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Problemáticas sociales y seguridad pública

Figura 1. Caminando hacia la meta, depende de ti. Fuente: (Google, Inc. 2016-2017)

Alumna: Blanca Rubi Arellano Uribe

Matrícula: ES1611300551

Carrera: Licenciatura en Seguridad Pública

Institución: Universidad Abierta y a Distancia de México

Docente: Lic. Enriqueta Sánchez Fernández

Asignatura: Sociología (SP-SSOC-1701-B1-001)

Actividad: U2. Actividad 2. Problemáticas sociales y seguridad pública.

Fecha: Cancún, Quintana Roo a 23 de Febrero del año 2017.


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Introducción
La familia es la agrupación social más importante de los seres humanos. Se trata
de una forma de organización que se basa en la consanguinidad (como la filiación
entre padres e hijos) y en el establecimiento de vínculos reconocidos social y
legalmente (el matrimonio). Los integrantes de una familia suelen vivir en un
mismo hogar y compartir la vida cotidiana. (López, 2003).

La violencia, por otra parte, es aquello ejecutado con fuerza o que se lleva a cabo
contra la voluntad de otra persona. El comportamiento violento intenta imponer u
obtener algo por la fuerza y puede ocasionar daños físicos y emocionales a la
víctima.

Las definiciones de ambos conceptos (familia y violencia) nos permiten acercarnos


a la noción de violencia intrafamiliar, que es el ejercicio de la violencia en el seno
de una familia.

Es decir, la acción u omisión que el integrante de una familia ejerce contra otro
integrante y le produce un daño físico o psíquico.

La violencia intrafamiliar, también nombrada como violencia familiar o violencia


doméstica, puede incluir distintas formas de maltrato, desde intimidación hasta
golpes pasando por el acoso o los insultos.

El violento puede ejercer su accionar contra un solo integrante de la familia (como


su pareja o su hijo) o comportarse de forma violenta con todos. (M. C. García,
2002).

Pese a que este tipo de violencia se encuentra penado por la ley, estos delitos no
suelen ser denunciados ya que las víctimas pueden sentir vergüenza, temor o
culpa por delatar a un familiar. Los expertos, sin embargo, insisten y recomiendan
a las víctimas que superen el miedo y hagan las denuncias correspondientes para
romper con el vínculo violento.

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La violencia intrafamiliar
A todos nosotros nos espanta la idea de que en pleno siglo XXI, se produzca la
muerte de una mujer cada semana, asesinada por su pareja, muchas noticias
encabezan las notas rojas publicando el creciente maltrato infantil y de
adolescentes dentro de las familias, y esto hace preguntarnos qué es lo que
sucede. Hoy estamos hablando del análisis sociológico de la violencia
intrafamiliar, de un problema individual a un problema social, pero también hay
muchos que suponen que la violencia intrafamiliar está mal definida, porque la
violencia contra las mujeres es violencia de género, y voy a intentar definir
estos dos conceptos.
Desde mi punto de vista, la violencia de género es la que se ejerce contra las
mujeres y se desagrega en los ámbitos cotidianos en distintas categorías de
violencia, y se la encuentra como componente esencial o importante en la
violencia de pareja, y también tiene incidencia en la violencia contra las niñas,
en el acoso en el trabajo y en las violaciones en espacios públicos.
Sin embargo, la violencia intrafamiliar, en mi opinión, es la que se produce
dentro del hogar, en el ámbito familiar y privado, dónde existe una relación
afectiva, en definitiva en todo acto cometido dentro de la familia o cuando la
familia o la convivencia se rompen.
La complejidad de la problemática nos obliga a trabajar sobre los niveles de
vulnerabilidad que hacen que, porcentualmente hablando, sean las
mujeres primero, y los niños luego, los que figuran como "víctimas" en la
mayoría de los estudios realizados a nivel nacional, regional e internacional.
Son los sistemas de códigos, normas y leyes sociales los que pautan
los factores de vulnerabilidad dentro del ámbito familiar. La adultez, el
ser hombre, el poseer mayor ingreso económico, la fuerza física, entre otros,
son elementos socialmente compartidos que facilitan el desequilibrio de poder
en el ámbito privado de la familia (Sánchez, 1999).
El modelo de familia patriarcal, en las sociedades occidentales, se produce y
reproduce, asentado fundamentalmente en la burguesía. La transformación se
relaciona con la extensión y con el lugar de fuerza. Ya no es el señor feudal,
ese lugar es para el padre que vive con su mujer y su descendencia.
La familia se transforma en nuclear y su tarea en la crianza y educación de la
descendencia. Los juegos de fuerza, que han formado parte del desarrollo de
las organizaciones sociales, cristalizan en el seno de las familias reproduciendo
el abuso de poder. Abuso de poder que se asienta en estos niveles de
asimetría pautados socialmente (Gutierrez, 1995).
Un primer acercamiento a la problemática permite distinguir dos roles
fundamentales en la dinámica de la violencia familiar, el agresor y la víctima. El
lugar del agresor se ubica en aquel integrante de la familia que ejerce
el abuso del desequilibrio de poder infligiendo algún tipo de daño a otro/s
integrante/s.
El estudio de prevalencia que mencioné antes describe que, en la mayoría
de los casos el hombre adulto es el que ejerce la función de agresor. El lugar
de la víctima se ubica en aquel o aquellos integrantes de la familia que por
algún motivo se encuentran en situación de sometimiento respecto del agresor.

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La violencia simbólica, el abuso sexual y la violencia física son tres formas de
clasificación de las situaciones de violencia familiar en función de los
instrumentos que se utilizan en el ejercicio del abuso de poder y del tipo de
daño que se ocasiona.
Violencia simbólica en el ámbito familiar se caracteriza por el ejercicio del
insulto, la amenaza, la humillación, entre otros, por parte del “agresor” respecto
de la “víctima” provocándole daños psicológicos y sociales.
El abuso sexual intrafamiliar se caracteriza por la utilización en actividades
sexuales, por parte de un/a adulto/a responsable del ámbito familiar, de niños,
niñas, adolescentes o pareja sin respetar la capacidad de esta persona de
decidir libremente sobre su participación en dicha actividad ocasionando algún
tipo de daño: físico o psicosocial.
La violencia física en el ámbito familiar se caracteriza por la utilización de la
fuerza física (golpes, pellizcones, empujones, tirones de pelo, golpes de puño,
cachetadas, golpes con instrumentos, quemaduras, negligencia y pasividad,
entre otros) en forma sistemática y prolongada en el tiempo por parte de los/las
adultos/as responsables, para la regulación de la organización familiar
(disciplinamiento y control) ocasionándose algún tipo de daño en la “víctima” ya
sea físico o psicosocial.
Considero que la violencia intrafamiliar podría ser vista desde la perspectiva del
conflicto, ya que ésta ve la sociedad compuesta de diferentes grupos e
intereses que compiten por el poder y los recursos. La perspectiva del
conflicto explica diversos aspectos de nuestro mundo social al ver que los
grupos tienen el poder y los beneficios de un acuerdo social en particular.
Se sabe que las víctimas de violencia intrafamiliar entran en un círculo vicioso,
basado en el afecto y la dependencia hacia el agresor, y obviamente los
agresores se siente con el poder en sus manos.
La violencia intrafamiliar tiene consecuencias inmediatas y traumáticas para las
víctimas y va a condicionar el desarrollo de esas personas que la sufren,
pudiendo ser la causa de la perpetuación de la violencia en el seno familiar, ya
que distintos estudios sociológicos han demostrado por ejemplo: que la niña
que ha visto como su madre es maltratada, será una mujer sumisa y
potencialmente víctima del maltrato y el niño que ve como su padre maltrata a
su madre, en un futuro tendrá muchas posibilidades de ser un maltratador,
pues entenderán que la violencia es la única fórmula para resolver los
problemas que se produzcan en el seno de la convivencia.
El encierro, el aislamiento social, el control de los integrantes de la familia
dificulta el pedido de ayuda, los soportes sociales para la recepción del pedido
de ayuda son poco confiables y no garantizan mucho a quien pide ayuda.
El pedido de ayuda se vehiculiza, en la mayoría de los casos, a través de
organizaciones comunitarias como: el sector salud, las escuelas, o desde el
ámbito penal. Las formas en que se configura dependen de cada caso: del
integrante de la familia que revela la situación, de los objetivos de la revelación
y de la institución a la cual va dirigida.

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Se dice que aproximadamente el 70% de las víctimas ha revelado la situación
de violencia a través de organizaciones educativas. La identificación de los
casos se ha realizado a partir de la detección de problemas de conducta y
rendimiento.
En la minoría de las situaciones los jovenes o adolescentes han manifestado
directamente a algún integrante de la organización, la situación que estaba
viviendo, gracias a esto se ha facilitado el pedido de ayuda de la madre que,
hasta el momento veía su situación cerrada y sin perspectivas de que su vida
pudiera cambiar.
Por otro lado, el menor número de situaciones recibidas han sido derivadas de
instituciones policiales. La revelación de la violencia se genera a partir de la
denuncia por parte de la víctima u otro integrante familiar o del entorno.
En el caso de niños y niñas así como de adolescentes jóvenes, el
descubrimiento de la violencia intrafamiliar se da en en centros de salud ya
que como es bien sabido en una mayoría de casos los intentos de suicidio, las
depresiones, el consumo de estupefacientes, lesiones físicas, etcétera, se
encuentran estrechamente relacionados con la violencia vivida dentro del seno
familiar. En estos casos, la identificación de la situación de violencia
intrafamiliar es realizada por personal de la salud, como los médicos, o los
enfermeros.
Cuando hablamos de suicidio podemos recurrir fácilmente a Durkheim pues
recordemos que él en su trabajo de "El suicidio", buscó explicar, a través de un
método conciso y estadístico, el fenómeno de éste, si tuvieramos que situar los
suicidios que se dan a causa de la violencia intrafamiliar, pudieramos situarlos
en la categoría del sucidio fatalista, esto porque como ya sabemos, los
suicidios fatalistas ocurren en las sociedades que ejercen un alto grado de
control sobre las emociones y motivaciones de sus miembros, la familia es
parte de la sociedad, lógicamente cuando dentro de ésta se viven situaciones
de violencia, en algunos casos se suele desencadenar el suicidio de alguno de
sus miebros, y esto es porque el "agresor" ejerce un alto grado de control sobre
su "víctima" tanto en sus emociones como en sus motivaciones.
Hemos dicho que la violencia intrafamiliar es generada por aquel que siente el
poder en sus manos y cuando hablamos de poder también es fácil, recordar a
Weber, quien lo definió como la capacidad de controlar a los demás, los
eventos o los recursos, para que suceda lo que uno quiere que suceda a pesar
de los obstáculos, la resistencia o la oposición.
El poder es una cosa que se detenta, se codicia, se apodera, se quita, se
pierde o se roba y se utiliza en lo que son esencialmente las relaciones
adversarias que implican conflicto entre los que tienen el poder y los que no.
Se dice que la violencia intrafamiliar existe por que las víctimas lo permiten, sin
embargo depende mucho desde el punto de vista por donde se mire.
La socióloga Alejandra Barranco menciona, que no es fácil romper con todo en
la vida para nadie en ninguna circunstancia normal, pero es peor y más difícil
aún, cuando el sentimiento que gobierna tu vida es el miedo y el constante
temor por la seguridad, estas víctimas en definitiva, sufren un bloqueo
emocional.

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Recuerdo que hace algunos años conocí a una mujer que vivía una situación
de violencia intrafamiliar, constantemente ésta persona era golpeada,
humillada por su marido, recuerdo tenía tres hijos y estos niños siempre
andaban asustados, no hablaban, se puede decir que siempre estaban
retraídos.
Un día de tantos me acerqué a ésta mujer y le cuestioné el porqué no
denunciaba a su marido o en su defecto divorciarse e irse a otro lugar, lo que
me contestó me dejó un tanto confundida pero a la vez triste.
Ella me dijo "no puedo dejarlo, ni divorciarme, por que es el padre de mis hijos,
no tengo estudios, por lo tanto no sabría en qué trabajar, mis padres me
advirtieron que si algún día pensaba en divorciarme, ellos no lo permitirían
porque no estaba bien visto ante la sociedad y además nuestra religión no lo
permitiría jamás".
Cuando mencionó toda ésta serie de oraciones, me quedé un tanto helada
pues no supe ni qué contestarle, después de un breve silencio lo único que
salió de mi boca fueron éstas palabras "está bien, si no lo denuncias tú, lo haré
yo, pues no me gusta lo que te está sucediendo y no me parece correcto que
dejes que tus hijos sufran toda ésta clase de abusos. ¡Qué no te estas dando
cuenta!".
Lo que me respondió después, me dejó todavía más desconsertada, "si
denuncias a mi esposo y vienen a mi casa a preguntar, simplemente negaré
todo y les diré que tú eres una mentirosa".
Entonces le dije, "pero que no te das cuenta que los niños sufren por ésta
situación, los estas orillando a que sufran y en consecuencia se puede
desencadenar una serie de acontecimientos terribles para su vida".
Y ella respondió, "Ya te dije que mis hijos no crecerán sin su padre, y que en
mi religión no está bien visto dejar a mi marido".
La verdad sentí pena por ella, en un día de tantos me decidí y hablé por
teléfono a una asociación que ayudaba a las víctimas de violencia intrafamiliar,
y cuando por fin logré que me ayudaran, al ir a buscar a esa persona
simplemente ya no los encontré se mudaron de ciudad.
Por qué cuento ésta historia, bueno, porque como hice mención anteriormente
las "víctimas" sufren un bloqueo que les imposibilita ver lo que realmente les
está sucediendo, además al hablar de religión no puedo olvidar a Max Weber
que la definió como "una fuerza central en el cambio social", aunque su
enfoque estaba situado en que gracias a ella se alienta un mayor desarrollo
económico y que ésta funge como el factor central en el crecimiento del
capitalismo.
Sin embargo y tomando como referencia sus palabras, cuando afirmó que la
religión es una "fuerza central", considero que tenía toda la razón respecto a
ésta y está por demás decir, que no solo se hace presente en el caso que
ejemplifiqué, sino que realmente muchas personas se encuentran subyugadas
por esta y esque hasta hace algunas décadas se decía que la iglesia
consideraba que si una mujer era maltratada dentro del matrimonio no se le
veía mayor problema, pues lo veían como algo normal ya que el cabeza de
familia en éste caso el hombre, gozaba de todos los derechos y de la autoridad
para hacerlo.

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Weber también hizo referencia a la violencia en sus estudios de la religiones y
planteó que las religiones que intentan ser universales, son en esencia
violentas ya que pretenden imponer su idea a la gran masa de los otros,
pecadores, no elegidos, infieles este intento de imposición dependiendo del
tipo de sociedad y de la religión de que se trate viene a plantearse como un
argumento para el ejercicio de la violencia.
Afortunadamente poco a poco ésta perspectiva a ido cambiando y con el
reciente énfasis que han puesto los gobiernos emitiendo nuevas leyes que
apoyan a las víctimas de violencia intrafamiliar, como ya lo dije poco a poco
miles de víctimas han ido denunciado éste tipo de situaciones.
Los sociólogos de la actualidad consideran que existe un repertorio de
dificultades que encuentran las personas en su condición de víctimas de la
violencia intrafamiliar, como por ejemplo:
Dificultades de tipo afectivo: Sienten pena del agresor, no tienen apoyos
suficientes en los familiares y amigos para denunciarle.
Dificultades relacionadas con la socialización recibida por las víctimas
sobrevaloran el matrimonio, la familia y su religión: no aceptan su fracaso,
niegan el problema, tienen miedo de afrontar las responsabilidades.
Dificultades que son consecuencias psicológicas del maltrato recibido:
tienen destruida su confianza, su autoestima, han aprendido indefensión, no
responden, se bloquean, no reaccionan, creen que la acción de poder sobre
ellos (as) es normal.
Dificultades que tienen que ver con los problemas laborales o formativos:
baja cualificación, baja experiencia, desempleo.
Dificultades de tipo económico: son dependientes, no tienen o no pueden
quedarse sin vivienda, no reciben pensión, o no quieren bajar el status.
Dificultades por un sentimiento de indefensión: no confían en la eficacia de
la denuncia, ni esperan juicios justos, consideran además que no hay
suficientes medidas asistenciales, lo que hace que tengan más miedo a la
represalia.
En todas éstas dificultades descritas, podemos observar cómo el agresor se
crece, es decir, cuanto más control tiene, más poderoso se siente. Su poder se
asienta en el miedo y nos queda claro que las víctimas tienen miedo, miedo a
morir, a ser golpeados, viven en un permanente estado de indefensión, las
mujeres son incapaces de dar respuesta a las agresiones que están sufriendo,
se culpabilizan de la situación, consideran que las denuncias no surten efecto,
piensan que la sociedad los mirará mal, tienen miedo a verse en la calle y sin
recursos, en el caso de los hombres violentados estos sienten pena de
externar que sufren por aquello del qué dirán.
La violencia es inherente a la condición humana, con raíces biológicas,
psíquicas e históricas. En el hombre habita no sólo la voluntad de vivir sino la
de vencer y eso genera múltiples violencias, debemos reconocer esta
condición compleja del ser humano, creo sinceramente que la violencia es
superable en tanto se superen aquellos elementos que la propician, la
racionalidad debe superar a la irracionalidad que implica las relaciones
violentas en el mundo.

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Por otro lado sería interesante abordar el tema de la violencia intrafamiliar, desde
el enfoque de la teoría feminista, esto porque como ya sabemos la violencia que
se genera dentro de las familias, es generada mayormente por parte del hombre
hacía la mujer, sin embargo no quiero decir con esto que los hombres no la
sufran, pero considero que sería interesante abordar el tema desde esta
perspectiva.
“La violencia doméstica o intrafamiliar constituye un fenómeno de la vida social
presente contemporáneamente en todas las sociedades a escala mundial.
La violencia contra las mujeres es un aspecto de la violencia doméstica que
ha permanecido durante siglos" (Navarrete, C 2003).
Dicho esto, se hace necesario un breve recorrido histórico respecto a ese
proceso de cambio de mirada:
En 1960 se incluyó el tema de la Violencia doméstica.
En 1976 se creó el Tribunal Internacional de Delitos contra la Mujer en honor a
Clara Zeltkin. Esto por su puesto fue un parte aguas en la historia por la lucha
para que se  considerará un problema social.
En mayo de 1979 se promulgó por la ONU la Convención sobre la eliminación de
todas las formas de discriminación de la mujer, sin embargo, ésta fue una de las
convenciones que menos países firmaron y una gran mayoría de países se
retiraron del salón cuando hubo que someterla a votación.
En la segunda mitad de 1980,  se propusieron otros cambios, la atención se
dirigió a diferentes formas de violencia, pero la legislación no era la que resolvía
los problemas, claro que ésta era una condición necesaria, sin embargo no
suficiente.
En 1986 el Parlamento Europeo propugnó una resolución sobre las agresiones a
las mujeres.
En 1992 se creó un comité para la eliminación de todas las formas de
discriminación hacia la mujer para apoyar la Convención.
En 1993, en Viena, se reconoció y se subrayó la Violencia contra la Mujer  en la
esfera privada como violación de los Derechos Humanos. Anteriormente se
pensaba que: “entre marido y mujer nadie se mete”. Se declara entonces, que
los derechos de las mujeres son parte inseparable, integral e inalienable de los
Derechos Humanos universales.
En septiembre de 1995 se produjo la 4ta. Conferencia mundial sobre la mujer, en
la cual se firmó la Declaración de Beijing. Se considera que la eliminación de la
violencia contra la mujer es esencial para alcanzar la igualdad, el desarrollo y la
paz.
Como podemos observar esto requirió de un arduo esfuerzo y de una lucha que
si bien ha alcanzado ciertos logros, aun no han sido  suficientes para conseguir
la cultura de paz familiar que tanto anhelamos.
El paso fundamental de este proceso fue, precisamente, relacionar la violencia
contra las mujeres con la posición de subordinación que como género tenemos
en nuestras sociedades.

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El PODER es una constante que no cesa en su lucha de ocupar el primer
puesto.
Al respecto, Alberta Durán reflexiona: “También están las diferencias de poder".
Detrás de toda la violencia está el poder real o (simbólico) de determinado
miembro: del dueño de la casa, del que trae el dinero, del que tiene la potestad
sobre los hijos.
Podría decirse entonces que es el círculo de los más fuertes sobre los más
débiles, o como mencionaba Foucault, "los dominadores vs los dominados".
En ese sentido, los niños son siempre los más desprotegidos y con menor poder.
La violencia en el ámbito familiar, implica relaciones desiguales de poder. Y en
este sentido ha sido el movimiento de mujeres mundial, y particularmente, el
movimiento feminista que en la segunda mitad del siglo XX consideró que  la
violencia contra la mujer es una problemática que centra sus raíces en el
desequilibrio de poder entre los géneros.
El siglo XX comienza con un movimiento de liberación de las mujeres, el
feminismo, éste comienza como un movimiento y podemos pensarlo como un
legítimo avance de la humanidad. Los movimientos feministas han sido los que
han impulsado en mayor medida la consideración de la Violencia dentro de la
familia, incluso en un punto tan importante y decisivo como son los Derechos
humanos, no se hablaba de violencia dentro de las familias y mucho menos
hacia la mujer dentro de la familia, puesto que el tema estaba masculinizado y en
ese sentido hay que agradecer a los movimientos feministas el que se haya
cambiado la mirada en ese aspecto, ya que gracias a ésta teoría fue posible
poder mirar dentro de las familias la horrible violencia intrafamiliar que no sólo
afecta a mujeres sino a todos los miembros de ella.
Volviendo a hacer hincapié, quise considerar a la teoría feminista como un
enfoque más para poder analizar a la violencia intrafamiliar, ya que la mayor
parte de las agresiones siempre son de hombre a mujer, de hombre a hijos, sin
embargo y como lo vuelvo a repetir hay hombres que también son víctimas de
violencia intrafamiliar sobre todo hombres en edad avanzada, y es aquí
precisamente en donde entra, el aspecto del poder.
La violencia intrafamiliar permite observar en la intimidad de la agresión, a
hombres y mujeres, adultos/as y jóvenes, divididos en una lucha violenta por la
adquisición o preservación de un espacio de poder, por una oportunidad para el
ejercicio de la autoridad, por un instante de dominio de las circunstancias, de los
recursos o de los sentimientos: claro está que en medio de una intensa e
infortunada manifestación de las inseguridades, dolores, frustraciones y
deseos de control de cada quien (Gómez, 2003 : 4).

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Conclusiones

Con la realización de ésta actividad hemos podido reconocer la importancia de los


enfoques sociológicos para el análisis de problemáticas sociales, tales como la
violencia intrafamiliar.

En éste trabajo se tomaron diferentes perspectivas como por ejemplo: las de Max
Weber o Durkheim.

Ésta actividad nos ayuda no solamente para conocer qué es y lo que significa la
violencia dentro de la familia, sino más bien nos ayuda a ver desde otros
enfoques, éste tipo de conductas que se encuentran presentes dentro de nuestra
sociedad, que claro por demás está decirlo no son para nada aceptables,
considero que éste tipo de actividades son importantes para entender el verdadero
sentido que le da vida a la sociología.

Como ya sabemos la sociología se dedica al estudio de las sociedades humanas y


de los fenómenos religiosos, económicos, artísticos, etcétera, que ocurren en
ellas, por lo tanto el tema de la violencia intrafamiliar es algo que está dentro de
sus alcances.

Nosotros como futuros servidores de la seguridad pública, necesitamos conocer y


entender los problemas sociales desde distintas perspectivas y enfoques, ya que
no solamente debemos enfocarnos solo en las cuestiones que impliquen delitos,
sino además saber y entender, a causa de que o por qué, se suscitan estos dentro
de nuestra sociedad.

Por lo tanto ésta actividad en lo personal me ha dejado grandes aprendizajes que


sin duda me ayudarán tanto en mi vida profesional, como en mi vida personal.

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Bibliografía

Referencias electrónicas, bibliografía básica:

“Las teorías sociológicas”

https://unadmexico.blackboard.com/bbcswebdav/institution/DCSA/BLOQUE1/SP/0
3/SSOC/U2/descargables/Unidad_2_Las_teorias_sociologicas.pdf

“Violencia intrafamiliar”

http://definicion.de/violencia-intrafamiliar/

“Weber y la violencia”

http://monicavargasaguirre.blogspot.mx/2007/07/la-violencia-vista-por-max-
weber.html

“Weber y la religión”

https://teoriaypraxissociologica.wordpress.com/2008/01/02/weber-y-la-religion/

“Durkheim y el suicidio”

http://biblio3.url.edu.gt/Libros/2012/LYM/los_FESociales.pdf

“La perspectiva del conflicto”

https://elteologillo.com/2014/11/08/perspectiva-del-conflicto-como-la-teoria-de-
conflictos-contribuye-al-estudio-del-comportamiento-desviado-enfocado-a-la-lucha-
de-clases/

“Violencia intrafamiliar vista desde la Sociología”

http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/57602-violencia-intrafamiliar-punto-vista-
sociologico-de/

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