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Introducción
En este corto pero muy reflexivo texto, nos indica acerca de los cánones de cada
disciplina, en la Sociología, están obras de teóricos y filósofos como Marx, Weber y
desde luego Durkheim; de este último han quedado en la memoria de los científicos
sociales, las formas elementales de la vida religiosa y el suicidio, regente de los
antropólogos y sociólogos, que han llegado a ser a modo de broma pero una
realidad para la distinción de las disciplinas cuando se habla de estad dos obras.
En este capítulo hace un profundo análisis de la relación que existen entre las ideas
piadosas del ascetismo protestante y las ideas principales del espíritu económico
capitalista. Es de destacar que Max Weber no tiene la posibilidad de hacer la
observación y análisis del protestantismo en una manera global, por lo que ocupa
recursos como apoyarse del escritor Richard Baxter, un purista inglés
Nos indica que el trabajo es un mandato divino para todo, como hacía referencia
Martín Lutero; semana igual los preceptos de la eliminación de la ambición para
hacerse ricos por bienes materiales; por otra parte el calvinismo no ve con malos
ojos la riqueza; se comienzan a tener nociones del tiempo como dinero, así como lo
mencionaría Benjamín Franklin, tiempo después; Weber señala que la
especialización o profesionalización, es una forma de trabajo que es de agrado a
Dios.
Finalmente, el caso de Karl Marx, es muy particular ya que no escribió
apasionadamente acerca de la religión, de esto damos cuenta en la obra “Marxismo
y Religión. ¿Opio del pueblo?” de Michael Lowy, donde hace un recorrido abundante
en torno a los aportes de Marx.
En este momentos, se nos invita a reflexionar en torno a esa frase de Karl Marx,
que es bien conocida dentro y fuera del ámbito académico: “la religión es el opio del
pueblo”, peor esta frase no viene sola, por lo que contextualizar la todos es de suma
importancia, la cual dice: “La angustia religiosa es al mismo tiempo la expresión del
dolor real y la protesta contra él. La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el
corazón de un mundo descorazonado, tal como lo es el espíritu de una situación sin
espíritu. Es el opio del pueblo” (Marx, 1969a: 304).
Es en “El Capital”; en donde, al igual que Weber, pero muchos años antes, la
atención sobre el capitalismo y el protestantismo. Otra observación puntual es la
que hace cuando refiere a la religión como una forma de vida diaria, la cual nos
aproxima claramente al fetichismo de las mercancías.
En contraparte, Engels sí que hizo más trabajo sobre la religión que el mismo Marx,
un punto medular, es el que hace acerca de “la cristiandad del Comunismo”; cuando
habla acerca de la Revolución Francesa. Si bien, Engels no podía anticiparse a
eventos posteriores, la teología de la liberación pareciera ir por el mismo camino;
en el sentido cuando se habla de lucha de clases y de la relación entre religión
Otra dimensión que podemos destacar de San Pedro Xalcatzinco, es que si bien es
una población pequeña este contante crecimiento económico por la alta derrama
económica que deja la producción textil y campesina, lo que ha llevado a
reconsiderar si se puede colocar a esta comunidad como una población indígena
bajo los rubros típicos del idioma u demás dimensiones. Esto provoca que no haya
un alto grado de marginación, pobreza o rezago, lo cual no obliga a cambiar
dinámicas de los pobladores o de que se inserten de manera profunda otras
religiones con la excusa de ayudar en el desarrollo de esto.
De esta dimensión también, podemos encontrar los dados que nos indica Renée de
la Torre (2008) apoyada del Atlas del Cambio Religioso, donde indica “que en
México el crecimiento del protestantismo está íntimamente ligado con la pobreza, la
marginación, el rezago del progreso que se evidencia tanto en las poblaciones
rurales como en las periferias urbanas, y, como acabamos de señalar, su aceptación
entre poblaciones indígenas. Los márgenes de la modernidad son el nuevo paisaje
de la diversidad religiosa.” (2008,391)
San Pedro Xalcatzinco, al igual que muchas de las poblaciones del Estado de
Tlaxcala, tienen festividades a lo largo de todo el año, las liturgias católicas son
variadas, las más importantes son: el festejo del santo patrón, la Semana Santa, el
día de la Virgen de Guadalupe, los meses de María y Jesús, la visita del Señor de
Tepalcingo, el día de la Candelaria y las posadas conjunto a la acostada del niño,
el 25 de Diciembre.
Tales actividades son llevada a cabo por los pobladores de la comunidad, al finalizar
el año se hace el cambio de fiscales y se selecciona de manera voluntaria o al azar,
las personas que apadrinaran las fiestas a celebrase a lo largo del año, los criterios
para formar parte del apadrinamiento consta de ser vivir o haber vivido en la
población, no tener más cargos (como formar parte de la comisión de agua potable);
son más propensos a elegirse los solteros y quienes no han hecho cargos en su
vida. Se dedica especial atención a las fiestas decembrinas, ya que se considera
uno de los más “pesados”, solo atrás de la fiesta patronal; ya que las actividades
inician nueve días antes del 24 de Diciembre, seguido del día de la Natividad, el
padrinazgo del Niño Dios continua hasta en 6 de Enero y finaliza el 2 de Febrero
con la presentación del niño en el templo católico.
Hay que tener presente en todo momento lo antes mencionado, ya que donde se
“van a cobrar” los padrinos después de apadrinar al Niño Dios, es cuando inicie su
carrera política. Ya que no solo católicos desean detentar el poder de Xalcatzinco,
los demás pobladores que profesan otra religión, se ven en la necesidad de romper
con los criterios básicos de su religión, en caso de los cristianos o Testigos de
Jehová; de este modo cumplen varios aspectos de la cohabitación en la comunidad,
el cumplimento de los compromisos comunales, la armonía entre religiones y la
búsqueda de tener un cargo civil.
En este caso hay que destacar que en la mayoría de los casos, quienes profesan
alguna religión distinta al catolicismo, lo fueron en algún momento, especialmente
en la niñez o juventud, y al momento de tomar algún cargo como el padrinazgo del
niño Dios, profesando ya otra religión, supone una “nueva forma de situarse, de
resignificarse y de revitalizar su pertenencia al catolicismo” (de la Torre, 2003:16),
una subidentidad católica, posiblemente con fecha de caducidad, la cual inicia al
inicio de los ritos en la primera posada y hasta el día de la Candelaria.
Durante todas las celebraciones, hay un vínculo particular con las representaciones
de la Sagrada Familia, los peregrinos, los niños Dios de la Iglesia, y los niños
particulares de cada familia. Por medio de cada uno de esto y la relación que llevan
entre objeto y sujeto, podemos dar cuenta de la vivencia religiosa de manera
particular y comunal.
“Las formas en que los creyentes se identifican y viven como católicos son
sumamente plurales y ambivalentes, casi imposibles de abordar en su totalidad. La
identidad del católico está mediada, en primer lugar, por la pertenencia a una
confesionalidad heredada de padres a hijos, que se refuerza con el cumplimiento de
los sacramentos de la Iglesia, con la participación ritual como espacio casi único de
la socialización comunitaria, donde se comparten convenciones dogmáticas y la
veneración a imágenes y creencias trascendentes. Para muchos creyentes, a
quienes identificamos como católicos nominales, pertenecer al catolicismo implica
continuar con la tradición, que se vive como
Conclusión
La religión, forma parte de la vida humana, lo cual no permite diseccionarla, con los
objetivos primeros de aproximarnos a la realidad social; esta se puede alcanzar
primordialmente por 4 dimensiones muy gustadas por la antropología, el
parentesco, la economía, la religión y la política.
Lo que hay que tener en cuanta, antes de empezar siquiera a aproximarnos al
fenómeno religioso, es el hecho de que no se busca señalar “falsas religiones”, ni
verificar su autenticidad o juzgarlas por sus prácticas. Lo que si podemos
preguntarnos es acerca de la composición de la institución, sus categorías,
dinámicas y prácticas; las cuales van a ser delimitadas tanto por las corrientes
teóricas como por el objeto de estudio.
Bibliografía