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Universidad de la República

Facultad de Psicología
Maestría en Psicología Social
Curso: "Definición y Principales Teorías Tradicionales de la Psicología Social". Prof.
Guillermo Delahanty.

Las dimensiones políticas en las perspectivas de Kurt Lewin.

Lic. en Psic. Gabriela Etcheverry. Diciembre de 2009.

Introducción e implicación.

Sabido es que la preocupación por los grupos ha sido eje de la Psicología Social, tanto
en el plano académico como en el plano político (si es que es posible realizar esta
distinción). Los primeros años del siglo 20 ven germinar las conceptualizaciones
inaugurales (que dan lugar al nacimiento del “objeto discreto” grupo), sostenidas en
experiencias que vinculan al mundo de las fábricas y la producción con el mundo
académico/político.

En el Río de la Plata, aquellas primeras conceptualizaciones operan engrosando las


ideas de pensadores como Enrique Pichon Rivière, que suma complejidad al poner de
manifiesto, explícitamente, el efecto político del grupo, generando articulaciones entre
lo intersubjetivo y lo intrasubjetivo. En los años 50 en el Río de la Plata en sectores
progresistas de la academia, hay una fuerte tendencia por incluir lo social en la
psiquiatría y el psicoanálisis; en ese contexto aparecen las ideas de K. Lewin
aportándole a E. Pichon Rivière otras herramientas para incorporar a sus
conceptualizaciones. Así, muchos de quienes hemos crecido formados en la psicología
social, ubicamos como indisociable la cuestión política y el grupo; incluso hemos
orientado algunas investigaciones a partir de las preguntas “¿Qué produce un grupo?”,
y “¿De qué son producto los grupos?”. Ambas han tenido por objeto abrir líneas de
sentido al tema de los efectos que las conceptualizaciones sobre los grupos han ido
produciendo, en la psicología social rioplatense. Nuestra perspectiva de la psicología
social, implica la imposibilidad de desprender lo social de lo político, en tanto si bien

1
ambos términos tienen definiciones distintas, así como procedencias etimológicas
diversas, la historia de la construcción de nuestra disciplina las hace indisociables.
Aquella tendencia inclusiva antes mencionada (social- psicoanálisis- psiquiatría) apenas
se concreta alrededor de los 70, cuando el movimiento académico y político
rioplatense (detallado en dos textos: Cuestionamos I y II 1) genera cruces entre la
dinámica de grupos, el psicoanálisis y el marxismo, produciendo enunciados críticos de
las instituciones más hegemónicas, y promoviendo discursos, prácticas, herramientas
nuevas para operar en la realidad.

Tanto el espacio de la academia como el espacio ético político han generado


interrogantes sobre el sentido de los grupos, y sobre las relaciones individuos- grupos;
o grupos- sociedad. Por ejemplo, distintas teorías grupalistas hacen hincapié en la
existencia de una mentalidad grupal, es decir, la existencia de un cierto poder
trascendente a los individuos, que se genera cuando hay un grupo. También están las
posiciones que ubican al individuo como única realidad, y en tanto ello el grupo
solamente sería una suma de individuos. Y en el espacio político, la preocupación ha
sido por el qué es capaz de producir un grupo; es decir, si puede ser pensado el grupo
como semilla de cambio (ahí se pondría en juego la cuestión del grupo autogestivo o el
grupo sujeto del que habla F. Guattari2), o si el grupo es una herramienta para producir
sugestión y manipulación. Entre otras preguntas, aparece entonces la cuestión de qué
deberá prevalecer, los intereses individuales o los colectivos?

Considerando las historias que componen la vida de K. Lewin, podemos pensar que su
preocupación estaba guiada por una utopía de cambio, de transformación social, y que
era a través de los grupos (entre otras formas) que podría desplegarse tal utopía.
Destaquemos de su biografía, el interés por estudiar disciplinas aparentemente
inconexas (matemáticas, física, gestalt), la emigración forzada (escapando del
nazismo), su alta integración al ambiente académico norteamericano (y su estatuto de
“refugiado”), sus vínculos con grupos políticos afines al socialismo.

Nuestra intención en este ensayo es resituar una teoría que, como lo explicitamos más
arriba, tiene mucho peso en las concepciones con las que nos hemos formado. Así, es
1
Langer, M. (comp), (1971/ 1973) Cuestionamos I y II. Buenos Aires: Granica.
2
Guattari, F. (1976) Psicoanálisis y transversalidad. Argentina: Siglo XXI.

2
dable destacar lo que K. Lewin elaboró acerca de los grupos, su relación con los
individuos y con la sociedad toda. Es decir, encontrarnos con las viejas nociones,
producir una crítica, ubicar cuál es el sentido de su utilización en tanto instrumento, e
intentar pensar los puentes entre lo político y los grupos, en la perspectiva lewiniana.

Revisando los planteos de Ana María Fernández.

En el texto El Campo Grupal 3, Ana María Fernández realiza un exhaustivo análisis de


las condiciones de surgimiento de la noción de grupo, recorriendo las principales
teorizaciones que varios autores han realizado al respecto. Se detiene específicamente
en aquellos que han tenido significación en los posteriores desarrollos rioplatenses. Así
es que ubica a E. Mayo y a K. Lewin como “fundadores”, en cierto sentido, de la
disciplina Dinámica de Grupos, haciendo referencia además a que a partir de las
teorías que estos autores construyen, se hará posible la emergencia de un nuevo
técnico –el coordinador de grupos-, así como una serie de instrumentos técnicos que
apuntarán a resolver determinadas demandas sociales, económicas y políticas.

Luego de relatar de manera detallada las diversas experiencias realizadas por K. Lewin
en los EEUU, esta autora concluye que uno de sus valores es el hecho de que las
mismas dan fundamento científico a los ideales democráticos en una época donde el
nazismo tiene su auge en Europa. Pero se cuestiona que la idea de democracia que
está presente en Lewin es una idea que refiere a la democracia estadounidense, como
una forma de convivencia, que se relaciona con resolver tensiones a partir del trabajo
en pequeños grupos, y de aliviar las frustraciones que hacen a la vida en ese momento.
Además, hace referencia a que las conceptualizaciones que produce K. Lewin dejan
invisibilizadas dimensiones institucionales y políticas, en tanto la idea de grupo que
maneja es la de un grupo “isla”, es decir, aislado de otras dimensiones que lo
componen. Pero plantea que “No debe subestimarse, sin embargo, que tales
dispositivos hicieron posible la visibilidad de importantes mecanismos de
funcionamiento de los grupos: liderazgos, roles, dificultades en la toma de decisiones,
cambio, resistencia al cambio, juegos tensionales dentro del grupo, etcétera”4. Es decir

3
Fernández, A. M. (1989). El Campo Grupal. Notas para una genealogía. Buenos Aires: Nueva Visión.
4
Fernández, A. M. (1989). El Campo Grupal. Notas para una genealogía. Buenos Aires: Nueva Visión.
Pág. 77.

3
que, según esta autora, la producción de K. Lewin se valora pero se entiende que hay
aspectos impensados e impensables en su horizonte de interpretación conceptual y
metodológico5, entendiendo por tal aquel que hace posible ubicarse en dónde se está
parado para poder pensar, y que permite establecer dialogías.

La perspectiva de Lewin.

Nos interesa ubicar en primer lugar el tema de la historia. Se le critica a Lewin su idea
de la historia y del tiempo. Hemos escuchado que Lewin no concibe a los procesos
grupales en sus desarrollos temporales sino espaciales. Leyendo atentamente sus
textos, se reconoce la existencia del tiempo como variable fundamental, la historia
presente como efecto del pasado y condición de lo que va a venir. “Es importante
comprender que el pasado y el futuro psicológicos son partes simultáneas del campo
psicológico existente en un momento dado”…”De acuerdo con la teoría del campo,
cualquier tipo de conducta depende del campo total, incluyendo la perspectiva
temporal en ese momento”.6 Es entonces la cuestión histórica, en tanto Lewin plantea
el problema del presente, haciendo hincapié en el hecho de que el pasado y el futuro
son efectivos en la disposición de la conducta, en tanto actúan en un tiempo presente,
en el aquí-ahora.

K. Lewin coloca al grupo como unidad de análisis. Esta unidad, posee un equilibrio
interno, o por lo menos una tendencia permanente al equilibrio, lo que conlleva la idea
de conflicto, fuerzas diversas que se contraponen y que generan movimiento. Es un
movimiento permanente, es el movimiento que va de la mano de la idea del cambio.
Un grupo también es un campo.

¿Qué es un campo para Lewin? Un campo es, si se piensa en un individuo, su espacio


vital, es decir, la persona y el ambiente psicológico; en relación a un grupo, sería el
grupo y su ambiente. Y lo fundamental es que, la teoría del campo “se trata de un
método, es decir, un método de análisis de las relaciones causales y de elaboración de

5
Machado, C. (2009).Dimensiones epistemológicas, mirada y efectos de sentido. En Etcheverry, G. y
Protesoni, A. Derivas de la Psicología Social Universitaria. Montevideo: Ed. Levy.
6
Lewin, K. (1978). La teoría del campo en la ciencia social. Buenos Aires: Paidós. pág. 62

4
constructos científicos”7. A la noción de campo, Lewin suma la de constelación, donde
incluye entonces perspectivas temporales y espaciales. En un campo siempre hay
fuerzas en conflicto, lo que lleva a la instalación de un “equilibro cuasi- estacionario”;
fuerzas que tienden a la integración y a la desintegración; por lo tanto lo que lo
caracteriza es su extremo dinamismo. Cabe destacar que Lewin intentó por mucho
tiempo producir una representación matemática del campo; para ello elaboró una
“fórmula” donde el campo incluye a la persona y el ambiente, considerando a ambos
como parte de un espacio vital. El mismo tiene implicada la relación entre el “mundo
interior” y el “mundo exterior” del individuo.

Plantea además, que “la situación social moldea la conducta del niño en todo
sentido”8, y en tanto ello, la sociedad condiciona de alguna manera los valores, la
religión, la moral; “las influencias sociales intervienen en toda acción del individuo, aún
en aquellas que parecen no tener relación con la sociedad”9 . Y siendo el individuo
parte de un campo social dinámico, es indisociable entonces de la sociedad. Aquí es
posible vincular esta idea con la idea del sujeto como producto de las relaciones
sociales que lo sostienen, idea de cuño marxista con la que Lewin estuvo atraído, tal y
como lo muestran los múltiples contactos académicos y políticos que tuvo en su
prolífica vida.

Entonces el grupo es definido como un campo social dinámico, que posee propiedades
distintas a las de sus partes. Y si bien la totalidad como concepto importa, lo
fundamental es la interdependencia de los miembros y la tendencia al equilibrio
permanente. Así entonces, Lewin vincula a la psicología individual (que atañe a la
conducta de los individuos) y a la psicología social (que se concentra, entre otras cosas,
en los grupos), a través de la teoría del campo, uno de cuyos ejes es la
interdependencia (entre el individuo y el ambiente, entre los miembros del grupo,
etc.), además de “su grado de diferenciación, su fluidez y su atmósfera”10, como
características generales. Por lo mismo, el sentido de cualquier hecho, dependerá de
su lugar en el campo, en tanto todas las partes que integran al mismo son

7
Lewin, K. (1978). La teoría del campo en la ciencia social. Buenos Aires: Paidós. pág. 55
8
Lewin, K. (1978). La teoría del campo en la ciencia social. Buenos Aires: Paidós. pág. 129
9
Lewin, K. (1978). La teoría del campo en la ciencia social. Buenos Aires: Paidós. pág. 129
10
Lewin, K. (1978). La teoría del campo en la ciencia social. Buenos Aires: Paidós. pág. 145

5
interdependientes, están interrelacionados. Así entonces integrar un grupo hace
posible poder modificar tanto procesos productivos como de aprendizaje del
individuo: “La observación del grupo proporcionará más y mejor material para la
caracterización de la posición y el papel del individuo dentro del grupo; determinará,
por consiguiente, el significado de su conducta, con mayor precisión de la que se
conseguirá observándolo más o menos como una entidad separada”11. Cualquier
hecho entonces, es el efecto de múltiples factores que lo hacen posible.

Y en otra parte del texto citado, plantea que los experimentos psicosociales no tienen
importancia por las propiedades de los acontecimientos o de los individuos que están
en el campo, sino por la “adecuación de la representación de las propiedades del
grupo social o la situación social como totalidad”12 . Es decir, en todo momento apela a
la idea de socius, de colectivo social, como fundante de las diversas situaciones que se
producen.

La idea es operar en un campo comunitario para producir un cambio social planificado;


la idea es tender puentes entre las prácticas sociales y las teorías. Por ejemplo, puede
nombrarse aquí su preocupación por el para qué de la investigación psicológica, es
decir, si es posible que la misma tenga una utilidad social.

Muchas de las experiencias sociales de Lewin apuntan al cambio de hábitos, a crear


condiciones de participación y facilitar la toma de decisiones, a la lucha contra los
prejuicios en un contexto histórico social de reafirmación del sistema democrático. En
el contexto estadounidense de los años 30, se observa por parte de los científicos
sociales cercanos a la psicología social una preocupación con respecto a las cuestiones
políticas. Así, se organizan en diversas agrupaciones para pensar los problemas sociales
de la época, tales como las minorías, los liderazgos, la sindicalización, al mismo tiempo
que tienen participación política. Lewin estuvo integrado en algunas de esas
organizaciones, la Society for the Psychological Study of social Issues, a inicios de los
años 40, hecho que lo lleva a figurar en los archivos del FBI13. Todo parece indicar que

11
Lewin, K. (1939). Teoría del campo y experimentación en psicología social. Cuaderno Nº 10 del
Instituto de Sociología de la Facultad de Filosofía de la UBA, 1958, Buenos Aires.
12
Lewin, K. (1978). La teoría del campo en la ciencia social. Buenos Aires: Paidós. pág. 148
13
Delahanty, G. (2009). Constelación y cambio. Psicología de Kurt Lewin. México: Casa Juan Pablos,
Centro Cultural.

6
sus conexiones eran del orden de la simpatía, o la afinidad conceptual, o hasta la
cercanía con algunos pensadores explícitamente de izquierda; pero no aparece con
claridad que su filiación política haya sido de ese orden. Lo que si queda claro es que
una de sus preocupaciones principales era el uso social de la investigación psicológica,
esto es, el preguntarse para qué es viable utilizarla, qué tipo de efectos puede tener la
misma. Así es que en sus investigaciones se orientaron en ese sentido, haciendo foco
en la problemática del autoritarismo en los grupos, y en los efectos que causa el estar
en grupo en términos de su conducta, es decir, qué cosas ocurren en las distintas
atmósferas de grupo, y qué efectos tienen las decisiones que se toman grupalmente.
Asimismo se ocupó de desarrollar temas como el de la productividad en el grupo, las
vías de comunicación y la pertenencia. Es dable pensar entonces, que en estas
preocupaciones de Lewin se hace visible la inquietud central por vincular lo psicológico
(como lo estrictamente individual) y lo social, ubicando a esta última “dimensión”
como provocadora de conductas y comportamientos de los individuos. Por otra parte,
y en la perspectiva de ubicar a Lewin como uno de los primeros psicosociólogos, la
acusación de que apuntan a mejorar la relación y el diálogo entre los patrones y los
obreros, puede ser rebatida a partir de pensar el trabajo del mismo como aquel que
hace aún más visibles las relaciones de producción que ocurren en las fábricas,
dándolas a conocer y dejando en evidencia que las mismas están teñidas de beneficios
para el patrón.

En ese mismo orden, diversas investigaciones emprendidas con colaboradores y


discípulos, lo llevaron a enfocarse en la relación grupo- institución. Es cierto que, al
hacerlo, trabajó sobre la base de una demanda empresarial que lo llevaba a procurar
resolver dificultades en la producción; de todas maneras, su preocupación por resolver
las formas del trabajar, en el marco de aceptar o acomodarse a las condiciones del
capitalismo, parece por lo menos atendible. Es posible advertir en algunos de sus
escritos la inquietud por la humanización del trabajo de los obreros de las fábricas. Por
otra parte, estos “experimentos sociales” dieron pie a la construcción del concepto de
resistencia al cambio, de relevancia en posteriores conceptualizaciones grupalistas.

En referencia a la cuestión de las decisiones que se toman en grupo, no podemos


olvidar la célebre experiencia realizada con las amas de casa de la Cruz Roja a

7
propósito del cambio de las conductas alimenticias. Este experimento hace hincapié en
un concepto que se desprende, de alguna manera, de lo que es el trabajo en grupo, y
tiene que ver con el tema de la presión del colectivo. Es decir, con el concepto de
decisión grupal se pone en juego la vieja idea de que el grupo puede ser ocasión para
el cambio o para la manipulación. En el caso de las decisiones que se toman en grupo,
Lewin plantea que el individuo cuando está en grupo actúa como miembro de él,
desprendiéndose muchas veces de las convicciones personales. Este punto es
sumamente relevante pues hace posible formular la pregunta de cuánto el “factor
grupo” constituye al individuo. Así entonces, el individuo es parte siempre de un
conjunto mayor, y en tanto ello no puede explicarse por sí mismo. Hace una apuesta
en el sentido del grupo como “motor necesario del cambio”14, a través del
desenvolvimiento de un conflicto, la crisis, o de la resolución de la tensión. Todas estas
cuestiones formaron parte de sus desarrollos nocionales y conceptuales en el Centro
de Investigación y Dinámica de Grupos. De todas maneras, es posible suponer que
Lewin no era ingenuo, y que tenía presente que la investigación en el laboratorio tenía
algunas limitantes; si bien no hay escritos que den cuenta del análisis de su
implicación, sus conceptualizaciones muestran que su preocupación trasciende lo que
acontece en ese recinto “controlado”.

En ese tiempo además el foco se ubica también en referencia a los liderazgos y su


entrenamiento a la hora de disolver las tensiones antes mencionadas. Sitúa al líder
como el que cumple un papel fundamental en el mantenimiento de la cohesión grupal,
trabajando la influencia del mismo para lograr determinados objetivos. Aporta
conocimientos además en referencia a las formas de liderazgo y la conducta agresiva
de los miembros de un grupo. Si bien no es un tema que aborde centralmente, el
contexto de producción de sus ideas aporta sentido a su preocupación. Recordemos
una vez más que dicho contexto es el de la 2ª Guerra Mundial y el del nazi- fascismo en
boga. Todo lleva a pensar que hay un cuestionamiento permanente por la fuerza y
eficacia de los sistemas sociales y las formas de en las que se ejerce el poder.

14
Delahanty, G. (2009). Constelación y cambio. Psicología de Kurt Lewin. México: Casa Juan Pablos,
Centro Cultural. Pág. 45

8
En los últimos años su preocupación se hace aún más “social”, pues los encargos que
recibe lo llevan a trabajar en temas de racismo y prejuicio. Es entonces observable
claramente como Lewin es un pensador, un científico, permanentemente motivado
por los temas de la sociedad, implicado en los hechos históricos, y ocupado en
proponer soluciones de los diversos problemas que la aquejan. “Parece necesario para
el progreso de la ciencia social que el practicante comprenda que sólo por medio de las
ciencias sociales puede llegar a tener el poder necesario para hacer un buen
trabajo”…”La ciencia puede proporcionar mayor libertad y poder tanto al médico como
al asesino, a la democracia o al fascismo. El científico social debe reconocer su
responsabilidad en este sentido”15.

Sabido es que Enrique Pichon- Rivière es uno de los autores que oficia de “padre” de
la psicología social rioplatense, sobre todo en referencia a que sus conceptualizaciones
echan luz sobre múltiples problemas psicosociales. Este autor, refiriéndose a K. Lewin,
dice: “En cuanto a la comprensión de los procesos sociales, particularmente los
grupales, nos referimos a los hallazgos de Kurt Lewin, cuyo método es doblemente
experimental: 1) es un esfuerzo para hacer práctica la experimentación sociológica, 2)
tiende a una forma de experimentación: la investigación activa”.16 Esto da cuenta de la
relevancia que E. Pichon- Rivière daba al pensamiento lewiniano, en tanto se percibe el
interés de K. Lewin por articular múltiples dimensiones través del uso de la
experimentación, entre otras cosas. Intentando construir (o tal vez descubrir) las leyes
que rigen la vida social, la investigación y la experimentación se ubica como eje del
abordaje de los problemas sociales, con una idea además (pionera) algo
interdisciplinaria, que apunta a la cooperación entre las distintas ciencias sociales, en
la perspectiva del cambio social.

Al final…

15
Lewin, K. (1946). La investigación- acción y los problemas de las minorías. España: Edit. Popular.
16
“Concepto de ECRO” (Esquema Conceptual Referencial Operativo)” Clase Nº 2 de 1º año –curso 1970-
dictada el 29/4 por el Dr. E. Pichon- Rivière, en la Primera Escuela Privada de Psicología Social. Publicado
en número homenaje al doctor Enrique Pichon- Rivière. Revista Temas de Psicología Social, año I, nº 1,
1977.

9
El hecho de profundizar en la lectura de un autor con el que vengo trabajando desde
hace algún tiempo, me ha hecho descubrir algunos aspectos desconocidos hasta
ahora. No había podido valorar en profundidad que su producción era comprometida
políticamente. Tal vez hacía falta una lectura más amigable y más atenta.

De todas formas, pienso que en Lewin falta un tiempo de transformación epistémica;


obviamente, tal como lo planteábamos más arriba, su horizonte de interpretación
permite el trabajo sobre algunas cuestiones y no otras. Tal vez la finalización algo
temprana de su vida condicionó sus formas de pensar; sospecho que el tiempo le jugó
en contra, y que pudo haber sido un pensador aún más brillante…su legado vale
mucho en nuestra caja de herramientas.

Bibliografía utilizada.

Bauleo, A. (1970). Ideología, grupo y familia. Buenos Aires: Kargieman.


Cartwright, D. (1980). Dinámica de grupos: investigación y teoría. México: Trillas.
Delahanty, G. (2009). Constelación y cambio. Psicología de Kurt Lewin. México: Casa
Juan Pablos, Centro Cultural.
Fernández, Ana (1989). El Campo Grupal. Notas para una genealogía. Buenos Aires:
Nueva Visión.
Guattari, F. (1976) Psicoanálisis y transversalidad. Argentina: Siglo XXI.
Langer, Marie (comp), (1971/ 1973) Cuestionamos I y II. Buenos Aires: Granica.
Lans, A. (1995). Subjetividad y Transformación Social. Montevideo: Multiplicidades
Lapassade, G. (1977). Grupos, organizaciones e instituciones. Barcelona: Granica.
Lewin, K. (1946). La investigación- acción y los problemas de las minorías. España: Edit.
Popular.
Lewin, K. (1978). La teoría del campo en la ciencia social. Buenos Aires: Paidós.
Lewin, K. (1939). Teoría del campo y experimentación en psicología social. Cuaderno
Nº 10 del Instituto de Sociología de la Facultad de Filosofía de la UBA, 1958, Buenos
Aires.

10
Machado, C. (2009). Dimensiones epistemológicas, mirada y efectos de sentido. En
Etcheverry, G. y Protesoni, A. Derivas de la Psicología Social Universitaria. Montevideo:
Ed. Levy.

11

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