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Ciencia
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Santiago Mariño
Sede Barcelona
Cátedra: Metodología de la Investigación I
La ciencia
Participante:
Tcnol. Pedro Anato C.I.: 18.299.858
La presencia del objeto de estudio y las relaciones que tiene en común con otras
áreas afines.
El requerimiento de cada ciencia que demuestre su objeto de estudio.
El propósito por el cual se produce el motivo de la investigación.
Características de la ciencia
Esto se refiere a que describe los fenómenos y sucesos que estudia, da una
explicación coherente sobre su funcionamiento y predice de manera anticipada su
comportamiento futuro.
· Contrastable
· Provisoria
Esto quiere decir que nos deja abierta la opción de que el conocimiento dado
pueda ser refutado en cualquier momento.
· Crítica
Esto significa que, el saber, mientras no haya sido refutado, puede ser cuestionado
de manera permanente.
1. Ciencias Formales
Las ciencias formales son definidas como conjuntos de conocimientos reales que
tienen coherencia. Las ciencias formales trabajan con formas, estos son aquellos objetos
ideales creados por el hombre. Esta ciencia se centra más en las formas más no a los
contenidos; es de su importancia el “cómo se dice” más no “lo que se dice”.
Las ciencias formales estudian a los sistemas formales, por lo tanto, esta ciencia
tiene como ramas a sistemas formales. Las ciencias formales encuentran su fundamento
gracias a sus teorías basadas en proposiciones, definiciones, axiomas y reglas de
inferencia. Estas son consideradas analíticas; por otro lado, las ciencias sociales y las
ciencias naturales, fundamentan de manera empírica sus conocimientos.
Matemática
Ciencias de la computación
Estadística
Lógica
Las ciencias naturales son conocidas de varias maneras, estas pueden ser
ciencias naturales, ciencias físico-naturales, ciencias de la naturaleza o ciencias
experimentales. Las ciencias naturales, son aquellas que tienen como objeto de estudio a
la naturaleza, siguiendo la metodología del método científico o método experimental.
Estudian solo aspectos físicos, sin incluir aspectos que tengan que ver con
acciones humanas. Considerando a todas las ciencias, se puede decir que, las ciencias
naturales se distinguen de las ciencias sociales y ciencias formales por su objeto de
estudio.
Astronomía
Biología
Física
Geología
Química
Geografía
Física
Las ciencias sociales son una rama de la ciencia que se relaciona directamente
con la sociedad y el comportamiento de las personas.
Las ciencias sociales son consideradas una denominación genérica para las
distintas disciplinas o saberes los cuales luchan por ser considerados ciencias, ya que,
estos analizan y estudian distintos aspectos de la sociedad y los seres humanos.
Antropología
Ciencia política
Economía
Sociología
Lingüística
Psicología
Semiología
Arqueología
Demografía
Ecología humana
Geografía
Historia
LA CIENCIA Y LA FE SE COMPLEMENTAN
Fe y ciencia son absolutamente compatibles. Por una parte, lo son a nivel teórico,
ya que el bagaje de conocimientos que dimanan de la producción científica no tiene por
qué entrar en colisión con la cosmovisión que se desprende de las religiones; así,
mientras que la ciencia se ocupa de responder al cómo (p. ej. mecanismo del proceso
evolutivo biológico), la religión se centra en el significado y finalidad de lo que existe, es
decir, a responder al por qué y al para qué. Por otra parte, el inmenso elenco de grandes
científicos que han sido religiosos, atestigua esa compatibilidad a nivel personal; en
muchas de sus biografías se constata que la fe supuso un acicate para su labor científica.
Hoy no resulta posible ofrecer una buena reflexión teológica sobre la creación sin
tener en cuenta los datos más seguros de la ciencia sobre el origen del cosmos y la
evolución biológica. Ya Tomás de Aquino decía que “un error sobre las criaturas conduce
a una falsa idea de Dios y puede apartar la mente del hombre de Dios”. Y también decía:
cuando hay contradicción aparente entre lo que dice la Biblia sobre la creación y lo que
dice la ciencia, es porque interpretamos mal la Biblia. O mejor: ante varias
interpretaciones posibles del texto bíblico (cuando habla, por ejemplo, de la creación), hay
que tomar como buena la que concuerda con la ciencia y rechazar aquellas que parezcan
falsas a la razón.
Sin embargo, muchos exégetas y teólogos han rechazado una interpretación literal
de la Biblia, ya que contiene afirmaciones mutuamente incompatibles. El libro del Génesis
ofrece dos narraciones diferentes de la creación. En el capítulo 1 figura la narración
familiar de la creación en seis días, en la que Dios crea a los seres humanos, tanto al
varón como a la hembra, en el sexto día, después de crear la luz, la Tierra, los peces, las
aves y los animales. Pero en el capítulo 2 aparece una narración diferente, según la cual
la creación del mundo comienza cuando “Dios formó al hombre del polvo de la tierra”.
Después de crear las plantas y los animales y pedirle al hombre que les diera nombre,
Dios le hace caer en un sueño profundo le saca una costilla, de la cual “formó una mujer y
se la presentó al hombre”.
Teólogos y exégetas han afirmado a través de los siglos hasta los tiempo actuales
que la Biblia es infalible con respecto a las verdades religiosas, no en asuntos que no son
importantes para la salvación. Ya a principios del siglo V escribía San Agustín que los
cristianos no deben tratar de resolver cuestiones científicas con las Sagradas Escrituras.
En 1981, el papa Juan Pablo II escribió que la Biblia "nos habla del origen del universo y
su creación, no para proporcionarnos un tratado científico sino para establecer las
correctas relaciones del hombre con Dios y con el universo [...] y con el fin de enseñar
esta verdad se expresa en los términos de la cosmología conocida en los tiempos del
escritor sagrado.”
Es posible creer que Dios creó el mundo, al tiempo que se acepta que planetas,
montañas, plantas y animales, incluyendo los seres humanos, se produjeron, después de
la creación inicial, por procesos naturales. En lenguaje teológico, Dios actúa a través de
causas secundarias. De manera parecida, al nivel del individuo, una persona puede creer
que es una criatura de Dios sin negar que se haya desarrollado por procesos naturales a
partir de un óvulo fecundado en el seno de su madre.
Es posible creer que Dios creó el mundo, al tiempo que se acepta que
planetas, montañas, plantas y animales, incluyendo los seres humanos, se
produjeron, después de la creación inicial, por procesos naturales