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Roberto Esposito

Comunidad, inrnunid^d
y biopolítica

Tiaducción de
Alicia García Ruiz

P E N S A M I E N THOE R D E R
D i r i g i d ap o r M a n u e lC r u z
Herder
Capítulo 1
La ley de la comunidad

1. Quisiera intentar una reflexión sobre la comunidad a partir


de su originaria etimolo g;a latina.Aunque no estáplenamente
probado, el significado de <comunidad>que todos los diccio-
narios dan como másprobableesaquel que asociacumy munus
(o munía).Esta derivación es importante en la medida en que
caltficade manera precisaaquello que contiene los miembros de
la comunidad. No se tratade vínculos de una relación cualquiera,
sino de los de un munus,es decir, una (tarea)),un <deber)),una
<ley>.Atendiendoal otro significadodel término, más cercanoal
primero de lo que parece,son también los vínculos de un <don>,
pero de un don de hacer,no de recibir y,por tanto, igualmente,
de una <obligación>.Los miembros de la comunidad lo son por
eso y porque estánvinculados por una ley común.
Ahora bien, ¿de qué ley se trata?¿Cuál es la ley a la que se
vincula la comunidad? O, de modo más preciso, ¿qué (pone
en común>?No esnecesarioque imaginemosnada externo a la
comunidad misma:una comunidad que existieraantesde la ley
o bien que la ley precediesea la comunidad. La comunidad es
una con la ley en el sentido de que la ley común no prescribe
otra cosasino la exigencia de la comunidad misma. Étt. es el
primer contenido -por usar de nuevo una expresión inade-

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Comunidad, innrunidad y bropolítica 1. La lev de la comunidad

cuada- de la ley de la comunidad: la comunidad es necesaria. nos falta aquello que constituye comunidad. Nos falta hastatal
Pero aquí no debemospensaren una voz exterior que ejerce punto que sedeberíaconcluir que lo que tenemosen común es
su fuerza desde fuera, sino en algo mucho más intúnseco. La exactamentetal carenciade comunidad. Somos -como ya se ha
comunidad es necesariaporque es el lugar mismo -o, mejor dicho- la comunidad de aquellos que no tienen comunidad.2
dicho, el presupuestotrascendental-de nuestraexistencia,dado La ley de la comunidad no es otra que la comunidad de la ley,
que desdesiempreexistimosen común. Hay que entender,pues, de la deuda,de la culpa, como, por otra parte,se pone de.ma-
la ley de la comunidad como la exigencia,haciala que nos sen- nifiesto en todas las narracionesque identifican el origen de la
timos obligados,de no perderestacondición originaria.O,peor sociedaden un delito común donde evidentemente la víctima,
aún, de no convertirlaen su opuesto,porque esteriesgono sólo esto es,aquello que perdemos y que nunca hemos tenido, no
estásiemprepotencialmentepresente,sino que es constitutivo, es ningún <padreprimordial>, sino la comunidad misma que se
ya que la ley misma nos pone en guardia contra é1.Si desde constituye trascendentalmente.
siempreestamosen la ley -podría decirsecon acentopaulino-, Semejante consciencta -rnás o menos explícita- no es
es porque desdesiempre nos encontramosen la <culpa>.Nos una recién llegadaal pensamiento,sino que acraviesa la entera
hallamosdesdesiempre en el olvido y en la perversión de la ley tradición filosófica, errrpezandopor lo menos en Rousseau.
común. Desde estepunto de vista-que hay que considerarno Toda su obra no hace sino pronunciar -gritar, incluso- esta
separadasino conjuntamentecon el primero-, sedebe decir no terrible verdad: la comunidad es aquello que es necesarioy
sólo que la comunidad no ha sido nun ca realizada,sino que es güe, a la.vez, es impedido. Toda la historia humana lleva den-
rrrealizable.Apesarde la necesidadque la reclama.A pesardel tro de sí estaherida que, desdesu interior, la corroe y la vacia.
hecho de que, en cierto sentido,ya esté constantementepre- [Jna herida que no se puede interpretar sino en raz6n de este
sente.Y,también,precisamentepor esto.¿Cómo realízaraquello <imposible>,a partir del cual se origina en forma de necesaria
que precedea toda posible reaitzactín?¿Cómo constituir algo que traición. Vivirnos en la diferencia entre lo que debemos y lo
ya se constituye?Alrededor de estaparadojapoá.*os intentar que podemos hacer.Hasta el punto de que, cuando intentamos
una primera definición de comunidad:aquelloque esal mismo hacerlo -c o nstitu ir, r e alizar,efectu ar la co munidad- terminamos
tiempo necesarioe imposible.Imposible y necesario.Que se invariablemente por invertirla en su opuesto: comunidad de
determina en la lejanía o diferenciarespectoa nosotrosmismos. muerte y muerte de la comunidad.Empecemospor el.primer
En la ruptura de nuestra subjetividad.En una carenciainfinita, punto: la comunidad es necesaria-es nuestrares,en el sentido
en una deuda impagable,en un defecto irremediable.Se podúa, preciso de que llevamos la responsabilidadpor la misma hasta
incluso, usar la expresión,más grave,<delito>-si se la remite al el final.En estaproposición sepuede condensarla contundente
significado de delinquereexactamentecomo (carecerde algo>:1 cntrcade Rousseaual paradigmahobbesiano.Cuando Rousseau
observaque <simuchos hombres dispersosse sometendespués
1. Cf. Baas,8., <Le corps du délit>, en AAW, Politiqueet moclernité,Pans,
Osiris, 1992.A él remico también para la interpretación de Kant y de Hei- 2. Esposito,R., Categoríedell'inrpolitico,op. cit. [vers. cast.: Categoríasde lo
degger. ímpolítko, op.cit.).

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( , o r r r t ¡ r r r t l . r ri n
l ,m u n i d a d y b i o p o l í t r , . r 1. La ley de la comunidad

a uno sólo; por numeros()sque sean,solamenteveo en ellos a una absolutafalta de lo común, que en é1se manifiesta,de un
un dueño y a susesclav()s, y no a un pueblo y a sujefe. Es,si se modo extramadamenteparadójico,en la comunicación, a través
quiere,una agregación,pero no una asociación;ahí no hay ni de la escritura,de la propia imposibilidad de comunicar. De ahí
bien público ni cuerpo político>3,está,de hecho, imputando a que la escrituraasumaexactamenteel carácterde <soledadpara
Hobbes no sólo la ausencia,sino la expulsión de toda idea de los otros", de <sustitutode la comunidad humana irrealizable
comunidad, en la nredida en que el filósofo inglés unifica en eI en la realidadsocial>.s
colosalcuerpo del Leviatán a los individuos naturalmente con- Pero,atención trcealizablelo esbajo la perspectivade Rous-
flictivos; si el adhesivo que los asociano es otro que el miedo seau,desdeel momento en que su cntica comunitaria al indivi-
común, su resultadono podrá ser sino una común servidumbre, dualismo hobbesianopermanece dentro del mismo paradigma,
es decir, el contrario de la comunidad. Esto último es precisa- como ya observó Émile Durkheim,6 el individuo clausuradoen
mente lo que se sacrificasobre el altar de la autoconservación su perfecta completitud. ¿Qué otra cosaes el <hombre natural))
individual: los individuos hobbesianospueden salvarla propia rousseaunianosino una mónada que seaproxima a otra sólo por
vida sólo haciendo fenecer el bien común.Todaslasapelaciones azar o infortunio? ¿Y no es la condición asocialla única que
a tal Bien -Libertad, Justicia,Igualdad- que escandenla obra Rousseauconsiden feliz en conrraposición al impulso comu-
rousseauniana tienen esteobjetivo polémico, pronuncian esta nitario? Aquí se encuentra el punto que condena al fracasosu
condena,se lamentan de estaausencia:la comunidad humana intención: no es posible derivar una filosofia de la comunidad
se falta a sí misma, no hace síno delinquere,en el doble sentido a partir de una metafisica del individuo. El caricter absoluto
de la expresión.Y sin embargo, es aquello que necesitamos que se presuponeal individuo no puede ser luego puesto en
desde el momento en el que forna parte de nosotros mismos: común. A pesar de todos los esfuerzosdel autor, la antinomia
<Laforma más bella de existenciaes paranosotrosaquellahecha no es resoluble.El hiato, no sólo léxico sino filosófico,entre el
de relacionesy en cornún; y nuestro verdaderoyo no estásólo presupuestoy el resultadopermaneceinconsútil; sólo se salva
en nosotroso.a La continua proclamaciónde la soledad-obsesi- al precio de un forzamtento que da a la comunidad de Rous-
vamente repetida,sobretodo en susúltimos escritos- tiene en seau-aunque él intente una representaciónen positivo- esos
Rousseauel tono de una silenciosarevuelta contra la ausencia rasgosinsosteniblesque han sido cuestionadospor sus cúticos
de comunidad. Sólo porque no existe comunidad -o, mejor liberalesmás severos.El punto de separaciónes aquel que se
dicho, porque todaslas formas de comunidad existentesno son sitúa entre la exigencia de comunidad presenteen negativo en
sino lo opuesto a la comunidad auténtica. Rousseau protesta la descripción cútica de la sociedadexistentey su formula-
contra ello presentandola soledad como el calco negativo de ción afirmativa. Dicho de otro modo: enrre la deterrninación

3. Rousseau,J.-J.,<Delcontrato socialo,enJean-Jacques
Rousseau:
escritos
de 5. Baczko, B., Rousseau.Solitudeet cotnmunauté, Paris,Mouton, t974,
combate,Madrid, Aifaguara, I979, pág. 409. pig.263.
4. Rousseau,J.-J.,<Rousseaugiudice di Jean-Jacques)),
en Opere,ed. de P. 6. Durkheirr,, É. , <Le contrat social de Rousseauu,en Revuede métaphysíque
Rossi, Florencia,Sanson,"1972,pág. 1.213. et de mttrale25 (1918), págs.13 y 139.

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Comunidad, inmunidad y biopolítica 1. La lev de la comunidad

impolítica de la ausenciade comunidad -la comunidad como manera directa,orgánicamente.Es como si ambos-individuo y
ausencia, falta,deuda impagable en relación con la ley que la comunidad- no pudieran salir de sí mismos.No sabemoscom-
prescribe- y su realtzactín política. En síntesis:a partir de esos prender al otro sin absorberlo e incorporarlo, sin hacerlo parte
presupuestosmetafisicos-el individuo encerrado en su propio de nosotros.Cada vez que en la obra de Rousseausemejante
carácterde absoluto-, la comunidad política rousseaunianase proyecto toma cuerpo en una realidad colectiva-una pequeña
'inclina patria,ciudad o fiestapopular,ela atormentadaexigenciareus-
hacia una posible deriva autoritarra.Aquí, claro está,
no me refiero a la categoríaespecíficade <totalitarismo>,que es seaunianade comunidad se invierte para convertirseen su rnito.
resultadode la experienciade nuestrosiglo.Es bien conocido El mito de una comunidad transparentea sí misma en la que
que Rousseau,de hecho,siempresepreocupade protegeral ciu- czdacual comunica al otro el propio éxtasiscomunitario.lo Ei
dadano de todo abuso del poder estatal,adoptando el concepto sueño de absoluta inmanencia. Sin ninguna mediación, filtro
de <voluntadgeneral>justamente como correctivo automático o signo que interrumpa la fusión recíproca de las conciencias.
contra cualquiertentaciónautoritariacontra e1individuo: sien- Sin ninguna distancia,discontinuidad,diferencia con otro, que
do parte integrante de la misma, esto se garantizapor el hecho ya no es tal porque es parte integrante del uno: el uno que se
de que todo mandato de la voluntad general ha sido emitido pierde -y se reencuentra- en la propia identidad.
también por él mismo.T Se trata de un riesgo que amenaza también de cerca al
Ahora bien, ¿no es exactamenteesteautomatismo-la su- discursode Rousseau,pero que no lo derriba. El autor mis-
puestaidentidad de cada cual con todos y de todos con cada mo parece darse cuenta de ello, al abstenersede trasponer esta
cual- el mecanismo totalizante de reducción de los muchos comunidad de corazonesa una comunidad política. También
al uno? ¿Cómo entender si no el conocido pasajesegún el cual nosotrosdeberíamosguardarnosde leer EI contrato socialcomo la
<quien se atreve con la empresa de instituir un pueblo debe traducción política de la comunidad de Clarens.Ciertamente,
sentirsecapazde cambiar,por asídecir,la naturalezahumana,de la democraciaque prefigura el Contraloes una democraciaque
transformar cadaindividuo,que por sí mismo .t .ttt todo perfecto excluye cualquier distinción entre gobernantesy gobernados,
y solitario, en parte de un todo mayor, del que ese individuo entre legislativoy ejecutivo,entre pueblo y soberano.Pero pre-
recibe,en cierta forma, su vida y su ser)).8De ahí se hace evi- cisamente por esto es declaradairreahzable-o realizablesólo
dente que el riesgoprotototalitario no estáen la contraposición por un pueblo de dioses.<Tomandoel término en su acepción
del modelo comunitario y con el modelo individual, sino en más rigurosa)),concluye Rousseau,<jamásha existido verdadera
la superposiciónque dibuja la comunidad contra la silueta del democraciay nunca existirá>.ttY.t casode existir,seríala exacta
individuo aisladoy autosuficiente:el camino que va de1uno-
individual al uno-colectivo no puede más que recorrersede
9. Cf.Vernes, P.-M., I-a uille,laféte,la démocratie.
Rousseau et lesillusionsde
la communauté, Pans,Payot, 1978.
7. Derathé, R., Rousseaue la scienzapoliticadelsuotempo,Bolonia,Il Mulino, 10. Cf. aunque en una clavede lectura diferente, Starobinski,L.,Jean-Jacques
1 9 9 3 ,p á g . 3 0 5 . Rousseau.l-a transparenzae l'ostacolo,Bolonia, Il Mulino, 1982.
8. Rousseau,J.-J., <Del contrato social>,op.cit.,pág.434. 11. Rousseau,J.-J.,<Del contrato social,, op.cit.,píg. 460.

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realizaciónde su opuesto.Contra Rousseau-pero dentro de su requiere, para expresarsey desarrollarse,de la comunidad. Ya


perspectiva-,esta conclusión pone a salvo a la comunidad del lo había dicho Kant precisamenteen estostérminos: <¿Pensa-
poder de su mito. La antinomia no se deja resolver:la comu- ríamos mucho y bien si no pensásemosen común con otros
nidad es, al mismo tiempo, necesariae imposible. No es sólo a los que comunicamos nuestro pensamiento,con los que
que siempre se dé de modo defectuoso-que no alcancenunca formamos parte de lo mismo?>.14 No es posible pensar fuera
'
su cumplimiento-, sino gue, además,no es sino comunidad del de la comunidad, éste es el presupuestokantiano que ha Eido
defecto,en el sentido específicode que aquello que posee,que retomado de diversasformas por una serie de intérpretes'y
la constituye en cuanto ser-en-común, con-ser,esprecisamente autoresque van de Lucien Goldmann a HannahArendt. Si para
esedefecto,ese carácterinalcanzable,esadeuda.Dicho de otro el primero <lanecesidadabsolutae irrealizablede conseguiry
rnodo, nuestrafinitud mortal, tal como en un inolvidable pasaje rcalizar la totalidad constituye el punto de partida de todo el
del Emilío Rousseau ya había presentido: <Es la debilidad del pensamientokantianoo,ttpara la segundala sociabilidadno es
hombre la que lo hace sociable;son nuestrasmiseriascomunes sólo un fin, sino el origen mismo de la humanidad, en la me-
las que llevan nuestroscorazoneshacia la humanidad, nosotros dida en que los hombres pertenecenesencialmenteal mundo.
no le debeúamos nada si no fuéramos hombres [...] Los hom- La de Kant -continúa Arendt- es una ruptura respectoa todas
bres no son naturalmente ni reyes,ni grandes,ni cortesanos,ni las teorías que subordinan la dependenciadel prójimo a la esfera
ricos; todos han nacido desnudosy pobres,todos sujetosa las de lasnecesidades y de los intereses,esto es,respectoa toda la
rniseriasde la vida, a los pesares,a los males,a las necesidades, teoría utilitarista. Por el contrario, Kant afirma que el juicio
a los dolores de toda clase;en fin, todos estamoscondenadosa presupone la existencia de los otros -y, precisamentepor esto,
morir. He aquí lo que es verdaderamenteel hombre, he aquí Arendt lo entendeú en relación con el ámbito de la acción:<se
de lo que ningún mortal estáexento>.12 juzga siempre en cuanto miembros de una comunidad, guiados
por el sentido comunitario, por el sensuscommunis>.16 La co-
2. A una conclusión no lejana habría llegado Kant, asumiendo munidad, en suma,es constitutiva de nuestro ser humano: Kant
conscientemente-y llevándola hasta sus consecuenciasmás comprende totalmente y lleva a su más completa consciencia
extremas- la contradicción implícita en Rousseau.No es por la intuición de Rousseau.
casualidadque atribuyeraa Rousseauel mérito de haberlo con- Pero la relación entre los dos filósofos no se sitúa sólo en la
ducido de la soledadde la investigaciónindividual al interéspor exigenciade comunidad, sino también -y másaún- en su cornún
el mundo común de los hombres.l3Nada como ei pensamiento consciencia de la absoluta problematicidad de su realización.

14. Kant, I., Che cosasignifcaorientarsinelpensare,Lanciano,Carabba,7975,


12. Rousseau,J.-J.,Emilio, Madrid, Alianza,1998, píg. 326. p á g .1 0 5 .
13. Kant, I., <Bemerkungen zu den Beobachtungen über das Ge{iihl des 15. Goldm an,L., Introduzionea Kant,Milán, Mondadori (aunque el título
Schónen und ErhabenenD,en Kants Cesammelte Schrften,Berlín,Akademie original es La communat.tté humaineet l'uniuerschez Kant),1975, pág. 38.
Ausgabe, B. XX, 1902 [vers. cast.: Obseruacionessobre lo bello y Io sublime, 16. Arendt, H., Conferenciassobrela filosofa política de Kant, Barcelona,
Madrid, Alianza, 2008]. Paidós.2003.

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Comunidad, inrnunidad y biopolítica 1. La ley de la comunidad

También para Kant -y para ningún pensador como para él-, dicta la ley misma que la reclama- permanecercomo una simple
la comunidad, aunque necesaria,es imposible. La ley prescribe idea de la raz6n: una meta inalcanzable,un puro propósito.
aquello que prohíbe y prohíbe aquello que prescribe.Es por ello La afirmación kantiana según la cual <laidea elevada,aun-
por lo que -como también concluía Goldmann- Kant estáen el que nunca plenamente alcanzable,de una comunidad ética se
origen del pensamientotrágico en contrasteradical con la línea enpequeñece mucho en manos human"s [...]rtoha de leerseen
hegeliano-marxiana.Sin embargo,a diferenciade lo que pensaban continuidad con la afirmación de Rousseau,que ya hemos
Goldmann y los intérpretesque han desarrolladoesepunto de mencionado, acercade la irrepresentabilidadde una verdadera
vista,l7esto no sólo no colocaa Kant en una suertede posición democracia.Con la circunstanciaagravantede que,a diferencia
inmadura respectoa sussucesoresdialécticosa partir de Fichte, de Rousseau,para Kant el hombre estátorcido por naturaleza
sino que, antesal contrario, lo mantiene a salvo de la tendencia -tanto que el estadode naturalezaespara é1,como para Hobbes,
totalizantede éstosa ubicar históricamente la comunidad,ya sea un estadode guerra.2lEs esto lo que,excluyendocualquierre-
en el Estado (Hegel) o contra el Estado (Marx). Porque precisa- ferenciapositiva de Rousseaual origen natural,condenala con-
mente aquí sejuega la verdaderaherenciade Rousseau.También dición política a una incurable apoúa.Desde estepunto de vista,
Fichte, anticipando a Marx, piensa en (consumap)la propuesta el problema de la política ha de sernetamentedistinto que el de
de Rousseau,r8aunque saturandoel sentido mitopoiético que la los fines éticos.La política no puede ser pensadaba;o el punto
antinomia de Kant mantienecrucialmenteabierta:si los hombres de vista del bien, del mismo modo que la praxis es diferente de
estánunidos en forrna universal,estánirreparablementeseparados la teoría. La comunidad ética podría, sobre el plano puramente
de los contenidos y los interesesmateriales.El único modo de hipotético, <existir en medio de una comunidad política>>,22
realtzarla comunidad seúa el de superarlos intereses,las dife- pero desdeel principio la una difiere de la otra; hastatal punto,
rencias particulares,pero interesesy diferenciasson de hecho que la comunidad política no puede obligar a los ciudadanosa
insuperables,porque son constitutivosde nuestranaturaleza.Ei entrar en la comunidad ética,so pena de arruinar ambas.Seúa
contenido sensiblepermanece irrecuperable en la esferade la ciertamentedulce poder imaginar una correspondenciaentre las
universalidad.La natural <sociabilidad>es a la vez equilibraday dos -prosigue Kant-, pero es temerario proponerla.Como dtría
contradicha por la natural <insociabilidad>.1eEs por ello por lo Lyotard, la frase ética no puede ser unida a la frasepolítica y a
que la comunidad no sólo no puede deuenirrealidad,sino que no la epistemológicamás que a travésdel frágil puente del <como
puede tampoco hacersesiquieraconcepto:debe-he aquí lo que si>.23Ahora bien, bajo ese puente pasaun abismo infranquea-

17. Masull o, h., I-a conunitácomefondamenrqNápoles, Libreria Scientifi ca 20. Kant,l.,La religiónen loslímitesde la merarazón,Madrid,Alianza,2001.,
Editrice, 1965. pág.101.
Roma-B ari, Laterza, 7974.
18. Fichte, J. G., Sulla riuoluzioneJrancese, 21. Philonenko,A., Théorieetpraxis dansla penséernoraleetpolitiquede Kant
19. Kant, I., <ldea para una historia universal en clave cosmopolita)),en et de Fichteen 1973, Paús,Vrin, 1988, págs.28-29.
Madrid, Cátedra, 2005, pág.
Ensayossobrela paz, elprogresoy el idealcosmopolita, 22.Kant,I.,l-a religiónen loslímitesde la merarazón,op.cit.,pág.95.
Madrid,Tecnos, 1,994.
37 e ldea para una historiauniuersalen clauecosmopolita, 23.Lyotard,J.-F, Il dissidio,Milán, Feltrinelli, 1985.

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Comunidad, inmunidad y biopolítica 1. La ley de la cornunidad

ble. La relación permanececomo puramente analógica:puede falta de comunidad hacia la que tendemos y de la cual con-
expresarsea través de símbolos, señales,emblemas -como el tradictoriamentederivamos- se presuponecomo la condición
entusiasmopor la revoluci6n-,24pero no por pruebaso ejem- trascendentalde nuestra común humanidad.2spor esta raz6n,
plos históricos.Señalesque, sin embargo,cada cierto tiempo escribe Kant, el hombre, más que (arribuir la culpa propia a
la confirman.La política puede favorecer,pero no requiere ni una culpa originaria de sus progenitores [...], tiene motivos
prevé necesariamente, el mejoramiento de los hombres:debeser para inculparse de todos los males que padece y atribuirse
potencialmente aplicablea un pueblo de demonios,2s no en el toda la maldad que comete [...]r.'nya cassirer compren,Jió'a
sentido de una ampliación,sino de una reducción de la libertad. Kant y Rousseau dentro de estasemántica de la culpa,3.pero
Como consecuencia, no como contraposición,del carácterab- hoy es necesario,además,dar un paso más en lo que se refiere
soluto de la libertad misma: precisamenteporque la libertad es, a la medida de su inelucabilidad. Es imposible eludirla, no
por esencia,ilimitada, la tarea de la política es limitarla con su sólo porque no se puede resistira la tenración de infringir la
contrario, esto es,con un poder irresistible.2óNo por casualidad ley, sino también porque la ley -el imperativo caregórico- no
el Estado kantiano procede de la fuerzay de la coacción.Pero, puede ser realizada,en la medida en que no prescribenadamás
a diferencia de Hobbes, la soberaníadebe fundarse sobre un que su propio carácterde deber, ningún contenido ulterior a
principio racional: ahora bien, comosi y sólocomo si derivase la obligación formal de obedecerla.Asaber:laley impone sólo
de la voluntad común del pueblo. actuar de manera tal que nuestravoluntad se pueda constituir
La libertad -he aquí el punto que alejaa Kant de Rousseau- como principio de legislación parauna comunidad universal,
estáinextricablementeconectadacon el mal: <Lahistoria de la pero no se dicta en modo alguno qué se ha de hacer.Así,sedice
naturalezacomienza con el bien porque ésta es obrade Dios>, que su fuerzade ley residejustamente en esteno-dicho. He aquí
escribeKant en un texto dedicado precisamentea Rousseau, lo que significa la <categoricidad>del imperativo: por .r' háo,
pero <la historia de la libertad comienza con el mal porque su soberaníaabsoluta,incondicionada,inapelable;porel otro,su
es obra del hombrer.21 Si el hombre nace libre, en su origen sustracciónde carácterapriórico a cualquier intento de cum-
no puede existir más que el mal. Es en estesentido en el que plimiento. No es sólo incumplible, sino que seríalo Incumplible
aquello que habíamosllamado la culpa-nuestro delinquere como mismo.3lEste último punro estáfijado con particular relieve:
no podemos cumplir la ley,siendo asíconculcada,porque esta
ley no nace de nosotros.No se trata en ningún modo de una
24.Kant,l., <Replanteamientode la cuestión sobresi el género humano se
autolegislacióndel sujeto,aunque el sujeto le es sujeto.Sujeto
halla en continuo progreso hacia lo mejoro, en Ensayossobrela paz, el progresl
op.cit.,pá9.201'.
),el idealcosmopolita,
25. Kant,I., <Parala paz perpetua)),en EnsayossobreIa paz, el progresoy el 28. Cf . Baas,8., <Le corps du délitr, en AAW, politiEreet modernité,
op.cit.
ideal,op.cit., pág.1.66. 29.Kant,I., <Probableinicio de la historia humana)),en Ensayossoirela
26.Kant,I., <Idea para una historia universal en clave cosmopolita)),en paz, el progresoy el idealcosmopolita,
op. cit.,pág.g4.
op.cit.,págs' 45-46-
Ensayossobrela paz, el progreso), el ideal cosmopolita, 30. cassirer,E., il problemaGian GiacomoRousseau,Florencia,La Nuova
27.Kanr,I. <Probableinicio de la historia human¿>,€rI Ensayossobrela Italia, 1970,págs.54 y sigs.
paz, el progresoy el idealcosmopolita,op.cit.,pág.84. 31 . Nancy,J.-L. , L'impératifcatégorique,parís,Flammarion, 1983.

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1. La lev de la comunidad
Comunidad, inmunidad y biopolítica

no sólo en la modalidad pasivade la <sujeción>,del (quedar la inalcanzabilidad,la del defecto, la de la finitud. Al romper
sujetado>,sino en la modalidad activade la <subjetividad>-Así, los límites individuales del sujeto -los que todavía Rousseau
la ley corroe, atrapa,descompone nuestra subjetividad. La ley conservabaintactos-, vaciando su ansia de cumplimiento, la
viene del afuera y conduce al afuera de nosotros.No sólo en ley, en tanto incumplible,abre a los hombres otra faz del ser en
el sentido de que el sujeto no puede darsesu propia ley, sino común. ¿Qué tienen en común los hombres?La imposibilidad
también en el sentido más radical de que la ley, prescribien- de realtzarla comunidad, respondeKant. Esto es,la existencia
do incondicionadamentelo incumplible, prescribe en cierto finita misma.Ser mortales.Ser <en el tiempo>.
modo la destitución del sujeto al que se dirige. Prescribe al
sujeto un estatuto de continuo incumplimiento. [Jna deuda 3. En el final de esterecorrido se encuentraMartin Heidegger.
inextinguible: (como quiera que hayasido lo ocurrido en élD, A é1se debe,por otra parte,la interpretaciónde Kant más ne-
dice Kant, (con la adopción de una buena intención, e incluso tamente centrada sobre el motivo de la finitud. Antes incluso
cualquiera que sea la constanciacon la que prosigue en ello que por el poder del imperativo, el sujeto kantiano es <finito>
en una conducta conforme a tal intención, sin embargo, empezó a causade la dimensión temporal. Ciertamente, todavía Kant
por el mal y no le es posible extinguir jamás esta deuda>.32 La no entiende el carácterintramundano del sujeto en el sentido
ley endeuda infinitamente al sujeto. Esto no quiere decir que heideggeriano de <ser-en-el-mundo>.Con todo, al suspen-
lo excluya -Kant no renuncia en modo alguno a la cafegona derlo en la estructuraapriórica de la temporalidad,1o arranca
de <sujeto,>,más bien puede decirseque la pone en el centro de de toda pretensión de consumación,confiándolo a una figura
su propio sistema-,sino que, por el contrario, lo incluye en su radicalmente finita. Así se inserta la temática de la ley según
exterioridad.Lo sustraea toda autoconsistencia. No sólo en el un nexo circular de causay efectoi por ser estructuralmente
sentido general de que la respuestadel sujeto a la ley elimina finito, el sujeto se superpone a 1aley,pero esjustamente la su-
de por sí cualquier contenido subjetivo -senlimiento' placer, jeción a la ley 1o que 1ohace constitutivamentefinito: <(Jn ser
interés- a favor de la pura sumisión al deber formal, sino en que se interesaa fondo por un deber se sabeen un no-haber-
aquel, más específico,de que el imperativo puede imponerse cumplido-todavía y de tal manera que le pareceproblemático
sólo <dañando>, <vulnerandoo, <humillando>el núcleo irreduc- lo que debe hacer.Este todavía-no de una realizact6naún in-
tible de la subjetividadconstituido por el (amor así>(Selbstliebe) determinadada a conocer que un ser,cuyo interésmás.íntimo
o el <amor propio > (Eigenlíebe).33 es un deber, es fundamentalmente finitoo.3aAquí, a través de
Esta reducción del sujeto a la presencia,por parte de la ley, Kant, Heidegger no quiere decir simplemente que la inalcan-
por un lado,impide el cumpiimiento, Pero,por otro, señalauna zabilidad de un deber determrne una situación de finitud, sino
forma invertida -impolítica- de comunidad. Justamentela de que la finitud coincide en última instanciacon esedeber.Que
no se puede ser finito en el sentido impositivo de que se debe

32.Kant,I., La religíónen loslímitesde la tneratazón, op.cit.,pág'75'


33. Kanr, 1., Crítica de la razónpráctica,Madrid, Alianza, 2002, págs.83 y 34. Heidegger, M., Kant y el problemade la metafisíca,México, FCE, 1974,
sigs. pág.181.

38 39
1. La lev de la comunidad
Comunidad, inmunidad y biopoiítica

lados: eliminada, sino que también haga falta <decidirse>por ella en


serlo.Es necesariocontemplar la cuestión desde ambos
que esta manera, defectiva,del <hacersecargo) o (tomar cuidado>.
se es finito porque no se puede agotar la ley: la ley es algo
desde otro Es por ello por lo que la <llamada>no aftrrna nada, sino que,
continuamente trasciende.Pero esta trascendencia,
más bien, habla a la manera del silencio.Es cierto que también
punto de vista,no es otra cosa que el límite de nuestraposibi-
y,por estaraz6n, el indicador y la medida en Kant, como ya se ha visto, la ley no prescribe nada, sino su
.ii¿r¿ de agotarla ley
inderogable categoricidad.Pero estosucedesiempre de un n¡.odo
de nuestrapropia finitud.
La ley, en suma, proviene de un algo-otro que' sin embar- prescriptivo:hay algo que quedaprescrito.En Heidegger,junto
pero con la prescripción,cae alavez todo impulso hacialarealización
go, es parte de nosotros.Que nos constituye <sujetos>,
y -la fosa de lo trrealtzable.En suma, mientras que en Kant es
,ato prra la ley misma. Se trata de todo aquello que en ser
de todavíaposible -e incluso necesario- hablar de una étíca,aunque
tiempose expresaen la fórmula de que <la llamada procede
ha sea<finita)),en Heidegger la finitud esla única declinación de la
-í,; sin embargo,de más allá de mír.3sAquí Heidegger ya
kantiano a ética, en el sentido radical de aquello que señalael nfino.
tomado una vía que, llevando el trascendentalismo
léxico El hiato se hace plenamentevisible en relación con la cues-
sus consecuenciasextremas,termina por traducirlo a un
cambio tión de la comunidad. Se ha visto cómo su constitución es el
diGrente -el de la analíticaexistencial.Peseal evidente
a objetivo más intrínseco del kantismo -aunque destinadoa una
de marco conceptualy ünguístico,1o que Permanececomún
respecto inevitable derrota. La comunidad es,al mismo tiempo, aquello
ambos filósofoses,en primer lugar,el carácterde la culpa
hacia 1o que todos los esfuerzosde ios hombres dignos de tal
a la definición del bien y del mal morales.No es una elección
-en la culpa no se nombre se dirigen y aquello que, dadala natural insociabilidad,
rnalvadaio que determin ala caidaen la culpa
si esde ella de donde seprocede-, sino que,por el contra-
((cae)), no podrán nunca realizar del todo. En el marco categorial
kantiano el motivo de tal contradicción se relaciona con el
rio,la caidahaceposible Ia elección.En segundo lugar,tenemos
la necesidadde que tal culpabili dad (Schuldigsein) tenga ((cura)) hecho de que, como también sucedíaen Rousseau,tampoco
-que es lo mismo, visto que el <cuidado>o la ((cura)) (Sorge)no Kant puede obtener un éxito en la formación de comunidad
tal, es culpable>'36 a partir de una antropología de carácter individual. Es verdad
significa otra cosasino que <el ser-ahí,corno
Ahora bien, mientrasque paraKant el <hacersecargo))o
<cuidar> gue, respecto al naturalismo de Rousseau,Kant lleva a cabo
(destinado al una deconstrucción tan radical del origen natural que.llega al
la culpabilidad originaria consisteen el propósito
de punto de excluir toda cualificación afrrmativa.Y,sin embargo,
fracaso) de realizar determinados valores o la observancia
decir nada permanece,aunque negativamente,dentro de un horizonte de
determinadas normas, para Fleidegger no quiere
tipo antropológico. De hecho, esprecisamenteestanegatividad
más que el simple reconocimiento de la nulidad de fundamento'
de -la insociabilidad, en términos psicológicos- lo que bloquea
De esto se deriva -o esto mismo se deriva de'e110-el hecho
ser la ley de la comunidad universal, impidiendo Ia reahzación.
que no sólo,como ya sucedíaen Kant, la culpa no pueda
En Heidegger la cuestión se plantea de manera muy diferente.
También en él la comunidad,al menostal como la entiendeKant
35. Heidegger,M., Sety tiempo,Madrid,Trotta, 2003'pág'294' -la ética universalista- no resulta reahzable.Pero aquello que
3 6 . I b ¡ d . , P á g s3.0 1- 3 0 6 .

40 41
Comunidad, inmunidad y biopolítica 1. La lev de la comunidad

en el kantismo se plantea en términos de proyecto inalcanzable, otros.El mundo del Daseines un mundoen común-Mitwelt.EI
en Heidegger asume eI caricter de un destino.Es este paso el estar-enesun co-estarcon los otros.El ser-en-sí-intramundano
que excluye toda semánticaética: la derrota no es tal sobre la de éstosesla coexístencia-Mitdasein.rr3s
Esto vale hastacuando el
base de un intento fallido, sino que se trata de la única situa- otro no estápresenteo esconocido, desdeel momento en el que
.ción a partir de la cual se da la experiencia.Por eso,se elimina el estarsolo -la condición trascendentaldel hombre originario
con rigor toda hipótesisde <caída>. El ser-ahíno puede (caer)), de Rousseau- es una figura úrnicamentedefinible en nega[.ivo,
porque <ha desertadosiempre de sí mismo en cuanto poder- a partir de lo común. Atención: de esto no debe deducirse en
ser-sí-mismo propio y ha caído en el mundo3Ten un rnodo en modo alguno que la comunidad seaalgo cumplido, que seain-
que se puede decir que (cae de sí mismo y a sí mismo>. Si es manente a sí rnisma,coincidente con su propio seqtido -como
así,esto significa que la caídaconstituye el origen mismo del el mismo Heidegger llegó a pensar,no sólo en la primera década
ser ahí.Y que todos los autoresque, a partir de Rousseau,han de los treinta, sino ya en S¿ry tíempo,cuando estuvo tentado de
buscado-inútilmente- fundar la comunidad reconstituyendo las ubicarla históricamente en la <comunidad de destino>de un
condicioneslógicasoriginarias,no fallan porque lascondiciones pueblo determinado.3e Al contrario, como ya se ha dicho, no
requeridas desaparezcansiempre en un remolino entrópico, es sólo que la comunidad siempre se dé de manera defectiva:es
sino porque no son otra cosa que ese vórtice. Esto significa que no es más que comurudad del defecto.Aquelio que se tiene
que la comunidad no esrealizable-si se quiere todavíausar esta en comúD -o, mejor dicho, que nos constituyeen cuanto ser-en-
terminología inadecuada- sólo porque ya está desde siempre común, ser-ahí-con,esprecisamenteesedefecto,esatnalcanza-
realtzada,en el sentido de aquel <defecto>mismo, considerado bilidad, esadeuda.En otras palabras,nuestrafinitud mortal. En
como su carácter originario de destino.Desde este punto de consecuencia,lo importante no es tanto que la relación con
vista, cualquier esfuerzo de alcanzarun fin no es menos inútil los otros se piense bajo la forma del ser-para-la-muerte,sino el
que el de reencontrarun origen.La comunidad no estáni antes modo concreto que asume:la forma del recíproco<cuidado>. Es
ni despuésde la sociedad.No es ni aquello que la sociedadha estecuidado,y no el interés,lo que se encuentraen la basede la
destruido-según una lectura nostálgicaa.lamanera deTónnies- comunidad.La comunidad estádeterminadapor este cuidado,
ni el objetivo que ésta debe plantearse-a la manera, utópica, así como éstepor aquélla.No podría haber lo uno sin lo otro:
de matriz rnarxrana.Tampoco es el resultado de un pacto, de <cuidado-en-común>.Ahorabien -y aquí estála novedadde la
una voluntad o de una simple exigencia compartida por los analíticaheideggerianarespectoa todos susprecedentes-,esto
individuos.Y nlenos el lugar arcaico del que proceden y que quiere decir que la tarea de la comunidad -asumiendo, y no
han abandonado.Por una razón bien simple: los individuos en simplemente concediendo, que haya una- no es la de liberarse
cuanto tales-fuera de su ser-en-un-mundo-común-con-otros- no del cuidado,sino, por el contrario, la de custodiarlo como 1o
existen.<Envirtud de esteestar-en-el-mundodeterminadopor único que la hace posible.Esta especificaciónse hace cargo de
el"con", el rnundo esdesdesiempreel que yo comparto con los
38.Ibid.,pág.
t44.
pá9.198.
37.Ihid., 39.lbid.,
págs.458
y sigs.

42 43
Comunidad, inmunidad y biopolítica

la distinción heideggerianaentre dos modalidadesdiferentes-y


opuestas-de realizarel <cuidadooy el hacersecargo de que el
otro estáahí:por un lado,la de reemplazarlo,tomar su lugar,para
quitarle su cuidadoouy,por otro,la de instarlo a é1.Liberarlo, no
. del cuidad.o,sino al cutdado,su cuidado (Fürsorge). <Estasolicitud,
que esencialmenteatañeal cuidado en sentido propio, esdecir,a
la existenciadel otro, y no a una cosade la que él seocupe,ayuda
al otro a hacersetransparente ensu cuidadoy libreparaéI.,)41 Esto
Capítulo 2
significa que la figura del Otro coincide en último término con Melancolía y comunidad
la de la comunidad. Pero no en el sentido obvio de que cada
uno de nosotrostiene que ver con el otro, sino másbien en el de
que el otro nos constituye desdeel fondo d.enosotrosmismos.
No que comunicamos con el otro, sino que somosel otro. No 1. ¿Qué relación se da entre esrosdos términos?
¿Hay algo de
somos nada más que el otro -como dijo una vez Rimbaud. O esencialmente(común> en la melancolía? la melancolía
¿Es algo
somos extraños a nosotros mismos, como tanto se ha repetido. que tiene que ver con la forma misma de la comunidad?
La
Ér. .r el problema:¿cómo traducir estaformula a la realidadde respuestaque la literaturasobreia melancolíaha dado a estas
pre*
nuestrasubjetividad?¿Cómo (con-vencer) a nuestraobstinada guntasha sido fundarnentalmentenegativa.ya seaen la ...p.iór,
identidad? Una vez más,la comunidad nos plantea de nuevo patológica de enfermedad del cuerpo y del espíritu o y.
,.. .r,
su enigma:es imposible y es necesaria.Necesariae imposible. la acepciónpositivacomo excepcionalidadgenial,lamelancolía
Todavía estamoslejos de haberlo pensadoa fondo. se ha situado generalmente en un ámbito individual,
no sólo
diferente del de la comunidad, sino contrapuesto a é1.puede
decirse que para una gran parre de la tradición interpretativa
-sobre todo de derivación
sociológica- el hombre melancólico
ha sido definido precisamentepor esmconrraposicióncon la vida
en común, por su serjustamente no cornú,n:enfermo,
anormal,
genial pero, en todo caso,y precisamentepor ello, fuera
de la
comunidad,cuando no directamentecontra ésta.En todo
caso.
más similar a una bestiao a un dios -según la clásicadefinición
aristotélica- que al hombre en su generalidad.,a la generalidad
común de los hombres.A basede ser difundida, repetida,
mul-
tiplicada en una infinita variedad de tipologías y de
casos,así
4 0 . I b i d . , p á g . 1. , 4 7 como de extendersea un número creciente de individuos,
la
41,.Ibid. melancolíasiempreseha entendido y rratadocomo un fenóme_

44
45
Comunidad, inmunidad y biopolítica 2. Melancolía v comunidad

no individual: sólo el individuo -o los individuos- pueden ser contingente o un sirnple contenido de la comunidad, sino algo
melancólicos,no la sociedaden cuanto tal, desdeel momento que la concierne mucho másintúnsecamentehastaconstituir su
en el que uno de los caracterescentralesde la melancolíaes forma misma. No como algo que la comunidad contiene entre
precisamenteel caráctera-social,el aislamientoy el rechazode otrasactitudes,movimientos o posibilidades,sino algo en 1ocual
la vida colectiva.lJnavida colectivaque,a su vez,en su sentido ella misma está contenida y determinada o, más precisamente,
operativo y productivo,por su orientación hacia el orden y la <decidida>: algo que corta y separaala comunidad respectoa sí
racionalidad,se interpreta como aquello que no tolera en su misma. Como una falla o una herida en la que la comunidad iro
interior la melaucolía,hasta el punto de tener que liberarse experimenta una condición temporal o parcial, sino su modo
de la misma mediante la expulsión, la represión o la absorción único de ser.Y a la vez, de no ser.Ser precisamenteen la forma
terapéutica.Lo que permanece es esteesquemade oposición: de su ((no serl>.Aquello que debe ser,pero que justamente no
en forma de una recíproca puede ser -ser que sólo es en una modalidad defectiva,negativa,
melancolíay comunidad son pensadas
repelencia.Donde estála una no puede existir la otra. Ambas cíncava.En la modalidad de la ausenciade sí misma que Lacan
son, no sólo de hecho sino conceptualmente,incompatibles. ha definido como <faltade ser>o (pura falta>.
Pero ¿esestoverdaderamenteasí?¿Escierto que la melanco- Aquí pues, en este desfondamiento de principio, en esta
lía estáconfinada al exterior de la comunidad o, como máximo, dislocación desdesu mismo inicio, se encuentra la melancolía:
a suspuntos ciegos,en laszonasimproductivase irracionalesque no un desfondamiento en la comunidad ni de la comunidad,
lleva dentro, como si fueran residuosque de vez en cuando son sino comocomunidad: como hiato originario que separala exis-
expulsadoso se conquistarra la plenitud de la vida colectiva? tencia de la comunidad de su propia esencia.Como el lírnite
La gran filosofia moderna -como también la gran tradición infranqueablesobre el cual la comunidad misma viene y va sin
iconológica y literaria- ha refutado estalectura simplificaday poder traspasarlo. O como la Cosa -la choseo dasDíng- que no
superficial,consiguiendo transformar el presupuestode partida es posiblerealizarporque estáhecha de naday de la cual no es
en una imagen mucho más problemática. En una figura ella posible apropiarseporque estáconstituida por la expropiación
misma melancólica,replegadaautocríticamentesobresí,demos- misma. ¿Qué otra cosa es lo <común>sino la falta de <propio>,
trando que la melancolía no es,ni puede ser,un simple objeto esto es,1o no propio y lo inapropiable?Precisamenteéste es el
de análisis,sino algo -una potencia, un imán, un abismo- que significado que etimológicamente se inscribe en el munus, del
tiende irresistiblementea capturar y absorber al sujeto rnismo cual deriva la communitas y que lleva dentro como su propio no
que analrza.Así,la propia filosofia siempre ha comprendido pertenecerse.Como no pertenenciao impropiedad de todos
no sólo eI carácter(común> de la melancolía a través de un los miembros que la forman en una recíproca modificación,
trazadointerpretativo,hoy bien conocido, que va desdelos Pa- que es el cambio propio de la comunidad misma:su ser siempre
dres de la Iglesiaa Heidegger,sino también -y esto es aún más otra de aquello que quiere ser,su no poder consistir en tal, su
importante- el carácteroriginariamente melancólico,dividido, imposibilidad de hacerseobra común sin destruirse.He aquí el
fracturado,de la misma comunidad. Ha comprendido siempre sentido y Ia raiz de nuestracomún melancolía.Si la comunidad
que la melancolíano esuna enfermedadocasional,un carácter no es más que la relación -el (con)) o el <entre))-que vincula

46 47
Comunidad, inmunidad y biopolítica 2. Melancolía y comunidad

sujetos,esto signtftca que no puede ser a su vez un sujeto, ni melancólico de la comunidad, no haría faltaesperara la Filosofia
individual ni colectivo.Qn. no es un (ente>,sino precisamente Moderna. ¿A qué,si no, se refieren todaslas narracionessobre
un no-ente, una nada que precede y corta todo sujeto sustra- el delito fundador -desde Caín a Rómulo- sino justamente al
yéndolo de la identidad consigo mismo, confinándolo a una delinquere(en el sentido latino de <carencia>)del que nace la
alteridad irreductible. sociedady que se acarreainevitablemente?¿Qué otra cosasig-
Desde este punto de vista, que no se limita a explorar el nifican, una vez despojadosde su significadomítico de sacrificio
encuentro,sino que interroga la encrucSadaaporéticaentre co- victimario, el trauma,la falla,el hueco horadado desdeel ori$en
munidad y melancolía, se rechaza toda (actl. analogía entre com- en ei cuerpo mismo de la comunidad?Quien, sin embargo,eleva
munítasy respublica.La comunidad no es rtna resy aún menos la al nivel de teoría lo que en la mitología clásicaes todavía una
R¿s.No es la Cosa,sino su falta.El hueco del que nuestro cum tonalidad melancólica es Thomas Hobbes -en la medida en
surge y hacra el que tiende continuamente a deslizarse.Si no que traduce el delinquere de los mitos fundadoresen la forma,
se comprende este nexo constitutivo, instituyente,entre cosay terriblemente literal, de un delito genérico que habría en el
nada-que la melancolía a un tiempo sufrey custodia-, se corre inicio de la comunidad humana. Incluso más que en aquellas
el riesgo de conservaruna imagen reductora y simplificada de páginas específicamentededicadasa la melancolia -madness,
la comunidad. O peor aún: de forzar el accesoa la misma hasta dejectíon,
grief pero también explícitamente melancholy, talcomo
hacerlaestallaro implosionar con efectoscatastróficos.He aquí esdefinida en el ltuiatán- esen el presupuestode la matabilidad
1o que la melan colia desdesiempre enseña:que el límite no es generaltzada,como forma originaria de la relación interhumana,
eliminable. Que la Cosa no es enteramente apropiable.Que donde se retrata el carácterestructuralmentemelancólico de la
la comunidad no esidentificable consigo misma -ni totalmente teoría política hobbesiana.ParaHobbes,la melancolíano essólo
consigo misma ni consigo misma como un todo- si no es de una de las pasionesdestructivasque, una vez privada de freno,
forma totalitaria.Y ¿qué es el totalitarismo de estesiglo sino ia conduce a los hombres a la guerra. Es esto mismo lo que la
ilusión, la furiosa ilusión, de identificár la comunidad consigo define, más que como una pasión individual, como una enfer-
misma y así cumplirla? La tentación fantasmáticade abolir el medad delpolítícalbody,del cuerpo político en su totalidad.Anre
límite, de rellenar Ia falta, de cerrar la herida. La suposición una consideraciónmás profunda, se revela como la estructura
criminal de que se puede poner a salvo definitivamente a la misma de una existencia social enteramente encerrada en el
comunidad de su melancolía.De que se la puede inmunizar de intercambio político entre dos miedos -el de cada uno en su
la enfermedadmelancólica destruyendolos gérmenesportadores enfrentamiento con los otros y el que debe infligir el Estado
-a menudo en la carne del pueblo melancólico por excelencia- mismo p^ra impedir la propagación destructivade lo anterior.
sin comprender que intentar iiberar la cosade su nada significa Lo que, en cierto modo, se configura es una doble melancolía
aniquilar la cosamisma. o un replegarsede 1amelancolíasobresí misma -melancolía de
la causay del remedio, del estadonatural y del estadocivil, de la
2. Si se comprendiera desde el principio el nudo originario violencia originaria y de la derivadade ésta.No espor casualidad
entre 1a cosa común y la nada, el carácterconstitutivamente que el orden político -la institución del Estado- se funde sobre

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Comunidad, inmunidad y biopolítica 2. Melancolía y comunidad

una renuncia por parte de los súbditosa todo poder, a favor de representala célebreimagen del ltuiatán, compuestade muchas
aquel que, para defenderles,está autorizado por ellos a darles pequeñasfigurasencajadas unascon otrassino la incorporación
incluso la muerte. recíprocadel padre muerto en los hijos y de los hijos en el padre
El carácterno sólo melancólico sino, además,luctuoso, de muerto?Y ¿no era precisamenteéstala esenciamásoscurade la
tal concesión encuentra su verificación más patente en el mito melancolía figurada en Sarurno que devora a suspropios hijos,
que en el Tótemy tabúde Freud parecerecorrer detalladamente antesde ser a su vez devoradopor ellos? .
la lógica sacrificialdel paradigrnahobbesiano:no sólo el acto Se puede decir que todo el gran pensamienrosobre la
constitutivo de Ia comunidad quedaretratadoen el asesinatodel política lleva denrro de sí esra imagen de culpa y perdición,
padre por parte de los hijos,sino que también estoessancionado incluidos aquellospensadoresque más abiertamentehan refu-
por una doble renuncia necesariapara el establecimientodel tado la lógica sacrificialhobbesiana,empezandopor Rousseau.
orden civil -renuncia a los bienes a causade los cualeslos her- Es cierto que en Hobbes rodo cambia en cuanto a intenciones
manos habían matado al padre y renuncia a su identidad misma y logros, pero no se modifica el presupuestode fondo de que
producida por la incorporación del padre muerto y la identi- la política permanece marcadapor una culpa originarir. po,
ficación con su figura. Aquí la caractertzacíín melancólica de un defecto,una deuda,una herida que aquélla no podrá nunca
los <muchos>-los hermanosasesinos, a menudo optimistamente sanarhistóricamente,porque la historia misma es su portado-
interpretadoscomo los ciudadanoslibresde la democracia- asu- ra, en la medida en que se distanciadc su propio origen no
me con frecuenciasu forma más radical:los sujetosde la política histórico. Respecto al modelo sacrificial hobbesiano,aquí la
moderna pueden constituirse en cuanto tales sólo asumiendo melancolía,la enfermedad de los <muchosr,no concierne al
el lugar del antiguo soberano que han matado.Pero, devoran- carácterdividido del origen, sino más bien al distanciamiento
do su cuerpo, incorporan la misma muerte. Pueden asumir el irreversible que parte de la misma. De ahí la melancolía del
poder sólo muriendo ellos mismos como sujetos,sujetándose hombre rousseauniano,separadode su propio presupuestoy en
a la muerte. FIe aquí el verdadero motivo del sentimiento de contradicción con él -como aquel que no puede ser aqueilo
culpa que acarrean:no sólo el asesinato,delpadre sino también que debe ser.La melancolíade una existenciaque ha perdido
la asunción interiortzada de su muerte. Esta es la forma extrema su propia esenciay de una esenciaque no encuentranrodo de
de la melancolíapolítica:primero, sacrificiodel padrey,luego,de hacerseexistencia.En Rousseau,la fractura de la melancolía
los hermanos al padre sacrificado.Doble sacrificio,sacrificio al recorta completamenteel horizonte de la historia. La historia
cuadrado.Sangre e inhibición -inhibición y sangre.Nosotros misma se configura como la base ininterrumpida de la me-
-declaran los hermanos- somosel Soberano,laComunidad, el lancolía-La comunidad no es ya la comunidad hobbesianadel
Estado.Pero 1o somos en tanto pertenecemosdesdesiempre y delito, sino algo sustraídoa cualquier posible realización.Aquí
para siemprea la muerte que hemos dado y que hemos comido. se encuentra su irremediable melancolía: no es definible sino
Somos aquello que no hemos sido nunca y que no podremos sobre la basede la carenciade la que deriva y que la connota
ser:sonos aquello que creíamoshaber expulsado para siempre conlo ausencia,o defecto,de comunidad. No resultainterpre_
y que para siempre retorna dentro de nosotros.¿Quéotra cosa table sino en razón de este imposible,de aquello que no es y

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Comunidad, inmunidad y biopolítica 2. Melancolía v comunidad

que nunca podrá ser,tal como la naturalezano es reconocible una lectura menos melancólica de la comunidad, sino hacia una
sino en su necesariadesnaturaltzación,en el cono de sombra interpretact6n más articuladay abierta de la melancolia-,habrá
que su contrario proyecta sobre ella.Todala obra de Rousseau que esperara Kant. Es con é1,en la filosofiamoderna, como se
-incluidos sustextos autobiográficos,que marcan la cumbre de inicia una rotación sobre sí mismo del concepto de melancolía,
la literatura melancólicade todo tiempo- se puede leer como cuyosefectosnos son ahorasobradamenteconocidos;unaonda
atormentadanostalgtafrentea la comunidad ausente.Tambiénla en cuyo alcance aún nos encontramos, aunque ignoramo.sel
continua proclamación -sobre todo en los últimos escritos- de lugar del que procede.Y no porque en Kant no resuenetodavía
la propia soledady el calco negativo de una absolutanecesidad una nota trágrca,cavernosa,triste, de origen piadoso luterano,
de compartir. Jean-Jacquesestá solo porque no hay verdadera relativaal carácterirremediablemente defectuosode la naturaleza
comunidad,porque todaslascomunidadesexistentesconstituyen humana -Iametáfora del <leño torcidor que ninguna ley racional
su negación más directa. Su propia escritura asume el carácter podrá enderezar.tmpoco porque falte en su obra un léxico
melancólico de <soledadpara los otros,>.Se trata, de un modo de la <culpa>y del <mal radical>como elemento siniestramente
extremadamenteparadójico, de la comunicación de la propia característicode toda la esferade la acción y dei ser mismo del
imposibilidad de comunicar. La reivindicación, insatisfecha,de ser humano. En este aspecto,la posición de Kant es aún más
un <lugar común>, que sólo se advierte en su retirada -en su desesperada que la de Rousseau,porquecarecede toda mitología
absolutafragilidad:<Loshombres no son naturalmente ni reyes, positiva del origen natural:la filosofia kantianano prescribenin-
ni grandes,ni cortesanos,ni ricos;todos han nacido desnudosy gún retorno al origen natural del hombre, porque éstecontiene
a los
pobres,todos sujetosa las miseriasde la vida, a los pesares, un germen radicalmente negativo.Es por ello por lo que en el
males,a lasnecesidades,a los doloresde toda clase;en fin, todos hombre de Kant no hay ningún sueño de reapropiación de la
estamoscondenadosa morir. He aquí 1o que esverdaderamente propia esencia-como todavíahabía en Rousseauy como, por
el hombre, he aquí de 1o que ningún mortal estáexento)).1 momentos, habrá en Marx: esaesenciaestádesde el principio
marcadapor un rasgo que la desfigurade manera irremediable.
3.Ya en este paso,sin embargo,se advierte algo, un tono, un Desde escepunto de vista,no se puede decir -como en Rous-
acento,que viene aforzar el marco radicalmentenegativodentro seau- que el origen natural sea una caída en la historia, sino
del que seha definido hastaahora la relación entre comunidad y más bien que la historia estácaída,precipitada,en la hendidura
melancolía.Es verdadque la comunidad estáde sí sustraídaa toda del origen. En el origen del hombre, para Kant, ya hay aquella
posibilidad de cumplimiento. Q.t. no se da sino en la forma de libertad que lleva implícita la posibilidad del mal.
la carenciay del defecto.Pero,al mismo tiempo, esedefecto,ese Sin embargo -y aquí se encuentra el eje de rotación del
lírnite,estambién percibido como aquelloque une a los hombres discursokantiano, destinadoa reconvertir también en térmi-
en un destino común: precisamenteel de su finitud mortal. En nos afirmativos su definición de la melancolía-, si la libertad
realidad,para que estetránsito conceptual se cumpla -no hacia lleva dentro la posibilidad del mal, esto significa, asimismo,
que la posibilidad del mal está siempre suspendidade un acto
Emilío,op.cit.,pág.326.
1. Rousseau,J.-J., de libertad,que puede transformarseen bien. De hecho, Kant

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Con.runidad,inmunidad y biopolítica 2. Melancolía y comunidad

víncula la esenciade la melancolía a la libertad -a su carácter nitas es la ley que prohíbe el perGcto cumplimiento. Pero,ral
profundamente antinómico. Como se sabe,Kant se concentra vez, es al mismo tiempo el primero en saberque ese munuses
en el temperamento melancólico sobretodo en el ensayosobre también un don. Q... eseimposible, recordando a los hombres
lo bello y lo sublime: allí la melancolía es vinculada de modo su finitud, les dota también de la liberrad de elección que ésta
particular a aquello que Kant entiende por sublime, es decir, comporta como su necesarioopuesto.
aquel afecto que nace de la sensaciónde inadecuaciónen la tarea ,...
de la imaginación de adecuarsea la idea. Se encuentraligada 4.En el final de esterecorrido y, por tanto, al principio de un
al impulso que, aspirandoa lo ilimitado, hace la experienciade nuevo pensamientosobre la melancolía,no ya el de una me-
la infranqueabilidad del límite. Al igual que lo sublime,la me- lancolía del pensamiento,sino uno que deja al penqamientola
lancolía esla experienciatraumáticadel límite: de la tendencia fuerzay el coraje de desmarcarsede toda tonalidad rnelancólica,
a traspasarloy de la irnposibilidad de hacerlo. Esta dialéctica al cabo,en fin, de esteitinerario abierto por Kant, estáHeidegger.
melancólica tiene que ver con la naturalezamrsma de la ley En éi escomo si toda la historia filosófica,literariae iconológica
kantiana,caractertzadaporuna constitutiva antinomia. La ley -el de la melancolía encontraseuna estaciónfinal de condensación
imperativo categórico- no puede ser nunca realtzada.No sólo y superación.Como si esahistoria se intensificasehastala in-
por la irresistible tendencia del hombre a infringirla, sino, más candescencia y la combustión -hasta consumirsey asumir una
profundamente, porque no prescribe otra cosa que su propio nueva forma. Ya en Sery tiempo Heidegger considera ambas
carácterde deber, ningún contenido más allá de la obligación declinacionesde la melancolía -aquella negativade Ia trístitiay
formal de la obediencia.Por eso,el imperativo categóricono es aquellapositivade la conscienciaprofunda de la finitud-, situan-
sólo incumplible, sino lo Incumplible núsmo. Prescribeaquello do la primera en la esferade lo inauténtico,lo impropio,y ala
que adquiere un estatutode permanenteincumplimiento. De segundaen la de la existenciaauténticay propia.Mientras, en el
ahí la melancolíadel suJetokantiano,pero también la conscien- primer caso,la melancolía (Schwermut) es la actitud consistente
cia que ésta1e proporciona de los propios límites. Es por este en pasarde un deseoa otro sin satisfacerninguno, sufriendo así
motivo -concluye Kant- por lo que la melancolía se asimila a el propio límite como obstáculo y vínculo, en el segundo tiene
una virtud que va nucho más allá del genérico sentido aristo- más bien que ver con la angustia(Angst),vinculada,no a la de-
télico y ficiniano que la vincula con la genialidad:la melancolía presión,sino a la <paz>e incluso al <gozo>de asumir el límite,la
es,para Kant, una virtud, porque, arrancando al hombre toda finitud, como nuestracondición más propia.
autovaloración indebida, le procura aquella conscienciamoral Pero lo rnásirnportante,lo que seva haciendo cadavez más
que acompañasu libertad.Golpeándoseconstantementecontra claro a partir del llamado giro heideggerianode los añostreinra,
su propio límite insuperable,sólo el hombre melancólico es el es que estadoble fenomenología de la melancolía no representa
que comprende que el único modo de realizar la carencia es dos posibilidades diferentes y opuestasde la experiencia hu-
mantenerlacomo tal. Que la Cosa esinseparablede la nada.Qne mana, sino más bien dos carasque siempre van unidas -la del
lo Real -<1acosaen sí>- esinapropiable.Sabeque la comunidad momento de lo auténtico no es sino ia conscienciamadura de
en cuanto tal no es realizable,que el munusde nuestracommu- nuestrainautenticidad originaria, asícomo 1opropio consisteen

54 55
Comunidad, inmunidad y biopolítica 2. Melancolía v comunidad

asumir conscientementeel carácterconstitutivamenteimpropio la conscienciade nuestraesencialimpropiedad;no tenemosuna


de nuestraexistencia.Por estaparte -que Heidegger,ciertamente, esenciadiferente a la de la simple existencia.Todoesto significa
no siempre pone en primer plano y que en más de una ocasión que la incompletitud,la finitud, no es el límite de la comunidad
distorsionay traiciona- es por donde la melancolía recibe una -como siempreha imaginado el retrato melancólico del pensa-
formulación diferente.No se entiende tanto como una actitud miento-,sino exactamentesu sentido.Por eso,Heidegger puede
genial o anormal, sino más bien como algo que tiene que ver escribir no solamenteque <el ser-soloes un modo defectuoso
con la forma misma del pensamiento: <Todo actuar creador del con-ser>,sino también que (es la relación más vinculanteri.
-escribirá Heidegger- está en la melancolía (Schwerm"t) Porque la comunidad no esalgo a lo que hayaque regresar,como
1...)
La filosofia, como acción creadora y esencialde la existencia quería Rousseau,o a lo que se deba aspirar,como deseabaKant,
humana,estáen la Grundstimmung de la melancolía>.2 ni tampoco algo que destruiro destruible,como p.rrrrt, Hobbes.
¿Cómo hay que entenderestaafirmación de Heidegger?¿En No es ni un origen ni un telos,ni un principio ni un final, ni un
qué sentido la melancolía se toca con la filosofia hastacoincidir presupuestoni un destino,sino la condición, a lavez singulary
con ella?Responder a estapregunta de manera adecuadatú.vez plural, de nuestra existenciafinita. Es aquí, en estaasunción del
significa haber atravesadoya -y, antes incluso, haber aferrado límite no como espacioliminar que padecero que romper, sino
en toda su extensión e intensidad- el margen sobre el cual nos como el único lugar común que nos esdestinado,como el munus
movemos.Signifrcariaestarya en la apertura que la clausuradei originario que nos hace comunidad, donde el pensarnientode
horizonte metafisico abre en susconfines externos.Significaría la melancolíatoca el punto más allá del cual todavíano sabemos
comprender el nuevo sentido liberado del agotamientode todo caminar.Pero a partir del cual al auténticonombre de <melanco-
signifi cado qu e nu estra civtlízacíón,incurablemente hermenéu- 1ío le corresponderáun significadorealmentediferentede todos
tica, ha presupuestosiemprey que ha impuesto a la originaria aquellosque hastaahora la tradición le ha asignado.
indeterminación del sentido.
Todo esto estáaún lejos de nuestrasposibilidades,vincula-
do a un tiempo todavía por venir.Y, sin embargo,1lzse puede
comenzar a decir algo de ello, a partir del borde más extremo
de la filosofia de Heidegger.Algo que, una vez rnás,tiene que
ver con la comunidad. Se trata de afirmar que la melancolía
puede coincidir con la esenciamisma del pensamiento,desdeel
momento en el que no es ninguna oposición entre auténtico e
inauténtico: nuestradimensión máspropia estáprecisamenteen

2. Heidegger, M., LosconceptosJundamentales


de la metafsica,Madrid,Alianza,
2007,pág.232.

56 57
1F-
I

Capítulo 3
Comunidad v nihilismo

1. ¿Qué relación hay entre estosdos términos?La respuestaque


se da a estapregunta desdelas diversasfilosofias de la comunidad
-y también desde una interpretación difusa del nihilismo- se
inclina haciauna radicalcontraposiciónentre ambos.Nihilismo
y comunidad no aparecenen una relación de simple alteridad,
sino de choque frontal, que no admite puntos de contacto ni
zonasde superposición.Se excluyen recíprocamente:donde está
-o cuando está- el nihilismo no estála comunidad, y viceversa.
Se sitúe la oposición sobre el plano sincrónico o en una trayec-
toria diacrónica,lo decisivoesla neta alternativaque seestablece
entre dos polos que parecenasumir sentido a partir de su mutua
irreductibilidad. El nihilismo -en su sentido más frecuente de
artificialidad,anomia o faltade sentido- sepercibe como aquello
que ha hecho imposible, o incluso impensable,la comunidad,
mientras que la comunidad se autointerpreta desde s.iempre
como aquello que resiste,contiene y se enfrenta a la deriva ni-
hilista.Éste es,en síntesis,el papel conferido a la comunidad por
lasconcepcionescomunales,comunitariasy comunicativas,que,
desdehace más de un siglo,identifican en ella el único refugio
ante la potencia devastadorade la nada que hoy campea por la
sociedadmoderna.Lo que cambiarespectoa tal escenarioes el
orden de la sucesiónque en cadaocasión se atribuye a ambos
términos, pero no el propio caricter dicotómico de los mismos.
-'f.
r

Comunidad, inmunidad y biopolítica 3.Comunidad


v nihilismo

Si FerdinandTónniessituabala comunidad antesque la sociedad configuración de eseenfrentamiento entre la ocosa,y la <nada>


-según una genealogíaque despuésse han apropiado todas las que funciona como presupuestode toda la tradición que estamos
filosofias de la decadencia,de la traición o de la pérdida que, examinando:contra la explosión -o la implosión- de la nada,la
tanto en la derecha como en la izquierda, han nacido con el comunidad sujetala realidadde la cosa.De estemodo, esla cosa
siglo xX-, los actualesneocomunitaristasde ultramar invierten nrisma lo que se opone a su propio anonadamienco.
la temporalidad de estadicotomía sin discutir,no obstante,el
planteamientode fondo. Se supone que la comunidad,o, me- 2. Pero ¿setrata de un presupuestoaceptableo bien de algo
jor dicho, las comunidadesparticularesen las que se fractura el proclivea bloquear un pensamientode la comunidad a la altura
arquetipotónniesiano,sucederína la sociedadmoderna en una de nuestro tiempo, un tiempo que esjustamente el del nihilismo
fase marcada por la crisis del paradigma estataly la extensión cumplido? Si asumimosestapostura,nos encontraremosinevita-
del conflicto multicultural. En este caso,la comunidad no se blemente forzadosa la elección entre dos hipótesisinaceptables
entiende ya como un fenómeno residualrespectoa las formas por igual: o negar la actitud constitutivamente nihilista de la
socioculturalesheredadasde la modernidad, sino más bien épocapresenteo excluir la cuestión de la comunidad de nuestro
como una réplica ala insuficienciade su modelo individualista- horizonte de debate.Para hablar de comunidad en términos
universalista:esla misma sociedadde los individuos, destructora no simplenente nostálgicos,quedanala vía de circunscribir el
de la antigua comunidad orgánica,ia que genera hoy nuevas nihilismo a un aspecto,o a un momento particular,de nuestra
formas comunitariascomo reacciónpóstumaa la propia entropía experiencia.Considerarloun fenómeno (por concluip, destina-
interna.Vuelve a configurarse aquí la exclusión recíproca con do en un cierto punto a disolverseo, por lo menos,a retroceder.
el nihilismo: la comunidad avanzao retrocede,se expande o se O también entenderlo como una enfermedad que ha invadido
contrae,según el espaciotodavía no <colonizado>por aquél. sólo determinados órganos de un cuerpo por lo demás sano.
Cuando Habermas contrapone una racionalidadcomunicativa Ahora bien, semejanterazonamiento reductor contradice todas
a una racionalidad estratégica,permanece en el interior del las evidencias,que coinciden en indicar que el nihilismo no es
misrno paradigmainterpretativo,con una posterior acentuación un paréntesisni una coyuntura,sino más bien la tendenciade
del carácter defensivo:la <comunidad ilimitada de la comuni- fondo de la sociedadmoderna, una tendencia que ha llegado
cación>constituye al mismo tiempo el punto de resistenciay la hoy a su máxima expresión.¿Y entonces?El único modo de
reservade sentido respectoa la progresivainvasiónde la técnica. pensarla cuestión sin renunciar a ninguno de susdos términos
-o pasapor la necesidadde anudar en una única reflexión comuni-
Qr. se entienda como un a priori trascendental fáctico,al
estilode los másrudimentariosenfoquesneocomunitarios- no dad y nihilismo paralde estemodo, ver en el cumplimiento del
cambia el marco hermenéutico de fondo: también en este caso, nihilismo, no un obstáculo insuperable,sino la ocasiónpara un
la comunidad posible,cuando no real,se entiende como la línea nuevo pensamiento sobre la comunidad. Esto no quiere decir,
de separacióny el muro de contención respectoal avancedel obviamente,que comunidad y nihilismo resultenidentificables
nihilismo.Algo de contenido -una sustancia,una promesa,un o siquierasimétricos,que hayan de ser situadossobre el mismo
valor- que no se deja vaciar por el sumidero de la nada.Es otra plano o a lo largo de la misma trayectoria.Lo que significa,más

60 61
Comunidad,inmunidad y biopolítica 3. Comunidad y nihilismo

bien, esque se cruzan en un punto del que ninguno puede pres- que no se limita al <tener>,sino que implica y socavael mismo
cindir, porque es,de distinto modo, constitutivo de cadauno de <sersujetosr,asumiendo el discurso un pliegue que lo desplaza
ellos.Este punto -inadvertido, silenciado,reducido a cero por desdeel terreno más tradicional de la antropología o de la filoso-
las actualesfilosofiascomunitarias,pero también, en general, fia política a aquel,más radical,de la ontología. eue comunidad
por la tradición filosófico-política- puede ser señaladocomo se vincule no a un más sino a un menos de subjetividad quiere
la <nadao. Ese punto es lo que tienen en común comunidad y decir que sus rniembros no son ya idénticos a sí mismos, ¡ino
nihiiismo, en una forma que hastaahora ha sido ampliamente que estánconstitutivamente expuestosa una tendencia que les
desatendida. lleva aforzar suspropios confines individuales para asomarsea su
-aunque la
¿En qué sentido? Dejemos por ahora aparte <afuera>. Desde estepunto de vista,Querompe toda continuidad
retomaremos en breve-, la cuestión, que es todo antes que de lo <común>con 1o <propio>,vinculándolo másbien a lo im-
simple,de la relación de la nada con el nihilismo y quedémonos propio, vuelve al primer plano la figura del otro. Si el sujeto de
en la comunidad. Ya hemos visto que la comunidad es tradi- la comunidad no esya el <mismo>,seránecesariamente(otro)).
cionalmente contrapuestacomo lo nuestro y también hemos No otro sujeto,sino una cadenade transformacionesque no se
visto cómo su definición coincide con esta contraposición:la fija nunca en una nueva identidad.
comunidad permaneceasíno sólo como diferente e irreductible
a la nada,sino conlo coincidentecon su contrario másexplícito, 3. Ahora bien, si la comunidad es siemprede otros y nunca de
con un <todo>completamentelleno de sí mismo.Ahora bien, sí,estosignificaque su presenciaestáconstitutivamentehabitada
creo que éstees exactamenteel punto de vista no sólo que hay por una ausencia-de subjetividad,de identidad o de propiedad:
que problernatizar, sino que invertir: la comunidad no es el lu- significa que no esuna (cosa).O bien que es una cosadefinida
gar de la contraposición,sino de la superposiciónentre algo y precisamentepor su ((no)).LJna (no-cosa>.Pero ¿cómo hay que
nada.He tratado esteasunto a travésde un análisisetimológico entenderese<no>?¿Y cómo serelacionacon la cosaa la que está
y filosófico del término communítas a partir áel de munus, deI unido? Ciertarnente,no en el sentido de una pura negación.La
que aquél deriva.l La conch,rsiónha sido la distanciacategorialde nada-en-común no es el contrario del ente, sino más bien algo
estetérmino respectoa toda idea de propiedad colectivamente que le corresponde y le co-pertenece de manera mucho más
poseídapor un conjunto de individuos -o también respectoa intensa.Ahorabien, precisamenteno hay que errar en el s.entido
su pertenenciaa una identidad común. Aquello que, según el atribuido a estacorrespondenciao co-pertenencia.La nada de
valor original del concepto, comparten los miembros de la la communitas no debe interpretarsecomo aquello que todavía
communitas -el complejo, aunque cargadode sentido,significado no puede ser,como el momento negativo de una contradicción
de munu.r-es más bien una expropiación de la propia sustancia, destinadaa resolversedialécticamenreen la identidad de lo's
opuestos.Thmpoco ha de interpretarse como el ocultamiento
donde la cosase retiraporque no puede desvelarse en la plenitud
1. Esposito,k., Coftrrnwútas.
Originee destinodellacomunitá,Tuirn,Einaudi,
1998 [vers.cast.: Communitas.Origen y destinode la comunidad,Buenos Aires- de la pura presencia.De hecho, en todos estoscasosla nada de
Madrid, Amorrortu, 20031. la cosano permaneceríacomo tal, sino que se transform anaen

62 63
T
Comunidad, inmunidad y biopolítica y nihilismo
3.Comunidad

algo distinto, algo con lo cual la nada se relacionana en modo no como convergencia,como conversión,como con-fusión,sino
teleológico o en forma de presupuesto.Seúa su pasado o su más bien como divergencia,como disonancia,como difusión.
futuro, no su desnudo presente:aquello que ésta no es y que La dirección es siempre del interior hacia el afuera,nunca del
no es otra cosa que ella.La nada no es, en suma, la condición afueraal interior.La comunidad es la exteriortzaciín del inte-
o el resultadode la comunidad -el presupuestoque la libera a rior. Por eso -porque se opone a la idea de interiorización, o,
su <verdadera> posibilidad-, sino más bien su único modo de más aún, de internamiento-, el ínterde la comunidad no puede
ser.Dicho de otra manera:la comunidad no es inhibida, oscu- vincular más que desdela exterioridad o del <salirafuera>de lcis
recida o veladapor la nada,sino que está constituida por ella. sujetosque se asoman a su propio afuera.Este movimiento de
Esto significa simplemente que no es un ente, ni tampoco un descentramientoesreconocible en la idea misma de.<partición>
sujeto colectivo,ni un conjunto de sujetos.Es la relación que les -que se relaciona ala vez con (compartir>y con <partida>: la
hace no ser ya tales-sujetos individuales-, porque interrumpe comunidad no es nunca un lugar de llegada,sino siempre de
su identidad con una barra que les atraviesamodificándolos: el partida. Es así la partida misrna hacia 1o que no pertenece y
((ccrn),el <entre>,el umbral sobre el cual se entrecÍnzan,en un nunca podrá pertenecer.Porque la comunidad estábien lejos
contacto que les vincula a los otros en la medida en que los de producir efectosde comunión, de (poner en común>, de
separade sí mismos. intimidad. No abriga y no protege.Por el contrario, expone al
Se podría decir que la comunidad no es el inter del esse,sino sujeto al riesgo más extremo: el de perder,con la propia indivi-
el essecomo inter.No esuna relación que da forma al ser,sino el dualidad, los confines que le garantrzanser intangible frente al
sermismo como relación.La distinción esimportante porque es otro, que le impiden deslizarseen la nada de la cosa.
la que restituye de modo más evidente la superposición de ser
y nada:el ser de la comunidad y el hiato, el espaciamientoque 4. Es en relación con esanadacomo hay que plantearla cuestión
relacionaa los unos con los otros en una común no-pertenencia. del nihilismo, pero en una forma que comprenda,junto con esa
En una pérdida del carácterde propio que no llega a sumarse conexión, también la distinción de planos en la que se apoya.
nunca en un bien común: común es sólo la carencia;no 1apo- El nihilismo no es la expresión,sino la supresión de la nada-
sesión,ni la propiedad,ni la apropiación.Que el término munus en-común. Ciertamente,estotiene mucho que ver con la nada,
fuera entendido por los romanos sólo como el don que se hace aunque como su aniquilación. El nihilismo no es la nada de la
y nunca como el que serecibe -expresado específicamentecon cosa,sino de su nada.LJnanadaal cuadrado:la nadamultiplicada
el término donum- significa que está,por principio, privado de y deglutida al mismo tiempo por la nada.Esto significa que se
remuneración. Qr. la falla de sustanciasubjetiva que eso deter- dan,al menos,dos significadoso nivelesde la nada,que hay que
mina queda como tal -no es rellenable,sanableo cicatrizable comprender como distintosy, sin embargo,inscritosdentro de la
en modo alguno.Su aperturano puede ser cerradacon ninguna misma conexión. Así, mientras que el primero, como ya hemos
reparación,si quiere seguir siendo, efectivamente,compartida. visto, es aquel de la relación -el hueco o el espaciamientoque
Porque en el conceptode lo (com-partido>el<con, estáasociado hace del ser común no un ente sino una relación-, el segundo
justamente con la división.El lírnite al que alude esaquel que une,

64
65
3. Cornunidadv nihilismo
Comunidad, inmunidad y biopolítica

individuos y soberano y, de este modo, sobre la disociación


es,sin embargo,el de su disolución:la disolución de la relación
misma.Partiendo de la exigencia de proreger la cosade la nada
en el car^cterabsoluto de 1o sin-relación.
que parece amenazarla,Hobbes termina por aniquilar,con la
Si enfocamos de estemodo el absolutismo hobbesiano,los
nada,la cosa misma, para sacrificar a los interesesindividuales
pasajescorrespondientesa tal <solución>asumen una innegabie
no sólo el inter del esse,sino ranbién el essedel inter.Todaslas
claridad.No hay que entender,sin embar€to,que Hobbes inau-
respuestas modernas que en el curso del tiempo intentarán
gure el moderno nihilismo poiítico en el sentidocorriente de que
proporcionarsolución al <problemahobbesianodel orden,>--ya
odescubra> la falta de sustanciade un mundo liberado del vínculo
seade forma decisionista,funcionalistao sistémica-corren el
metafisico respecto a toda ueritastrascendente,sino sobre todo
riesgo de quedar aprisionadas en estecírculo vicioso:la única
en el de que 1o <recubre))con otra nada,más potente' que tiene
manera de contenerlos peligrosimplícitos en la carenciaorigina-
precisamentela función de anular los efectos Potencialmente
ria del animal humano pareceserla construcciónde una prótesis
disolventesdel primero.Así,la pointede su filosofia se encuentra
artificial -la barrerade las instituciones- capazde protegerle del
en la invención de un nuevo origen, destinado a atrincherar
contacto potencialmentedestructivocon sussemejantes. pero
y reconvertir a una función ordenadoru la nada originaria, la
asumir conlo forma de mediación socialjustamenteuna prótesis,
ausenciade origen, de la communitas. Naturalmente,esta con-
estoes,un no-órgano, un órgano que falta,significahacer ñente
tradictoria estrategiade neutralización -vaciar el vacío natural
al vacío con un vacío aún mayor, porque desdeel principio se
a través de un vacío artifrcial, creado ex níhilo- nace de una
aferray ha sido producido por la ausenciaque debería com-
interpretación totalmente negativa,catasrófica, del principio
pensar.El nrismo principio representativo, concebido como ei
de lo com-partido, del caráctercompartido inicial del ser' Se
mecanismoformal destinadoa conferir presenciaa un ausente,
atribuye esanegatividad sin escapatoriaa la comunidad origi-
-el Estado no hace sino reproducir y potenciar aquel vacío,en la medida en
naria precisamenteparajustificar un orden soberano
que no logra conceptualízarel carácteroriginario y no derivado.
Leviatán_ capazdeinmunizar preventivamentea la comunidad
No logra comprender que la nada que deberíasuplir no es una
de su insosteniblemunu.s. Para que la operación funcione -esto
pérdida de sustancia,de fundamento o de valor que venga de
es,que sealógicamente racional a pesardel altísimo sacrificio
repente a disolver un orden precedente,sino el caráctermismo
y renuncia que requiere-, se necesitano sólo que este munus
del ser en común. No habiendo querido, o sabido,excavarmás a
común sea privado de su vertiente de exceso de donación a
fondo en la nadade la relación,el nihilismo moderno seencuenrra
favor de un defecto de la misma,sino también que estedefecto,
-como carencia- ven- limitado a la nada del absoluro-a la absoluranada.
en el sentido neutro del delinquerelatino
ga entendido en términos de un verdadero <delito>,o de una
5. Es de aquí de donde la moderna filosofia de la comunidad
imparablecadenade potencialesdelitos.
-que va de la nada- intenta escapar,a travésde una opción igual y contraria,que
Este radical forzamiento interpretativo
acabaporcaer de nuevo en el mismo nihilismo al que pretende
en-común a la comunidad del deiito- determinala cancelación
enfrentarse.Al absoh-rtiz
ar la cosa,en vez de la nada hoy es la
de la communitas a favor de una forma política fundada sobre el
cosa.Pero ¿qué quiere decir absolutizar\a cosasino anonadar
vaciamiento de toda relación externa al vínculo vertical entre

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Comunidad, inmunidad y biopolítica 3. Comunidad y nihilismo

-y, una vez máS,potenciar- la nada rnisma?La estrategiano es Pero hay algo que tiene que ver más precisamente con la
la de vaciar,sino, al contrario,la de llenar el vacío determinado, recaidainconscientementenihilista de esraoposición de la co-
constituido,por el munusoriginario.Aquello que -desde Rous- munidad con el nihilismo en la sociedad moderna -hacia el
seau al comunitarismo contemporáneo- aparece como una que estasociedadse revelano sólo completamente adepta,sino
propuesta alternativa se revela,sin embargo, como el opuesto estrechamentefuncional como su simple opuesto. Cada vez
especularde la inmunización hobbesiana,con la que comparte que se ha intentado oponer al vacío de sentido del paradigma
tanto el léxico del sujeto como el particularismo -aplicado, esta individualistael excesode sentido de una comunidad plena de.la
vez, Íro a los individuos sino a la comunidad en su conjunto. propia esenciacolectiva,lasconsecuenciashan sido destructivas:
Lo que, en todo caso,resulta minimizado, machacado,en ia primero, en relación con los enemrgosexternos o internos,con-
superposición de individuo y colectivo, es la relación misma, tra los cualestal comunidad se instituye y,finalmente, también
entendida como modo al mismo tiempo singular y plural de contra sí misma. Como se sabe,esto estávinculado, en primer
la existencia.Anulada, en el primer caso,por la absolutización lugar, con los experimentos totalitarios que han ensangrentado
de lo que separaa los individuos entre sí y, en el segundo,por la primera mitad del siglo pasado-pero, de manera diferente y
la fusión de éstosen un único sujeto encerrado en la identidad menos devastadora,también con todas las formas de <patria>,
consigo mismo. Si se asumela comunidad de Clarens como el <matria>y <fratia>que han cosechadomultitud de fieles,patrio-
modelo, infinitamente reproducido, de tal autoindentificación, tas,hermanos,etcétera,en torno a un modelo inevitablemente
se reconocen in uitro todos los rasgosmás caractensticos:desde koinocéntrico. El motivo de estatrágica compulsión a repetir,
la incorporación recíproca de aquellos que forman parte de la que ni siquierahoy pareceagotada,se encuentraen el hecho de
perfecta autosuficienciadel conjunto al que dan lugar, a la in- que, cuando la cosasellena hastael borde de la propia sustancia,
evitable contraposición que resultahacia todo aquello exterior corre el riesgo de explotar o de implosionar bajo su propio peso.
a ella.El exterior, en cuanto tal, esincompatible con una comu- Esto sucedecuando los sujetosreunidos en el vínculo comunal
nidad tan replegadasobre el interior como para instituir entre señalanel accesoa su condición de posibilidad en la reapro-
sus miembros una transparenciasin opacidad, una inmediatez piación de la esenciacomún. Ésta,a su vez,parececonfig,riarse
sin mediaciones,que reduce constantemente cada cual a otro, como la plenitud de un origen perdido y, por ello mismo, que
un orro que no es tal porque ha sido previamente identifi- se puede reencontrar en la interio rtzact6n de una existencia
cado con el primero. Qt. Rousseauno sólo no proporcione momentáneamente exteriorizada.Lo que, en cierto modo, se
sino que constantementeniegue la extrapolación de semejante presumeposible,y necesario,esla elisión -a basede llenarlo- de
communauté decleura cualquierforma de demo craciapolítica no aquel vacío de esenciaque constituye precisamenteel ex de la
elimina el poder de sugestiónmitológico que éstaha ejercido, ex-sistencia:su carácterno propio por ser común. Es sólo así-a
no sólo sobretoda la tradición romántica,sino también sobre el travésde la abolición de su nada- como la cosapuede finalmente
tipo ideal de la Gemeinschaftorginica -también fundada sobre ser realizada.Pero la realtzación,necesariamentefantasmática,
la generalidadde una voluntad esencialsobrepuestaa la de sus de la cosa es precisamenteel objetivo del totalitarismo. La in-
exponentessingulares. diferenciación absoluta que termina por suprimir no sólo el

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Comunidad, inmunidad y biopolítica
3. Comurüdad y nihilisnro

propio objeto, sino el sujeto mismo que la opera.La cosano es esosaños,como el árbol, el puente, el umbral.
¿eué es lo que
apropiablemás que en su destrucción.La cosano parecepoder une todos estosejemplos?Se trata esencialnrentedel vacío.El
reencontrarsepor la simple raz6n de que nunca se ha perdido: vacío es la esenciade estascosas,como de todas las cosas.Así
aquello que pareceperdido no es sino la nada de la que la cosa sucedecon la jarra -literalmente hecha en torno a un vacio y
estáconstituidaen su dimensión común. en última insrancia,formada por él: <cuandollenamos la jarra,
el líquido fluye en la Jarr^ racia.Es el vacío aquello que, en el
6. El primer pensador que ha investigadola comunidad justa- recipiente,conriene (Die rtere, díesesllichts am Krug)el vacío,esta
mente en la nadade la cosaesHeidegger.Aunqueno podemos nada de la Jarra,eslo que la jarra es en cuanto recipiente,>.3 La
aquí recorrer el trayecto completo de la interrogación sobre esenciade la cosaes,así,su nada.Hastael punto d.eque, fuera de
la cosa que se desarrollaa lo largo de toda su obra, hay que la perspectivaabierta de estemodo,la cosapierde su naturaleza
detenerse,no obstante,en la conferenciade los añoscincuenta máspropia hastadesvanecerse o, como Heidegger mismo expresa,
tituladajustamente I-a cosa(Das Ding). No sólo porque el men- seraniquiiada;alládonde seolvida su esencia:<En realidad,l, cor"
cionado trayecto parececulminar en ella,sino,más aún,porque como cosasigue estandodescartada, siguesiendo algo nulo y, en
la <cosa>-interpelada en otros lugaresbajo un marco estético, estesentido,estáaniquilada>(Inwahrheítbteíbt
iedochdasDíng als
lógico o histórico- es aquí reconducida a su esenciacomún. Díng verwehret, nichtígund in solchemSinne,rriirhrr¡r.t
Hay que entender la expresión en un doble sentido.Por un Todo lo anrerior puede parecerparadójico:la cosase des-
lado, como aquello que Heidegger señalacomo las cosasmás truye si no se comprende hastael fondo su carácteresencial.
insignificantes,máshabitualeso a la mano -en estetexto,la jarra. Pero,como acabamosde ver, estecarácteresencialno estásino
Pero también en el sentido de que tal insignificanciacustodia en su vacío.Es el olvido de estanada-del vacío-, al restringir
ei punto vacio en el cual la cosaencuentrasu significadomenos la cosaa un punto de vista científico,productivista,nihilista,lo
obvio, como ya se había dicho en ,E/ origende la obrade arte: <Es que la anula.Thmbién aquí nos encontramos en la necesidad
la cosala que, en su insignificancia,escapamás'obstinadamente de articular una distinción entre dos tipos de <nada):uno
que
al pensar.¿O seráque estemismo retraersede la mera cosa [...] restituye la cosa en su realidad profunda y orro que, por
el
forma precisamenteparte de la esenciade la cosa?>.2Justamente, contrario, la sustrae:anulando la primera nada, anula la .os,
a la definición de estaesencia-la <cosidadde la cosa>-se dedica misma que éscaconsriruye.Algunas líneasmás adelanrp,Hei-
el discursosobrela cosa.Ért" no consisteen la objetividadcon deggerproporciona la clave d.eestaaparenteparadoja:la
nada
la que la representamos,pero tampoco en la producción de la que salvala cosade la nada-en la medida en que la constiruye
que la cosa-producida- parece<provenir,).¿Yentonces?Pre- esencialmentecomo cosa- es la nada d,elmunu.s, de la ofrenda
cisamente,aquí resulta de utilidad el ejemplo de la jarra -pero que transforma el dentro en el afuera: <eslo que constituye
también de todas esasotras cosasinvocadasen los ensavosde

3. Heidegger, M., <La cosa¡>,


en conferencias
y artícuros,
Barcelona, Ediciones
2. Heidegger, M., <El origen de la obra de arte>,en Caminosde bosque, _
del Serbal, 1994, pág. 122.
Madrid, Ah.anza,1996, pág.22. 4. Ibid.,pá9.125.

70
71
Comunidad, inmunidad y biopolítica
3. Comunidad v nihilismo

la plena esencia del escanciar (Schenken) lo que llamamos el del nihilismo consumado- es Georges Bataille: <La "comuni-
obsequio (Ceschenk)>.5 cación" no puede provenir de un ser pleno e intocado por el
No sólo ofrecer,sino ofrecerun munus,<común> en cuanto otro: necesitaa seresque tengan el ser-en ellos mismos- puesto
se da en la colecta y como colecta: <La esenciadel vacío que en juego, al límite de la muerte, de la nada (néant)>.8 El pasaje
acoge estácoligada en el escanciar>.6 Heidegger invoca aquí la remite a un breve texto titulado I,Jada,trascendencía,
ínmanencia, en
palabra altoalemanaThíng y Dincjustamente en su significado el cual la nada se define como <ellímite de un ser>más allá.del
originario de <reunión). El dar que se expresaen el vacío de cual <no existenada.Este no-ser está,paranosotros,cargadode
es también, y sobre todo, un reunir.Ahora bien, ¿reunir
Ia la:_:ra sentido:sé que esposible anonadarme(Ce non-étreestpour noLts
qué?¿Qué sereúne en el vacío de la cosa?Heidegger introduce plein desens:jesaisqu'onpeut m'anéantir)r.n ¿Porqué la posibfidad
en estepunto el motivo de la <Cuadratura)), esto es,la relación de anonadarse,de quedar reducido a la nada, está cargadade
entre tierra y cielo, entre mortales y seresdivinos. Ahora bien, sentido, constituyendo de hecho el único sentido practicable
aquello sobre lo que se concentra la atención es la relación en cuando fracasacualquier otro sentido? La pregunta conduce
cuanto tal -la nada que éstapone en común y la comunidad al mismo tiempo a la interpretación bataillanadel nihilismo y al
de la nada como esenciade la cosa.¿No esjustamente esto-la punto en el que éstacrúza aporéticamenteel lugar inhabitable
pura relación- lo que constituye el elemento común de todas de la comunidad. Para Bataille, el nihilismo no es la fuga del
las cosasanteriormente invocadas:el árbol que une la tierra sentido -o desdeel sentido-, sino másbien su reclusión dentro
con el cielo, el puente que enlazalas dos orillas, el umbral que de una concepciónhomogéneay completa del ser.Nunca como
reúne el interior con el exterior? ¿No se trata -como en la en estecasoesto no coincide con 1o que arnerraza con vaciar la
communitas-de una unidad en /a distanctao de /a distancia,de cosa.Por el contrario, es lo que la ocluye en una plenitud sin
una distanciaque une o de una lejanía que acerca?¿Y qué es, fallasni fisuras.El nihilismo no ha de buscarsepor el lado de
a fn de cuentas.el nihilismo sino una abolición de la distancia la falta, sino por el de la susrracción.Es la falta de la falta -su
-de la nada de la cosa- que hace imposible toda cercanía?<La
eliminación o su resarcimiento.Es aquello que escapaa nuesffa
ausenciade la cercanía(DasAusbleibender I'Jiihe),en vez de alteridad bloqueándoseen nosotrosmismos, haciendo de ese
a la eliminación de la lejanía,ha conducido al dominio de la (nosotros))una serie de individuos completos y dirigidos a su
no-distancia.En la ausenciade la cercania,Iacosacomo cosa,en interior, enteramentecerradosen sí mismos.
el sentido ya mencionado,queda aniquilada.>7 El tedio revelaaquello que es la nada del ser recluido en sí
mismo (e néantde l'étre enfermésur lui-méme).Si no comunica
7.El único autor que se mide con la cuestión abiertapor Hei- nada,un ser aisladose entristece,se deprime y siente (oscu-
degger -la relación entre la comunidad y la nada en la época ramente) que así,solo, no existe.Esta nada interior, sin vía de

5. Ibid. 8. Bataille, G., SobreNietzsche,


Madrid,Thurus,1972, pág. 50.
6. Ibid. 9 . I b i d . , p á g . 2 2.7
7. Ibid.,pag. r 2 1 , . 1 0 .I b i d . ,p á g .5 1 .

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Comunidad, inmunidad y biopolítica
3. Comunidad y nihilismo

salida,sin atractor alguno, lo repele:el ser aisladosucumbe al Pero estasexperienciasno son sino el efecto antropológico _o
malestardel tedio y el tedio, desde la nada interior, lo expulsa la dimensión subjeriva- del vacío de ser que las origi.ra-:como
al exterior, ala angustia.lo un gran agujero hecho de muchos agujerosque sucesivamente
Aquí se hace claro el doble nivel de la semánticade la nada se abren haciasu interior. En estesentido,sepuede decir que
el
y, al mismo tiempo, el paso que Bataille completa del primero hombre esla herida de un ser que,a su vez,y desdesiemprá,
está
al segundo:de la nada del individuo, de lo propio, del interior, herido. Esto significa que, cuando se habla del ser-err-cá-úr,
o
a la nada-en-común del exterior. También este segundo es (comunal>como del continuo en el que
caetoda existenciaque
una nada,pero es aquella nada que desgarraIa absolutanada hayaroro los propios límites individuales,no hacefalta enterrá..
-a Ia nada del absoluto-, porque es la nada de la relación. Ei estecontinuo como un todo homogéneo-ésa es,precisamente,
hombre está estructuralmente expuesto a -aunque mejor la perspectivanihilista. Ni tampoco como el ser-como el
otro
deberíadecirseconstituido por- estaparadójicacondición de del ser-, sino más bien como esevórtice -el munuscomún-
en
poder huir del anonadamiento por implosión sólo a riesgo el cual el continuo esuno con el discontinuo,como el ser con
el
del anonadamiento por explosión: <el ser, en la tentación, si no ser.Étt. ., el motivo por el que la (mayoD)comunicación
no
puedo atreverme a decirlo así,es triturado por la doble tenaza tiene el aspecto de una adición o de una multiplicación,
sino
del ser.Si no se comunica se destruye -en esevacío que es la másbien de una sustracción. una sustracciónque no tiene iugar
vida que se aísla.Si quiere comunicarse,se arriesgaigualmente entre el uno y el otro, sino entre el otro del uno y el otro
áei
a perderseo.ll otro: <El más allá de mi ser es en primer término la nada.
Es mi
El que Bataille -tanto aquí como en otras partes- hable de ausencialo que presientoen el desgarramiento, en el sentimiento
(ser))aludiendo a nuestra existencia no ha de ser interpretado penoso de una carencia.La presenciadel otro se revela
a través
sólo como una imprecisión terminológica debida al carácter de esesentimiento.Pero no logra revelarseplenamentemás
que
no profesionalmente filosófico de su pensaryiento,sino como sr el otro,porsu lado,se inclina sobreel pretil de su nada
o si cae
efecto deseadode superponer antropologiay ontología dentro en ella -si muere. La comunícación no tiene lugar más que entre
de la común figura de la falta, de la desgarradura(déchírure).Es dos serespuestosen juego -desgarrados,suspendidos,inclinados
verdad,desdeluego, que podemos asomarnosal ser externo a uno y otro sobre su nadar.12
nuestros límites sólo desgarrándolo -e identificándolo luego
con esaefracción.Pero esto sucedeen virtud del hecho de que B. Puede decirseque, con Heidegger y Bataille,el pensamienro
también el ser en su origen carece de sí mismo, desde el mo- de1siglo xx sobre la comunidad alcanzael punto de máxima
mento en el que el fondo de ias cosasno estáconstituido por intensidad y, al misrno tiempo, su límite extremo.y esto
no sólo
una sustancia,sino por una apertura originaria.A ello -a esta porque en su filosofia el pensamiento sobre la comunidad
no
apertura- accedemosmediante lasexperiencias-límiteque esca- experimente más de un desplazarnientoen dirección
mítica v
pan a nosotrosmismos,al control sobrenuestrapropia existencia.

11.Ibid.,pág.53. 12.rbid.

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Comunidad, inmunidad y biopolítica 3. Comunidad v nihilismo

regresiva,ni tampoco porque en torno a ellos y despuésde ellos Bataille sólo pudieron inruir, pero no temarizar.¿eué situación
no se registrenprofundizaciones,desarrollos,nuevasintenciones es ésta?Aunque no pretendo presumir de tener una respuesta
reconduciblesen diversasformas y con diferentesdeclinaciones exhaustivaaIe que constituye la pregunta de nuestro tiernpo, es
a la cuestión del cum, cotno han demostradoslos escritos -y inevitable volver una vez más la mirada a la figura de la <nada>.
también las vidas- de S.Weil, D. Bonhoeffer,J. Patoóka,R.An- <La cuestión -escribe el autor contemporáneo que más que
telme, O. Mandelstam,P.Celan.Ahora bien, ¿por qué todos ellos ningún otro tiene el mérito de haber reabierto una brechá en el
no han podido pensarla comunidad sino a partir del problema cierre del pensamiento sobre la comunidad- es más bien saber
planteado,pero no resuelto,por Heidegger y Bataille? Por la cómo concebir la "nada" misma. o es el vacío de la verdad, o
misma raz6n que todo aquello que seseparade ellos -la filosofia, ttl vez no es nada más que el mundo mismo y el sentido de
la sociologSa,lapolitología de la segundamitad del siglo xx- ha ser-en-el-mundo.ola¿Cómo entender estaalternativa-i esque
permanecido en el olvido de la cuestión de la comunidad. O, se trata realmente de una alternativa?Se podría observar para
peor aún, contribuyendo a su deformación allá donde la reduce a ello cómo, desde un cierto punto de vista, es precisamentela
la defensade nuevosparticularismos.Esta deriva -experimentada ausencia-e, incluso,el desierto- de comunidad lo que indica su
y reproducida en todos los debatesen curso sobre individua- exigencia de la misma como aquello que falta y, así,como nuestra
lismo y comunitarismo- sólo ha sido contestadapor parte de carenciamisma.Como un vacío que no reclamaserllenado con
quienes,en particular en Francia e ltalia, intentan reactivaruna nuevos o antiguos mitos, sino más bien ser interpretado alalu,z
nueva reflexión filosófica sobre la comunidad, exactamente a de su mismo ((no)).Pero la frasede Nancy que acabo de citar no
partir del punto en el que la anterior se interrumpió a mitad del sólo dice eso,sino algo más preciso,que podemos resumir de
siglo xx.13 La necesariaapelación a Heidegger y a Bataille que la siguiente manera: el resultadoque ha conducido al extremo
caracterizaa estasrespuestasse acompaña,no obstante,de una cumplimiento del nihilismo -el desarraigoabsoluto,laexpansión
precisaconscienciade estaren el inevitable agotamiento de sus de la técnica,la mundtalizacíín integral- tiene un doble rostro,
léxicos, esto es,en una situación, a \a vez material y espiritual, dos carasque no sólo hay que distinguir, sino también hacer
que Heidegger y Bataille no pudieron conocer hastael final. Me que interactúen: se podría decir que la comunidad no es otra
refiero,una vez más,al nihilismo y, más precisamente,a la ulterior cosaque el límite que la separay,alapar,la unifica.por un lado,
aceleraciónque en 1osúltimos deceniosdel siglo se ha produci- el sentido resulta fragmentado,desgarrado,desertificado-éste
do en el interior de su ininterrumpido <cumplimiento>,por la es el aspectodestructivoque todos conocemos,el fin de toda
que probabiementesepermita -pero también seimponga- una generalidaddel sentido,la pérdida de control sobre el signifi-
reaperturadel pensamiento en una dirección que Heidegger y cado global de la existencia.Pero,por otro lado, precisamente
esta desactivación,estadevastacióndel sentido general abre el
13. Cf . entre otros, Esposito, R., Communitas.Origine e destinodella espaciode la contemporaneidada la emergenciade un sentido
cornunitá,op.cit. [vers. cast: Comrnunitas,Origen y destinode la comunidad,op.
singularque coincidejustamente con la ausenciade sentido y,
ri r.];Agamben, G., La comunidadqueuiene,Valencia, Pre-Texto s,19961;Nancy,
J.-L., La cornunidad desobrada,Madrid,Arena Libros, 2001,;Bianchot, M.,I-a
comuni dad incortfesable,Madrid, Are na Lib ros, 19 99 . 14. Nancy,J.-L., La comunidaddesobrada,
op. cit.

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al mismo tiempo, ia transforma en su opuesto.Es precisamente


cuando falla todo sentido ya dado, dispuesto en un marco de
referenciaesencial,cuando sehace visible el sentido del mundo
en cuanto tal, transformado en su afuera,sin remitir a ningún
,sentido o significado que 1o trascienda.La comunidad no es
más que el confin y el tránsito entre estainmensa devastación
del sentido y la necesidadde que toda singularidad,todo acon- Capítulo 4
tecimiento o todo fragrnento,esté de por sí dotado de sentido. D emo cracrainmun rtatLa
Renrite al carácter,singular y plural, de una existencia libre de
todo sentido presupuesto,impuesto o pospuesto.Libre de un
mundo reducido a sí mismo -o sea,capazde ser simplemente
aquello que es: un mundo planetario,sin dirección ni puntos
cardinales.[Jn nada-más-que-mundo.Y estanada en común es 1. ¿Es <comunidad, una palabra que se pueda reconduclr a
<democracia,>? ¿Puede,al menos, llegar a serlo?¿O estádema-
el mundo al hacersecomún, a condición de exponersea la más
dura ausenciade sentido y, al rnismo tiemp<-1, a la apertura de siado arraigadaen el léxico conceptual de la derecharomántica,
un sentido hastaahora impensado. autoritariay racista?He aquí la preguntaque,habiendosido ya
avanzadaporel neocomunitarismoamericano,vuelvea asomarse
también en Europa en el momento en el que seestáafrontando,
sobre todo en Francia e Italia, un nuevo pensamientosobre la
comunidad. Se trata de una pregunta no sólo legítima, sino en
ocasionesinevitable, en una fase en la que la cultura democrá-
tica se interroga sobre su propio estatutoteórico y futuro. Esto
no quita para que sea,no obstante,una pregunta erradaen su
propia formulación -o, en todo caso,mal planteada.Errada o
mal planteadaprecisamenteporque asume como indicador y
término de comparación,para la ubicación de la categoúade
comunidad, un concepto -el de la democracia- completamente
incapazde <comprenderla)), no sólo porque su acepciónmoder-
na es incomparablementemás joven, sino también porque se
trata de un concepto enmarcado,y cadavez más comprimido,
en una dimensión completamentepolítico-institucional.
En comparación con este déficit de profundidad y de sus-
tancia de la noción politológica de democracía,Iade comunidad

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