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Revista de Lenguas Modernas, N.

° 28, 2018 / 77-98 / ISSN: 1659-1933

La muerte, el alma y el más allá en la Eneida:


un eclecticismo filosófico
(órfico-pitagórico-platónico)

Minor Herrera Valenciano


Docente universitario
Universidad de Costa Rica

Resumen
El más allá y cómo se comprende la muerte ofrecen cuantiosa informa-
ción acerca de una sociedad y sus formas de representar el mundo. Así las
cosas, en este artículo, se aborda la ritualización de la muerte, partiendo
de los funerales heroicos presentes en el texto de la Eneida y teniendo
en cuenta la dinámica de relaciones de las corrientes filosóficas (órfica-
pitagórica-platónica) existentes en Roma durante el período en el que
Virgilio escribió dicho texto. De esta manera, propongo que Virgilio se
torna ecléctico en la Eneida.

Palabras claves: Virgilio, Eneida, muerte, inframundo, filosofía

Abstract
The Hereafter and how death is understood offer a wealth of informa-
tion about a society and its ways of representing the world. In this way,
this article deals with the ritualization of death, starting from the heroic
funerals present in the text of the Aeneid and taking into account the
dynamics of relations of the philosophical currents (orphic-pythagorean-
platonic) existing in Rome during the period in which Virgilio wrote the
text. In this way, I propose that Virgilio becomes eclectic in the Aeneid.

Keywords: Virgil, Aeneid, death, underworld, philosophy

Recepción: 26-12-16 Aceptación: 14-03-17


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Introducción sustituido por otro, en procura de la

L
inmortalidad de la raza, mas no de
uego de realizar una lectura su alma que se pierde con su cuerpo.
pormenorizada de las obras Ahora bien, lo que se propone en este
de Virgilio, es posible perca- trabajo es que Virgilio muestra cierto
tarse de que la muerte sigue al menos eclecticismo en relación con su posición
dos tendencias claramente demarca- en torno de temas como la muerte, el
das. Por un lado, se encuentra una alma y el más allá, es decir, que selec-
concepción que podría ser llamada ciona elementos de ciertas filosofías (de
natural o biológica (a la que se recu- las múltiples corrientes que se podían
rre muy seguido en las Geórgicas1 y distinguir en la Roma de su época)
las Bucólicas); mientras que, por otro para tratar dichos temas. Así las cosas,
lado, es posible determinar una con- en el texto de la Eneida, tal y como se
cepción filosófica que se cuestiona y mencionó antes, la muerte es compren-
se preocupa por la posibilidad de una dida a partir de la consideración de que
existencia ultraterrena y la destruc- el cuerpo y el alma están unidos, pero
ción o la inmortalidad del alma. el desenlace de dichos elementos com-
En la primera de estas nociones, la positivos producirá la muerte, lo cual
muerte se concentra únicamente en el demostraría directamente cierta predi-
término de la existencia, la expiración lección hacia la filosofía órfico-pitagóri-
de la vida. A partir de esta apreciación, co y, por su puesto, platónica, utilizada
es posible considerar la cercanía del poe- en dicho texto, tal como se observa en
ta de Mantua con corrientes filosóficas el siguiente fragmento: “[…] y, cuando
como el epicureísmo y, quizá también, la fría muerte prive a estos miembros
con los postulados de filósofos como Em- de la vida,/ sombra a tu lado estaré por
pédocles2, quien no temía a la muerte, todas partes. Pagarás tu culpa, malva-
tal como lo indica Rohde (2009, p. 204) do. / Lo sabré y esta noticia me llegará
cuando afirma que “el propio Empédo- hasta los Manes profundos5”.
cles nos asegura que recorre las tierras La perspectiva órfica consideraba
y las ciudades como un dios, como in- que lo que moría o nacía era el cuerpo,
mortal a quien no amenaza ya el suceso pero no el alma, la cual era considerada
de la muerte”3. Virgilio, en el libro IV de inmortal; de acá, quizá surge la idea pi-
las Geórgicas, compara la vida del ser tagórica de la transmigración del alma.
humano con la de las abejas: No obstante, en Epicuro, se muestra la
actitud confiada en el conocimiento que
Y así, por más que aceche corto el se obtiene por la experiencia, sea esto,
término de sus días mortales, pues la derogación de lo etéreo.
no pasan del séptimo verano, toda- En su Carta a Meneceo6 124, 8; Epi-
vía es su raza inmortal, y la fortuna curo afirma lo siguiente:
del solar que persiste luengos años
en abuelos de abuelos se dilata4. Acostúmbrate a pensar que la
muerte nada es para nosotros, por-
La vida del hombre es efíme- que todo bien y todo mal residen en
ra, como la de las abejas, y en tanto la sensación y la muerte es priva-
un individuo muere simplemente es ción de los sentidos. Por lo cual el
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recto conocimiento de que la muer- los vientos se perdió su vida” (omnis


te nada es para nosotros hace di- etuna dilapsus calor atque in uentos
chosa la mortalidad de la vida, no uita recessit10).
porque añada una temporalidad in- En este caso, la muerte se da por la
finita sino porque elimina en ansia expiración del último aliento y se mani-
de inmortalidad.7 (p. 91) fiesta por el consecuente enfriamiento
del cuerpo. En esto se debe tener pre-
Además, Epicuro en el fragmento sente la idea de los filósofos pluralis-
125, 8, menciona: tas, entre los que destaca Empédocles,
para quien “el alma es un huésped ve-
Así pues, el más terrible de los ma- nido del lejano reino de los dioses, que
les, la muerte, nada es para noso- se aloja en el hombre para animarlo”
tros, porque cuando nosotros so- (Rohde; 2009, p. 208) y quien propone
mos, la muerte no está presente y, la teoría de los cuatro elementos: tierra
cuando la muerte está presente, en- y agua están en el cuerpo, aire y fuego
tonces ya no somos nosotros. (p. 93) se encuentran en el alma, de ahí el ca-
lor del cuerpo cuando tiene el alma y el
A partir de lo mencionado por Epi- frío cuando esta se ha ido.
curo es posible determinar que para él La vida está relacionada con el acto
el alma es absolutamente material8, no reflejo de respirar; asimismo, el alma
es como la psyche platónica, lo que in- es vista como ese viento que provee o
dica que tampoco tendrá la condición trae consigo la vida. Epicuro únicamen-
inmortal reconocida en las creencias te consideraría el término psyché para
órficas y pitagóricas hasta Sócrates y referirse al alma, pero ya en Lucrecio
Platón. Para Epicuro, el alma se co- se le conocerá con el nombre de ánima,
rrompe junto con el cuerpo9. Sin em- vocablo proveniente de la palabra grie-
bargo, en la Eneida, también se hacen ga ἄνεμος, que significa ‘viento’. Enton-
alusiones al momento en que el alma ces, cuando ese viento deje de fluir por
abandona el cuerpo, hecho que permite el cuerpo, es decir, cuando ya no haya
recordar los postulados órficos, pitagó- respiración, la muerte será inexorable.
ricos y platónicos acerca de la perpetui- También se menciona que “este se
dad de la esencia vivificadora o la posi- revuelve vomitando un río caliente de
ble reencarnación de esta. su pecho, helado, y golpea sus ijares
en largos espasmos11”. En ese caso, al
alma se le ve como parte del flujo san-
Muerte, alma y más allá guíneo, lo cual es interesante, ya que
dicho fluir la haría llegar a todos los
La muerte y lo referente al morir rincones del cuerpo; además, la circu-
estará estrechamente ligado al concep- lación de la sangre proporciona el calor
to de alma como fundamento de la vida. corporal que contrasta con el frío en los
En la Eneida hay por lo menos tres ma- miembros, perpetuamente relacionado
nifestaciones de este principio dador de con la muerte. Ese frío, con el que se
vida, los cuales son presentados a par- acostumbra equiparar el advenimien-
tir de analogías. Así pues, se menciona, to de la muerte, es evidente cuando se
“al tiempo todo calor desaparece, y en menciona que: “a él se le desatan los
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miembros de frío y se le escapa la vida contribuirían con el muerto para que


con un gemido, doliente, a las sombras12”. lograse encontrar la senda por la cual
Campelo y Cardigni (2001) mencio- llegaría al sitio destinado para él14.
nan que la muerte en la Eneida es: Como se ha mencionado antes, Vir-
gilio posiblemente conocía la obra de
un instrumento para alcanzar la Lucrecio y de algunos otros escritores
fundación, juega un papel funda- que se habían interesado por descifrar
mental en cada episodio y en la to- el fenómeno de la muerte. Lucrecio15,
talidad de la obra. Se presenta una quien siguió la filosofía epicúrea, que
variedad de muertes en la Eneida, posteriormente el poeta de Mantua uti-
sin embargo, a pesar de las diferen- lizó en algunos de sus escritos (Geórgi-
cias, existe un elemento unificador: cas, Bucálicas, Anpendix) en su la obra
todas las muertes conducen a la De natura rerum, consideraba que:
fundación de Roma sea en forma
directa o indirecta. (p. 58) Luego está que a cualquier ser ani-
mado lo hiere de repente un golpe ma-
La muerte es esencial para las aspi- yor que el que su naturaleza soporta,
raciones de Eneas; sin ella, nada logra- y durante un tiempo trastorna todo
ría, tal como lo piensa Norden (1903)13, los sentidos de su cuerpo, y ánimo: y,
quien ofrece una visión ampliada del li- es que se desbarata la colocación de
bro VI de la Eneida, en el cual, según su los principios y quedan trabados los
criterio, radica la mayor significación del movimientos vitales enteramente, al
texto, tanto en sentido simbólico como tiempo que la materia, agitada a lo
filosófico. Este autor considera que, en largo de los miembros todos desata
la Eneida, la muerte es conceptualizada del cuerpo los nudos vitales del alma,
como el retorno a un estado físico en el dispersándola y echándola fuera a
que el cuerpo alcanza la insensibilidad través de todas las rejillas.16
absoluta; sin embargo, el alma perma-
nece intacta, hecho que se constata con Se observa cómo Lucrecio pensaba
la catábasis emprendida por Eneas para que existía un nudo entre cuerpo y alma,
encontrarse con su padre. el cual permitía que la vida se mantu-
Tanto los vivos como los muertos viera; sin embargo, existe siempre el
poseían su propio espacio en dimen- riesgo de que dicho nudo sea desatado
siones distintas. Por ese motivo, los por algún agente interno (enfermedad,
fallecidos no tenían la fuerza para per- vejez) o externo (muerte en batalla) y,
manecer en el mundo de los vivos; an- con esto, sobrevenga la muerte.
tes bien, les era preciso viajar hacia la Por otra parte, en la Eneida, será
dimensión de los muertos, al lugar que incuestionable la utilización de las filo-
era conveniente para ellos. sofías pitagórica y platónica en relación
El recorrido que hacían las almas con la muerte y el destino del alma; sin
de los fallecidos para llegar al más allá embargo, hablar de esas dos implica
no obedecía únicamente a la necesidad aproximarse al orfismo como génesis
de estos, puesto que los vivos cumplían fundamental de muchas de sus teorías.
una función especial: debían efectuar Es necesario mencionar que estas tres
una serie de rituales funerarios que corrientes filosóficas suponían que la
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muerte ocurría a partir de la desunión cuando anciano cerró los ojos blan-
del cuerpo y el alma, y esta última era quecinos con la muerte,
indestructible e inmortal, idea contra- pusieron su mano las Parcas y lo
ria a lo considerado en el sistema de consagraron de Evandro
creencias epicúreas. a las armas19.
Un pasaje en el que se presenta di-
cha separación entre alma y cuerpo es La equiparación de las Parcas con
el que se refiere al suicidio de la reina Iris posee sentido porque, al igual que
cartaginesa Dido17: las Parcas, quienes cortan el hilo de
la vida, Iris, simbólicamente, corta el
Iris por eso con sus alas de azafrán cabello de Dido, el cual en ese caso re-
cubiertas de rocío presentaría el hilo vital que anuda al
vuela por los cielos arrastrando cuerpo con el alma. En este pasaje,
contra el sol mil colores Virgilio innova y amplía los alcances
diversos y se detuvo sobre su cabe- de la diosa para que concuerde con el
za. «Esta ofrenda a Dite alma que va a recoger, ya que esta era
recojo como se me ordena y te libero una regia alma. Aunque, dado que es-
de este cuerpo.» taba emparentada con las funciones y
Esto dice y corta un mechón con la características de Mercurio (Hermes),
diestra: al tiempo todo en tanto que, al igual que dicho dios,
calor desaparece, y en los vientos se quien era mensajero de Júpiter, Iris
perdió su vida [...]18 era mensajera de Juno, por lo que pro-
bablemente pudiese servir, al igual
El hecho de que se mencione que el que el dios, como ψυχοπομπóς, y lograr
alma y el cuerpo están anudados entre así el descenso del alma de Dido a las
sí solamente constata que la muerte cavidades del Orco.
llega cuando tales nudos se aflojan has- Para los pitagóricos, el alma no era
ta desatarse. Por otra parte, llama la corruptible como el cuerpo, más bien,
atención que Dido sea visitada por Iris, era inmortal e indestructible. Tal como
quien ha descendido desde las literas lo afirma Dicearco (fr.33 W.):
celestiales para llevarse el espíritu de la
reina cartaginesa, dado que a dicha di- En primer lugar dice [Pitágoras]
vinidad no se le ha otorgado míticamen- que el alma es inmortal; después,
te esa atribución. Ahora bien, dicha dio- que se transformaba en otras espe-
sa comparte prerrogativas con Hermes cies vivientes, y además de esto, que
y, su estructura mítica, es tónica, pues periódicamente lo que ha sucedido
lleva un jarrón con agua de la laguna se repite, y nada es absolutamen-
Estigia, líquido que está estrechamente te nuevo, y que todos los que han
relacionada con el olvido y con el mundo llegado a ser animados deben ser
de los muertos. Por otra parte, las Par- considerados del mismo género. Se
cas sí poseían esa función, tal y como se narra que Pitágoras fue el primero
muestran en el siguiente pasaje: en introducir estas doctrinas20.

Su padre, previendo el destino, ha- Unida a la consideración de que el


bía ocultado a Haleso en los bosques; alma podía transmigrar de un cuerpo a
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otro, es necesario recordar aquella afir- Pero Platón, por influjo órfico y pitagó-
mación de Diógenes Laercio en la que rico, considera que nacer y morir son
sostiene que Pitágoras guardaba en su procesos que experimenta el cuerpo, no
memoria el recuerdo de todas las reen- el alma, pues esta es inmortal. Enton-
carnaciones que su alma había experi- ces, el término al que llega el alma no es
mentado durante toda su existencia, su desaparición sino solo el fin de su per-
desde Etálides21, hijo de Hermes, hasta manencia en un cuerpo, por lo que tam-
él mismo. Esto será fundamental para poco puede hablarse de que acontece un
comprender el por qué en la Eneida las renacimiento total, sino que lo que ocu-
almas poseen conciencia plena de lo rre es un realojamiento en otro cuerpo.
que fueron e hicieron durante su vida. La idea de la transmigración del alma
La idea de la transmigración del está muy presente en el pitagorismo.
alma, también llamada metempsícosis, Al respecto Bernabé (2010)
presente en el orfismo, el pitagorismo menciona que:
y el platonismo, no escapa a Virgilio,
quien en el libro VI pone en voz de Característica de este primer pita-
Eneas una serie de preguntas que rea- gorismo parece ser la afirmación
liza a su padre Anquises, entre las que del parentesco entre todos los seres
destaca: “Padre mío, ¿hay que pensar vivos, poseedores de alma inmortal
entonces que de aquí suben al cielo/ li- que transmigra de unos a otros, por
geras algunas almas y de nuevo regre- lo que la historia es un conjunto
san a los torpes/ cuerpos22?”. de repeticiones en la que nada hay
El objetivo específico de dicha pre- nuevo. (Bernabé, 2010, p. 71)
gunta va dirigido a certificar o recha-
zar la creencia de que las almas, efecti- Lo anterior es reforzado por Periago
vamente, escapan de un cuerpo cuando (1987), quien afirma:
este muere y se incorporan en otro nue-
vo en el momento cuando se nace. Sin El hombre pitagórico puede conver-
embargo, es posible dilucidar en dicha tirse en inmortal, de mortal que es,
expresión, cómo en comparación con el mediante una acción en el campo fí-
alma, el cuerpo es el lento, anquilosa- sico, intelectual y moral. Las almas
do, nada divino. de los humanos se reencarnan en
Por otra parte, dado que el alma, otra persona o pasan a otro ser ani-
desde la perspectiva órfica posee un mado, según su valía, lobo, cerdo,
origen divino23, una vez que se ha sepa- asno, etc. (p. 15)
rado del cuerpo con la muerte del indi-
viduo, no se desintegra sino que viaja Un excelente ejemplo de la reencar-
al Hades para resurgir en otro cuer- nación propuesta por el pitagorismo es
po; así, se perpetúa en un ciclo inter- el proporcionado por Jenófanes24 fr.7;
minable de reencarnaciones. Bernabé en este, se menciona el tema de la in-
(2010) indica que es posible distinguir mortalidad del alma y la reencarnación
en Fedón la idea de que el alma debe de esta: “Dicen que, al pasar en una
pasar por dos procesos: por un lado, el ocasión junto a un cachorro que estaba
término, al que la gente llama morir, siendo azotado, sintió compasión y dijo:
mientras que, por otra parte, el nacer. ‘deja de apalearle, pues es el alma de
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un amigo la que he reconocido, al oír No es precisamente un relato de Al-


sus alaridos’”25. Ahora bien, Eneas pre- cínoo lo que te voy a contar, sino el
senta la idea de una transmigración relato de un bravo varón, Er el ar-
corporal, llegada a los pitagóricos y a menio, de la tribu Panfilia. Habiendo
Platón por medio de la transposición muerto en la guerra, cuando al dé-
de las ideas órficas; sin embargo, será cimo día fueron recogidos los cadá-
la respuesta de Anquises la que, en de- veres putrefactos, él fue hallado en
finitiva, permitirá afirmar que Virgi- buen estado; introducido en su casa
lio conocía bien dichas doctrinas sobre para enterrarlo, yacía sobre la pira
el alma y su aplicación en la Eneida. cuando volvió a la vida y, resucitado,
Así las cosas, Anquises le responde a contó lo que había visto allá27.
Eneas que a todas las almas, luego de
que durante mil años hubieran estado Por otra parte, a pesar de que la
girando en una rueda como castigo, filosofía pitagórica propone la inmor-
el dios del inframundo las llamará en talidad del alma, del cuerpo no dice
grupos numerosos para que beban del mucho, por lo que podría suponerse
agua del río Lete, de manera que pier- que, dada la corruptibilidad de este, lo
dan la memoria, y, ya sin esta, puedan interesante radicaba en imaginar qué
contemplar nuevamente la bóveda del sucedía con la esencia interior que lo
cielo y, así, vuelvan a entrar, otra vez, había movido cuando estaba con vida.
en un cuerpo humano26. En definitiva, Aristóteles en su texto Acerca del
la respuesta de Anquises, de quien es alma (2010, p. 54-55) reclama esa nega-
necesario recordar que llega al más ción del cuerpo como parte indispensa-
allá pleno de memoria y razón, permite ble y sostén del alma al manifestar que:
dilucidar que Virgilio creía en la posi-
bilidad de que las almas se alojaran en Ellos (los pitagóricos), no obstante,
cuerpos nuevos, al transmigrar de uno se ocupan exclusivamente de definir
a otro cada vez que pudieran y valién- qué tipo de realidad es el alma, pero
dose de su inmortalidad, creencia muy no definen nada acerca del cuerpo
arraigada en la filosofía pitagórica de que la recibe, como si fuera posible
la que el poeta matuano fue seguidor. —conforme a los mitos pitagóri-
Por otra parte, Kirk, Raven y Scho- cos— que cualquier tipo de alma28
field (1987) mencionan que existe la se albergara en cualquier tipo de
posibilidad de que Pitágoras expre- cuerpo: parece, efectivamente, que
sara la reencarnación en términos de cada cosa posee una forma y una
ψυχή. Dicho término es dotado de una estructura peculiares. En definitiva,
gran elasticidad semántica (“aire vi- se expresan como quien dijera que el
tal”, “mente”, “principio de vida”) por arte del carpintero se alberga en las
Platón en el Fedón. Además, el hecho flautas. Y es que es necesario que
de que se pueda volver de la muerte y el arte utilice sus instrumentos y el
reencarnarse es ofrecido por Platón en alma utilice su cuerpo29.
la sección 614b, gracias al mito de Er,
de quien manifiesta: A partir de dicha afirmación se pue-
de concluir que el cuerpo de los seres hu-
manos está sujeto irremediablemente a
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la muerte y a la corrupción de la carne, la muerte, así como la pista que ofrece


pero no así el alma, la cual permane- acerca del crecimiento de corrientes fi-
cerá renovándose en cada uno de los losóficas en la Península Itálica. Esta
cuerpos, humanos o animales, a los que pista sobre el tratamiento de la muerte
le corresponda incorporarse. y la separación del cuerpo y el alma en
Después de realizar un recuento de Italia se encuentra en Gorgias, en don-
las personas cercanas afectivamente a de se indica que:
Eneas y que mueren, es posible llegar a
la conclusión de que únicamente su pa- En efecto, he oído decir a un sabio
dre gozará de una vida en el más allá, que nosotros ahora estamos muer-
lo suficientemente digna como para tos, que nuestro cuerpo es un se-
considerar que ha logrado la plenitud pulcro y que la parte del alma en
del alma. Con la muerte de Anquises la que se encuentran las pasiones
se rompe la consideración epicúrea de es de tal naturaleza que se deja se-
que el alma moría con el cuerpo debido ducir y cambia súbitamente de un
al engarzamiento existente entre estos lado a otro. A esa parte del alma,
elementos y se da paso a una nueva hablando en alegarla y haciendo
consideración de la muerte. un juego de palabras, cierto hom-
Luego de la muerte, el alma no bre ingenioso, quizá de Sicilia o de
se convertía en una sombra vacía Italia31, la llamó tonel, a causa de
(ἐίδωλον), sin conciencia, como ocurre su docilidad y obediencia, y a los
en Homero, donde se muestra insigni- insensatos los llamó no iniciados;
ficante, sin memoria por haber bebido decía que aquella parte del alma de
de las aguas del Lete. Por el contrario, los insensatos en que se hallan las
en este caso, las almas se caracterizan pasiones, fijando la atención en lo
por una clara racionalidad, como la irreprimido y descubierto de ella,
mostrada en el Timeo de Platón, en la era como un tonel agujereado alu-
sección 69c, donde no es el cuerpo el so- diendo a su carácter insaciable32.
porte del alma sino, por el contrario, el
alma es la que sirve de soporte al cuer- Lo anterior refleja cómo dichas no-
po y cuando este se desintegra, el alma ciones acerca del alma no son propia-
permanece inmortal e incólume: mente originales de los atenienses, sino
que, por el contrario, llegaron a Ate-
El dios en persona se convierte en nas por otros medios, sea por textos o
artífice de los seres divinos y man- por intelectuales viajeros que llevaron
da a sus criaturas a llevar a cabo el sus conocimientos hasta allá. Este he-
nacimiento de los mortales. Cuando cho permite justificar que Virgilio haya
estos recibieron un principio inmor- plasmado, de alguna manera en el texto
tal de alma, le tornearon un cuerpo de la Eneida, la sabiduría acerca de la
mortal alrededor, a imitación de lo muerte y el destino del alma que Platón
que él había hecho30. atribuye a aquellos sabios itálicos, de
quienes no aporta mucha información.
En este sentido, es insoslayable Para Platón, de todos los seres vi-
aproximarse a Platón y la considera- vientes, únicamente el ser humano po-
ción que tenía acerca del fenómeno de seía alma y no solo era poseedor de una,
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sino de tres: una en la cabeza (alma ra- qué asombrarse si es posible que
cional), que se ocupaba del pensamien- recuerde, no sólo la virtud, sino el
to; otra en el pecho (alma irascible), resto de las cosas que, por cierto,
que se ocupaba de los sentimientos; y antes también conocía34.
otra en el abdomen (alma concupisci-
ble)33 que se ocupaba de las pasiones. Es evidente que Sócrates presenta
Sin embargo, el entendimiento de la una teoría mediante la cual las almas
muerte, el alma y el más allá no ha- son inmortales y poseen la facultad de
bía sido tomado del todo de los sabios transmigrar de un cuerpo a otro, ac-
itálicos, ya que Platón pone en boca de ción que líneas atrás fue llamada me-
Sócrates lo siguiente: tempsicosis. Bernabé (2010) indica que
los versos que Platón pone en boca de
Los que lo dicen son aquellos sacer- Sócrates proceden probablemente de
dotes y sacerdotisas que se han ocu- un texto de Píndaro, en el que se pre-
pado de ser capaces de justificar el senta el alma como algo preexistente,
objeto de su ministerio. Pero también que ingresa en un cuerpo, pero que,
lo dice Píndaro y muchos otros de los al morir, se libera, regresa al Hades y
poetas divinamente inspirados. desde allí espera penetrar en un cuer-
po que se encuentre a punto de nacer35;
Y las cosas que dicen son estas —y esta acción es realizada realizada tan-
tú pon atención si te parece que tas veces como sea necesario, hasta el
dicen verdad— afirman, en efecto, momento en que la reina del inframun-
que el alma del hombre es inmor- do Perséfone, acepta la compensación.
tal, y que a veces termina de vivir Además, el autor menciona que en el
lo que llaman morir, a veces vuelve instante en que esto se da, luego de la
a renacer, pero no perece jamás. Y reencarnación final en un ser terrenal,
es por eso por lo que es necesario superior en condición social “el alma,
llevar la vida con la máxima santi- a la muerte del cuerpo, pasa a un es-
dad, porque de quienes… tado divino o semidivino en el Hades.
Perséfone el pago de antigua con- Se trata, en suma, de una teoría de la
dena haya recibido, hacia el alto sol palingenesia y de la salvación final del
en el noveno año el alma de ellos alma” (pp. 98-99).
devuelve nuevamente, de las que Incluso, ya desde la Apología, Pla-
reyes ilustres y varones plenos de tón hace que Sócrates se cuestione so-
fuerza y en sabiduría insignes sur- bre el problema de la muerte. En 42a
girán. Y para el resto de los tiempos de la Apología, Sócrates menciona que
héroes sin mácula por los hombres la muerte está oculta a los mortales,
serán llamados. nadie sabe cómo es, si buena o mala,
si triste o gloriosa, únicamente los dio-
El alma, pues, siendo inmortal y ses saben de la muerte, por eso afirma
habiendo nacido muchas veces, y que “es ya hora de marcharnos, yo a
visto efectivamente todas las co- morir y vosotros a vivir. Quién de no-
sas, tanto lo de aquí como las del sotros se dirige a una situación mejor
Hades, no hay nada que no haya es algo oculto para todos, excepto para
aprendido; de modo que no hay de el dios” (ἀλλὰ γὰρ ἤδη ὥρα ἀπιέναι, ἐμοὶ
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μὲν ἀποθανουμένωι, ὑμῖν δὲ βιωσομένοις. cuerpo que se poseyera durante la vida,


ὁπότεροι δὲ ἡμῶν ἔρχονται ἐπὶ ἄμεινον lo cual, presupondría que la considera-
πρᾶγμα, ἄδηλον παντὶ πλὴν ἢ τῶι θεῶι).36 ción de la psyché como esa ‘esencia vi-
Esto supondría que el alma, al alcanzar tal’, no había sido asimilada por todos40.
un estatus divino o semidivino, tendrá Una de las principales particula-
la facultad de saber cómo es la muerte. ridades que poseía el inframundo es-
Por otra parte, en el Fedón, Platón tructurado por Homero radicaba en la
se refiere a la muerte como la escisión inexistencia de castigo en dicho lugar,
del alma y el cuerpo, es decir, que el es decir, únicamente se trataba de un
alma se libera del cuerpo que la man- enclaustramiento en las entrañas de la
tiene encerrada y al cual le brinda so- tierra, ya que aún no se consideraba la
porte vital. En este sentido, la psyché posibilidad de un mundo ultraterreno
abandona el cuerpo y ocurre la muerte, donde fuese posible una expiación de
tal como se presenta en el apartado 64 c: penas, lo cual sí se tendría en cuenta,
posteriormente, gracias a la incursión
¿Y el estar muerto es esto: que el de los misterios de Eleusis y que pon-
cuerpo esté solo en sí mismo, sepa- derarían el pitagorismo y, por su parte,
rado del alma, y el alma se quede el orfismo41, como se indica en la lami-
sola en sí misma separada de cuer- nilla órfica de oro de Turios (IV a. C):
po? ¿Acaso la muerte no es otra “Y he pagado un castigo por acciones
cosa sino esto? —No, sino eso — no justas42”. Sin embargo, es con Pla-
dijo. ¿Acaso es otra cosa Que la se- tón que se da inicio al reconocimiento
paración del alma del cuerpo?37 de que los muertos son enjuiciados.
Como en Gorgias cuando se dice que:
Además, menciona en el apartado
67c: […] nombré jueces a hijos míos, dos
de Asia. Minos y Radamantis, y uno
Cierto que, al morir sus seres ama- de Europa: Éaco. Estos, después de
dos, o sus esposas, o sus hijos, mu- que los hombres hayan muerto, ce-
chos por propia decisión quisieron lebrarán los juicios en la pradera
marchar al Hades, guiados por la en la encrucijada de la que parten
esperanza de ver y convivir allá con los dos caminos que conducen el
los que añoraban38. ¿Y, en cambio, uno a las Islas de los Bienaventu-
cualquiera que ame de verdad la rados y el otro al Tártaro. A los de
sabiduría y que haya albergado esa Asia les juzgará Radamantis, a los
esperanza de que no va a conseguir de Europa, Éaco; a Minos le daré
la de una manera válida en ningu- la misión de pronunciar la senten-
na otra parte de no ser en el Hades cia definitiva cuando los otros dos
va a irritarse de morir y no se irá tengan duda43.
allí gozoso39?
En los poemas homéricos las vile-
El pasaje 68a permite pensar que zas reciben su castigo durante la vida;
aún se mantenía la creencia homérica el más allá está libre de estos44.
de que las almas iban al Hades y estas En vista de que el alma transmigra en
se mostraba como una sombra débil del múltiples ocasiones, desde la perspectiva
HERRERA. La muerte, el alma y el más allá en la Eneida... 87

platónica, es prudente actuar con digni- lo corruptible es el cuerpo, el cual des-


dad durante la vida, ya que de esto po- aparece, se desintegra, pero no así el
dría depender su suerte posterior; sin alma, que mantiene su integridad, em-
embargo, es destacable que dicha idea prende el viaje hacia lo eternal e inclu-
sea de invención platónica propia, pues so mantiene su forma física.48
la necesidad de un condicionamiento En ese sentido Martínez-Pinna
moralizante del comportamiento social (1993) afirma que:
no está presente en el pensamiento ór-
fico como medio para alcanzar la salva- Es un eidolon, una imagen fantas-
ción y liberarse de los castigos del más magórica que se ve pero que no se
allá45, ya que para estos bastaba la pu- puede tocar, que se manifiesta tal
rificación ritual o, como lo indica Ber- cual cuando el muerto es conjura-
nabé (2010, p. 40), ser un “iniciado”. do o bien a través del sueño de un
Ahora bien, de la muerte se pueden vivo, como la mencionada aparición
obtener los mayores bienes, tal como lo de Patroclo ante Aquiles. (p. 282)
reconoce Platón en el pasaje 63e-64a
del Fedón, donde dice así: Además menciona que:

[…] me resulta lógico que un hom- En los infiernos, las almas viven
bre que de verdad ha dedicado su eternamente en un permanente es-
vida a la filosofía en trance de morir tado de languidez y de monotonía,
tenga valor y esté bien esperanzado sin fuerza ni conciencia para actuar
de que allá va a obtener los mayo- en el sentido que sea. Se trata en
res bienes, una vez que muera46. definitiva de una existencia sin es-
peranza, puesto que la verdadera
A partir del fragmento anterior se vida es la que previamente se ha
rescata la noción de la filosofía como pre- desarrollado en la tierra. (p. 282)
paración para afrontar la muerte y de la
importancia del conocimiento, y la idea En las concepciones platónicas so-
de que es por medio de este que se obtie- bre la muerte, el alma y el inframundo
ne la salvación o el mayor de los bienes47. es posible encontrarse con evidentes
La muerte en Platón se hará pre- influencias de las perspectivas órfica
sente cuando el alma (ψυχή) se haya y pitagórica. Los órficos, por ejemplo,
desligado definitivamente del cuerpo consideraban que todo aquel que hu-
que la apresaba. Los antiguos griegos biese fallecido no tenía más opción que
consideraban que cuando un hombre terminar recluido en el Hades, lo cual,
moría se producía una separación entre posiblemente proviene de los Misterios
el cuerpo, que era colocado en la tum- de Eleusis y su imagen del más allá,
ba, y la psyché (término que es común- pero de esto no es preciso hablar ahora;
mente traducido por alma, pero que en asimismo, los pitagóricos consideraban
realidad está más relacionado con un que, al morir el individuo, el alma se
ente o elemento dotador de vida). desprendía del cuerpo e iniciaba un
La psyché es llevada a los infiernos, viaje hacia las profundidades de la tie-
pero no se deforma, llega intacta, es rra, donde yacería hasta alcanzar la
decir, que, en el caso del ser humano, pureza absoluta, ya que sin tal logro
88 Revista de Lenguas Modernas, N.° 28, 2018 / 77-98 / ISSN: 1659-1933

jamás podría reencarnarse y vivir nue- Lo anterior es perfectamente apli-


vamente en la superficie. Ambas consi- cable a la Eneida, en el entendido de
deraciones son válidas para Platón; sin que a Anquises se le permite recordar
embargo, a pesar de su proximidad a lo hecho durante la vida, pero, además,
tales corrientes filosóficas y a la creen- se le faculta con la capacidad de apare-
cia de que el alma era un elemento puro cer por medio del sueño, de ver el futu-
y eterno, es posible encontrarse con pa- ro de su estirpe y de revelarlo a su hijo.
sajes que contrastan con tal propuesta Por otra parte, como característi-
y que, por el contrario, presentan a las ca común, en relación con otras civi-
almas como un ente completo, es decir, lizaciones antiguas, señala Blázquez
con la capacidad de retener algunos as- (1994) que, al igual que los griegos,
pectos de cuando vivía, por ejemplo, el los etruscos, quienes tuvieron mucha
entendido de que las almas, una vez que influencia posteriormente en los roma-
han vuelto a encarnarse, viven su vida nos, creían en que el muerto realizaba
de acuerdo con la manera como lo hicie- un recorrido hasta las profundidades
ron durante la vida pasada: “Era uno del Averno, donde tendría dos opcio-
de los que habían llegado desde el cielo nes, por una parte, si había tenido una
y que en su vida anterior había vivido vida digna habría de llegar a un sitio
en un régimen político bien organizado, donde se reconfortaría; sin embargo,
habiendo tomado parte en la excelencia, si había vivido indignamente, su pena
pero por hábito y sin filosofía49”; otro estaba asegurada en el inframundo.
ejemplo sería que el alma conserva las Dicha división entre individuos buenos
pasiones que poseyó durante su vida, y malos asociada a la noción de recom-
tal como se muestra a continuación: pensa o castigo es muy antigua. Berna-
bé (2010. p. 178) indica que Platón con-
—Pero, en cambio, si es que, supon- cebía un espacio celeste para aquellos
go, se separa del cuerpo contami- que habían sido premiados, mientras
nada e impura, por su trato conti- que, opuesto a estos, concebía un mun-
nuo con el cuerpo y por atenderlo y do subterráneo de castigos, reservado
amarlo, estando incluso hechizada para aquellos que había actuado indig-
por él, y por los deseos y placeres, namente o fuera de la moral51. Cabe
hasta el punto de no apreciar como destacar, como se mencionó anterior-
verdadera ninguna otra cosa sino mente, que no siempre había un casti-
lo corpóreo, lo que uno puede tocar, go severo para los muertos (aunque los
ver, y beber y comer y utilizar para poemas épicos infestan el Inframundo
los placeres del sexo, mientras que de personajes malvados), tal como se
lo que para los ojos es oscuro e invi- presenta en el Gorgias de Platón:
sible, y sólo aprehensible por el en-
tendimiento y la filosofía, eso está Existía en tiempos de Cronos, y
acostumbrada a odiarlo, temerlo y aun ahora continúa entre los dio-
rechazarlo, crees que un alma que ses una ley acerca de los hombres
está en tal condición se separará según la cual el que ha pasado la
límpida, ella en sí misma? vida justa y piadosamente debe ir,
después de muerto a las Islas de los
—No, de ningún modo —contestó50. Bienaventurados y residir allí en la
HERRERA. La muerte, el alma y el más allá en la Eneida... 89

mayor felicidad, libre de todo mal; representar el Averno de una manera te-
pero el que ha sido injusto e impío rrorífica, haría que cualquier guerrero
debe ir a la cárcel de la expiación hubiese preferido mil veces ser esclavo
y del castigo que llaman Tártaro52. antes que entregar su vida en una ba-
talla, pues, siendo así, evitaría al menos
Al menos Platón contempla sitios por un tiempo las penurias que aguar-
donde el alma podía habitar con sufi- daban en las regiones inferiores. Por
ciente placidez como para no sentir el otra parte, es posible encontrarse en
drástico cambio de la vida a la muerte. Leyes56 de Platón con que el Hades po-
Las “islas de los Bienaventurados53” se dría tomarse, más bien, como un estado
compararían con los Campos Elíseos mental, es decir, que temerle como pro-
presentes en la Eneida, morada final de ducto de un sentimiento de culpabilidad
Anquises; sin embargo, estos parajes di- por un hecho cometido es, por defecto,
fieren entre sí, porque, en estos últimos, encontrarse en el mismo Hades, porque
se ofrece la expiación de culpas por me- realizar acciones que van en contra de
dio del castigo, como conditio sine qua lo establecido como correcto y justo es,
non se alcanza la posibilidad de reencar- por sí mismo, uno de los peores castigos
nar, es decir, que aunque hayan tenido que puede experimentar el individuo.
una vida en todo correcta, las almas no A partir de lo anterior, la peor de
adquieren la plenitud que desearían. las vidas es aquella que no desea libe-
Para Platón, no se debería caracte- rarse de la inmoralidad en la que se en-
rizar al Hades como un sitio espantoso, cuentra, como se menciona en Gorgias:
aterrador, porque tal condición origi-
naría un miedo sin sentido54, tal como Soc… —Polo, según lo que ahora
lo manifiesta en la República: hemos acordado, que hagan algo
semejante los que tratan de evitar
Debemos rechazar, además, todos el castigo; ven la parte dolorosa,
los nombres terroríficos y temibles pero están ciegos para la utilidad e
que hallamos en tales descripcio- ignoran cuánta mayor desgracia es
nes, como ‘los que se lamentan’, vivir con el alma malsana, corrom-
‘las aborrecidas’, ‘los que están en pida, injusta e impía, que vivir con
las zonas inferiores’, ‘los manes’ y el cuerpo enfermo57.
todas aquellas denominaciones del
mismo tipo que hacen estremecer a Es posible, entonces, deducir una
todos los que los escuchan55. concepción inmediatista acerca de la ex-
piación de las culpas en Platón, es decir,
Lo anterior trastoca la creencia de que los castigos no deberían aguardar
que el Inframundo debía ser, antes que ocultos en el Averno hasta el momento
todo, un único lugar donde todas las al- en que el individuo muera, sino en la
mas arribaban y donde los castigos o las superficie, de acuerdo con los males que
recompensas dependían de si se era un cada uno ha llevado a cabo durante su
‘iniciado’ o no, para considerar las retribu- vida, concepción similar a la homérica.
ciones a partir de la conducta que se tuvo Así las cosas, es posible observar
durante la vida. Platón es benevolente con cómo se configura la idea del viaje ha-
los muertos, además comprende que al cia el inframundo58 y las maneras en
90 Revista de Lenguas Modernas, N.° 28, 2018 / 77-98 / ISSN: 1659-1933

que este se percibía. Idea tan añeja vida en el más allá, nadie obtiene nada
como las culturas de la Europa anti- diferente, es decir, no hay virtud ni
gua, además, claro está, el indudable bien cuando ocurre la muerte en este
acercamiento que los etruscos tuvie- texto, contrario a textos como la Ilíada
ron con la cultura griega, quizá en la o la Odisea, donde la muerte es uno de
época helenística, que influyó bastan- los medios para alcanzar la gloria.
te en las creencias religiosas sobre el A pesar de que Anquises habla con
mundo funerario romano. Eneas y le revela el futuro de la estir-
Blázquez (1994) menciona que des- pe troyana, el pasaje no muestra que
de el siglo IV a.C. las creencias de los el padre de Eneas, a pesar de encon-
etruscos acerca de la vida en el infra- trarse en los Campos Elíseos y de ha-
mundo debieron cambiar. Hasta ese ber vivido una vida digna, haya logra-
momento, existía la creencia de que do la placidez de una existencia post
la tumba era la residencia del difun- mortem feliz, siendo así que el mismo
to, creencia que sobrevivirá levemente Jove menciona: “Tiene cada mortal fijo
hasta los primeros años en Roma. su día, breve es la vida, irreparable el
No es posible encontrar referen- tiempo; mas dilatar la fama con proe-
cias arqueológicas sobre el viaje al zas es obra del valor” (Stat sua cuique
más allá en este periodo. Ahora bien, diez, breue et inreparabile tempus óm-
“a comienzos de la época helenística nibus est iutae: sed famam externdere
desaparecen las creencias anteriores factis, hoc uirtutis opus)60”.
y se admite que los difuntos realizan En la épica virgiliana, cuando se
un viaje a los infiernos, en el que se produce la muerte y las almas se apar-
podrían utilizar caballos59” (Blázquez tan del cuerpo, estas continúan pose-
1994, p. 90). Lo más probable es que yendo una sustancia etérea que las
las razones del cambio en la ideolo- hace estar conscientes de sí mismos y
gía funeraria se hayan dado a partir de lo que sucede fuera del mundo de
del contacto con otros pueblos, por los muertos. Ese espíritu no descansa,
ejemplo, Sicilia, Felsina y, por su- pues en el más allá solo le esperan pe-
puesto, Grecia y la tradición homéri- nas, tal como Anquises lo manifiesta:
ca, la cual, como se mencionó líneas
atrás, sirvió de canon sobre la ideo- Cada cual padecemos los propios
logía funeraria. Por tal razón, es po- Manes; después se nos suelta
sible considerar que la idea del viaje por el Elisio anchuroso, y unos
al más allá es un concepto importado cuantos ocupamos los campos felices
y asimilado, primero por los etruscos, hasta que el largo día, cumplido el
luego por toda Italia, creencia que se ciclo del tiempo,
mantuvo hasta la época de Augusto y, limpia la impureza arraigada y
por lo tanto, de Virgilio, quien plas- puro deja
ma dicho adentramiento en el infra- el sentido etéreo y el fuego del aura
mundo en el libro VI de la Eneida. primitiva61.
Volviendo al texto virgiliano, a pe-
sar de que el eidolom de Anquises se En la Eneida no hay nada atractivo
muestra y del que se posee la concep- en el hecho de morir, ya que en el Aver-
ción de que tras la muerte existe una no nada grandioso espera al fallecido,
HERRERA. La muerte, el alma y el más allá en la Eneida... 91

ni cuando alcanza a ir a los Campos recorren la Mansión de Hades de un lu-


Elíseos, pues antes debe sobrellevar gar a otro, sin recordar nada, en busca
las penas que le asignen, aunque su de sangre que les devuelva un instante
vida haya sido vivida con rectitud. Lo de vida. Además, en un acercamiento
único por lo que podría sentirse bien el suyo a la Odisea y particularmente a la
fallecido era si las exequias fúnebres en imagen de Aquiles, afirma que:
su honor habían sido completadas co-
rrectamente, y de no ser así, por lo me- Aquiles se queja después de muerto
nos haber sido sepultado dignamente. diciendo que preferiría ser un cria-
Como cuando se menciona: “Confiemos do del hombre más pobre sobre la
entretanto a la tierra los cuerpos inse- tierra a ser rey entre los muertos.
pultos/ de nuestros camaradas, única No aparece insinuación alguna de
honra en el Aqueronte profundo62”. que la psyche sea en ningún senti-
El hecho de que algún personaje de do la parte más elevada o más no-
la Eneida alcance el grado de héroe por ble del hombre. (p. 190)
medio de la muerte radica únicamente
en la construcción de una tumba o al- A partir de lo comentado por Grube
gún tipo de monumento funerario en el puede deducirse que, en cuanto a las al-
que represente la grandeza que pose- mas de los personajes homéricos, estas
yera su dueño durante la vida o gracias no se encuentran dotadas de tranquili-
a la acción bélica. Tal es el caso de la dad ni de belleza, antes bien, sin ningún
reina de los Volscos, la heroína Camila, miramiento, los fallecidos preferirían
quien baja al Averno, pero es gracias a volver a la vida, aunque esto significase
su grandeza como guerrera por la que vivir en condiciones paupérrimas.
se le atribuye la inmortalidad.
Además, proporcionar una sepul- Conclusiones
tura hacía que las almas pudiesen al-
canzar el más allá con mayor facilidad, De esta manera se concluye que en
como ocurre con Deífobo, a quien Eneas la Eneida, Virgilio no posee una sola vi-
construye una enorme tumba en su ho- sión filosófica de la muerte; antes bien,
nor. Sin embargo, el lugar al que van prevalece un eclecticismo sobre este as-
las almas, algunas veces, se convierte pecto, puesto que hay diversas maneras
en el peor sitio donde se pudiera estar, de comprender dicho fenómeno y el des-
como ocurre en la Odisea, demostrado tino del alma después de la muerte.
por Aquiles con la siguiente expresión: Se justifica que Virgilio haya plas-
mado, en el texto de la Eneida, la sa-
No intentes consolarme de la muerte, biduría acerca de la muerte y el des-
esclarecido Odiseo: preferiría ser un tino del alma que Platón atribuye a
pobre hombre y servir a otro, aunque aquellos sabios itálicos, de quienes no
fuese un indigente y de pocos recur- aporta mucha información y de los que
sos, que reinar sobre los muertos63. manifestaba que las corrientes filosófi-
cas llegadas a Grecia y que concebían
Grube (2010) menciona que al igual ciertas nociones acerca de la muerte, el
que los murciélagos revoloteando en alma y el más allá no eran propiamen-
la oscuridad de las cuevas, las almas te originales de los atenienses, sino
92 Revista de Lenguas Modernas, N.° 28, 2018 / 77-98 / ISSN: 1659-1933

que, por el contrario, llegaron a Atenas absoluto”. Traducción de Nestor Luis


por otros medios, sea por textos o por Cordero (1994, p. 220).
intelectuales viajeros que llevaron sus 3. Rohde (2009, p. 205) indica que cuan-
conocimientos hasta allá. do Empédocles se jactaba de ser un
Sea desde la destrucción del alma dios que jamás moriría, no quería decir,
junto con el cuerpo a la inmortalidad desde luego, que su psique permane-
por medio de las hazañas, sea desde la cería eternamente unida a su cuerpo,
permanencia del espíritu en la tumba, sino precisamente lo contrario; a saber,
hasta la cremación, todos estos recur- que, al llegar la hora de la “muerte”,
sos filosóficos son utilizados por Virgi- como los hombres la llaman, su alma,
lio e igualmente validados en sus tex- liberada de este su último ropaje corpó-
tos, enfatizando, eso sí, en la Eneida. reo, jamás volvería a albergarse en un
Unido a lo anterior, preguntarse por cuerpo, sino que viviría eternamente,
la muerte implica a su vez la preocupa- en libre existencia divina.
ción por el destino final de las almas y 4. Ergo ipsas quamis angusti ter-
ante tal situación se determinó que la minus aeui excipiat (neque enim
postura filosófica de Virgilio no es ra- plus séptima ducitur aestas),
dicalmente la perspectiva epicureista at genus inmortale manet multosque
como en otros de sus textos, sino órfica, per annos stat fortuna domus, et aui
pitagórica y platónica, de las cuales ex- numerantur auorum. Verg., G. 4. 206-
trae lo que más conviene a sus objetivos, 209. Se utiliza en este pasaje, así
de manera que plantea la separación del como en los pasajes donde sea nece-
alma del cuerpo, la transmigración, el sario hacer referencia a las Geórgicas,
régimen de castigo y recompensa duran- la traducción de Aurelio Espinosa Pólit.
te la permanencia en un más allá y una 5. Et, cum frígida mors anima seduxerit
construcción del inframundo llena de es- artus, ómnibus umbra locis adero. Da-
pacios destinados para cada uno de los bis, improbe, poenas. Audiam et haec
que ahí llegasen. Manes uenit mihi fama sub imos. Aen.,
4. 385-386.
6. La frase fue conservada por Diógenes
Notas Laercio en su texto llamado Vitae phi-
losophorum, 10.122-134.
1. Abreviatura utilizadas: Verg. (Virgilio); 7. La traducción del texto que se utiliza
Aen. (Eneida); G. (Geórgicas); Hom. es la de Pablo Oyarzún R.
(Homero); Il. (Ilíada); Od. (Odisea); Lucr. 8. Posteriormente, dirá Cicerón en Tus-
(Lucrecio); Pl. (Platón); Resp. (Repúbli- culanas (I 34, 82): “Date cuenta que
ca); Ti. (Timeo); Grg. (Górgias); Men. el alma muere al igual que el cuerpo,
(Menón); Phd. (Fedón); Epicurus (Epi- pero entonces ¿podrá el cuerpo expe-
curo); Ep. Men.(Epístola a Meneceo); rimentar algún dolor o alguna otra sen-
Tusc. (Tusculanas); Cic. (Cicerón). sación después de la muerte? Nadie
2. Para Empédocles (el filósofo preso- lo sostiene, pues aunque Epicuro lo
crático), “el sueño se produce por el atribuya a Demócrito, los democríteos
enfrentamiento proporcionado del lo niegan.”
calor existente en la sangre, mien- 9. El placer de vivir se vería amenaza-
tras que la muerte por el enfriamiento do, según Figueroa (2005), por tres
HERRERA. La muerte, el alma y el más allá en la Eneida... 93

peligros latentes, en primer lugar por para la comunidad y la única manera


el miedo a los dioses; posteriormente de apaciguar su ira radicaba en las li-
por el miedo a la muerte y en último baciones que los vivos destinaran en
caso por el miedo a la eternidad. Para su honra. Por el contrario, si el fallecido
Epicuro una vida feliz es el sobrio cál- quedaba complacido por la perfección
culo que investiga las causas de toda y la absoluta completud en la realiza-
elección, por lo que la felicidad es una ción de los rituales en su honor, podía
conquista racional sobre los males y convertirse en un gran aliado para los
esta conquista solo será posible si vi- vivos, ya que por medio de sus apa-
vimos con la idea de que la muerte no riciones adquiriría el valioso cargo de
afecta directamente al ser humano. portar noticias futuras o decodificador
10. Aen., 9. 705-707. de oráculos. Esta característica del
11. Voluitur ille uomens calidum de pecto- muerto formará parte indesligable de
re flumen frigidus et longis singultibus la épica griega y será heredada, como
ilia pulsat. Aen., 12. 414-415. se verá en otro apartado, por los etrus-
12. Ast illi soluuntur frigore membra uita- cos y los romanos.
que cum gemitu fugit indignata sub 15. Minois (2005) menciona que Lucrecio
umbras. Aen., 12. 951-952. en De natura rerum se presenta como
13. Eduard Norden fue uno de los investi- un ser humano “solidario y tranquila-
gadores más reconocidos de su épo- mente pesimista, lleno de piedad ha-
ca, justamente por considerar que cia la humanidad”. Además menciona
Virgilio poseía cierta inclinación hacia que el pensamiento de Lucrecio se-
los escenarios en los que la muerte se guía la línea de que no se “tiene nada
hacía presente y donde el héroe obte- que temer en el más allá, donde no
nía beneficios de esta. Su publicación hay nada” (p. 62).
cumbre fue P. Vergilius Maro, Aeneis 16. Praeterea quamvis animantem grandior
Buch VI, publicada en 1903 en Leipzig. ictus,
14. Según Garland (1995), citado por Díez quam patitur natura, repente adfligit et
de Velasco (1995) en Los caminos de omnis
la muerte. Religión, mito e imágenes corporis atque animi pergit confunde-
del paso al más allá en la Grecia anti- re sensus.
gua, si los vivos demostraban desen- dissoluuntur enim positurae principiorum
tendimiento con los muertos, corrían el et penitus motus vitales inpediuntur,
riesgo de ser atormentados por el es- donec materies omnis concussa per
pectro, pero no solo por eso sino por- artus
que estos podían ir donde Perséfone vitalis animae nodos a corpore solvit
y quejarse del maltrato posmortem, y dispersamque foras per caulas eiecit
así desencadenar una maldición con- omnis. Lucr., 2. 943-951. La traducción
tra quienes no brindaron los cuidados que se utiliza es la de Francisco Socas.
requeridos durante el ritual funerario. 17. En momentos específicos de la épica
Estos castigos podían ir desde infertili- hay personajes que no logran superar
dad hasta la demencia. Por otra parte, los males que los aquejan y toman la
un muerto que se considerara dejado decisión de infligirse un castigo o peor
en abandono, podía convertirse en un aún, quitarse la vida, para expiar al-
ente peligroso para la familia o incluso guna culpa o para librarse del dolor.
94 Revista de Lenguas Modernas, N.° 28, 2018 / 77-98 / ISSN: 1659-1933

Al respecto, Garzón (1981) afirma que 320 del libro Los Filósofos Presocráticos.
“como única solución a situaciones in- 25. Alcmeón, otro de los presocráticos, con-
sostenibles puede surgir un arranque sideraba, al igual que Pitágoras, que el
violento de sentimientos, que llevan al alma era inmortal y que permanecía en
personaje a quitarse la vida” (p. 9). constante movimiento (renacimiento).
18. “Ergo Iris croceis per caelum roscida Aristóteles (Probl, XVII 3, 916), citado
pennis, por Eggers (1994, p. 254), menciona
Mille trahens uarios aduerso sole en relación con la concepción de Alc-
colores, meón que “Tal como el curso del cielo
deuolat et supra caput astitit: “Hunc y de cada astro es un círculo, ¿por qué
ego Diti no podría ser similar el nacimiento y la
sacrum iussa fero teque isto corpore muerte de los seres perecederos?«La
soluo”. vida humana es un círculo», se dice…
Sic ait et dextra crinem secat: omnis Alcmeón dice que los hombres mueren
et una porque no pueden anudar el principio
dilapsus calor atque in uentos iuta con el fin; un dicho inteligente, si se lo
recessit. Aen., 4. 700-705. entiende en sentido general y no en
19. Fata canens siluis genitor celerat forma estricta. Si la vida es un círculo,
Halaesum: y un círculo no tiene comienzo ni fin,
ut senior leto canentia lumina soluit, nada puede ser anterior por estar más
iniecere manum Parcae telisque cerca del comienzo: ni ellos anteriores
sacrarunt a nosotros, ni nosotros a ellos” (p. 254).
Euandri. Aen., 10. 417-420. 26. Pl., Resp. 10. 614b-c. Para las citas que
20. Para esta cita se recurrió al texto Los se extraigan de este texto se utilizará la
filósofos presocráticos, traducción de traducción de Conrado Eggers Lan.
Francisco Lisi, página 204. 27. has omnis, ubi mille rotam uoluere per
21. Viendo que tenía la posibilidad de con- annos
cedérsele un deseo, Etálides le pide Lethaeum ad fluuium deus euocat
a su padre el don de guardar en su agmine magno
memoria los recuerdos de las distintas silicet immemores supera ut conuexa
vidas que su alma ha experimentado. reusant
22. o pater, anne aliquas ad caelum hinc rursus, et incipiant in corpora uelle
ire putandum est reuerti. Aen., 6. 748-751
sublimis animas iterumque ad tarda 28. En el caso de Aristóteles, este concibe
reuerti tres tipos de alma: vegetativa, sensiti-
corpora? Aen., 6. 719-721. va y racional, con lo que quiso mani-
23. Para los órficos, según lo indica Ber- festar que todo ser vivo posee un aire
nabé (2010), el alma de todas las co- que lo anima.
sas es inmortal, mas los cuerpos son 29. Arist., De an. 407b-20. Para la citas que
mortales. Además, el alma, inmortal e se tomarán de este texto se utilizará la
insensible a la vejez, viene de Zeus; traducción es de Tomás Calvo Martínez.
por lo tanto, el alma no es solo inmor- 30. Pl., Ti. 69 c. Para citas que se tomen
tal, sino también divina. de este texto la traducción que se
24. Kirk. C.S, Raven, J.E. y Schofield, M. sigue es la de Francisco Lisi, para la
(1987) en una nota al pie de la página editorial Gredos. S.A.
HERRERA. La muerte, el alma y el más allá en la Eneida... 95

31. Según Calonge et al. (1987), en una talla y su figura, y también en el modo
nota al pie de página realizada al tex- de mirar”. (p. 9)
to Gorgias, el “hombre ingenioso” al 41. Bernabé (2002, p. 7) afirma que: “Los
que se refiere en ese fragmento era, órficos concibieron una imagen del
probablemente, un pitagórico u órfico más allá que no necesariamente
de las escuelas que florecían en el (ni probablemente) les pertenecía en
sur de Italia. exclusiva, ya que probablemente esta-
32. Pl. Grg. 493 a-b. Para la citas de este ba también en la base de los misterios
texto se utilizará la traducción de J. de Eleusis y de otros cultos mistéri-
Calonge Ruiz. cos, pero que desde luego era el bac-
33. Esto es la concepción tripartita del kground sobre el que se movían sus
alma presente en Fedro, República y creencias sobre el particular: el alma
Timeo de Platón. podía tener tras la muerte, bien un des-
34. Pl. Men. 81a-b. Para las citas de este tino placentero en un locus amoenus
texto se utilizará la traducción de J. concebido como una pradera de los
Calonge Ruiz. bienaventurados, bien un destino ho-
35. Píndaro utiliza la metáfora vegetal y en rrible en el que sufría diversos casti-
lugar de mencionar que las almas rena- gos. Dado que compartían esta idea
cen, él menciona que estas “rebrotan”. con la de la metempsícosis, parte del
36. Pl. Ap. 42a. Para las citas de este texto castigo consistía en la reencarnación
se utilizará la traducción de J. Calonge del alma en un nuevo cuerpo mortal,
Ruiz, E. Lledó Íñigo y C. García Gual. en busca de una nueva oportunidad
37. Pl. Phd. 67c y 68 a. Para las citas que de purificarse y salvarse”.
de este texto se utilizará la traducción 42. Of., 489.4 [T 53a].
de Carlos García Gual. 43. Pl. Grg. 523 e- 524 a.
38. Esto tiene que ver con la iniciación 44. Homero quizá pretendía eliminar el te-
órfica y el conocimiento que se ad- mor por el inframundo y, asimismo, por
quiere en el más allá, como señala la muerte, de manera que esta última
Goethe en Fausto. fuese vista como un hecho que no hacía
39. Phd. 68 a-b. distinción entre los individuos, eso, con
40. Rohde (2009) menciona que, en los excepción de aquellos que se encontra-
poemas homéricos, “Estas imágenes, ban sin recibir una digna sepultura.
incorpóreas, que escapan al contac- 45. Bernabé (2010, p. 79).
to de todo lo que vive, como el humo 46. Phd. 63e- 64ª.
(llíada, 23, 100), como una sombra 47. Grube (2010) menciona que “la psyche
(Odisea, 1 1, 207), reproducen, sin inmortal era para ellos la potencia in-
duda alguna, los contornos identifica- telectual del hombre, y la purificación
bles del ser que un día disfrutó de vida: se lograba en gran medida a través de
Odiseo reconoce desde luego entre una estricta educación científica”. Por
estas imágenes-sombras, a su ma- otra parte, afirma que: “Los pitagóricos
dre Anticlea, a Elpenor, recientemente parecen haber dado gran importancia a
muerto, a los que fueran sus camara- la m agia de los números y a la conduc-
das en la guerra de Troya. La psique de ta ritual. De ellos debió provenir la con-
Patroclo, al aparecérsele en la noche cepción del intelecto como la parte más
a Aquiles, se asemeja al muerto por su noble e inmortal del hombre” (p. 191).
96 Revista de Lenguas Modernas, N.° 28, 2018 / 77-98 / ISSN: 1659-1933

48. Grg,. 619 c-d. sanciones morales por las acciones


49. Phd., 81 b-c. realizadas durante la vida.
50. A pesar de que la consideración de 55. Pl. Resp., 387 b-c.
obtener una retribución o una pena 56. Pl. Leg., VI. Para este trabajo se hace
formó parte del ideario órfico, este no uso de la traducción al castellano
contemplaba lugares especiales para realizada por Francisco Lisi.
quienes fuesen premiados o castigados, 57. Grg., 479 a-b.
sino que todo ocurría en el Hades. Pla- 58. Existían unos personajes femeninos
tón innova al colocar a quienes actuaron llamados Lasas, que son tres (Aeasí-
rectamente durante su vida en un lugar ser, Alpan y Evan) pertenecen al cortejo
del cielo y a los incorregibles los desti- de Turan, la diosa madre etrusca, que
na a la vida subterránea, consideración evolucionó a la Tellus Mater romana,
que muchos años más tarde sería la quienes, además, cumplían la labor de
base sobre la que religiones como el guardianes de los muertos, veneraban
cristianismo cimentarían su escatología. todos los espíritus y protegían al muer-
51. Bernabé (2010, p.p 183- 184) indica to en los rituales funerarios, buscando
que la presencia en algunos casos proteger así todas las almas que pudie-
de castigos físicos (chapotear en el sen contra la corrupción que implicaba
barro, llevar agua en un cedazo, ser el plano inferior, es decir, el más allá.
quemados por antorchas), las con- 59. La idea del viaje llegó a Grecia proceden-
versaciones entre la almas, el dis- te de Mesopotamia, de donde posible-
frute de praderas, ríos o comidas, mente también habría llegado a Egipto.
hace evidente que resulta muy difícil 60. Aen. 10. 467-469.
que el alma sea imaginada como in- 61. Quisque suos patimur manis. exinde
corpórea; por el contrario, sigue te- per amplum
niendo la apariencia del cuerpo que mittimur Elysium et pauci laeta arua
la había llevado o, al menos, una tenemus,
apariencia corporal. donec longa dies perfecto temporis orbe
52. Grg., 523b. concretam exemit labem, purumque
53. La isla de los Bienaventurados no apa- relinquit
rece en ningún registro órfico, según aetherium sensum atque aurai simpli-
Bernabé (2010, p.159), lo más proba- cis ignem. Aen., 6. 743-747.
ble es que Platón siguiera a Pínda- 62. Intera socios inhumataque corpora
ro, quien pudo haberse apoyado en terrae
las referencias que se encuentran en mandemus, qui solus honos Acheron-
Hesíodo (Op. 155-171) y en Homero te sub imo est. Aen., 11. 23-24.
(Il., 15. 187-192), donde se habla de 63. Od., 11. 488- 491.
este lugar como el mejor de los desti-
nos post mortem.
54. El las Catilinarias, Cicerón menciona Bibliografía
que la única manera de hacer que las
personas le teman a la muerte es ha- Aristóteles (2010). Acerca del Alma.
ciéndolas creer que una vez que esta Presentación, traducción y notas
ocurre las almas estarían destinadas por Tomás Calvo Martínez. Ma-
a espantosos castigos o todo tipo de drid: Gredos.
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