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Corrientesfilosficas 140710175005 Phpapp01
Corrientesfilosficas 140710175005 Phpapp01
Materialismo:
Para el materialismo no sólo lo real es material, sino que la causa de todas las cosas
de la naturaleza y del "alma" humana se explican exclusivamente a partir de la
materia y los movimientos de esa materia en el espacio. Materialista es toda aquella
doctrina que afirma que toda causalidad ha de ser remitida exclusivamente a un
principio o entidad material, es decir, que la única causa de las cosas es la materia.
Demócrito Leucipo
Fuente:
http://concurso.cnice.mec.es/cnice2006/material003/Recursos%20Materiales/Term
inos/Materialismo.pdf
Realismo:
La Metafísica Realista: que es el estudio del ser o la primera filosofía, que examina
el hecho de la existencia que descubre la razón en cada dato empírico, de cualquier
tipo. Aquí se incluye las subdisciplinas de la ontología (estudio del ser como tal), la
La Ética Realista: que se refiere al estudio del bien humano y de aquéllos actos
requeridos por la naturaleza humana para su perfeccionamiento, incluyendo los
hábitos del libre albedrío o virtudes, que deberán ser desarrolladas para producir
dichos actos, así como el bien común de todos los individuos, que es la culminación
de la acción relacional, incluyendo las estructuras de colaboración de hábitos y
decisiones, que se necesitan para alcanzar estas metas. La ética, en su carácter de
filosofía aplicada, incluye las sub-disciplinas de la estética, la filosofía política, la
filosofía social, la jurisprudencia, la filosofía de la educación, la filosofía de la historia
y la filosofía de la religión.
Fuente:
http://www.conductitlan.net/seminarios/realismo_filosofico.pdf
Racionalismo:
Es una corriente filosófica que surgió en el siglo XVII en la Europa continental y cuyo
máximo exponente es Renné Descartes. Aunque encontramos ya desde los
comienzos de la filosofía occidental rasgos racionalistas (metafísicos) en
Parménides (él, si recordamos, afirmaba la plena racionalidad del mundo y de esa
afirmación derivaba la NO existencia de movimiento [flecha-diana]). Cabe destacar
también el racionalismo gnoseológico de Platón (aunque él no creía que solo por
medio de las ideas se pudiera alcanzar el conocimiento, así que no coincidía del
todo con los preceptos racionalistas), posteriormente hacen diversas aportaciones
Leibniz, Spinoza o Pascal y, por supuesto, el racionalismo de Descartes quien creía
que la geometría representaba el ideal de todas las ciencias. También mantenía
que solo por medio de la razón se podían descubrir certezas universales, es decir,
verdades evidentes en si mismas. Descartes defendía que estas verdades eran
innatas (aquí está la relación con Platón y su Reminiscencia). Las obras de
Descartes en las que expone sus argumentos son “El discurso del método” y
“Meditaciones metafísicas”.
1. Racionalismo epistemológico o
gnoseológico que se entiende como la corriente
opuesta al empirismo surgido en las islas
británicas.
Renné Descartes 2. Racionalismo metafísico que afirma que
la realidad es de carácter racional y está gobernada por un principio
inteligible, accesible al pensamiento humano. También se le llama
Racionalismo platónico (en el que el mundo de las ideas sería el mundo
inteligible creado por la razón por medio de la dialéctica). También se le llama
Racionalismo hegeliano (en el que la realidad coincide en último término con
la autorrealización de la razón o Espíritu). Hegel es el que llevará a cabo el
desarrollo histórico más importante en el racionalismo durante el siglo XIX
dentro del idealismo alemán. Se opone al irracionalismo.
3. Racionalismo psicológico, que sería el tercer tipo según el cual la razón
(entendida como pensamiento) es superior a la emoción y a la voluntad. Esta
corriente se opone al emotivismo.
4. Racionalismo religioso que niega el Teísmo (que exige que la religión sea
revelada al creyente) explicando racionalmente aquellos fenómenos
considerados milagrosos. (Por tanto los racionalistas religiosos creen que los
principios religiosos son evidentes en si o innatos).
Las características principales del racionalismo son:
Fuente
http://miguelangel.begueria.es/wp/wp-content/uploads/2009/04/racionalismo.pdf
Empirismo:
Hume no estaba satisfecho con la manera en que Locke utilizaba el término "idea"
para referirse a todo aquello que conocemos, por eso divide los contenidos del
conocimiento en dos clases: - Impresiones: conocimiento por medio de los sentidos.
- Ideas: representaciones o copias de las impresiones en el pensamiento (más
débiles, menos vivas). Todas nuestras ideas proceden de las impresiones. Surgen
por debilitación de las impresiones.
2. FACULTADES DEL CONOCIMIENTO:
- La imaginación es la facultad que asocia las ideas según tres leyes de asociación:
* semejanza, * contigüidad en el tiempo y en el espacio * causa y efecto - La
memoria es la otra facultad mediante la cual las impresiones reaparecen en la mente
como ideas, pero ésta preserva el orden y la forma de las impresiones originales,
mientras que la imaginación lo trastoca libremente.
3. TIPOS DE CONOCIMIENTO
5. LA IDEA DE CAUSA.
6. CONOCIMIENTO Y CREENCIA
Fuente:
http://aav-
sofia.weebly.com/uploads/9/8/0/3/9803920/la_corriente_empirista_eng.pdf
Idialismo:
El idealismo de las ideas posee una índole más filosófica que el anterior, y hace
referencia a toda doctrina que afirma que el sujeto (la conciencia, el "yo", la mente,
o el espíritu) es el punto de partida y el origen de toda reflexión sobre el mundo.
Esto quiere decir que la realidad no es conocida por sí misma y que conocer no es
adecuar el pensamiento a las cosas, a lo "dado". Antes bien, es la propia realidad
la que ha de inferirse de las "ideas" y representaciones que tenemos sobre ella. Es
el sujeto es punto de partida de todo conocimiento, aquel que otorga sentido e,
incluso, "construye" o crea la realidad.
Para Etienne Gilson, sin embargo, el primer filósofo idealista es René Descartes
(1596-1650), cuyo idealismo sólo puede ser considerado como algo provisional; un
punto de partida, no de llegada, ya que, al final, defiende un realismo metafísico,
garantizado por Dios, y al margen de la conciencia empírica objetiva: existe una
realidad externa, la res extensa, y una res infinita o Dios.
Así mismo, podemos considerar como idealista la tesis que afirma que son las ideas
las que determinan de manera radical los procesos históricos. Denominado
idealismo histórico, este postulado ha sido defendido por autores como Hegel o
Augusto Comte (el padre del Positivismo). Frente a esta tendencia se alzará el
materialismo histórico de Karl Marx, para el cual las ideas pertenecen a una
"superestructura" que está condicionada por la estructura económica de la
sociedad, su verdadera base real, y no a la inversa.
Fuente:
http://concurso.cnice.mec.es/cnice2006/material003/Recursos%20Materiales/Term
inos/Idealismo.pdf
Positivismo:
Características generales
Por otra parte, el conocimiento de las leyes no tiene otro sentido que hacer posible
la previsión racional de los hechos futuros, permitiendo el dominio sobre las cosas:
conocer para prever y dominar. El propio Comte hace notar la filiación baconiana de
estas ideas, al recordar la identificación que estableció el filósofo inglés entre ciencia
y poder (scientia et potentia in unum coincidunt). La especulación positiva no
pretende ser contemplación de la verdad, visión de las cosas, sino posesión de la
ley de sucesión de los fenómenos para dominar el curso de los acontecimientos
naturales. El único valor de la ciencia consiste, entonces, en proporcionar la base
teórica para la acción del hombre sobre las cosas. En el positivismo, el conocimiento
científico ha quedado reducido a técnica, a instrumento de poder [Comte 1973: 76-
77].
Para muchos de los filósofos e intelectuales del siglo XIX, la física newtoniana era
la forma definitiva de la ciencia y, por eso, la imagen verdadera del mundo. Se
pensaba que el desarrollo científico iba a consistir en su aplicación a los diferentes
ámbitos (incluido el humano). Toda la realidad parecía estar regulada por leyes
mecánicas, de tal modo que, conociéndolas, se podría determinar con precisión el
pasado y el futuro. El éxito de la ciencia newtoniana —interpretado
ideológicamente— acabó por transmutar lo que en realidad era un método válido
(mecánica) en una filosofía mecanicista. El positivismo hizo suya esta visión
mecanicista y determinista de la realidad, y difundió la idea de un progreso humano
y social imposible de detener, pues la ciencia disponía —a su entender— de los
instrumentos capaces de solucionar todos los problemas.
El positivismo comtiano
Toda su doctrina se apoya en la conocida ley de los tres estadios, según la cual, el
desarrollo humano individual, la historia y la evolución de cada uno de los saberes
atraviesa necesariamente tres estadios: el teológico o ficticio, el metafísico o
abstracto y el científico o positivo.
Esta ley fundamental del progreso individual, cultural y social contiene la crítica a la
religión y a la metafísica, la declaración de su positivismo y la propuesta de un nuevo
sistema de las ciencias.
Omitimos aquí la valoración crítica de la ley en cuanto tal y de las descripciones de
detalle de cada uno de los estadios, para exponer brevemente la concepción
positivista de la ciencia y la vertiente sociológico-política del positivismo comtiano.
El neopositivismo
En el siglo XX, la visión cientificista propia del positivismo fue reformulada por el
Círculo de Viena con los recursos de la lógica matemática y de la filosofía del
lenguaje. Su precedente más inmediato está en la tradición empirista de Ernst Mach
(1838-1916). La epistemología de este autor considera que la ciencia se refiere sólo
a los fenómenos tal como se presentan en la experiencia, de tal modo que pretender
alcanzar una realidad más allá sería una aspiración “metafísica” imposible de
realizar. La perspectiva de Mach, además de fenomenista, es instrumentalista, al
afirmar que la ciencia tiene como único objetivo la “economía de pensamiento”, es
decir, la formulación de teorías que no pueden considerarse verdaderas o falsas,
sino solamente útiles con vistas a la predicción.
El Círculo de Viena como tal se disolvió en 1938 por circunstancias políticas. Sus
miembros marcharon a Estados Unidos e Inglaterra, donde existían movimientos
filosóficos que entroncaron fácilmente con esta filosofía. Las ideas del Weiner Kreis
han ejercido un influjo notable, también después de su disolución. Aunque algunas
de sus tesis filosóficas han sido abandonadas (criterio empirista de significado,
fisicalismo), no ha sucedido lo mismo con la perspectiva filosófica —cientificista y
empirista— que subyace en su planteamiento.
Reacciones al positivismo
En los apartados anteriores nos hemos referido a la difusión del positivismo.
Efectivamente, el siglo XIX estuvo fuertemente marcado por esta corriente de
pensamiento, pero fue también escenario de fuertes reacciones críticas, tanto por
parte de exponentes de la ciencia como de la filosofía. Algunos científicos
advirtieron que, aunque el método físico-matemático era un instrumento
cognoscitivo muy capaz, existían también otros acercamientos válidos a la
naturaleza. Cauchy —matemático que en 1821 logró la formulación exacta de la
teoría del límite—, en el Prólogo de su obra más famosa afirma que el cálculo no lo
es todo y que sería un error pensar que todas las pruebas válidas han de basarse
en ecuaciones integrales y diferenciales.
«Hasta ahora nadie ha utilizado el cálculo para demostrar la existencia de Luis XIV;
y sin embargo, todos los que están en su sano juicio admitirán que su existencia es
tan cierta como el teorema de Pitágoras [...]. Lo que he dicho refiriéndome a un
acontecimiento histórico, se puede aplicar igualmente bien a una cantidad de
cuestiones religiosas, éticas y políticas. Por tanto, debemos seguir convencidos de
que hay otras verdades además de las de la geometría, y otras realidades además
de las de los objetos sensibles. Por consiguiente, cultivemos con fervor las ciencias
matemáticas sin desear llevarlas más allá de su ámbito propio y no imaginemos que
se pueden abordar los problemas de la historia con fórmulas matemáticas o que se
pueden confirmar los principios morales mediante teoremas de álgebra y de
cálculo» [Cauchy 1821: VI-VII].
Las afirmaciones de la filosofía de Comte no son defendidas hoy por casi nadie.
Pero, en general, la crítica clásica a su doctrina se ha movido más bien en aspectos
accidentales (impugnación de los acentos místicos de sus expresiones, confianza
pueril en el estado de la ciencia en el siglo XIX, error del determinismo físico,
elucubraciones fantasiosas de su último período, etc.). Es cierto que actualmente el
positivismo, tal como fue formulado por Comte, goza de poca credibilidad entre los
especialistas y puede considerarse superado debido al desarrollo de los estudios
históricos y de algunas reflexiones de la filosofía de la ciencia contemporánea.
La falta de interés por las cuestiones últimas y fundamentales de la vida —el abdicar
de la vocación especulativa— es también una actitud propiciada por el positivismo,
que prohíbe preguntarse por la naturaleza y el sentido de las cosas, de la vida y del
hombre. El talante positivista ha llevado a formar técnicos que manipulan la realidad,
desentendiéndose del significado, promoviendo en el hombre y en la sociedad
actitudes unilaterales (la exactitud, la precisión, el cálculo, el automatismo), y
sofocando cualidades más importantes, más exquisitamente humanas (visión
sapiencial, búsqueda de causas, actitud contemplativa).
Fuente:
http://www.philosophica.info/voces/positivismo/Positivismo.html