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Manual Completo PDF
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Región de O'Higgins
Proyecto financiado a través del Fondo de Innovación para la Competitividad
del Gobierno Regional de O’Higgins y su Consejo Regional, enmarcado en la
Estrategia Regional de Innovación.
2017
ISBN 978-956-368-638-8
Editores:
Samuel Contreras
Erick Kelly
Diseño general:
Sandra Kelly
smkelly@uc.cl
Ejecuta Financia
Ejecuta Financia Colabora
CONTENIDOS
Agradecimientos...................................................................................8
Prólogo..................................................................................................9
Autores................................................................................................10
4
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
CONTENIDOS
4.1 Introducción............................................................................................118
4.2 Trips.......................................................................................................120
4.3 Moscas que afectan plántulas y bulbos de cebolla...................................131
4.4 Plagas ocasionales en el cultivo de cebolla.............................................139
4.5 Manejo de plagas de la cebolla...............................................................143
4.6 Agradecimientos.....................................................................................151
4.7 Referencias............................................................................................151
5
Contenidos
CONTENIDOS
Capítulo 5. Principales enfermedades de la cebolla en Chile..........153
6.1 Introducción............................................................................................186
6.2 Clasificación de las malezas...................................................................186
6.3 Malezas importantes en la región de O’Higgins.......................................193
6.4 ¿Cuándo y cómo controlarlas?................................................................199
6.5 Agradecimientos.....................................................................................209
6.6 Referencias............................................................................................209
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
CONTENIDOS
Capítulo 7. Poscosecha de cebolla...................................................211
7.1 Introducción............................................................................................212
7.2 Características y recomendaciones de poscosecha................................213
7.3 Investigaciones en poscosecha...............................................................214
7.4 Conclusiones..........................................................................................231
7.5 Agradecimientos.....................................................................................232
7.6 Referencias............................................................................................232
7
Agradecimientos
AGRADECIMIENTOS
El proyecto que permitió el desarrollo de este manual centró sus actividades en las comunas
de Chépica, Quinta de Tilcoco, Malloa, Santa Cruz y San Vicente de Tagua Tagua.
Agradecemos a los profesionales y técnicos de los programas Prodesal y SAT de INDAP por
su valiosa colaboración en la organización de visitas, reuniones, días de campo, seminarios y
ensayos realizados en estas comunas.
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
PRÓLOGO
El presente manual es el resultado de actividades enmarcadas en el proyecto “Cebolla,
innovación para un cultivo sustentable”, del Programa Fondo de Innovación para la
Competitividad FIC-2013 del Gobierno Regional de la Región del Libertador General Bernardo
O´Higgins, el que partió en diciembre del 2013 y tuvo una duración de tres años. En él
participó un grupo de investigadores de la Pontificia Universidad Católica de Chile, los que
junto a alumnos de pre y posgrado desarrollaron actividades de investigación aplicada y
transferencia en temáticas como establecimiento del cultivo, riego, fertilización, manejo
integrado de plagas y poscosecha. En los capítulos de este manual se resume parte
importante del conocimiento entregado y generado a lo largo del proyecto.
Esperamos que este manual, que se suma a numerosos días de campo, seminarios y
talleres realizados a lo largo del proyecto, contribuya al objetivo general de aumentar la
sustentabilidad y competitividad en la producción de cebolla por agricultores de la Región del
Libertador Bernardo O’Higgins. Esta es la región con mayor superficie cultivada con cebolla de
guarda en el país, producción que realizan más de 500 agricultores que son diversos en
cuanto a tamaño y nivel tecnológico, pero que comparten la necesidad de innovar para
mantenerse competitivos. Factores importantes afectando la competitividad de estos
productores son: el creciente costo y escasez de mano de obra, hacer un uso más eficiente de
recursos como el agua y fertilizantes, el manejo integrado de plagas para proteger el cultivo
contra insectos, enfermedades y malezas, y adecuar la calidad del producto a las crecientes
exigencias de los consumidores.
Previo a la ejecución del proyecto ya existían antecedentes respecto al tipo de
innovaciones que deberían implementar los productores para aumentar su competitividad,
como por ejemplo uso de nuevas variedades, mecanización del establecimiento, fertirrigación
y manejo integrado de plagas. Sin embargo, su adopción directa implica complicaciones y
riesgos difíciles de asumir por los productores, especialmente por aquellos de menor tamaño.
Esperamos que la investigación aplicada, que se desarrolló bajo las condiciones particulares
de la región, y las actividades de transferencia como el presente manual faciliten la adopción
de estas innovaciones por parte de los agricultores. Con esto se debiese mejorar la
sustentabilidad de sus producciones, es decir, no sólo alcanzar mayor rentabilidad del cultivo,
sino que hacerlo de una manera respetuosa con el medio ambiente y las personas.
Samuel Contreras
Coordinador de proyecto
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
AUTORES
Capítulo 1: Samuel Contreras, Ing. Agr., M.Sc., Ph.D. Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal,
Pontificia Universidad Católica de Chile.
Área de especialización: Biología y producción de semillas
scontree@uc.cl
Capítulo 2 y Capítulo 3: Yordi Norero, Ing. Agr. Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal, Pontificia
Universidad Católica de Chile.
Área de especialización: Mecanización, fisiología vegetal, nutrición de cultivos, suelo y fertilidad
ynorero@uc.cl
Capítulo 4: Rodrigo Chorbadjian, Ing. Agr., M.Sc., Ph.D. Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal,
Pontificia Universidad Católica de Chile.
Área de especialización: Biología y manejo de insectos plaga, desarrollo de insecticidas, interacción
insecto-planta
rchorba@uc.cl
Capítulo 5: Marlene Rosales, Bioquímico, Ph.D. Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal, Pontificia
Universidad Católica de Chile.
Área de especialización: Fitopatología molecular, virología vegetal
irosalesv@uc.cl
Capítulo 6: Rodrigo Figueroa, Ing. Agr., M.Sc., Ph.D. Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal,
Pontificia Universidad Católica de Chile.
Área de especialización: Ecología y manejo de malezas
rfe@uc.cl
Capítulo 7: Christian Krarup, Ing. Agr., M.Sc., Ph.D. Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal,
Pontificia Universidad Católica de Chile
Área de especialización: Horticultura y poscosecha
ckrarup@uc.cl
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CAPÍTULO 1
El establecimiento del cultivo tiene como objetivo lograr una población uniforme
de plantas, de genotipo conocido, y distribuidas de manera que permita
maximizar el uso de recursos para la obtención de un alto rendimiento y calidad.
Equivocarse en la elección del cultivar o en su adecuado establecimiento
significará una limitación del rendimiento alcanzable y hará ineficiente el uso de
recursos durante la producción; es decir, se obtendrá menor rendimiento por
unidad de recurso usado (ej. agua, suelo, nitrógeno, mano de obra, etc.).
Aspectos de calidad de las cebollas, como por ejemplo calibre,
uniformidad, color, forma, presencia de centros únicos y su potencial de
almacenamiento, también son determinados por la correcta elección del cultivar
y su establecimiento. A las decisiones de momento, distribución y población de
plantas, se suma la posibilidad de realizar el establecimiento por almácigo y
trasplante o por siembra directa, decisión que afecta de manera importante los
costos de producción y que deberá tomarse de acuerdo a la experiencia y nivel
tecnológico de cada productor. En el presente capítulo, se presentan
antecedentes y discuten resultados que buscan facilitar la toma de decisiones
relacionadas con el establecimiento del cultivo de cebolla.
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Al igual que para cualquier especie agrícola, la posibilidad de producir cebolla depende del
ambiente en que se quiere cultivar. Factores como suelo, temperaturas y disponibilidad de
agua determinarán el desarrollo y crecimiento potencial del cultivo, los posibles problemas
culturales que se podrían presentar (por ejemplo, desórdenes fisiológicos, tipos de plagas o
enfermedades, etc.), las medidas que se deberían tomar para la prevención y control de éstos,
el desempeño productivo o rendimientos y, por último, los costos en que se deberá incurrir en
el cultivo. A continuación se describen los requerimientos del cultivo de cebolla para algunas
de las variables ambientales más relevantes. La realización de un cultivo sostenible y
competitivo requiere considerar estos requerimientos, ya que de no hacerlo se podría incurrir
en prácticas y costos que terminarían por afectar la rentabilidad de la producción.
1.1.1 Clima
Al igual que en todo organismo vivo, la temperatura es un factor ambiental crítico
determinando el crecimiento y desarrollo de cebolla. Esta hortaliza es una especie de estación
fría, con tolerancia a heladas moderadas y temperaturas óptimas de crecimiento que fluctúan
entre 20 y 25°C. Además, esta especie bienal presenta un requerimiento de horas luz o
fotoperiodo mínimo y creciente, que interactúa con la temperatura para la inducción y
desarrollo de los bulbos. Por lo mismo, aparte de determinar si la producción es factible en las
condiciones particulares de una localidad, las temperaturas y el fotoperiodo del ambiente son
factores críticos para el éxito económico del cultivo.
Para cada etapa de desarrollo, existen temperaturas mínimas, máximas y óptimas
afectando el crecimiento de las plantas. Si bien estas temperaturas pueden variar según
cultivar, en el Cuadro 1.1 se presentan las temperaturas cardinales típicamente asociadas a
las distintas etapas del desarrollo en cebolla. Por ejemplo, se ha observado que la tasa o
velocidad de germinación y emergencia aumenta linealmente entre los 2°C (temperatura
mínimas) y los 20 a 25°C (temperatura óptima que puede variar según cultivar), siendo críticos
también en esta etapa una adecuada disponibilidad de agua y aireación. Las temperaturas
óptimas para el crecimiento vegetativo de las plantas se ubican entre 20 y 25°C, condición de
temperaturas moderadas en que se logra un número elevado de hojas, maximizando así el
área foliar capaz de interceptar la radiación solar y generar las reservas que luego se
almacenarán en el bulbo. En cebolla, el momento en que se inicia la formación del bulbo está
determinado por el fotoperiodo o largo de día, el que debe superar un número de horas que es
característico de cada cultivar o genotipo (requerimiento de día largo).
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Establecimiento del cultivo
1.1.2 Suelo
Idealmente, el suelo debiese ser profundo, de textura media (suelo franco), sin
problemas de drenaje ni piedras, con alto contenido de materia orgánica, de alta fertilidad
natural, de pH en el rango de 6 a 7, baja salinidad (< 1 mmhos/cm), sin patógenos que
pudiesen afectar al cultivo, etc. La disponibilidad de suelos ideales es ocasional y, por lo que
frecuentemente el productor deberá realizar ciertas prácticas culturales para mejorar la
condición limitantes que su suelo pudiese presentar, por ejemplo drenajes, fertilización,
rotación de cultivos, etc.
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
1.1.3 Agua
El cultivo de cebolla tiene requerimientos de agua que dependen del ambiente, cultivar,
época de producción, eficiencia del sistema de riego y otros factores. Cifras generales de la
zona central indican que los requerimientos brutos de agua para el cultivo de cebolla regada
por surcos serían variables entre 5.000 a 7.500 m³ por hectárea en variedades tempranas y
entre 10.000 y 14.000 m³ por hectárea en variedades tardías. Las situaciones de estrés
hídrico, por exceso o carencia de agua disponible para la planta, resultan en problemas de
crecimiento y desarrollo, en desórdenes fisiológicos, en mayor presencia de enfermedades,
etc. Estas situaciones pueden generar importantes pérdidas de rendimiento y de disminución
de la calidad de los bulbos. Por lo tanto, aunque parezca obvio, durante la planificación del
cultivo se deberá asegurar disponibilidad de agua en los volúmenes y oportunidad requerida
por el cultivo. La implementación de un sistema de riego, especialmente en los casos que el
recurso hídrico es escaso, también resulta una práctica fundamental para asegurar la
sustentabilidad de la producción (ver Capítulo 2. “Manejo del riego en el cultivo de cebolla de
guarda”).
La calidad del agua de riego tiene importancia ya que puede contener elementos
químicos u organismos que afecten al cultivo. Por ejemplo, aguas con un alto contenido de
sales, con conductividad eléctrica mayor a 2 mmhos/cm, resultan en disminución de los
rendimientos de cebolla y lo mismo puede suceder con excesos de algunos elementos como
boro, cobre, etc.
14
Establecimiento del cultivo
Por otro lado, la presencia de organismos como bacterias y hongos, en especial bajo ciertos
sistemas de regadío, puede resultar en enfermedades de las plantas o bulbos. Por lo tanto, se
aconsejan una adecuada selección de la fuente de agua, basada en el análisis físico, químico
y microbiológico de la misma, y el uso de sistemas de riego y manejo que minimicen el
contacto directo del agua libre con las plantas, especialmente hacia el momento de cosecha
de los bulbos.
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
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Establecimiento del cultivo
En algunos casos, cuando hay poca cebolla intermedia y el precio está bueno, estas cebollas
se pueden cosechar y comercializar en rama, antes de que los bulbos completen su madurez
(primera parte del verano). Este es el principal tipo de cebolla producido en Chile y la región
de O’Higgins, por lo que las actividades del proyecto FIC, “Cebolla, innovación para un cultivo
sustentable”, se centraron en este tipo.
Cuadro 1.2 Principales tipos de cebollas para consumo fresco utilizados en Chile, su
fotoperiodo crítico (rango aproximado), fecha de cosecha y algunos de los cultivares
disponibles en el mercado.
Tipo de Fotoperiodo Fecha de Cultivares y empresa distribuidora en
cebolla Crítico¹ cosecha Chile²
Century (Sem), Estrella (SLA), Hacienda
Temprana 11 a 12 horas Inicios de(Bej), Kiara (Ana), Mercedes (Sem), Naira
primavera (SLA), Reforma (Bej), Sonic (Agr), Texas
Grano 502 (Agr, Mus), Ultra (All)
Braxton (Bej), Caballero (Sem), Candy
Intermedia 13 a 14 horas Fines de primavera (Sem), Cimarron (Nun), Colorada (Sem),
a inicios de verano Expression (Bej), Rumba (Nun),
Cobra (Ana), Cobra Nova (Ter), Crocket
Tardía Mayor a 14 Pleno verano (Bej), Dawson (Bej), Delfos (Agr), Grano de
horas Oro (Seminis), Pandero (Nun), Reina Elena
(Mus), Sintética 14 (Agr, Ana, Mus),
Tormes (Sem), Thor (SLA), Titán (SLA),
Valenciana (Mus), Vaquero (Nun)
1. requerimientos de fotoperiodo pueden variar con la temperatura.
2. Según búsqueda realizada en Enero 2017. Sem: Seminis, SLA: Semillas Latino Americanas,
Agr: Agrical, Ana: Anasac, All: Alliance, Nun: Nunhems, Bej: Bejo, Mus: Semillas Music, Ter:
Terranova Seeds.
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Como ocurre con cualquier atributo fenotípico, la expresión de todas estas características
depende no solo del genotipo o cultivar, sino también del medio ambiente en que crece y se
desarrolla el cultivo. De esto se desprende la importancia de seleccionar en un ambiente y
prácticas adecuadas de producción, que permitan expresar las características propias de
cada cultivar. Por ejemplo, la expresión del tamaño y forma de los bulbos se ve afectada por
la densidad poblacional y la profundidad de trasplante, el potencial de almacenamiento se
puede ver afectado por la nutrición y manejo sanitario durante producción, etc.
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Establecimiento del cultivo
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Cuando el proyecto se inició a fines del 2013, la información disponible de encuestas y visitas
a productores indicaba que sobre un 90% de la superficie cultivada con cebolla en la región
usaba un número restringido de cultivares, principalmente Cobra, Grano de Oro y Sintética 14,
todos del tipo estándar o polinización abierta. Sin embargo, existía un interés creciente de los
productores por evaluar el uso de cultivares híbridos, que en los últimos años se han
introducido en gran número y, hasta ese momento, se carecía de datos objetivos que
justificasen su uso o preferencia en relación a los cultivares tradicionales.
Con el objetivo de comparar el comportamiento productivo de cultivares tradicionales y
de reciente introducción, durante las temporadas 2014-15 y 2015-16 se realizaron ensayos en
los que se evaluó el rendimiento, distribución de calibres y otros aspectos de calidad en más
de 20 cultivares de cebolla de guarda. Todos estos ensayos se realizaron en campos de la
región de O’Higgins, cuyo manejo y condición de cultivo correspondió a lo mismo que
agricultores de la zona realizan. En el Cuadro 1.3 se presenta una lista de todos los cultivares
evaluados en estas dos temporadas, indicando también si corresponden a cultivares híbridos
o estándar (polinización abierta); si bien algunos cultivares se incluyeron en todos los
ensayos, otros sólo se incluyeron en parte de éstos. En cuanto al valor de las semillas, se
pueden distinguir dos grandes grupos: por un lado, los cultivares estándar, cuya semilla tuvo
un valor promedio de $53.765 por el medio kilo, mientras que en el caso de los híbridos el
medio kilo de semilla promedió $146.248 (valores calculados en base a costo de semillas en
temporada 2014-15).
Durante la temporada 2014-15 se realizaron ensayos en Malloa y Chépica. En ambas
localidades el establecimiento se hizo por almácigo y trasplante. Los almácigos fueron
producidos por un agricultor de Quinta de Tilcoco. En Malloa, el trasplante se realizó el 2 de
octubre, poniendo aproximadamente 8 plantas por metro, en hileras dobles sobre camellones
a 50 cm de distancia y riego por surco. En Chépica, el trasplante se realizó el 22 de octubre,
en mesas de 1,2 m de ancho con 6 hileras por cama, 8 plantas por metro y riego por cinta. En
ambas localidades, el cuidado de los ensayos se realizó de acuerdo a las prácticas culturales
propias del agricultor en que se encontraban. En los Cuadros 1.4 y 1.5 se presentan los
resultados de rendimiento para los ensayos de Malloa y Chépica. Además del rendimiento
total, se presenta la distribución de los bulbos según su calibre (mm de radio ecuatorial); el
peso promedio de los bulbos en cada una de estas categorías fue el siguiente: < 60 mm: 87
g/bulbo; 61 a 77 mm: 169 g/bulbo; 76 a 90 mm: 272 g/bulbo; 91 a 105 mm: 476 g/bulbo; 106 a
120 mm: 567 g/bulbo; > 120 mm: > 650 g/bulbo.
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Establecimiento del cultivo
Cuadro 1.3 Listado de cultivares incluidos en una o más de las evaluaciones varietales
realizadas durante la temporada 2014/15 y 2015/16 en la región de O’Higgins.
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Una de las principales conclusiones de estos ensayos es que, en general, el uso de cultivares
híbridos no garantiza un rendimiento mayor al de cultivares tradicionales. A diferencia de lo
que ocurre con otras especies, como por ejemplo maíz, en cebolla los híbridos disponibles en
el mercado no presentan un rendimiento que sobresalga por sobre los cultivares de
polinización libre. Esto se explicaría por el hecho de ser cultivares introducidos, mejorados y
seleccionados en condiciones que no necesariamente se asemejan a las locales. Sin
embargo, dentro de cada grupo, de cultivares híbridos y estándar, existen diferencias
significativas que deben ser analizadas con atención.
22
Establecimiento del cultivo
Entre los cultivares estándar, Sintética 14, Reina Elena, Grano de Oro y Cobra corresponden
a variedades tradicionales y populares entre agricultores de la región, sin embargo, elegir una
u otra puede traducirse en diferencias significativas de rendimiento y, por lo tanto, rentabilidad.
De este grupo, Sintética 14 tiende a tener un rendimiento menor, Grano de Oro y Reina Elena
intermedio, y Cobra superior. El aumento de rendimiento de Cobra con respecto a Sintética 14
fluctuó entre 30 y 73%, lo que se traduciría en aumentos de rentabilidad que podrían superar
los 5 millones por hectárea (suponiendo costo de producción de 5,5 millones y venta a $150
el kg de cebolla), siendo un buen ejemplo de la importancia que tiene la correcta elección de
cultivar en la rentabilidad del cultivo. Dentro del grupo de las variedades estándar merece
atención Delfos, cultivar poco difundido en la región y que en ambos ensayos mostró buenos
rendimientos, similares a los de Cobra.
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
En el caso de los híbridos, pese a que todos los cultivares han sido mejorados y seleccionados
por tener un alto potencial de rendimiento, se observaron las mayores diferencias de
desempeño entre variedades. Probablemente, la presión de enfermedades presentes en las
áreas de cultivo fue una de las principales razones asociadas al bajo rendimiento de algunos
de estos genotipos. En ambas localidades, Fusarium fue un problema causando importantes
pérdidas en cultivares como Marenge, Calibra y Barbaro. En otros casos, las mermas en
rendimiento pueden estar asociada a un manejo inadecuado (momento de establecimiento,
riego, fertilización, protección del cultivo, etc.) y eso explicaría la diferencia en rendimiento
entre localidades (por ejemplo, Thor y BGS280) o con respecto a otros ensayos o experiencias
productivas (por ejemplo, Pandero en otros ensayos del proyecto ha presentado rendimientos
cercanos a 10 kg/m², similar al de Cobra bajo la misma condición de cultivo). Esto recalca la
importancia de evaluar los cultivares en las condiciones locales de producción.
Debe destacarse, el buen desempeño observado en cultivares híbridos como Titán y
Tormes, los que lideraron los rankings de rendimiento en los ensayos de ambas localidades.
Eso sí, como estos cultivares tienen un mayor valor de semillas, equivalente a cerca de
$370.000 adicionales por hectárea, su elección debiese estar justificada por una diferencia en
desempeño que compense esta diferencia. Por ejemplo, a un valor de venta de $150/ kg de
cebolla, un aumento de rendimiento de 2,5 ton/ha (0,25 kg/m²) permitiría justificar esa
diferencia. Por otro lado, a rendimientos similares de 80 ton/ha, si la calidad de cebollas de un
cultivar permitiera alcanzar precios de venta superiores en $5 por kilo respecto a otro, también
se justificaría la diferencia de costo en semilla. Es por esto, que a la hora de elegir el cultivar,
la calidad de los bulbos también debe ser un factor importante a considerar.
Durante días de campo en las comunas de Malloa y Chépica, cebollas de los 16 cultivares
evaluados fueron desplegadas para calificación de los agricultores asistentes. La evaluación
consistió en poner una nota de 1 a 7 (siendo 1 la peor y 7 la mejor) a las cebollas de cada
cultivar, además de indicar los aspectos de calidad que consideraban de mayor importancia
en su evaluación. Los resultados de estas evaluaciones se presentan en el Cuadro 1.6. De los
22 agricultores que participaron de las evaluaciones, la mayoría incluyó el color y calibre de
los bulbos como las características de mayor relevancia, siguiendo en importancia la forma,
presencia de centros únicos, uniformidad y firmeza. Destacan de estas evaluaciones los
cultivares Titán y Cobra, los que además de presentar rendimientos destacados en los
ensayos de campo, concentran su producción en calibres medianos a grandes y obtuvieron
muy buenas notas de apariencia. Uno de los aspectos de calidad en que se marca una clara
diferencia en favor de los cultivares híbridos es en la presencia de centros únicos.
24
Establecimiento del cultivo
En general los cultivares híbridos presentaron porcentajes mayores de bulbos con centro
único, en muchos casos cercanos a 100%, mientras que en los cultivares de polinización libre
fue común encontrar una fracción mayor de bulbos con más de un centro, característica que
además varió bastante según condición de cultivo.
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Los rendimientos en ambas localidades fueron en promedio cercanos a 5 kg/m² (50 ton/ha),
marcadamente menores a los de la temporada anterior, pero ligeramente superiores a los que
se consideran promedio para la región. Los datos de esta segunda temporada refuerzan
algunas de las ideas antes planteadas; por ejemplo, la necesidad de evaluar los cultivares en
distintas condiciones de cultivo (localidades y temporadas), y las dificultades de algunos
cultivares híbridos para expresar su potencial productivo bajo condiciones alejadas del
óptimo. Destaca en esta temporada el cultivar de polinización libre Valinia, el que fue
desarrollado por INIA bajo condiciones locales. Concordando con resultados de estudios
previos (González y Herrera, 2012), Valinia presentó un buen desempeño productivo, similar
al de Cobra. Entre los cultivares híbridos destacó Expression, el que no había sido evaluado
la temporada anterior y de buen desempeño en ambas localidades.
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Establecimiento del cultivo
Cabe destacar que en la decisión de que cultivar usar, la capacidad de guarda de los bulbos
puede resultar crítica para quienes deseen almacenar sus cosechas en espera de mejores
precios. Este es un aspecto que se discutirá en el Capítulo 7, referido al almacenamiento de
los bulbos.
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
1.3 Establecimiento
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Establecimiento del cultivo
Debido a que las tasas de germinación, emergencia y crecimiento de las plantas dependen de
variables como temperatura, disponibilidad de agua y nutrientes, no es posible establecer un
calendario exacto de fechas óptimas para cada tipo de cultivar. Sin embargo, con los datos de
diversos ensayos y experiencias productivas, se han llegado a determinar rangos óptimos de
siembra para los distintos tipos de cultivares, los que se presentan en el Cuadro 1.9.
Cuadro 1.9 Fechas de siembra y trasplante para los distintos tipos de cebolla cultivados
en la zona central de Chile (adaptado de Giaconi y Escaff, 1998) .
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Siendo así, uno puede suponer que mientras mayor sea el número de planta por unidad de
superficie, mayor será el rendimiento total; sin embargo, el tamaño promedio de los bulbos
disminuye en la medida que la población aumenta (Figura 1.1) y esto hace que la población
óptima sea una función de maximizar el rendimiento de bulbos con tamaño adecuado para
comercialización. En el caso de producción de cebollas de guarda tipo Valenciana, que
corresponde al tipo habitualmente producido en Chile, la población que permite maximizar
rendimiento y calidad de bulbos estaría en torno a las 400.000 plantas por hectárea.
Una vez definida cuál es la población objetivo (número de plantas a cosecha), se debe
decidir cómo distribuir estas plantas en el potrero. Desde un punto de vista productivo, la
distribución debiese buscar que la distancia entre plantas sea lo más parecida posible entre y
sobre hilera, ya que así se estaría maximizando el uso del espacio, llevando al máximo la
intercepción de la radiación solar y disminuyendo al mínimo la competencia entre plantas. Sin
embargo, por razones prácticas (paso del tractor, control mecánico de malezas, necesidad de
regar por surcos, etc.) lo habitual es que la distancia entre hilera sea superior a la distancia
sobre hilera. Con el sistema de almácigo trasplante, lo tradicional es que las plantas se
ubiquen sobre camellones, en hileras dobles (una hilera a cada costado del camellón), lo que
además de facilitar el trasplante, permite el riego por surco y el control mecánico de malezas.
En este caso, para alcanzar 400.000 plantas por hectárea se deben trazar los camellones a
50 cm de distancia y trasplantar 10 plantas por metro de hilera (20 plantas por metro de
camellón; Figura 1.2A). El problema es que no siempre es posible tener los camellones a 50
cm, y se terminan trazando a 55 o 60 cm. En este caso, acercar las plantas por hilera a menos
de 10 cm tendría un efecto negativo sobre el rendimiento y termina siendo una limitante del
sistema. Por otro lado, muchas veces ocurre que incluso teniendo los camellones a 50 cm,
quienes trasplantan son trabajadores a trato que tiendan a colocar menos de 10 plantas por
metro. En ambos casos la población termina siendo menor al objetivo de 400.000, con lo que
se estará resintiendo el rendimiento.
Una de las ventajas del uso de herbicidas, riego presurizado y la posibilidad de realizar
siembra directa, es que el establecimiento se puede hacer en mesas, lo que permite lograr
poblaciones altas con una muy buena distribución de plantas. Uno de los sistemas que está
adquiriendo popularidad para el cultivo de cebolla de guarda en la región de O´Higgins es el
establecimiento en mesas de 1,0 a 1,2 m de ancho, separadas por pasillos a 1,5 m, con seis
hileras de planta sobre la mesa y plantas a 10 cm sobre la hilera, distribución con la que se
alcanzan las 400.000 plantas por hectárea (Figura 1.2B).
30
Establecimiento del cultivo
Figura 1.1 Efecto de la población de plantas sobre el rendimiento físico y el diámetro del
bulbo de cebollas del tipo Valenciana (Krarup y Contreras, 2003).
31
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
32
Establecimiento del cultivo
33
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Figura 1.5 La imagen de la izquierda muestra el uso de bastón para siembra manual de
almaciguera. La imagen de la derecha muestra la siembra de una almaciguera en hileras
con sembradora neumática de precisión.
Cualquiera sea el caso, lo que se busca es establecer las semillas a una profundidad
homogénea de 1 a 2,5 cm, y a distancias los más uniforme posible tanto entre como sobre la
hilera. Se considera adecuado para el crecimiento de los almácigos obtener cerca de 1000
plantas por m²; por ejemplo, si se tienen 10 hileras por mesa de 1 m de ancho, y 100 plantas
por metro lineal, se estará alcanzando la población deseada.
34
Establecimiento del cultivo
Como se discutirá más adelante, la dosis de semillas dependerá del peso de la semilla, su
vigor y la emergencia esperada según la condición de siembra. Por ejemplo, en una
almaciguera de 10 hileras/m², si se tienen 250 semillas por gramo y se espera que de cada 10
semillas sembradas solo 5 lleguen a producir una planta adecuada para el trasplante, el
objetivo en la siembra debiese ser colocar 200 semillas por metro lineal o 2.000 semillas por
m² (8 g de semilla/m²). En el ejemplo anterior, si se busca obtener 400 mil plantas para una
hectárea, se necesitarán 400 m² de almaciguera y 3,2 kg de semilla. Si producto de una buena
calidad de semilla, preparación de suelo y labor de siembra se esperaran 8 plantas por cada
10 semillas sembradas, el requerimiento cambiaría a colocar 125 semillas por metro lineal
(5 g por m²) y uso de 2 kg de semilla para obtener las 400 mil plantas. De estos ejemplos, se
desprende la importancia de usar semilla de buena calidad y asegurar una óptima condición
de siembra como uno de los primeros pasos hacia la sustentabilidad del cultivo.
Una vez que las plantas han alcanzado el crecimiento adecuado para su trasplante,
deberán ser extraídas y seleccionadas con el mayor cuidado posible, eliminando todas
aquellas dañadas, enfermas o fuera de tipo (por ejemplo, plantas pequeñas o deformes). Para
facilitar esta labor, y dependiendo de la textura del suelo, es recomendable regar 1 a 2 días
antes del arranque de las plantas, facilitando así el arranque y separación de las plantas.
Debe tenerse presente que el daño mecánico es vía de entrada para patógenos causantes de
enfermedades y pérdidas económicas del cultivo, por lo que éste se debe minimizar en la
medida de lo posible. Para partir con un cultivo sano, también es recomendable que previo al
arranque o trasplante de los almácigos, estos sean tratados con productos sanitarios
(fungicida, insecticidas) que protejan las plantas durante los días posteriores al trasplante.
Lo ideal es que el trasplante se efectúe inmediatamente después de extraídas las
plantas del almácigo, en un suelo con alta humedad o agua corriendo en el surco (Figura 1.6).
Dicha humedad debe ser mantenida mediante riegos frecuentes, hasta que las plantas hayan
superado el estrés propio del trasplante. La profundidad de trasplante es importante porque,
además de incidir en la recuperación y establecimiento de la planta, puede afectar la forma del
bulbo a cosecha. Bulbos que se desarrollan en plantas trasplantadas muy profundas tienden
a adoptar formas alargadas; por ejemplo, cebollas del tipo Valenciana trasplantadas a 2,5 cm
de profundidad desarrollan bulbos con su forma redondeada característica, mientras que si se
trasplantan a una profundidad mayor tienden a producir bulbos alargados (Escaff y Saavedra,
2001). Cuando no sea posible un trasplante inmediato o si se requiere un transporte a
distancia de los almácigos, éstos debieran mantenerse protegidos del daño mecánico,
hidratados y a una baja temperatura, lo más cercana posible a 0°C.
35
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Si bien el sistema recién descrito de almácigos a raíz desnuda es el más usado en Chile para
el establecimiento de cebolla, también existe la posibilidad de usar cepellones, almácigos con
raíz cubierta hechos en contenedores (Figura 1.7). Entre otras ventajas, realizar los almácigos
en contenedores permite un uso más eficiente de la semilla, lo cual puede ser especialmente
importante en el caso de variedades híbridas de alto costo. Además, permite producir los
almácigos en condiciones ambientales más controladas de temperatura, humedad, nutrición y
sanidad, con lo que se puede acelerar el proceso de obtención de plántulas aptas para el
trasplante. Sin embargo, el mayor costo de esta alternativa en comparación a almácigos a raíz
desnuda hace difícil justificar su elección, especialmente en el caso de cebolla de guarda en
que se trasplanta un mayor número de plantas por hectárea. De acuerdo a estimaciones de la
Asociación de Viveros de Chile (2016) la superficie de cultivos de cebollas trasplantada con
este tipo de almácigo disminuyó de 369 ha en 2011 a 43 ha en 2015. Es probable que esta
disminución se deba al hecho que los agricultores proclives a aplicar innovación y mayor
tecnología en sus cultivos han ido adoptando el sistema de siembra directa como alternativa
de establecimiento en sus producciones.
36
Establecimiento del cultivo
37
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Pese a todos estos inconvenientes o desafíos, en los últimos años la adopción de siembra
directa entre los productores de cebolla chilenos ha ido en aumento. Entre las razones que
han gatillado este cambio se encuentran:
• Escasez y alto costo de la mano de obra. La labor de trasplante puede ser sacrificada y
tediosa, y cada vez son menos los trabajadores dispuestos a realizarla. Esto implica que el
costo de trasplante ha ido en aumento y que en ocasiones, la mano de obra no esté disponible
en el momento adecuado. Esto agrava el problema, ya que atrasos en el establecimiento
pueden afectar el potencial de rendimiento a alcanzar.
• Mayor disponibilidad y acceso a la tecnología necesaria para realizar siembra directa y
disminuir sus riesgos asociados. Esto incluye la existencia de maquinaria necesaria para
preparación de suelo y siembra (labores que se pueden contratar), disponibilidad de
alternativas químicas para un efectivo control de malezas en las etapas iniciales del
establecimiento, implementación de sistemas de riego presurizado (cinta o aspersión), calidad
de semilla relativamente buena (con valores de germinación estándar por sobre lo exigido por
la ley) y la disponibilidad de semilla recubierta (“peletizada” o “pildorada”) o del servicio de
recubrimiento.
• Ventajas adicionales asociadas a la siembra directa, como por ejemplo aumentar la
población de plantas, acortar ciclos productivos o, dependiendo del sistema de siembra y
distribución de plantas, poder acceder a alternativas de arranque mecánico de plantas en
cosecha.
Al igual que en el caso de la siembra de almácigos, la dosis de semilla dependerá de
la condición de siembra, además del peso y germinación de la semilla. La gran diferencia, es
que en el caso de almácigo y trasplante los problemas con la distribución de plantas que
emergen luego se podrán corregir al momento de trasplante, que es cuando se determina la
población y distribución de plantas a cosecha. En el caso de siembra directa, los problemas
de población y distribución de plantas emergidas se acarrean hasta el final, repercutiendo
directamente en el rendimiento y calidad de la cosecha. Es por esto lo importante de una
buena dosificación de semilla y labor de siembra propiamente tal. La dosis de semilla a usar
se puede calcular usando la siguiente ecuación (adaptada de Brewster, 2008):
38
Establecimiento del cultivo
El número de semillas por gramo de acuerdo a literatura puede variar entre 250 y 400, y
siendo un dato simple de determinar y relevante en el cálculo de la dosis de siembra, es
importante que cada agricultor cuente con este dato al momento de planificar su siembra. Por
ejemplo, en los ensayos de cultivares antes presentados, se observó que el número de
semillas por gramo variaba entre 205 y 290.
El porcentaje de germinación de la semilla corresponde al porcentaje de germinación
estándar, el cual determina la capacidad de producir plántulas normales bajo condiciones
estandarizadas y óptimas para la especie (12 días a 20°C). La semilla de cebolla que se
comercializa en Chile, por ley debe tener al menos 80% de germinación. Durante la primera
temporada de proyecto se evalúo la germinación de varios de los lotes de semilla comercial
usados en los ensayos de cultivares, obteniéndose en general valores entre 88 y 95%. Sin
embargo, debe tenerse presente que la semilla de cebolla pierde su germinación con relativa
rapidez, por lo que es importante el uso de semilla del año o que ha sido almacenada bajo
condiciones adecuadas, es decir a baja temperatura y en envases herméticos qué mantengan
la semilla seca.
En cuanto al factor de campo, este corresponde a un valor entre 0 y 1, y representa la
proporción de semillas que, teniendo el potencial de germinar, serán capaces de emerger y
generar una planta adulta en condiciones de campo. Este factor considera aspectos como
textura del suelo, que tan mullida está la cama de semillas, compactación, humedad,
aireación, calidad de la siembra, etc. Por ejemplo, un factor de 0,9 representa una buena
condición de campo, cercana al ideal, en que 90% de las semillas que germinan serán
capaces de emerger y dar origen a una planta adulta; un factor de 0,7 representa una
condición promedio, mientras que un factor de 0,5 representaría una mala condición
(Brewster, 2008).
Los valores de germinación y factor de campo también permiten determinar cuántas
semillas debiesen sembrarse por metro lineal durante la siembra, dato fundamental a la hora
de realizar esta operación. La siguiente ecuación describe como realizar el cálculo:
Nº de semillas a sembrar por metro = 100 * (nº de plantas deseado por metro)
(% germinación * factor de campo)
En el Cuadro 1.10 se presenta como varía el requerimiento de semilla (dosis en kg/ha) para
una misma población objetivo pero con distintos valores de semillas por gramo, germinación
estándar y factor de campo. En el mismo cuadro, también se presenta cual sería el número de
semillas que se debiese sembrar por metro lineal, lo que se calculó suponiendo que se
esperaba contar con 10 plantas establecidas por metro.
39
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
De los valores de este cuadro, se debe rescatar la importancia de contar con información
correcta a la hora de planificar la siembra. Por ejemplo, con los mismos valores de
germinación y factor de campo, el requerimiento de semilla puede variar en más de un 40% si
se considera un valor incorrecto de semillas por gramo.
En el Cuadro 1.11, se presentan valores para el caso hipotético de que en una siembra
no se consideran las variables correctas de factor de campo o germinación estándar. En el
ejemplo, se tomó una de las situaciones representadas en el Cuadro 1.10, en que se busca
una población de 400.000 plantas por hectárea, se tienen 250 semillas por gramo, 90% de
germinación y un factor de campo de 0,8. Con esas variables el número de semillas por metro
a sembrar es de 13,9 (Cuadro 1.11) y suponiendo que se siembran 14 semillas por metro se
obtendría un promedio de 10,1 plantas por metro y 403.200 plantas por hectárea. Si se
sembraran las mismas 14 semillas por metro, pero en casos en que se tienen menor valor de
germinación y/o factor de campo, se pueden llegar a obtener poblaciones que distan bastante
a la que se tenía como objetivo, afectando así desde un principio el potencial de rendimiento
que presentará ese cultivo. Este ejemplo deja de manifiesto la importancia de una adecuada
planificación en la realización de la siembra directa, ya que solo así se podrán disminuir los
riegos asociados a este sistema de establecimiento comparado con el de almácigo y
trasplante.
Cuadro 1.10 Ejemplo de dosis de semilla y número de semillas a sembrar por metro en
casos que se busca una misma población objetivo pero varían los valores de semillas por
gramo, germinación estándar y factor de campo. En el ejemplo, el número de plantas por
metro que se quiere obtener es de 10.
Población Dosis Nº semillas
Semillas por Germinación Factor de
objetivo semilla, por metro en
gramo estándar, % campo
(plantas/ha) kg/ha siembra
400.000 250 90 0,9 1,98 12,3
400.000 250 90 0,8 2,22 13,9
400.000 250 90 0,7 2,54 15,9
400.000 250 90 0,5 3,56 22,2
400.000 210 90 0,7 3,02 15,9
400.000 300 90 0,7 2,12 15,9
400.000 250 85 0,7 2,69 16,8
400.000 250 80 0,7 2,86 17,9
40
Establecimiento del cultivo
Cuadro 1.11 Ejemplo de plantas por metro y población real de plantas (plantas establecidas)
que se obtendrían al sembrar 14 semillas por metro lineal en distintas condiciones de
germinación estándar y factor de campo. En todos los casos se tienen 250 semillas por
gramo.
Nº semillas Plantas a Población
Germinación Factor de
por metro en cosecha por real,
estándar, % campo
la siembra metro plantas/ ha
90 0,8 14 10,1 403.200
90 0,7 14 8,8 352.800
90 0,5 14 6,3 252.000
80 0,8 14 9,0 358.400
80 0,7 14 7,8 313.600
80 0,5 14 5,6 224.000
Hasta aquí, nos hemos referido a la importancia de las variables afectando el número de
semillas capaces de germinar, emerger y generar una planta adulta. Sin embargo, hay otro
aspecto crítico afectando la rentabilidad del cultivo: la uniformidad de emergencia y
crecimiento de las plántulas. Además de beneficiar la calidad de las cebollas cosechadas,
contar con una población homogénea facilita y hace más eficiente el manejo agronómico del
cultivo, por ejemplo al determinar el momento óptimo de aplicar ciertos productos
fitosanitarios, la fertilización, aplicación de hidrácida maleica, momento de arranca, etc. En el
caso de almácigo y trasplante la uniformidad se puede alcanzar en la medida que se haga una
buena selección de las plántulas y un buen manejo agronómico del trasplante y labores
posteriores. En el caso de siembra directa el desafío de establecer una población uniforme de
plantas es algo mayor, y depende de variables como el vigor de las semillas, la preparación de
la cama de semillas, la calidad de la siembra y los cuidados sanitarios y culturales posteriores
a la siembra.
El vigor de la semilla se refiere no solo a su capacidad de germinar, sino a su capacidad
de hacerlo de manera rápida y uniforme en un amplio rango de condiciones de campo. Si bien
en Chile los laboratorios no ofrecen un servicio de evaluación de vigor de semillas, una
manera sencilla de obtener una idea del valor relativo del vigor de una semilla sería ponerlas
a germinar sobre un papel absorbente humedecido y hacer conteos diarios de las semillas
germinadas. Un lote será vigoroso en la medida que concentre su germinación en un periodo
corto de tiempo, por ejemplo si 75% de sus semillas germinan en un periodo de dos días. Otra
forma de asegurar semillas vigorosas es adquirirlas de proveedores confiables, en envases
correctamente etiquetados, sellados y herméticos.
41
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
42
Establecimiento del cultivo
Figura 1.8 Emergencia de plántulas de cebolla a partir de siembras con semilla desnuda
(líneas punteadas) y peletizada (líneas continuas) de los cultivares Cobra (círculos
celestes) y Pandero (cuadrados amarillos). Datos representan momento en que cotiledón
alcanza estado de codo en 90 grados, en ensayos realizados en macetas con sustrato de
turba y perlita.
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Como conclusión, los ensayos y muestreos realizados indican que el uso de semilla peletizado
por sí sólo, no garantiza una buena siembra y emergencia del cultivo. Tanto en cultivos
establecidos con semilla desnuda como en aquellos establecidos con semilla peletizada se
pueden observar distribuciones que se acercan al objetivo de 10 plantas por metro, como
otras que llegan hasta 6 plantas por metro. Sin embargo, cuando se usó semilla peletizada, la
distribución de las plantas tendió a mejorar, observándose menos plantas dobles. Cuando se
comparó semilla peletizada y desnuda bajo una misma condición de siembra (caso de Cobra
y Pandero en San Vicente de Tagua Tagua), siembras con semilla peletizada tendieron a tener
una a dos plantas más por metro lineal. Dado el bajo costo de peletizar las semillas
(aproximadamente $125.000 por hectárea) y el beneficio que se tendría al tener plantas mejor
distribuidas o 1 a 2 plantas más por metro (40 a 80 mil bulbos más por hectárea), el peletizado
de semilla se consideraría una práctica recomendable de realizar en una siembra directa.
Sin embargo, debe tenerse presente que el peletizado tiende a disminuir la velocidad de
emergencia, que no se debiese hacer a un lote de baja calidad (por ejemplo uno con
germinación menor a 85%), y que no garantiza un buen establecimiento y distribución de las
plantas.
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Establecimiento del cultivo
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
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Establecimiento del cultivo
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
1.4 Agradecimientos
Se agradece la disposición de las personas que prestaron una valiosa colaboración en la
obtención de los datos presentados en este capítulo: Catalina García, Laura Bascuñan,
Andrés Durán, Carlos Pérez, Arturo Larraín, Jorge Wellmann, Arturo Varela y Daniel Arellano.
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Establecimiento del cultivo
1.5 Referencias
Aljaro, A. 2001. Almácigos, producción, selección de plantas y sistemas de plantación. En: A.
Aljaro (ed.). Segundo curso/taller de cebollas. Instituto de Investigaciones Agropecuarias
(INIA). Santiago, Chile.
Asociación de Viveros de Chile AGV, 2016. Anuario Viveros 2016: Plantas Frutales, Vides y
Plantines de Hortalizas Comercializadas en Chile. Chile.
Brewster, J.L. 2008. Onions and other vegetable alliums, 2nd edition. CAB International,
Oxfordshire. UK.
Escaff, M., y G. Saavedra. 2001. Efecto genético ambiental sobre el comportamiento de las
variedades. En: A. Aljaro (ed.). Segundo curso/taller de cebollas. Instituto de Investigaciones
Agropecuarias (INIA). Santiago, Chile.
González, M.I. y P. Herrera, 2012. Valinia, a new early storage onion variety for central south
Chile. Chilean Journal of Agricultural Research 72: 16-20
Welbaum, G.E. 2015. Vegetable production and practices. CAB International, Oxfordshire. UK.
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
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CAPÍTULO 2
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
52
El manejo del riego en el cultivo de la cebolla de guarda
Figura 2.2 Variación del contenido de agua de un suelo. En el estado de saturación, todos los poros están
llenos de agua. En el estado de capacidad de campo, existe agua y aire en los poros. En el estado de
marchitez permanente, existe mayormente aire y el agua que queda no está disponible para las plantas.
Cuadro 2.1 Contenido de agua gravimétrico y densidad aparente de diversas texturas de suelo.
Marchitez
Capacidad de Campo Densidad Aparente
Tipo de suelo Permanente (%
(% gravimétrico) (g/cm³)
gravimétrico)
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Pv = Pw * Da
Donde,
Pv: es el contenido volumétrico de agua (cm³ agua/cm³ de suelo)
Pw: es el contenido gravimétrico de agua (g agua/g suelo)
Da: es la densidad aparente del suelo (g/cm³)
AU = CC – PMP
Donde,
AU: es el contenido volumétrico de agua útil o aprovechable (cm³ agua/cm³ de suelo)
CC: es el contenido volumétrico de agua a capacidad de campo (cm³ agua/cm³ de suelo)
PMP: es el contenido volumétrico de agua a capacidad de campo (cm³ agua/cm³ de suelo)
54
El manejo del riego en el cultivo de la cebolla de guarda
Para poder expresarla de esta forma, se requerirá conocer la profundidad del suelo y se
calcula de la siguiente forma:
L = Pv * P
Donde,
L: es la lámina de agua (mm o litros/m²)
Pv: es el contenido volumétrico de agua (cm³ agua/cm³ de suelo)
P: es la profundidad del suelo (mm)
De la misma forma se puede calcular la “lámina de agua útil del suelo” de la siguiente manera:
LAU = AU * P
Donde,
LAU: es la lámina de agua aprovechable (mm)
AU: es el contenido volumétrico de agua útil o aprovechable (cm³ agua/cm³ de suelo)
P: es la profundidad del suelo (mm)
Siguiendo con el ejemplo anterior y asumiendo que tiene 1 m de profundidad (1000 mm) el
suelo sería capaz de retener una lámina de agua útil de:
LAU = 0,17 * 1000 = 170 mm
Significa que este suelo sería capaz de retener una cantidad de agua útil equivalente a 170
litros por m² de superficie en un metro de profundidad o el equivalente a 1700 m³ de agua por
hectárea.
55
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
En general, existe una relación entre la cantidad de agua que existe en el suelo y la energía
que dicha agua tiene. Esta relación es conocida como “curva característica del agua en el
suelo” (Figura 2.3) y depende de factores intrínsecos del suelo como la textura, contenido de
materia orgánica, tipo de arcillas, contenido salino, entre otros.
Figura 2.3 Curva del agua en el suelo asociada al concepto de “agua útil” o aprovechable.
En la medida que el suelo tiene menor contenido de humedad, hay más aire disponible, y a la
inversa, cuanta más agua tenga el suelo, el aire disponible se reduce lo que puede producir
condiciones de asfixia radical (anoxia o hipoxia). Por otra parte, el agua retenida en el suelo
se mueve por diferencia entre estos valores de energía y la energía que tiene el agua en el
interior de las hojas y, a su vez, de la energía del agua en la atmósfera. Esto produce que, en
aquellos días nublados y con alta humedad relativa, el consumo de agua sea menor que en
aquellos días soleados, de alta radiación y altas temperaturas.
56
El manejo del riego en el cultivo de la cebolla de guarda
La retención de agua útil depende de la profundidad del suelo. Sin embargo, a pesar de que
el suelo es capaz de retener agua en toda su profundidad, el agua que realmente interesa es
aquella contenida en la profundidad del suelo que las raíces puedan explorar (profundidad de
enraizamiento o arraigable). La cebolla es de arraigamiento poco profundo, generalmente no
superior a 50 cm, por lo cual el agua disponible para abastecer su desarrollo es escasa. Como
se puede apreciar en la Figura 2.4, el 70% del agua es absorbida en los primeros 30 cm de
profundidad.
Siguiendo con el ejemplo anterior, el suelo podría retener, para un cultivo de cebolla
plenamente desarrollado, una cantidad total de agua útil en los primeros 50 cm (500 mm) de:
Un umbral crítico de riego entre 20 y 30% implica que la cebolla es un cultivo sensible al déficit
hídrico. En la Figura 2.6 esto se representa con los datos del ejemplo anterior, donde la
humedad del suelo se debe reponer cuando se han consumido (evapotranspirado) unos 25,5
mm de agua (30% de los 85 mm de agua útil). Si la reposición de agua se hace después de
sobrepasar dicho umbral crítico, las plantas tendrán mayor dificultad en extraer el agua
disponible y el rendimiento se verá seriamente afectado.
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
58
El manejo del riego en el cultivo de la cebolla de guarda
Mientras más se demore la reposición del agua, es decir más se aleje del umbral crítico, más
severa será la disminución de rendimiento.
Figura 2.6 Agua útil o aprovechable y su agotamiento permisible para no afectar rendimiento en un
cultivo de cebolla. La figura considera un ejemplo de suelo con 85 mm de agua útil o aprovechable y
un umbral crítico para el cultivo (o agotamiento permisible) de 30%. Esto implica, que para no afectar
el rendimiento del cultivo, se debiese regar una vez que se consumen 25,5 mm del agua útil, es decir
30% de los 85 mm.
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
La demanda de agua por el cultivo de cebolla depende de varios factores y está fuertemente
influida por las condiciones climáticas.
60
El manejo del riego en el cultivo de la cebolla de guarda
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Para el valor de Kc, a pesar de que muestra variación en términos regionales, es posible
utilizar valores de la literatura. El Cuadro 2.2 y la Figura 2.9 muestran valores referenciales
de este coeficiente para el cultivo de cebolla. Este coeficiente es dependiente de la fenología
del cultivo. Un cultivo que se desarrolla más precozmente, tendrá una distribución de
coeficientes diferente que uno que se desarrolle más tardíamente. La demanda de agua
entonces varía a lo largo de la estación de crecimiento del cultivo, desde valores muy bajos al
inicio del período de desarrollo, hasta alcanzar un máximo hacia el final del período vegetativo
(máximo número de hojas) y luego disminuye hacia el período de maduración.
62
El manejo del riego en el cultivo de la cebolla de guarda
La determinación del momento de riego es uno de los aspectos más complejos del manejo del
riego dado que se debería conocer: la demanda del cultivo, la precipitación efectiva y el estado
hídrico del suelo. Estos tres aspectos, en su conjunto, son indispensables para manejar
apropiadamente el riego de este cultivo.
Una vez determinado el agua útil o disponible en el suelo (lámina de agua útil o LAU), se podrá
determinar la frecuencia de riego, relacionando este valor con la evapotranspiración real del
cultivo (ETc).
63
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Por convención, en sistemas de riego por surco o aspersión, se debe llenar el “estanque” de
agua del suelo (LAU) no cuando quede vacío, sino que cuando se hayan agotado los primeros
20 a 30% de la LAU, cantidad establecida por el umbral crítico de riego (UC). En sistemas de
riego por goteo (cintas) se deberá llenar dicho “estanque” cuando se haya agotado solamente
un 10% de su contenido, lo que implica una mayor frecuencia.
Donde,
LAU: es la lámina de agua aprovechable a la profundidad de arraigamiento (mm)
UC: Umbral crítico, criterio de riego o nivel de agotamiento permisible. Factor 0,3 cuando la
ETo < 5 mm/día, 0,2 cuando la ETo es > a 5 mm/día (generalmente desde diciembre en la
región de O´Higgins) y 0,1 cuando es riego por goteo.
ETc: evapotranspiración real del cultivo (mm/día)
Por otro lado, si el sistema de riego fuera por goteo, la frecuencia de riego seria de:
64
El manejo del riego en el cultivo de la cebolla de guarda
Una forma precisa de estimar el momento de realizar el riego es a través de un monitoreo del
estado hídrico del suelo.
Como se mencionó anteriormente, el contenido de humedad del suelo se corresponde
con un estatus de succión del agua en el suelo, o presión negativa. Esta presión negativa o
succión es diferente, para cada nivel de humedad, en cada suelo y puede ser registrada de
manera indirecta por un tensiómetro u otros instrumentos (Figura 2.10).
Con una apropiada calibración, es posible leer en dichos instrumentos, instalados en la
zona de raíces del cultivo, valores críticos de succión o tensión del agua en el suelo y decidir
el momento del riego.
Figura 2.10 Tensiómetro, equipo que permite medir la tensión del agua en el suelo.
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Para riegos por surcos, se debe iniciar el riego apenas se sobrepasen los siguientes valores:
• Suelos arenosos: 35 centibares
• Suelos limosos y francos: 50 centibares
• Suelos arcillosos: 60 centibares
Con riegos de alta frecuencia, mediante riego por goteo, se debe colocar el tensiómetro
en la zona de humedecimiento del emisor (al costado de la cinta) y se debe procurar mantener
lecturas continuas en el tensiómetro entre 10 a 25 centibares.
Valores mayores indicarán que el agua está retenida en el suelo más tenazmente y que
dependiendo del tipo de cultivo habrá que regar o no. En ningún caso debe superar los 70 cen-
tibares.
Es importante que el tensiómetro quede bien ubicado, es decir, no debe entorpecer el
paso de personas y maquinaria, y la cápsula porosa deberá quedar localizada en el punto de
mayor concentración de raíces del cultivo (15 a 20 cm de profundidad) y en un punto donde
llegue la humedad producto del riego.
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El manejo del riego en el cultivo de la cebolla de guarda
AU = DEH * DSH
AU: área asignada o marco de siembra o transplante (m²);
DEH: Distancia entre hileras (m)
DSH: Distancia sobre la hilera (m)
Cuadro 2.3. Factor de cobertura de suelo en relación al área unitaria según edad fisiológica (EF).
Estado fenológico Edad fisiológica (EF) Factor PC
La eficiencia del método de riego corresponde a la eficiencia de aplicación de agua del siste-
ma de riego empleado y se determina como la cantidad de agua efectivamente almacenada
en la zona radicular del total de agua aportada con el riego. Valores referenciales de las
eficiencias de aplicación de los tres sistemas de riego utilizados en el cultivo de la cebolla son:
Ejemplo: Si durante los últimos dos días se registrara una ETc acumulada de 9,3 mm; el
estado fenológico fuera de 16 hojas verdes (PC = 0,7), y el marco de establecimiento del culti-
vo (AU) es de 0,02 (0,1 m * 0,2 m), las necesidades brutas de riego (NRD) o dotación de agua
que habría que aplicar seria de:
NRD = 9,3 * 0,7 * 0,02 / 0,9 = 0,145 L/planta
67
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Si se requiere expresar el resultado en volumen de agua que se debe entregar por metro lineal
de cinta (lt/día/m), se debe utilizar la siguiente fórmula:
VCM = NRD * NP
VCM: volumen de agua que se debe entregar en cada riego por metro lineal de cinta (L/m).
NRD:necesidades brutas de riego (L/planta);
NP: Número de plantas establecidas por metro lineal (plantas/m)
NP = 1/DSH
NP: Número de plantas establecidas por metro lineal (plantas/m)
DSH: Distancia sobre la hilera (m)
Ejemplo: Si la distancia de las plantas sobre la hilera fuera de 10 cm en promedio (0,1 m), el
número de plantas establecido por metro lineal seria de:
Por lo tanto, el volumen de agua que se debe entregar en cada riego por metro lineal de cinta
debería ser de:
Donde,
ETAc: evapotranspiración real acumulada entre riegos, Suma de ETc (mm del período),
LAU: es la lámina de agua aprovechable a la profundidad de arraigamiento (mm)
Factor 0,3: Umbral crítico, criterio de riego o nivel de agotamiento permisible máximo para el
cultivo de la cebolla (UC).
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El manejo del riego en el cultivo de la cebolla de guarda
En general, para riegos por goteo, la condición que determina el próximo riego sería la
siguiente:
Para determinar el tiempo de riego necesario para aportar la dotación de agua requerida por
el cultivo, se utiliza la siguiente fórmula:
TR = (VCM/QC) * 60 + 3
Donde,
TR: Tiempo de riego (minutos)
VCM: volumen de agua que se debe entregar en cada riego por metro lineal de cinta (lt/m).
QC: Caudal de la cinta o goteros por metro lineal (lt/m/h).
60+3: Tiempo en minutos. Los tres minutos adicionales contemplan el tiempo que requiere el
circuito de tuberías para llenarse de agua.
69
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Una forma simple y práctica consiste en recolectar, en una distancia determinada, el volumen
entregado por una sección de la cinta y registrar el tiempo empleado (por ejemplo, 5 minutos).
Se puede utilizar una cañería de PVC, con los extremos tapados y cortado por la mitad (Figura
2.11). Este se va colocando aleatoriamente en diversos sectores del potrero y se va registran-
do el caudal.
70
El manejo del riego en el cultivo de la cebolla de guarda
Las ventajas de realizar una adecuada programación del riego son las siguientes:
Para programar el riego es esencial realizar un “balance hídrico del suelo”, es decir, se debe
cuantificar: la cantidad de agua que puede almacenar el suelo explorado por las raíces (LAU),
el agua que consume el cultivo (ETAc) y la cantidad de agua que podría, eventualmente, apor-
tar la lluvia.
Adjunto (Anexo 2.2) se encuentra un ejemplo detallado de un programa de riego. Este fue
realizado previo al establecimiento de un cultivo de cebolla de guarda en la localidad de
Chépica y no considera los aportes de agua vía precipitación. En caso de que ocurrieran
lluvias durante el desarrollo del cultivo, habría que evaluar si la magnitud de cada evento de
precipitación podría ser considerada como “efectiva” y por lo tanto reemplazante, en parte o
totalmente, de uno de los riegos programados. La precipitación o lluvia efectiva es aquella
fracción de la precipitación total que podría ser realmente aprovechada por las plantas.
Depende de múltiples factores como pueden ser: la intensidad de la precipitación, el nivel de
humedad del suelo, la inclinación del terreno y la velocidad de infiltración.
71
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
• Durante el desarrollo del cultivo, utilice como referencia inicial la calendarización determina-
da por el programa de riego, pero vaya modificándola y ajustándola según como se vayan
desarrollando las condiciones meteorológicas durante la temporada. Recuerde ir revisando
continuamente la evapotranspiración de referencia (ETo), la fenología del cultivo para ir ajus-
tando los parámetros de coeficiente de cultivo (Kc) y el factor de cobertura de suelo (PC), la
humedad del suelo con el tensiómetro y el caudal real de entrega de las cintas de riego en
diversos sectores del potrero.
• Se debe tener cuidado de no alterar largos períodos de sequías con riegos abundantes
(riegos con baja frecuencia), pues en estas condiciones se produce un porcentaje considera-
ble de partimiento de bulbos.
• El riego debe ser suspendido una semana antes de la cosecha para facilitar esta labor; es
decir, cuando un 20 a 25% de las plantas presentan follaje doblado o caído, y así permitir que
los bulbos maduren más uniformemente. Si el suelo permanece húmedo durante la cosecha
existe el riesgo de manchar los bulbos y disminuir su calidad.
2.11 Agradecimientos
72
El manejo del riego en el cultivo de la cebolla de guarda
73
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
74
El manejo del riego en el cultivo de la cebolla de guarda
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
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El manejo del riego en el cultivo de la cebolla de guarda
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
78
CAPÍTULO 3
LA FERTILIZACIÓN EN EL CULTIVO DE
CEBOLLA DE GUARDA
Yordi Norero
Erick Kelly
Las condiciones actuales en las que se desarrolla la agricultura indican que los
insumos deben aplicarse a los cultivos en forma racional para obtener la mayor
rentabilidad posible del capital invertido y simultáneamente procurar la
sustentabilidad del agrosistema productivo.
Los fertilizantes en el cultivo de la cebolla son insumos relevantes en los
costos directos de producción, representando aproximadamente entre un 30 a
40% de los costos directos totales, por lo que la decisión de qué cantidades se
aplicarán debe basarse en las necesidades reales del cultivo y en el potencial de
producción del sector agroecológico de que se trate. De esta manera, una
correcta fertilización contribuirá a potenciar rendimiento y calidad, incidiendo
además en la rentabilidad y sustentabilidad del cultivo. En este capítulo se
abordan los conceptos e información necesaria para realizar una fertilización
racional del cultivo de cebolla de guarda en la región de O’Higgins.
79
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
80
La fertilización en el cultivo de cebolla de guarda
Este análisis, que consiste en obtener submuestras de suelo sacadas en distintos puntos del
potrero, entrega información básica para evaluar su estado de fertilidad. De esta manera, se
podrá identificar qué nutrientes requieren ser corregidos con fertilizantes para compensar lo
que el suelo, per se, no podrá entregar (Figura 3.1).
Figura 3.1 Aporte relativo de nutrientes según el nivel analítico del suelo.
Para obtener resultados representativos del estado de fertilidad del potrero, donde se
realizará el establecimiento del cultivo, es fundamental procurar una adecuada metodología y
consideraciones especiales al momento de obtener una muestra de suelo para su posterior
análisis. Éstas pautas se describen a continuación.
81
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
82
La fertilización en el cultivo de cebolla de guarda
Para mayor información consulte el video explicativo "Cómo obtener una adecuada muestra
de suelo", ejecutado por la Pontificia Uniersidad Católica de Chile y financiado por el
Gobierno Regional de la región del Libertador Bernardo O´Higgins:
www.youtube.com/watch?v=Mf10I90a7m4
• Primera Categoría: Elementos Estructurales (no minerales). Son obtenidos por la planta
directamente del aire y el agua: Carbono (C), Oxígeno (O) e Hidrógeno (H).
• Tercera Categoría: Micronutrientes minerales. Estos elementos las plantas los necesitan en
bajas cantidades, sin embargo, la ausencia de uno de ellos provoca una disminución en la
producción: Fierro (Fe), Cobre (Cu), Zinc (Zn), Manganeso (Mn), Boro (B), Molibdeno (Mo),
Cloro(Cl), Níquel (Ni).
Todos y cada uno de estos elementos nutritivos juegan un papel específico en la nutrición
vegetal.
83
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
En el Anexo 3.1 se presenta una descripción resumida de los aspectos más relevantes de los
métodos analíticos utilizados en el análisis de muestras de suelo y específicamente orientados
al cultivo de la cebolla en la región de O´Higgins. La metodología empleada es la
recomendada por la Comisión de Normalización de Técnicas y Acreditación de Laboratorios
para el Análisis de Suelos y Tejidos Vegetales de la Sociedad Chilena de la Ciencia del Suelo
(CNA).
En el Cuadro 3.1 se indican los parámetros más importantes de un análisis de suelo. Éste
servirá de pauta para interpretarlo específicamente al cultivo de la cebolla de guarda en la
región de O’Higgins, con el objeto de determinar el nivel de deficiencia de nutrientes y revisar
aquellas propiedades del suelo que afectarían su disponibilidad. Valores superiores o iguales
significan niveles de suficiencia para rendimientos altos en cebolla de guarda y por lo tanto,
habrá muy poca respuesta a la fertilización.
84
La fertilización en el cultivo de cebolla de guarda
Cuadro 3.1 Pauta de interpretación de análisis de suelo para el cultivo de cebolla de guarda en la región de
O’Higgins.
VALOR
PARÁMETRO ANALÍTICO VALOR ADECUADO PARÁMETRO ANALÍTICO
ADECUADO
pH H₂O (1:2,5) - acidez o alcalinidad K int. - Potasio intercambiable
6,0 - 7,2 >1
1 máxima acidez - 14 máxima alcalinidad cmol(+) K/kg
CEe - conductividad eléctrica en el
Ca int. - Calcio intercambiable
extracto de saturación <1,3 >4
cmol(+) Ca/kg
dS/m, mS/cm o mmhos/cm
Suelo arenoso>1,8
MO - materia orgánica Suelo franco >2,5 Mg int. - Magnesio intercambiable
>0,32
% Franco arcilloso>3 cmol(+) Mg/kg
Suelo arcilloso>4
Suelo arenoso>5
CIC - capacidad de intercambio catiónico Suelo franco 5-15 S disp. - Azufre disponible (SO₄)
>16
cmol(+)/kg Franco arcilloso 15-30 ppm o mg/kg de SO₄
Suelo arcilloso>30
N disp. - Nitrógeno disponible o mineral
B disp. - Boro disponible o extractable
ppm o mg/kg (NO₃ + NH₄) >20 >1
ppm o mg/kg de B
P-Olsen - Fósforo disponible
Zn disp. - Zinc disponible
ppm o mg/kg de P >25 >1
ppm o mg/kg de Zn
Mn disp. - Manganeso disponible
ppm o mg/kg de Mn >0,22
K disp. - Potasio disponible
>400
ppm o mg/kg de K Fe disp. - Hierro disponible
ppm o mg/kg de Fe >4,5
Para calcular las dosis de fertilización del cultivo de la cebolla, se desarrolló un modelo
simplificado que está basado en la “Ecuación Racional de Fertilidad” (Rodríguez et al. 2001).
Esta ecuación satisface un balance entre la demanda de un cultivo dado y el suministro de
nutrientes del suelo, considerando además la eficiencia de la aplicación de fertilizantes al
suelo.La ecuación general es la siguiente:
Donde, la Demanda del cultivo corresponde a la cantidad de nutriente requerida para obtener
el rendimiento alcanzable económicamente rentable en un determinado agroecosistema
(sistema clima-cultivo-suelo). El Suministro del nutriente del suelo, es la cantidad del nutriente
disponible y potencialmente absorbible por un cultivo desde el suelo. Por su parte, la
eficiencia de la fertilización corresponde a la fracción recuperada del nutriente aplicado al
suelo.
85
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Para poder determinar las dosis de nutrientes se deberá contar con los siguientes parámetros
del análisis de suelo (Cuadro 3.1) del potrero donde se realizará la siembra:
• Materia orgánica (%)
• Nitrógeno disponible (ppm o mg/kg)
• Fósforo disponible o P-Olsen (ppm o mg/kg)
• Potasio intercambiable (meq/100 gr, cmol+/kg o en ppm)
• Magnesio intercambiable (meq/100 g o cmol+/kg)
• Azufre disponible (ppm o mg/kg de S elemento)
• Boro disponible (ppm o mg/kg)
• Zinc disponible (ppm o mg/kg)
Por lo tanto, redondeando, la cantidad de nitrógeno total que habrá que aplicar seria de 200
unidades por hectárea.
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La fertilización en el cultivo de cebolla de guarda
Condición Eficiencia
Suelo textura gruesa, riego excesivo 0,40 a 0,50
Suelo textura media-fina, riego normal 0,50 a 0,60
Suelo textura gruesa-media-fina, riego óptimo 0,60 a 0,65
Fertilizantes con inhibidores de la nitrificación 0,65 a 0,70
Fertirrigación, riego óptimo 0,70 a 0,75
IMPORTANTE: La dosis de nitrógeno no debería exceder las 300 unidades de nitrógeno ya
que esto no se traduciría en mayor rendimiento y puede estimular la presencia de bulbos
dobles, bulbos partidos, mala conservación de los bulbos en almacenamiento y contaminación
ambiental.
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Por lo tanto, redondeando, la cantidad de potasio total que habrá que aplicar seria de 370
unidades por hectárea. Si el resultado analítico está en unidades de equivalente químico o
como catión intercambiable, utilice la siguiente fórmula para transformarla:
K intercambiable (meq/100 gr o cmol+/kg) * 391 = K disponible (ppm o mg/kg)
IMPORTANTE: La dosis de potasio no debería exceder las 600 unidades por hectárea ya que
a partir de este valor no habría respuesta a la fertilización por parte del cultivo.
Por lo tanto, la cantidad de azufre total que habrá que aplicar seria de 40 unidades por
hectárea.
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La fertilización en el cultivo de cebolla de guarda
Por lo tanto, redondeando, la cantidad de magnesio total que habrá que aplicar seria de 60
unidades por hectárea.
Por lo tanto, redondeando, la cantidad de fosforo total que habrá que aplicar seria de 35
unidades por hectárea.
Por lo tanto, la cantidad de potasio total que habrá que aplicar seria de 280 unidades por
hectárea.
89
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Cuadro 3.3 Dosis y modo de aplicación recomendada para fertilización de boro (B) y zinc (Zn) en un
cultivo de cebollas bajo distintos suministros por parte del suelo.
90
La fertilización en el cultivo de cebolla de guarda
91
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
92
La fertilización en el cultivo de cebolla de guarda
En lo que se refiere al uso con el riego, los fertilizantes pueden clasificarse en dos clases:
93
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
- Fertilizantes líquidos abastecidos en forma de soluciones saturadas listas para usar sin
necesidad de tratamientos previos. Si bien estos en general contienen menor concentración
de nutrientes aumentando el costo de transporte y almacenamiento, su manejo en fertirriego
es más cómodo que con los fertilizantes sólidos.
Los dos tipos pueden ser simples o compuestos, desde el punto de vista de la composición de
los nutrientes. Los fertilizantes simples contienen un solo nutriente y los compuestos
contienen dos o más elementos nutritivos, a veces también microelementos. Estos últimos
muchas veces están formulados para distintas etapas del desarrollo de un cultivo. En el
Cuadro 3.4 se presenta un listado con los fertilizantes más utilizados en fertirrigación.
94
La fertilización en el cultivo de cebolla de guarda
Resulta también fundamental saber cómo afectará el contenido de sales y el pH del agua de
riego a la salida de los goteros.
- Salinidad: Los fertilizantes son sales, que se disocian formando iones (aniones y cationes)
cuando se disuelven en agua. Estos iones pueden interactuar en la solución y precipitar
formando compuestos insolubles, con el riesgo de no estar disponibles para las raíces o de
obstruir los emisores del sistema de riego, disminuyendo de esta manera la eficiencia de
utilización de los nutrientes. A su vez, si la cantidad aplicada es excesiva, la salinidad
resultante podría afectar a cultivos sensibles como la cebolla y disminuir en forma importante
los rendimientos. Por esta razón, es recomendable utilizar productos que sean de bajo índice
salino (ver Cuadro 3.4). Esto es, debido a que los iones acompañantes de algunos productos
no son absorbidos en altas cantidades y dejan residuos que elevan la salinidad del suelo; por
ejemplo, el cloruro de potasio o nitrato de sodio.
95
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Para el caso de la cebolla, se debe asegurar que con la elección y dosis aplicada de
fertilizantes, la concentración máxima de sales disueltas o CE resultante, medida en el agua
de riego a la salida de los goteros (Figura 3.4A), sea inferior a:
• Prebulbificacion < 0,31 dS/m (200 mg/L)
• Postbulbificación: < 0,78 dS/m (500 mg/L)
• Al final del desarrollo: < 1,0 dS/m (700 mg/L)
- pH del agua de riego: Por otra parte, es importante considerar que cuando los fertilizantes se
mezclan con el agua de riego, se puede modificar el pH de la solución resultante, con las
consecuencias que ello representa. Por ejemplo, si el fertilizante aumenta el pH habrá riesgo
de precipitación de Ca, ya que este catión tiene baja solubilidad.
Por otra parte, si el fertilizante disuelto disminuye el pH se evitarán obstrucciones en los emi-
sores y servirá para limpiar el sistema. No obstante, es importante asegurarse que el pH de la
solución alcance valores entre 5,5 y 6,5 para evitar cambios en los valores del suelo, ya que
dentro de este rango ocurrirá la mayor disponibilidad de nutrientes para la planta.
Los valores de la conductividad eléctrica y pH del agua pueden ser monitoreados de forma
simple y rápida utilizando medidores portátiles, como por ejemplo, los de la Figura 3.4B.
96
La fertilización en el cultivo de cebolla de guarda
• La fecha de inicio del riego. Una fecha tardía de inicio del riego, por ejemplo, debido a una
temporada lluviosa, puede traer consigo un retraso en la aplicación de fertilizantes que se
apliquen por esta vía.
• Del período de desarrollo de la variedad. Variedades de desarrollo largo son más
susceptibles a la pérdida de nutrientes desde suelo, sobre todo de nitrógeno, por lo tanto,
requerirían de una mayor proporción aplicada mediante fertirrigación.
• Del modo de aplicación de los fertilizantes al establecimiento del cultivo. Si la aplicación de
fertilizantes se realiza localizadamente durante la siembra directa del cultivo, podría
incrementarse la dosis al establecimiento, siempre y cuando no se apliquen altas dosis de
fertilizantes amoniacales o con alto contenido de cloruro.
IMPORTANTE: Como regla general se podría aconsejar aplicar un 20% a 30% de las unidades
de nitrógeno totales al momento del establecimiento y el 80% a 70% restante mediante el
sistema de riego. Con el resto de los nutrientes (P-K-Mg-S) se podría aplicar un 60% al
establecimiento y el 40% restante mediante fertirriego.
97
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Para determinar las dosis correctivas que se requerirán aplicar al establecimiento y mediante
fertirriego respectivamente, se debe utilizar la siguiente fórmula:
Ec = ((D – S) * FE) / Ef
Donde,
DEc: Unidades de nutriente aplicado o dosis
D: Demanda del nutriente del cultivo
S: Suministro del nutriente por parte del suelo
FE: Fracción de la fertilización aplicada con fertirriego o al suelo
Ef: Eficiencia del fertilizante según método de aplicación.
Cuando las dosis de fósforo y potasio correspondan a dosis de mantención de la fertilidad del
suelo o también cuando se aplican las dosis de azufre y magnesio se utiliza la siguiente
fórmula:
DE = DT * FE
Donde,
DEm: Unidades de nutriente aplicado o dosis
DT: Dosis de mantención de P o K, o dosis de S o Mg
FE: Fracción de la fertilización aplicada con fertirriego o al suelo
Paso 4. Estimar y planificar la dotación de agua de riego para el período de crecimiento del
cultivo.
La programación del riego es un procedimiento que permite determinar el nivel óptimo
de riego a aplicar a los cultivos. Consiste en establecer la frecuencia (¿cuándo regar?) y
tiempo de riego (¿cuánto regar?) de acuerdo a las condiciones del suelo, el cultivo y el clima
del predio, incluso previo al establecimiento del cultivo generando un plan de riego
calendarizado.
Pada poder realizar un adecuado programa de riego, por favor, consulte el Capítulo 2
“Manejo del riego en el cultivo de cebolla de guarda”.
98
La fertilización en el cultivo de cebolla de guarda
Figura 3.5 Curva de crecimiento, expresado como acumulación de materia seca (MS), en plantas del
cultivar Cobra a lo largo de su desarrollo, expresado como edad fisiológica relativa. Se presentan las
curvas de peso seco total (PST), peso seco del follaje (PSF) y peso seco del bulbo (PSB), estimadas a
partir de datos registrados en cultivos comerciales en la localidad de Quinta de Tilcoco (temporada
2014-2015) y San Vicente de Tagua Tagua (temporada 2015-2016).
99
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Cuadro 3.6 Etapas fenológicas de cebolla de guarda y su respectiva edad fisiológica relativa (EF).
Etapa fenológica EF Etapa fenológica EF
50% de emergencia 0 6 hojas verdes 0,34
100% de emergencia 0,01 6-7 hojas verdes 0,38
Inicio codo 0,04 7 hojas verdes 0,40
Aparición primera hoja 0,05 7-8 hojas verdes 0,42
Primera hoja y segunda emergiendo 0,08 9 hojas verdes 0,47
2 hojas verdes 0,12 11 hojas verdes 0,52
2-3 hojas verdes 0,15 11-12 hojas verdes 0,57
3 hojas verdes 0,18 Inicio de bulbificación según RB:2 0,60
3-4 hojas verdes 0,21 14-15 hojas verdes 0,65
4-5 hojas verdes 0,26 16 hojas verdes 0,71
5 hojas verdes 0,28 Inicio de caída de follaje 0,95
5-6 hojas verdes 0,30 Madurez fisiológica (50% tallos caídos) 1,00
La temperatura base de la cebolla es de 5°C, por lo tanto, la suma térmica acumulada durante
un día se estima de la siguiente manera: GD = T medía del día (°C) – 5 °C
100
La fertilización en el cultivo de cebolla de guarda
Para poder determinar los grados-día acumulados (GDA) hasta una fecha determinada “x”, se
realiza el mismo cálculo anterior para cada día transcurrido desde la fecha registrada de
emergencia (50% de la superficie total) y se suman.
GDA = GD día 1 (50 % emergencia) + GD día 2 + GD día 3 + … + GD día x
En el Cuadro 3.7 se indican valores de la suma térmica requerida para diversas variedades de
cebolla, los cuales permitirán determinar la edad fisiológica relativa (EF) en cada etapa del
cultivo (Cuadro 3.6). Cada suma térmica, expresada como grados día acumulados, fue
determinada directamente a partir de datos obtenidos con un registrador de temperatura
ambiente (datalogger) en dos parcelas experimentales del Proyecto FIC. La primera en la
localidad de Quinta de Tilcoco, durante la temporada 2014-2015, y la segunda en San Vicente
de Tagua Tagua durante la temporada 2015-2016.
3.3.3.1 Los datos fisiológicos de la variedad de cebolla (GDA de cada fase y GDAT). Durante
la última temporada del proyecto se determinaron estos antecedentes para la mayoría de las
variedades de cebolla cultivadas en la región (Cuadro 3.7).
101
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Cuadro 3.7 Suma térmica (expresada como grados día acumulados) requerida para completar los estados
de inicio bulbificación y madurez fisiológica por plantas de 16 cultivares de cebolla de día largo. Valores
obtenidos en ensayos de campo realizados en Quinta de Tilcoco y San Vicente de Tagua Tagua, en las
temporadas 2014-2015 y 2015-2016, respectivamente.
Grados días acumulados¹
Cultivar Empresa Tipo
Inicios bulbificación Madurez fisiológica
EXPRESSION BEJO HIBRIDO 1020 1700
DAWSON BEJO HIBRIDO 1020 1700
REINA HELENA MUSIC OP 1110 1850
LEGEND BEJO HIBRIDO 1110 1850
GRANO DE ORO SEMINIS OP 1110 1850
TORMES SEMINIS HIBRIDO 1110 1850
MISSISSIPPI SEMINIS HIBRIDO 1110 1850
CAMPERO NUNHEMS HIBRIDO 1110 1850
HAMILTON BEJO HIBRIDO 1110 1850
DELFOS AGRICAL OP 1200 2000
MONACO BEJO HIBRIDO 1200 2000
COBRA ANASAC OP 1200 2000
PANDERO NUNHEMS HIBRIDO 1200 2000
VALINIA INIA OP 1200 2000
THOR SLA HIBRIDO 1272 2120
TITAN SLA HIBRIDO 1272 2120
1: Dependiendo de las condiciones del suelo, nutrición y riego, pueden presentarse variaciones en
los requerimientos de suma térmica del cultivo entre 7 a 8 días.
3.3.3.2 Las curvas de absorción de nutrientes por parte del cultivo. En general, la asimilación
de los nutrientes, sigue el curso de la acumulación de la biomasa. Sin embargo, el
conocimiento de la absorción y acumulación de nutrientes en las diferentes etapas del cultivo,
identificado épocas en que los elementos son exigidos en mayor cantidad es necesario que
esté bien determinado. Cada especie y cada variedad tienen requerimientos específicos de los
distintos nutrientes, los cuales deben ser suplementados de acuerdo a estas necesidades.
En la Figura 3.6 se presentan las curvas de extracción obtenidas durante la investigación del
proyecto y que pueden servir de referencia para establecer los momentos y dosis de
aplicación de los fertilizantes. Como se puede apreciar en las curvas de extracción, es muy
importante aplicar los fertilizantes en el momento propicio, o de lo contrario se limitará en
forma importante el rendimiento. Se puede notar que, en la fase fenológica de inicio de la
bulbificación, que corresponde a una edad fisiológica relativa de 0,6, la planta habrá extraído
el 80% del nitrógeno y azufre, el 75% del fósforo, el 65% del potasio y el 45% del magnesio y
calcio de la demanda total requerida (Figura 3.6).
102
La fertilización en el cultivo de cebolla de guarda
Figura 3.6 Curvas de absorción acumulada de un cultivo de cebolla de guarda (cultivar Cobra), de
acuerdo a datos recolectados en las temporadas 2015 y 2016, en localidades de la región de O’Hig-
gins. Arriba: Absorción acumulada de nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K); Abajo: absorción
acumulada de calcio (Ca), magnesio (Mg) y azufre (S). Para cada nutriente, se indica el porcentaje de
nutriente absorbido al momento de inicio de bulbificación.
103
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Debido a que la absorción del nutriente desde el suelo, su movilización y uso por parte de la
planta presentan un par de semanas de desfase, es muy importante que cada parcialización
de la dosis de fertilización sea anticipada dos semanas con respecto a su requerimiento
(absorción). De esta manera, se maximiza el aprovechamiento del fertilizante y se evitan
asincronías entre los aportes, la absorción de los nutrientes y su asimilación.
NOTA: el inicio de la bulbificación puede ser confirmado en terreno. Para esto, se debe medir
diámetro máximo del bulbo y el diámetro mínimo del pseudotallo (Figura 3.7) en varias plantas
muestreadas al azar en el potrero. Cuando la relación entre dichos diámetros es igual a 2 en
las plantas en promedio (diámetro del bulbo duplica al diámetro del pseudotallo), el cultivo se
encontraría en esta crucial fase fenológica.
Figura 3.7 Determinación del inicio de bulbificación, en que el diámetro del bulbo es al menos dos
veces el diámetro del pseudotallo (follaje).
104
La fertilización en el cultivo de cebolla de guarda
105
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Datos:
• Materia orgánica: 2,8%
• Nitrógeno disponible: 25 ppm
• Fósforo disponible o P-Olsen: 26 ppm
• Potasio intercambiable: 220 ppm
• Magnesio intercambiable: 0,25 cmolc/kg
• Azufre disponible: 8 ppm
• Rendimiento esperable: 80 ton/ha
106
La fertilización en el cultivo de cebolla de guarda
Con estos cálculos, se puede planificar la fertirrigación como figura en el Anexo 3.2 y
basándose en:
1. la edad fisiológica del cultivo proyectada en función de las temperaturas medias mensuales
y la fecha estimada de emergencia,
2. Las curvas de absorción de nutrientes,
3. Las dosis calculadas de nutrientes y
4. El programa de riego (ver capítulo: “Manejo del riego en el cultivo de la cebolla de guarda”)
107
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
3.5 Agradecimientos
Se agradece la disposición de las personas que prestaron una valiosa colaboración en la
obtención de los datos presentados en este capítulo: Arturo Varela y Carlos Pérez.
3.6 Referencias
Rodríguez, J. Pinochet, D. y Matus, F. 2001. Fertilización de los cultivos. Santiago, Chile. ed.
LOM. 117 p.
108
La fertilización en el cultivo de cebolla de guarda
El pH, medido en una proporción fija suelo: agua, no se afecta por el tamaño de la muestra,
pero si por el grado de inmersión del electrodo. Por esta razón, la Sociedad Chilena de la
Ciencia del Suelo recomienda utilizar 20 gr de muestra y 50 ml de agua destilada.
El pH influye substancialmente en la capacidad de absorción y solubilidad de numerosos
elementos nutritivos y afecta propiedades físicas y biológicas importantes del suelo.
2. Conductividad eléctrica del extracto de saturación “CEe” (No confundir con pasta
saturada 1:2 o pasta saturada 1:5)
Se prepara una pasta de suelo saturada con agua, se filtra al vacío y en el extracto se
determina la conductividad eléctrica con un conductivímetro. Este método proporciona la
medida más representativa del total de sales solubles en el suelo debido a que se relaciona
estrechamente con los contenidos de agua del suelo bajo condiciones de campo.
109
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Anexo 3.1
4. Materia Orgánica del suelo
Constituye la fracción orgánica del suelo, excluidos residuos animales y vegetales sin
descomponer. Interviene en procesos que afectan el comportamiento del suelo y crecimiento
de las plantas, como la formación y estabilización de agregados; adsorción e intercambio
catiónico; suministro de nutrientes, principalmente N, P Y S, a partir de su descomposición
bacteriana, energía para las bacterias, capacidad de retención de agua y protección contra la
erosión.
La materia orgánica del suelo se determina estimando su contenido de carbono (C) y
multiplicando el resultado por el factor constante 1,72 derivado del porcentaje de C en la
materia orgánica. El C se determina por métodos de combustión seca o combustión húmeda.
De acuerdo a resultados de investigaciones, la Sociedad Chilena de la Ciencia del Suelo
recomienda un método de combustión húmeda, que oxida la materia orgánica con una mezcla
de dicromato de potasio y ácido sulfúrico, midiéndose en un colorímetro la intensidad del color
verde que desarrolla el cromo reducido (Crᶧ³).
110
La fertilización en el cultivo de cebolla de guarda
Anexo 3.1
7. Cationes de intercambio potasio (Kᶧ), calcio (Caᶧ²), magnesio (Mgᶧ²) y sodio (Naᶧ)
Su determinación consiste en extraer del suelo las formas intercambiables de estos
cationes con una solución de acetato de amonio 1 mol/lt a pH 7,0. La concentración de cada
catión en la solución se determinan por espectrometría de absorción o emisión atómica y se
expresa en meq/ 100 gr (miliequivalentes por 100 gr de suelo) o en cmol/kg (centimoles de
carga (+) por kg de suelo). Debido a que la cantidad de nutrientes extraída está afectada por
la relación suelo: solución y tiempo de contacto, la Sociedad Chilena de la Ciencia del Suelo
recomienda la relación suelo: solución de 1:10 y 30 min de agitación.
8. Azufre disponible
La determinación de azufre (S) disponible en suelos consiste en estimar el S que se
encuentra como anión sulfato (SO4ˉ²), forma que es absorbida por las plantas.
Existen extractivos que retiran el SO4ˉ² fácilmente soluble, otros que extraen el SO4ˉ²
soluble más una fracción del SO4ˉ² adsorbido y aquellos que sustraen las dos fracciones más
una parte del S orgánico del suelo.
La Sociedad Chilena de la Ciencia del Suelo recomienda estimar la disponibilidad de S
mediante una solución de fosfato monocálcico 0,01 mol/It.
9. Boro disponible
El micronutriente boro (B) tiene un intervalo de concentración muy reducido entre los
límites de deficiencia y toxicidad. El B disponible se estima por extracción con agua caliente y
posterior determinación del B en el extracto por colorimetría. El resultado se expresa en mg/kg
suelo o ppm.
Para evaluar el riesgo de toxicidad, se determina el B en el extracto de pasta saturada
del suelo.
111
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Anexo 3.1
10. Micronutrientes: zinc (Zn), hierro (Fe) y manganeso (Mn)
Tal como para los nutrientes mayores, la disponibilidad de micronutrientes catiónicos
se estima utilizando un extractivo que solubiliza una fracción de las formas lábiles presentes
en el suelo, sujeto a que las fracciones solubles correlacionen con las cantidades absorbidas
por las plantas.
Los extractivos utilizados se clasifican en cuatro categorías: (a) sales neutras, (b)
ácidos inorgánicos, (c) agentes reductores, y, (d) agentes quelatantes.
En Chile se utiliza el agente quelatante DTPA, que forma simultáneamente complejos
de Cu, Fe, Mn y Zn, y que es el procedimiento más usado para determinar disponibilidad de
micronutrientes. El DTPA forma parte de la solución denominada "DTPA-TEA" compuesta por
DTPA 0,05 mol/lt, CaCI2 0,01 mol/lt y trietanolamina 0,1 mol/lt tamponada a pH 7,3.
La concentración de los microelementos quelatados en la solución se determina en
forma directa por espectrometría atómica, y se expresa en ppm o mg/kg de suelo.
NOTA: No se requerirá analizar molibdeno (Mo), ni cloro (Cl) debido a que prácticamente no
existen deficiencias en los suelos de Chile.
Por otro lado, los niveles de cobre (Cu) se encuentran en suficiencia en la mayoría de
los suelos de la región de O´Higgins.
112
La fertilización en el cultivo de cebolla de guarda
113
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
114
La fertilización en el cultivo de cebolla de guarda
115
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
116
CAPÍTULO 4
Los insectos plaga son una amenaza para la produccion de un cultivo de calidad.
Ellos son capaces de desplazarse activamente en busca de plantas para
alimentarse, resistir condiciones ambientales adversas y causar serios daños a
la producción. Manejarlos en forma sostenible involucra conocer su biología,
ciclos de desarrollo y usar estrategias integradas y racionales que estén acorde
con la protección del medio ambiente, los trabajadores agrícolas y los
consumidores.
117
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
4.1 Introducción
Varias especies de insectos y algunos ácaros se han reportado alimentándose de cebolla, sin
embargo no todas se presentan todos los años ni alcanzan un nivel poblacional que justifique
tomar medidas de control. Así, solo unas pocas especies son consideradas plagas de carácter
clave y representan una amenaza frecuente a la obtención de un producto rentable y de
calidad (Cuadro 4.1). El objetivo de este capítulo es entregar antecedentes de las plagas clave
que afectan al cultivo de cebolla en Chile, haciendo referencia a su reconocimiento, ciclo de
desarrollo y hábitos de alimentación, monitoreo y fenología, daños y controladores biológicos.
Estrategias de manejo y control de plagas en el cultivo se abordan en forma conjunta al final
del texto.
Hábito de
Clasificación Carácter de
Especie alimentación -
taxonómica plaga
Tipo de daño
Raspa follaje,
Trips de la cebolla,
Thys., Thripidae transmite virus Clave
Thrips tabaci Lindeman
IYSV
Trips de California,
Thys., Thripidae Frankliniella occidentalis Raspa follaje Ocasional
(Pergande)
Larvas se
Mosca de la cebolla,
Dipt., Anthomyiidae alimentan de Clave
Delia antiqua (Meigen)
plántulas y bulbos
Larvas se
Mosca de las semillas,
Dipt., Anthomyiidae alimentan de Clave
Delia platura (Meigen)
plántulas y bulbos
Mosca de los bulbos, Larvas se
Dipt., Syrphidae Eumerus strigatus alimentan de Ocasional
(Fallén) plántulas y bulbos
Minador de las chacras,
Larva minadora de
Dipt., Agromyzidae Liriomyza huidobrensis Ocasional
hojas
(Blanchard)
Gusano cortador de las
Lep., Noctuidae chacras, Agrotis ipsilon Gusano cortador Ocasional
(Hufnagel)
Cuncunilla granulosa, Gusano cortador y
Lep., Noctuidae Agrotis lutescens consume follaje Ocasional
(Blanchard) durante la noche
Cuncunilla subterránea, Gusano cortador y
Lep., Noctuidae Feltia subterranea consume follaje Ocasional
(Fabricius) durante la noche
118
Plagas del cultivo de cebolla en Chile
Hábito de
Clasificación Carácter de
Especie alimentación -
taxonómica plaga
Tipo de daño
Consume follaje en
Cuncunilla veteada, primeros estados y
Lep., Noctuidae Peridroma saucia corta plántulas en Ocasional
(Hübner) estados más
desarrollados.
Cuncunilla de las
Cuncunilla, se
Lep., Noctuidae hortalizas, Copitarsia Ocasional
alimenta en follaje
decolora (Guenée)
Gusano del maíz,
Cuncunilla, se
Lep., Noctuidae Helicoverpa gelotopoeon Ocasional
alimenta en follaje
(Dyar)
Gusano del choclo, Cuncunilla, se
Lep., Noctuidae Ocasional
Helicoverpa zea (Boddie) alimenta en follaje
Cuncunilla de las
Cuncunilla, se
Lep., Noctuidae hortalizas, Leucania Ocasional
alimenta en follaje
impuncta (Guenée)
Forma galerías en
Acari, Acaridae Ácaro de los bulbos,
bulbos, favorece
Rhizoglyphus echinopus Potencial
ataque por
(Fumouze & Robin)
Fusarium sp.
Ácaro muy
pequeño que se
Normalmente
puede presentar
Eriófido de los bulbos, no reviste
Acari, Eriophyidae en cebolla, sin
Eriophyes tulipae Keifer importancia en
embargo es una
cebolla
plaga que presenta
importancia en Ajo
Ocasionalmente
Capachito de las chacras,
interceptado en
Col., Curculionidae Listroderes subcinctus Cuarentenaria.
embarques de
Boheman
exportación
Colémbolo, Se encuentra en No reviste
Colle.,
Ceratophysella armata bulbos dañados y importancia
Hypogastruridae
(Nicolet) en descomposición primaria.
Larvas de mosca
se alimentan en No reviste
Syritta flaviventris
Dipt., Syrphidae bulbos de cebolla importancia
Macquart
previamente primaria.
dañados
Fuentes: Adaptado de Artigas, 1994; Klein y Waterhouse 2000, e información recolectada por
el autor.
119
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
4.2 Trips
N°
Color N° setas
Especie segmentos Tamaño adultos
adultos en pronoto
en antena
Bicolor, tórax
1,2-1,5 mm (hembra)
F. occidentalis más claro que 4 pares 8
0,9-1,2 mm (macho)
abdomen.
120
Plagas del cultivo de cebolla en Chile
Figura 4.1 Trips de la cebolla (izq.) y trips de California (der.). El detalle en aumento mues-
tra el número de setas presentes en las esquinas del pronoto.
121
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Adulto
Pupoide Huevo
Prepupoide Ninfa 1
Ninfa 2
122
Plagas del cultivo de cebolla en Chile
Figura 4.3 Ninfas de trips (primer y segundo subestado) alimentándose entre las hojas de
una planta de cebolla.
Cuadro 4.3 Tiempos requeridos para el desarrollo de Thrips tabaci mantenido en hojas de
cebolla a diferentes temperaturas constantes.
123
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Los trips tienen una enorme capacidad intrínseca para incrementar su tamaño poblacional. Se
han reportado tasas reproductivas netas de 27,5 hijas/hembra para Thrips tabaci y de 22,1
para Frankliniella occidentallis (van Rijn et al., 1995) al criarlos en condiciones similares que
permiten comparar el potencial reproductivo de ambas especies. Así, de este estudio se
concluye que el trips de la cebolla tiene un mayor potencial reproductivo que el trips de
California. El tamaño poblacional también depende de varios factores extrínsecos,
notablemente las tasas de inmigración y emigración hacia y desde el cultivo, respectivamente.
Los adultos de trips presentan gran capacidad de dispersarse en búsqueda de alimento
volando activamente y al ser arrastrados pasivamente por el viento. Así, es común observar
vuelos masivos hacia los cultivos cuando la vegetación silvestre del entorno comienza a
secarse en la medida que el verano avanza en la zona central de Chile.
124
Plagas del cultivo de cebolla en Chile
Aunque las trampas de color azul son más eficaces para la captura de trips, las de color
amarillo tienen la ventaja de atraer a otros insectos voladores, como la mosca de la cebolla
(D. antiqua), la mosca de las semillas (D. platura) y minadores de hojas (L. huidobrensis),
entre otros.
Figura 4.4 Trampas pegajosas de color azul y amarillo ubicadas en cultivos de cebolla en la
localidad de Chépica de la región de O’Higgins.
125
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
30 Chépica
Número trips/trampa/día
25
20 F. occidentalis
15 T. tabaci
10
0
Jul Ago Sep Oct Nov Dic Ene
100 Malloa
Número trips/trampa/día
80
60
40
20
0
Jul Ago Sep Oct Nov Dic Ene
60 Quinta de Tilcoco
Número trips/trampa/día
50
40
30
20
10
0
Jul Ago Sep Oct Nov Dic Ene
Figura 4.5 Capturas de adultos de trips de la cebolla (Thrips tabaci) y trips de California
(Frankliniella occidentalis) en trampas pegajosas de color amarillo ubicadas en cultivos de
cebolla de tres localidades de la región de O’Higgins, durante 2014 – 2015.
126
Plagas del cultivo de cebolla en Chile
La magnitud del daño causado por Thrips tabaci en cebolla depende en gran medida de la
cantidad de individuos en relación al estado de desarrollo de la planta. En este sentido, se han
realizado estudios para determinar el umbral de daño económico y establecer la densidad de
insectos que justifica su control. Se ha determinado que es necesario aplicar una medida de
control químico cuando la población alcanza entre 0,5 a 1,6 trips / hoja de cebolla,
inclinándose al menor valor cuando las condiciones climáticas son predisponentes para la
infestación y cuando el valor de mercado del producto aumenta (Rueda et al., 2007).
Similarmente, otro estudio determinó umbrales de acción de entre 0,9 a 2,2 trips/hoja, y
propone usar el menor umbral en situaciones de ausencia de precipitaciones
(Fournoni et al., 1995). Adicionalmente, se debe tener presente que el estado de bulbificación
es el más susceptible al daño por trips de la cebolla (Kendall y Capinera, 1987), por lo que
durante esa etapa debiera considerarse el criterio más conservador. Existe coincidencia en la
literatura sobre el gran potencial de daño de esta especie, tanto así que muchas veces es
necesario aplicar insecticidas químicos sintéticos a intervalos semanales. Alternativamente,
se ha observado que una forma efectiva de combatir los trips en el cultivo de cebolla en Chile
es mediante la implementación de riego por aspersión. La caída de agua sobre los insectos
los lava de la planta y reduce considerablemente el daño por esta causa. No obstante, la
humedad en el follaje conlleva otros problemas derivados de la colonización por patógenos,
principalmente hongos.
127
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Figura 4.6 Morfología general de un trips adulto (A), ninfa alimentándose en follaje (B) y
cuello de la planta (C), comparación de hojas sin (izquierda) y con (derecha) daño causado
por trips (D).
128
Plagas del cultivo de cebolla en Chile
Adicionalmente, desde hace varios años se está estudiando a los trips como vectores de
algunos virus que pueden causar serios daños económicos a un gran número de cultivos en
distintas partes del mundo. El cultivo de cebolla en Chile no ha quedado exento de este
problema ya que se han encontrado plantas con sintomatología correspondiente al Virus de la
Mancha Amarilla del Iris o Iris Yellow Spot Virus (IYSV) en las localidades de Colina, Til-Til y
Rengo (Rosales et al., 2005). Las plantas infectadas presentan lesiones en forma de diamante
y lesiones cloróticas y necróticas irregulares (ver Capítulo 5. "Principales enfermedades de la
cebolla en Chile", apartado 5.13 Mancha amarilla del iris). Además de encontrase en cebolla,
el IYSV ha sido reportado en ajo, ciboulette, puerro y varias especies de malezas
(Gent et al., 2006). Este virus es transmitido entre plantas por Thrips tabaci, donde los adultos
solo transmiten el virus si fue adquirido en estado ninfal, convirtiéndose en un agente virulento
en el segundo estado la mayoría de los casos (Gent et al., 2006). Adicionalmente, se ha
determinado que Frankliniella fusca (trips del tabaco) es vector de IYSV, aunque su eficiencia
como vector es mucho menor que la tasa transmisión potencial de T. tabaci
(Srinivasan et al., 2012). Por otro lado Frankliniella occidentalis no transmite el IYSV
(Srinivasan et al., 2012).
129
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
130
Plagas del cultivo de cebolla en Chile
Plántulas y bulbos de cebolla pueden ser dañados por las larvas de tres especies de moscas,
la mosca de la cebolla (Delia antiqua), la mosca de las semillas (Delia platura) y la mosca
de los bulbos (Eumerus strigatus), siendo la mosca de la cebolla la más común. El entorno
puede incidir en las especies que se encuentran en un cultivo de cebolla, según la disponibili-
dad de otros hospederos vegetales donde ellas se desarrollan alternativamente entre ciclos
productivos. En cuanto al hábito de alimentación de estas moscas, ambas especies del género
Delia se pueden encontrar en ajo, cebolla, cebollín, chalota, frejol, maíz y papa. Sin embargo,
la mosca de las semillas presenta un rango de hospederos más amplio, que además incluye
arveja, betarraga, camote, cucurbitáceas, espárrago, espinaca, lupino, rábano, trébol y
zanahoria (Artigas, 1994). La mosca de los bulbos se ha reportado en cebolla, chalota y con
mayor frecuencia en bulbos de flores como Amaryllis (Amaryllis sp.), Jacinto (Hyacinthus sp.),
Iris (Iris sp.) y Narcisos (Narcissus sp.) (Capinera, 2001).
131
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Se reportó en Chile por primera vez el año 1999 en la región Metropolitana (Gerding et al.,
1999). Al igual que las especies de Delia, el daño lo causan las larvas al alimentarse de los
bulbos. Las hembras adultas depositan huevos en el suelo cerca de los bulbos, o sobre los
bulbos o follaje cercano al suelo. Los huevos son blancos y elípticos de 0,7 mm de largo y
0,2 mm de ancho con un extremo más puntudo que el otro. Los huevos pueden ser
depositados de a uno o en grupos de hasta 30 (Capinera, 2001). Las larvas son de color
variable desde blanco cremoso a amarillento o rojizo, con apariencia arrugada y se
caracterizan por la presencia de espiráculos prominentes en forma de tubo (Figura 4.9 C).
Figura 4.8 Imágenes comparativas de Delia spp. (A, B, C) y Eumerus strigatus (D, E).
Detalle de pata metatoraxica de las especies D. platura (B) con hilera de cerdas y D.
antiqua (C) sin las cerdas. Adulto de E. strigatus (D) y detalle de tibia engrosada (E).
132
Plagas del cultivo de cebolla en Chile
Figura 4.9 Imágenes comparativas de larva (A) y pupa (B) de Delia spp., de larva (C) y
pupa (D) de Eumerus strigatus. La cabeza de ambas larvas se encuentra hacia la izquierda
de la fotografía. Ambas pupas presentan apertura de emergencia de adultos.
133
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
134
Plagas del cultivo de cebolla en Chile
1,4 Chépica
Número adultos/trampa/día
1,2
D. antiqua
1,0
D. platura
0,8
0,6
0,4
0,2
0,0
Jul Ago Sep Oct Nov Dic Ene
9 Malloa
8
Número adultos/trampa/día
7
6
5
4
3
2
1
0
Jul Ago Sep Oct Nov Dic Ene
25 Quinta de Tilcoco
Número adultos/trampa/día
20
15
10
0
Jul Ago Sep Oct Nov Dic Ene
Figura 4.11 Captura de adultos de mosca de la cebolla (Delia antiqua) y de la mosca de las
semillas (Delia platura) en trampas pegajosas de color amarillo ubicadas en cultivos de
cebolla en tres localidades de la región de O´Higgins, Chile durante 2014-2015. A) San
Vicente de Tagua Tagua, B) Quinta de Tilcoco, C) Malloa
135
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
4.3.3 Daños
En las tres especies de moscas, el daño es ocasionado por las larvas mediante un
aparato bucal especializado que consta de ganchos. El primer síntoma del daño es el
marchitamiento de las hojas exteriores (Figura 4.12), para luego producir una clorosis flácida
y posteriormente la muerte de la plántula. Si las plantas pequeñas mueren antes de que se
cumpla el desarrollo de la larva, esta continuará alimentándose de las plántulas adyacentes.
En bulbos de gran tamaño hacen galerías que terminan abriéndose en los costados. El
daño inicial es el marchitamiento de las hojas y caída de las plántulas. El daño por
alimentación causa heridas que facilitan la entrada de agentes patógenos que aumentan el
efecto dañino de estas moscas sobre el cultivo.
136
Plagas del cultivo de cebolla en Chile
Figura 4.13 Uso de trampas pegajosas de color amarillo para cuantificar la actividad de
adultos de mosca de la cebolla (Delia antiqua) y mosca de las semillas (Delia platura) en
etapas iniciales del cultivo de cebolla.
137
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Figura 4.14 Hembra adulta de Aphaereta laeviuscula (Hym. Braconidae) y detalle del ala, un
parasitoide de Delia antiqua.
Figura 4.15 Larvas (A, B), pupa (C) y adulto (D) de Delia antiqua parasitados por hongos
entomopatógenos.
138
Plagas del cultivo de cebolla en Chile
Las plagas ocasionales son aquellas que no se presentan todos los años en una densidad que
justifica su control, pero suelen causar considerable daño cuando atacan. Por su ocurrencia
esporádica y muchas veces impredecible, detectarlas a tiempo reviste gran importancia para
tomar medidas de manejo oportuno.
En general, las larvas de lepidópteros se alimentan durante dos a tres semanas mientras
crecen y van pasando por varios sub-estados larvales (L1, L2, L3, L4, L5). Al llegar al quinto
(o en ocasiones al sexto) sub-estado, la larva entra en una fase de reposo durante la cual no
se alimenta. Esta fase se llama pupa y está escondida en el suelo, hojarasca, restos de
cosecha u otros escondites apropiados para pasar desapercibida durante una o dos semanas
más. Después de este período de receso, emerge el adulto. Los adultos vuelan generalmente
entre el crepúsculo y la media noche, apareándose y depositando gran cantidad de huevos
sobre las plantas o cerca de ellas. Cada hembra puede depositar entre 700 y 1500 huevos,
dependiendo de la especie y de su condición reproductiva.
139
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
140
Plagas del cultivo de cebolla en Chile
Figura 4.18 Minador de las chacras (Liriomyza huidobrensis). Galerías causadas por la larva
en hojas de cebolla (izq.), adulto (derecha arriba) y pupa (derecha abajo).
141
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Esta especie posee una alta capacidad reproductiva pudiendo formar colonias que infestan los
bulbos. Es capaz de infestar plantas pequeñas de cebolla y si la densidad es alta puede
ocasionar amarillez generalizada y hasta la muerte de las plántulas. Puede continuar su
desarrollo alimentándose de catáfilas externas durante el crecimiento del cultivo e incluso
durante el almacenamiento de bulbos siempre que encuentre condiciones de humedad
apropiadas, lo que favorece la infestación con hongos. Es poco frecuente que cause daños
serios en cebollas, siendo más común que ocasione mermas en ajos almacenados donde los
bulbillos infestados se observan como una masa pastosa. No se dispone de antecedentes de
controladores biológicos y manejo en cebolla.
142
Plagas del cultivo de cebolla en Chile
143
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
144
Plagas del cultivo de cebolla en Chile
Existen diversos insecticidas cuyo uso está autorizado para el control de plagas en cebolla. A
la fecha (Dic. 2016), el Servicio Agrícola y Ganadero (S.A.G.) registra 32 ingredientes activos
de insecticidas solos o en mezclas y un acaricida, que a través de diferentes concentraciones
y formulaciones dan origen a 67 productos comerciales autorizados para uso en cebolla
(Cuadro 4.4). En la etiqueta de cada producto se indica el modo de acción, el cual se refiere a
la forma de exposición por la cual el insecticida ejerce su actividad, así como también
instrucciones de uso, dosis o concentración de aplicación, período de carencia y otros
antecedentes importantes de tener en conocimiento previo a su uso.
También es importante considerar el efecto residual del plaguicida antes de repetir una
aplicación. El efecto residual, o persistencia de actividad, es el tiempo que permanecen
activos después de su aplicación, conservando propiedades tóxicas en relación a las plagas a
controlar u otras especies no-objetivo. Diversos factores como la dosis aplicada,
características físicas y químicas del producto, e incluso el clima, la especie de insecto y
planta determinan la duración de la actividad de un plaguicida. En general, la gran mayoría de
los insecticidas proporcionan una actividad de control que no persiste más allá de una o dos
semanas.
El sitio de acción corresponde al mecanismo bioquímico por el cual el insecticida ejerce
su acción sobre procesos biológicos, químicos o fisiológicos de las plagas. Este mecanismo
depende del ingrediente activo que contenga el producto comercial formulado. Esta
información no se encuentra disponible en la etiqueta por lo que se ha incluido en el Cuadro
4.4. Conocer el sitio de acción de los insecticidas a utilizar es útil para prevenir el desarrollo
de poblaciones de insectos resistentes. La resistencia es un fenómeno de disminución de
susceptibilidad de los insectos en respuesta a la aplicación repetida de insecticidas que
afectan el mismo sitio de acción, en una población aislada, y que posea un nivel de variación
natural en la respuesta al plaguicida. El proceso de desarrollo de resistencia es gradual y
puede ocurrir un continuo en la respuesta, es decir la población de organismos evoluciona en
el tiempo desde susceptible a tolerante y luego a resistente.
145
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
146
Plagas del cultivo de cebolla en Chile
Cuadro 4.4 Lista de insecticidas y acaricidas registrados por el Servicio Agrícola y Ganadero
(S.A.G.) para su uso en cebolla (diciembre de 2016). Se incluye su respectiva clasificación según
sitio de acción, espectro de acción a insectos o ácaros y su nivel de toxicidad.
TOXICIDAD
INGREDIENTE NOMBRES SITIO DE PLAGA /
SOBRE SERES
ACTIVO COMERCIALES ACCION 1 OBJETIVO
HUMANOS 2
147
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Cuadro 4.4 Lista de insecticidas y acaricidas registrados por el Servicio Agrícola y Ganadero
(S.A.G.) para su uso en cebolla (diciembre de 2016). Se incluye su respectiva clasificación según
sitio de acción, espectro de acción a insectos o ácaros y su nivel de toxicidad. (Continuación)
TOXICIDAD
INGREDIENTE NOMBRES SITIO DE PLAGA /
SOBRE SERES
ACTIVO COMERCIALES ACCION 1 OBJETIVO
HUMANOS 2
ZERO 5 EC,
KARATE CON
TECNOLOGIA II (Amarillo) o
Lambda-
ZEON 050 CS, Amplio espectro III (Azul) según
cihalotrina
LAMBDA formulación
CIHALOTRINA 5
EC AGROSPEC
MAVRIK
Tau-fluvalinato Amplio espectro II (Amarillo)
AQUAFLOW
Acrinatrina RUFAST 75 EW Amplio espectro III (Azul)
Grupo 3 A.
FASTAC 100 EC, II (Amarillo) o
Alfa- Moduladores del
ALFAMAX 10 EC, Amplio espectro III (Azul) según
cipermetrina canal de sodio.
MAGEOS formulación
BULLDOCK 125
Beta-ciflutrina Amplio espectro III (Azul)
SC
CIPOLYTRINA 25
Cipermetrina Amplio espectro II (Amarillo)
EC
Esfenvalerato HALMARK 75 EC Amplio espectro II (Amarillo)
Gamma-
BULL CS Amplio espectro IV (Verde)
cihalotrina
PERMETRINA 50
Permetrina Amplio espectro II (Amarillo)
CE
CONFIDOR
FORTE 200 SL,
ABSOLUTO 35%
SC, NUPRID,
IMIDACLOPRID Grupo 4 A.
Moderado II (Amarillo), III
70 WP Agonistas del
(principalmente (Azul) o IV
Imidacloprid AGROSPEC, receptor
insectos (Verde) según
COURAZE 200 nicotínico de la
picadores) formulación
SL, ABSOLUTO acetilcolina.
20% SL,
IMIDACLOPRID
20 SL
AGROSPEC
Grupo 5.
Activadores
Moderado (trips,
alostéricos del
Espinosad SUCCESS 48 larvas de IV (Verde)
receptor
lepidópteros)
nicotínico de la
acetilcolina
148
Plagas del cultivo de cebolla en Chile
Cuadro 4.4 Lista de insecticidas y acaricidas registrados por el Servicio Agrícola y Ganadero
(S.A.G.) para su uso en cebolla (diciembre de 2016). Se incluye su respectiva clasificación según
sitio de acción, espectro de acción a insectos o ácaros y su nivel de toxicidad. (Continuación)
TOXICIDAD
INGREDIENTE NOMBRES SITIO DE PLAGA /
SOBRE SERES
ACTIVO COMERCIALES ACCION 1 OBJETIVO
HUMANOS 2
Clorhidrato de
NERES 50 % SP Amplio espectro II (Amarillo)
cartap
Grupo 14.
Bloqueadores
Monoclorhidrato CARTAP 50 % del canal
Amplio espectro II (Amarillo)
de cartap WP receptor
nicotínico de la
acetilcolina.
Hidrogenooxalat
EVISECT 50 SP Amplio espectro III (Azul)
o de tiociclam
Clorpirifós /
SALUT Grupo 1B Amplio espectro II (Amarillo)
dimetoato
149
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Cuadro 4.4 Lista de insecticidas y acaricidas registrados por el Servicio Agrícola y Ganadero
(S.A.G.) para su uso en cebolla (diciembre de 2016). Se incluye su respectiva clasificación según
sitio de acción, espectro de acción a insectos o ácaros y su nivel de toxicidad. (Continuación)
TOXICIDAD
INGREDIENTE NOMBRES SITIO DE PLAGA / SOBRE
ACTIVO COMERCIALES ACCION¹ OBJETIVO SERES
HUMANOS²
Grupo 21:
Inhibidor del
Selectivo
Fenpiroximato ACABAN 050 SC transporte de II (Amarillo)
(Ácaros)
electrones en
mitocondria
Beauveria
Plaguicida Amplio
bassiana Cepa NATURALIS L IV (Verde)
biológico espectro
ATCC 74040
Moderado
Botánico,
(Larvas de
múltiples sitios o
Azadiractina NEEM-X lepidópteros, IV (Verde)
sitios
áfidos, trips,
desconocidos
ácaros)
1: Según IRAC (Insecticide Resistance Action Committee).
2:El color rojo indica sumamente o muy peligroso, el color amarillo indica moderadamente
peligroso, el azul se refiere a productos poco peligrosos y el verde a plaguicidas que normalmente
no ofrecen peligro.
150
Plagas del cultivo de cebolla en Chile
4.6 Agradecimientos
Se agradece la disposición de las personas que prestaron una valiosa colaboración en la
obtención de los datos presentados en este capítulo: Isabel Ahumada, Fernanda Castro,
Josefa Dueñas, Camila Gárate, Vicente Urzúa, Roberto Veas. También se agradece la
colaboración de Lourdes Peralta por identificar Syritta flaviventris.
4.7 Referencias
Capinera, J.L. 2001. Handbook of vegetable pests. Academic Press. Pags. 230-232.
Edelson, J.V. y J.J. Magaro. 1988. Development of onion thrips, Thrips tabaci Lindeman, as a
function of temperature. The Southwestern Entomologist, 13:171-176.
Fournier, F., G. Boivin, y R. K. Stewart. 1995. Effect of Thrips tabaci (Thysanoptera: Thripidae)
on yellow onion yields and economic thresholds for its management. Journal of Economic
Entomology 88:1401-1407.
Gent, D.H., L.J. Du Toit, S.F. Fichtner, K.S. Mohan, H.R. Pappu, H.F. Schwartz. 2006. Iris
yellow spot virus: an emerging threat to onion bulb and seed production. Plant Disease
90:1468–1480.
151
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
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152
CAPÍTULO 5
PRINCIPALES ENFERMEDADES DE LA
CEBOLLA EN CHILE
Marlene Rosales
Benjamín Moreno
La cebolla puede ser afectada por diversos patógenos entre los que podemos
encontrar hongos, bacterias, virus y nemátodos. En algunos casos, las
enfermedades causadas por estos agentes pueden causar pérdidas importantes
en el rendimiento y calidad de los bulbos. En general, el nivel de daño que
causan las enfermedades se relaciona con la susceptibilidad varietal al
patógeno, las características del suelo, o con aspectos relacionados al manejo
del cultivo, entre los que se incluyen rotación de cultivos, preparación del
almácigo, densidad de siembra, fertilización, riego, otras labores culturales y
también aspectos relacionados a las condiciones de poscosecha. Un aspecto
que se debe recordar es que en general, los patógenos que afectan a la cebolla
pueden también provocar enfermedades en otras aliaceas, tales como chalota,
puerro y ajo.
153
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
5.1.2 Síntomas
Semillas infectadas son blandas, acuosas y se desintegran de forma rápida. Raíces
infectadas adquieren color grisáceo y apariencia acuosa. Plántulas infectadas luego de la
emergencia rápidamente colapsan y mueren. Plantas adultas infectadas tienden a sobrevivir,
pero son severamente afectadas, las hojas se tornan de color amarillo desde la punta hacia la
base, siendo las hojas viejas las más afectadas.
154
Principales enfermedades de la cebolla en Chile
5.1.4 Control
La rotación de cultivos, fumigación de suelos o la solarización de estos ayuda a reducir
la caída de plántulas en campo. También se recomienda el uso de camas elevadas y mejorar
los perfiles compactados para evitar la humedad excesiva y la saturación de los suelos.
La instalación de drenaje en el suelo también puede ayudar a evitar las condiciones de
anegamiento. El tratamiento químico de las semillas ayuda a evitar de forma importante las
pérdidas producidas por este grupo de hongos.
Figura 5.1 Caída de plántulas de cebolla en pre y post-emergencia. Se observa el raleo de plantas
producido por la pudrición ocurrida en las semillas y también el efecto de pudrición afectando
plántulas luego de la emergencia, provocando estrangulamiento de cuello. Fuente:
http://www.pestnet.org/fact_sheets/dampingoff_047.htm
155
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
5.2.2 Síntomas
Los primeros síntomas son la aparición de amarillez, curvamiento y necrosis en la
punta de las hojas la cual progresa hacia la base. Las plantas pueden marchitarse en los
primeros estadios de la infección. Las raíces cambian de color a café-negro y se pudren.
Bulbos infectados presentan descoloración y cuando se cortan se observa por dentro
un color café y tejido acuoso (Figura 5.2). La pudrición se propaga desde la parte basal del
bulbo hacia las catáfilas. La enfermedad puede no ser visible al momento de la cosecha, pero
durante el almacenamiento la pudrición puede aparecer.
5.2.4 Control
Se recomienda la rotación con algún cultivo no susceptible durante un período mínimo
de 4 años. Además, sumergir las plántulas en fungicida antes de su trasplante puede disminuir
la infección de forma significativa.
El principal método de control es el uso de cultivares resistentes. En este sentido, se
debe destacar que el mejoramiento genético se ha enfocado en la resistencia al hongo
Fusarium oxysporium f. sp. cepae. De forma adicional se debe considerar el control de larvas,
nemátodos e insectos de suelo que puedan provocar daños.
156
Principales enfermedades de la cebolla en Chile
La pudrición basal causada por Fusarium, es una enfermedad que causa importantes pérdidas
en cebolla para los agricultores de la región de O´Higgins. Recientemente, en el marco del
proyecto “Cebolla, innovación para un cultivo sustentable”, se realizó un ensayo que incluía
dieciséis cultivares de cebolla en las localidades de Chépica y Malloa. En estos ensayos se
evaluó la incidencia y nivel de daño de la enfermedad, calibre, peso y pérdidas de rendimiento
durante cosecha y poscosecha. También, se recolectaron muestras de tejidos de bulbos y
raíces para aislar e identificar cuál de las especies de Fusarium eran aisladas en estas
localidades. En ambas localidades se detectó una gran presencia del estos patógenos,
pudiendo aislarse tres especies de Fusarium: F. oxysporum, F. proliferatum y F. solani.
En general, se observó que, en ambas localidades, los cultivares ‘Bárbaro’, ‘Calibra’, ‘Meren-
gue’ y ’Sintética 14’ tuvieron valores relativamente altos de pérdidas por plantas enfermas.
Por el contrario, los cultivares ‘BG280’, ‘Cobra’, ‘Grano de Oro’, ‘Thor’, ‘Titán’ y ‘Tormes‘ desta-
caron en los ensayos de ambas localidades por tener porcentajes relativamente bajos de plan-
tas enfermas.
157
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Figura 5.2 Síntomas de la pudrición basal causada por Fusarium sp. en cebolla. Muestras colecta-
das en campos de Malloa y Chépica de la Región del Libertador Bernardo O´Higgins.
Figura 5.3 Síntomas de raíz rosada en cebollas. Las imagenes muestra el color rosa claro que
toman las raíces de las plantas afectadas. Este color luego se intensifica a rojo y finalmente
morado-café, pudiendo ocasionar la pérdida de la raíz por pudrición.
158
Principales enfermedades de la cebolla en Chile
5.3.2 Síntomas
Raíces infectadas muestran una ligera coloración rosada que se acentúa o toma color
rojo (Figura 5.3). Plantas infectadas muestran síntomas parecidos al de deficiencia nutricional
o falta de agua. El extremo del follaje toma color blanco, amarillo o café. El número de hojas
y el tamaño de estas se ven reducidos y las plantas se muestran desarraigadas. Plantas
infectadas en estadios tempranos de desarrollo inicia la bulbificación de forma anticipada y se
ven más afectadas que aquellas que se infectan más tarde en el desarrollo. Bulbos infectados
son de tamaños menores, por lo que generalmente no se alcanza el calibre esperado.
5.3.4 Control
En la actualidad no existen tratamientos químicos efectivos, sólo se recomiendan
medidas culturales. La rotación por cultivos no susceptibles a la enfermedad por un período
de 3 a 6 años logra bajar la cantidad del inóculo pero no eliminarlo. El uso de cultivares
resistentes es una de las medidas más efectivas para el control de la enfermedad, pero se
debe tener en consideración que existe una supresión de la resistencia a temperaturas
mayores de 28°C.
El uso de la solarización en climas con altas temperaturas e intensa radiación, combinado con
la fumigación del suelo, logra aumentar los rendimientos en suelos infestados. Además,
buenas prácticas agrícolas enfocadas a disminuir el estrés en las plantas logran disminuir las
pérdidas ocasionadas por este hongo.
159
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
5.4.2 Síntomas
El hongo infecta las catáfilas externas del bulbo, generando manchas blancas. El
cuello de la planta y el bulbo se pudren, tomando una apariencia acuosa y blanda. El micelio
blanco se puede expandir al suelo o restos vegetales cercanos. De forma característica se
forman esclerocios de color café en los bulbos, suelo o restos vegetales infectados. Si los
bulbos enfermos no son refrigerados y secados de forma adecuada estos se desintegran
formando una masa acuosa.
5.4.4 Control
Se recomienda el uso de arado de vertedera con el objetivo de enterrar los esclerocios
a una profundidad de 20 a 25 cm. La fumigación del suelo o la solarización también es
recomendada bajo el cultivo continuo de cebolla. La rotación de cultivos con algún cereal
ayuda a disminuir los niveles de inóculo. El tratamiento con fungicidas a los bulbos luego de
cosechados y también el almacenamiento de estos a 10°C ayuda a evitar las pérdidas durante
su poscosecha.
160
Principales enfermedades de la cebolla en Chile
5.5.2 Síntomas
El follaje inicialmente muestra un color amarillo y marchitez seguido por un colapso y
tendedura de las plantas infectadas. Hojas viejas mueren y las plantas en general muestra un
retraso en el crecimiento. Se observa un micelio velloso en la parte basal del bulbo que se
extiende por el borde de la base y eventualmente se mueve hacia arriba y hacia el interior del
bulbo. Se forman pequeños esclerocios en el tejido infectado (Figura 5.5).
5.5.4 Control
Se recomienda la selección de plantas sanas desde la almaciguera y eliminar los
residuos de plantas enfermas. Se debe evitar el traslado de suelo infestado y la solarización
puede ayudar a reducir la población de esclerocios. Rotaciones con cultivos que no sean
Allium por más de 8 años se recomiendan en suelos infestados.
Es posible el tratamiento biológicos con diferentes microorganismos antagonistas, de
los cuales solo Trichoderma harzianum estaría disponible en Chile. Otros disponibles en otros
países son: Coniothyrium minitans, Sporidesmium sclerotivorum, y Verticillium tenerum. Se
recomienda la aplicación de fungicidas a la semilla y de forma localizada al suelo.
161
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Figura 5.4. Esclerocios (estructuras de resistencia) de Sclerotium rolfsii, esféricos de color castaño
formándose sobre un bulbo de cebolla.
Fuente: www.pv.fagro.edu.uy/fitopato/cursos/fitopato/practicas/hongos.html
Figura 5.5 Marchitez de follaje e infección de raíces y plato basal de la cebolla, causado por
Sclerotium cepivorum Fuente: Paul Koepsell. Oregon State University Extension.
162
Principales enfermedades de la cebolla en Chile
5.6.2 Síntomas
La lesión aparece en hojas, en un principio como manchas de color blanco, con un
centro necrótico de 2 mm de diámetro y rodeada por un halo color verde claro de 1- 1,5 mm
de ancho (Figura 5.6). El halo puede ayudar a diferenciar daños producidos por herbicidas e
insectos del daño producido por este hongo. Las lesiones de pueden crecer ligeramente con
el tiempo tomando una forma elíptica y el halo puede desaparecer. Las lesiones no tienden a
superar los 5 mm de ancho, pero es posible que en condiciones de alta humedad el hongo se
desarrolle de forma rápida generando el marchitamiento de la hoja. En infecciones tempranas,
los bulbos tienden a ser de menor tamaño. Además es posible observar necrosis y muerte de
algunos tallos florales.
5.6.4 Control
Se recomienda una rotación de cultivos con especies no susceptibles, además de
eliminar restos del cultivo enfermo inmediatamente luego de la cosecha. Se debe evitar el
apilamiento de las plantas en el terreno durante la cosecha. Se debe utilizar semilla
desinfectada. Al momento de cosechar las hojas deben estar secas. Generalmente los
cultivares con catáfilas de color son más resistentes. Es posible controlar este hongo por
medios físicos por medio de un curado de bulbos utilizando aire forzado (37-48°C por 12-24
horas con un 60 a 75% de humedad relativa). Existen diversos tratamiento químicos recomen-
dables para la aplicación al follaje.
163
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
5.7.2 Síntomas
Pudrición blanda y acuosa del cuello y escamas inferiores de bulbos, generando un
tejido grisáceo y esclerocios oscuros, duros y pequeños de 1 a 5 mm de diámetro. Esta
enfermedad suele ocurrir principalmente en bulbos en almacenamiento. El desarrollo de la
enfermedad permite que la pudrición avance hacia el interior del bulbo. Se observa micelio de
color blanco y gris entre catáfilas del bulbo (Figura 5.7).
5.7.4 Control
Se recomienda utilizar cultivares adaptados a la zona de cultivo para asegurar que las
plantas estén maduras al momento de la cosecha. Se debe evitar fertilizar tarde en la
temporada para no retrasar la maduración de las plantas. Utilizar población y distribución de
plantas adecuada para permitir un movimiento de aire entre plantas. Evitar daño mecánico al
momento de la cosecha en especial en la zona del cuello de las plantas.
Aplicaciones de fungicidas antes de la cosecha pueden reducir la severidad de la
enfermedad. Se recomienda eliminar resto de plantas enfermas. Se recomienda preparar
suelo en profundidad y rotar con cultivos no susceptibles por varios años.
Al momento del almacenamiento asegurar la guarda de bulbos curados. Las
condiciones ideales para el almacenamiento son 0-1°C y 70 a 75% de humedad relativa (ver
Capítulo 7, “Poscosecha de cebolla”). Utilizar semilla desinfectada y libre del hongo.
164
Principales enfermedades de la cebolla en Chile
Figura 5.6 Tizón de la hoja causado por Botrytis squamosa. Fuente: Lindsey du Toit, Washington
State University, Bugwood.org.
Figura 5.7 Pudrición basal o de cuello. A: La infección se inicia en la zona del cuello, para luego
dispersarse al resto del bulbo. El hongo avanza por las túnicas, causando el pardeamiento de los
tejidos (similar al aspecto de “cocido”). B: Sobre la superficie se observa desarrollo de moho gris.
Fuente: Chilvers, M. I., and du Toit, L. J. 2006. Detection and identification of Botrytis species
associated with neck rot, scape blight, and umbel blight of onion. Online. Plant Health Progress
doi:10.1094/PHP-2006-1127-01-DG.
165
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
5.8.2 Síntomas
El primer síntoma observable es la esporulación de color café-morado de tipo
aterciopelada en tejido foliar sano (Figura 5.8). A medida que la enfermedad se desarrolla las
lesiones ligeramente de color más claro que el verde normal de las hojas se alargan hasta
rodearla. Las lesiones progresan cambiando de color desde un amarillo pálido hasta
necrosarse, resultando en el colapso y muerte de las hojas. El tejido infectado frecuentemente
es invadido por otros hongos, típicamente por Stemphyluim o Alternaria. La infección en
campo generalmente comienza en parches o zonas aisladas y rápidamente se expande por el
potrero. Los bulbos pueden infectarse y potencialmente podrirse en el almacenamiento.
5.8.4 Control
Aplicaciones de fungicidas según condiciones climáticas pueden ayudar a reducir las
pérdidas. Eliminar del campo restos vegetales enfermos y evitar el uso de plantines
contaminados. Se recomienda disponer las hileras en dirección del viento predisponente y la
utilización de riego por surco en vez de riego por aspersión. Una rotación con cultivos no
susceptibles por al menos tres años es beneficiosa en predios donde la enfermedad está
presente.
166
Principales enfermedades de la cebolla en Chile
5.9.2 Síntomas
Hojas viejas tienden a ser más susceptibles que las hojas jóvenes. Los primeros
síntomas se desarrollan en hojas como pequeñas lesiones (2-3mm de diámetro) de aspecto
acuosas, que rápidamente adquieren un centro de color blanco. A medida que la lesión crece,
cambia de color a café-violeta. El borde de la lesión generalmente es de un tono rojo-violeta
la que es rodeada por una zona color amarillo que se extiende hacia ambos lados de la lesión.
En un principio las lesiones son similares a las producidas por B. squamosa. Si la hoja llegase
a presentar múltiples lesiones estas pueden llegar a juntarse y afectar tejido distante al del
origen de la lesión. De forma secundaria se puede presentar Stemphylium, produciendo
lesiones de color negras y con cuerpos fructíferos visibles (Figura 5.9). Este hongo también
puede atacar a la bulbos, típicamente al momento de la cosecha, ya sea penetrando por el
cuello de la planta o de forma directa a través de una herida presente en las catáfilas. Bulbos
afectados presentan color amarillo que luego avanza a un color rojo vino. Además a medida
que el hongo avanza por el tejido secreta abundantes pigmentos. Con el tiempo se pueden
observar el micelio del hongo color negro. Las plantas infectadas producen bulbos de menor
calibre, afectando así la producción.
5.9.4 Control
Se recomienda más de una temporada libre de cebolla, eliminar plantas voluntarias y
una preparación de suelo profunda para enterrar residuos y facilitar su descomposición.
167
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Además se sugiere adquirir prácticas que reduzcan las horas de mojamiento del follaje
(ejemplo, mejorar drenaje del suelo y utilizar población de plantas adecuada). La aplicación de
fungicidas al follaje a la primera aparición de síntomas tiene buenos resultados en disminuir
la severidad de la enfermedad. Las horas en que el follaje se mantiene mojado por día sirven
como guía para realizar aplicaciones calendarizadas.
5.10.2 Síntomas
Los síntomas iniciales son muy parecidos a los de la enfermedad de la mancha
púrpura. Se pueden observar lesiones pequeñas, de color amarillo claro a café y de apariencia
acuosa. A medida que la enfermedad se desarrolla las lesiones se juntan tornando el follaje
completamente de color amarillo. Típicamente se pueden encontrar más lesiones en el lado
de la hoja que se ubica perpendicular a la dirección del viento predominante. El centro de las
lesiones toma un color café y luego negro (Figura 5.9). Es posible encontrar cuerpos
fructíferos del hongo llamados peritecios en el tejido infectado, estos son negros, pequeños y
con forma de pino.
5.10.4 Control
Se recomienda un buen control efectivo frente a otras enfermedades como la producida
por Alternaria porri y un buen control de insectos, sobre todo trips. De forma general,
fungicidas aplicados al follaje para el control de la mancha púrpura controlan este hongo. En
climas cálidos no se recomienda el riego por aspersión.
168
Principales enfermedades de la cebolla en Chile
Figura 5.8 Abundante esporulación P. destructor en la superficie foliar. Se observa una coloración
grisacea oscura, también es común observar el doblado de hojas.
Figura 5.9 Manchas o tizones foliares en cebolla. Las fotografías superiores presentan la lesiónes
típicas producida por el hongo Alternaria porri, de coloración en tonalidades moradas (también
acá aparece crecimiento de Peronospora destructor, en tonaliddaes gris oscuras) y en la
fotografía inferior, la lesión atribuida a Stemphylium vesicarium. Fuente: propia y onvegetables.-
com.
169
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
5.11.2 Síntomas
Desarrollo de un moho de color café oscuro o negro en el cuello de los bulbos o en
tejido dañado. Se forman machas de esporas negras, generalmente de forma alargadas en las
catáfilas externas del bulbo (Figura 5.10). El tejido infectado en un comienzo tiene un aspecto
acuoso, pero con el tiempo el tejido se seca y se arruga. La enfermedad generalmente se
desarrolla en bulbos cercanos a la cosecha o en poscosecha.
5.11.4 Control
Se recomienda el uso de fungicidas a la semilla y al follaje. Es posible la fumigación
con productos químicos durante su almacenamiento para prevenir pérdidas asociadas a este
hongo. En condiciones de almacenamiento donde se controla la temperatura bajo los 15°C se
evita el desarrollo de la enfermedad. Se debe tener especial cuidado al momento de la
cosecha o transporte para evitar daños mecánicos a los bulbos.
En la actualidad no existen genotipos resistentes, pero cultivares de color amarillo son
menos susceptibles que el resto. También se ha propuesto enmiendas orgánicas con
maravilla, alfalfa o vicias para reducir la incidencia de este patógeno en el suelo.
170
Principales enfermedades de la cebolla en Chile
5.12.2 Síntomas
Inicialmente se observan manchas de color amarillo claro de apariencia acuosa en los
bulbos, que con el tiempo, rápidamente toman un color azulado-verdoso debido al crecimiento
del hongo (Figura 5.10). Si el bulbo se parte se observan que las catáfilas poseen una
apariencia acuosa y un color café-gris. Luego de unos días los bulbos presentan pudriciones
blandas y olor rancio.
5.12.4 Control
Se debe evitar el daño de los bulbos al momento de la cosecha y traslado. Se
recomienda curar y secar de forma adecuada la cebolla y evitar condensaciones en la
poscosecha. Es posible sumergir bulbos en fungicidas para el control de la enfermedad. Los
bulbos se deben almacenar a temperaturas inferiores a 5°C con la menor humedad relativa
posible.
171
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Figura 5.10 Arriba: masas de conidias del hongo Aspergillus niger, cubriendo las túnicas externas
de la cebolla. Abajo: presencia de moho azul por Penicillium sp.
172
Principales enfermedades de la cebolla en Chile
5.13.2 Síntomas
La sintomatología se inicia con lesiones en forma de diamante en las hojas o escapos
florales. Las lesiones generalmente poseen un centro de color verde. Se ha reportado que
solamente plántulas son susceptibles a morir por la infección de este virus. Plantas afectadas
son de menor tamaño que plantas sanas. Además plantas infectadas son más sensibles y
susceptibles a otros factores de estrés.
Las lesiones generalmente son localizadas y ocurren en el lugar donde los trips se
alimentan (Figura 5.11).
5.13.4 Control
Se debe controlar la población de trips. El control de malezas ayuda de forma
considerable a disminuir la cantidad de insectos vectores de esta enfermedad. En la actuali-
dad no existen cultivares resistentes a este virus, pero algunos cultivares son más suscepti-
bles que otros.
173
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
5.14.2 Síntomas
El primer síntoma que presentan las plantas infectadas es la presencia de estrías en la
base de las primeras hojas. Todas las hojas posteriores muestran este síntoma y en algunos
casos se observan hojas completamente amarillas. Muchas veces las hojas se pueden
mostrar arrugadas, aplanadas y dobladas (Figura 5.12).
Los escapos florales son curvos y amarillos, y la umbela posee flores de menor
cantidad de flores y estas son de menor tamaño. Semillas de plantas infectadas son de muy
baja calidad. Bulbos de plantas infectadas son de menor calibre que el de plantas sanas. Si la
infección ocurrió a un estado de desarrollo temprano, puede que no ocurra la bulbificación.
5.14.4 Control
Se debe utilizar plantines sanos y en lo ideal la producción comercial debe hacerse en
un área libre del virus. Algunas temporadas libres de cultivos de la familia Allium puede romper
el ciclo de la enfermedad. Se recomienda hacer una inspección en campo y eliminar plantas
que muestran síntomas.
Algunos cultivares de cebollas son más tolerantes que otros, y estos pueden ser
utilizados para disminuir las pérdidas.
Aplicación de insecticidas para el control de áfidos no generan un buen control de la
enfermedad, debido a que estos insectos transmiten de forma rápida y no persistente el virus.
174
Principales enfermedades de la cebolla en Chile
Figura 5.11 Sintomatología típica asociada a la virosis causada por IYSV. Lesiones cloróticas en forma
de diamante en las hojas, que puede variar a lesiones necróticas.
Figura 5.12 Síntomas característicos asociados al enanimos amarillo de la cebolla. Las hojas
tienden a aplanarse, arrugarse, torcerse y doblarse.
175
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
5.15.2 Síntomas
Plántulas afectadas por este nemátodo son de tamaño pequeño, pálidas y presentan
hinchazones en los cotiledones. Las hojas pueden desarrollar manchas de color amarillo-café,
además son más cortas y gruesas que las de plantas no infectadas. A medida que la
enfermedad progresa, las hojas mueren y el cuello se ablanda. Las catáfilas se ponen de color
gris y blandas, además de presentar bajo peso y malformaciones. Infecciones secundarias de
bacterias y hongos son recurrentes en plantas infectadas.
5.15.4 Control
Se pueden controlar de forma eficiente a través de la rotación con cultivos no
susceptibles. Este nemátodo ataca a cebolla, ajo, puerro, perejil, apio y cebollín. Se disemina
por suelo infestado, restos de plantas enfermas y equipo de labranza. Se recomienda la
utilización de material de propagación sano y certificado libre de nematosis debido a que
puede persistir en semillas, bulbos y bulbillos. Es posible el tratamiento de bulbillos y bulbos
con agua a 46°C por 60 minutos, la aplicación de detergentes más formaldehido y la
inmersión en nematicidas. Por otra parte, en el suelo mullido también se pueden aplicar
nematicidas.
176
Principales enfermedades de la cebolla en Chile
5.16 Agradecimientos
Se agradece la disposición de las personas que prestaron una valiosa colaboración en la
obtención de los datos presentados en este capítulo: Katherinne Alejandra Bravo, Nicole
Araya y Nicolás Venegas.
177
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Nemátodo
Caída de
Factor Raíz rosada Fusariosis del tallo y
plantas
bulbo
Humedad del moderado a sin reportes sin reportes moderado a
suelo alto alto
Temperatura moderado a moderado a moderado a bajo a
del suelo alto alto alto moderado
(especialmente (especialmente (especialmente
tarde en la tarde en la temprano en la
temporada) temporada) temporada)
Compactación horizonte horizonte horizonte mal drenaje
del suelo endurecido y endurecido y endurecido y
mal drenaje mal drenaje mal drenaje
Materia sin reportes bajo % sin reportes sin reportes
orgánica
Fertilidad del baja baja baja baja
suelo
Rotación menos de 4 menos de 4 menos de 4 menos de 4
años años años años
Otros cultivos hortalizas en hortalizas y ajo y cebollín hortalizas,
general maíz trébol y alfalfa
Semillas, baja calidad, baja calidad, baja calidad, baja calidad,
plántulas contaminadas contaminadas contaminadas contaminadas
Agua de riego diseminación diseminación diseminación diseminación
dentro y dentro y entre dentro y entre dentro y entre
entre campos campos campos campos
Otros posible daño estrés por raíz rosada y malezas
factores por herbicida insectos o larvas de suelo
malezas
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Principales enfermedades de la cebolla en Chile
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
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Principales enfermedades de la cebolla en Chile
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
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Principales enfermedades de la cebolla en Chile
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
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CAPÍTULO 6
185
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
6.1 Introducción
La cebolla se caracteriza por no ser una competidora eficiente frente a las malezas, lo que se
acentúa por su lenta germinación, baja tasa de crecimiento relativo y un follaje bajo y erecto,
que deja pasar un porcentaje considerable de luz al suelo.
Producto de esta baja competitividad, la presencia de malezas en el cultivo de cebolla
produce disminuciones del rendimiento, reducción del diámetro de los bulbos y un mayor
porcentaje de descarte. Además, la presencia de malezas no solo compite por recursos con el
cultivo, sino que limita el flujo de aire aumentando la humedad relativa al interior del follaje y
la posibilidad que el cultivo sea susceptible a enfermedades fungosas. Las malezas también
afectan el curado y pueden reducir la poscosecha de los bulbos de cebolla (Brewster, 2008).
Las monocotiledóneas son un grupo que reune a muchas de las malezas más importantes,
tanto por su incidencia como por tasa de crecimiento con bajas temperauras. Reciben el
nombre de hoja angosta, pues al emerger desde el suelo emiten un coleoptilo (primera hoja)
que es angosto, con forma de espada y presenta nervadura paralela.
186
Manejo de malezas en el cultivo de cebolla
En este grupo encontramos especies como yuyo (Brassica rapa), hierba del té (Bidens aurea),
quingüilla (Chenopodium album) y correhuela (Convolvulus arvensis).
Otra forma útil de clasificar a las malezas es según su ciclo de vida. Las llamadas malezas
anuales son aquellas que completan su ciclo de vida en una temporada de crecimiento,
pudiendo completar una o varias generaciones en ella. Si bien, es difícil generar una
clasificación exacta de estas especies, ellas se pueden agrupar en anuales de verano o de
invierno, dependiendo de sus requerimientos térmicos para germinar y emerger.
Las malezas anuales de verano (Figura 6.2) germinan en primavera y crecen durante la época
estival, para florecer y semillar a fines del verano o inicios del otoño. Por el contrario, las
malezas anuales de invierno (Figura 6.3) se caracterizan por germinar con las precipitaciones
que ocurren a inicios del otoño, creciendo durante el invierno para semillar durante la
primavera.
Todas las especies anuales se reproducen solo por semillas, de las cuales algunas
germinarán según sus umbrales térmicos e hídricos, pero muchas semillas se mantienen
dormantes, y germinarán más tarde en la temporada para asegurar así la perpetuidad de cada
especie.
187
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Otras de las estrategias de sobrevivencia de las malezas son: producir una gran cantidad de
semillas, tener semillas con gran longevidad (permanecen vivas por varios años), condicionar
su germinación a ciertas condiciones (temperatura, humedad, oxígeno, etc), poseer
mecanismos de diseminación y de protección (espinas, toxinas, etc.) contra depredadores,
entre otros.
Las malezas bienales (Figura 6.4) en cambio, requieren dos temporadas para completar su
ciclo de vida. Durante el primer año alcanzan su desarrollo vegetativo, formando una roseta
con una gruesa raíz donde acumulan sus reservas; durante el segundo año, luego de un
periodo de vernalización (frío), emiten un tallo floral, producen semillas y mueren.
Las malezas que tienen este ciclo de vida son escasas, pero una de sus representantes es la
zanahoria silvestre (Daucus carota).
188
Manejo de malezas en el cultivo de cebolla
Las malezas perennes (Figura 6.5) se caracterizan por vivir más de dos años, ya que son
capaces de rebrotar desde estructuras vegetativas que crecen bajo el suelo, pudiendo incluso
desaparecer parcial o totalmente su parte aérea. Estas pueden clasificarse en malezas
perennes simples o perennes complejas, dependiendo de si poseen una corona basal (p.
simples) o bien otros propágulos vegetativos (p. complejas).
Además de propagarse de forma vegetativa todas las malezas perennes se diseminan
en forma sexuada por medio de semillas.
Ejemplos de estas especies son el diente de león (Taraxacum officinale, Figura 6.5), siete
venas (Plantago lanceolata) y achicoria (Cichorium intybus).
189
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
190
Manejo de malezas en el cultivo de cebolla
Las malezas perennes complejas son difíciles de controlar porque poseen estructuras de
propagación vegetativa tales como rizomas, estolones, tubérculos, bulbos y otras (Figura 6.6).
Ellas se encuentran sobre o bajo el suelo y les sirven a las malezas para almacenar
carbohidratos, los que cada temporada se usan para generar nuevos brotes aéreos después
del receso invernal.
Rizoma Bulbo
Tubérculos
Estolones
Figura 6.6 Estructuras de propagación vegetativa de malezas perennes complejas.
191
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
La Figura 6.7 muestra el ciclo de vida de chufa roja y amarilla (Cyperus rotundus y
C. esculentus), ambas especies son visibles (parte aérea) durante los meses de primavera y
verano, época en que formarán nuevos tubérculos bajo el suelo. Al morir el follaje, con las
primeras heladas de otoño, los tubérculos de chufa les permiten a esta especie sobrevivir el
invierno en forma dormante y volver a formar brotes aéreos (hojas) en la primavera siguiente
(noviembre). De cada tubérculo saldrá una nueva planta repitiéndose el ciclo vital (Kogan,
1992).
192
Manejo de malezas en el cultivo de cebolla
193
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
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Manejo de malezas en el cultivo de cebolla
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
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Manejo de malezas en el cultivo de cebolla
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Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
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Manejo de malezas en el cultivo de cebolla
199
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
La duración de este periodo, puede verse afectada por varios factores, tales como la cantidad
y las especies de malezas presentes; así como también las labores del cultivo realizadas y la
temperatura del suelo después del establecimiento de la cebolla (Brewster, 2008; Quasem,
2005).
Si bien existen diferentes respuestas al cómo controlar malezas, los métodos de control
manuales, mecánicos o químicos son posibles de implementar en forma complementaria para
el manejo sustentable del cultivo de la cebolla usando criterios técnicos, económicos, de
oportunidad, según la experiencia previa, etc.
A pesar de que el control manual se ha utilizado ampliamente por varias décadas, en
especial al inicio del cultivo de cebolla, es una práctica que conlleva la posibilidad de dañar las
plantas, lo que junto a la escases de mano de obra y los problemas de rentabilidad del cultivo
lo convierten en una práctica cada día menos factible de implementar, en especial en grandes
superficies.
En la región de O'Higgins el método de control de malezas más utilizado es el químico,
debido a la existencia de herbicidas selectivos que son capaces de controlar eficientemente
las malezas sin dañar el cultivo. Según datos recogidos durante las encuestas realizadas en
la región (Figura 6.8), estos son aplicados principalmente en forma mecanizada (barra
pulverizadora) o por medio de bombas de espalda; con un promedio de cuatro aplicaciones de
herbicida en cada temporada. El momento en que se realizan estas aplicaciones está
determinado según calendario, por monitoreo o una mezcla de ambos.
200
Manejo de malezas en el cultivo de cebolla
Los herbicidas ofrecen un control de malezas más efectivo, oportuno y con una mejor relación
costo/beneficio, pero ninguno de ellos controla todas las especies de malezas a lo largo del
ciclo del cultivo; por lo tanto, se recomienda hacer varias aplicaciones o combinarlos con otros
métodos de control para obtener mejores resultados.
Los herbicidas de contacto (Figura 6.9) se aplican al follaje de las malezas, por lo que
requieren un cierto volumen de aplicación (> 350 L/ha) y deben aplicarse en estados de
crecimiento inicial de las malezas (cotiledones a primera hoja), dado que ejercen su acción
solo en el lugar en donde tocan, sin moverse dentro de la planta (maleza). Si son aplicados
más tarde (más de tres hojas) solo producen un control parcial de las malezas.
Los herbicidas sistémicos (Figura 6.10) se aplican al follaje o al suelo y son capaces de
ejercer su acción en un lugar diferente del punto de contacto, moviéndose hacia distintas
partes de la planta.
201
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Los herbicidas suelo activos (Figura 6.11) se aplican directamente al suelo y deben ser
incorporados mecánicamente con las labores de laboreo secundario (rastraje superficial,
vibrocultivadores, etc.), mediante riego tecnificado o con precipitaciones (>15 mm), de modo
tal que el herbicida quede en contacto con las semillas de malezas e impida su germinación.
202
Manejo de malezas en el cultivo de cebolla
Cuadro 6.1 Herbicidas registrados para uso en cebolla y las especies de malezas que controlan
Glifosato-monoamonio
Dicloruro de paraquat/
Dicloruro de paraquat
Dibromuro de diquat
Quizalofop-p-tefurilo
Haloxifop-p-metilo
Quizalofop-etilo
Propaquizafop
Tepraloxidima
S-metolacloro
Pendimetalin
Propisocloro
Oxifluorfen
Oxadiargil
Aclofinen
Cletodim
Linurón
Controla Suprime No controla
Perennes
Bidens aurea Hierba del té
Convolvulus arvensis Correhuela
Cynodon dactylon Chépica
Cyperus esculentus Chufa amarilla
Cyperus rotundus Chufa púrpura
Galega officinalis Galega
Lolium perenne Ballica inglesa
Plantago lanceolata Siete venas
Sorghum halepense Maicillo
Monocotiledóneas anuales
Avena fatua Avenilla
Digitaria sanguinalis Pata de gallina
Echinochloa crusgalli Hualcacho
Hordeum murinum Cebadilla
Lolium multiflorum Ballica italiana
Panicum capillare Pasto de la perdiz
Poa annua Piojillo
Setaria spp. Pega-pega
Dicotiledóneas anuales
Amaranthus sp Bledo
Anoda hastata Malvilla
Brassica rapa Yuyo
Capsella bursa-pastoris Bolsita del pastor
Cardemine hirsuta Cardemine
Chenopodium album Quinguilla
Datura ferox Chamico amarillo
Datura stramonium Chamico azul
Erodium cicutarium Alfilerillo
Galinsoga parviflora Paco yuyo
Ipomea purpurea Suspiro
Lactuca serriola Lechuguilla
Lamium amplexicaule Gallito
Malva sp Malva
Picris echioides Lengua de gato
Polygonum aviculare Sanguinaria
Polygonum persicaria Duraznillo
Portulaca oleracea Verdolaga
Raphanus raphanistrum Rábano silvestre
Senecio vulgaris Senecio
Sisymbrium officinale Mostacilla
Solanum nigrum Tomatillo
Sonchus oleraceus Ñilhue
Stellaria media Quilloy quilloy
Urtica urens Ortiga
Veronica persica Veronica
203
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
El manejo antes del establecimiento permitirá manejar las malezas ya emergidas y las que
están por emerger, disminuyendo la competencia entre el cultivo y las malezas. La aplicación
de pendimetalin (0,68 kg ia/ha) antes del trasplante incorporado permite un control de malezas
por al menos 45 días, sin provocar daño en el cultivo.
Una vez realizado el trasplante, herbicidas como aclonifen (0,9 kg ia/ha), oxadiagil (0,6
kg ia/ha) y flumioxazin (0,1 kg ia/ha), pueden ser aplicados al cultivo a los 30, 60 y 70 días
después del trasplante, sin provocar daño foliar (Figura 6.12). Aclonifen destaca como uno de
los herbicidas más seguros, por su alta selectividad, y las plantas aplicadas con el obtuvieron
los más altos rendimientos comparados con otros productos (Figura 6.13). Flumioxaxin
también destaca entre los herbicidas evaluados por su alta selectividad al cultivo y su buen
control de chufa y correhuela.
Por otro lado, el herbicida carfentrazone (0,1 kg ia/ha) provocó daño foliar (25 a 30%),
una pérdida considerable de plantas, además de reducción de biomasa y diámetro de los
bulbos, lo cual no hace recomendable su uso en cebolla.
A pesar de que las aplicaciones de fluoxypyr (0,3 kg ia/ha) también provocaron daño
foliar (25 a 30%), las plantas de cebolla fueron capaces de sobreponerse sin registrarse bajas
en la densidad de plantas, rendimiento o diámetro de bulbos, destacándose por su amplio
espectro de control de malezas dicotiledóneas.
Cabe destacar que para fluoxypyr y flumioxazin son necesarios mayores antecedentes sobre
sus efectos en el cultivo ya que ambos aún no han sido registrados ante el SAG para su uso
en cebolla.
204
Manejo de malezas en el cultivo de cebolla
Figura 6.12 Daño foliar en plantas de cebolla aplicadas con distintos herbicidas a 60 días después
de trasplante.
205
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
206
Manejo de malezas en el cultivo de cebolla
Figura 6.15 Daño de garfio en plántulas de cebolla con aplicación presiembra de s-metolacloro
(izquierda), el cual desaparece cuando emerge la segunda hoja (centro y derecha).
En resumen, es importante recordar que el control de malezas debe comenzar desde antes
del establecimiento para anticiparse al periodo crítico de interferencia y que las aplicaciones
de herbicida pueden reducir considerablemente la presión de malezas al inicio del cultivo, pero
el momento y tipo de herbicidas a usar dependerán de las especies de malezas presentes.
Es vital monitorear el cultivo durante la temporada de crecimiento para mantenerse al tanto del
cambio de las especies y la evolución de nuevos sectores de malezas (manchones).
207
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Figura 6.16 Porcentaje de daño foliar a los 60 días después de emergencia, evaluado a los 15 y 30 días
después de aplicación de los diferentes tratamientos herbicidas.
Figura 6.17 Rendimiento del cultivo de cebolla siembra directa aplicado con diferentes tratamientos
208
Manejo de malezas en el cultivo de cebolla
6.5 Agradecimientos
Se agradece la disposición de las personas que prestaron una valiosa colaboración en la
obtención de los datos presentados en este capítulo: Natalia Velozo, Jorge Leigh
6.6 Referencias
Brewster, J. L. 2008. Onions and other vegetable alliums. Wellesbourne, UK: CABI.
Galmarini, C.1997. Manual del cultivo de la cebolla. INTA Centro Regional Cuyo, Argentina
Qasem J.R. 2005. Chemical control of weeds in onion (Allium cepa L.). Journal of Horticultural
Science and Biotechnology 80 (6), 721-726.
209
Manejo de malezas en el cultivo de cebolla
210
CAPÍTULO 7
POSCOSECHA DE CEBOLLA
Christian Krarup
211
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
7.1 Introducción
La cebolla es una especie bienal, es decir, es una planta que en condiciones naturales toma
dos temporadas de crecimiento para completar su ciclo vital: partiendo de semilla, en la
primera temporada forma un bulbo, estructura de reserva que le permite sobrevivir bajo
condiciones de estrés hídrico y térmico por un periodo más o menos prolongado, y reiniciar el
crecimiento en la segunda temporada para culminar el ciclo produciendo semillas. El bulbo en
distintos grados de desarrollo constituye el órgano de consumo, ya sea como cebollas
inmaduras (cebollines y cebolla “en rama”), o cebollas maduras (“secas”). Las cebollas
inmaduras tienen corta duración una vez cosechadas, no son aptas para almacenamiento y su
uso es inmediato; en contraste, las cebollas maduras tienen mayor potencial de conservación
en poscosecha y son las habitualmente almacenadas para aprovisionar el mercado.
En países de estaciones marcadas, como Chile, las cebollas maduras son cosechadas
básicamente en verano, lo que hace necesario almacenar los bulbos secos después de la
cosecha por un tiempo prolongado, de hasta seis a ocho meses -desde fines de verano a
inicios de primavera- para satisfacer la demanda permanente que existe por el producto en el
mercado. Es evidente que para los productores que guardan cebollas es prioritario conocer,
en general, aspectos básicos de la fisiología, del funcionamiento de los bulbos durante
poscosecha y, en particular, el potencial de conservación y los principales problemas de las
variedades actualmente en uso o en vías de introducción. Por lo mismo, el proyecto FIC
“Cebolla, Innovación para un Cultivo Sustentable”, del Gobierno Regional de O’Higgins,
realizó una serie de estudios en poscosecha cuyos principales resultados se presentan y
discuten a continuación de la descripción de las características generales que presentan los
bulbos en poscosecha.
212
Poscosecha de cebolla
213
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Figura 7.1 Temperatura promedio (°C) y humedad relativa promedio (%) en una bodega destinada
a almacenar cebollas entre marzo y octubre del año 2015 en San Vicente de Tagua Tagua. .
214
Poscosecha de cebolla
7.3.1 Brotación
215
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Los resultados que se presentan en estos cuadros permiten señalar algunos aspectos de
relevancia:
- A salidas de invierno e inicios de primavera (agosto-septiembre), concurrente con el aumento
de las temperaturas ambientales, el porcentaje de brotación de los bulbos de todas las
variedades aumentó rápidamente y de manera similar en cebollas producidas en ambas
localidades.
- Al comparar entre localidades se puede observar que la brotación después de nueve meses
de almacenamiento fue levemente mayor en cebollas producidas en Chépica que en Malloa;
los valores promedio calculados para todas las variedades son de 62,5% para Chépica y de
55,8% para Malloa.
- El comportamiento relativo de las variedades fue similar en las cosechas de ambas
localidades, por ejemplo, las variedades que presentaron brotación elevada al cosecharse en
Chépica también tuvieron alta brotación al producirse en Malloa. Esto permite generalizar
agrupando las variedades en aquellas que después de nueve meses de almacenamiento
presentaron brotación mayor a 70%: Bárbaro, BGS280, Campero, Reina Elena, Titán y Thor,
entre 50 y 70%: Calibra, Marengue, Pandero, Mónaco y Tormes, y menor a 50%: Cobra,
Delfos, Grano de Oro, Agricultor1 y Sintética 14.
- Las variedades que presentaron menor brotación son de polinización abierta y de amplio uso
actual, lo que indica que los productores de la región tienen un conocimiento empírico o
intuitivo de las variedades más aptas para la guarda.
- Algunas variedades híbridas de atractivo comportamiento en precosecha por rendimiento y
calidad se podrían beneficiar con la aplicación de un inhibidor de brotación.
Figura 7.2 Izquierda, inicio de brotación foliar, la habitual en Chile, en bodega de productor.
Derecha, inicio de brotación radical, que sólo ocurre en ambiente con alta humedad relativa.
216
Poscosecha de cebolla
Cuadro 7.1 Porcentaje de brotación foliar de bulbos de variedades de cebolla producidos en Chépica
y almacenados en bodega con condiciones ambientales naturales (2015). Última evaluación (30 de
octubre) corresponde a 251 días después de cosecha.
Brotación (%) según fecha de muestreo¹
Variedad
7 Ago 3 Sept 1 Oct 30 Oct
Titán 19,6 46,9 77,0 86,1 a
BGS280 22,6 50,1 73,0 81,1 a
Bárbaro 4,3 29,2 65,7 80,5 ab
Reina Elena 17,3 44,6 69,6 75,8 abc
Thor 16,0 41,8 62,1 73,7 abc
Campero 2,9 27,0 60,6 73,1 abcd
Tormes 9,7 25,2 48,1 62,3 bcde
Pandero 2,8 15,1 47,6 60,4 cdef
Sintética 14 4,1 9,6 33,2 58,0 cdef
Mónaco 6,7 13,6 36,2 57,5 cdef
Calibra 3,2 9,2 30,6 54,5 def
Marengue 1,7 4,5 22,2 52,5 ef
Agricultor1 3,0 15,1 37,4 49,3 ef
Cobra 10,6 20,3 30,6 47,0 ef
Delfos 6,7 12,0 23,6 45,1 ef
Grano de Oro 3,9 10,1 30,7 42,8 f
1: Valores de brotación durante la última evaluación seguidos por una misma letra no
presentan diferencia estadísticamente significativa, según prueba de diferencias mínimas
significativas (LSD; p≤ 0,05).
La brotación de los bulbos puede ser inhibida mediante hidracida maleica, un regulador de
crecimiento, que al ser aplicado al follaje de cebolla es transportado a los ápices de
crecimiento donde impide la división celular, inhibiendo la brotación foliar y radical (Brewster,
2008). Ante las interrogantes de los productores sobre el momento de aplicación y el efecto
sobre el rendimiento del mismo, en la temporada 2014-15 se hizo un experimento para
dilucidar ambas inquietudes. Se aplicó hidracida maleica (producto comercial Royal MH-30,
21,7% i.a.) en dosis de 12 L/ha de producto comercial en cuatro oportunidades: 2, 9, 16 o 23
días antes de la cosecha (DAC), más un testigo sin aplicación, a dos variedades ampliamente
usadas en la región: Cobra y Pandero. La cosecha se realizó cuando aproximadamente el
50% de las plantas presentaban follaje caído.
217
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Cuadro 7.2. Porcentaje de brotación foliar de bulbos de variedades de cebolla producidos en Malloa
y almacenados en bodega con condiciones ambientales naturales (2015). Última evaluación (29 de
octubre) corresponde a 272 días después de cosecha.
Una de las inquietudes expresadas por los agricultores de la región respecto al uso de
hidracida maleica, se refería al efecto negativo que el producto tendría sobre el crecimiento de
los bulbos y rendimiento final. Sin embargo, como muestran los resultados del Cuadro 7.3, el
producto no tuvo efecto significativo sobre el rendimiento en ninguno de los cultivares ni
momento de aplicación evaluados. De hecho, la aplicación de hidracida maleica en el
momento recomendado, a los 16 días antes de la cosecha, resultó en rendimientos
prácticamente iguales a los obtenidos en los tratamientos testigo sin aplicación.
218
Poscosecha de cebolla
Cuadro 7.3 Efecto de la aplicación de hidracida maleica (HM) en distintas oportunidades sobre el
rendimiento de las variedades Cobra y Pandero. Se presentan promedios de cuatro repeticiones.
En contraste al efecto sobre rendimiento, la aplicación de hidracida maleica tiene claro efecto
sobre la brotación de los bulbos de estas variedades y éste es dependiente del momento de
aplicación. En la Figura 7.3 se puede apreciar que Cobra, una variedad de guarda ya
tradicional en la región, disminuyó a cerca de la mitad su brotación con aplicaciones hechas
entre 16 y 23 días antes de la cosecha, mientras que la aplicación hecha 9 días antes de
cosecha tiene menor efecto y la de 2 días antes de cosecha casi no tiene efecto, siendo la
brotación prácticamente igual a la de bulbos sin aplicación de hidracida maleica.
Una situación similar se observó con Pandero, una variedad híbrida de introducción más
reciente que presentó un mayor porcentaje de brotación que Cobra. En la Figura 7.4 se puede
observar que aplicaciones de hidracida maleica hechas 16 o 23 días antes de cosecha
disminuyeron la brotación a la mitad y que el efecto de aplicaciones a los 9 o dos días antes
de cosecha es menor o nulo.
219
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Figura 7.3 Brotación foliar de la variedad Cobra según oportunidad de la aplicación de hidracida
maleica al follaje. Testigo: sin aplicación de hidracida maleica; D.A.C.: días antes de cosecha en que
se hizo aplicación. Cosecha: 18 de febrero 2015.
Figura 7.4 Brotación foliar de la variedad Pandero según oportunidad de la aplicación de hidracida
maleica al follaje. Testigo: sin aplicación de hidracida maleica; D.A.C.: días antes de cosecha en que
se hizo aplicación. Cosecha: 18 de febrero 2015.
220
Poscosecha de cebolla
En un estudio paralelo las variedades Cobra y Pandero, con bulbos sin tratar y tratados con
hidracida maleica, fueron almacenadas en condiciones ambientales naturales, en una bodega
de productor en San Vicente de Tagua Tagua, o con almacenamiento en cámaras con
temperatura regulada a 0 y 20 °C. Los resultados que se presentan en la Figura 7.5
demuestran la relevancia de la temperatura y el uso de hidracida maleica para la conservación
de cebolla; después de 6 meses de conservación los bulbos sin tratar no presentaron
brotación 0 °C y a 20 °C presentaron una brotación menor, prácticamente un tercio de la
medida en la bodega del productor que hasta ese momento tuvo una temperatura promedio
cercana a 15 °C. Estos resultados son los esperados ya que la temperatura óptima para la
conservación de cebolla es 0 °C (Adamicki, 2014) y el término de la dormancia y reinicio del
crecimiento de los bulbos tiene una temperatura óptima cercana a 15 °C (Brewster, 2008).
221
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Los resultados de los distintos tratamientos se presentan en las Figuras 7.6 y 7.7 y muestran
que en ambas variedades, como se esperaba, los bulbos disminuyeron su brotación de
manera significativa al ser tratados con hidracida maleica, siendo este efecto mayor en la
variedad Titán que, en valores promedio de los bulbos con o sin desmoche previo al curado,
bajó desde casi 90% en los bulbos sin aplicación a menos de 10% en los bulbos tratados,
mientras que Cobra bajó de un promedio de 57% en los bulbos sin tratar a un promedio de
20% en los bulbos tratados con hidracida maleica.
Figura 7.6 Brotación de bulbos de la variedad Cobra, tratados o sin tratar con hidracida maleica
(HM), y desmochados o sin desmochar durante el periodo de curado. La cosecha se realizó el 1 de
febrero 2016. Datos representan promedios de cuatro repeticiones y su error estándar.
222
Poscosecha de cebolla
Figura 7.7 Brotación de bulbos de la variedad Titán, tratados o sin tratar con hidracida maleica (HM),
y desmochados o sin desmochar durante el periodo de curado. La cosecha se realizó el 1 de febrero
2016. Datos representan promedios de cuatro repeticiones y su error estándar.
223
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
224
Poscosecha de cebolla
Cuadro 7.4 Brotación (%) durante el almacenamiento de 17 variedades de cebolla, con bulbos sin
tratar (control) o tratados 15 días antes de la cosecha con hidracida maleica.
225
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Figura 7.8 Bulbo de cebolla que ha sobrepasado el nivel crítico de pérdida de peso fresco. Las
catáfilas se han separado en sectores por bajo turgor y el bulbo es blando o fofo.
La pérdida de peso fresco, como se aprecia en la Figura 7.9 es bastante lineal y cercana a
1% mensual en bodega durante los primeros meses de almacenamiento y se acelera al inicio
del proceso de brotación a fines de invierno. En la misma figura se aprecia la dependencia de
la pérdida de peso fresco con la temperatura ambiental: a 20 °C, la velocidad de pérdida de
peso fresco es cuatro veces mayor que a 0 °C.
Los datos de los últimos dos meses sirven para demostrar que en esta etapa final del periodo
de almacenamiento se produce un notorio incremento de pérdida de peso fresco en relación a
los meses anteriores. Así, por ejemplo, en los bulbos control la pérdida promedio a los seis
meses fue de 6,2% y a los siete meses subió a 7,8%, un incremento de 1,6% mensual, muy
superior a lo ocurrido en los primeros meses de almacenamiento.
226
Poscosecha de cebolla
Figura 7.9 Pérdida de peso fresco (PPF) de bulbos de Cobra y Pandero a distintas temperaturas.
Cámaras a 0 y 20 °C y bodega de productor con temperatura promedio ±10 °C en el periodo.
En ambas fechas los bulbos no tratados con hidracida maleica presentaron mayor pérdida de
peso fresco. Esto posiblemente se deba porque al brotar antes se acelera la pérdida de peso
fresco por mayor salida de agua por las hojas emergentes y por mayor gasto de peso seco por
un alza en la respiración. Después de seis meses de almacenamiento, la pérdida de peso
fresco también se incrementó en los bulbos tratados con hidracida maleica, pasando de 5,1%
a 6,8%, un incremento de 1,7% mensual que podría deberse al inicio o aumento de brotación
y de mayor área foliar expuesta de algunas variedades como Campero y Grano de Oro.
227
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Cuadro 7.5 Pérdida de peso fresco (PPF) de 17 variedades sin tratar y tratadas con hidracida maleica
después de seis y siete meses de almacenamiento en condiciones ambientales naturales.
228
Poscosecha de cebolla
Figura 7.10 Enfermedades habituales durante el almacenamiento de cebollas en Chile son causadas
por hongos de los géneros Aspergillus (a), Botrytis (b), Fusarium (c) y Penicillium (d).
Al igual que para brotación y pérdida de peso seco, la temperatura y humedad relativa del
ambiente tienen un marcado efecto. En general, a temperaturas crecientes sobre 0°C hasta
±25°C y a humedades relativas crecientes sobre 70% se incrementa el ataque de hongos. En
la Figura 7.11 se muestra el porcentaje de pudrición observado en bulbos sin tratar y tratados
con hidracida maleica de las variedades Cobra y Pandero después de seis meses de guarda
a 0 y 20°C, y en condición ambiental (temperatura promedio 13°C) con humedades relativas
fluctuantes alrededor de 75%. El porcentaje de bulbos podridos, en general, fue bajo, menor
a 3,5% en todos los casos. Tal como se esperaba, no se observaron pudriciones a 0°C, y en
la bodega (13 °C) fueron menores que a 20 °C, y el tratamiento con hidracida maleica no tiene
un efecto significativo sobre las pudriciones.
229
Manual del Cultivo de Cebolla en la Región de O'Higgins
Figura 7.11 Porcentaje de cebollas podridas de las variedades Cobra y Pandero, sin tratar y tratadas
con hidracida maleica (HM), después de seis meses de almacenamiento a distintas temperaturas.
En resumen, las pérdidas por enfermedades significaron porcentajes bajos, mucho menores
que las pérdidas por brotación e incluso menores que la pérdidas de peso fresco en todos los
ensayos. Sin embargo, al igual que la brotación, deben ser siempre motivo de preocupación
porque pueden llegar a ser muy significativas. Por lo mismo, siempre deben realizarse las
prácticas de precosecha (rotación, variedades, control químico, etc.) y de poscosecha
(curado, envases, ventilación, etc.) que permitan disminuirlas al mínimo posible (ver Capítulo
5. " Principales enfermedades de la cebolla en Chile").
230
Poscosecha de cebolla
7.4 Conclusiones
En atención a que gran parte de la producción de cebollas de la región de O´Higgins se
destina a la guarda, el conocimiento del potencial de conservación de las variedades
disponibles resulta prioritario para los productores y para la sostenibilidad de este cultivo.
Los diversos estudios realizados en poscosecha durante dos temporadas en las principales
localidades productoras, en sitios y bodegas de los mismos productores, y en condiciones de
laboratorio han demostrado diferencias importantes en el potencial de almacenamiento de las
variedades disponibles.
Los resultados de los diferentes estudios permiten concluir que el potencial de conservación,
bajo las condiciones ambientales moderadas en que se realiza el almacenamiento o guarda
de cebolla en la región, está limitado básicamente por la brotación foliar de los bulbos. Otras
limitantes que afectan el potencial de conservación, como deshidratación, enfermedades, etc.
tienen una significación secundaria.
La brotación de los bulbos está determinada genéticamente y por las condiciones ambientales
en el almacenamiento. Dado que por razones de costo el almacenamiento es en condiciones
ambientales naturales, sin regulación de temperatura o humedad relativa, adquiere singular
importancia determinar el periodo de dormancia hasta el inicio de brotación en las nuevas
variedades que se introduzcan al cultivo en la región. Este proyecto ha sentado las bases de
comparación y generado información básica para otros estudios más específicos.
Por lo anterior, la inversión de recursos del Fondo de Innovación para la Competitividad del
Gobierno Regional de O´Higgins resultó plenamente justificada y de beneficio directo para
todos los involucrados en la producción de cebolla, desde empresas de semillas, pasando por
proveedores de insumos y servicios, hasta los mismos productores de cebolla de la región,
mayoritariamente pequeños agricultores que no podrían realizar estas investigaciones sin el
apoyo del gobierno regional.
231
Poscosecha de cebolla
7.5 Agradecimientos
Se agradece la disposición de las personas que prestaron una valiosa colaboración en la
obtención de los datos presentados en este capítulo: Erick Kelly, Jorge Wellmann, Arturo
Varela y Daniel Arellano.
7.6 Referencias
Adamicki, F. 2014. Onion. En: Gross, K.C., C.Y. Wang, M. Salveit. The commercial storage of
fruits, vegetables, and florist and nursery stocks. Agriculture Handbook Number 66. USDA,
ARS, Washington, DC, USA. Consultado el 10-01-2017 en:
http://www.ba.ars.usda.gov/hb66/onion.pdf
Brewster, J.L. 2008. Onions and Other Vegetable Alliums. Second Edition. Crop Production
Science in Horticulture 15. CAB International. Biddles Ltd. King’s Lynn, London, England,
432p.
232