Está en la página 1de 7

ACTUALIZACIÓN

Infecciones bacterianas en la cirrosis


R. Martín-Mateos*, B. Mateos, J.L. Lledó, L. Téllez y A. Albillos
Servicio de Gastroenterología y Hepatología. Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid. España. Universidad de Alcalá, IRYCIS, CIBEREHD. Madrid. España.

Palabras Clave: Resumen


- Cirrosis Introducción y patogenia. Los pacientes cirróticos presentan infecciones bacterianas más graves y fre-
- Infección bacteriana cuentes que la población general. Esta predisposición se debe a las alteraciones inmunológicas y de la
barrera intestinal que se desarrollan a lo largo de la evolución de su enfermedad.
- Traslación bacteriana
Epidemiología. Las infecciones más habituales son la peritonitis bacteriana espontánea y las del tracto
urinario, seguidas de las neumonías, celulitis y bacteriemias. Las bacterias gram-negativas de origen in-
testinal son el agente causal más frecuente, si bien en los últimos años ha aumentado el aislamiento de
bacterias multirresistentes.
Profilaxis, pronóstico y tratamiento. La prevención, identificación precoz y tratamiento antibiótico ade-
cuado son fundamentales para disminuir el impacto negativo de las infecciones en la supervivencia de
los pacientes cirróticos.

Keywords: Abstract
- Cirrhosis Diagnostic and therapeutic protocol of bacterial infections in cirrhosis
- Bacterial infections Introduction and pathophysiology. Cirrhotic patients present more severe and frequent bacterial
- Bacterial translocation infections than general population. The immune dysfunction and the intestinal barrier changes developed
over the course of the cirrhosis are related to this fact.
Epidemiology. Spontaneous bacterial peritonitis and urinary tract infections are the most common,
followed by pneumonia, cellulitis and bacteremia. Gram-negative gut bacteria are the most frequently
involved, although in recent years the isolation of multidrug resistant bacteria has increased.
Profilaxis, outcomes and treatment. Prevention, early identification and appropriate antibiotic treatment
are essential to reduce the negative impact on survival for cirrhotic patients.

Introducción Las infecciones no solo son más frecuentes, sino también


más graves, alcanzando una tasa de mortalidad global próxi-
Las infecciones bacterianas constituyen una de las princi- ma al 38% y de hasta el 70% si cursan con shock séptico2. La
pales causas de morbimortalidad en el paciente cirrótico. Su gravedad se asocia al grado de insuficiencia hepática y a la
mayor frecuencia se relaciona con la disfunción inmune, las aparición de otras complicaciones desencadenadas por la in-
alteraciones en la barrera intestinal y la insuficiencia hepática fección (deterioro de la función renal, encefalopatía o hemor-
asociadas a la progresión de la cirrosis. Se estima que hasta ragia digestiva por varices, entre otras). Todo ello contribuye
un tercio de estos pacientes presentan una infección al in- al desarrollo de fallo hepático agudo sobre crónico (ACLF),
greso o la desarrollarán durante su estancia hospitalaria, lo comprometiendo aún más la supervivencia en muchos casos3.
que supone una incidencia 4-5 veces superior a la de la po- La peritonitis bacteriana espontánea (PBE) y las infec-
blación general1,2. ciones del tracto urinario (ITU) son las más frecuentes, se-
guidas por la neumonía y la celulitis. Hasta el 40% son de
origen nosocomial, observándose en los últimos años una
*Correspondencia mayor prevalencia de infecciones por bacterias multirresis-
Correo electrónico: rosam.martinma@salud.madrid.org tentes en este contexto.

666 Medicine. 2016;12(12):666-72


INFECCIONES BACTERIANAS EN LA CIRROSIS

El aumento de la susceptibilidad a las infecciones oca- el acceso de estas a otros territorios y aumentando el riesgo
siona un incremento de la mortalidad y del número de hos- de infecciones, en especial el de PBE.
pitalizaciones, así como un deterioro de la calidad de vida en
general. Por todo ello, es necesario implementar estrategias
de prevención, diagnóstico precoz y tratamiento empírico Grado de insuficiencia hepática
más eficaces.
Es el principal factor de riesgo asociado al desarrollo de in-
fecciones en los pacientes cirróticos.
Patogenia Se ha demostrado que aquellos con mayor grado de insu-
ficiencia hepática (estadio C de la clasificación de Child-
Las alteraciones del sistema inmune y de la permeabilidad Pugh) tienen más probabilidades de contraer una infección.
intestinal que se suceden a lo largo de la historia natural de Al mismo tiempo, ciertas situaciones asociadas a la evolución
la cirrosis condicionan una mayor susceptibilidad a las infec- de la cirrosis, como una baja concentración de proteínas en
ciones. Por este motivo, el riesgo aumenta a medida que au- el líquido ascítico, antecedentes de PBE o hemorragia diges-
menta el grado de insuficiencia hepática. A continuación se tiva por varices, también aumentan exponencialmente el
detallan los principales factores inmunológicos, micro- riesgo16-18. Por todo ello, las guías actuales de consenso reco-
biológicos, genéticos e intestinales implicados. miendan estrategias preventivas de profilaxis antibiótica en
estos casos como veremos más adelante.

Disfunción inmune asociada a la cirrosis


Factores genéticos
La cirrosis se asocia a una disminución de la capacidad de-
fensiva del sistema inmunológico frente a las infecciones. En Algunos estudios sugieren que ciertos polimorfismos de ge-
primer lugar, se observa un estado de hiperestimulación in- nes que codifican proteínas implicadas en el reconocimiento
mune que da lugar a la sobreexpresión de citoquinas proin- bacteriano (NOD2, TLR2 y TLR4) aumentan el riesgo de
flamatorias como el factor de necrosis tumoral alfa o la inter- PBE y muerte en los pacientes cirróticos19.
leucina 64. Paralelamente se desarrolla una inmudeficiencia
progresiva secundaria a la disminución en el número y la
alteración en la función de los neutrófilos, los linfocitos T y Inhibidores de la bomba de protones
B y los macrófagos del sistema reticuloendotelial.
La depleción de las células T se relaciona con alteracio- El uso generalizado de fármacos inhibidores de la bomba de
nes en la timopoyesis, el hiperesplenismo y la muerte celular protones (IBP) se ha asociado en los pacientes con cirrosis y
activada por la traslocación bacteriana5, mientras que la fun- ascitis a un mayor riesgo de infecciones, en particular de
ción del sistema reticuloendotelial se ve comprometida6,7 por PBE20,21. El mecanismo que explica esta relación no se cono-
la disminución del número de células mononucleares ce con exactitud, pero se postula que la supresión del ácido
fagocíticas y la aparición de shunts portosistémicos. gástrico podría facilitar la proliferación de bacterias intesti-
La hiperestimulación del sistema inmune a largo plazo nales, aumentar la permeabilidad intestinal y alterar la moti-
condiciona el agotamiento de la respuesta inmunitaria, lo lidad favoreciendo secundariamente la traslocación bacteria-
que a su vez aumenta aún más la susceptibilidad a las infec- na22. Algunos autores señalan la posibilidad de que los IBP
ciones8,9. actúen inhibiendo la actividad de los neutrófilos y las células
natural killer23.
Los tres metaanálisis publicados hasta la fecha muestran
Alteración de la permeabilidad intestinal un incremento significativo del riesgo (hasta 2-3 veces
y sobrecrecimiento bacteriano más)24-26. Sin embargo, se trata de un tema debatido, ya que
algunos estudios prospectivos no han podido confirmar esta
La hipertensión portal se asocia a un aumento de la permea- asociación27. Aun así, la prescripción de IBP en el paciente
bilidad intestinal secundario a la «relajación» de las uniones cirrótico debería ajustarse al máximo a las indicaciones esta-
intercelulares (T-junctions) del epitelio intestinal10,11, al au- blecidas, evitando su uso generalizado en aquellas situaciones
mentar el fenómeno de transcitosis y el déficit de mediadores en las que no se ha demostrado ningún beneficio.
implicados en limitar el contacto de las bacterias con la su-
perficie microvellositaria (IgA, lípidos biliares, péptidos anti-
microbianos, etc.)12. Por otra parte, se produce un enlentec- Otros factores
imiento del tránsito13 y una alteración cualitativa (disbiosis) y
cuantitativa (sobrecrecimiento)14,15 de la microbiota. Todo La inmunosupresión tras el trasplante hepático, la realiza-
ello favorece el fenómeno de traslocación bacteriana que ción de técnicas invasivas (endoscopias, paracentesis, coloca-
consiste en la adhesión de las bacterias al epitelio intestinal, ción de catéteres centrales, etc.), así como el efecto inmuno-
el paso a su través y el acceso a los ganglios linfáticos mesen- supresor del alcohol o la malnutrición, pueden actuar como
téricos. La capacidad de los ganglios linfáticos para destruir cofactores favoreciendo la traslación bacteriana y aumentan-
las bacterias intestinales puede verse superada, favoreciendo do el riesgo de infección en el paciente cirrótico.

Medicine. 2016;12(12):666-72 667


ENFERMEDADES DEL APARATO DIGESTIVO (XII)

Epidemiología supervivencia. Sin embargo, los síntomas iniciales pueden ser


inespecíficos, por lo que disponer de biomarcadores que per-
mitan un diagnóstico temprano es fundamental. La procalci-
Gran parte de los patógenos implicados en las infecciones de
tonina y la proteína C reactiva son reactantes de fase aguda
los pacientes cirróticos son bacilos gramnegativos de origen
ampliamente utilizados en la práctica clínica. Los pacientes
intestinal (Enterobateriaceae y non-enterococcal streptococci). Sin
cirróticos pueden presentar concentraciones más bajas de
embargo, en la última década se han producido cambios epi-
estos marcadores en respuesta a la infección; sin embargo, su
demiológicos relevantes secundarios al aumento de los pro-
capacidad predictiva es similar a la que se observa en pacien-
cedimientos invasivos, la aparición de resistencias a quinolo-
tes sin enfermedad hepática32.
nas y el incremento de las infecciones causadas por bacterias
multirresistentes28.
En primer lugar, la realización de técnicas invasivas se aso-
Peritonitis bacteriana espontánea
cia a un mayor riesgo de infecciones por cocos grampositivos.
Este hecho afecta fundamentalmente a los pacientes hospital- Consiste en la infección del líquido ascítico sin un foco sép-
izados o ingresados en Unidades de Cuidados Intensivos. tico abdominal secundario y se relaciona directamente con el
Por otra parte, la resistencia a quinolonas se ha desarrol- fenómeno de traslocación bacteriana. Clínicamente puede
lado paralelamente a la generalización de la profilaxis pri- cursar de forma indolente o con síntomas poco específicos
maria o secundaria a largo plazo con norfloxacino. No ob- (fiebre o febrícula, dolor abdominal, descompensación hi-
stante, las cefalosporinas de tercera generación suelen ser drópica, etc.) por lo que hay que mantener un elevado grado
eficaces frente a este tipo de bacterias, por lo que esta situ- de sospecha para realizar un abordaje precoz.
ación no aumenta significativamente el riesgo de fracaso con El diagnóstico se establece mediante el análisis del líqui-
las actuales pautas de tratamiento empírico. do ascítico, realizando una paracentesis. Un recuento de
El cambio epidemiológico más relevante se debe al in- neutrófilos superior a 250/mm3 confirma la sospecha, inde-
cremento del número de bacterias multirresistentes, no solo pendientemente del resultado de los cultivos33. Algunos pa-
en los pacientes cirróticos sino en la población general. Las cientes pueden presentar cultivos positivos con una cifra de
bacterias multirresistentes son aquellas capaces de desarrol- neutrófilos inferior a 250/mm3. Esta situación se conoce
lar mecanismos de resistencia frente al menos 3 de las prin- como bacteriascitis y puede traducir una colonización transi-
cipales familias de antibióticos, incluyendo los betalactámi- toria y reversible o representar el estadio incial de una PBE.
cos. Las más frecuentes en nuestro medio son las Por este motivo, debe realizarse una segunda paracentesis en
enterobacterias productoras de betalactamasas de espectro el momento en que se obtienen los cultivos positivos. Si el
ampliado (BLEE), los bacilos gramnegativos no fermentado- número de neutrófilos continúa siendo inferior a 250/mm3
res (Pseudomonas aeruginosa y Acinetobacter baumanii), los es- se mantendrá el seguimiento sin pautar antibióticos y, si es
tafilococos resistentes a la meticilina y el enterococo faecium. superior, se tratará como una PBE.
Este tipo de infecciones se asocia a un peor pronóstico por
presentar porcentajes más elevados de shock séptico, fracaso
terapéutico y mortalidad hospitalaria29. Empiema bacteriano espontáneo
El riesgo de infección por bacterias multirresistentes se
multiplica por cuatro en el ámbito nosocomial, aunque tam- Es el equivalente a la peritonitis bacteriana en la cavidad ab-
bién se han definido otros factores de riesgo como la profilaxis dominal. El líquido ascítico asciende hacia el espacio pleural
a largo plazo con norfloxacino, antecedentes de infección por cuando existen orificios de comunicación entre la cavidad
bacterias multirresistentes en los últimos 6 meses y adminis- abdominal y el tórax. El diagnóstico se establece si el recuen-
tración reciente (en los 3 meses previos) de betalactámicos30. to de neutrófilos en el líquido pleural es superior a 250/mm3
Todas estas circunstancias han hecho que las pautas y los cultivos son positivos, o si hay más de 500 neutrófilos/
empíricas deban ser modificadas de acuerdo con la presencia mm3 aunque los cultivos del líquido sean negativos.
de los factores de riesgo anteriormente comentados y las ta-
sas locales de resistencia en cada caso. Posteriormente se re-
comienda desescalar precozmente el tratamiento según el Infecciones del tracto urinario
resultado de los cultivos.
El agente causal de la infección se consigue aislar en casi Son, después de la PBE, las infecciones más frecuentes. A
la mitad de los pacientes. Para aumentar la rentabilidad de pesar de que muchas veces la bacteriuria puede ser indolente,
los cultivos en la PBE se recomienda inocular el líquido as- los cirróticos presentan mayor riesgo de bacteriemia secun-
cítico en los frascos de hemocultivo lo antes posible, a ser daria, por lo que debe considerarse el tratamiento y la reali-
posible junto a la cama del paciente31. zación de urocultivo con antibiograma en estos casos.

Diagnóstico Infecciones respiratorias


El diagnóstico precoz y la rápida instauración del tratamien- El diagnóstico se realiza al igual que en la población general
to son fundamentales para aumentar las probabilidades de por la presencia de nuevos infiltrados en la radiografía de

668 Medicine. 2016;12(12):666-72


INFECCIONES BACTERIANAS EN LA CIRROSIS

TABLA 1 to el paciente alcanza una situación


Tratamiento recomendado en las infecciones nosocomiales y adquiridas en la comunidad en los
pacientes cirróticos de insuficiencia grave en cada uno
de los 6 sistemas implicados (hep-
Infecciones adquiridas en la comunidad Infecciones nosocomiales ático, renal, hemodinámico, neu-
Peritonitis/empiema bacteriano Cefotaxima Piperacilina-tazobactam rológico, respiratorio y de la coagu-
espontáneo
Ceftriaxona Meropenen ± glucopéptidos lación). En base al número de
Bacteriemia espontánea
Amoxicilina-clavulánico órganos afectos se establecen 4
Infección urinaria No complicada No complicada situaciones: descompensación sin
Ciprofloxacino Nitrofurantoína ACLF, ACLF grado I, II o III.
Cotrimoxazol Fosfomicina Las infecciones bacterianas son
Sepsis Sepsis el principal desencadenante cono-
Cefotaxima Piperacilina-tazobactam cido de ACLF (hasta en un 33%),
Ceftriaxona Meropenem ± glucopéptidos siendo la PBE y la neumonía los
Amoxicilina-clavulánico precipitantes más frecuentes. Dado
Neumonía Amoxicilina-clavulánico ± marcólido Piperacilina-tazobactam
que el pronóstico de los pacientes
Ceftriaxona ± macrólido Meropenem/ceftazidima +
ciprofloxacino ± glucopéptido infectados cambia de forma signifi-
Levofloxacino
cativa en el contexto del ACLF, es
Moxifloxacino
fundamental realizar una adecuada
Celulitis Amoxicilina-clavulánico Meropenem/ceftazidima + oxaciclina
aproximación diagnóstica a esta
Ceftriaxona + cloxacilina Glucopéptidos
entidad para anticipar las medidas
Dosis estándares recomendadas: amoxicilina-clavulámico: 1 g-200 mg cada 8 h i.v.; ceftriaxona 1 g-2 g/día i.v.; cefotaxima: 2 g/12 h
i.v.; levofloxacino 500 mg/día v.o.; ciprofloxacino 500 mg/12 h v.o.; moxifloxacino 400 mg/día v.o.; cloxacilina 2 g/6 h i.v.; meropenem terapéuticas y de soporte necesa-
1 g/8 h i.v.; piperacilina/tazobactam 4 g/500 mg cada 8 h i.v. Adaptada de Jalan R, et al38.
rias.

tórax, fiebre, tos y expectoración. Se debe prestar especial Otras complicaciones


atención a los pacientes con encefalopatía porque tienen
mayor riesgo de sufrir broncoaspiraciones. El deterioro agudo de la función renal es secundario en un
alto porcentaje de pacientes a la presencia de una infección,
de hecho, la PBE es la causa más frecuente de síndrome he-
Celulitis patorrenal36,37. La respuesta inflamatoria que se desencadena
y los cambios hemodinámicos resultantes contribuyen a la
Su prevalencia en la cirrosis oscila entre el 10,5-12,5%34. El disminución del filtrado glomerular y al desarrollo de la in-
diagnóstico es clínico y se basa en la presencia de signos in- suficiencia renal38,39. El tratamiento con albúmina intraveno-
flamatorios (eritema, edema y aumento de la temperatura sa (1,5 mg/kg al diagnóstico y 1 mg/kg a las 72 horas) reduce
local) a nivel del tejido celular subcutáneo. la incidencia de fallo renal y disminuye la mortalidad en los
casos de PBE con bilirrubina superior a 4 mg/dl y creatinina
mayor de 1 mg/dl40. En pacientes con bajo riesgo de morta-
Bacteriemia lidad o en otro tipo de infecciones, el beneficio de esta me-
dida aún no ha sido demostrado.
Se define como espontánea cuando los hemocultivos son po- Las infecciones no solo favorecen el deterioro de la
sitivos pero no se observa un foco infeccioso evidente, o se- función renal, sino que también aumentan el riesgo de
cundaria cuando se han realizado técnicas diagnósticas o te- hemorragia digestiva por varices41, encefalopatía hepá-
rapéuticas invasivas. El riesgo de endocarditis es mayor que tica42, coagulación intarvascular diseminada43 o insuficien-
en la población general, y la mortalidad aumenta significati- cia adrenal relativa en los casos que cursan con shock
vamente en los estadios B y C de Child35. séptico44,45.

Repercusiones y pronóstico Tratamiento


Las infecciones son la principal causa de descompensación El inicio precoz del tratamiento antibiótico es fundamental
en el paciente cirrótico. El episodio puede acompañarse de la para aumentar las probabilidades de supervivencia46. Es por
insuficiencia grave de algún órgano, dando lugar a una enti- ello que debe instaurarse cuanto antes un tratamiento empí-
dad recientemente caracteriza como ACLF3. rico orientado según la localización, el contexto de adquisi-
El ACLF se define como el deterioro agudo de la función ción de la infección y la tasa de resistencias locales. Poste-
hepática asociado al fracaso de uno o más órganos3, y conlleva riormente, se recomienda cambiar a una pauta más selectiva,
un aumento de la mortalidad a corto plazo que oscila entre el en base a los cultivos y el antibiograma.
22 y el 77% en los casos más graves. La escala CLIF-SOFA Las diferentes pautas antibióticas empíricas recomenda-
(modificada del original Sequential Organ Failure Assessment das según el tipo de infección se encuentran resumidas en la
score) se utiliza en este contexto para establecer en qué momen- tabla 1.

Medicine. 2016;12(12):666-72 669


ENFERMEDADES DEL APARATO DIGESTIVO (XII)

TABLA 2 del valor inicial de la creatinina. El tratamiento se mantiene


Criterios diagnósticos del síndrome hepatorrenal
hasta alcanzar unas cifras inferiores a 1,5 mg/dl.
Cirrosis con ascitis Otras alternativas de segunda elección cuando terlipresi-
Creatinina sérica > 1,5 mg/dl na no se tolera o está contraindicada son noradrenalina o
Exclusión de midrodina con octreótido46.
Shock
Hipovolemia: la función renal no debe mejorar después de 2 días sin diuréticos
y con expansión con albúmina intravenosa (1 g/kg/día)
Infección del tracto urinario
Fármacos nefrotóxicos
Enfermedad parenquimatosa renal: proteinuria < 0,5 g/día, < 50 eritrocitos
por campo y ecografía renal sin alteraciones El tratamiento recomendado son las quinolonas, ya que son
SHR tipo I: rápidamente progresivo. Creatinina > 2,5 mg/dl o incremento > 100% eficaces frente a los bacilos gramnegativos y alcanzan altas
respecto al nivel basal
concentraciones en orina. Si el paciente recibía tratamiento
SHR tipo II: deterioro de la función renal menos marcado pero mantenido en el
tiempo. Generalmente en pacientes con ascitis refractaria e importante retención previo con norfloxacino o la infección es grave se aconseja
de sodio pautar cefalosporinas de tercera generación o amoxicilina-
clavulánico. En el entorno nosocomial son necesarios anti-
bióticos de amplio espectro como meropenem o piperacili-
Peritonitis bacteriana espontánea na/tazobactam47.

Se recomienda iniciar el tratamiento con cefalosporinas


de tercera generación durante 5-7 días y añadir albúmina Bacteriemia espontánea y empiema bacteriano
(1,5 g/kg de peso en el momento del diagnóstico y 1 g/kg a espontáneo
las 72 horas) en el grupo de pacientes con alto riesgo de mor-
talidad (creatinina superior a 1 mg/dl y bilirrubina superior Son causados por las mismas bacterias que la PBE, por lo que
a 4 mg/dl). Si el origen de la infección es nosocomial, se debe las recomendaciones de tratamiento empírico no varían con
ampliar el espectro antibiótico con piperacilina-tazobactam respecto a esta.
o meropenem47. Se aconseja evitar los aminoglucósidos por
su potencial efecto nefrotóxico, y no realizar paracentesis
evacuadores superiores a 5l para disminuir el riesgo de fra- Neumonías
caso renal.
La respuesta al tratamiento debe valorarse mediante una El tratamiento de la neumonía adquirida en la comunidad en
nueva paracentesis a las 48 horas del diagnóstico. Se conside- los pacientes cirróticos no difiere del recomendado para
ra una buena evolución que el número absoluto de neutrófi- otras poblaciones, y debe cubrir tanto bacterias típicas (neu-
los disminuya un 25% o más con respecto a la primera de- mococo, H. influenzae o Klebsiella) como atípicas (Legionella,
terminación31,46. Mycoplasma, Coxiella, etc.). La pauta antibiótica aconsejada es
El síndrome hepatorrenal se define como el deterioro de levofloxacino (500 mg/día), moxifloxacino (400 mg/día) o la
la función renal en un paciente con enfermedad hepática asociación de cefalosporinas de tercera generación o amoxi-
avanzada en ausencia de otras causas. Los criterios diagnós- cilina-clavulánico con un macrólido (claritromicina o azitro-
ticos y los 2 subtipos se exponen en la tabla 2. Las infecciones micina)47.
son el desencadenante más frecuente de síndrome hepato- En las neumonías de origen nosocomial se recomienda
rrenal, que puede ocurrir hasta en un 30% de los pacientes utilizar antibióticos de amplio espectro (meropenem, pipera-
con PBE tratados solo con antibióticos. cilina/tazobactam o ceftazidima asociada a ciprofloxacino).
Los pacientes con síndrome hepatorrenal en el contexto Se debe añadir un glucopéptido (vancomicina o linezolid) en
de una PBE deben ser monitorizados estrechamente. Se re- los casos de alto riesgo de participación de bacterias multi-
comienda suspender inicialmente todos los diuréticos, es- rresistentes (neumonía asociada a ventilación mecánica, tra-
pecialmente la espironolactona por el riesgo de hiperpota- tamiento antibiótico previo o portadores de baterías multi-
semia. Furosemida puede ser útil para mantener una rresistentes).
diuresis adecuada o tratar la so-
brecarga de volumen46. Terlipresi-
TABLA 3
na es el tratramiento más eficaz. Indicaciones de profilaxis bacteriana
Este análogo de la vasopresina
mejora la disfunción circulatoria Indicación Pauta Duración
provocando vasoconstricción del Primaria Hemorragia digestiva Función hepática preservada: norfloxacino 7 días
lecho vascular esplácnico y au- 400 mg/12 h v.o.

mentando la presión arterial. Se Cirrosis avanzada*: ceftriaxona 1 g/24 h


Ascitis con proteínas < 15 g/l y Norfloxacino 400 mg/24 h o ciprofloxacino Indefinida
recomienda una dosis de 1 mg in- cirrosis avanzada** 500 g/24 h
travenosa cada 4-6 horas aumen- Secundaria Peritonitis bacteriana Norfloxacino 400 mg/24 h Indefinida
tando hasta un máximo de 2 espontánea previa
mg/4-6 horas si no se observa una *Se considerará cirrosis avanzada si cumple al menos 2 de los siguientes criterios: ascitis, ictericia, encefalopatía y malnutrición
grave. **Se considerará cirrosis avanza un estadio de Child-Pugh ≥ 9 y bilirrubina ≥ 3 y alteración grave de la función renal
disminución de al menos el 25% creatitina ≥ 1,2 mg/dl, BUN ≥ 25 mg/dl y/o sodio ≤ 130 mEq/l.

670 Medicine. 2016;12(12):666-72


INFECCIONES BACTERIANAS EN LA CIRROSIS

Celulitis Las infecciones bacterianas son, por tanto, una de las


principales complicaciones de la cirrosis. Se asocian a una
elevada morbimortalidad y traducen un grado de insuficien-
Se recomienda el tratamiento con amoxicilina-clavulánico o
cia hepática significativo. En los próximos años es importan-
ceftriaxona y cloxacilina en las celulitis adquiridas en la co-
te avanzar en el reconocimiento de marcadores precoces de
munidad. En el ámbito nosocomial se aconseja meropenem
infección y en mejorar las pautas de profilaxis y tratamiento
o ceftazidima asociada a cloxacilina, añadiendo un glucopép-
sin contribuir al aumento de resistencias bacterianas.
tido en áreas de elevada prevalencia de bacterias multirresis-
tentes47.
Conflicto de intereses
Profilaxis Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Debe limitarse a aquellas situaciones o pacientes con elevado
riesgo de desarrollar infecciones bacterianas, ya que el uso
generalizado de antibioterapia profiláctica podría aumentar
Responsabilidades éticas
la tasa de resistencias bacterianas.
Protección de personas y animales

Profilaxis primaria Los autores declaran que para esta investigación no se han
realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
En la actualidad, la profilaxis primaria está indicada única-
mente en 2 situaciones que enumeramos a continuación
(tabla 3). Confidencialidad de los datos

Hemorragia digestiva Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos
La incidencia de infecciones en pacientes con hemorragia de pacientes.
gastrointestinal es mayor que en los pacientes cirróticos hos-
pitalizados por otros motivos (44-66% frente a 32-34%)16.
Dado que la infección se asocia a mayores tasas de resangra- Derecho a la privacidad y consentimiento
do y mortalidad, se recomienda un tratamiento profiláctico informado
con norfloxacino 400 mg/12 horas por vía oral durante
7 días. En los pacientes con cirrosis avanzada, definida por al Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos
menos dos de los siguientes criterios: ascitis, malnutrición de pacientes.
grave, encefalopatía o ictericia, ceftriaxona intravenosa en
dosis de 1 g/24 horas ha demostrado ser más eficaz que nor-
floxacino. Bibliografía
t Importante tt Muy importante
Cirrosis avanzada
Los pacientes con baja concentración de proteínas en líquido ✔ Metaanálisis ✔ Artículo de revisión
ascítico (menos de 15 g/l) e insuficiencia hepática o renal ✔ Ensayo clínico controlado ✔ Guía de práctica clínica
grave (Child-Pugh igual o más de 9, creatinina igual o supe- ✔ Epidemiología
rior a 1,2 mg/dl, BUN igual o mayor de 25 mg/dl y/o sodio
igual o menor a 130 mEq/l) tienen mayor riesgo de presentar
PBE y síndrome hepatorrenal48. En estos casos se ha de- ✔
1. Fernández J, Navasa M, Gómez J, Colmenero J, Vila J, Arroyo V, et al.
Bacterial infections in cirrhosis: epidemiological changes with invasive
mostrado que la administración a largo plazo de norfloxaci- procedures and norfloxacin prophylaxis. Hepatology. 2002;35:140-8.

no (400 mg/24 horas) aumenta la supervivencia a los 3 meses ✔


2. Borzio M, Salerno F, Piantoni L, Cazzaniga M, Angeli P, Bissoli F, et al.
Bacterial infection in patients with advanced cirrhosis: a multicentre
y disminuye la incidencia de PBE y síndrome hepatorrenal40. prospective study. Dig Liver Dis. 2001;33:41-8.

3. tt Moreau R, Jalan R, Gines P, Pavesi M, Angeli P, Cordoba J, et
al; CANONIC Study Investigators of the EASL–CLIF Consortium.
Acute-on chronic liver failure is a distinct syndrome that develops
in patients with acute decompensation of cirrhosis. Gastroenterolo-
Profilaxis secundaria gy. 2013;144:1426-37.

4. Albillos A, Lario M, Álvarez-Mon M. Cirrhosis-associated immune dys-
function: distinctive features and clinical relevance. J Hepatol.
La tasa de recurrencia al año en los pacientes que presentan un 2014;61:1385-96.
primer episodio de PBE es del 70%18. En estos casos, se debe ✔
5. Lario M, Muñoz L, Ubeda M, Borrero MJ, Martínez J, Monserrat J, et al.
Defective thymopoiesis and poor peripheral homeostatic replenishment
considerar incluir al paciente en lista de espera para trasplante of T-helper cells cause T-cell lymphopenia in cirrhosis. J Hepatol.
hepático y realizar profilaxis antibiótica con norfloxacino 400 2013;59:723-30.
mg cada 24 horas. Esta medida ha demostrado disminuir el ✔
6. Bolognesi M, Merkel C, Bianco S, Angeli P, Sacerdoti D, Amodio Pet al.
Clinical significance of the evaluation of hepatic reticuloendothelial re-
riesgo de PBE del 68 al 20%47. Ciprofloxacino o levofloxacino moval capacity in patients with cirrhosis. Hepatology. 1994;19:628-34.
pueden ser alternativas eficaces en algunos casos. ✔
7. Rimola A, Soto R, Bory F, Arroyo V, Piera C, Rodes J. Reticuloendothelial
system phagocytic activity in cirrhosis and its relation to bacterial infec-

Medicine. 2016;12(12):666-72 671


ENFERMEDADES DEL APARATO DIGESTIVO (XII)

tions and prognosis. Hepatology. 1984;4:53-8. with cirrhosis and bacterial infection. Expert Rev Gastroenterol

8. Malik R, Mookerjee RP, Jalan R. Infection and inflammation in liver Hepatol. 2015;14:1-6.
failure: two sides of the same coin. J Hepatol. 2009;51:426-9. ✔
29. Fernández J, Acevedo J, Castro M, García O, de Lope CR, Roca D, et al.

9. Wasmuth HE, Kunz D, Yagmur E, Timmer-Stranghöner A, Vidacek D,
Siewert E, et al. Patients with acute on chronic liver failure display “sep-
Prevalence and risk factors of infections by multiresistant bacteria in cir-
rhosis: a prospective study. Hepatology. 2012;55:1551-61.
sis-like” immune paralysis. J Hepatol. 2005;42:195-201. ✔
30. t Fernández J, Gustot T. Management of bacterial infections in

10. Assimakopoulos SF, Tsamandas AC, Tsiaoussis GI, Karatza E, Triantos C, cirrhosis. J Hepatol. 2012;56:S1-12.
Vagianos CE, et al. Altered intestinal tight junctions’ expression in pa-
tients with liver cirrhosis: a pathogenetic mechanism of intestinal hyper-

31. t Rimola A, García-Tsao G, Navasa M, Piddock LJ, Planas R, Ber-
nard B, et al. Diagnosis, treatment and prophylaxis of spontaneous
permeability. Eur J Clin Invest. 2012;42:439-46. bacterial peritonitis: a consensus document. International Ascites

11. Pascual S, Such J, Esteban A, Zapater P, Casellas JA, Aparicio JR, et al. Club. J Hepatol. 2000;32:142-53.
Intestinal permeability is increased in patients with advanced cirrhosis.
Hepatogastroenterology. 2003;50:1482-6.

32. Papp M, Vitalis Z, Altorjay I, Tornai I, Udvardy M, Harsfalvi J, et al. Acute
phase proteins in the diagnosis and prediction of cirrhosis associated bac-

12. Tsiaoussis GI, Assimakopoulos SF, Tsamandas AC, Triantos CK, Thomo- terial infections. Liver Int. 2012;32:603-11.
poulos KC. Intestinal barrier dysfunction in cirrhosis: Current concepts
in pathophysiology and clinical implications. World J Hepatol.

33. Albillos A, Cuervas-Mons V, Millán I, Cantón T, Montes J, Barrios C, et
al. Ascitic fluid polymorphonuclear cell count and serum to ascites albu-
20157:2058-68. min gradient in the diagnosis of bacterial peritonitis. Gastroenterology.

13. Madrid AM, Cumsille F, Defilippi C. Altered small bowel motility in pa- 1990;98:134-40.
tients with liver cirrhosis depends on severity of liver disease. Dig Dis Sci.
1997;42:738-42.

34. Mohan P, Ramu B, Bhaskar E, Venkataraman J. Prevalence and risk fac-
tors for bacterial skin infection and mortality in cirrhosis. Ann Hepatol.

14. Bauer TM, Steinbrückner B, Brinkmann FE, Ditzen AK, Schwacha H, 2011;10:15-20.
Aponte JJ, et al. Small intestinal bacterial overgrowth in patients with
cirrhosis: prevalence and relation with spontaneous bacterial peritonitis.

35. Ruiz-Morales J, Ivanova-Georgieva R, Fernández-Hidalgo N, García-
Cabrera E, Miró JM, Muñoz P, et al; Spanish Collaboration on Endocar-
Am J Gastroenterol. 200196:2962–7. ditis Group-Grupo de Apoyo al Manejo de la Endocarditis en España

15. Chang CS, Chen GH, Lien HC, Yeh HZ. Small intestine dysmotility and
bacterial overgrowth in cirrhotic patients with spontaneous bacterial pe-
(GAMES); Spanish Network for Research in Infectious Diseases (REI-
PI); Spanish Collaboration on Endocarditis Group-Grupo de Apoyo al
ritonitis. Hepatology. 1998;28:1187-90. Manejo de la Endocarditis en España GAMES. Left-sided infective en-

16. t Bernard B, Grangé JD, Khac EN, Amiot X, Opolon P, Poynard T. docarditis in patients with liver cirrhosis. J Infect. 2015;71(6):627-41.
Antibiotic prophylaxis for the prevention of bacterial infections in
cirrhotic patients with gastrointestinal bleeding: a meta-analysis.

36. Arroyo V, Fernández J, Ginès P. Pathogenesis and treatment of hepatore-
nal syndrome. Semin Liver Dis. 2008;28:81-95.
Hepatology. 1999;29:1655-61. ✔
37. Follo A, Llovet JM, Navasa M, Planas R, Forns X, Francitorra A, et al.

17. Llach J, Rimola A, Navasa M, Ginès P, Salmerón JM, Ginès A, et al. Inci-
dence and predictive factors of first episode of spontaneous bacterial peri-
Renal impairment after spontaneous bacterial peritonitis in cirrhosis: in-
cidence, clinical course, predictive factors and prognosis. Hepatology.
tonitis in cirrhosis with ascites: relevance of ascitic fluid protein concen- 1994;20:1495-501.
tration. Hepatology. 1992;16:724-7. ✔
38. Ruiz-del-Arbol L, Monescillo A, Arocena C, Valer P, Ginès P, Moreira V,

18. t Ginés P, Rimola A, Planas R, Vargas V, Marco F, Almela M, et al.
Norfloxacin prevents spontaneous bacterial peritonitis recurrence
et al. Circulatory function and hepatorenal syndrome in cirrhosis. Hepa-
tology. 2005;42:439-47.
in cirrhosis: results of a double-blind, placebo-controlled trial. Hep-
atology. 1990;12:716-24.

39. Ruiz-del-Arbol L, Urman J, Fernández J, González M, Navasa M,
Monescillo A, et al. Systemic, renal, and hepatic hemodynamic derange-

19. Appenrodt B, Grünhage F, Gentemann MG, Thyssen L, Sauerbruch T,
Lammert F. Nucleotide-binding oligomerization domain containing 2
ment in cirrhotic patients with spontaneous bacterial peritonitis. Hepa-
tology. 2003;38:1210-8.
(NOD2) variants are genetic risk factors for death and spontaneous bac-
terial peritonitis in liver cirrhosis. Hepatology. 2010;51:1327-33.

40. tt Sort P, Navasa M, Arroyo V, Aldeguer X, Planas R, Ruiz-del-
Arbol L, et al. Effect of intravenous albumin on renal impairment

20. Min YW, Lim KS, Min BH, Gwak GY, Paik YH, Choi MS, et al. Proton
pump inhibitor use significantly increases the risk of spontaneous bacte-
and mortality in patients with cirrhosis and spontaneous bacterial
peritonitis. N Engl J Med. 1999;341:403-9.
rial peritonitis in 1965 patients with cirrhosis and ascites: a propensity
score matched cohort study. Aliment Pharmacol Ther. 2014;40:695-704.

41. Goulis J, Patch D, Burroughs AK. Bacterial infection in the pathogenesis
of variceal bleeding. Lancet. 1999;353:139-42.

21. Bajaj JS, Ratliff SM, Heuman DM, Lapane KL. Proton pump inhibitors
are associated with a high rate of serious infections in veterans with de-

42. Merli M, Lucidi C, Pentassuglio I, Giannelli V, Giusto M, Di Gregorio V,
et al. Increased risk of cognitive impairment in cirrhotic patients with
compensated cirrhosis. Aliment Pharmacol Ther. 2012;36:866-74. bacterial infections. J Hepatol. 2013;59:243-50.

22. van Vlerken LG, Huisman EJ, van Hoek B, Renooij W, de Rooij FW,
Siersema PD, et al. Bacterial infections in cirrhosis: role of proton pump

43. Plessier A, Denninger MH, Consigny Y, Pessione F, Francoz C, Durand
F, et al. Coagulation disorders in patients with cirrhosis and severe sepsis.
inhibitors and intestinal permeability. Eur J Clin Invest. 2012;42:760-7. Liver Int. 2003;23:440-8.

23. Zedtwitz-Liebenstein K, Wenisch C, Patruta S, Parschalk B, Daxböck F,
Graninger W. Omeprazole treatment diminishes intra- and extracellular

44. Fede G, Spadaro L, Tomaselli T, Privitera G, Scicali R, Vasianopoulou P,
et al. Comparison of total cortisol, free cortisol, and surrogate markers of
neutrophil reactive oxygen production and bactericidal activity. Crit Care free cortisol in diagnosis of adrenal insufficiency in patients with stable
Med. 2002;30:1118-22. cirrhosis. Clin Gastroenterol Hepatol. 2014;12:504-12.

24. Xu HB, Wang HD, Li CH, Ye S, Dong MS, Xia QJ, et al. Proton pump
inhibitor use and risk of spontaneous bacterial peritonitis in cirrhotic pa-

45. Tsai MH, Peng YS, Chen YC, Liu NJ, Ho YP, Fang JT, et al. Adrenal
insufficiency in patients with cirrhosis, severe sepsis and septic shock.
tients: a systematic review and meta-analysis. Genet Mol Res. Hepatology. 2006;43:673-81.
2015;14:7490-501. ✔
46. tt European Association for the Study of the Liver. EASL clinical

25. Trikudanathan G, Israel J, Cappa J, O'Sullivan DM. Association between
proton pump inhibitors and spontaneous bacterial peritonitis in cirrhotic
practice guidelines on the management of ascites, spontaneous bac-
terial peritonitis, and hepatorenal syndrome in cirrhosis. J Hepatol.
patients – a systematic review and meta-analysis. Int J Clin Pract. 2010;53:397-417.
2011;65:674-8. ✔
47. tt Jalan R, Fernández J, Wiest R, Schnabl B, Moreau R, Angeli P,

26. Deshpande A, Pasupuleti V, Thota P, Pant C, Mapara S, Hassan S, et al.
Acid-suppressive therapy is associated with spontaneous bacterial perito-
et al. Bacterial infections in cirrhosis: a position statement based on
the EASL Special Conference 2013. J Hepatol. 2014;60:1310-24.
nitis in cirrhotic patients: a meta-analysis. J Gastroenterol Hepatol.
2013;28:235-42.

48. t Cohen MJ, Sahar T, Benenson S, Elinav E, Brezis M, Soares-
Weiser K. Antibiotic prophylaxis for spontaneous bacterial peritoni-

27. Terg R, Casciato P, Garbe C, Cartier M, Stieben T, Mendizabal M, et al;
Study Group of Cirrhosis Complications of the Argentine Association for
tis in cirrhotic patients with ascites, without gastro-intestinal bleed-
ing. Cochrane Database Syst Rev. 2009;15:CD004791.
the Study of Liver Disease. Proton pump inhibitor therapy does not in-
crease the incidence of spontaneous bacterial peritonitis in cirrhosis: a

49. t Fernández J, Navasa M, Planas R, Montoliu S, Monfort D, Sori-
ano G, et al. Primary prophylaxis of spontaneous bacterial peritoni-
multicenter prospective study. J Hepatol. 2015;62:1056-60. tis delays hepatorenal syndrome and improves survival in cirrhosis.

28. t Fernández J, Acevedo J. New antibiotic strategies in patients Gastroenterology. 2007;133:818-24.

672 Medicine. 2016;12(12):666-72

También podría gustarte