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Universidad Autónoma de Tlaxcala

Facultad de Filosofía y letras


Licenciatura en antropología
Antropología IV
Antropología de las Religiones
Dra. Sabeli Sosa Díaz
Joseph Brian Gómez Flores

Catolicismo popular en la Tlaxcala Rural: Las fiestas decembrinas en San


Pedro Xalcatzinco

Introducción

A través de un análisis de determinadas liturgias del catolicismo popular, en una


comunidad rural de Tlaxcala, específicamente San Pedro Xalcatzinco; se da
constancia del estudio de las manifestaciones religiosas, su importancia al
estudiarlas y se puede corroborar que tanto coinciden las conjeturas de los
estudiosos de la religión en sitios tan particulares como San Pedro Xalcatzinco.

En este texto podemos encontrar, la pluralidad de la religión, la diversidad dentro


del ámbito católico, aspectos más teóricos como los precursores del estudio
religioso, los pioneros y sus sucesores hasta el día de hoy, desde Durkheim hasta
Renée de la Torre. Es importante destacar, que este ensayo es una aproximación
al trabajo hecho en la Antropología de las Religiones, especialmente en México, su
andamiaje teórico y etnográfico, poniendo atención a los precursores de esta rama.

Al final se identifica la importancia de la antropología de las religiones, la importancia


de estudiar esta dimensión del orden social para podernos aproximarnos a la
realidad desde una óptica distinta y que permite llegar a la profundidad del cuerpo
social.
Los albores del estudio religioso

Es extremadamente difícil, abarcar a autores del del fenómeno religioso en su


totalidad, por lo que solo se enfocara en 3 autores clave en las ciencias sociales, y
en este caso promotores del estudio religioso en sus inicios junto con una revisión
rápida de sus obras o aportes al estudio religioso que ha sido trascendental. Marx,
Durkheim y Max Weber.

En este corto pero muy reflexivo texto, nos indica acerca de los cánones de cada
disciplina, en la Sociología, están obras de teóricos y filósofos como Marx, Weber y
desde luego Durkheim; de este último han quedado en la memoria de los científicos
sociales, las formas elementales de la vida religiosa y el suicidio, regente de los
antropólogos y sociólogos, que han llegado a ser a modo de broma pero una
realidad para la distinción de las disciplinas cuando se habla de estad dos obras.

Así pues, las obras de Durkheim, en especial la de Las formas elementales de la


vida religiosa, de la cual su traducción llegó hasta mediados del siglo pasado; en
este momento se hace una alegoría del tótem sagrado para esta disciplina, sagrado
pero no intocable; una obra que posee muchas virtudes pero también tiene
elementos criticables.

Finalmente, mencionar con ha servido de base para las teorizaciones posteriores,


como las de Erving Goffman y demás teóricos de la actualidad.

En La ética protestante y el espíritu capitalista (2004), esta obra considera al


capitalismo como un desenlace inesperado y natural de la labor de los
reformadores, la cual es una consecuencia de las desviaciones y opuestas a los
pensamientos y propósitos de representantes de los movimientos religiosos.

Se enfoca en el deseo de lucro y la tendencia de enriquecimiento no tiene una


relación directa con el capitalismo, por lo que se cuestiona ¿qué es un acto de
economía capitalista?

En este capítulo hace un profundo análisis de la relación que existen entre las ideas
piadosas del ascetismo protestante y las ideas principales del espíritu económico
capitalista. Es de destacar que Max Weber no tiene la posibilidad de hacer la
observación y análisis del protestantismo en una manera global, por lo que ocupa
recursos como apoyarse del escritor Richard Baxter, un purista inglés

En el texto de Baxter, lo primero que hace es análisis y proporciona esta premisa,


“nos parece inaudito el énfasis puesto en los factores ebioníticos del Nuevo
Testamento, al manifestar cualquier opinión acerca de la propiedad y su
consecución.” (Weber, 2004:104)

Identifica las desviaciones o distinciones del protestantismo en relación con las


ideas religiosas medievales. Toma como referente a Tomas de Aquino, para explicar
y adentrarnos a más profundidad, del ascetismo y su vínculo con el espíritu
capitalista.

Nos indica que el trabajo es un mandato divino para todo, como hacía referencia
Martín Lutero; semana igual los preceptos de la eliminación de la ambición para
hacerse ricos por bienes materiales; por otra parte el calvinismo no ve con malos
ojos la riqueza; se comienzan a tener nociones del tiempo como dinero, así como lo
mencionaría Benjamín Franklin, tiempo después; Weber señala que la
especialización o profesionalización, es una forma de trabajo que es de agrado a
Dios.
Finalmente, el caso de Karl Marx, es muy particular ya que no escribió
apasionadamente acerca de la religión, de esto damos cuenta en la obra “Marxismo
y Religión. ¿Opio del pueblo?” de Michael Lowy, donde hace un recorrido abundante
en torno a los aportes de Marx.

En primer momento, se nos plantea si la concepción de religión o como se entiende


religión, es la misma a lo que pensaba Marx y Engels; y en algunos casos es así y
nos arroja mucho ejemplos como el Opus Dei o las nuevas corrientes del
cristianismo, tales como la teología de la liberación. Esta última, cobra fuerza en
América Latina y parece ser que se fundamental en movimientos sociales como el
Ejército Zapatista de Liberación Nacional, la teología de la liberación esta
sustentadas en varios preceptos marxista, por lo que el análisis y estudio de estos
fenómenos deben abordarse desde el marxismo.

En este momentos, se nos invita a reflexionar en torno a esa frase de Karl Marx,
que es bien conocida dentro y fuera del ámbito académico: “la religión es el opio del
pueblo”, peor esta frase no viene sola, por lo que contextualizar la todos es de suma
importancia, la cual dice: “La angustia religiosa es al mismo tiempo la expresión del
dolor real y la protesta contra él. La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el
corazón de un mundo descorazonado, tal como lo es el espíritu de una situación sin
espíritu. Es el opio del pueblo” (Marx, 1969a: 304).

Si se comparan los temas y objetos que llamaban la atención de Marx, seguramente


no estaría la religión, aunque posee trabajos sobre el fenómeno.

Es en “El Capital”; en donde, al igual que Weber, pero muchos años antes, la
atención sobre el capitalismo y el protestantismo. Otra observación puntual es la
que hace cuando refiere a la religión como una forma de vida diaria, la cual nos
aproxima claramente al fetichismo de las mercancías.
En contraparte, Engels sí que hizo más trabajo sobre la religión que el mismo Marx,
un punto medular, es el que hace acerca de “la cristiandad del Comunismo”; cuando
habla acerca de la Revolución Francesa. Si bien, Engels no podía anticiparse a
eventos posteriores, la teología de la liberación pareciera ir por el mismo camino;
en el sentido cuando se habla de lucha de clases y de la relación entre religión

Las liturgias de San Pedro Xalcatzinco y sus demás dimensiones

Antes de comenzar el dialogo acerca del fenómeno religioso, es de vital importancia


dar un contexto general del lugar del que se habla. La comunidad de Xalcatzinco
pertenece al municipio tlaxcalteca de Tepeyanco. De todas las comunidades que lo
conforman es una de las más pequeñas, su fundación es relativamente reciente
data de 1940, de esto se puede dar constancia a través de una análisis del paisaje
cultural. Es una población que se dedica fundamentalmente a dos actividades
económicas, la textil y la agrícola, las demás son actividades secundarias para
complementar el gasto de los grupos domésticos.

Poniendo atención a la dimensión religiosa, su templo más importante de corte


católico es el dedicado a San Pedro Apóstol (construido a finales del siglo XX),
seguido de la capilla donde se resguardan algunas reliquias como a los “peregrinos”;
después se encuentra la iglesia cristiana “Casa sobre La Roca”, (nombre alegórico
al San Pedro), autodenominada como una iglesia evangélica Misionera. La religión
hegemónica es la católica, sin embargo, se ha diversificado las creencias religiosas,
el cristianismo y testigos de Jehová gana terreno en la población. Incluso dentro del
catolicismo, se han despendido fieles a la Santa Muerte, un número considerable.

Esto no solo sucede en Tepeyanco o Tlaxcala, de esto Renée de la Torre (2008),


da cuenta de esto cuando explica que “Aunque México es un país mayoritariamente
católico, pues, según informan los resultados del Censo de Población General de
Inegi del 2000, 88% de la población mexicana se autodefine como católica, es
evidente que paulatinamente las denominaciones religiosas no católicas están
creciendo en el país.” (2008:383).

Otra dimensión que podemos destacar de San Pedro Xalcatzinco, es que si bien es
una población pequeña este contante crecimiento económico por la alta derrama
económica que deja la producción textil y campesina, lo que ha llevado a
reconsiderar si se puede colocar a esta comunidad como una población indígena
bajo los rubros típicos del idioma u demás dimensiones. Esto provoca que no haya
un alto grado de marginación, pobreza o rezago, lo cual no obliga a cambiar
dinámicas de los pobladores o de que se inserten de manera profunda otras
religiones con la excusa de ayudar en el desarrollo de esto.

De esta dimensión también, podemos encontrar los dados que nos indica Renée de
la Torre (2008) apoyada del Atlas del Cambio Religioso, donde indica “que en
México el crecimiento del protestantismo está íntimamente ligado con la pobreza, la
marginación, el rezago del progreso que se evidencia tanto en las poblaciones
rurales como en las periferias urbanas, y, como acabamos de señalar, su aceptación
entre poblaciones indígenas. Los márgenes de la modernidad son el nuevo paisaje
de la diversidad religiosa.” (2008,391)

San Pedro Xalcatzinco, al igual que muchas de las poblaciones del Estado de
Tlaxcala, tienen festividades a lo largo de todo el año, las liturgias católicas son
variadas, las más importantes son: el festejo del santo patrón, la Semana Santa, el
día de la Virgen de Guadalupe, los meses de María y Jesús, la visita del Señor de
Tepalcingo, el día de la Candelaria y las posadas conjunto a la acostada del niño,
el 25 de Diciembre.

Tales actividades son llevada a cabo por los pobladores de la comunidad, al finalizar
el año se hace el cambio de fiscales y se selecciona de manera voluntaria o al azar,
las personas que apadrinaran las fiestas a celebrase a lo largo del año, los criterios
para formar parte del apadrinamiento consta de ser vivir o haber vivido en la
población, no tener más cargos (como formar parte de la comisión de agua potable);
son más propensos a elegirse los solteros y quienes no han hecho cargos en su
vida. Se dedica especial atención a las fiestas decembrinas, ya que se considera
uno de los más “pesados”, solo atrás de la fiesta patronal; ya que las actividades
inician nueve días antes del 24 de Diciembre, seguido del día de la Natividad, el
padrinazgo del Niño Dios continua hasta en 6 de Enero y finaliza el 2 de Febrero
con la presentación del niño en el templo católico.

Este padrinazgo supone un golpe importante a la economía de quienes toman el


cargo, sin embargo, nunca se deja “colgado”, ya que supone sanciones y
exhibiciones públicas dentro de la población. El tomar el cargo permite a las familias
dos cosas, hacerse conocido en la comunidad, mostrar su carisma y dadiva lo cal
se verá reflejado en los alimentos, actividades ofrecidos durante todos los ritos
religiosos, rematando con una actividad que reúne a más que católicos devotos, el
baile del 25; la segunda es que permite adelantarse en la carrera de los sistemas
de cargo, lo que les permite acceder a cargos políticos dentro de la comunidad, el
más codiciado es el de presidente de comunidad.

Hay que tener presente en todo momento lo antes mencionado, ya que donde se
“van a cobrar” los padrinos después de apadrinar al Niño Dios, es cuando inicie su
carrera política. Ya que no solo católicos desean detentar el poder de Xalcatzinco,
los demás pobladores que profesan otra religión, se ven en la necesidad de romper
con los criterios básicos de su religión, en caso de los cristianos o Testigos de
Jehová; de este modo cumplen varios aspectos de la cohabitación en la comunidad,
el cumplimento de los compromisos comunales, la armonía entre religiones y la
búsqueda de tener un cargo civil.
En este caso hay que destacar que en la mayoría de los casos, quienes profesan
alguna religión distinta al catolicismo, lo fueron en algún momento, especialmente
en la niñez o juventud, y al momento de tomar algún cargo como el padrinazgo del
niño Dios, profesando ya otra religión, supone una “nueva forma de situarse, de
resignificarse y de revitalizar su pertenencia al catolicismo” (de la Torre, 2003:16),
una subidentidad católica, posiblemente con fecha de caducidad, la cual inicia al
inicio de los ritos en la primera posada y hasta el día de la Candelaria.

El rostro del Santo Niño, el catolicismo popular

Durante todas las celebraciones, hay un vínculo particular con las representaciones
de la Sagrada Familia, los peregrinos, los niños Dios de la Iglesia, y los niños
particulares de cada familia. Por medio de cada uno de esto y la relación que llevan
entre objeto y sujeto, podemos dar cuenta de la vivencia religiosa de manera
particular y comunal.

La minuciosidad de las dinámicas de los católicos con la representación de Niño


Jesús, nos da múltiples lecturas e interpretaciones de la vida religiosa de estos. La
forma de tocar a la imagen del niño como si fuera realmente un bebe recién nacido,
cubrirlo con mantas y almohadillas con una meticuloso cuidado. La expresión a
través de su mirada denota un vínculo intrínseco con su religión. Lo cual coincide
cabalmente con la tesis de Renée de la Torre (3003):

“Las formas en que los creyentes se identifican y viven como católicos son
sumamente plurales y ambivalentes, casi imposibles de abordar en su totalidad. La
identidad del católico está mediada, en primer lugar, por la pertenencia a una
confesionalidad heredada de padres a hijos, que se refuerza con el cumplimiento de
los sacramentos de la Iglesia, con la participación ritual como espacio casi único de
la socialización comunitaria, donde se comparten convenciones dogmáticas y la
veneración a imágenes y creencias trascendentes. Para muchos creyentes, a
quienes identificamos como católicos nominales, pertenecer al catolicismo implica
continuar con la tradición, que se vive como

generalidad cultural que no se cuestiona y que ha sido incorporada al sentido común


y se percibe como una norma a cumplir, más que como una convicción consciente
que esté precedida por el acto de decisión y compromiso con la iglesia.” (De la Torre,
2003:13)

Para ir cerrando el análisis, es importante mencionar la importancia que significan,


las procesiones al interior de la comunidad, el recorrido de los “peregrinos” y las
dinámicas que se pueden observar por medio de este sistema ritual, lo relevante de
esto es que lejos del estudio de los “sistemas simbólicos religiosos” (1989),
podemos visualizar múltiples dimensiones de la vida social y cultural de las
comunidades donde se trabaja.

Conclusión

La antropología no es la única ciencia o disciplina que se ha sido seducido por la


manifestación social de la religión, ejemplos hay muchos desde la psicología, la
sociología, el psicoanálisis y desde luego la teología. Unas con muy particulares
propósitos, guiados por los muy variados métodos; en caso de la antropología el
método cualitativo y especialmente el etnográfico, de donde podemos sacar
análisis, tan sencillos como el expuesto anteriormente; o obras tan grandes como
las de Durkheim y antropólogos interesados por la religión y la magia.

La religión, forma parte de la vida humana, lo cual no permite diseccionarla, con los
objetivos primeros de aproximarnos a la realidad social; esta se puede alcanzar
primordialmente por 4 dimensiones muy gustadas por la antropología, el
parentesco, la economía, la religión y la política.
Lo que hay que tener en cuanta, antes de empezar siquiera a aproximarnos al
fenómeno religioso, es el hecho de que no se busca señalar “falsas religiones”, ni
verificar su autenticidad o juzgarlas por sus prácticas. Lo que si podemos
preguntarnos es acerca de la composición de la institución, sus categorías,
dinámicas y prácticas; las cuales van a ser delimitadas tanto por las corrientes
teóricas como por el objeto de estudio.

Bibliografía

 Durkheim, Émile, las formas elementales de la vida religiosa. El sistema


totémico en Australia (y otros escritos sobre religión y conocimiento)/ Émile
Durkheim; ed. Critica, Introd, selec, y notas de Héctor Vera, Galindo, Juan
Pablo Vázquez Gutiérrez; trad. De Jesús Héctor Ruiz Rivas,-Mexico: FCE,
UAM, UIA,2012

 De la Torre, Renée, LA DIVERSIDAD CATÓLICA VISTA DESDE LOS


NUEVOS ROSTROS DE DIOS. CIESAS Occidente – México Ciencias
Sociales y Religión/Ciencias Socias e Religió, Porto Alegre, año 5, n. 5, p.11-
36, oct. 2003
1. Tendencias a la pluralidad y la diversificación del paisaje religioso en
el México contemporáneo. Sociedade e Estado, Brasília, v. 23, n. 2, p.
381-424, mayo/ago. 2008

 Löwy, Michael. Marxismo y religión: ¿opio del pueblo?, en La Teoría Marxista


hoy. PP. 281-295

 Shadow Robert D. / María Rodríguez Valdés, (1989), SÍMBOLOS QUE


AMARRAN, SÍMBOLOS QUE DIVIDEN. Estudios sobre las Culturas
Contemporáneas, septiembre, año/vol. III, número 007. Universidad de
Colima, pp. 173-207
 WEBER, Max. La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Digitalización:
Andrés Pereira Junio de 2004.9na Edición: Premia Editora, La red de Jonás
1991

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