante
de
estudio
histórico
para
los
científicos
sociales,
por
un
lado
para
las
historias
de
las
ideologías
en
alguna
época
de
formación
social
en
particular,
y
por
otro
lado,
para
la
antropología
estructural,
que
quizás
hallaría
detrás
de
modelo
empírico
de
las
relaciones
pedagógicas
alguna
organización
lógica
subyacente
e
invariante.
Bajo
el
mismo
criterio
este
autor
resalta
que
los
modelos
pedagógicos
en
general
responden
al
menos
a
las
siguientes
cinco
preguntas:
• El
ideal
de
la
persona
bien
educada
que
se
pretende
formar.
• A
través
de
qué
o
con
qué
estrategias
metodológicas.
• Con
qué
contenidos
y
experiencias
educativas
concretas.
• A
qué
ritmos
o
niveles
debe
llevarse
el
proceso
formativo.
• Quién
dirige
el
proceso
formativo
y
en
quién
se
centra
el
mismo.
Los
anteriores
aspectos
se
consideran
invariantes
para
el
análisis
de
los
modelos
pedagógicos.
Sin
embargo,
las
variantes
de
estas
invariantes
se
presentan
en
la
propuesta
característica
de
cada
enfoque
pedagógico.
Vale
la
pena
aclarar
que
el
término
modelo
pedagógico
ha
sido
utilizado
indistintamente
como
sinónimo
de
tendencias
pedagógicas,
escuelas
pedagógicas
y
enfoques
pedagógicos.
Batista
y
Flórez
consideran
que
los
parámetros
que
se
interrelacionan
para
el
análisis
de
un
modelo
pedagógico
deben
ser:
las
metas
educativas,
los
contenidos
de
enseñanza,
el
estilo
de
relación
entre
profesor-‐alumno,
los
métodos
de
enseñanza,
los
conceptos
básicos
de
desarrollo
y
el
tipo
de
institución
educativa.
Según
Canfux,
un
modelo
pedagógico
expresa
aquellas
concepciones
y
acciones,
más
o
menos
sistematizadas
que
constituyen
distintas
alternativas
de
organización
del
proceso
de
enseñanza
para
hacerlo
más
efectivo.
En
esta
definición
aparece
un
elemento
nuevo
en
conceptualización
de
modelo
pedagógico:
la
efectividad
de
los
procesos
de
enseñanza.
Esta
efectividad
se
refiere
al
logro
de
los
fines
educativos
que
una
sociedad
predetermina
para
transmitir
los
valores
de
su
cultura
y
para
formar
el
ideal
de
persona
bien
educada,
que
se
pretende
formar
como
prototipo
de
hombre
o
mujer
en
un
determinado
contexto
histórico,
social
y
cultural.
El
concepto
de
tipo
de
sujeto
que
se
pretende
educar,
según
Zuluaga
apunta
a
señalar
con
qué
concepción
de
hombre
se
trabaja,
qué
papel
es
asignado
a
la
escuela
en
la
"formación
del
hombre",
cómo
se
le
piensa
en
relación
con
el
trabajo,
la
sociedad,
la
cultura
y
el
saber.
El
modelo
tradicional
influyó
notablemente
en
los
procesos
de
enseñanza
y
en
los
sistemas
educativos.
Este
enfoque
se
originó
en
la
escolástica,
filosofía
propia
de
la
iglesia
católica
que
imperó
desde
los
siglos
IX
hasta
el
siglo
XV.
En
donde
el
fin
primordial
de
la
educación
estuvo
dirigido
a
la
recuperación
del
pensamiento
clásico
como
resultado
del
renacimiento.
A
este
modelo
se
le
ha
calificado
de
enciclopedista
por
cuanto,
según
Canfux,
el
contenido
de
la
enseñanza
consiste
en
un
conjunto
de
conocimientos
y
valores
sociales
acumulados
por
las
generaciones
adultas
que
se
transmiten
a
los
alumnos
como
verdades
acabadas;
generalmente,
estos
contenidos
están
disociados
de
la
experiencia
de
los
alumnos
y
de
las
realidades
sociales.
A
pesar
del
devenir
histórico
y
del
desarrollo
social
hacia
otras
formas
de
organización
algunos
de
los
conceptos
primordiales
del
tradicionalismo
pedagógico
aún
subsisten
implícita
y
explícitamente
en
las
prácticas
pedagógicas
actuales.
Estas
ideas
básicas
están
relacionadas
con
la
educación
del
carácter,
la
disciplina
como
medio
para
educar,
el
predominio
de
la
memoria,
el
currículum
centrado
en
el
maestro
y
los
métodos
verbalistas
de
enseñanza.
Flórez
sintetiza
la
anterior
afirmación
al
concluir,
El
método
básico
de
aprendizaje
es
el
academicista,
verbalista,
que
dicta
sus
clases
bajo
un
régimen
de
disciplina
a
unos
estudiantes
que
son
básicamente
receptores.
En
coincidencia
con
la
anterior
apreciación
Canfux
afirma,
el
profesor,
generalmente
exige
del
alumno
la
memorización
de
la
información
que
narra
y
expone,
refiriéndose
a
la
realidad
como
algo
estático
y
detenido;
en
ocasiones
la
disertación
es
completamente
ajena
a
la
experiencia
existencial
de
los
alumnos
y
los
contenidos
se
ofrecen
como
segmentos
de
la
realidad,
desvinculados
de
su
totalidad.
Un
aspecto
importante
de
considerar
en
el
modelo
tradicional
es
el
rol
del
maestro.
De
acuerdo
con
De
Zubiría,
bajo
el
propósito
de
enseñar
conocimientos
y
normas,
el
maestro
cumple
la
función
de
transmisor.
El
maestro
dicta
la
lección
a
un
estudiante
que
recibirá
las
informaciones
y
las
normas
transmitidas...
El
aprendizaje
es
también
un
acto
de
autoridad.
Otro
elemento
importante
de
considerar
en
el
modelo
pedagógico
tradicional
es
el
ideal
educativo
de
formar
el
carácter
del
individuo.
Algunos
modelos
religiosos
han
seguido,
y
aún
siguen
siendo,
los
fundamentos
Aristotélicos
de
la
antigüedad
de
formar
individuos
de
carácter.
En
la
formación
del
carácter
el
concepto
del
maestro
como
modelo
para
imitar
fue
predominante.
Según
Flórez,
en
este
modelo,
el
método
y
el
contenido
en
cierta
forma
se
confunden
en
la
imitación
y
emulación
del
buen
ejemplo,
del
ideal
propuesto
como
patrón
y
cuya
encarnación
más
próxima
se
manifiesta
en
el
maestro.
De
manera
similar,
las
lecciones
de
clase
centradas
en
la
educación
moral
y
en
la
instrucción
cívica
enfatizaron
la
importancia
del
deber,
la
obediencia,
la
honestidad,
el
patriotismo
y
el
valor.
En
el
concepto
de
Flórez
se
preconiza
el
cultivo
de
las
facultades
del
alma:
entendimiento,
memoria
y
voluntad,
y
una
visión
indiferenciada
e
ingenua
de
la
transferencia
del
dominio
logrado
en
disciplinas
como
el
latín
y
las
matemáticas.
En
síntesis,
puede
considerarse
que
las
metas
educativas
que
propone
el
modelo
pedagógico
tradicional
están
centradas
en
un
humanismo
de
tipo
religioso
que
enfatiza
la
formación
del
carácter.
La
relación
maestro-‐alumno
puede
ser
calificada
como
autoritaria-‐vertical.
El
método
se
fundamenta
en
el
transmisionismo
de
los
valores
de
una
cultura
por
medio
del
ejemplo.
El
aprendizaje
por
lo
tanto,
es
logrado
con
base
en
la
memorización,
la
repetición,
y
la
ejercitación.
Así,
el
desarrollo
del
ser
humano
se
logra
con
la
educación
del
carácter
y
de
las
facultades
del
alma.
Al
igual
que
el
modelo
pedagógico
tradicional,
el
modelo
conductista
considera
que
la
función
de
la
escuela
es
la
de
transmitir
saberes
aceptados
socialmente.
Según
este
modelo,
el
aprendizaje
es
el
resultado
de
los
cambios
más
o
menos
permanentes
de
conducta
y
en
consecuencia
el
aprendizaje
es
modificado
por
las
condiciones
del
medio
ambiente.
Según
Flórez,
este
modelo
se
desarrolló
paralelamente
con
la
creciente
racionalización
y
planeación
económica
de
los
recursos
en
la
fase
superior
del
capitalismo,
bajo
la
mira
del
moldeamiento
meticuloso
de
la
conducta
"productiva"
de
los
individuos.
El
modelo
ha
sido
calificado
de
positivista
en
el
sentido
en
que
se
toma
como
objeto
del
aprendizaje
el
análisis
de
la
conducta
bajo
condiciones
precisas
de
observación,
operacionalización,
medición
y
control.
Según
este
autor,
el
método
es
básicamente
el
de
la
fijación
y
control
de
los
objetivos
"instruccionales"
formulados
con
precisión
y
reforzados
minuciosamente.
De
acuerdo
con
los
fundamentos
teóricos
del
conductismo,
el
aprendizaje
es
originado
en
una
triple
relación
de
contingencia
entre
un
estímulo
antecedente,
la
conducta
y
un
estímulo
consecuente.
Yelon
y
Weinstein,
el
estímulo
se
puede
denominar
señal;
él
provoca
la
respuesta.
La
consecuencia
de
la
respuesta
puede
ser
positiva
o
negativa,
pero
ambas
refuerzan
la
conducta.
El
modelo
conductista
impactó
los
procesos
de
diseño
curricular
proponiendo
situaciones
de
aprendizaje
en
las
cuales
la
identificación
de
la
conducta,
aprender
debe
hacerse
en
términos
muy
específicos
y
medibles.
De
manera
similar,
las
etapas
para
llegar
al
dominio
de
destrezas
y
aprendizajes
deben
ser
subdivididas
en
tareas
pequeñas
y
los
reforzamientos
deben
ser
contingentes
al
logro
de
cada
conducta.
De
acuerdo
con
el
modelo
conductista,
la
meta
de
un
proceso
educativo
es
el
moldeamiento
de
las
conductas
que
se
consideran
adecuadas
y
técnicamente
productivas
de
acuerdo
con
los
parámetros
sociales
establecidos.
El
maestro
cumple
la
función
de
diseñador
de
situaciones
de
aprendizaje
en
las
cuales
tanto
los
estímulos
como
los
reforzadores
se
programan
para
lograr
las
conductas
deseadas.
Se
enseña
para
el
logro
de
objetivos
de
aprendizaje
claramente
establecidos.
Los
aprendizajes
a
nivel
de
competencias
operacionalmente
definidas
se
diseñan
de
modo
que
a
través
de
la
evaluación
pueda
medirse
el
nivel
de
los
mismos.
El
foco
del
proceso
de
enseñanza
es
el
aprendizaje.
Rojas
y
Corral
afirman
que
los
orígenes
de
la
tecnología
educativa
pueden
hallarse
en
la
enseñanza
programada,
con
la
idea
de
elevar
la
eficiencia
de
la
dirección
del
proceso
docente.
La
enseñanza
programada
ha
sido
definida
por
Fry
como
"...
recurso
técnico,
método
o
sistema
de
enseñar
que
se
aplica
por
medio
de
máquinas
didácticas
pero
también
por
medio
de
textos
escritos".
Los
principios
teóricos
en
los
cuales
se
fundamenta
la
enseñanza
programada
son
los
siguientes:
• Se
puede
aprender
una
conducta
por
un
sistema
organizado
de
prácticas
o
repeticiones
reforzadas
adecuadamente.
• El
aprendizaje
tiene
un
carácter
activo
por
medio
del
cual
se
manipulan
elementos
del
medio
ambiente
para
provocar
una
conducta
que
ha
sido
programada.
• La
exposición
y
secuencia
de
un
proceso
de
aprendizaje
complejo
están
fundamentadas
en
los
diferentes
niveles
de
complejidad
de
una
conducta.
• La
programación
de
las
conductas
del
estudiante
es
de
suma
importancia
de
modo
que
la
organización
del
contenido,
la
secuencia
del
aprendizaje,
y
el
control
de
estímulos,
antecedentes
y
consecuentes,
hagan
posible
la
emisión
de
la
conducta
deseada.
Este
modelo
está
fundamentado
en
las
ideas
filosóficas
que
plantea
el
pragmatismo.
Básicamente
las
ideas
pedagógicas
progresistas
se
hacen
evidentes
en
las
propuestas
educativas
de
la
escuela
nueva.
Un
aspecto
fundamental
de
esta
tendencia
es
la
propuesta
de
una
transformación
total
del
sistema
escolar,
convirtiendo
al
estudiante
en
el
centro
del
sistema
escolar
alrededor
de
quien
giran
los
procesos
de
la
escuela.
Bajo
esta
perspectiva
la
escuela
es
creada
para
la
vida,
para
llegar
a
ser
el
ambiente
natural
del
niño
y
convertirse
en
el
espacio
en
el
cual
el
niño
vivencia
y
aprende
los
elementos
primordiales
para
el
buen
desempeño
en
su
vida
de
adulto.
Rodríguez
y
Sanz
establecen,
La
escuela
nueva...
resaltó
el
papel
activo
que
debe
tener
el
estudiante,
transformó
las
funciones
que
debe
asumir
el
profesor
en
el
proceso
educativo
y
mostró
la
necesidad
y
posibilidad
de
cambios
en
el
desarrollo
del
mismo.
El
progresismo
pedagógico
propone
que
con
la
educación
social,
la
sociedad
asegura
su
propio
desarrollo.
La
escuela
nueva
equiparó
la
educación
con
los
procesos
de
desarrollo
del
individuo,
y
el
concepto
de
crecimiento
ha
sido
una
de
sus
más
importantes
metáforas.
De
Zubiría
conceptúa,
La
escuela
nueva
rompe
con
el
paradigma
tradicional
que
explicaba
el
aprendizaje
como
el
proceso
de
impresiones
que
desde
el
exterior
se
incrustan
en
el
alumno.
En
su
lugar,
la
nueva
escuela
defenderá
la
acción
como
condición
y
garantía
del
aprendizaje.
Este
autor
sintetiza
cinco
postulados
básicos
de
la
escuela
activa,
a
saber:
• El
fin
de
la
escuela
[propósitos]
no
puede
estar
limitado
al
aprendizaje:
la
escuela
debe
preparar
para
la
vida.
• Si
la
escuela
debe
preparar
para
la
vida,
la
naturaleza
y
la
vida
misma
deben
ser
estudiadas.[contenidos]
• Los
contenidos
educativos
deben
organizarse
partiendo
de
lo
simple
y
concreto
hacia
lo
complejo
y
abstracto
[secuenciación]
• Al
considerar
al
niño
como
artesano
de
su
propio
conocimiento,
el
activismo
da
primacía
al
sujeto
y
a
su
experimentación
[método]
•
Los
recursos
didácticos
serán
entendidos
como
útiles
de
la
infancia
que
al
permitir
la
manipulación
y
la
experimentación,
contribuirán
a
educar
los
sentidos,
garantizando
el
aprendizaje
y
el
desarrollo
de
las
capacidades
intelectuales
[recursos
didácticos]..
Para
el
progresismo
pedagógico,
cada
experiencia
social
es
esencialmente
educativa.
Dewey
consideró
que
la
vida
social
es
a
la
educación
lo
que
la
nutrición
y
la
reproducción
es
a
la
vida
fisiológica,
por
lo
tanto
la
escuela
es
una
institución
social
que
debe
concentrarse
en
los
más
efectivos
medios
para
ofrecer
al
niño
los
recursos
necesarios
para
cultivar
la
herencia
cultural
y
desarrollar
sus
facultades
para
lograr
fines
sociales.
El
enfoque
cognoscitivista
que
algunos
teóricos,
entre
ellos
Flórez,
denominan
también
desarrollista,
tiene
como
meta
educativa
que
cada
individuo
acceda,
progresiva
y
secuencialmente,
a
la
etapa
de
desarrollo
intelectual,
de
acuerdo
con
las
necesidades
y
condiciones
de
cada
uno.
Los
fundamentos
teóricos
del
modelo
cognoscitivista
se
originaron
en
las
ideas
de
la
Psicología
Genética
de
Jean
Piaget.
Sin
embargo,
existe
la
posición
teórica
expuesta
por
Mones,
quien
considera
que
esta
corriente
pedagógica
es
una
variante
de
la
Escuela
Nueva
y
del
progresismo
pedagógico.
Desde
otra
perspectiva
se
ha
pensado
que
la
tendencia
cognoscitivista
es
más
una
propuesta
epistemológica
que
pedagógica.
No
obstante,
De
Zubiría
estima
que,
a
pesar
de
que
su
postura
cabría
dentro
de
lo
que
se
podría
llamar
propiamente
una
teoría
del
conocimiento
y
no
del
aprendizaje
ni
de
la
enseñanza,
su
divulgación
entre
la
comunidad
educativa
alcanzó
una
gran
dimensión,
en
especial
desde
los
años
setenta.
Teniendo
como
referencia
el
anterior
concepto,
se
estima
que
los
seres
humanos
utilizan
procesos
cognitivos
que
son
diferentes
en
los
niños
y
en
los
adultos.
De
igual
manera,
se
explica
el
aprendizaje
como
una
manifestación
de
los
procesos
cognoscitivos
ocurridos
durante
el
aprendizaje.
En
el
modelo
cognoscitivista,
el
rol
del
maestro
está
dirigido
a
tener
en
cuenta
el
nivel
de
desarrollo
y
el
proceso
cognitivo
de
los
alumnos.
El
maestro
debe
orientar
a
los
estudiantes
a
desarrollar
aprendizajes
por
recepción
significativa
y
a
participar
en
actividades
exploratorias,
que
puedan
ser
usadas
posteriormente
en
formas
de
pensar
independiente.
Según
Corral,
el
enfoque
cognoscitivista
considera
el
aprendizaje
como
modificaciones
sucesivas
de
las
estructuras
cognitivas
que
son
causa
de
la
conducta
del
hombre,
a
diferencia
del
conductismo
que
se
orienta
al
cambio
directo
de
la
conducta.
Un
campo
interesante
e
innovador
del
anterior
concepto
es
el
énfasis
que
se
le
ha
concedido
al
análisis
de
los
procesos
de
desarrollo
cognitivo.
Según
este
autor
la
reconceptualización
del
aprendizaje
ha
establecido
algunas
definiciones
de
considerable
validez
para
la
investigación;
por
ejemplo,
el
énfasis
se
desplaza
del
estudio
de
los
estadios
de
desarrollo,
como
momentos
estables
de
conocimiento,
al
estudio
de
los
procesos
que
le
dan
lugar
y
son
causa
a
su
vez
de
su
futura
modificación.
De
una
manera
similar
a
la
Escuela
Nueva,
la
propuesta
cognoscitiva
enfatiza
la
importancia
de
la
experiencia
en
el
desarrollo
de
los
procesos
cognitivos.
En
este
aspecto
un
aporte
que
se
destaca
es
el
carácter
activo
del
sujeto
en
sus
procesos
de
conocimiento
y
de
desarrollo
cognitivo.
Desde
el
punto
de
vista
de
Flavell,
las
aplicaciones
de
Piaget
a
la
educación
pueden
expresarse
desde
tres
puntos
de
vista,
a
saber:
• Como
un
elemento
teórico
que
ofrece
instrumentos
muy
definidos
para
evaluar
y
establecer
los
niveles
de
desarrollo
cognitivo
y
moral
de
los
individuos.
• Como
una
herramienta
útil
en
el
planeamiento
de
programas
educativos
que
permite
la
organización
del
contenido
curricular
de
acuerdo
con
los
niveles
de
desarrollo
alcanzados
por
los
niños.
• En
la
clarificación
de
algunos
métodos
de
enseñanza
tales
como
el
aprendizaje
por
descubrimiento.
Otro
aporte
significativo
de
las
ideas
de
Piaget
ha
sido
su
teoría
de
desarrollo
moral.
La
aplicación
pedagógica
de
los
dilemas
morales
ha
sido
relevante
en
el
desarrollo
de
programas
tendientes
a
desarrollar
el
juicio
moral
y
los
razonamientos
que
orientan
las
decisiones
morales
de
los
individuos.
Una
de
las
limitaciones
del
modelo
cognoscitivista
ha
sido
analizada
por
Sanz
y
Corral
al
establecer
que
...
su
limitación
fundamental
reside,
en
no
comprender
suficientemente
el
carácter
desarrollador
y
no
sólo
facilitador
del
proceso
de
enseñanza,
lo
que
reduce
su
rol
de
vía
esencial
para
el
desarrollo
de
sus
procesos
intelectuales.
La
Pedagogía
Crítica
emerge
como
un
resultado
de
los
trabajos
de
la
Teoría
Crítica
en
las
décadas
de
los
ochenta
y
los
noventa.
Algunos
de
los
fundamentos
teóricos
contemporáneos
de
le
pedagogía
crítica
tienen
su
origen
en
la
teoría
crítica
propuesta
por
los
filósofos
y
teóricos
sociales
de
la
escuela
de
Frankfurt,
quienes
trabajaron
en
Alemania
en
el
Instituto
para
la
Investigación
Social.
El
término
teoría
crítica,
fue
utilizado
por
Max
Horkheimer,
director
del
Instituto
desde
1931
hasta
1958.
Entre
otros
reconocidos
teóricos
de
la
escuela
de
Frankfurt
se
pueden
citar:
Theodor
Adorno,
Herbert
Marcuse,
Erich
Fromm
y
Walter
Benjamín,
miembros
de
la
escuela
de
Frankfurt,
muchos
de
ellos
eran
judíos;
trasladaron
el
Instituto
a
la
Universidad
de
Columbia
en
Nueva
York,
durante
la
segunda
guerra
mundial
y
retornaron
a
Alemania
una
vez
finalizada
la
guerra.
En
Norteamérica
estos
teóricos
participaron
activamente
en
la
vida
académica
con
una
serie
de
estudios
de
reconocida
importancia
relacionados
con
críticas
acerca
del
racismo,
la
exclusión,
el
prejuicio
racial
y
las
políticas
de
segregación.
Estos
estudios
influyeron
positivamente
en
el
pensamiento
filosófico
y
pedagógico
en
los
Estados
Unidos
y
sus
perspectivas
críticas
son
la
base
de
los
teóricos-‐críticos
de
la
actualidad.
Trabajos
similares
han
emergido
no
solamente
como
una
teoría
que
se
comparte
sino
también,
como
nuevas
perspectivas
con
múltiples
elementos
sociales
tradicionales
con
el
fin
de
crear
nuevos
órdenes
que
estén
en
posibilidad
de
incrementar
la
libertad
humana.
La
Pedagogía
Crítica
se
interesa
en
primer
lugar,
en
una
crítica
a
las
estructuras
sociales
que
afectan
la
vida
de
la
escuela,
particularmente
situaciones
relacionadas
con
la
cotidianidad
escolar
y
la
estructura
del
poder.
En
segundo
lugar,
se
interesa
por
el
desarrollo
de
habilidades
de
pensamiento
crítico-‐reflexivo
con
el
fin
de
transformar
la
sociedad.
Según
Peter
McLaren,
La
pedagogía
crítica
examina
a
las
escuelas
tanto
en
su
medio
histórico
como
en
su
medio
social
por
ser
parte
de
la
hechura
social
y
política
que
caracteriza
a
la
sociedad
dominante.
En
este
sentido,
la
Pedagogía
Crítico-‐radical
presenta
no
solamente
un
lenguaje
de
crítica,
sino
también
un
lenguaje
de
posibilidades.
Los
profesores
que
aplican
los
enfoques
de
la
Pedagogía
Critica
coparticipan
con
sus
estudiantes
en
la
reflexión
crítica
de
sus
propias
creencias
y
juicios.
De
igual
manera
cuestionan
críticamente
los
"textos"
que
se
utilizan
en
los
procesos
de
enseñanza.
Por
el
término
"texto"
se
entiende
no
sólo
los
libros
de
texto
sino
también
las
fuentes
originales,
la
cultura
popular,
los
diversos
discursos
que
explican
un
hecho,
y
el
lenguaje
entre
otros.
La
deconstrucción
del
lenguaje
y
del
texto
es
de
igual
importancia.
Por
ejemplo:
¿Qué
significados,
sentidos
y
presuposiciones
subyacen
en
la
expresión
"equidad
educativa"?
Entre los teóricos que participan en la construcción teórica de la Pedagogía Crítica se pueden citar:
• Paulo
Freire
(Brasil).
Al
analizar
las
relaciones
opresor-‐oprimido
establece
los
fundamentos
para
entender
la
educación
liberadora
y
sus
posibilidades.
Propone
las
relaciones
dialógicas
entre
profesor
alumno,
con
el
fin
de
promover
procesos
de
concientización
y
liberación.
• Donaldo
Macedo
(Brasil).
Se
interesa
básicamente
en
el
análisis
de
los
procesos
de
alfabetización,
cultura
y
poder.
• Ira
Shor
(Estados
Unidos).
Focaliza
su
trabajo
en
la
propuesta
de
la
educación
como
un
proceso
de
"empoderamiento".
Investiga
a
nivel
de
empoderamiento
estudiantil
a
nivel
universitario.
Dos
de
sus
últimas
obras
son
Educación
empoderadora,
y
Cuando
los
estudiantes
tienen
poder.
• Michel
Apple
(Estados
Unidos).
Estudia
las
relaciones
entre
currículum
McLAREN,
Peter.
Pedagogía
crítica.
En
Corrientes
pedagógicas.
Manizales.
CINDE
y
poder
(quien
es
silenciado,
quien
tiene
la
palabra...),
escuela
y
democracia,
conservatismo
y
educación,
sociología
de
la
educación,
ideología
y
educación.
• Aronowitz
(Estados
Unidos).
Critica
relaciones
entre
política
y
escuela.
La
crisis
de
la
educación.
• Henry
Giroux.
Centra
su
trabajo
en
la
propuesta
de
la
labor
intelectual
de
los
maestros,
las
teorías
de
la
reproducción
y
la
pedagogía
de
la
oposición.
McLaren
afirma,
La
Pedagogía
Crítica
ha
comenzado
a
proporcionar
una
teoría
radical
y
un
análisis
de
la
escuela,
y
al
mismo
tiempo
añade
nuevos
avances
en
la
teoría
social
y
desarrolla
nuevas
categorías
de
investigación
y
nuevas
metodologías.
En
el
enfoque
de
la
pedagogía
crítica
el
maestro
es
una
persona
crítico-‐reflexiva
que
cumple
un
rol
político
en
y
con
su
comunidad.
Giroux
considera,
En
su
mayoría,
los
críticos
radicales
están
de
acuerdo
en
que
los
educadores
tradicionalistas
se
han
negado
generalmente
a
interrogarse
sobre
la
naturaleza
política
de
la
enseñanza
pública.
Así
mismo
señala
que
tradicionalmente
la
escuela
se
ha
negado
a
analizar
las
relaciones
que
existen
entre
poder,
conocimiento
y
dominación.
Giroux
sostiene
que
los
análisis
de
la
Pedagogía
Crítica
han
ofrecido
un
nuevo
lenguaje
teórico
y
una
actitud
crítica
que
sostienen
que
las
escuelas,
dentro
de
la
amplia
tradición
humanística
occidental,
no
ofrecen
oportunidades
para
la
potenciación
personal
y
social
en
la
sociedad.
En
una
perspectiva
crítica,
el
concepto
de
teoría
deriva
al
de
discurso
o
texto,
en
la
medida
que
sus
representaciones
de
la
“realidad”
(cómo
es
y
cómo
debería
ser)
tienen
“efectos
de
realidad”.
El
objeto
descrito
es
inseparable
de
su
descripción.
El
discurso
sobre
el
curriculum
crea
una
idea
particular
de
curriculum
(Tomaz
Tadeu
da
Silva,2001).
Es
precisamente
el
otro
presupuesto
básico
para
comprender
el
papel
de
la
escuela
(y
muy
especialmente
el
de
la
escuela
pública),
el
que
nos
lleva
a
afirmar
que
ésta
ha
dejado
de
ser
interpretable
sólo
como
espacio
de
reproducción
ideológica
y
social,
para
convertirse
en
un
posible
escenario
de
crítica
y
resistencia
contrahegemónica.
De
entre
diversos
motivos
podríamos
señalar
los
siguientes:
a)
Frente
a
la
falta
de
"representatividad"
del
saber
escolar,
que
soslaya
las
realidades
culturales
presentes
en
el
aula
(Gimeno,
1991),
se
hace
imprescindible
un
espacio
de
intercambio
y
cruce
cultural
que,
en
condiciones
de
simetría,
puedan
generar
"competencia
cultural"
y,
por
tanto,
mayor
capacidad
de
afrontar
realidades
diversas
y
respuestas
alternativas.
Urge,
por
tanto,
facilitar
habilidades
cognitivas
y
culturales
que
ayuden
a
descodificar
(leer)
y
codificar
(expresar)
con
registros
alternativos
que
rompan
con
la
pasividad
del
consumidor,
incapaz
de
controlar
el
proceso
de
tecnologización
de
la
sociedad
de
la
información
y
de
las
claves
culturales
con
las
que
viene
expresada
la
cultura
escolar.
b)
La
escuela,
es
un
escenario
posible
de
crítica
que
permite
el
cuestionamiento
de
modelos
sociales
hegemónicos
y
puede
dar
a
conocer
otros,
alternativos
y
emancipadores.
c)
La
escuela
supone
una
posibilidad
de
vivenciar
espacios
de
experiencia
y
de
diversidad
que
permitan
salir
de
un
recentramiento
en
sí
mismo
al
alumnado
(individualismo)
y
que,
de
esta
manera,
faciliten
la
conexión
con
la
realidad
social
(IRES,
1991;
Gil,
1993).
Así,
las
garantías
institucionales
de
la
posibilidad
de
una
cultura
democrática,
de
una
reconstrucción
y
expresión
de
la
propia
identidad
y
de
poder
compartir
e
interaccionar
las
creencias
y
valores,
están
al
menos,
posibilitadas
y
recogidas
en
la
escuela
pública.
Escuela
cuya
calidad
tendrá
su
papel
en
la
medida
que
recoja
el
sentido
realmente
educativo,
en
sí
mismo,
es
decir,
el
desarrollo
de
una
ciudadanía
crítica.
¿Debe
la
escuela
tomar
en
cuenta
esas
realidades
complejas,
esas
problemáticas
que
he
mencionado
más
arriba,
y
esos
actores
que
están
actuando
en
ellas,
y
que
conforman
una
dimensión
importante
de
la
realidad
en
la
que
nos
desenvolvemos?.
¿Debe
la
escuela
optar
por
constituirse
en
ese
espacio
crítico,
de
intercambio,
debate
y
reconstrucción
cultural
alternativo?.
El
pensamiento
crítico
cifra
su
fuerza
en
la
convergencia
de
los
movimientos
educativo,
pedagógico,
cultural,
socio-‐
político
e
histórico.
Los
centros
escolares
necesitan
dar
cabida
a
estos
espacios
ideológicos
de
debate
social
que
representan
expresiones
culturales
diversas
y
desde
sensibilidades
diferentes:
medioambientales,
eco-‐políticas,
solidarias,
con
perspectiva
de
género...,
en
fin,
globales
y
emancipatorias.
Precisamente,
el
camino
de
la
postura
crítica
que
explicita
Giroux
para
el
proyecto
educativo
político
cultural
radical,
se
corresponde
con
una
densa
y
sentida
lucha
contrahegemónica
con
tales
situaciones
dominantes.
De
ahí
la
exigencia
por
hacer
valer
la
importancia
de
defender
políticas
educativas
públicas
y
desarrollar,
a
su
vez,
una
cultura
democrática
de
participación
crítica
y
radical.
La
dimensión
de
la
educación
democrática
no
reside
pues,
sólo
en
los
contenidos,
sino
en
las
prácticas.
La
democracia
supone
la
redefinición
permanente
del
tratamiento
del
conflicto
en
todas
sus
esferas.
Si
en
el
planteamiento
y
tratamiento
de
los
problemas
existen
estos
condicionamientos
que
influyen
en
los
modelos
científicos
y
en
las
prácticas
del
profesorado
y
del
alumnado
sin
que
exista
un
aparente
"control",
no
podemos
dejar
de
considerar
que
la
complejidad
de
este
proceso
domina
la
realidad
educativa.
Es
pues
el
principio
de
cambio
y,
por
tanto,
el
de
"lo
diverso",
lo
que
convive
en
un
sistema
escolar
que
no
puede
reducirse
al
sistema-‐aula,
sino
que
también
ha
de
contemplar
otros
ángulos
como
los
de
profesorado/ciencia,
profesorado/marco
institucional,
profesorado/condiciones
materiales.
Esa
opción
implica
tomar
conciencia
reflexiva
e
intervenir
de
manera
decidida
potenciando
proyectos
educativos
alternativos
que
expandan
el
sentido
de
participación
de
las
escuelas
públicas
culturales
consistentes
con
una
base
social
ética
y
de
respeto
a
la
diferencia
en
una
sociedad
que
hoy
parece
cada
vez
más
compleja
y
multicultural.
Desde
una
educación
intercultural
se
favorece
la
creación
de
una
conciencia
democrática,
participativa
y
crítica,
tanto
en
el
ámbito
individual
como
en
el
social,
potenciando
una
verdadera
dimensión
emancipadora.
Así
mismo,
se
pueden
favorecer
los
procesos
de
aprendizaje,
enfatizando
la
reconstrucción
de
capacidades
cognitivas,
el
ejercicio
de
la
empatía,
el
trabajo
en
torno
a
conceptos
estructurantes
como
el
de
la
causalidad
múltiple
y,
en
definitiva,
el
de
un
pensamiento
complejo
y
sistémico,
que
tenga
conciencia
de
perspectiva,
que
sea
respetuoso
aunque
crítico,
que
desarrolle
habilidades
sociales
y
políticas
necesarias
para
transformar
la
realidad
y
así
abordar
en
mejores
condiciones
los
conflictos
y
las
situaciones
problemáticas.
En
todo
esto,
está
en
juego
el
ejercicio
de
la
ciudadanía
crítica,
el
ejercicio
libre
del
pensamiento
creador,
el
sentido
de
participación
plural
dentro
de
una
cultura
que
cultive
la
autonomía
reflexiva
y
contrarreste
toda
pretensión
de
fundar
una
ética
igualadora
dominante.
En
este
sentido,
hay
que
recordar
que
la
selección
del
curriculum
supone
una
representación
particular
de
la
cultura,
como
discurso
construido
a
través
de
mecanismos
selectivos
de
inclusiones
y
exclusiones,
que
legitiman
determinadas
formas
de
lenguaje,
experiencias
humanas,
relaciones
sociales,
formas
de
razonamiento
y,
en
último
término,
siguiendo
a
M.W.
Appel,
una
determinada
visión
de
la
sociedad.
Pero
desde
un
pensamiento
complejo
este
planteamiento
no
debe
dejar
fuera
una
reflexión
sobre
los
micro-‐poderes
(o
microfísica
del
poder,
siguiendo
a
Foucault
o
Bordieu),
ya
que
somos
reproductores,
a
veces
inconscientemente,
de
ese
poder,
en
una
cotidianeidad
donde
se
experimenta
y
reconstruye.
La
fuente
epistemológica
del
curriculum,
reflexiona
desde
la
teoría
de
la
ciencia,
y
se
pregunta
por
el
qué
enseñar;
y
desde
la
fuente
psicológica
y
pedagógica,
el
cómo
y
cuándo.
El
proceso
de
aprendizaje
se
orienta
hacia
la
formulación
de
problemas
y
la
planificación
de
soluciones.
La
metodología
no
aparece
como
un
conjunto
de
técnicas
o
sólo
una
práctica
de
los
docentes,
sino
que
adquiere
una
dimensión
de
acción-‐reflexión,
que
permite
reflexionar
la
práctica
y
elaborar
a
la
vez
la
teoría
orientada
a
la
acción
educativa.
En
este
proceso,
el
debate
y
la
toma
de
decisiones,
en
una
gradiante
de
complejidad
y
abstracción
(IRES,1991),
hace
interactuar
las
fuentes
de
información
en
la
que
se
rompe
la
visión
positivista
occidental
de
la
cultura,
articulando
de
esa
forma
ciencia
y
conocimiento,
en
una
concepción
sistémica,
donde
sentimientos
y
valores
adquieren
una
reorientación
ética
e
ideológica.
En
la
cultura
occidental
hegemonizada
por
el
modelo
androcéntrico
(Moreno,
1987)
se
confunde
lo
humano
con
lo
viril,
asimilando
un
sistema
de
valores,
un
universo
mental,
una
determinada
forma
de
conocer
y
pensar
el
mundo.
Este
androcentrismo
ha
condicionado
el
pensamiento
científico
hasta
nuestros
días
y
forma
parte
en
buena
medida
de
la
base
cultural
en
la
que
nos
movemos
aun
hoy
en
día.
Como
planteaban
Piaget
y
Kohlberg,
se
produce
una
reconstrucción
de
la
autonomía
moral
como
fin
educativo,
a
partir
de
problemas
y
conflictos
concretos
situados
en
contextos
sociohistóricos
que
permiten
una
autonomía
intelectual,
de
forma
que
las
cuestiones
morales
se
pueden
tratar
mediante
razones
y
valores
aplicables,
no
como
"universales",
sino
a
través
de
un
diálogo
orientado
a
acuerdos,
de
forma
que
los
valores
son
inseparables
de
lo
afectivo
y
cognitivo.
A
pesar
de
algunas
corrientes
centradas
en
la
denuncia
de
la
reproducción
cultural
y
educativa,
otras
visiones
ven
ese
espacio
como
un
territorio
en
disputa,
como
una
posibilidad
de
resistencia.
Como
defiende
Giroux,
el
contexto
escolar
forma
parte
de
"campos
de
combate”
en
torno
a
las
que
se
desarrollan
estrategias
y
alianzas.
De
ahí
la
necesidad
de
educadores,
como
“trabajadores
culturales
críticos”,
para
desplegar
en
las
escuelas
su
condición
de
esferas
públicas
y
vida
democrática
radical,
donde
se
pueda
educar
la
capacidad
que
tienen
las
personas
“de
pensar,
de
actuar,
y
de
ser
sujetos”.
Así,
el
curriculum
se
transforma
en
una
acción
emancipadora
y
negociada
(en
el
enfoque
que
le
dan
Freire,
Carr,
Kemis,
Giroux,
Apple),
en
la
medida
que
mediante
el
proceso
comunicativo
que
desata,
posibilita
que
los
estudiantes
usen
su
capital
lingüístico
y
cultural,
permitiendo
debatir
su
cuadro
de
creencias
y
valores.
Ello
sitúa
a
la
comunidad
educativa
en
un
acto
de
control
del
conocimiento
y
de
compromiso
transformador.
De
ahí
que
debamos
transformar
las
luchas
educacionales
críticas
mediante
una
participación
activa
“cruzando
límites”,
en
luchas
más
amplias
por
la
democratización
y
reconstrucción
de
la
vida
pública.
Por tanto, una lectura crítica del curriculum explícito y oculto debe orientarse desde:
La
hegemonía
ideológica
de
la
que
hablaba
Antonio
Gramsci,
implica
un
acto
de
dominio
intelectual
y
cultural,
que
impide
o
dificulta
esa
liberación
social.
El
compromiso
de
todo
educador
y
educadora
debe
ser
ajustarse
a
la
necesidad
de
someter
su
acción
de
enseñante
a
la
reflexión
y
participación
en
lo
político-‐cultural,
luchando
por
los
principios
de
justicia
social
y
asumir
una
condición
democrática
crítica.
En
este
sentido,
la
educación
comparte
desde
esa
perspectiva
crítica
la
voluntad
de
transformar
un
sistema
social
junto
a
otros
movimientos
sociales
que
lo
cuestionan,
entre
los
que
se
encuentra
en
primera
línea
el
de
los
movimientos
de
renovación
pedagógica
que
recogen
la
larga
tradición
de
teoría
y
prácticas
críticas,
como
el
movimiento
Freinet
o
el
de
Freire.
Es
en
esa
orientación
crítica
que
se
cuestionan
los
presupuestos
del
orden
social
y
educativo
existente
y
de
ahí
que
desde
la
fuente
sociológica
del
curriculum
se
interrogue
el
para
qué,
por
qué
y
de
quién
(la
teoría
social
crítica),
indagando
las
relaciones
entre
Saber/Identidad/Poder.
Así
el
curriculum
se
transforma
en
una
selección
justificada
con
posterioridad,
y
se
convierte
en
un
territorio
en
disputa,
en
una
cuestión
de
Poder
donde
privilegiar/seleccionar/destacar/enfatizar,
adquieren
el
carácter
de
un
debate
epistemológico
y
socio-‐político.
Y
sus
categorías
teóricas
giran
en
torno
a
la
de
ideología,
poder,
adoctrinamiento,
relaciones
sociales
de
producción,
concienciación,
emancipación,
curriculum
explícito
y
oculto.
En
esta
perspectiva
se
investiga
la
relación
entre
educación
e
ideología,
educación
y
producción:
de
ahí
la
importancia
del
“papel
del
contenido”
en
las
materias,
por
su
transmisión
ideológica,
o
de
los
aparatos
ideológicos
del
estado,
las
relaciones
sociales
en
la
escuela,
la
reproducción
social
como
reproducción
cultural,
mediante
la
imposición
y
ocultación,
producción
y
consumo
de
recursos
simbólicos
(Melucci,
1994
y
2001)
y
el
dominio
simbólico
en
la
orientación
explicativa
de
las
aportaciones
sobre
los
conceptos
de
hegemonía
y
resistencia
que
han
hecho
Antonio
Gramsci,
Louis
Althusser;
Pierre
Bordieu
y
Jean
Claude
Passeron,
Michael
Apple;
o
Henry
Giroux.
El
objetivo
educativo
esencial
será
potenciar
una
ciudadanía
crítica
y
solidaria,
en
el
ámbito
de
las
relaciones
interpersonales,
con
el
medio
y
en
el
de
la
organización
económica,
social
y
política
que
se
expresan
a
través
de
modelos
culturales
determinados.
Luchar
por
cambiar
la
escuela
va
más
allá
de
modificar
cambios
de
organización,
estructura
o
condiciones
de
trabajo,
ya
que
esas
condiciones
provienen
de
la
función
que
el
sistema
social
impone
y
la
formación
de
la
que
provienen
la
mayoría
de
los
enseñantes
procede
de
esa
escuela
adoctrinadora
y
alienada,
de
la
que
nos
prevenía
Gonzalo
Anaya.
Si
los
trabajadores
de
la
enseñanza
quieren
escapar
de
esa
perversión
que
supone
la
reproducción
social
del
sistema
educativo
ha
mantener
esos
espacios
como
movimientos
renovadores
críticos
que
históricamente
ha
sostenido
hasta
la
fecha,
haciendo
suyo
esa
otro
estilo
de
enseñanza
y
aprendizaje.
Estas
realidades
problemáticas
y
diversidad
de
actores
deben
constituirse
en
el
espacio
crítico,
de
intercambio,
debate
y
reconstrucción
cultural
alternativo.
Frente
a
la
crisis
civilizatoria
en
la
que
estamos
inmersos,
esta
necesidad
de
“redistribución
cultural”
(Denche
y
Aguacil,
1993)
puede
permitir
una
profundización
del
combate
cultural
e
ideológico.
Es
imprescindible,
por
tanto,
reconstruir
un
discurso
común,
un
discurso
global
de
comprensión
y
transformación
social
que
genere
competencia
cultural,
social
y
política
y
capacidad
de
descodificación
de
los
mensajes
que
produce
esa
“realidad
virtual”.
El
discurso
pedagógico
crítico
supone
un
intento
de
"compresión
del
mundo
y
de
transformación
de
la
realidad.
Hablar
de
concientización
en
el
sentido
que
le
da
Paulo
Freire
(1990)
y
tantos
educadores
de
América
Latina,
supone
una
educación
como
“un
acto
de
conocimiento
y
un
proceso
de
acción
transformadora
sobre
la
realidad”;
así
la
acción
educativa
es
esencialmente
una
acción
transformadora,
una
acción
comprometida
y
el
papel
de
la
educación
es
estratégico
en
este
mundo
rasgado
por
conflictos
e
injusticias.
De
ahí
que
se
haya
denominado
a
la
educación
emancipatoria,
conceptualizada
como
Global
(Celorio,
1995;
Antón,
1998),
concientizadora
e
intercultural,
en
el
sentido
de
cuestionar
el
contenido
del
concepto
del
modelo
cultural
y
de
desarrollo
y
recentrar
el
discurso,
sobre
la
interdependencia
de
los
problemas
entendidos
a
escala
planetaria,
abordando
una
explicacíón
dialéctica
y
globalizada
de
los
problemas
mundiales
(Conclusiones
de
Barría,
1996).
No
es
nada
que
pueda
reducirse
a
un
área
o
espacio
extracurricular
o
extraescolar
“es
el
núcleo
de
las
finalidades
educativas,
lo
que
está
en
cuestión
es
el
modelo
cultural
desde
el
sistema
educativo,
el
discurso
no
está
situado
en
la
periferia
sino
en
el
centro
del
Proyecto
Educativo”
(Ros
y
Antón,
1992).
Hoy
por
hoy,
el
espacio
para
la
pedagogía
crítica
es
reducido
y
su
enfoque
está
fuertemente
relegado
en
las
prácticas
mayoritarias,
donde
la
existencia
de
discursos
más
o
menos
progresistas,
en
el
ámbito
institucional,
sindical
o
de
padres
y
madres,
no
va
acompañado
generalmente
de
una
vinculación
con
los
problemas
cotidianos
y
concretos.
Esta
situación
ha
ido
mermando
capacidad
de
discurso
y
análisis,
a
medida
que
los
Movimientos
de
Renovación
Pedagógica
han
reducido
su
capacidad
de
hacer
propuestas
y
llevar
adelante
proyectos
de
trabajo
que
hasta
hace
muy
poco
servían
para
muchos
como
espacio
donde
vincularse
de
forma
colectiva
y
reconstruir
críticamente
prácticas
y
experiencias
como
movimiento
y
espacio
social,
pero
no
por
ello
lo
hace
menos
necesario.
Frente
a
esta
nueva
complejidad,
es
cada
vez
más
urgente
un
trabajo
crítico
que
permita
análisis
y
dé
herramientas
de
comprensión.
Nunca
como
ahora
ha
sido
necesaria
una
educación
para
la
neoalfabetización
(
en
el
sentido
en
el
que
lo
formula
Henry
Giroux)
y
la
descodificación
de
la
información,
los
lenguajes
utilizados
y
sus
códigos
simbólicos:
nunca
como
ahora
los
educadores
y
educadoras
críticos,
tienen
por
delante
el
reto
de
educar
para
concienciar
y
transformar.
Desde
la
pedagogía
critica
la
escuela
se
visualiza
como
esfera
democrática
o
como
foro
cultural
que
tiene
responsabilidad
en
profundizar
los
valores
democráticos
desde
el
dialogo,
la
reflexión
critica
y
la
expresión
de
todas
las
voces.
El
encuentro
que
posibilite
la
promoción
de
la
igualdad
con
la
adquisición
de
conocimientos,
habilidades
sociales
y
facultades
criticas
para
la
participación.
El
intercambio
de
saberes,
experiencias
y
visiones
de
mundo.
De
igual
forma,
la
escuela
es
un
espacio
social
donde
se
desarrolla
la
educación
como
acción
política
emancipadora
que
tiene
por
función
la
formación
de
personas
libres
y
autónomas
que
analizan
la
realidad
y
participan
de
su
transformación
y
desde
allí
se
orienta
un
proyecto
político
encaminado
a
profundizar
los
procesos
democráticos
como
lo
argumenta
Paulo
Freire.
Lo
anterior,
es
analizado
desde
la
escuela
como
territorio
social
en
disputa
y
como
pasaje
de
reconocimiento
juvenil
en
el
primer
caso
por
la
orientación
del
tipo
de
subjetividades
políticas
que
privilegia
y
por
el
proyecto
de
sociedad
que
se
intenciona,
en
el
segundo
por
las
fronteras
de
distinción
y
de
posibilidad
que
activa
para
las
nuevas
generaciones
en
términos
de
reconocimiento
y
conocimiento
critico
de
sus
contextos.
Estos
referentes
son
emergentes
en
la
investigación.
Aunque
se
inicia
el
abordaje
desde
la
ciudadanía
esta
se
concreta
luego
en
la
ciudadanía
escolar.
La
primera
comprendida
como
una
practica
social
que
vela
por
el
bien
común,
respetando
la
autonomía
e
independencia
del
ciudadano
o
la
ciudadana.
También,
como
un
proceso
de
regulación
moral
y
producción
cultural
que
configura
tipos
de
subjetividades
políticas
desde
imágenes,
discursos,
relaciones
y
sentidos
en
significación
con
un
Estado
y
con
las
relaciones
en
la
vida
pública.
Para
Giruox
la
ciudadanía
escolar
se
puede
asumir
como
un
proceso
pedagógico,
que
vincula
a
los
miembros
de
la
comunidad
a
un
proceso
de
generación
cultural
y
regulación
social
que
garantiza
la
construcción
de
subjetividades
y
nacionalidad.
Esto
permite
que
la
comunidad
educativa
pueda
incidir
en
los
lineamientos
y
decisiones
que
afectan
la
vida
escolar,
desde
prácticas
políticas
que
fortalecen
la
democracia
participativa.
La
democracia
en
tanto
práctica
social
y
política
que
se
construye
socialmente
desde
lo
sustantivo
o
lo
procedimental;
es
decir,
enfatizando
en
los
principios
o
valores
que
la
sustenta
o
desde
los
mecanismos
e
instancias
que
le
dan
forma;
la
democracia
puede
ser
representativa
o
participativa.
Así,
democratizar
la
escuela,
vista
desde
los
postulados
de
la
democracia
sustantiva
y
el
papel
formador
de
la
institución
educativa,
requiere
una
observancia
del
conjunto
de
valores
o
ideales
democráticos
ligados
a
este
espacio
micro
y
en
su
relación
con
el
entorno
social,
político
y
cultural,
destacando.
La
transformación
pacífica
de
los
conflictos.
La
capacidad
de
argumentar
las
diferencias.
La
posibilidad
de
interrogar
el
estado
de
cosas.
La
promoción
y
educación
en
el
derecho
de
las
personas.
La
eliminación
de
las
violencias
ocultas
o
simbólicas
institucionales.
La
idea
de
cómo
se
deben
tomar
las
decisiones
y
cómo
participar
en
ellas.
Las
imágenes
y
aspiraciones
de
poder
individual
y
colectivo.
La
pregunta
por
develar
el
poder
en
la
escuela,
como
uno
de
los
aportes
de
la
pedagogía
critica
que
cuestiona
las
posiciones
neutrales
y
la
carencia
de
intencionalidad
política
en
el
quehacer
educativo
y
docente,
estuvo
presente
en
la
construcción
del
pacto
y
ahora
en
la
reflexión
de
esta
experiencia.
Aunque
inicialmente
a
esta
categoría
no
se
le
dio
mayor
relevancia,
en
el
proceso
la
adquirió
para
comprender
las
subjetividades
políticas.
El
poder,
comprendido
como
la
capacidad
de
incidir
en
el
curso
de
los
acontecimientos
de
los
sujetos.
En
la
escuela,
es
evidente
la
relación
entre
poder
y
autoridad,
la
micro
política
aporta
a
su
comprensión.
La
opción
por
la
autoridad
emancipadora,
que
sugiere
el
conocimiento
critico
de
todos
sujetos
y
su
oportunidad
para
participar
en
la
vida
en
común
es
importante
para
la
sistematización.
Los
pactos
de
convivencia,
en
tanto
oportunidad
de
configurar
subjetividades
políticas
democráticas,
es
uno
de
los
principales
hallazgos
de
la
sistematización.
La
subjetividad
política
como
un
proceso
de
reflexibilidad
del
sujeto
que
se
asume
en
una
colectividad
al
pensarse
a
si
mismo,
esta
asociada
a
la
corresponsabilidad
social
que
se
expresa
en
lo
político.
Tal
reflexividad
le
permite
irse
instituyendo
como
sujeto
político,
y
que
es
uno
de
los
rasgos
del
ejercicio
de
la
ciudadanía.
El
sujeto
político
es
quien
actuó
conscientemente
de
la
vida
en
común,
que
esta
orientado
a
lo
público
y
a
lo
colectivo,
como
participe
de
esto.
Así,
el
sujeto
político
asume
acciones
ínter
subjetivas
que
demuestra
en
sus
argumentos,
palabras
y
formas
de
relacionarse.
El
pacto
aspira
a
la
constitución
de
nuevas
generación
con
subjetividades
políticas
democráticas.
Al
reconocimiento
de
la
ciudadanía
escolar
y
el
compromiso
de
todos
los
estamentos
con
su
posicionamiento.
Al
fortalecimiento
y
generación
de
la
democracia
participativa
en
las
escuelas
tanto
desde
su
estructura
como
desde
su
cultura.
A
la
defensa
de
la
educación
como
un
derecho
social
inalienable.
Desde
el
equipo
pedagógico
se
asumen
los
referentes
teóricos
como
elementos
que
enriquece
la
interpretación
de
la
realidad
escolar,
no
como
parámetros
desde
los
que
se
debe
organizar
y
clasificar
dicha
interpretación.
La
teoría
como
una
herramienta
que
aportar
a
la
información
empírica,
no
como
el
lento
para
valorar
dicha
información.
Un
cambio
en
el
proceso,
es
la
relevancia
que
cobra
el
poder
como
la
categoría
para
explicar
la
incidencia
del
pacto
en
la
configuración
de
subjetividades
políticas
democráticas
en
las
nuevas
generaciones.
El
poder,
sus
manifestaciones,
acepciones
e
interpretaciones
es
objeto
de
análisis
en
las
escuelas;
una
de
las
jóvenes
estudiantes
asume
que
con
la
construcción
del
pacto
los/
as
jóvenes
ganan
poder
y
los/
as
adultos/as
si
bien
no
lo
pierden,
si
se
desacomodan
de
sus
lugares
de
poder
al
sentir
la
confrontación
desde
el
argumento
y
la
defensa
de
derechos
y
condiciones
dignas
de
jóvenes
estudiantes.
Estas
situaciones
propicia
que
algunas
directivas
lo
asumen
con
el
autoritarismo
por
temor
a
poder
formal
o
legal
que
tienen,
mientas
otras
lo
abordan
desde
el
sentido
de
la
autoridad
emancipatoria,
es
decir
un
poder
reconocido
y
legitimo
que
posibilita
la
ciudadanía
escolar
no
que
la
excluye.
Es
de
resaltar
como
las
lecturas
teóricas
y
el
acercamiento
a
nuevos
autores
con
preguntas
de
investigación,
posibilita
al
equipo
pedagógico
mirar
diferente
su
cotidianeidad
escolar,
interrogar
las
relaciones
y
las
situaciones
antes
naturalizadas
por
la
fuerza
de
la
costumbre;
entre
ellas
la
interpretación
del
poder
y
el
manejo
que
se
hace
por
parte
de
las
directivas;
también
las
posiciones
autocríticas
de
las
docentes
por
las
relaciones
sostenidas
durante
años
y
la
funcionalidad
al
sistema
excluyente
de
estas
relaciones,
por
ejemplo
las
labores
desde
la
coordinación
que
en
aras
al
orden
institucional
no
cuestiona
abiertamente
situaciones
de
injusticia
con
jóvenes.
La
pedagogía
crítica
es
una
propuesta
de
enseñanza
que
intenta
ayudar
a
los
estudiantes
a
cuestionar
y
desafiar
la
dominación,
creencias
y
prácticas
que
la
generan.
También
se
puede
definir
como
una
teoría
y
práctica
en
la
que
los
estudiantes
alcanzan
una
conciencia
crítica.
En
palabras
de
McLaren,
la
pedagogía
crítica
crea
en
los
estudiantes
la
posibilidad
de
adquirir
nuevos
lenguajes
y
entender
la
vida
diaria.
Para
ellos,
la
construcción
de
una
pedagogía
crítica,
aunque
resulta
difícil
de
establecer,
debe
considerarse
como
el
método
más
efectivo
para
lograr
ciudadanos
con
pensamiento
crítico
y
forjadores
de
una
democracia
real
motivados
a
construir
una
sociedad
más
justa.
Así
mismo,
sus
críticas
más
duras
se
dirigen
al
sistema
económico
y
político
que
influyen
de
manera
negativa
en
la
educación
de
su
país.
Según
McLaren,
existen
diferentes
enfoques
de
pedagogía
crítica,
entre
ellos,
feminista,
radical,
humanista,
descolonizador
y
revolucionario,
este
último
con
el
que
se
siente
identificado
gracias
a
la
tendencia
socialista
que
pregona.
Asegura
además,
que
la
pedagogía
crítica
debe
ser
plural,
nunca
neutral,
es
decir,
se
está
a
favor
o
en
contra
del
capitalismo.
Para
él,
la
pedagogía
revolucionaria
es
un
término
que
abarca
todos
los
aspectos
precisos
para
una
mejor
educación.
Para
estos
dos
pedagogos,
es
importante
entender
el
papel
de
la
pedagogía
crítica
en
un
mundo
que
se
encuentra
golpeado
por
Estados
Unidos
y
el
militarismo.
Además,
afirman
que
las
fallas
del
sistema
educativo
actual
se
desprenden
del
campo
económico,
político
y
social
que
rige
en
la
mayoría
de
países.
Apple
asegura
que
la
educación
es
política
en
distintas
formas,
y
para
explicarlas
enumera
seis
puntos:
1)
actúa
como
un
dispositivo
de
clasificación
(depende
de
dónde
vivas,
el
contexto),
2)
los
colegios
reproducen
las
diferencias
de
clase
y
de
raza,
3)
para
que
haya
un
conocimiento
oficial
se
deja
de
lado
lo
popular,
4)
históricamente
el
currículo
oculto
refuerza
las
identidades
de
clase,
5])
dinero
y
poder
y
6)
la
política
de
la
voz.
Aclara
que
en
Estados
Unidos
existen
22
cuerpos
políticamente
dispuestos,
como
una
especie
de
concejo,
que
deciden
cuáles
libros
de
texto
escolar
se
pueden
usar
y
cuáles
no.
Eso
quiere
decir
que
el
estado
es
quien
regula
lo
que
está
incluido
dentro
del
conocimiento
oficial
y
la
vida
cultural.
En
el
ámbito
económico
ambos
autores
se
muestran
resistentes
al
sistema
capitalista;
según
McLaren
si
aumenta
el
capitalismo,
las
posibilidades
de
ser
subjetivos
y
críticos
disminuye,
lo
que
implica
seguir
bajo
un
grupo
dominante
que
no
le
interesa
una
educación
de
calidad
para
las
clases
menos
favorecidas.
Apple
ejemplifica
la
relación
de
la
economía
con
la
educación
a
través
de
las
prácticas
neoliberales
que
ven
a
las
escuelas
conectadas
a
un
mercado
global
capitalista
en
donde
necesitan
ser
transformadas
y
competitivas,
afirma
que
las
escuelas
se
asemejan
a
las
fábricas.
Luego
explica
que
el
capitalismo
no
ha
cambiado
su
cortejo
con
el
imperialismo;
por
tanto
lo
califica
como
un
sistema
sin
alma,
sin
humanidad
y
que
no
está
al
servicio
de
la
comunidad
sino
de
la
rentabilidad.
Por
otra
parte,
Apple
hace
una
fuerte
crítica
a
los
neo
conservadores
quienes
pretenden
dominar
al
maestro
a
través
de
un
conocimiento
“legitimo”.
Es
decir,
un
conocimiento
oficial
que
sólo
emite
valores
y
creencias
que
le
convienen
a
la
clase
dominante
y
que,
por
supuesto,
deja
de
lado
el
conocimiento
popular
que
es
imprescindible
en
la
educación.
Esta
serie
de
afirmaciones
inciden
en
el
ámbito
social
porque
no
dan
rienda
suelta
al
multiculturalismo.
McLaren
asegura
que
el
conocimiento
puede
y
debe
ser
auto
reflexivo
en
el
cual
maestros
y
estudiantes
pueden
intervenir.
En
el
libro
“Escuelas
Democráticas”
Michael
Apple
testifica
la
existencia
de
4
escuelas
que
están
logrando
una
verdadera
educación
democrática.
Entre
ellas,
nombra
el
caso
de
una
escuela
de
Porto
Alegre
(Brasil)
en
donde
una
alianza
de
activistas
de
clase
media
creó
un
currículo
antiracial
y
multicultural.
Para
redefinir
la
educación,
McLaren
sugiere
una
economía
que
favorezca
lo
local,
no
se
puede
negar
la
posibilidad
de
las
utopías
concretas
de
lo
que
el
mundo
debería
ser,
así
como
afirma
Freire,
“la
educación,
en
verdad,
necesita
tanto
de
formación
técnica,
científica
y
personal
como
de
sueños
y
utopías”.
Los
docentes
tienen
que
tomar
acción
directa,
no
quedarse
pasivos
ante
la
posibilidad
de
una
nueva
educación,
resulta
indispensable
volverse
crítico,
subjetivo
y
aprender
de
los
estudiantes.
Las
escuelas
también
tienen
que
enseñar
valores,
cómo
ser
ciudadanos
críticos
y
reducir
un
conocimiento
factual
con
unas
pruebas
objetivas.
McLaren
distingue
4
relaciones
que
deben
tener
presente
los
docentes:
1)
el
individuo
y
su
actividad
productiva,
2)
el
individuo
y
el
producto
de
esa
actividad
productiva,
3)
el
individuo
y
otras
personas
(sus
propios
intereses)
y
4)
el
individuo
y
la
especie
(lo
que
significa
ser
humano).
1. Decir
la
verdad.
El
maestro
debe
tomar
conciencia
de
lo
que
está
pasando
en
la
educación,
debe
entender
que
en
el
mundo
actual
la
educación
reproduce
la
inequidad.
2. Iluminar
los
espacios
de
acción.
Los
maestros
están
llamados
no
sólo
a
denunciar
lo
negativo
sino
a
generar
espacios
de
discusión
y
diálogo
en
los
que
se
tenga
en
cuenta
la
clase
trabajadora.
3. Definición
de
la
investigación,
los
docentes
deberían
actuar
como
secretarios
de
los
movimientos
sociales.
4. Mantener
las
tradiciones
de
pensamiento,
reconstruir
la
memoria;
la
tarea
de
la
investigación
crítica
es
contar
las
historias.
5. Establecimiento
y
apoyo
de
movimientos
contra-‐hegemónicos.
Finalmente
en
su
libro
“Como
Dios
manda.
Mercados,
niveles,
religión
y
desigualdad”,
expresa
la
importancia
de
retomar
la
perspectiva
de
“raza”
como
elemento
central
de
análisis
de
la
política
educativa
entendida
como
“una
construcción,
un
conjunto
de
relaciones
enteramente
sociales”
;
así
mismo,
considera
que
es
importante
hacer
públicos
los
desafíos
actuales,
y
para
ello
los
medios
de
comunicación
y
la
red
se
convierten
en
vehículos
eficaces
para
dar
a
conocer
el
trabajo
realizado
desde
la
pedagogía
crítica,
lo
que
permitiría
el
aporte
de
soluciones
y
alternativas
a
la
situación
de
la
educación.
Desde
el
Currículo,
Apple
apoya
algunos
aspectos
de
la
escuela
humanista
en
donde
los
niños
son
activos
y
reciben
un
trato
muy
cordial
por
parte
de
los
maestros
quienes
practican
el
dialogo
pero
no
necesariamente
con
sentido
critico.
Por
esa
razón
se
convierte
en
un
currículo
débil
con
dificultades
para
manejar
los
problemas
de
la
política
en
cuanto
a
las
relaciones
de
clase
y
de
género
y
además,
no
está
relacionado
orgánicamente
a
los
movimientos
sociales
que
están
tratando
de
transformar
la
educación.
“Estoy
de
acuerdo
con
un
currículo
activo,
tenemos
que
oír
la
voz
de
los
estudiantes
y
mantener
diálogos
a
diferencia
de
los
currículos
basados
en
los
puntajes;
cuando
hay
educación
humanista
en
las
escuelas
de
clase
trabajadora
hay
muchos
más
aspectos
que
evaluar
como
la
cooperación,
el
dialogo
con
los
otros,
y
el
hacer
público
lo
personal”.
Del
mismo
modo,
Apple
asegura
que
se
necesita
una
pedagogía
crítica,
un
currículo
más
reflexivo,
debe
existir
un
proceso
crítico
democrático
donde
participen
los
más
pobres.
El
estado
tendría
que
aprender
lo
qué
pasa
arriba
y
lo
que
pasa
abajo,
el
currículo
debe
estar
conectado
con
lo
local
de
manera
muy
poderosa
y
que
las
finalidades
siempre
estén
sujetas
a
una
revisión
crítica
a
escala
local
y
nacional,
eso
es
lo
que
más
se
acerca
al
proceso
acertado
para
la
redefinición
de
la
escuela.
Por
su
parte,
Mclaren
en
la
obra
“La
educación
dentro
de
la
Bestia”
cita
a
los
educadores
críticos
quienes
afirman
que
existe
un
currículo
escondido
que
sigue
siendo
tolerante
pero
a
la
vez
muy
critico.
Enfoque
Cognitivo
Socio
**********
Racionalismo
Tecnología
Corrientes
Escuela
activa
histórico
Comunitario
Componente
Académico
Educativa
Cognitivas
(Vigotsky)
Pedagógico
Formar
Formar
una
Formar
Lograr
Formar
personas
capacidades
comunidad
personas
desempeños
inteligentes
y
Formar
personas
creativas
y
intelectivamente
Propósitos
cultas
y
eficientes
en
creativas
en
la
socialmente
actitudes
capaz
en
la
conocedoras
diferentes
resolución
de
valiosas
positivas
ante
resolución
de
de
la
cultura
tareas
problemas
la
vida
problemas
Se
organizan
Se
organizan
Se
organizan
Se
organizan
Se
organizan
Se
organizan
Contenidos
de
acuerdo
a
de
acuerdo
a
de
acuerdo
a
de
acuerdo
a
de
acuerdo
a
las
de
acuerdo
a
las
los
objetivos
de
intereses
niveles
cognitivos
potencialidades
necesidades
que
contenidos
desempeño
de
aprendizaje
de
aprendizaje
surgen
de
la
de
un
área
cognitivo
comunidad
disciplinar
Se
Se
fundamenta
fundamenta
Se
fundamenta
Se
fundamenta
en
la
en
las
en
la
experiencia
Se
Se
fundamenta
en
la
interacción
planificación
acciones
del
previa
y
en
la
fundamenta
en
diferentes
social
y
en
el
uso
de
la
estudiante
participación
Metodología
en
la
tareas
cognitivas
de
diferentes
enseñanza
sobre
los
activa
de
la
exposición
y
en
estrategias
mediaciones
basada
en
la
objetos
del
comunidad
en
la
del
profesor
de
aprendizaje
principalmente
organización
medio
y
en
solución
de
semióticas
de
el
uso
de
problemas
estímulos
materiales
Se
utiliza
Los
diferente
recursos
físicos,
materiales
de
psicológicos
y
Los
apoyos
acuerdo
a
los
semióticos
educativos
se
Se
utiliza
procesos
(herramientas,
basan
en
Se
utilizan
Los
apoyos
material
cognitivos
textos,
material
para
diferentes
educativos
se
didáctico
de
que
se
deseen
computadores,
ser
usado
en
materiales
Recursos
basan
en
el
acuerdo
a
los
desarrollar.
Por
etc.)
se
la
instrucción
presentes
en
el
discurso
y
en
intereses
y
ejemplo,
convierten
en
programada
y
contexto
socio
los
textos
necesidades
recientemente,
mediaciones
de
en
las
cultural
del
estudiante
se
han
utilizado
aprendizaje
para
máquinas
de
tutoriales,
ser
utilizadas
en
enseñanza
sistemas
expertos
situaciones
de
y
software
interacción
educativo
educativa
Se
evalúa
lo
que
el
Se
evalúa
alumno
sabe
Se
evalúa
Se
evalúan
el
potencial
de
Se
evalúa
Se
evalúa
con
respecto
la
efectividad
estructuras
y
aprendizaje
y
niveles
la
capacidad
de
a
un
campo
en
los
procesos
de
diferentes
niveles
desarrollo
de
resolución
de
de
desempeños
pensamiento
a
cognitivos
de
Evaluación
los
niños
con
conflictos
conocimiento
a
través
de
través
de
pruebas
desarrollo
respecto
a
sus
sociales
y
del
uso
a
través
de
pruebas
con
de
naturaleza
intelectual
a
habilidades
y
del
conocimiento
pruebas
indicadores
psicológica
o
través
de
pruebas
actitudes
para
ello.
generalmente
definidos
psicopedagógica
de
naturaleza
escritas
u
psicopedagógica
orales
PROPUESTAS
DE
ENSEÑANZA-‐APRENDIZAJE
El
aprendizaje
es
fruto
de
una
construcción
personal
del
educando
en
interacción
con
otro
y
con
el
medio
socio
cultural
y
natural.
Un
educando
aprende
cuando
es
capaz
de
elaborar
una
representación
personal
sobre
un
objeto
de
la
realidad
o
contenido.
Esta
elaboración
implica
aproximarse
a
dicho
contenido
desde
sus
experiencias,
intereses
y
conocimientos
previos.
Ningún
aprendizaje
se
produce
aisladamente
en
la
persona,
sino
que
se
va
enlazando,
conectando
a
otras
situaciones
o
aprendizajes
previos.
Cuando
un
aspecto
de
la
realidad
que
todavía
no
ha
sido
entendido
por
el
educando
empieza
a
cobrar
sentido,
como
resultado
de
la
relación
que
establece
con
sus
conocimientos
previos,
entonces
podemos
decir
que
un
aprendizaje
es
significativo.
El
aprendizaje
significativo
deberá
ser
logrado
por
los
alumnos
de
manera
autónoma,
por
lo
que
se
buscará
el
desarrollo
de
capacidades
para
que
los
alumnos
«aprendan
a
aprender»
permanentemente.
En
la
enseñanza,
la
acción
educativa
se
convierte
en
un
proceso
eminentemente
interactivo,
en
el
cual
los
niños
construyen
sus
aprendizajes
en
interacción
con:
su
contexto,
sus
compañeros,
sus
materiales
de
trabajo
y
su
profesor.
Es
un
proceso
en
el
que
siempre
hay
una
interacción
intencional
creada
por
el
profesor.
La
interacción
educativa
será
eficaz
en
la
medida
en
que
las
intervenciones
del
profesor
sean
oportunas
y
respondan
a
los
intereses,
necesidades
y
nivel
de
desarrollo
de
los
alumnos.
En
este
contexto,
la
enseñanza
puede
ser
concebida
como
un
conjunto
de
ayudas
que
el
profesor
ofrece
a
los
educandos
en
el
proceso
personal
de
construcción
de
su
conocimiento.
El
docente
tiene
entonces
un
rol
orientador
en
el
proceso
de
aprendizaje
del
alumno,
por
cuanto
crea
las
condiciones
necesarias
para
que
este
proceso
de
construcción
sea
lo
más
rico
posible.
En
este
marco,
el
docente
planifica
y
organiza
con
los
educandos
actividades
significativas,
es
decir,
actividades
que
respondan
a
sus
intereses
y
necesidades,
que
les
permitan
disfrutar,
descubrir
y
compartir
experiencias
y
conocimientos
en
un
clima
emocional
mente
adecuado.
Estimula
a
los
educandos
para
que
exploren
y
experimenten
con
los
objetos,
construyan
e
intercambien
ideas
con
sus
compañeros,
formulen
interrogantes
y
propongan
posibles
respuestas.
Aplica
estrategias
metodológicas
centradas
en
el
niño,
de
acuerdo
con
las
características
de
su
desarrollo,
sus
estilos
de
aprendizaje,
sus
experiencias
y
conocimientos
previos
e
intereses,
con
el
fin
de
estimular
su
capacidad
de
análisis,
de
razonamiento
y
de
solución
de
problemas.
Refuerza
adecuadamente
las
conductas
positivas
de
los
niños
para
incentivar
el
desarrollo
de
su
autoestima
y
la
estima
por
las
otras
personas.
Aplica
formas
de
organización
estimulantes
con
los
niños,
que
favorezcan
la
iniciativa,
la
autonomía,
el
aprendizaje
activo,
el
interaprendizaje,
la
autoevaluación
y
la
evaluación
grupal,
dentro
de
un
marco
de
trabajo
cooperativo.