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Balística de efectos

© Ediciones Roble, S.L.


Indice
Balística de efectos 3
I. Introducción 3
II. Objetivos 3
III. Tratamiento de orificios e impactos y residuos de disparo 3
3.1. Residuos 3
3.2. Técnicas analíticas 7
3.3. Determinaciones balísticas 8
IV. Balística de las heridas 13
V. Efectos de las balas en el cuerpo humano 14
VI. Signos forenses 16
VII. Inspección ocular balística 17
VIII. Prendas de vestir 19
IX. Distancia de disparo 21
X. Energía y poder de detención 21
XI. Reconstrucción de trayectorias 22
11.1. Materialización 22
11.2.- Determinación de la dirección y el sentido 22
11.3. Dirección de la trayectoria 23
11.4. Sentido de la trayectoria 23
11.5. Determinación de la inclinación y la deriva 25
XII. Tratamiento de los residuos de disparo en el laboratorio 26
12.1. Tabla de composición y valores 26
12.2. Problemática 27
12.3. Importancia del estudio de los residuos de disparo 31
XIII. iForenLIBS 33
XVI. Resumen de unidad 34
XV. Caso práctico 35
Enunciado 36
Se pide 36
Recursos 37
Bibliografía 37
Glosario. 38

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Balística de efectos

Balística de efectos

I. Introducción
En esta unidad se prestará especial atención al tratamiento de los vestigios balísticos, desde el estudio de
los residuos de disparo hasta el tratamiento de los orificios e impactos, todo ello con la finalidad de
esclarecer las circunstancias del disparo, es decir: determinación del agente causal (arma utilizada), autoría
del disparo (quién realizó el disparo), distancia de disparo, materialización de trayectorias, etc.

Para ello, se mostrarán las pautas y protocolos de búsqueda, fijación y recogida de elementos
(inspección ocular), así como su posterior tratamiento en el laboratorio.

De este modo, será posible realizar un examen pertinente de la escena del delito, al objeto de observar y
fijar su ubicación.

Se tratará de la efectividad y eficacia del disparo, se clasificarán los orificios e impactos de bala, para
establecer las correspondencias que permitan establecer trayectorias y poder materializarlas para su fácil
comprensión y tratamiento.

Se establecerán las distancias de disparo para ubicar en posición y postura a víctima y agresor. Para
ello, se expondrán las técnicas de laboratorio utilizadas en la actualidad y se tratarán sus resultados.

II. Objetivos
1
Conocer los pasos de una correcta inspección ocular.

2
Conocer y explotar los valores demostrativos de los orificios y de los residuos de disparo.

3
Establecer las determinaciones balísticas necesarias para explicar las circunstancias del disparo y cómo
ocurrieron los hechos.

III. Tratamiento de orificios e impactos y residuos de


disparo

3.1. Residuos

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Residuos de disparo

Cuando se realiza un disparo con un arma de fuego, esta se comporta como una verdadera cámara de
combustión y, en su interior, se generan una serie de presiones debidas a la producción confinada de
gases que escaparán, a su manera, por cualquier resquicio de la cámara, además de por la boca de
fuego. Al liberarse la presión, el gas arrastra una serie de residuos de disparo, esencialmente pólvora en
ignición, que se comportarán de muy distintas maneras:

Por proyección, impulsados por la presión generada, en la dirección de disparo (por la boca de
fuego). Alcanzarán la superficie de impacto, según la distancia, y formarán tatuajes delebles o
indelebles.

Por expansión o escape, aprovechando los resquicios de la mecánica del arma, su tipo y estado de
conservación, hasta depositarse, de forma deleble o indeleble, en las superficies próximas al arma en
el momento del disparo, sobre todo en las perpendiculares a la caída libre de los residuos.

Por contaminación, parte de los residuos se quedarán en el arma, la impregnarán (así como la
superficie de impacto) y pueden transferirse por contaminación.

Figura 1. Comportamiento residuos en el momento de disparo.


Fuente: Pixabay.

Figura 2. Residuos en superficie impacto.


Fuente: Pixabay.

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Figura 3. Residuos por proximidad a cámara de combustión.


Fuente: Wikimedia Commons.

En la investigación de los delitos cometidos con arma de fuego, es de suma importancia


tratar e interpretar los residuos que se deriven de la acción del disparo como consecuencia del
uso de un arma y un cartucho y que permanezcan en el escenario del crimen.

Para recoger esos residuos, y analizarlos después, la inspección ocular balística es la técnica
o diligencia que tiene como finalidad la búsqueda, localización, fijación, recogida y
aseguramiento de cuantas armas y elementos balísticos permanezcan en el lugar en el que se ha
cometido el delito. El éxito de las conclusiones a las que lleve el tratamiento de dichos
elementos y, por ende, la investigación y el esclarecimiento de los hechos, dependerá en gran
medida de una correcta y puntual inspección ocular.

Procedencia de los residuos de disparo

Para el disparo del proyectil, las armas de fuego se sirven de las presiones originadas por la
combustión de un elemento deflagrante, la pólvora, que tiene la capacidad de arder en estado de
confinamiento. Este combustible es la nitrocelulosa (algodón nitrado).

Figura 4. Composición cartucho.


Fuente: elaboración propia.

A su vez, toda combustión necesita una iniciación, es decir, la incorporación de algún tipo de llama o
elemento incandescente (antiguamente chispa o mecha). Hoy en día, este elemento es un detonante que
actúa por fricción o compresión violenta (percusión).

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Los elementos deflagrante y detonante se incorporan al cartucho, compuesto por dos partes
combustibles y dos no combustibles

La pólvora y la mezcla iniciadora (detonante).


La vaina y la bala.

¡ Ojo! Este elemento es desplegable


(Vestigios balísticos y procedencia)
Los residuos de disparo procederán sobre todo de la pólvora y del iniciador, así como de la
bala (residuos procedentes del estriado).

PARTES DEL CARTUCHO VESTIGIOS

Elementos no combustibles (vaina y Vainas.


bala).
Balas.
Fragmentos.
Tacos.
Postas.
Perdigones.

Elementos combustibles (pólvora e Residuos nítricos.


iniciador).
Partículas metálicas.

Tabla 1. Vestigios balísticos y procedencia.


Fuente: elaboración propia.

Tipología de los residuos

Se clasifican en: residuos nítricos, inorgánicos y partículas metálicas.

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Residuos nítricos

Residuos nítricos (orgánicos), procedentes de la pólvora:

Nitratos: granos de pólvora sin quemar.


Nitritos: resultado de la deflagración más o menos completa de la pólvora.

Los residuos nítricos no son exclusivos del disparo, por lo que su valor es solo
orientativo.

Residuos inorgánicos

Residuos inorgánicos, partículas metálicas procedentes del iniciador (Pb, Sb, Ba, Zn, Ti).

Partículas metálicas

Partículas metálicas (Pb y Cu), procedentes del cuerpo de balas de plomo desnudo o blindadas,
respectivamente, sustraídas por los campos del cañón al practicar las estrías en la bala.
Los residuos específicamente procedentes del disparo son los metálicos procedentes de la mezcla
iniciadora y, para afirmar que un residuo procede de un disparo, se tiene que observar por
microscopía electrónica una partícula con forma esferoidal en cuya composición haya Pb, Ba y Sb.

Contenidos complementarios: “Establecer el procedimiento para la detección de residuos por


disparo de arma de fuego en el sujeto activo en la escena de crimen”. Universidad Rafael
Landívar. Gabriela Anahy Yat López; marzo de 2016. URL disponible en: enlace.

3.2. Técnicas analíticas

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Pruebas cualitativas

La principal prueba cualitativa es la microscopía electrónica de barrido (SEM), con análisis de


composición por Rx (EDAX) o SEM-EDAX.

Figura 5. Microscopio electrónico de barrido, partícula de disparo y composición del residuo del
disparo, respectivamente.
Fuente: elaboración propia.

Pruebas cuantitativas

Para el examen cuantitativo de los residuos de disparo se emplean reactivos colorimétricos, que
reaccionan con color ante la presencia de Pb y Ba. Entre estas técnicas, se pueden citar el rodizonato de
sodio y la técnica Hoffman, mediante las cuales se puede observar la concentración y dispersión de los
residuos para determinar la distancia de disparo.

Figura 6. Rodizonato de sodio y Hoffman.


Fuente: elaboración propia.

3.3. Determinaciones balísticas


Es el nombre por el que se conocen las aportaciones de la balística forense a la investigación de un
delito cometido con arma de fuego.

Agente causal

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Se trata de determinar la causa de un orificio, lesión o herida observados en un escenario criminal o


en una víctima de delito violento, lo cual se hará mediante examen de sus características, así como a
través del tratamiento analítico de posibles residuos recogidos de la superficie de impacto (de forma
cualitativa, por microscopía electrónica).

Características

Forma (circular, oval, irregular).


Bordes (invertidos o evertidos, en bulbo, corte).
Cercos, cintillas, tatuajes.

Figura 7. Cerco de limpieza y tatuaje, respectivamente.


Fuente: elaboración propia.

Clasificación de los orificios

De entrada y de salida.
Iniciales, intermedios y finales.
Por perforación, por penetración e impactos. Cuando existe entrada y salida, el orificio es
por perforación; cuando solo existe entrada, por penetración; y cuando la bala no puede ni
perforar ni penetrar en la superficie, se produce la figura del “impacto” (rebote). El rebote
puede atribuirse a la dureza de la superficie de impacto y a la inclinación del disparo.

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Autoría

Es la determinación de la autoría del disparo, ya sea el agresor (homicida) o la víctima (suicida,


accidente), y se realiza mediante análisis positivo de residuos de disparo recogidos de la mano del autor.
Actualmente, el análisis se hace también mediante microscopía electrónica (SEM-EDAX).

Figura 8. Residuos de autor y toma de residuos de autor.


Fuente: elaboración propia.

Entrada y salida

Contenidos complementarios: “Balística de efecto y forense: determinación de trayectoria de


disparos”. Blogpericial. Juan José Hellín Rodríguez. URL disponible en: enlace.

Características de los orificios de entrada

Diámetro del orificio < diámetro de la bala (según elasticidad del blanco).
Bordes limpios, regulares e invertidos.
Forma circular u oval.
Tatuaje o anillo de Fish.

Figura 9. Dos orificios de entrada.


Fuente: elaboración propia.

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Características de los orificios de salida

Diámetro del orificio > diámetro de la bala > orificio de entrada.


Bordes irregulares y evertidos.
Forma irregular.
Ausencia de tatuaje o anillo de Fish.
Gran hemorragia.
Arrastre de partículas orgánicas o del objeto perforado.

Calibre (por orificio)

Determinación del calibre del arma utilizada mediante examen del orificio inicial de entrada. El calibre
de la bala que produjo un orificio está relacionado con la elasticidad del soporte de la superficie de
impacto, por lo que las dimensiones más aproximadas son las del cerco de limpieza, el cual se produce
antes de la máxima elasticidad.

El diámetro así medido se refiere a una gama de calibres; por ejemplo: gama del 9 mm, que
comprende calibres como 9 corto, 9 Parabellum, 9 largo, .38 Spl, .357 Magnum, etc.

Figura 10. Correspondencia calibre/cerco de limpieza.


Fuente: elaboración propia.

Número de disparos

Solo es posible determinar el número mínimo de disparos efectuados, pues esta determinación vendrá
dada por la contabilización de las vainas y balas recogidas y los orificios e impactos producidos. No
todas las armas expulsan las vainas percutidas, ni todas las balas terminan su trayectoria en el escenario
del crimen o producen lesiones de impacto.

El mínimo número de disparos efectuados corresponderá al mínimo mayor de vainas, balas o


trayectorias, más la suma de los no correspondidos. Por ejemplo, si los elementos recogidos y
observados en un escenario del crimen son los siguientes:

4 vainas del 9 mm corto.

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2 balas, una del 9 mm corto y otra del .38 Spl.

2 trayectorias.

El mínimo mayor lo constituyen las vainas, por lo que el número mínimo de disparos efectuados
sería cuatro, si bien a esta cifra se deberá añadir la bala del .38 Spl, pues no se corresponde con el
calibre de las vainas. La solución, en este caso, es que ha habido cinco disparos como mínimo.

Distancia de disparo

La distancia será corta o larga en función de que los residuos alcancen o no el blanco y puedan
detectarse analíticamente.

Hoy en día, con las técnicas analíticas utilizadas y en las condiciones de disparo más favorables, y si
se desconocen las circunstancias concretas del disparo (arma y munición utilizados, condiciones
climáticas, lugar del hecho —abierto o cerrado—, etc.), los residuos de disparo no pueden
detectarse en blancos situados a más de 150 cm del arma de fuego; distancia que, por otra parte,
fluctuará en función de la variabilidad de las circunstancias.

Así, mientras en disparos efectuados a corta distancia se detectan residuos de disparo en dispersión
(proyectados), a larga distancia no se dan residuos de disparo proyectados.

Se debe señalar también que el cerco de limpieza no es un residuo proyectado y puede observarse a
cualquier distancia de disparo, por cuanto supone la limpieza de la bala en su primer impacto.

Si el disparo es a corta distancia, el impacto recibirá, además, la influencia de la deflagración de la


pólvora y producirá una quemadura. Este disparo se conoce como “a quemarropa”. Si es a cañón
tocante, sin expansión libre de los gases a alta presión, se produce el típico disparo conocido como
“a bocajarro”, y pueden observarse los signos de Hoffman, de Puppe o de Benassi.

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Figura 11. Disparo a bocajarro (izquierda) y disparo a quemarropa (derecha).


Fuente: elaboración propia.

Figura 12. Disparo a corta distancia (izquierda) y disparo a larga distancia (derecha).
Fuente: elaboración propia.

IV. Balística de las heridas


Cuando una bala disparada (que conserva la velocidad suficiente) penetra en el cuerpo humano (medio
blando), desaloja bruscamente las partículas del medio penetrado en dirección perpendicular a la de su
trayectoria y forma un hueco o cavidad temporal; este volumen es proporcional a la energía cedida por la
bala a su paso por el tejido y a la elasticidad de este (constante K). Dicho volumen será tanto mayor cuanta
mayor elasticidad o deformabilidad tenga el medio; volumen del hueco temporal que está en función
exclusiva de la energía cedida por la bala, por lo que las balas que cedan la misma energía, con
independencia de su velocidad, calibre y otras circunstancias, producirán el mismo resultado lesivo.

ELEMENTO CONSTANTE K

Gelatina 20 % 6

Musculatura 8

Agua 9

Masilla 3

Plastilina 2,5

Jabón (baja densidad) 1,5

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Tabla 2. Constante de Coulomb en balística.


Fuente: elaboración propia.

Así, una bala capaz de producir un hueco temporal de 300 cm3 en gelatina, generará un hueco temporal
de 450 cm3 en agua.

La energía cedida estará en función de otras constantes, entre las que cabe destacar el coeficiente de
forma y el coeficiente de precesión.

El coeficiente de forma se refiere a la punta de la bala. Será menor, igual o mayor a la unidad según la
bala sea ojival, de punta roma o de punta plana.

El coeficiente de precesión —de especial interés en armas largas— está en función de la estabilidad de
vuelo de la bala y de su longitud. En la estabilidad de vuelo influye mucho el paso del rayado del ánima.

En disparos efectuados con armas ligeras sobre el cuerpo humano, la cesión de energía debe ser total
para un efecto óptimo, entre los 15 y 20 cm del trayecto, espacio en el que se localizan los órganos
vitales.

En balística de las heridas, la medida del efecto se hace mediante disparos de prueba sobre gelatina
preparada al 20 %, que permiten observar huecos temporales comparables con los que se obtendrían en
tejido muscular animal. Empleando bloques de jabón de baja densidad, se consiguen resultados de
cavidades o huecos definitivos próximos a aquellos.

Por último, se debe destacar que existe proporcionalidad entre la energía cedida y la intensidad del dolor
de la herida producida.

Contenidos complementarios: “Herida por arma de fuego”. Medicina forense en imágenes.


Cuadernos de Medicina Forense, nº31. A. Sibón Olano, P. Martínez-García y E. Santiago
Romero; enero de 2003. URL disponible en: enlace.

V. Efectos de las balas en el cuerpo humano

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Efecto hidráulico

Todo sólido que penetra bruscamente en un líquido encerrado ocasiona una sobrepresión
proporcional al cuadrado de la velocidad que lo anima. Esta sobrepresión puede desgarrar o romper (a
modo de estallido) el órgano u objeto contenedor del líquido.

En el cuerpo humano, el corazón, el cráneo y la vejiga son órganos con líquido o sustancia
semilíquida, capaces de estallar al penetrarlos una bala con velocidad suficiente.

Las armas cortas con velocidades de disparo inferiores a 350 m/s consiguen sobrepresiones
inferiores a 1000 Kp/cm2 con leves estallidos. Con velocidades superiores (como las alcanzadas con el
9 mm Parabellum), pueden ocasionar el estallido de la bóveda craneal, algo que siempre ocurrirá con
armas tipo rifle mientras mantengan velocidades superiores a los 800 m/s.

Shock traumático
Los golpes secos y bruscos en ciertas partes del cuerpo —como ocurre con las balas de alta velocidad
(> 800 m/s)— pueden provocar súbitas inhibiciones pasajeras o definitivas, difíciles de explicar,
probablemente al irritar los sistemas nerviosos vago o simpático, responsables de la frecuencia cardiaca.

Efecto hidrodinámico
De escasa importancia es el efecto de la onda de choque, breve e intensa, que precede a la propia bala
(al desplazarse a la velocidad del sonido, 1500 m/s, superior a la velocidad de la bala).1 Al no desplazar
sustancias, no se producen heridas ni ningún tipo de shock.

Conclusiones

Características de las heridas. Zona hemorrágica, desgarrada y ensangrentada, en trayecto


de la herida, resultado del hueco temporal (escombros de tejido). Su diámetro no guarda
relación con el calibre, que debe determinarse por el orificio de entrada o por orificio causado
limpiamente en hueso.
Velocidad y daño. Cualquier bala con velocidad próxima a 400 m/s, que impacte en órgano
vital o con líquidos o semilíquidos, será letal. Por debajo de esa velocidad, el efecto
hidráulico es poco intenso.
Efecto hidráulico. Las balas de armas cortas rara vez causan un efecto hidráulico, salvo que
el disparo sea a bocajarro o de acción repetida. El calibre 9 mm Parabellum puede conseguirlo
a cortas distancias.
Blindaje y efectos. Balas blindadas y semiblindadas inferiores a 7,65 mm producen efectos
insuficientes (dan tiempo a la respuesta) a distancias de combate (entre 3 y 15 m). El 7,65
Browning, 9 mm corto o .38 Spl pueden producir efectos suficientes si usan balas
deformables o en acción repetida.
Eficacia. Los impactos en extremidades solo son eficaces si el hueso resulta afectado. El
“fuera de combate” instantáneo, por efecto hidráulico, solo se consigue con armas cortas en
distancias cortas, sobre órganos vitales.

1 En general, la velocidad del sonido es mayor en los sólidos que en los líquidos, y en los

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líquidos mayor que en los gases.

La velocidad del sonido en el aire (a una temperatura de 20 °C) es de 340 m/s.


En el agua, es de 1600 m/s.
En la madera, es de 3900 m/s.
En el acero, es de 5100 m/s.

VI. Signos forenses


Signo de Romanese (atípico de salida).

Se produce cuando la superficie por donde se produce la salida está en contacto con otra superficie o
elemento duro o resistente, lo que origina una cintilla contuso-erosiva en el orificio de salida.

Indicadores de distancia (bocajarro).

Hoffman. Principalmente en zona craneal o próxima a hueso duro. Los residuos rebotan.

Figura 13. Signo de Hoffman.


Fuente: elaboración propia.

Puppe. Se produce en zonas de gran elasticidad.

Figura 14. Signo de Puppe.


Fuente: elaboración propia.

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Benassi. En disparos en el cráneo. Mancha negruzca sobre el hueso en torno al orificio (de
entrada).

Figura 15. Signo de Benassi.


Fuente: elaboración propia.

Bonnet. Doble figura troncocónica, una en el orificio de entrada y otra en el orificio de


salida, formada en el díploe craneal, donde la base menor determina la entrada, en cada caso

Figura 16. Signo de Bonnet.


Fuente: elaboración propia.

VII. Inspección ocular balística

Los aspectos más relevantes en relación con esta diligencia son:

Formación de expertos

La formación estará dirigida al tratamiento de los vestigios balísticos, en las siguientes etapas:

Recogida.
Estudio.
Interpretación.

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Protección del lugar del hecho (escenario del crimen)

Primeros funcionarios intervinientes.


Colaboración con expertos que acudan posteriormente.

Expertos de la policía científica (balística)

Recopilación de información sobre el hecho (víctima y entorno).


Formación de hipótesis (inicio de la investigación).
Búsqueda y recogida de indicios.

Búsqueda y recogida de indicios

Observación preliminar (sin alterar el escenario) de los siguientes elementos:

Víctima.
Elementos balísticos.
Desorden.
Hora, clima...

Fijación de elementos

Enumeración y círculos de ubicación.


Delimitación de indicios (en relación con puntos fijos).
Croquis y descripción escrita.
Fotografías y vídeo.

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Recogida de elementos

Precauciones personales (evitar accidentes con armas).


Evitar la destrucción de indicios.
Utilizar recipientes adecuados.
Toma de muestras.
Consignación de datos de referencia.

Cadena de custodia

Estudios de laboratorio (laboratorio central)

Examen operativo de armas y elementos balísticos.


Obtención de elementos testigo.
Pruebas balísticas y analíticas.
Estudios identificativos.
Informe pericial.

Defensa y reproducción del informe en vista oral

Estudio del informe.


Recopilación de documentación y pruebas archivadas en el expediente.
Conocimiento del hecho y las circunstancias.
Aislamiento y meditación predeposición.
Compostura y serenidad durante y después de la intervención.

VIII. Prendas de vestir


Las prendas de vestir que haya que examinar en el laboratorio deben someterse a unas condiciones
asépticas de recogida y envío.

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Recogida y remisión

Se recogerán para envío o para estudio las prendas con orificios o lesiones producidas por posibles
disparos de arma de fuego, así como las adyacentes.

Se adoptarán medidas de protección de residuos en su recogida y para su envío:

Aireación y secado previo de prendas impregnadas en residuos orgánicos.


Protección y aislamiento de zonas de impacto.
Empaquetamiento cuidadoso.

Examen

Una vez en el laboratorio, el orden para la obtención de los resultados pretendidos será el siguiente:

1
Lectura anterior de cuanta documentación acompañe o se refiera a la recogida de las prendas.

Observación previa de las prendas, con el fin de localizar orificios que deban someterse a estudio.

Examen macroscópico y microscópico de lesiones y residuos.

Descripciones y medidas de las lesiones por impacto, con expresión de forma, medidas y ubicaciones.

5
Fotografías de conjunto, parciales y de detalle.

Planificación de medios de examen y de prueba en unión de especialista del laboratorio de analítica.

Toma de muestras cuando sea pertinente.

Pruebas de disparo, toma de patrones para las mismas pruebas analíticas que se han hecho las prendas
objeto de estudio.

Valoración de los resultados de las pruebas analíticas.

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Determinaciones balísticas: distancia de disparo, número de disparos, trayectorias...

Contenidos complementarios: “Persistencia de residuos de disparo en puños de prendas de


vestir”. Gaceta Internacional de Ciencias Forenses, nº6; enero-marzo de 2013. URL disponible en: e
nlace.

IX. Distancia de disparo


La distancia de disparo se puede determinar mediante el examen de la forma del orificio inicial de entrada
y por la existencia e interpretación de depósitos de residuos de disparo en torno a este, aunque en
determinados casos se puede determinar también por el examen de las trayectorias materializadas por los
impactos.

Así, si el disparo de produce a cañón tocante (bocajarro) o muy próximo, habrá que considerar el
alcance y los efectos de la llama.

Según los residuos de disparo, serán disparos efectuados a corta distancia aquellos en los que el alance
de los residuos pueda acotarse mediante estudio comparativo con patrones; mientras que, si son a larga
distancia, quedan fuera de ese alcance.

Alcance máximo Distancia caída libre.

Alcance lesivo 2/3 alcance máximo.

Alcance eficaz 50 m arma corta.

200 m arma corta.

3/4 alcance máximo.

Distancia de empleo Rendimiento de tiro 33 %.

Distancia mínima Garantiza seguridad.

Tabla 3. Distancias de tiro.


Fuente: elaboración propia.

X. Energía y poder de detención

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Hará falta manejar dos conceptos: energía cinética de un cuerpo, que es directamente proporcional a su
masa y al cuadrado de su velocidad (E = ½ m × v2); y poder de detención de un proyectil, que es
directamente proporcional a su energía y a su superficie frontal de impacto (Pd = E × S en cm2).

Un .38 puede tener la misma energía que un .44 (añadiendo velocidad a aquel), pero a igual energía, este
siempre tendrá mayor Pd, por su mayor superficie de contacto.

XI. Reconstrucción de trayectorias

11.1. Materialización
Mediante:

Agujas rígidas (O orificio).


Tiraflectores de colores (contraste fondo).
Láser.
Planos, croquis y reportaje fotográfico.

11.2.- Determinación de la dirección y el sentido

Dirección de la trayectoria

Recorrido de la bala, manifestado por la mera correspondencia de orificios inicial, intermedios y final.

Figura 17. Dirección.


Fuente: elaboración propia.

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Sentido de la trayectoria
Manifestado por el sentido de vuelo del proyectil, desde que abandona la boca de fuego hasta el
impacto final o lesivo de interés, previa clasificación de los orificios que materializan la trayectoria.

Figura 18. Sentido.


Fuente: elaboración propia.

11.3. Dirección de la trayectoria


Los indicadores mínimos de dirección son:

Dos orificios o impactos, como mínimo, correspondidos

Orificio inicial y otro intermedio (perforación ambos).


Dos orificios intermedios (por perforación).
Orificio intermedio (por perforación) y otro final.

Un impacto único con carácter direccional

Intermedio tangencial (rebote típico). Su eje longitudinal indica dirección.


Orificio (inicial, intermedio o final) con trayecto definido propio.

Un impacto final único, con trayectoria excluyente.

11.4. Sentido de la trayectoria


Los indicadores del sentido que deben tenerse en cuenta son:

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Derivados o relacionados con el impacto final

Con o sin orificios intermedios (por perforación).


Único, con trayecto definido (penetración).
Único, con trayecto excluyente.

Derivados de la determinación del orificio de entrada

Varios orificios intermedios (por perforación).


Único intermedio (perforación), con trayecto definido.

Derivados de las características de los impactos tangenciales

Forma del impacto.


Tipo de lesión (inicio con estrías de rozamiento / abandono con cercos de presión).
Cerco o surco de limpieza.

Figura 19. Sentido de la trayectoria.


Fuente: elaboración propia.

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Figura 20. Sentido de la trayectoria (2).


Fuente: elaboración propia.

11.5. Determinación de la inclinación y la deriva


a) Inclinación:

. Nivel.

. Transportador de ángulos, goniómetro.

. Respecto al plano horizontal (ascendente-descendente).

b) Deriva:

. Nivel.

. Transportador de ángulos.

. Respecto al plano perpendicular o sagital a la superficie impactada (izquierda-derecha).

Contenidos complementarios: “Reconstrucción Virtual Criminalística Balística”. Fernando Ferro;


12 de septiembre de 2006. URL disponible en: enlace.

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Figura 21. Inclinación de trayectoria (respecto al plano horizontal-suelo).

Fuente: elaboración propia.

Figura 22. Deriva de trayectoria (respecto al plano perpendicular).

Fuente: elaboración propia.

XII. Tratamiento de los residuos de disparo en el


laboratorio

12.1. Tabla de composición y valores

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PARTES DEL COMPOSICIÓN PRINCIPALES VALOR PRUEBA


RESIDUOS EN EL
CARTUCHO BLANCO

VAINA Latón (Cu - Zn) -------------------- -----------------

CÁPSULA Estifnato Pb – Ba – Sb Específica


INICIADORA
de plomo (Pb) Agente causal

Autoría

Distancia disparo

CARGA DE Nitrocelulosa Nitratos Orientativa


PROPULSIÓN
Nitritos Agente causal

Autoría

Distancia disparo

BALA Pb - Sb - Latón Pb - Sb - Cu Orientativa

Agente causal

Distancia disparo

Tabla 4. Clasificación de composición y valores.


Fuente: elaboración propia.

12.2. Problemática
En lo que se refiere a la existencia de residuos de disparo, su distribución y ubicación, los laboratorios
de balística deben informar sobre determinados aspectos fundamentales en la investigación de muertes
violentas por arma de fuego.

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Agente causal

¿Ha sido un proyectil disparado por arma de fuego el agente causal de la lesión o herida examinada?

Mediante el examen de residuos tomados del orificio de entrada inicial, principalmente de sus bordes
(cerco de limpieza), o a su alrededor (dispersión), se puede afirmar categóricamente la existencia de
disparo. La ausencia de estos no descarta, en principio, su existencia.

Cuando se requiera determinar únicamente la existencia de disparo, bastará con recoger residuos de la
zona de impacto (cerco de limpieza o de impacto) para, mediante microscopía electrónica, comprobar
la existencia de residuos reconocidos como típicos de disparo.

Distancia del disparo

¿Se puede determinar la distancia a la que se realizó un disparo con un arma de fuego, mediante el
estudio de los residuos depositados en torno a una lesión de impacto?

Precisamente, el alcance de los residuos de disparo es el factor diferenciador de la distancia de


disparo. En técnica balística (forense), se reconocen dos distancias de disparo: corta distancia y larga
distancia, según exista o no dispersión de residuos de disparo en la zona de impacto o, lo que es lo
mismo, según alcancen o no los residuos de disparo la superficie de impacto (con vuelo independiente
de la bala).

Por ello, la primera aplicación de los laboratorios de balística será la correcta recogida de residuos.

¿Qué se debe recoger?

Si se trata de prendas de vestir, se recogerán todas las que presenten lesiones de impacto u
orificios, así como las superficies próximas (con especificación de su situación relativa).
Si se trata de cualquier otra superficie transportable, se recogerá íntegra o se fraccionará la
zona de impacto, de forma que se asegure la inclusión íntegra de posibles residuos dispersos.
Si se trata de una superficie no transportable o no procede su recogida o fragmentación, se
tomarán residuos.
En todo caso, se ocupará el arma y la munición que aparezcan en el lugar del hecho, para su
análisis conjunto y complementario.

¿Cómo se debe recoger?

En primer lugar, asegurando la asepsia de la muestra para evitar posibles y nefastas contaminaciones.
Para ello, las zonas de impacto se aislarán del resto de superficies o soportes de impacto y se
secarán las prendas con residuos orgánicos antes de su embalaje, que se hará de forma
independiente.

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Si lo que procede es la recogida de residuos, para posibilitar la determinación de distancia de disparo


deberán recogerse residuos a distintos radios de distancia del orificio o impacto, referenciando
convenientemente las ubicaciones de recogida, así como blancos para confirmación de las pruebas
(del mismo soporte, pero en zona alejada).

De todas formas, lo aconsejable para optimizar la determinación es la remisión total del soporte (o
fracción contenedora), o su análisis in situ (cuando fuera aconsejable y técnicamente posible),
mediante la aplicación por parte del laboratorio de analítica de las operaciones oportunas.

Con la recogida del soporte o de los residuos y su remisión al laboratorio de analítica termina la fase
de búsqueda, localización, fijación y recogida.

A la vista de los resultados de las técnicas desarrolladas por el experto analista en el laboratorio, se
realizarán disparos de prueba a distintas distancias, utilizando el arma y munición sospechosas (si se
dispone de dichos elementos) o sustituyéndolos por otros lo más parecidos posible, haciendo
constar tal circunstancia y sus características de similitud. Los disparos se realizarán sobre el mismo
blanco o sobre uno de composición similar, reproduciendo las circunstancias ambientales del
momento de la comisión del delito. Esta operación se realizará hasta que, empleando las mismas
técnicas analíticas, se consigan idénticos patrones de dispersión. Será entonces cuando el experto en
balística finalmente dictamine e informe sobre la posible distancia de disparo.

De todo lo anterior se extrae que, cuando se disponga del arma autora o sospechosa, deberá ser
recogida junto con la munición y las superficies que se deben analizar.

¿Cuándo se efectuó el disparo? (antigüedad del disparo)

Por el examen de residuos obtenidos en el ánima de un arma de fuego, hoy en día, con la tecnología
disponible, no se puede determinar, ni siquiera por aproximación.

Hay muchos trabajos de investigación que pueden aproximar la data siempre y cuando se conozcan
todas las circunstancias de disparo y de conservación del arma disparada, siendo el disparo una etapa o
secuencia de la propia investigación.

En disparos recientísimos y por procedimientos nada científicos (ni contrastables ni replicables),


como puede ser el simple olfateo del cañón del arma, podría considerarse tal circunstancia; sin
embargo, en la mayoría de los casos lo más que podrá afirmarse es que esa arma fue disparada en algún
momento, siempre que no haya sido limpiada. La ausencia de residuos evidenciará que no fue utilizada o
que, en el peor de los casos, los residuos fueron eliminados tras su limpieza (aunque, a pesar de la
limpieza, pueden quedar algunos residuos). En el caso de armas de cañones múltiples (como las
escopetas), podría determinarse con cuál de los cañones se produjo el disparo.

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Balística de efectos

Por lo tanto, nunca deberá solicitarse información sobre la antigüedad del disparo, sino sobre la
existencia o no de residuos de disparo. Para ello, lo único que se requiere del especialista es la
toma y análisis de muestras del interior de los cañones, lo que podría solicitarse directamente al
laboratorio de analítica (ante la ausencia de tratamiento balístico posterior de los resultados
obtenidos) si no se requiere otra información o determinación balística

¿Suicidio u homicidio?

La cuestión gira en torno a si existe la posibilidad de determinar si, mediante examen de residuos en
las manos de la víctima, se puede determinar la etiología de la muerte: suicidio, accidente, homicidio,
etc.

Si la víctima efectuó el disparo

Si la víctima efectuó el disparo, debió sujetar el arma de manera característica y convencional


(empuñamiento), por lo que los residuos se dispersarían y depositarían en zonas específicas y
concretas (según particularidades propias del arma utilizada: fugas de gases, ubicación recámara,
holguras...), normalmente, entre los dedos índice y pulgar.

Si a la víctima "se le coloca" el arma

Si a la víctima “se le coloca” el arma, su mano se contaminará de residuos en zonas distintas a las
propias de sujeción (normalmente en las palmas de las manos). Si la víctima está en contacto con el
arma en el momento del disparo, pero en situación de defensa, en sus manos también se depositarán
residuos de disparo, pero en forma consecuente con las circunstancias de recibir un disparo (en
palmas, mangas, brazos...). Por ello, se deben tomar muestras de distintas zonas y de ambas manos
de la víctima, (también sería recomendable de mangas y brazos), así como de las personas
sospechosas, especificando las zonas de recogida.

Una buena técnica para asegurar la correcta recogida, según zonas de depósito en dispersión,
es la conocida como “técnica del guante”, que consiste en aplicar vendas con absorbente
químico sobre toda la mano (como si de un guante se tratara), de forma que se pueda
determinar la localización relativa y la recogida de los residuos depositados o incrustados.

Hecho lo anterior, el cometido del experto balístico será la correcta recogida de muestras,
así como la interpretación de los resultados de las técnicas analíticas desarrolladas en el
laboratorio de analítica.

Se debe indagar, además, si la víctima es tirador, relacionada o próxima al mundo de las armas o si ha
realizado prácticas de tiro recientes, por si estas circunstancias pudieran ser la causa de la presencia de
residuos en sus manos.

Contenidos complementarios: “Residuos de disparo en casos de suicidio: análisis de los


resultados e interpretación”. Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Policiales. Javier
Morais Redondo; 2015-2016. URL disponible en: enlace.

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Balística de efectos

12.3. Importancia del estudio de los residuos de disparo


La comprobación de si hay o no residuos de disparo, tanto en las prendas de vestir como en cualquier
otra superficie de impacto, permitirá afirmar categóricamente si el agente causal ha sido un proyectil
disparado por un arma de fuego. Una vez se sabe esto, es posible establecer otras determinaciones
balísticas, a saber:

Distancia de disparo

Corta o larga distancia, según la dispersión de los residuos o ausencia total o parcial.

Trayectorias

Cuando previamente se han determinado los orificios de entrada y salida y tras conocer el trayecto
interno del proyectil en el interior del organismo u objeto que se está examinando (en el primer caso, casi
siempre, con el apoyo del informe de la autopsia o informe médico).

Ubicación de la víctima y el tirador

Estudio que se realizará partiendo del análisis de las trayectorias.

Mecánica de trabajo

Inicialmente, el especialista examinará las prendas de vestir o las superficies donde se asientan los
orificios. Estos estudios previos tienen como objetivo la ubicación de los orificios y el establecimiento
de sus características: morfología, dimensiones y otras típicas producidas por el paso de balas
disparadas por arma de fuego. Para ello, se examinarán, si es preciso, en el microscopio binocular de
discusión, y se harán las fotografías de conjunto y detalle necesarias.

Acto seguido, se someterán las prendas o superficies de impacto a los análisis químicos procedentes,
con el fin de determinar la presencia de residuos de disparo y su dispersión. Si se dispone del arma y de
los cartuchos utilizados en la comisión del delito, se realizarán simultáneamente las pruebas de disparo
pertinentes (a distintas distancias), en el mismo blanco u otro de similares características, sometiéndolos
a los mismos análisis.

En la actualidad, las pruebas químicas cuantitativas que se están aplicando para la determinación de
las distancias de disparo son pruebas colorimétricas, generalmente la prueba de Hoffman y la de
rodizonato (método Suchenwirth). Con estas técnicas, lo que se detecta es el plomo procedente de la
mezcla iniciadora y su dispersión.

Para la determinación exclusiva de residuos de disparo, se utiliza la prueba cualitativa de microscopía


electrónica de barrido (SEM-EDAX), que determina el agente causal en función de la existencia de
partículas de Pb, Ba y Sb.

Existen cartuchos conocidos como “ecológicos” (sin Pb ni Ba), destinados al tiro de entrenamiento y
la caza, con el fin de evitar la contaminación de estos elementos químicos. Estos cartuchos pueden dar
problemas de interpretación si se usan las técnicas referidas, sensibles o sensibilizadas a dichas
partículas, por lo que cuando se sospeche su uso, se aplicarán otras como la prueba analítica Zincon.
No obstante, aunque se usen dichos cartuchos sin Pb ni Ba, estos elementos suelen encontrarse en la
superficie de impacto, a no ser que el arma haya sido limpiada concienzudamente.

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Las municiones sin plomo de las que se tiene constancia hasta la fecha, según la bibliografía
especializada, son las siguientes:

CCI Blazer. El estroncio (Sr) es el único metal significativo para su identificación.


SINTOX, de Dynamit Nobel. Con zinc y titanio (Zn, Ti).
NONTOX, de Sellier y Bellot. Se desconoce su composición.
Munición Remington, de la que se desconoce el tipo concreto.
Munición PMCGreen “TM Non Toxic Frangible”.
Munición IMI “Non Toxic” para calibres 9 mm Parabellum, 9x21 mm (9 mm IMI) y 38 Spl.

Toma de muestras

Se utiliza el método de tampones adhesivos , que consiste en un dispositivo de aluminio con forma de
seta que dispone de un adhesivo en su extremo y que va protegido para evitar su contaminación.

Los residuos de disparo se remitirán mediante los kits diseñados a tal efecto para la recogida de
muestras (cuyo manejo se especifica detalladamente en los propios kits ), teniendo en cuenta los
siguientes puntos.

Contenido complementario: “Presentación del dispositivo de recogida de residuos de disparo


diseñado por la Sección de Criminalística del Instituto de Toxicología”. Cuadernos de Medicina
Forense, nº23. A. Pérez-Cao y C. Valero Abad; enero de 2001. URL disponible en: enlace;

1. Prestar atención especial a la posible contaminación que el examinador puede generar al


realizar la extracción. Para evitarlo, debe lavarse bien las manos y ponerse guantes.

2. No debe hacerse la extracción en una estancia donde se hayan producido recientemente


disparos de armas de fuego, ni por parte de personal que los haya producido. Debe tenerse
cuidado con las propias prendas, de forma que no existan dudas respecto a la
contaminación.

3. Una vez elegida la zona, aplicar el portamuestras correspondiente al menos un mínimo de


50 veces.

4. En cuanto a la zona que se debe explorar, si se sospecha que el posible autor se ha lavado
las manos y no se ha cambiado de ropa, aplicar por zonas de forma independiente, también
sobre las mangas si las hubiere, los antebrazos y el pecho. Todo ello se hará constar en la hoja
de datos.

5. El área de mayor interés es la zona dorsal superior de la mano, comprendida entre el dedo
medio y pulgar. No se debe aplicar el mismo portamuestras en la palma de la mano si se
quiere discriminar entre la autoría del disparo o una simple manipulación del arma.

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6. Seguir las indicaciones de la hoja adjunta y rellenar la hoja de datos.

XIII. iForenLIBS
Técnica LIBS

LIBS (Laser Induced Breakdown Spectroscopy) es una técnica analítica que se fundamenta en la
interacción láser-materia; un láser pulsado con suficiente energía se enfoca de forma controlada sobre la
superficie de una muestra y genera un microplasma de elevada temperatura y densidad electrónica. La
materia en el interior del plasma se convierte en iones y átomos excitados. La emisión producida por
estos átomos excitados se resuelve espectralmente para determinar la composición elemental del material
analizado. La identificación del elemento se basa en la longitud de onda de la emisión y la abundancia
relativa se relaciona con la intensidad de los picos de la emisión. El sistema recoge la luz emitida por el
plasma y, tras procesar la señal, obtiene un espectro característico que permite identificar los elementos
que componen la muestra. Las principales ventajas de LIBS, con respecto a otras técnicas, son:

Bajos límites de detección.


No requiere preparación de las muestras.
Capacidad para analizar directamente, in situ, todo tipo de superficies, con una respuesta
prácticamente inmediata.
Respuesta objetiva, no sujeta a la interpretación del especialista.
Posibilidad de identificar y cuantificar todo tipo de materia.

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Equipo iForenLIBS

El equipo iForenLIBS está diseñado para el análisis forense con módulos específicos para balística
forense. Se trata de un equipo de campo con especificaciones técnicas de laboratorio, lo que permite
obtener resultados fiables y con una sensibilidad y una especificidad muy
elevadas (estos parámetros se han validado mediante estudios comparativos con microscopía
electrónica de barrido SEM-EDAX). Mediante un sencillo y rápido muestreo de las superficies, el
sistema detecta de forma automática los posibles residuos de disparo, ya sean partículas de residuos de
disparo (GSR) o restos procedentes del proyectil que pueden quedar adheridos por contacto o fricción
por impacto intermedio o final.

El equipo iForenLIBS está igualmente capacitado para facilitar la determinación de la distancia de


disparo. El cabezal del sistema se acopla a una plataforma automatizada que permite escanear la
superficie de cualquier tejido. Este análisis no interfiere con técnicas colorimétricas como el rodizonato
sódico y puede utilizarse tanto antes como después de aplicarlas. Además, no se ve afectado por la
presencia de sangre. Este cálculo permite obtener un resultado objetivo, sin la subjetividad a la que hasta
ahora estaba sometida la determinación de la distancia de disparo.

Contenidos complementarios: “iForenLIBS. Equipo Portátil de Análisis Químico”. Indra.


URL disponible en: enlace.

XVI. Resumen de unidad


En esta unidad se han estudiado distintos aspectos relativos a los residuos de disparo y los orificios,
base para distintas determinaciones balísticas. Entre ellos, destacan:

Residuos de disparo

1. Pólvora

Residuos nítricos.

Nitratos.
Nitritos.

No específicos de disparo.

2. Iniciador

Partículas metálicas.
Pb, Ba, Sb.
Específicas de disparo.

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Comportamiento de los residuos de disparo

Proyección.
Expansión.
Contaminación.

Clasificación de los orificios

Entrada.

Inicial.
Intermedio.
Final.

Salida.

Impactos

Intermedios (rebote).
Finales.

Pruebas analíticas

Cualitativas:

SEM-EDAX.
iForenLIBS.

Cuantitativas:

iForenLIBS.
Colorimétricas:

Rodizonato de sodio.
Hoffman.

XV. Caso práctico

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Enunciado

Vainas Calibre

9 9 Parabellum

5 9 corto

2 7,65 Browning

3 .45 ACP

Balas Calibre

4 9 Parabellum

3 9 corto

2 .38 SPL

3 7,65 Browning

3 .45 ACP

Se pide
¿Cuántos disparos se han efectuado en un lugar si se han recogido los siguientes elementos?

Solución

19 vainas + 3 balas = como mínimo, 22 disparos.

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Recursos

Bibliografía
Manuales de interés :

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Balthazard, V. “Heridas por arma de fuego”. En: Balthazard, V. Medicina legal.
Barcelona: Salvat Editores; 1947. pp. 258-281.
Barberá, F. A.; De Luis Turégano, J. V. Manual de técnica policial. Valencia: Tirant lo
Blanch; 2005.
Caranta, R.; Legrain, D. L’efficacité des munitions d’armes de poing. Crépin-Leblond;
1972
Cibrian Vidrio, O. Balística técnica y forense. Buenos Aries: Ediciones La Rocca;
2014.
De Luis Turégano, J. V. Policía científica (vol. II). Valencia: Tirant lo Blanch; 1998.
Di Maio, V. Gunshot Wounds. Nueva York: CRC Press; 1999.
Frontela, L. “Lesiones por arma de fuego”.
Fuertes Rocañín, J. C. Manual de Ciencias Forenses. Madrid: Arán Ediciones; 2012.
Gayet, J. Manual de policía científica. Barcelona: Ediciones Zeus; 1962.
Guzmán, C. A. Manual de criminalística. Montevideo-Buenos Aires: Editorial B de F;
2011.
Guzmán, C. A. Tratado de balística. Montevideo-Buenos Aires: Editorial B de F; 2013.
Holmes, R. M.; Holmes, S. T. Profiling violent crimes. California: Sage; 2009.
ISSEP-CEU. Temario: Policía científica II. Balística. 2009.
Kneubuehl, B. P. (ed.) Wound Ballistics. Basics and Applications. Berlín: Springer-
Verlag; 2011.
Knight, B. “Lesiones por arma de fuego y explosivos”. En: Knight, B. Medicina
forense de Simpson. 2.ª edición. México: Manual Moderno; 1999. pp. 79-87.
Locard, E. Técnica policiaca. Barcelona: José Montesó; 1935.
Locles, R. J. Balística y pericia. Buenos Aires: Editorial La Rocca; 1992.
Molina López, A. Armas ligeras y sus municiones. Madrid: Escuela Superior del
Ejército; 1988.
Nieto Alonso, J. Apuntes de criminalística. Madrid: Tecnos; 2014.
Peña Torrea, A. Técnica de la inspección ocular en el lugar del delito. Manuales del
Instituto de Estudios de la Policía. Madrid; 1970.
Platt, R. En la escena del crimen: la guía definitiva de la ciencia forense. Madrid:
Alhambra; 2003.

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Barcelona: Ed. JIMS; 1976. pp. 123-150.
Söderman, H; O’Connell, J. J. Métodos modernos de investigación policíaca. México:
Limusa; 1992.
Ugolini, A. L’esperto balistico. Florencia: Olimpia; 1978.
Villanueva Cañadas, E. (ed.) Gisbert Calabuig. Medicina legal y toxicológica. (7.ª
edición) Barcelona: Elsevier; 2018.

Glosario.

Bocajarro: disparo a cañón tocante.

Bordes evertidos: bordes de orificio de bala, con arrastre o dirección de fibras o materia al
exterior.

Bordes invertidos: bordes con dirección al interior.

Deriva: desvío con relación al eje perpendicular.

Forense: que auxilia al foro (a los tribunales de justicia).

Inclinación: desvío con relación al plano horizontal.

Pruebas cualitativas: que determinan la composición o cualidad de lo sometido a prueba.

Pruebas cuantitativas: que determinan la cantidad y forma de distribución de lo sometido a


prueba.

Quemarropa: a distancia bajo el efecto de la llama y que produce quemadura.

Vestigio: todo lo recogido en el lugar del delito para someterlo a cualquier tipo de análisis o
estudio.

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