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Resumen
El más allá y cómo se comprende la muerte ofrecen cuantiosa informa-
ción acerca de una sociedad y sus formas de representar el mundo. Así las
cosas, en este artículo, se aborda la ritualización de la muerte, partiendo
de los funerales heroicos presentes en el texto de la Eneida y teniendo
en cuenta la dinámica de relaciones de las corrientes filosóficas (órfica-
pitagórica-platónica) existentes en Roma durante el período en el que
Virgilio escribió dicho texto. De esta manera, propongo que Virgilio se
torna ecléctico en la Eneida.
Abstract
The Hereafter and how death is understood offer a wealth of informa-
tion about a society and its ways of representing the world. In this way,
this article deals with the ritualization of death, starting from the heroic
funerals present in the text of the Aeneid and taking into account the
dynamics of relations of the philosophical currents (orphic-pythagorean-
platonic) existing in Rome during the period in which Virgilio wrote the
text. In this way, I propose that Virgilio becomes eclectic in the Aeneid.
L
inmortalidad de la raza, mas no de
uego de realizar una lectura su alma que se pierde con su cuerpo.
pormenorizada de las obras Ahora bien, lo que se propone en este
de Virgilio, es posible perca- trabajo es que Virgilio muestra cierto
tarse de que la muerte sigue al menos eclecticismo en relación con su posición
dos tendencias claramente demarca- en torno de temas como la muerte, el
das. Por un lado, se encuentra una alma y el más allá, es decir, que selec-
concepción que podría ser llamada ciona elementos de ciertas filosofías (de
natural o biológica (a la que se recu- las múltiples corrientes que se podían
rre muy seguido en las Geórgicas1 y distinguir en la Roma de su época)
las Bucólicas); mientras que, por otro para tratar dichos temas. Así las cosas,
lado, es posible determinar una con- en el texto de la Eneida, tal y como se
cepción filosófica que se cuestiona y mencionó antes, la muerte es compren-
se preocupa por la posibilidad de una dida a partir de la consideración de que
existencia ultraterrena y la destruc- el cuerpo y el alma están unidos, pero
ción o la inmortalidad del alma. el desenlace de dichos elementos com-
En la primera de estas nociones, la positivos producirá la muerte, lo cual
muerte se concentra únicamente en el demostraría directamente cierta predi-
término de la existencia, la expiración lección hacia la filosofía órfico-pitagóri-
de la vida. A partir de esta apreciación, co y, por su puesto, platónica, utilizada
es posible considerar la cercanía del poe- en dicho texto, tal como se observa en
ta de Mantua con corrientes filosóficas el siguiente fragmento: “[…] y, cuando
como el epicureísmo y, quizá también, la fría muerte prive a estos miembros
con los postulados de filósofos como Em- de la vida,/ sombra a tu lado estaré por
pédocles2, quien no temía a la muerte, todas partes. Pagarás tu culpa, malva-
tal como lo indica Rohde (2009, p. 204) do. / Lo sabré y esta noticia me llegará
cuando afirma que “el propio Empédo- hasta los Manes profundos5”.
cles nos asegura que recorre las tierras La perspectiva órfica consideraba
y las ciudades como un dios, como in- que lo que moría o nacía era el cuerpo,
mortal a quien no amenaza ya el suceso pero no el alma, la cual era considerada
de la muerte”3. Virgilio, en el libro IV de inmortal; de acá, quizá surge la idea pi-
las Geórgicas, compara la vida del ser tagórica de la transmigración del alma.
humano con la de las abejas: No obstante, en Epicuro, se muestra la
actitud confiada en el conocimiento que
Y así, por más que aceche corto el se obtiene por la experiencia, sea esto,
término de sus días mortales, pues la derogación de lo etéreo.
no pasan del séptimo verano, toda- En su Carta a Meneceo6 124, 8; Epi-
vía es su raza inmortal, y la fortuna curo afirma lo siguiente:
del solar que persiste luengos años
en abuelos de abuelos se dilata4. Acostúmbrate a pensar que la
muerte nada es para nosotros, por-
La vida del hombre es efíme- que todo bien y todo mal residen en
ra, como la de las abejas, y en tanto la sensación y la muerte es priva-
un individuo muere simplemente es ción de los sentidos. Por lo cual el
HERRERA. La muerte, el alma y el más allá en la Eneida... 79
muerte ocurría a partir de la desunión cuando anciano cerró los ojos blan-
del cuerpo y el alma, y esta última era quecinos con la muerte,
indestructible e inmortal, idea contra- pusieron su mano las Parcas y lo
ria a lo considerado en el sistema de consagraron de Evandro
creencias epicúreas. a las armas19.
Un pasaje en el que se presenta di-
cha separación entre alma y cuerpo es La equiparación de las Parcas con
el que se refiere al suicidio de la reina Iris posee sentido porque, al igual que
cartaginesa Dido17: las Parcas, quienes cortan el hilo de
la vida, Iris, simbólicamente, corta el
Iris por eso con sus alas de azafrán cabello de Dido, el cual en ese caso re-
cubiertas de rocío presentaría el hilo vital que anuda al
vuela por los cielos arrastrando cuerpo con el alma. En este pasaje,
contra el sol mil colores Virgilio innova y amplía los alcances
diversos y se detuvo sobre su cabe- de la diosa para que concuerde con el
za. «Esta ofrenda a Dite alma que va a recoger, ya que esta era
recojo como se me ordena y te libero una regia alma. Aunque, dado que es-
de este cuerpo.» taba emparentada con las funciones y
Esto dice y corta un mechón con la características de Mercurio (Hermes),
diestra: al tiempo todo en tanto que, al igual que dicho dios,
calor desaparece, y en los vientos se quien era mensajero de Júpiter, Iris
perdió su vida [...]18 era mensajera de Juno, por lo que pro-
bablemente pudiese servir, al igual
El hecho de que se mencione que el que el dios, como ψυχοπομπóς, y lograr
alma y el cuerpo están anudados entre así el descenso del alma de Dido a las
sí solamente constata que la muerte cavidades del Orco.
llega cuando tales nudos se aflojan has- Para los pitagóricos, el alma no era
ta desatarse. Por otra parte, llama la corruptible como el cuerpo, más bien,
atención que Dido sea visitada por Iris, era inmortal e indestructible. Tal como
quien ha descendido desde las literas lo afirma Dicearco (fr.33 W.):
celestiales para llevarse el espíritu de la
reina cartaginesa, dado que a dicha di- En primer lugar dice [Pitágoras]
vinidad no se le ha otorgado míticamen- que el alma es inmortal; después,
te esa atribución. Ahora bien, dicha dio- que se transformaba en otras espe-
sa comparte prerrogativas con Hermes cies vivientes, y además de esto, que
y, su estructura mítica, es tónica, pues periódicamente lo que ha sucedido
lleva un jarrón con agua de la laguna se repite, y nada es absolutamen-
Estigia, líquido que está estrechamente te nuevo, y que todos los que han
relacionada con el olvido y con el mundo llegado a ser animados deben ser
de los muertos. Por otra parte, las Par- considerados del mismo género. Se
cas sí poseían esa función, tal y como se narra que Pitágoras fue el primero
muestran en el siguiente pasaje: en introducir estas doctrinas20.
otro, es necesario recordar aquella afir- Pero Platón, por influjo órfico y pitagó-
mación de Diógenes Laercio en la que rico, considera que nacer y morir son
sostiene que Pitágoras guardaba en su procesos que experimenta el cuerpo, no
memoria el recuerdo de todas las reen- el alma, pues esta es inmortal. Enton-
carnaciones que su alma había experi- ces, el término al que llega el alma no es
mentado durante toda su existencia, su desaparición sino solo el fin de su per-
desde Etálides21, hijo de Hermes, hasta manencia en un cuerpo, por lo que tam-
él mismo. Esto será fundamental para poco puede hablarse de que acontece un
comprender el por qué en la Eneida las renacimiento total, sino que lo que ocu-
almas poseen conciencia plena de lo rre es un realojamiento en otro cuerpo.
que fueron e hicieron durante su vida. La idea de la transmigración del alma
La idea de la transmigración del está muy presente en el pitagorismo.
alma, también llamada metempsícosis, Al respecto Bernabé (2010)
presente en el orfismo, el pitagorismo menciona que:
y el platonismo, no escapa a Virgilio,
quien en el libro VI pone en voz de Característica de este primer pita-
Eneas una serie de preguntas que rea- gorismo parece ser la afirmación
liza a su padre Anquises, entre las que del parentesco entre todos los seres
destaca: “Padre mío, ¿hay que pensar vivos, poseedores de alma inmortal
entonces que de aquí suben al cielo/ li- que transmigra de unos a otros, por
geras algunas almas y de nuevo regre- lo que la historia es un conjunto
san a los torpes/ cuerpos22?”. de repeticiones en la que nada hay
El objetivo específico de dicha pre- nuevo. (Bernabé, 2010, p. 71)
gunta va dirigido a certificar o recha-
zar la creencia de que las almas, efecti- Lo anterior es reforzado por Periago
vamente, escapan de un cuerpo cuando (1987), quien afirma:
este muere y se incorporan en otro nue-
vo en el momento cuando se nace. Sin El hombre pitagórico puede conver-
embargo, es posible dilucidar en dicha tirse en inmortal, de mortal que es,
expresión, cómo en comparación con el mediante una acción en el campo fí-
alma, el cuerpo es el lento, anquilosa- sico, intelectual y moral. Las almas
do, nada divino. de los humanos se reencarnan en
Por otra parte, dado que el alma, otra persona o pasan a otro ser ani-
desde la perspectiva órfica posee un mado, según su valía, lobo, cerdo,
origen divino23, una vez que se ha sepa- asno, etc. (p. 15)
rado del cuerpo con la muerte del indi-
viduo, no se desintegra sino que viaja Un excelente ejemplo de la reencar-
al Hades para resurgir en otro cuer- nación propuesta por el pitagorismo es
po; así, se perpetúa en un ciclo inter- el proporcionado por Jenófanes24 fr.7;
minable de reencarnaciones. Bernabé en este, se menciona el tema de la in-
(2010) indica que es posible distinguir mortalidad del alma y la reencarnación
en Fedón la idea de que el alma debe de esta: “Dicen que, al pasar en una
pasar por dos procesos: por un lado, el ocasión junto a un cachorro que estaba
término, al que la gente llama morir, siendo azotado, sintió compasión y dijo:
mientras que, por otra parte, el nacer. ‘deja de apalearle, pues es el alma de
HERRERA. La muerte, el alma y el más allá en la Eneida... 83
sino de tres: una en la cabeza (alma ra- qué asombrarse si es posible que
cional), que se ocupaba del pensamien- recuerde, no sólo la virtud, sino el
to; otra en el pecho (alma irascible), resto de las cosas que, por cierto,
que se ocupaba de los sentimientos; y antes también conocía34.
otra en el abdomen (alma concupisci-
ble)33 que se ocupaba de las pasiones. Es evidente que Sócrates presenta
Sin embargo, el entendimiento de la una teoría mediante la cual las almas
muerte, el alma y el más allá no ha- son inmortales y poseen la facultad de
bía sido tomado del todo de los sabios transmigrar de un cuerpo a otro, ac-
itálicos, ya que Platón pone en boca de ción que líneas atrás fue llamada me-
Sócrates lo siguiente: tempsicosis. Bernabé (2010) indica que
los versos que Platón pone en boca de
Los que lo dicen son aquellos sacer- Sócrates proceden probablemente de
dotes y sacerdotisas que se han ocu- un texto de Píndaro, en el que se pre-
pado de ser capaces de justificar el senta el alma como algo preexistente,
objeto de su ministerio. Pero también que ingresa en un cuerpo, pero que,
lo dice Píndaro y muchos otros de los al morir, se libera, regresa al Hades y
poetas divinamente inspirados. desde allí espera penetrar en un cuer-
po que se encuentre a punto de nacer35;
Y las cosas que dicen son estas —y esta acción es realizada realizada tan-
tú pon atención si te parece que tas veces como sea necesario, hasta el
dicen verdad— afirman, en efecto, momento en que la reina del inframun-
que el alma del hombre es inmor- do Perséfone, acepta la compensación.
tal, y que a veces termina de vivir Además, el autor menciona que en el
lo que llaman morir, a veces vuelve instante en que esto se da, luego de la
a renacer, pero no perece jamás. Y reencarnación final en un ser terrenal,
es por eso por lo que es necesario superior en condición social “el alma,
llevar la vida con la máxima santi- a la muerte del cuerpo, pasa a un es-
dad, porque de quienes… tado divino o semidivino en el Hades.
Perséfone el pago de antigua con- Se trata, en suma, de una teoría de la
dena haya recibido, hacia el alto sol palingenesia y de la salvación final del
en el noveno año el alma de ellos alma” (pp. 98-99).
devuelve nuevamente, de las que Incluso, ya desde la Apología, Pla-
reyes ilustres y varones plenos de tón hace que Sócrates se cuestione so-
fuerza y en sabiduría insignes sur- bre el problema de la muerte. En 42a
girán. Y para el resto de los tiempos de la Apología, Sócrates menciona que
héroes sin mácula por los hombres la muerte está oculta a los mortales,
serán llamados. nadie sabe cómo es, si buena o mala,
si triste o gloriosa, únicamente los dio-
El alma, pues, siendo inmortal y ses saben de la muerte, por eso afirma
habiendo nacido muchas veces, y que “es ya hora de marcharnos, yo a
visto efectivamente todas las co- morir y vosotros a vivir. Quién de no-
sas, tanto lo de aquí como las del sotros se dirige a una situación mejor
Hades, no hay nada que no haya es algo oculto para todos, excepto para
aprendido; de modo que no hay de el dios” (ἀλλὰ γὰρ ἤδη ὥρα ἀπιέναι, ἐμοὶ
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[…] me resulta lógico que un hom- En los infiernos, las almas viven
bre que de verdad ha dedicado su eternamente en un permanente es-
vida a la filosofía en trance de morir tado de languidez y de monotonía,
tenga valor y esté bien esperanzado sin fuerza ni conciencia para actuar
de que allá va a obtener los mayo- en el sentido que sea. Se trata en
res bienes, una vez que muera46. definitiva de una existencia sin es-
peranza, puesto que la verdadera
A partir del fragmento anterior se vida es la que previamente se ha
rescata la noción de la filosofía como pre- desarrollado en la tierra. (p. 282)
paración para afrontar la muerte y de la
importancia del conocimiento, y la idea En las concepciones platónicas so-
de que es por medio de este que se obtie- bre la muerte, el alma y el inframundo
ne la salvación o el mayor de los bienes47. es posible encontrarse con evidentes
La muerte en Platón se hará pre- influencias de las perspectivas órfica
sente cuando el alma (ψυχή) se haya y pitagórica. Los órficos, por ejemplo,
desligado definitivamente del cuerpo consideraban que todo aquel que hu-
que la apresaba. Los antiguos griegos biese fallecido no tenía más opción que
consideraban que cuando un hombre terminar recluido en el Hades, lo cual,
moría se producía una separación entre posiblemente proviene de los Misterios
el cuerpo, que era colocado en la tum- de Eleusis y su imagen del más allá,
ba, y la psyché (término que es común- pero de esto no es preciso hablar ahora;
mente traducido por alma, pero que en asimismo, los pitagóricos consideraban
realidad está más relacionado con un que, al morir el individuo, el alma se
ente o elemento dotador de vida). desprendía del cuerpo e iniciaba un
La psyché es llevada a los infiernos, viaje hacia las profundidades de la tie-
pero no se deforma, llega intacta, es rra, donde yacería hasta alcanzar la
decir, que, en el caso del ser humano, pureza absoluta, ya que sin tal logro
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mayor felicidad, libre de todo mal; representar el Averno de una manera te-
pero el que ha sido injusto e impío rrorífica, haría que cualquier guerrero
debe ir a la cárcel de la expiación hubiese preferido mil veces ser esclavo
y del castigo que llaman Tártaro52. antes que entregar su vida en una ba-
talla, pues, siendo así, evitaría al menos
Al menos Platón contempla sitios por un tiempo las penurias que aguar-
donde el alma podía habitar con sufi- daban en las regiones inferiores. Por
ciente placidez como para no sentir el otra parte, es posible encontrarse en
drástico cambio de la vida a la muerte. Leyes56 de Platón con que el Hades po-
Las “islas de los Bienaventurados53” se dría tomarse, más bien, como un estado
compararían con los Campos Elíseos mental, es decir, que temerle como pro-
presentes en la Eneida, morada final de ducto de un sentimiento de culpabilidad
Anquises; sin embargo, estos parajes di- por un hecho cometido es, por defecto,
fieren entre sí, porque, en estos últimos, encontrarse en el mismo Hades, porque
se ofrece la expiación de culpas por me- realizar acciones que van en contra de
dio del castigo, como conditio sine qua lo establecido como correcto y justo es,
non se alcanza la posibilidad de reencar- por sí mismo, uno de los peores castigos
nar, es decir, que aunque hayan tenido que puede experimentar el individuo.
una vida en todo correcta, las almas no A partir de lo anterior, la peor de
adquieren la plenitud que desearían. las vidas es aquella que no desea libe-
Para Platón, no se debería caracte- rarse de la inmoralidad en la que se en-
rizar al Hades como un sitio espantoso, cuentra, como se menciona en Gorgias:
aterrador, porque tal condición origi-
naría un miedo sin sentido54, tal como Soc… —Polo, según lo que ahora
lo manifiesta en la República: hemos acordado, que hagan algo
semejante los que tratan de evitar
Debemos rechazar, además, todos el castigo; ven la parte dolorosa,
los nombres terroríficos y temibles pero están ciegos para la utilidad e
que hallamos en tales descripcio- ignoran cuánta mayor desgracia es
nes, como ‘los que se lamentan’, vivir con el alma malsana, corrom-
‘las aborrecidas’, ‘los que están en pida, injusta e impía, que vivir con
las zonas inferiores’, ‘los manes’ y el cuerpo enfermo57.
todas aquellas denominaciones del
mismo tipo que hacen estremecer a Es posible, entonces, deducir una
todos los que los escuchan55. concepción inmediatista acerca de la ex-
piación de las culpas en Platón, es decir,
Lo anterior trastoca la creencia de que los castigos no deberían aguardar
que el Inframundo debía ser, antes que ocultos en el Averno hasta el momento
todo, un único lugar donde todas las al- en que el individuo muera, sino en la
mas arribaban y donde los castigos o las superficie, de acuerdo con los males que
recompensas dependían de si se era un cada uno ha llevado a cabo durante su
‘iniciado’ o no, para considerar las retribu- vida, concepción similar a la homérica.
ciones a partir de la conducta que se tuvo Así las cosas, es posible observar
durante la vida. Platón es benevolente con cómo se configura la idea del viaje ha-
los muertos, además comprende que al cia el inframundo58 y las maneras en
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que este se percibía. Idea tan añeja vida en el más allá, nadie obtiene nada
como las culturas de la Europa anti- diferente, es decir, no hay virtud ni
gua, además, claro está, el indudable bien cuando ocurre la muerte en este
acercamiento que los etruscos tuvie- texto, contrario a textos como la Ilíada
ron con la cultura griega, quizá en la o la Odisea, donde la muerte es uno de
época helenística, que influyó bastan- los medios para alcanzar la gloria.
te en las creencias religiosas sobre el A pesar de que Anquises habla con
mundo funerario romano. Eneas y le revela el futuro de la estir-
Blázquez (1994) menciona que des- pe troyana, el pasaje no muestra que
de el siglo IV a.C. las creencias de los el padre de Eneas, a pesar de encon-
etruscos acerca de la vida en el infra- trarse en los Campos Elíseos y de ha-
mundo debieron cambiar. Hasta ese ber vivido una vida digna, haya logra-
momento, existía la creencia de que do la placidez de una existencia post
la tumba era la residencia del difun- mortem feliz, siendo así que el mismo
to, creencia que sobrevivirá levemente Jove menciona: “Tiene cada mortal fijo
hasta los primeros años en Roma. su día, breve es la vida, irreparable el
No es posible encontrar referen- tiempo; mas dilatar la fama con proe-
cias arqueológicas sobre el viaje al zas es obra del valor” (Stat sua cuique
más allá en este periodo. Ahora bien, diez, breue et inreparabile tempus óm-
“a comienzos de la época helenística nibus est iutae: sed famam externdere
desaparecen las creencias anteriores factis, hoc uirtutis opus)60”.
y se admite que los difuntos realizan En la épica virgiliana, cuando se
un viaje a los infiernos, en el que se produce la muerte y las almas se apar-
podrían utilizar caballos59” (Blázquez tan del cuerpo, estas continúan pose-
1994, p. 90). Lo más probable es que yendo una sustancia etérea que las
las razones del cambio en la ideolo- hace estar conscientes de sí mismos y
gía funeraria se hayan dado a partir de lo que sucede fuera del mundo de
del contacto con otros pueblos, por los muertos. Ese espíritu no descansa,
ejemplo, Sicilia, Felsina y, por su- pues en el más allá solo le esperan pe-
puesto, Grecia y la tradición homéri- nas, tal como Anquises lo manifiesta:
ca, la cual, como se mencionó líneas
atrás, sirvió de canon sobre la ideo- Cada cual padecemos los propios
logía funeraria. Por tal razón, es po- Manes; después se nos suelta
sible considerar que la idea del viaje por el Elisio anchuroso, y unos
al más allá es un concepto importado cuantos ocupamos los campos felices
y asimilado, primero por los etruscos, hasta que el largo día, cumplido el
luego por toda Italia, creencia que se ciclo del tiempo,
mantuvo hasta la época de Augusto y, limpia la impureza arraigada y
por lo tanto, de Virgilio, quien plas- puro deja
ma dicho adentramiento en el infra- el sentido etéreo y el fuego del aura
mundo en el libro VI de la Eneida. primitiva61.
Volviendo al texto virgiliano, a pe-
sar de que el eidolom de Anquises se En la Eneida no hay nada atractivo
muestra y del que se posee la concep- en el hecho de morir, ya que en el Aver-
ción de que tras la muerte existe una no nada grandioso espera al fallecido,
HERRERA. La muerte, el alma y el más allá en la Eneida... 91
Al respecto, Garzón (1981) afirma que 320 del libro Los Filósofos Presocráticos.
“como única solución a situaciones in- 25. Alcmeón, otro de los presocráticos, con-
sostenibles puede surgir un arranque sideraba, al igual que Pitágoras, que el
violento de sentimientos, que llevan al alma era inmortal y que permanecía en
personaje a quitarse la vida” (p. 9). constante movimiento (renacimiento).
18. “Ergo Iris croceis per caelum roscida Aristóteles (Probl, XVII 3, 916), citado
pennis, por Eggers (1994, p. 254), menciona
Mille trahens uarios aduerso sole en relación con la concepción de Alc-
colores, meón que “Tal como el curso del cielo
deuolat et supra caput astitit: “Hunc y de cada astro es un círculo, ¿por qué
ego Diti no podría ser similar el nacimiento y la
sacrum iussa fero teque isto corpore muerte de los seres perecederos?«La
soluo”. vida humana es un círculo», se dice…
Sic ait et dextra crinem secat: omnis Alcmeón dice que los hombres mueren
et una porque no pueden anudar el principio
dilapsus calor atque in uentos iuta con el fin; un dicho inteligente, si se lo
recessit. Aen., 4. 700-705. entiende en sentido general y no en
19. Fata canens siluis genitor celerat forma estricta. Si la vida es un círculo,
Halaesum: y un círculo no tiene comienzo ni fin,
ut senior leto canentia lumina soluit, nada puede ser anterior por estar más
iniecere manum Parcae telisque cerca del comienzo: ni ellos anteriores
sacrarunt a nosotros, ni nosotros a ellos” (p. 254).
Euandri. Aen., 10. 417-420. 26. Pl., Resp. 10. 614b-c. Para las citas que
20. Para esta cita se recurrió al texto Los se extraigan de este texto se utilizará la
filósofos presocráticos, traducción de traducción de Conrado Eggers Lan.
Francisco Lisi, página 204. 27. has omnis, ubi mille rotam uoluere per
21. Viendo que tenía la posibilidad de con- annos
cedérsele un deseo, Etálides le pide Lethaeum ad fluuium deus euocat
a su padre el don de guardar en su agmine magno
memoria los recuerdos de las distintas silicet immemores supera ut conuexa
vidas que su alma ha experimentado. reusant
22. o pater, anne aliquas ad caelum hinc rursus, et incipiant in corpora uelle
ire putandum est reuerti. Aen., 6. 748-751
sublimis animas iterumque ad tarda 28. En el caso de Aristóteles, este concibe
reuerti tres tipos de alma: vegetativa, sensiti-
corpora? Aen., 6. 719-721. va y racional, con lo que quiso mani-
23. Para los órficos, según lo indica Ber- festar que todo ser vivo posee un aire
nabé (2010), el alma de todas las co- que lo anima.
sas es inmortal, mas los cuerpos son 29. Arist., De an. 407b-20. Para la citas que
mortales. Además, el alma, inmortal e se tomarán de este texto se utilizará la
insensible a la vejez, viene de Zeus; traducción es de Tomás Calvo Martínez.
por lo tanto, el alma no es solo inmor- 30. Pl., Ti. 69 c. Para citas que se tomen
tal, sino también divina. de este texto la traducción que se
24. Kirk. C.S, Raven, J.E. y Schofield, M. sigue es la de Francisco Lisi, para la
(1987) en una nota al pie de la página editorial Gredos. S.A.
HERRERA. La muerte, el alma y el más allá en la Eneida... 95
31. Según Calonge et al. (1987), en una talla y su figura, y también en el modo
nota al pie de página realizada al tex- de mirar”. (p. 9)
to Gorgias, el “hombre ingenioso” al 41. Bernabé (2002, p. 7) afirma que: “Los
que se refiere en ese fragmento era, órficos concibieron una imagen del
probablemente, un pitagórico u órfico más allá que no necesariamente
de las escuelas que florecían en el (ni probablemente) les pertenecía en
sur de Italia. exclusiva, ya que probablemente esta-
32. Pl. Grg. 493 a-b. Para la citas de este ba también en la base de los misterios
texto se utilizará la traducción de J. de Eleusis y de otros cultos mistéri-
Calonge Ruiz. cos, pero que desde luego era el bac-
33. Esto es la concepción tripartita del kground sobre el que se movían sus
alma presente en Fedro, República y creencias sobre el particular: el alma
Timeo de Platón. podía tener tras la muerte, bien un des-
34. Pl. Men. 81a-b. Para las citas de este tino placentero en un locus amoenus
texto se utilizará la traducción de J. concebido como una pradera de los
Calonge Ruiz. bienaventurados, bien un destino ho-
35. Píndaro utiliza la metáfora vegetal y en rrible en el que sufría diversos casti-
lugar de mencionar que las almas rena- gos. Dado que compartían esta idea
cen, él menciona que estas “rebrotan”. con la de la metempsícosis, parte del
36. Pl. Ap. 42a. Para las citas de este texto castigo consistía en la reencarnación
se utilizará la traducción de J. Calonge del alma en un nuevo cuerpo mortal,
Ruiz, E. Lledó Íñigo y C. García Gual. en busca de una nueva oportunidad
37. Pl. Phd. 67c y 68 a. Para las citas que de purificarse y salvarse”.
de este texto se utilizará la traducción 42. Of., 489.4 [T 53a].
de Carlos García Gual. 43. Pl. Grg. 523 e- 524 a.
38. Esto tiene que ver con la iniciación 44. Homero quizá pretendía eliminar el te-
órfica y el conocimiento que se ad- mor por el inframundo y, asimismo, por
quiere en el más allá, como señala la muerte, de manera que esta última
Goethe en Fausto. fuese vista como un hecho que no hacía
39. Phd. 68 a-b. distinción entre los individuos, eso, con
40. Rohde (2009) menciona que, en los excepción de aquellos que se encontra-
poemas homéricos, “Estas imágenes, ban sin recibir una digna sepultura.
incorpóreas, que escapan al contac- 45. Bernabé (2010, p. 79).
to de todo lo que vive, como el humo 46. Phd. 63e- 64ª.
(llíada, 23, 100), como una sombra 47. Grube (2010) menciona que “la psyche
(Odisea, 1 1, 207), reproducen, sin inmortal era para ellos la potencia in-
duda alguna, los contornos identifica- telectual del hombre, y la purificación
bles del ser que un día disfrutó de vida: se lograba en gran medida a través de
Odiseo reconoce desde luego entre una estricta educación científica”. Por
estas imágenes-sombras, a su ma- otra parte, afirma que: “Los pitagóricos
dre Anticlea, a Elpenor, recientemente parecen haber dado gran importancia a
muerto, a los que fueran sus camara- la m agia de los números y a la conduc-
das en la guerra de Troya. La psique de ta ritual. De ellos debió provenir la con-
Patroclo, al aparecérsele en la noche cepción del intelecto como la parte más
a Aquiles, se asemeja al muerto por su noble e inmortal del hombre” (p. 191).
96 Revista de Lenguas Modernas, N.° 28, 2018 / 77-98 / ISSN: 1659-1933