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10 dinámicas para trabajar

la autoestima
La autoestima es la capacidad de amarse a sí mismo y aceptarse tal como
uno es. Cuando uno se ama a sí mismo, despierta y siente amor hacia los
demás. Y cuando las personas se aman resulta más fácil hacer un mundo
mejor. No obstante, a algunas personas les puede resultar difícil
mantener un buen nivel de autoestima, sobre todo en la
adolescencia, ya sea por críticas ajenas o por los reproches que nos
hacemos nosotros mismos. Lo recomendable en estos momentos en los
que nos sentimos mal es practicar una de estas dinámicas para trabajar la
autoestima.

La autoestima depende de nosotros mismos y nuestro entorno

Una buena forma para mantener una autoestima buena es practicar una
serie de dinámicas centradas en mejorar la percepción de nosotros
mismos y la proyección que damos a las demás personas. Afecta a
personas de todas las edades, incluso hay niños con baja autoestima.
Poseer una autoestima alta es fundamental para poder desarrollarnos en la
sociedad y en el mundo de una forma sana, por ejemplo, una persona con
una autoestima baja no querrá aprender y no aceptará los cambios,
mientras que tener una buena autoestima contribuye a tomarnos mejor
estas situaciones.

1. Cosas que puedo hacer bien: elabora una lista o repasa una serie
de tareas donde esa persona ha de clasificar las aptitudes y capacidades
que creen tener para realizarlas. El objetivo de este ejercicio es que se den
cuenta que, aunque hay cosas que no saben hacer bien, hay otras tantas
que se les dan de maravilla. Todos tenemos puntos fuertes y puntos no tan
fuertes.
2. Como soy yo: haz que elaboren una lista con rasgos de su
personalidad tanto positivos como negativos. De esta forma descubrirán que
también tienen muchas cosas buenas que ofrecer. Por ejemplo, puede que
sean un poco impuntual pero, en cambio, son amigos leales. ¿Y que
significan 5 minutos de retraso cuando se puede tener un amigo de verdad?
3. Antes y ahora: aquí es necesario que tu les ayudes a resaltar los
aspectos en los que ha mejorado con el paso del tiempo, sean grandes o
pequeñas cosas. Así la persona con la baja autoestima percibirá que, con el
tiempo, su situación ha mejorado aún sin proponerlo y que, si va con una
actitud más positiva puede mejorar mucho más.
4. Manos, corazón y cabeza: es la forma de referirnos a las cualidades
positivas de las habilidades manuales, los sentimientos y las habilidades
intelectuales. En este ejercicio se deben resaltar las cosas buenas de la
persona en estas tres áreas básicas. Puedes mostrarles trabajos que hayan
hecho para ayudarles a valorarse más a si mismos.
5. Recuerdos positivos: una buena forma de mejorar la autoestima de
una persona que lo necesite es recordar junto a ella algún episodio positivo
del que fueron objecto de reconocimiento social, académico o laboral.
Valora su esfuerzo, su dedicación y recuérdale que otras tantas personas
hicieron lo mismo.
6. Carta de deseos: la persona con baja autoestima debe escribir una
carta pidiendo algunos cambios sobre su propia forma de ser. Es
recomendable que se empiece por pequeñas cosas que puedan cambiar,
de este modo, al percibir su mejora aumentará su autoestima. En cambio, si
empiezan por tratar de cumplir grandes metas y no lo consiguen, puede ser
peor.
7. ¡Sácame los colores!: Este es un ejercicio para hacer con varias
personas, quizás los miembros de la familia o junto a algunos amigos. Se
trata de hacer una recopilación de los puntos 1 a 5 y centrarlos todos en la
misma persona. Una vez finalizado el ejercicio se leerá en voz alta lo que
piensan los demás sobre esta persona con baja autoestima y esta persona.
Si una persona puede querernos, las otras también podrán.
8. Me voy a dar un capricho: la persona con una baja autoestima debe
elaborar una lista con las cosas que le gusta hacer y describirse a si mismo
por qué va a permitirse hacerlas un poco más a menudo. De esta forma, la
persona no se privará de aquello que le hace feliz y tendrá una actitud más
positiva, será más feliz y tendrá mejor autoestima
9. Te voy a sorprender: para cambiar la percepción que tienen las
demás personas sobre la persona con baja autoestima, esta debe
proponerse decirles tres cosas positivas a tres personas distintas. Es un
ejercicio que tiene un doble beneficio ya que las personas halagadas se
sentirán bien consigo mismas y la persona que lo diga también.
10. Nada de activos tóxicos: algunas veces la persona tiene una baja
autoestima por su entorno, personas que lo desvalorizan y tratan de
anularlo para reafirmarse ellos mismos. Esta es una situación común en
adolescentes. Por ello es necesario hacer un paso hacia la madurez y
entender que si una persona no nos trata bien no merece la pena que nos
preocupemos por sus opiniones sobre nosotros. Solo quiere hacernos daño
y recurrirá a mentiras para ello.

Como último consejo, una buena forma de empezar el día es poner una


canción alegre, que nos transmita energía positiva y mirarnos en el espejo
durante un minuto repitiéndonos lo geniales que somos y lo bien que
haremos nuestras tareas a lo largo del día. Si quieres saber más, te
aconsejamos un libro sobre mejorar la autoestima. ¡Aprende a quererte a ti
mismo!

El juego es la mejor manera para aprender porque es una imitación de la


vida y una forma de expresar lo que los niños captan de su entorno. Es pues el
mejor aliado para enseñar valores y para desarrollar la educación emocional.
Algunos ejemplos son:

1. ESTE ES MI AMIGO
 Objetivos: Integración en un grupo y valorar el propio yo.
 Materiales: no se necesitan.
 Desarrollo: Cada niñ@ presenta a su compañer@ al resto del grupo, así
convertimos algo “mío” en algo de grupo, haciendo piña. Los ni@s se sientan en
círculo con las manos unidas. Uno comienza presentado al compañero con la
fórmula “Este es mi amig@ X”, cuando dice el nombre alza la mano de su amigo al
aire. Se continúa el juego hasta que todos hayan sido presentados. Hay que
procurar que todos los participantes se sientan integrados y aceptados dentro del
grupo.
 

2. CONOCIENDO A MIS COMPAÑEROS


 Objetivos: favorecer el conocimiento entre los participantes y valorar el propio yo.
 Materiales: un balón.
 Desarrollo: uno de los jugadores (Ricardo) toma el balón y lo arroja hacia arriba
al mismo tiempo que dice el nombre de otro jugador (Lorenzo). Éste corre a coger
el balón y los demás se alejan lo más posible. Para que paren de correr el jugador
nombrado tiene que coger el balón y gritar el nombre del jugador que le nombró y,
además, una característica suya (por ejemplo, “¡Ricardo, es alto!”). Cuando los
demás jugadores lo oigan deben pararse para iniciar de nuevo el juego.
 

3. ÁLBUM DE RECUERDOS
 Objetivos: conocer a los demás y a uno mismo. tener un concepto propio de uno
mismo y valorar el propio yo. Saber identificar los sentimientos propios.
 Materiales: fotografía de pequeño de cada participante, cartulinas y lápiz.
 Desarrollo: se reparten cartulinas dobladas por la mitad entre los participantes,
en una parte pegarán la fotografía y en la otra escribirán algo sobre ellos. Por
ejemplo: mi mayor travesura, a qué me gusta jugar,  mis mejores amig@os… Una
vez hechos todos los álbumes, se barajarán y se repartirán entre los participantes,
se irán leyendo uno a uno y se mostrará la fotografía, entre todos se tratará de
adivinar a quién pertenece el álbum.
 

4. RASGOS EN COMÚN
 Objetivos: aprender las características que tenemos en común con los demás.
Tener un concepto claro sobre uno mismo. Saber identificar los sentimientos
propios. Respetar las cualidades, sentimientos y capacidades de los demás.
 Materiales: no se necesitan.
 Desarrollo: se divide el grupo por parejas. Cada pareja debe sacar el mayor
número de similitudes que hay entre ellos, como color de pelo, ropa, aficiones,
familia… Gana la pareja que mayor parecido tenga.
 

5. EL REGALO
 Objetivos: respetar las cualidades, sentimientos y capacidades de los demás.
 Materiales: útiles de escribir.
 Desarrollo: en una ficha de papel se dibuja algo bonito para una persona del
grupo. Se le hace llegar sin que se sepa quién fue. Después, en grupo, la persona
que recibe los regalos comenta cómo se ha sentido. Como debemos cuidar que cada
niñ@ reciba su regalo, podemos proponer que cada día sea una persona diferente
del grupo la que reciba los regalos de todos.
 
6. DI PATATA
 Objetivos: aprender a expresar mediante gestos las emociones de alegría, tristeza
y enfado.
 Materiales: una cámara de fotos de juguete y/o una cámara real.
 Desarrollo: salen los niños de uno en uno. Indicamos al niño que sale a la pizarra
qué sentimiento tiene que representar para la foto. Mientras que el niño posa y le
hacemos la foto, el resto de la clase ha de adivinar de qué sentimiento se trata. Una
vez identificado, preguntamos a los participantes en qué situaciones se encuentran
así. Al final, hacemos tres foto a toda la clase, una en la que estén todos tristes, otra
en la que estén todos alegres y otra en la que estén todos enfadados. Luego las
revelamos y las colgamos en la clase. (también se puede ampliar añadiendo otras
emociones como el asco y el miedo, la vergüenza, etc.)

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