Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Dialnet CapitalSocialEInstitucionesEnElProcesoDeCambioEcon 2009008 PDF
Dialnet CapitalSocialEInstitucionesEnElProcesoDeCambioEcon 2009008 PDF
Erakundeek azken hamarkadetan leku garrantzitsua hartu dute ekonomista eta politologoen ikerke-
ta-programan. Aldi berean, kapital sozialaren literatura asko garatu da Robert Putnam-en Making
Democracy Work liburua argitaratu zenetik. Lan horretan joera biak nabarmentzen dira erakunde-alda-
ketako prozesuek duten garrantzia erakunde-ekonomia berriaren oinarri teorikoekin defendatzeko,
kapital sozialaren ikuspegi bat osa dezakeen esparruan. 2005ean Douglass North-en Understanding
the Process of Economic Change liburua argitaratu izana instituzionalismo berriaren hedadura-propo-
samena da, erakundeen, kapital sozialaren eta garapen ekonomikoaren azterketa jorratzeko oinarri
teoriko berritzaileak proposatzen dituena.
During the last decades, institutions have occupied a remarkable position in the research
agenda of economists and political researchers. At the same time, social capital approach
has been intensively developed since the publication of Robert Putnam’s Making Democracy
Work. In this paper, we will present the two tendencies in order to point out the relevance
of the process of institutional change, according to the new institutional economics. This
allows us to incorporate the social capital approach. The recent edition of Douglass North´s
Understanding the process of economic change constitutes a proposal of extension of
the new institutional economics that generates some novel theoretical foundations on
which is possible to study the relations among institutions, social capital and economic
development.
ÍNDICE:
71
1. Intoducción
2. La nueva economía institucional
3. El capital social: una primera aproximación
4. Ampliando el concepto: enfoques del capital social
5. La búsqueda de una solución institucional
6. La comprensión del proceso de cambio económico
7. Conclusiones
Referencias bibliográficas
Palabras claves: Capital Social, Instituciones, Cambio Económico, Nueva Economía Institucional
sarrollo en North (2005), permitiendo un vos los agentes no logran internalizar los
marco teórico que integre el papel de las efectos externos a través de nego-
instituciones y el del capital social. Los ciaciones. La tradición microanalítica del
cuatro cuadros que complementan el primer texto fue desarrollada por Oliver
presente texto resultan ilustrativos y no Williamson (1975, 1985), mientras la pers-
niegan la relevancia de otras aportacio- pectiva macroanalítica del segundo fue
nes que podrían figurar en los mismos. recogida por Douglass North (1990a)
para desarrollar la noción de institución.
El apartado 2 presenta brevemente el
Ambas perspectivas macro y micro inte- 73
programa de la Nueva Economía Institu-
gran una NEI cuyos conceptos centrales
cional. El apartado 3 realiza una aproxima-
son precisamente los de coste de tran-
ción sencilla a la noción de capital social y
sacción y el de institución.
ofrece una dinámica de la cooperación
desde el enfoque propio de elección ra- Las instituciones de una economía es-
cional. El apartado 4 extiende la noción tán compuestas por las reglas formales,
de capital social, presenta distintas pers- las normas informales y los mecanismos
pectivas y señala su problemática. El de ejecución de esas reglas y normas, y
apartado 5 sostiene que el marco teórico se convierten en las «reglas del juego»
de la NEI permite integrar el enfoque del que establecen la estructura de incenti-
capital social y resulta explicativamente vos de los individuos. Las instituciones,
más potente que una teoría no institucio- entendidas como reglas, pueden incenti-
nalmente integrada del capital social. El var a los individuos a agruparse y organi-
apartado 6 presenta la propuesta de zarse para lograr algún fin que puede ser
North (2005) para comprender el proceso económico o de otra naturaleza (cultural,
de cambio económico y estudia el papel político, social, religioso). De este modo,
que en ella puede otorgarse a las institu- la NEI distingue entre las instituciones (re-
ciones y al capital social. Las conclusio- glas del juego) y las organizaciones (que
nes cierran el trabajo. son jugadores, al igual que los indivi-
duos)1. El marco institucional determina el
coste de realizar transacciones, y de este
modo, las posibilidades de especiali-
2. LA NUEVA ECONOMÍA
zación e intercambio de una economía
INSTITUCIONAL
(Caballero, 2001, 2002).
Los fundamentos teóricos de la NEI se La NEI surgió sobre las bases de la
desarrollaron a partir de dos artículos de economía neoclásica, aceptando los su-
Ronald Coase que mostraron la importan- puestos básicos de escasez y competen-
cia de la noción de costes de transac- cia, los instrumentos analíticos de la teoría
ción: Coase (1937) estableció las bases microeconómica, el individualismo meto-
para analizar la empresa como estructura
de organización cuya existencia se justifi- 1 El enfoque histórico institucional de Avner Greif
ca en el hecho de que realizar transac- no asume esta diferencia tan nítida al interpretar las
ciones en el mercado tiene costes. Pero instituciones más como un equilibrio que como re-
glas: en este enfoque, las organizaciones constitu-
además Coase (1960) mostró que en un yen parte del equilibrio y no pueden distinguirse de
mundo con costes de transacción positi- las instituciones (Caballero, 2004a).
Gonzalo Caballero Míguez, Christopher Kingston
dológico, la noción de intercambio y la tramado institucional vital para que las re-
atención puesta en la eficiencia2. Sin em- glas formales sean efectivas. La senda
bargo, la NEI consideraba que la econo- institucional es clave en una dinámica ca-
mía neoclásica ortodoxa abordaba el es- racterizada por la presencia de rendi-
tudio del comportamiento humano con mientos crecientes y la existencia de mer-
una noción estrecha de racionalidad, te- cados imperfectos con altos costes de
nía un carácter estático que no valoraba transacción. El cuadro n.o 1 recoge diez
la historia, idealizaba unos mercados en aportaciones de referencia para la NEI.
los que no encontraba costes de transac-
La NEI recibió un fuerte impulso con la
ción, y no incluía los elementos sociales y
concesión del premio Nobel de Econo-
políticos. De este modo, el programa de
mía a Ronald Coase en 1991 y a Dou-
la NEI incorporó los factores culturales,
glass North en 1993. De este modo, las
los históricos y los políticos a la agenda
instituciones volvieron a figurar en la prio-
del análisis económico. Los factores cul-
ridad de investigación de los economis-
turales son importantes porque afectan
tas, y poco a poco el interés en lo institu-
a cómo los individuos realizan sus elec-
cional se fue extendiendo. Lo hizo en
ciones (North, 1994; Greif, 1994). Así, la
distintos campos de la ciencia económi-
historia resulta clave al configurar una
ca (entre otros, la historia económica, la
«dependencia de la senda del pasado»
organización empresarial, derecho y
en los procesos de cambio institucional
economía, el desarrollo económico, la
(North, 1990a; Pierson, 2000) y las reglas
economía de la transición, la economía
políticas no sólo son un factor clave del
del crecimiento), pero también mantuvo
marco institucional, sino que la NEI inclu-
conexiones con el resto de ciencias so-
so procede a estudiar los mercados polí-
ciales3. Esta expansión fue abarcando un
ticos y a elaborar una teoría política de
número creciente de activos, tanto en
los costes de transacción (North, 1990b;
universidades norteamericanas como en
Caballero y Arias, 2003; Toboso y Com-
otras del resto del mundo, incluyendo
pés, 2003; Caballero, 2005).
agencias como el Banco Mundial, que ya
El marco institucional de un país puede a finales de la década pasada estaba
propiciar la inversión y el crecimiento. bien impregnado de enfoque institucio-
Para ello son relevantes los derechos de nal. Lo cierto es que los avances de la
propiedad y las reglas políticas, pero tam- NEI se han propagado por el seno de la
bién las normas, códigos de conducta y ciencia económica, y buena parte de sus
factores culturales que constituyen el en- fundamentos son asumidos actualmente
por la corriente principal en economía 4.
enfoques y tendencias, de modo que no constituye 3 De hecho, la NEI nace con un carácter multidis-
una escuela homogénea. Como ejemplo, las diferen- ciplinar que se aleja del «imperialismo economicis-
cias sobre el modelo de racionalidad han estado ta», y autores como North han impulsado la conver-
presentes de forma continua en el seno de la NEI. En gencia entre las ciencias sociales (North, 1999).
todo caso, un rasgo común a toda la NEI es que ésta 4 Tal como se ha apuntado, Acemoglu et al. (2001)
emerge modificando, en mayor o menor grado, la o Rodrik et al. (2004) constituyen buenos ejemplos de
economía neoclásica, y no como heredera del viejo cómo la corriente principal se ha impregnado de la
institucionalismo económico (Caballero, 2002). Gon- importancia de las instituciones que la nueva econo-
zález de Lara (2004) constituye un buen ejemplo. mía institucional propugna.
Capital social e instituciones en el proceso de cambio económico
Cuadro n.o 1
La Nueva Economía Institucional: diez referencias básicas
Coase (1937) La naturaleza de la Artículo que estudia por qué existen empresas y
empresa presenta a la empresa como estructura de gober-
nanza.
75
Coase (1960) El problema del coste Artículo a partir del cual se ha formado el teorema
social de Coase: bajo competencia perfecta (costes tran-
saccionales nulos) los costes privados y sociales
serán iguales.
North (1981) Estructura y cambio Libro que analiza la historia económica asumiendo
en la historia la relevancia de las instituciones como variable ex-
económica plicativa a lo largo de los siglos.
Williamson (1985) Las instituciones Desarrollo del marco teórico elaborado por William-
económicas del son para el plano microanalítico, y análisis de for-
capitalismo mas organizativas en el sistema capitalista (empre-
sas, mercados y otros contratos).
North (1990a) Instituciones, cambio Obra clave que desarrolla el marco teórico básico de
institucional y la Nueva Economía Institucional, incorporando la im-
funcionamiento portancia de las instituciones informales y la «depen-
económico dencia de la senda histórica», entre otros elementos.
Drobak y Nye (ed) Las fronteras de Incluye trabajos de Robert Fogel, Jean-Laurent Ro-
(1997) la Nueva Economía senthal, Avner Greif, John Nye, Kenneth Shepsle y
Institucional Paul David, entre otros.
Williamson (2000) La Nueva Economía Artículo que revisa y hace un balance del estado de
Institucional: situación de la Nueva Economía Institucional.
acumulando stock,
mirando al frente
Cuadro n.o 2
Desarrollos actuales de la Nueva Economía Institucional:
diez trabajos representativos
Aoki (2001) Análisis comparativo El autor presenta su marco teórico y modelos para
institucional analizar las instituciones de forma comparativa.
Cox y McCubbins Los determinantes Ensayo que estudia como las instituciones
(2001) institucionales del resultado constituyen un sesgo en la formación de las po-
de la actividad política líticas públicas.
Acemoglu et al. Los orígenes coloniales Artículo que estudia la relevancia institucional
(2001) del desarrollo en los patrones de desarrollo a través del uso
comparativo: una de la tasa de mortalidad como indicador de las
investigación empírica instituciones.
Greif (2002) Instituciones e intercambio Artículo que utiliza la evidencia histórica y un en-
impersonal: de las foque de juegos para examinar cómo el tipo de
responsabilidades responsabilidad y las instituciones afectan a la
colectivas a las individuales realización del intercambio.
Kuran (2004) Por qué el Oriente Medio Artículo representativo del programa de investi-
está económicamente gación del autor sobre el marco institucional de
subdesarrollado: los países del Islam y sus efectos económicos.
Mecanismos históricos
de estancamiento
institucional
Greif y Laitin Una teoría del cambio Artículo que presenta una teoría en la que el
(2004) institucional endógeno cambio institucional es endógeno, exponiendo
algunos ejemplos de experiencias históricas.
Rodrik et al. La primacía de las Estimación del peso de las instituciones, la geo-
(2004) instituciones sobre la grafía y el comercio en los niveles de renta de
geografía y la integración los distintos países.
en el desarrollo económico
Eggertsson Instituciones imperfectas Obra que estudia las posibilidades y los límites
(2005) de reforma institucional en un marco de conoci-
miento incompleto y dinámicas inesperadas.
Menard y Shirley Manual de Nueva Extenso volumen que recoge aportaciones des-
(ed) (2005) Economía Institucional de las distintas ramas de la Nueva Economía
Institucional para presentar la situación, avances
y límites de la disciplina.
El cuadro n.o 2 recoge una muestra de los Estos trabajos señalaron una fuerte caída
trabajos recientes que desarrollan el pro- en el nivel de participación en las activi-
grama de investigación de la NEI. dades de grupo en Estados Unidos, y
concluían que esta caída dañaba la cali-
dad de la democracia norteamericana y
3. EL CAPITAL SOCIAL: la propia calidad de vida de sus ciudada-
UNA PRIMERA APROXIMACIÓN nos6. De este modo, Putnam (2000) formu-
laba un llamamiento a la participación en
La publicación de Putnam et al. (1993) la vida asociativa de este país. 77
constituyó el detonante que marcó el naci-
De este modo, la noción de capital so-
miento de un amplio programa de investi-
cial hace referencia al conjunto de redes
gación en torno a la noción de capital so-
de confianza interpersonal en las socie-
cial. Esta obra analiza cómo las tradiciones
dades humanas, redes que pueden ser
cívicas del norte y del sur de Italia afectan
impulsadas por normas de reciprocidad
a la calidad de sus respectivos gobier-
y de ayuda mutua y que tienen una fuerte
nos regionales. Putnam recoge el legado
relación con las redes sociales y la parti-
de Coleman (1988, 1990) sobre la noción de
cipación en las asociaciones de la comu-
capital social y vincula esas tradiciones cí-
nidad. La presencia de estas redes de
vicas con el capital social de ambas partes
confianza implica una solución a los pro-
de Italia. El siguiente paso es asumir el
blemas de cooperación en la interacción
nivel de asociacionismo como un indicador
humana y hace que los individuos coo-
válido del nivel de capital social. Los altos
peren más de lo que los presupuestos
valores del asociacionismo del norte de Ita-
habituales de racionalidad individual impli-
lia contrastan con los niveles reducidos del
carían. El capital social favorece el com-
sur, y esta situación se convierte en la cla-
partir información, la coordinación de ac-
ve explicativa de por qué el sistema demo-
tividades y la adopción de elecciones
crático funciona mejor en los gobiernos re-
colectivas (Serageldin y Grootaert, 2000).
giones del norte que en los del sur. Una
Esto favorecerá el funcionamiento del
primera aproximación a la noción de Put-
sistema político e impulsará el desarrollo
nam (1993) sobre el capital social puede
económico.
presentar a éste como un conjunto de re-
des sociales, normas informales y vida aso- Desde un enfoque de elección racio-
ciativa. nal, el capital social puede entenderse
como el exceso de propensión a jugar
Posteriormente, Putnam (1995, 2000)
soluciones cooperativas en juegos del
abordó el estudio del capital social en la so-
«dilema del prisionero» (Paldam, 2000).
ciedad norteamericana contemporánea,
La acción colectiva se enfrenta al pro-
acaparando de nuevo la atención de la aca-
blema del free-rider y resultan necesarios
demia dentro y fuera de Estados Unidos5.
mecanismos que comprometan a los
agentes individuales en la solución coope-
5 Putnam (2000) señala que los flujos de informa- rativa que favorece ganancias paretianas.
ción dependen del capital social, que las normas re-
cíprocas y la acción colectiva dependen de las re-
des sociales y que estas redes pueden afectar al
sentido de identidad de la gente. 6 Sobre esta cuestión, véase también Paxtón (1999).
Gonzalo Caballero Míguez, Christopher Kingston
Estos mecanismos deben implicar que trará su actividad en torno a sus intere-
los individuos defiendan la estrategia de ses particulares7.
cooperación aun cuando sus cálculos in-
Agregando este tipo de actitudes obte-
dividuales le indiquen que uno saldría
nemos una función como la representada
ganando individualmente si los demás
en la figura 1. El número de personas que
permaneciesen cooperando y él pudiese
se espera que cooperen aparece en el eje
no cooperar. Y es que en el escenario
horizontal, mientras en ordenadas se mi-
de no cooperación, donde ningún agente
den el número de agentes que efectiva-
opta por la estrategia cooperativa, se
mente cooperan favoreciendo los intereses
puede estar en un equilibrio Pareto-infe-
generales. La función crece primero a ritmo
rior que imponga inercias que dificultan
creciente y luego decreciente (como fruto
el cambio. El capital social puede favore-
de la acumulación de distribución de agen-
cer las estrategias cooperativas que con-
tes según los patrones de comportamiento
ducen a un equilibrio Pareto-superior,
expuestos en el párrafo anterior), y corta en
amortiguando los riesgos del free-riding
tres puntos a la bisectriz de 45o.
e incluso estableciendo unas expectati-
vas mutuas de cooperación que condu- Situémonos en la función en un punto
cen a círculos virtuosos cooperativos. En que esté entre el punto de corte superior
este sentido, el análisis de la coopera- con la bisectriz y el corte intermedio con
ción debe ser realizado desde un enfo- la bisectriz (tramo B). En este tramo de la
que dinámico que estudie los procesos función, el número de agentes que coo-
de decantamiento y las redes sociales pera es superior al que se esperaba que
que conjuntamente inducen en una so- cooperase, por lo que cabe esperar que,
ciedad a conductas que producen las si- tras el éxito de la acción, en momentos
nergias y solucionan los problemas del posteriores, nuevos agentes se decidan
tipo «dilema del prisionero». también a cooperar. De este modo, se
configura un círculo virtuoso de coopera-
Cada agente tiene una idea del umbral ción que se plasma en una tendencia ha-
de la participación mínima de los demás cia el equilibrio situado en el corte supe-
agentes en la cooperación. Si se alcanza rior de la función con la bisectriz. El norte
ese umbral, el agente es inducido a par- de Italia se sitúa en un escenario de este
ticipar en la cooperación, es decir, que si tipo debido a su alta densidad asociativa
el agente considera que en la sociedad y al alto nivel de capital social.
hay un esfuerzo elevado de cooperación,
En cambio, si nos situamos sobre la fun-
entonces él también optará por cooperar,
ción en un punto del tramo A, el número
esperando que su actividad revierta en la
de personas que cooperan comprometién-
consecución final de los objetivos gene-
dose con los intereses generales es menor
rales (que individualmente también le be-
que el que se esperaba. Esto desincentiva
nefician). Además, si no coopera, las tu-
pidas redes sociales pueden imponer
mecanismos de castigo, tal como mues-
7 También es cierto que en una situación en la
tra Kingston (2005). Si por el contrario
cual la cooperación es muy alta y la consecución de
nadie coopera, el agente optará por olvi- intereses generales está casi garantizada, se gene-
darse de los intereses generales y cen- ra un desincentivo a la cooperación.
Capital social e instituciones en el proceso de cambio económico
Gráfico n.o 1
El capital social y la dinámica de la cooperación
79
Cuadro n.o 3
La noción del capital social: diez referencias básicas
Coleman (1988) El capital social en Concepción del capital social como una vía
la creación de capital para introducir la estructura social en el para-
humano digma de acción racional. Véase también Cole-
man (1990).
Putnam et al. Haciendo a la democracia Trabajo central sobre la noción de capital so-
(1993) funcionar. Tradiciones cial que explica las diferencias en el funciona-
cívicas en la Italia moderna miento de los gobiernos del Norte y del Sur de
Italia.
Putnam (1995) Jugando solo a los bolos. Analiza la caída de la participación en las activi-
La caída del capital social dades de grupo en EE.UU. y sus efectos. Put-
en América nam (2000) desarrolla esta tesis.
Levi (1996) Capital Social y No-Social Análisis crítico de la obra de Putnam (1993),
argumentando la existencia de un capital no
social.
Knack y Keefer ¿Tiene el capital social Análisis empírico de corte transversal que estu-
(1997) un resultado económico? dia la relación entre capital social (medido por
Una investigación en indicadores subjetivos) y crecimiento para una
una muestra de países muestra de países.
Dasgupta y Capital social: una Obra publicada por el Banco Mundial y com-
Serageldin (ed) perspectiva versátil puesta de aportaciones de diversos autores, in-
(1999) cluyendo a Arrow, Solow y Stiglitz.
lógico de las relaciones sociales entre indi- al policy-maker o legislador puede acabar
viduos9. Una vez que hayamos asumido implicando un mal funcionamiento del sis-
una noción de capital social habremos de tema de gobierno, conforme a los análisis
abordar la cuestión de su medición, que de Mancur Olson (1982).
constituye la prueba de fuego para cam-
En quinto lugar, el análisis de Putnam
biar de la teoría a la práctica. Las limitacio-
(1993) no construye un marco teórico que
nes son evidentes, y la vías posibles inclu-
defina la noción y papel de las institucio-
yen las encuestas sobre la confianza
nes en su estudio de la organización políti-
interpersonal, el cálculo de densidad de re-
ca y social del norte y del sur de Italia. En-
des y la cuantificación de la densidad aso-
tre otros, Jackman y Miller (1988), Boix y
ciativa, propuesta ésta de Putnam cuya
Posner (2000) y Jordana (2000) apuntan la
ventaja es que resulta relativamente senci-
necesidad de abordar con mayor detalle
lla de cuantificar (Paldam, 2000).
los aspectos institucionales. A esta cues-
En cuarto lugar, la interacción social tión le dedicaremos el apartado siguiente.
puede tener también efectos negativos
Para concluir este apartado, las cuatro
(Arrow, 1999), y es más, las redes pue-
proposiciones de Stiglitz (1999) pueden
den facilitar la cooperación pero esta
resultar útiles para perfilar el estado de la
puede ser destinada hacia otros objetivos
cuestión: a) el capital social es un concep-
que no se correspondan con el bienestar
to útil, pero extremadamente complejo, en
colectivo. En este sentido, al asumir la
el que distintas perspectivas tienen mucho
densidad asociativa como indicador del
que contribuir; b) hay razones para creer
capital social, hay que caracterizar y ana-
que la composición, calidad y cantidad del
lizar los distintos tipos de asociaciones:
capital social de una sociedad no son ne-
como señalan Boix y Posner (2000), un
cesariamente óptimas; c) el capital social
alto índice de asociación al Ku-Klux-Klan
es afectado por, y afecta, al proceso de
o al partido nazi no parece favorable, ni
desarrollo; d) hay un importante papel pú-
tampoco como señala Navarro (2003)
blico en el desarrollo del capital social,
con la expansión de las asociaciones ma-
pero no sabemos todavía cómo debe ser
fiosas. Por otra parte, cabe señalar cómo
ese papel y quien debe ejecutarlo. El cua-
la participación en grupos de interés que
dro n.o 4 recoge una muestra de trabajos
buscan intereses particulares y «capturar»
recientes realizados desde distintos enfo-
ques que pueden ser ilustrativos de las
distintas tendencias del programa de in-
9 Granovetter (2005) analiza las relaciones entre
Cuadro n.o 4
La bibliografía actual sobre capital social: diez trabajos representativos
Putnam (ed) Democracias en flujo: Incluye análisis sobre el capital social en Gran
(2002) la evolución del capital Bretaña, Estados Unidos, Francia, Alemania, Es-
social en la sociedad paña, Suecia, Australia y Japón.
contemporánea
Piazza-Georgi El papel del capital Estudio teórico que propone un enfoque que in-
(2002) humano y social en el tegre el capital humano, las instituciones y el ca-
crecimiento: ampliando pital social como factores determinantes del cre-
nuestra comprensión cimiento.
Hooghe y Stolle La formación del capital Volumen con aportaciones de diversos autores
(ed) (2003) social. La sociedad civil que estudia la naturaleza y el origen del capital
y las instituciones en social con un enfoque comparativo.
perspectiva comparada
das en el estudio de los factores (históri- tos, el enfoque del capital social no incor-
cos, sociales, culturales, políticos, institu- pora adecuadamente el papel de los facto-
cionales) que favorecían la resolución de res tecnológicos, de la dinámica del cambio
los problemas de cooperación en la inte- institucional, de las condiciones militares,
racción social. Mientras el eje de la NEI del estado y sus posibles ansias de depre-
consistía en el análisis de cómo las insti- dación, de la existencia de competencia,
tuciones determinan el volumen de los de las relaciones entre instituciones forma-
costes de transacción que existen en los les e informales y de los cauces para el in-
intercambios, el capital social señalaba tercambio impersonal. En este sentido, el
como ideas básicas a las cuestiones de enfoque teórico de la NEI resulta más am-
confianza, reciprocidad y vida asociativa. plio, sólido e integrador, y capaz de incor-
porar el estudio del capital social como un
En Putnam (1993) se considera al capital
factor relevante en su plan de trabajo. Es
social como una variable exógena, y se
más, una vez que conocemos la estructura
estudian las relaciones causales de esta
institucional de una economía (reglas for-
variable sobre el rendimiento de los go-
males, normas informales, mecanismos de
biernos regionales Sin embargo, la obra
cumplimiento) podremos entender más
carece de un marco teórico que presente
adecuadamente cómo funcionan tanto las
el papel de las instituciones en la sociedad,
redes como la confianza y la vida asociati-
y la referencia a las instituciones se centra
va en la resolución de los problemas de
en los gobiernos regionales. De hecho, la
cooperación y en la propia consecución
propia noción de instituciones no constitu-
del bienestar colectivo. De este modo, ar-
ye un eje de atención en la agenda putna-
gumentamos que el enfoque del capital so-
miana, que desde luego no analiza con ri-
cial resulta explicativamente más potente si
gor la relación entre el capital social con
está institucionalmente integrado. Por
las instituciones formales e informales.
ejemplo, el capital social ha aglutinado re-
Como señala Jordana (2000), tensando la
des sociales y comportamientos de reci-
argumentación podríamos llegar a decir
procidad, pero estos últimos pueden expli-
que Putnam (1993) asume una «perspecti-
carse adecuadamente a través de un
va bastante anti-institucional».
enfoque neo-institucional que asuma que el
La formación de una teoría sobre los juego repetido incentiva la cooperación,
procesos de desarrollo y subdesarrollo buscando evitar el castigo de la no-coope-
económico exige una concepción institu- ración que puede imponer «el largo brazo
cional más amplia que la propuesta por del futuro». Por otra parte, la comprensión
Putnam (1993) sobre el capital social. El del papel de los distintos tipos de aso-
capital social constituye un elemento a in- ciaciones en el desarrollo económico y en
corporar en la agenda de investigación del el rendimiento del sistema político reco-
desarrollo, pero no constituye un marco mienda integrar estas organizaciones en
teórico suficiente para explicar las causas un determinado contexto institucional que
del éxito y del fracaso político económico a actúa como un sistema de reglas y estable-
lo largo de la historia. Así, el surgimiento ce incentivos para la actuación de las aso-
del mundo occidental no conseguiría ser ciaciones, permitiendo entender cómo dis-
explicado por el capital social. De hecho, tintos tipos de asociaciones afectan en
puede apuntarse que, entre otros elemen- cada circunstancia histórica e institucional.
Capital social e instituciones en el proceso de cambio económico
cado programa de investigación en las plantear una concepción del capital social
últimas décadas que ha reincorporado a que esté institucionalmente integrada, es
las instituciones en la agenda de investi- decir, la incorporación de la noción de ca-
gación de la corriente principal en econo- pital social a un marco teórico que incorpo-
mía; b) al mismo tiempo, en la última dé- re adecuadamente el factor institucional;
cada del siglo X X la publicación de f) la propuesta teórica de la NEI permite
Putnam (1993) abrió un programa de in- la incorporación del capital social como
vestigación acerca de la noción de capi- factor explicativo del desarrollo político y
tal social con un gran impacto en las económico dentro de un marco institucio- 89
ciencias sociales; c) la noción de capital nal formado por reglas formales, normas
social se ha vinculado al problema de la informales y mecanismos de cumplimien-
cooperación, a la densidad asociativa y to; g) la extensión de la NEI propuesta por
de redes, a la reciprocidad y a la confian- North (2005) resulta coherente con el in-
za; d) el presente artículo ha constatado tento de incorporar al capital social dentro
que se han configurado diversos enfoques de este enfoque, en la medida en que su-
del capital social y que los debates sobre pera ampliamente la propuesta de la
la cuestión han sido prolíficos; e) para elección racional e incide en la importan-
solucionar algunos de los problemas plan- cia de los factores cognitivos, culturales y
teados en los análisis críticos de la noción creencias que son claves para entender
de capital social parece conveniente la confianza y el capital social.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ACEMOGLU, D. et al. (2001): «The Colonial Origins BOIX, C. y D. N. POSNER (2000): «Capital social y
of Comparative Development: An Empirical In- democracia», Revista Española de Ciencia Po-
vestigation», American Economic Review, Vol. 91, lítica, Vol. 1, N. 2, pp. 159-185.
pp. 1369-1401.
CABALLERO, G. (2001): «La Nueva Economía Insti-
ALSTON, L. J., EGGERTSSON, T. y D. C. NORTH (ed) tucional», Sistema, N. 156, pp. 59-86.
(1996): Empirical Studies in Institutional Chan-
ge. Cambridge University Press. Cambridge. CABALLERO, G. (2002): «El programa de la nueva
economía institucional: lo macro, lo micro y lo
ANNEN, K. (2001): «Inclusive and Exclusive Social político», Ekonomiaz, N. 50, pp. 230-261.
Capital in the Small-Firm Sector in Developing
Countries», Journal of Institutional and Theore- CABALLERO, G. (2004): «Instituciones e Historia
tical Economics, V. 157, N. 2, pp. 319-330. Económica: enfoques y teorías instituciona-
les», Revista de Economía Institucional, N. 10,
ANNEN, K. (2003): «Social capital, Inclusive Networks
pp. 137-157.
and Economic Performance», Journal of Econo-
mic Behavior & Organization, 50, pp. 449-463. CABALLERO, G. (2005): «Instituciones, federalismo
AOKI, M. et al. (2001): Comparative Institutional defensor de mercado y Estado de las Autono-
Analysis. The MIT Press. Cambridge. mías. Un análisis de segunda generación», El
Trimestre Económico, N. 286.
ARROW, K. J. (1999): «Observation on social capi-
tal», pp. 3-5, en DASGUPTA, P. e I. SERAGELDIN: CABALLERO, G. y X. C. ARIAS (2003): «Una reo-
Social capital: a multifaceted perspective. rientación teórica de la economía política: el
World Bank. Washington D. C. análisis político de costes de transacción»,
Revista Española de Ciencia Política, N. 8,
BOIX, C. y D. N. POSNER (1998): «Social capital:
pp. 131-164.
Explaining its origins and effects on govern-
ment performance», British Journal of Political COASE, R. H. (1937): «The Nature of the Firm»,
Science, V. 28, N. 4, pp. 686-693. Económica, N. 4, pp. 386-405.
Gonzalo Caballero Míguez, Christopher Kingston
C OASE , R. H. (1960): «The Problem of Social GREIF, A. (1994): «Cultural Beliefs and the Organi-
Cost», Journal of Law and Economics, V. 3, N. 1, zation of Society: A Historical and Theoretical
pp. 1-44. Reflection on Collectivist and Individualist So-
COLEMAN, J. S. (1988): «Social Capital in the Crea- cieties», Journal of Political Economy, Vol. 102,
tion of Human Capital», The American Journal N. 5, pp. 912-950.
of Sociology, V. 94, pp. 95-120. GREIF, A. (2002): «Institutions and Impersonal Ex-
C OLEMAN , J. S. (1990): Foundations of Social change: From Communal to Individual Respon-
Theory. The Belknap Press of Harvard University sibility», Journal of Institutional and Theoretical
Press. Cambridge, MA. Economics, Vol. 158, N.1, pp. 168-204.
COX, G. W. y M. D. MCCUBBINS (2001): «Structure GREIF, A. y D. LAITIN (2004): «A Theory of Endoge-
and policy: The institutional determinants of Policy nous Institutional Change», American Political
Outcomes», en MCCUBBINS, M. D. y S. HAGGARD Science Review, Vol. 98, N. 4, pp. 633-652.
(eds): The Structure of Fiscal and Regulatory HAYEK, F. A. (1952): The Sensory Order: An In-
policy. World Bank. quiry into the Foundations of Theoretical Psy-
DASGUPTA, P. e I. SERAGELDIN (ed) (1999): Social cology. University of Chicago Press.
capital: a multifaceted perspective. World HOOGHE, M. y D. STOLLE (2003): Generating Social
Bank. Washington D. C. Capital: Civil Society and Institutions in Compa-
DROBAK, J. N. y V. C. NYE (ed) (1997): The Fron- rative Perspective. Palgrave/St. Marin Press.
tiers of the New Institutional Economics. Aca- New York.
demic Press. San Diego. JACKMAN, R. W. y R. A. MILLER (1998): «Social Ca-
EGGERTSSON, T. (1990): Economic Behaviour and pital and Politics», Annual Review of Political
Institutions. Cambridge University Press. Cam- Science, V. 1, pp. 47-73.
bridge. JORDANA, J. (2000): «Instituciones y capital social:
EGGERTSSON, T. (2005): Imperfect Institutions. Uni- ¿qué explica qué?», Revista Española de Cien-
versity of Michigan Press. cia Política, Vol. 1, N. 2, pp.187-210.
FERNÁNDEZ, R. M., CASTILLA, E. J. y P. MOORE (2000): KINGSTON, C. (2005): «Corruption and Social Struc-
«Social capital at work: Networks and Employ- ture», paper presented at the Annual Meeting of
ment at a Phone Center», American Journal of the Public Choice Society. New Orleans.
Sociology, V. 105, N. 5, pp. 1288-1356. KNACK, S. y P. KEEFER (1997): «Does Social Capi-
FINE, B. (1999): «The Development State is Dead. tal Have an Economic Payoff? A Cross-Country
Long Live Social Capital?», Development and Investigation», Quaterly Journal of Economics,
Change, V. 30, pp. 1-19. Vol. 112, N. 4, pp. 1251-1288.
FINE, B. (2001): Social Capital versus Social Theory: KNIGHT, F. H. (1921): Risk, Uncertainty and Profit.
Political Economy and Social Science at the Houghton Mifflin and Co. Nueva York.
Turn of the Millennium. Routledge. KRISHNA , A. (2002): «Enhancing Political Parti-
FREDDERKE, J. et al. (1999): «Economic Growth cipation in Democracies. What is the Role of
and Social Capital: A Critical Reflection», The- Social Capital?», Comparative Political Studies,
ory and Society, V. 28, N. 5, pp. 709-745. V. 35, N. 4, pp. 437-460.
FUKUYAMA, F. (1995a): «Social capital and the glo- KUMLIN, s. y B. ROTHSTEIN (2005): «Making and brea-
bal economy», Foreign Affairs, Vol. 74, N. 5. king social capital: the impact of Welfare State
Institutions», Comparative Political Studies, V. 38,
FUKUYAMA, F. (1995b): Trust: the Social Virtues
N. 4, pp. 339-365.
and the Creation of Prosperity. Hamish Hamil-
ton. London. KURAN, T. (2004): «Why the Middle East is Econo-
mically Underdeveloped: Historical Mechanisms
FURUBOTN, E. G. y R. RICHTER (1998): Institutions
of Institutional Stagnation», Journal of Economic
and Economic Theory. The Contribution of the
Perspectives, Vol. 18, N. 3, pp. 71-90.
New Institutional Economics. The University of
Michigan Press. Michigan. LEVI, M. (1996): «Social and unsocial capital: A re-
view of Robert Putnam’s Making Democracy
GONZÁLEZ DE LARA, Y. (2004): «Respuestas con-
tractuales a cambios institucionales: un análi- Work», Politics and Society, V. 24, N. 1, pp. 45-55.
sis histórico institucional», Información Comer- MANTZAVINOS, C. (2001): Individuals, Institutions
cial Española, N. 812, pp. 91-103. and Markets. Cambridge University Press.
GRANOVETTER, M. (2005): «The Impact of Social Cambridge.
Structure on Economic Outcomes», Journal of MENARD, C. y M. SHIRLEY (ed) (2005): Handbook of
Economic Perspectives, V. 19, N. 1, pp. 33-50. New Institutional Economics. Springer.
Capital social e instituciones en el proceso de cambio económico
MOUW, T. (2003): «Social capital and finding a PUTNAM, R. D. et al. (1993): Making Democracy
job: Do contacts matter?», American Sociologi- Work: Civic Traditions in Modern Italy. Princen-
cal Review, V. 68, pp. 868-898. ton University Press. Princenton.
NAVARRO, V. (2003): «Crítica del concepto de ca- PUTNAM, R. (1995): «Bowling Alone: America’s
pital social», Sistema, N. 172, pp. 27-36. Declining Social Capital», Journal of Demo-
NORTH, D. C. (1981): Structure and Change in cracy, N. 6, pp. 65-78.
Economic History. W.W. Norton. Nueva York. PUTNAM, R. D. (2000): Bowling Alone: The Collap-
NORTH, D. C. (1990a): Institutions, Institutional se and Revival of American Community. Simon
Change and Economic Performance. Cambrid- & Schuster. New York.
ge University Press. Cambridge.
PUTNAM, R. D. (ed) (2002): Democracies in flux:
NORTH, D. C. (1990b): «A Transaction Cost Theory the evolution of social capital in contemporary
91
of Politics». Journal of Theoretical Politics, Vol. 2, society. Oxford University Press. Oxford.
N. 4, pp. 355-367.
RODRIK, D. et al. (2004): «Institutions Rule: the Pri-
NORTH, Douglass C. (1993b): «Autobiography», macy of Institutions over Geography and Inte-
Nobel e-Museum. gration in Economic Development», Journal of
NORTH, D. C. (1994): «Economic Performance th- Economic Growth, 9, pp. 131-166.
rough Time», The American Economic Review,
Vol. 84, N. 3, pp. 359-368. ROTLEDGE, B. R. y J. von AMSBERG (2003): «Social
capital and growth», Journal of Monetary Eco-
NORTH, D. C. (1999): «In Anticipation of the Marriage nomics, N. 50, pp. 167-193.
of Political and Economic Theory», pp. 314-317,
en ALT. J., LEVI, M. y E. OSTROM: Competition SERAGELDIN, I. y C. GROOTAERT (2000): «Defining
and Cooperation. Conversations with Nobelists social capital: An integrating view», pp. 40-58,
about Economics and Political Science. Russell en DASGUPTA, P. e I. SERAGELDIN: Social capital:
Sage Foundation. Nueva York. a multifaceted perspective. World Bank. Was-
hington D. C.
NORTH, D. C. (2005): Understanding the process of
economic change. Princeton University Press. SOBEL, J. (2002): «Can We Trust Social Capital?»,
NORTH, D. C. y B. R. WEINGAST (1989): «Constitutions Journal of Economic Literature, V. XL, pp. 139-154.
and commitment: the evolution of institutions go- SOLOW, R. M. (1999): «Notes on social capital
verning public choice in seventeenth-century En- and economic performance», pp. 6-12, en
gland», The Journal of Economic History, Vol. 49, DASGUPTA, P. e I. SERAGELDIN: Social capital: a
N. 4, pp. 803-832. multifaceted perspective. World Bank. Was-
OLSON, M. (1982): The Rise and Decline of Na- hington D. C.
tions: Economic Growth, Stagflation and Social STIGLITZ, J. E. (1999): «Formal and informal institu-
Rigidities. New Haven: Yale UP. tions», pp. 59-70, en DASGUPTA, P. e I. SERAGEL-
OSTROM (1994): «Constituting Social Capital and DIN: Social capital: a multifaceted perspective.
Collective Action», Journal of Theoretical Poli- World Bank. Washington D. C.
tics, V. 6, N. 4, pp. 527-562.
TARROW, S. (1996): «Making social science work
OSTROM, E. (1999): «Social capital: A fad or a funda- across space and time: A critical reflection on
mental concept», pp. 172-214, en DASGUPTA, P. e Robert Putnam’s Making Democracy Work»,
I. S ERAGELDIN : Social capital: a multifaceted The American Political Science Review, V. 90,
perspective. World Bank. Washington D. C. N. 2, pp. 389-397.
PALDAM, M. (2000): «Social Capital: One or Many? TOBOSO, F. y R. COMPÉS (2003): «Nuevas Tenden-
Definition and Measurement». Journal of Eco- cias Analíticas en el ámbito de la Nueva Eco-
nomic Surveys, Vol. 14, N. 5, pp. 629-653. nomía Institucional. La incorporación de los as-
PAXTON, P. (1999): «Is social capital declining in the pectos distributivos», El Trimestre Económico,
United States? A multiple indicator assessment», N. 280, pp. 637-671.
The American Journal of Sociology, Vol. 105,
N. 1, pp. 88-127. WILLIAMSON, O. E. (1975): Markets and Hierar-
chies. The Free Press. Nueva York.
PIAZZA-GEORGI, B. (2002): «The role of human and
social capital in growth: extending our understan- WILLIAMSON, O. E. (1985): The Economics Institu-
ding», Cambridge Journal of Economics, V. 26, tions of Capitalism: Firms, Markets, Relational
pp. 461-479. Contracting. The Free Press. Nueva York.
PIERSON, P. (2000): «Path Dependence, Increasing WILLIAMSON, O. E. (2000): «The New Institutional
Returns and the Study of Politics», American Economics: Taking Stock, Looking Ahead», Jour-
Political Science Review, N. 94, pp. 251-267. nal of Economic Literature, Vol.38, pp. 595-613.